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si yo fuera un chico. (norminah) por Yelow

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Notas del capitulo:

salto en el tiempo.

LAUREN. POV.

Un mes, un mes es lo que llevaba buscando a aquella chica de hermosos ojos. Esos chocolates que eran lo único con lo que podía soñar. esos hermosos ojos hipnotizantes y esa hermosa sonrisa. pero no había tenido suerte. Al día siguiente de la fiesta había regresado al mismo lugar en donde nos chocamos, pero solo había chicos y chicas disfrutando del radiante sol y de la playa.

Tenía la esperanza de encontrarla, aun sabiendo que será casi imposible reconocerla, pero tenía la esperanza de que si tan solo la veía a los ojos sabría al instante que sería ella, mi chica del antifaz.

No voy a mentir, la noche en que la conocí, no iba con las intenciones de conocer a nadie; solo quería estar con mi familia y relajarme todo lo que duraran las vacaciones. Pero claro, aquellos ojos chocolates habían llegado para no marcharse jamás de mis pensamientos.

Esta sería la última vez que visitaría esta playa. Papá había enfermado, no era algo de gravedad, pero tendría que reposar durante un tiempo. Habíamos decidido que volveríamos a Miami antes de lo planeado, tendría que hacerme cargo de la empresa, esa había sido la única razón por la que mi padre había desistido en su intento de seguir al frente de la presidencia.

No siempre habíamos sido ricos, ni tampoco siempre hemos sido los grandes empresarios que éramos ahora. Por eso es que tenía que hacerme cargo de la constructora, ya que había algunos accionistas que buscaban la forma de arrebatarnos la empresa. Sabía que era muy joven y que los mayores inversionistas y accionistas se quejarían del que una mocosa se hiciera cargo; por ello tenía que demostrar que estaba a la altura de la situación. Contaba con la aprobación de la accionista mayoritaria y la de mis padres, quienes eran los que tenían la otra mayor parte de la empresa, los otros no se podrían negar, pero aun así necesitaba hacer un buen trabajo.

No dejaría que el niño rico de Mahone se quedara con el sueño de mis padres, Austin Mahone se podía ir a la misma mierda, jamás dejaría que ellos o los demás nos quitaran algo por lo que mis pares había luchado y levantado desde abajo.

-hey Jauregui- me llamo Isabel. Ella era una de las chicas que había ayudado aquella noche.

La primera vez que las vi, no había sido en el mejor momento, por eso había decidido ayudarlas. No habían tenido una vida fácil, siendo perseguidas por el padre de Isabel, solo por enamorarse. Eso me había llenado de rabia, como alguien era capaz de hacer hasta lo imposible para separar a dos chicas solo porque su hija se enamora de otra chica. Christina había tenido una vida mucho más dura, siendo una chica de compañía hasta que se enamoró de Isabel.

-será mejor que nos vayamos, se está haciendo tarde y Tina me llamo para decirme que tu padre quiere hablar contigo- me informo apenas se puso a mi lado.

-bien, vámonos- comenzamos a caminar y a alejarnos de la playa.

Llegamos al estacionamiento y nos subimos a mi auto. El viaje era silencioso pero agradable, ella miraba todo con curiosidad, aunque su expresión seria nunca se iba de su rostro.

-¿ha habido suerte?. Pregunto en cuanto entramos por la puerta de la casa.

negué con la cabeza y seguimos caminando hasta que llegamos a la habitación de papá. Toque suavemente en la madera esperando a que nos indicaran pasar.

-hola cariño- Me saludo papá que se encontraba recostado en su cama.

-hola- le sonreí- ¿Cómo te encuentras hoy? - pegunté mirando a la morena que se encontraba junto a él sentada en una silla.

-ha estado tranquilo, hoy ha sido un buen día- Christina sonrió mirando a Isabel, quien se había mantenido junto a la puerta.

Sonreí en agradecimiento, desde que ellas están con nosotros, Cristina ha sido la que más ha estado cuidando de mi padre e Isabel era quien me ayudaba en lo que era necesario. Era ella la que siempre me acompañaba, sobre todo porque estábamos haciendo los papales para que ella junto con Christina pudieran salir del país. Sabía que era ilegal y peligroso, pero no podía dejarlas sabiendo que estaban en constante peligro.

-bah, lo que estoy es aburrido, esta niña no me deja ni a sol ni a sombra- dijo divertido con una sonrisa.

-solo quiero que usted este tranquilo- dijo con su asentó de andalucita- no queremos que se recaiga y mañana viajara, así que mientras más tranquilo este más rápido mejorada, es lo que todos queremos.

-es cierto papá, no seas tan gruñón, ella solo te está cuidando. Mamá se está haciendo cargo de las ultimas cosas para poder volver mañana a Miami y los chicos la están ayudando- le informe. Él solo asintió.

-bien, nosotras los dejamos para que hablen tranquilamente- Tina ya se había acercado hasta Isabel, la tomó de la mano y salieron por la puerta. Tal vez no las vería a ver hasta la cena.

 

 

DINAH. POV.

 

-vamos Emm, tú puedes!!!- la anime desde abajo.

-estás loca Jane- grito desde el borde del acantilado- que pasa si no puedo salir luego- se preocupó.

-no seas tonta loba, nadas de perrito!!!- grito Sam. Ella se encontraba en el agua junto a mí y a los chicos.

Aún faltaban dos semanas para volver a Miami y que las clases empezaran; mientras, nosotros aprovecharíamos esas dos semanas y recorríamos todos los lugares posibles. Solo parábamos de vez en cuando y esta era una de esas veces. Recorríamos por toda costa, no queríamos coger la carretera central, queríamos disfrutar de los últimos días de nuestras vacaciones.

Ahora nos encontrábamos en Rhode Island, exactamente en New Port y habíamos terminado por meternos a jugar en las claras aguas. Al principio Emily se había negado a saltar o a meterse desde la orilla, pero claro, Sam siempre la conciencia en hacer cualquier cosa y por eso ahora Emi se encontraba al borde del acantilado mirando hacia nosotros con el terror plasmado su verde mirar.

Ella les tenía pánico a las profundidades, un accidente que sufrió de cachorra la había traumado desde entonces. Sí, yo era conocedora de la verdad que se escondía en ese pueblo alejo de mano de Dios. Un lugar lleno de magia... Al principio pensé que todos estaban locos, pero todo era tan real, me alegraba de haber terminado en Storybrook y de conocerlos a ellos, a mis hermanos Luna, como nos habíamos adoptado desde que la diosa nos había juntado aquella noche que hicimos nuestro lazo de hermandad cuando me uní a la manada.

-tienes flotadores de las chicas super poderosas Emm, es obvio que no te ahogaras!!!- grito Zack. Por la distancia que nos separaba era obvio que teníamos que gritarnos para poder escuchar con claridad.

Había pasado un mes con dos semanas y durante ese tiempo he conocido muchas cosas y personas interesantes. Como a los padres de Samantha, el Sr y la Sr. Gold.

Quienes en realidad eran el temible Rumpelstilskin y la adorable Bella. Jamás me hubiera imaginado conocer la verdadera historia detrás de la bella y la bestia, pero sobre todo jamás me había imaginado conocer a los protagonistas de los cuentos de hadas. Su historia era hermosa, ellos habían superado muchas cosas, la maldad, traiciones, maldiciones y habían vencido a la propia muerte entre otras cosas. Sam era la segunda hija del matrimonio Gold Frenchert. Su hermano Gideon era mayor por un par de años y vivía ayudando a su padre en la tienda de magia y reliquias mágicas.

Todos tenían historias increíbles, pero la que más me gustaba de todas, sin duda era la historia de Lana.

El como ella había sido fruto del amor verdadero entre dos personas que estaban destinadas a destruirse mutuamente. El bien y el mal, luz y oscuridad. Dos fuerzas que siempre habían luchado entre ellas tratando de ganar a la otra. Y lo que todos esperaban era que el bien triunfara sobre el mal, jamás se imaginaron que ambas fuerzas están hechas para estar siempre juntas, que se complementan y dan orden a las cosas. Cuando se esperaba que el bien diera su estocada final contra el mal y acabara por fin con ella, jamás se esperó que esta fuera en modo de beso, nunca pensaron que estas fuerzas estaban hechas para romper maldiciones. Amor verdadero, puro y único, como lo eran la salvadora y la reina malvada.

 

El splash!!! Que hizo la caída de Emm al tocar el agua me saco de mis pensamientos.

-los odio, a todos- nos informó ella mientras se aferraba a la cámara de camión que la mantenía flotando.

-nos amas y lo sabes- Fer se mantenía cerca de ella dándole protección y seguridad.

-y tú eres nuestra alfa- decía Sam con burla, haciendo gruñir a la morena de ojos verdes.

-cállate, todo esto paso por tu culpa- refunfuñaba Emily sin soltarse de la cámara.

Los chicos la molestaban, sobre todo Zack y Samantha. Lana se había quedado en la arena, ella cuidaba de nuestras cosas y nos observaba desde la lejanía.

-será mejor que salgamos, Lana esta por matar a esos chicos que la están molestando- Zack se alejaba nadando hacia la orilla con el ceño medio fruncido. Era tan protector con todas que a pesar de ser uno de los chicos menores, el parecía un hermano mayor. Tenía 16 pero su musculatura y altura lo hacían parecer alguien de 18, definitivamente el llamaba la atención de las chicas. Lo había confirmado en cuanto abandonamos Storybrook y pisamos Portland, muestra primera parada.

No era de sorprender que Lana también llamara la atención de los chicos y chicas que la vieran, en realidad todos los chicos eran guapos y era casi imposible no perderse en aquellas facciones bien definidas que todos tenían, pero después de todo ellos eran chicos de cuentos de hadas.

-¿qué chicos? - se preguntó Samantha girando su vista hacia la arena, en donde estaba Lana sentada. Su mirada cambio rápidamente de diversión y relajación a una de molestia.

La verdad era que loa chicos que "molestaban" a la rubia solo le platicaban, se podía ver el interés por ella y quien no, ella era una chica hermosa. Rubia de ojos marrones, sonrisa linda y cuerpo de modelo.

Todos salimos del agua y nos fuimos a sentar junto a Lana, quien nos ofreció una soda fría a cada uno, a exención de Sam, ella tomo la propia de la nevera sin mirar siquiera a la rubia que se mantenía conversando con Fer y Zack, Emily había creado rápidamente una conversación con los dos chicos de antes.

 -¿a qué hora es la fiesta?- escuche que pregunto la morena de ojos verdes a

Will, uno de los chicos.

-será como a las ocho, pero la diversión comienza como a las diez- le respondió el chico de piel pálida y cabellos castaños.

-¿Qué dicen chicos? ¿fiesta en la playa? - nos preguntó Emm con una sonrisa y una mirada divertida.

-por mi está bien- respondió Lana sin darle importancia, su mirada se mantenía en el horizonte, la tarde estaba cayendo junto con el sol, pero la brisa era refrescante.

-yo creo que deberíamos descansar, mañana saldremos temprano- Samantha no se veía contenta, permanecía a mi lado y se había mantenido callada en todo el rato que los chicos estuvieron hablando.

-vamos nena, será divertido- Jackson el otro chico que se encontraba al lado de Lana sonreía y trababa de llamar la atención de la rubia- no seas aguafiestas, te aseguro que jamás has ido a una fiesta como las que hacemos aquí en New Port- volvió a decir dirigiéndose a Sam, que parecía molesta.

-primero, no me llames nena, me molesta y segundo me importa una mierda que te parezca una aguafiestas no me conoces- Sam se levantó de su lugar y se alejó de nosotros.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos en donde la incomodidad se había echo presente. 

-voy yo- Emily se disculpó con Will, con quien conversaba y se alejó siguiendo los pasos de la otra morena.

Las podía ver a lo lejos conversando tranquilamente, Emm le decía algunas cosas y de vez en cuando volteaba en nuestra dirección, pero Sam simplemente negaba y seguían conversando. En situaciones así me gustaría tener el super oído de Emily y poder escuchar lo que decían. No era por escuchar todo lo que conversaban los demás, pero en esta ocasión me hubiera gustado saber que era lo que molestaba a la morena de ojos azules.

Luego de un tiempo Emily volvió con nosotras, sola.

-Sam se ira al hotel, dice que nos quedemos y nos veamos más tarde- nos informó, ella se veía algo incomoda pues Will y Jackson nos miraban esperando una respuesta sobre la fiesta.

-será mejor que nos vallamos, no quiero dejarla sola- dije y los demás chicos estuvieron de acuerdo, comenzamos a recoger las cosas.

-¿entonces hoy en la noche?- le pregunto Will a Emily.

-no lo sé chico, tal vez nos veamos en la noche. No nos gusta salir si no es juntos- le respondió Em con media sonrisa.

-oye, el que ella sea una amargada no quiere decir que tú también lo seas- el rubio se acercó a Emily y le cogió la mano esperando por una respuesta.

No estábamos de acuerdo con lo que dijo el idiota, Sam no era ninguna amargada, ella era el alma de la fiesta junto con Emm y Robin. Estábamos molestos, nadie llamaba a uno de nosotros amargado tratando de ofender.

-antes que nada, no me cojas- se soltó de la mano de Will- y segundo eres un idiota, no te vuelvas referir a uno de mis amigos así o te prometo que tu cara de niño bonito no te durada mucho- sonrió con arrogancia, la mirada del castaño era de desconcierto. 

Nos alejamos de ellos en cuanto Emm nos hizo una señal con la cabeza. Caminamos hasta el estacionamiento y subimos a nuestros autos. El camino fue silencioso, no tardamos en llegar al hotel en el cual nos habíamos hospedado. Cada uno se fue a su habitación, Fergus y Zack eran compañeros, Emily compartía habitación con Sam y yo compartía con Lana, quien se metió al cuarto de baño apenas cruzo la puerta de la habitación.

en noche no salimos del hotel, nos reunimos en la habitación de Emm y Sam para pasar la noche viendo películas y series, jugar juegos de mesa y comer pizza. En la noche nos desvelamos mientras planeábamos cual sería nuestra siguiente parada.

 

 

NORMANI. POV.

 

Hace una semana que llegamos a casa de los señores Simons en new york. El lugar era casi un palacio, era lujoso y ostentoso. Los padres de Oliver nos recibieron amablemente, Oli me dieron el recorrido de la casa y aun así me he perdido unas cuantas veces.

Desde que llegamos, Oli ha estado más ocupado que nunca, siempre con su padre, se le veía más cansado y no habíamos podido salir a pasear, siempre anda ocupado con los negocios.

-hola querida ¿Qué estás haciendo? - me pregunto Amanda, la madre de Oliver.

-hola Amanda- salude- estaba esperando a Oliver, hoy saldremos- le informe, Oli me había prometido que hoy saldríamos a cenar fuera.

-oh, eso está bien, espero y se diviertan- sonrió para luego sentarse a mi lado en el sofá.

-yo también…- dije, la puerta de la oficina del despacho sonó abriéndose abruptamente. Oliver salió con el ceño fruncido, cogió mi mano y salimos de la casa sin despedirnos de nadie.

 

 

OLIVER. POV.

 

Estaba molesto, papá me había llevado al límite de mi paciencia. No haría lo que él quisiera, suficiente estaba haciendo al salir con Normani. Había dejado al amor de mi vida solo por ayudarlo a él, pero eso de pedir en matrimonio a Normani no estaba en mis planes.

Estábamos a punto de caer en banca rota y la única solución que mis padres habían visto era que convenciera a los Hamilton y a los Hansen de nos apoyaran financieramente con los nuevos proyectos que teníamos a la mano, esos que nos ayudarían a salir de la banca rota.

Por eso en cuanto me entere de que Dinah y Normani estaban distanciadas y era lo único que arruinaba mis planes, convencía a la morena de amistarse con la polinesia. Hansen estaba tan enamorada de la morena que no dudaría en ayudarla si ella se lo pedía.

La noticia de que la familia más poderosa de todos E.E.U.U. estaba en la quiebra no había salido a la luz, era porque mis padres aún tenían algunos que otros conocidos que habían evitado que todo el mundo se enterada. El plan era fácil, enamorar a la menor de los Hamilton y convencerla a ella como a sus padres que el negocio que les ofrecíamos era excelente.

Lo había conseguido, Normani estaba loca por mí y no me había costado mucho lograrlo, era una chica tonta que con unas palabras bonitas y algunas cosas estúpidas caía directamente a mis brazos. Había disfrutado ver la cara de sufrimiento que ponía Hansen cada vez que nos veía. Normani es una chica hermosa y disfrutaba cada vez que alguien nos veía juntos y me decía que me tenía envidia por la novia que me cargaba, Normani era un lindo trofeo, pero eso de casarme con ella no está ni estará en mis planes, no con ella.

-Oliver suéltame, me lastimas- escuche que me decía la morena mientras se sacudía tratando de soltarse de mi agarre- ¿A dónde vamos? - pregunto, yo solo quería llegar al aeropuerto y largarnos de new york.

-nos vamos a Miami, no tenemos nada más que hacer aquí- respondí, abrí la puerta del copiloto y la metí en el coche.

No me interesaba si le hacía daño, solo quería salir de esta casa. El camino lo habíamos hecho en silencio, Normani se veía inquieta, así que respire profundo e intente portarme como el idiota enamorado que he estado fingiendo ser.

-lo siento cariño, pero tenemos que volver, no te preocupes por nuestras cosas, alguien nos las enviara después- acaricie su mejilla y ella solo asintió. Era tan fácil conversarla, no me sería difícil hacer que nos apoye en los proyectos sin que lleguemos a casarnos.

El vuelo que nos llevaría devuelta a Miami fue avisado por el altavoz del aeropuerto, nos subíamos al avión y esperamos a que las horas pasaran.

Hoy había sido un día de mierda, pero en cuanto llegáramos a Miami, comenzaría con mi plan para que los Hamilton nos apoyaran, una vez teniendo el apoyo de ellos sería tan fácil hacer que Mani convenza a Dinah y sus padres nos apoyen.

 

 

Notas finales:

Y aquí esta, la verdadera cara del grandioso Oliver, cuanta maldad chico.

¡Bueno, se acerca el norminah!!! ¡Falta poco!!!

Disculpen por algún error, y gracias por leer.

Linda noche!!! 


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