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Mi obsesión. por flower12

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Notas del fanfic:

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de masashi kishimoto.

Notas del capitulo:

A empezar todo desde el principio T.T

En una habitación iluminada por el tenue brillo de las velas, un joven rubio se encontraba durmiendo plácidamente en una mullida cama matrimonial.

La cama poseía bellas sabanas de seda de color rojo y almohadas del mismo color en forma de corazón; alrededor de esta y esparcidas por el suelo se encontraban pétalos de rosas de distintos colores, habían rojas, blancas y rosadas, que adornando distintos puntos de la habitación brindaban un toque más fantástico y romántico.

Junto a la cama matrimonial se encontraba una botella de sake y dos copas pequeñas las cuales se encontraban frías al estar en un recipiente con hielo, hielo que se estaba derritiendo un poco al encontrarse cerca de una vela.

El joven, al sentir el débil brillo de la vela en su rostro, comenzó a moverse lentamente por la incomodidad. Luego de unos segundos, resignado al no poder seguir durmiendo, abrió perezosamente sus ojos mientras intentaba incorporarse en la cama, más un fuerte dolor en la parte delantera de su cabeza provoco que volviera a caer en la mullida cama un poco mareado.

Asustado, intento visualizar en qué lugar se encontraba, pero mientras más observaba más confundido quedaba. Observo los pétalos de rosas, las velas, el sake, la cama, nada tenía sentido.

-¿Dó-dónde estoy? ¿Cómo llegue aquí? ¿Qué es todo esto?-Se preguntaba aquel chico, intentado con todos sus esfuerzos de recordar tan siquiera algo, aunque fuera minúsculo, y para su mala suerte lo consiguió, recordó  el rostro de una persona pero no era la mejor en esos momentos-Sasuke…

 

*******Flash Back*******

 

Aquel día había sido realmente agotador para el rubio; luego de soportar las acosadoras preguntas de sus amigos, Naruto se dirigió a la torre del Hokage para poder hablar con Tsunade sobre algunos asuntos pendientes que debían retomar.

Al llegar, Tsunade lo esperaba con una expresión seria y un tanto molesta, esto al rubio lo preocupo un poco.

El tiempo paso y los dos no dejaban de discutir sobre dos temas importantes, cuando Tsunade llego a su límite decidió llegar a una solución, una en donde todo dependería de lo que declarara el rubio, No obstante de igual forma intento persuadirlo por última vez, aún mantenía la esperanza de hacer cambiar de opinión al rubio.

-Ya te lo dije Naruto, debes olvidar la idea de seguir buscando al Uchiha, él jamás  volverá no importa cuánto se lo pidas, mejor piensa en que harás ahora con respecto a tu problema ¿Aceptaras la propuesta de Gaara?

-No lo sé oba-chan, no estoy listo para dar ese paso, por el momento tengo cosas más importantes que hacer.

-No importa lo que te diga tú seguirás buscando al Uchiha ¿Verdad?-Apretándose el puente de la nariz, Tsunade suspiraba derrotada ante este hecho, nunca lograría hacer cambiar de opinión al joven que tenía en frente.

-Si oba-chan, sabes que Sasuke es mi mejor amigo, no pienso abandonarlo tan fácilmente.

-De acuerdo pero ¿Estás seguro de rechazar la propuesta de matrimonio de Gaara?

-Estoy seguro, es que solo piénsalo ¿Él y yo casados? ¡Por Dios! Oba-chan somos hombres y todavía muy jóvenes, solo tenemos quince, bueno Gaara es un poco más grande pero al fin y al cabo somos muy jóvenes, sin mencionar que solo lo quiero como amigo-Vociferaba Naruto cruzándose de brazos.

-Está bien Naruto, ya puedes retirarte.

-Ok, adiós oba-chan.

-Adiós.

Tras salir de la oficina de Tsunade, Naruto pensó que lo mejor sería regresar a su casa para procesar he intentar comprender bien todo lo que estaba pasando.

Había pasado un mes desde que Gaara le ofreció una propuesta de matrimonio, desde ese día el rumor de lo ocurrido se expandió por toda Konoha y la aldea de la arena lo que provoco que ahora todos lo vieran como el prometido del peli rojo. Estaba cansado de los distintos interrogatorios que sus amigos y conocidos le daban, sin mencionar que al no tener ni una sola pista sobre el último de los Uchiha lo estaba poniendo cada vez más nervioso. Naruto sentía que de nuevo se le escapaba de las manos.

Sin embargo lo más importante ahora era el problema con Gaara, aunque ya había rechazado y dejado en claro el motivo por el cual no aceptaba la propuesta de su amigo, el rumor de que se casarían se seguía expandiendo, ¡A este paso todo el mundo se enteraría! Y lo peor ¡Pensarían que es gay!

Naruto estaba tan metido en sus pensamientos que no se percató cuando había llegado a su casa, tal vez lo mejor para él sería descansar un poco, así que decidió tomar un pequeño baño.

Al entrar a la residencia, Naruto percibió un aroma y presencia un tanto extraño, más le restó importancia alegando que solo debía ser su imaginación.

Sin embargo, esa suposición fue borrada instantáneamente al sentir una fuerte y penetrante mirada detrás de él, sentía algo maligno en aquella mirada, era como si intentaran comérselo con tan solo mirarlo; en un rápido movimiento, el intruso se posición detrás de Naruto impidiendo que pudiera voltearse y con una voz profunda le susurró al oído.

-¿Me extrañaste dobe?

-¿Teme? ¿En verdad eres tú? ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

-He venido por ti.

-¿Eh?

Con agilidad el moreno saco un pañuelo con el cual tapo todas las vías respiratorias del rubio mientras lo sujetaba firmemente de la cintura y brazos.

Con todas sus fuerzas, Naruto intento zafarse de aquel extraño sujeto pero lo único que conseguía era aspirar cada vez más aquel aroma extraño, aquella sustancia que poco a poco le estaba provocando mucho sueño, hasta que al final, lo último que pudo ver fue el rostro de aquel moreno que con tanto esfuerzo ha estado buscando.

-Perdóname dobe, pero vas a cumplir tu promesa.

 

*******Fin del Flash Back*******

 

-Entonces ¿Fue Sasuke quien me trajo a este lugar? ¿Por qué?

-Porque vas a cumplir tú promesa ¿De acuerdo?

Naruto volteo su rostro hacia el punto donde había escuchado aquella voz tan conocida para él, la del responsable que lo había traído a ese lugar.

-¿Y Bien? ¿No vas a responderme, dobe?-Cruzándose de brazos, Sasuke observaba tranquilamente al rubio en espera de alguna respuesta.

-¡Sasuke! ¡Teme desgraciado! ¡¿A dónde me trajiste?!

-A donde celebraras tú luna de miel, dobe, o mejor dicho NUESTRA luna de miel.

-¿Qué estás diciendo? ¡¿Acaso te volviste loco?!

-¿Por qué te sorprendes? Tú y yo sabemos perfectamente que este día tarde o temprano llegaría, no por nada estás vestido de esa forma, Naruto.

-¿Vestido? ¿A qué te refie…?-Bajando la mirada hacia su cuerpo, Naruto contemplo un par de segundos cómo estaba vestido, era un kimono de chica de color blanco, pero no uno cualquiera, este era algo especial ,y el motivo era fácil, era un kimono de novia.

Esto comenzaba a tener muy mal rollo.

-¿Te gusta? Lo escogí especialmente para ti mi amor.

-¿Qué si me gusta? ¡¿Mi amor?! ¡¿Qué diablo te pasa, teme?!

-¿Por qué lo dices?

-¡¿Y tiene el descaro de preguntar?! ¡¿Es que no te das cuenta?! ¡Soy un hombre, maldita sea!

-Pues tu cuerpo me dice otra cosa y no me pongas esa cara, usuratonkashi, que para ponerte ese Kimono es lógico que primero tuve que sacarte la anterior.

El moreno observaba como el Uzumaki se encontraba cada vez más enfadado al grado de estar rojo, más le restó importancia. Por otro lado, Naruto estaba dispuesto a levantarse he irse de aquel lugar, ya bastante tenía con que el bastardo de Sasuke se burlara de él al ponerle un Kimono de novia. Sin embargo, al intentar incorporarse y dar un pequeño paso, casi se da contra el suelo si no fuera porque Sasuke lo sujeto en plena caída.

-No intentes ponerte de pie, mi amor, aun estás débil producto al calmante.

-¿Por qué me trajiste aquí?

-Ya te lo dije ¿No? Vamos a tener nuestra luna de miel, hoy por fin serás oficialmente mi esposa ¿No te pone eso feliz?

-¿Tú esposa? ¿Pero de que me estás hablando? ¡Por si no te has dado cuenta, teme, yo soy un hombre!

Sasuke lo miraba sorprendido, casi dolido, pero ese dolor se transformó rápidamente en molestia.

-No me digas… que tú… ¿olvidaste nuestra promesa?

-¿Qu-Qué promesa, teme?

-¡¿Cómo pudiste olvidar nuestra promesa, Usuratonkashi?!

De un solo movimiento, Sasuke empujo a Naruto contra la cama posicionándose sobre él. Estaba demasiado furioso y lo demostraba al mirar a Naruto con su sharingan activado; a pesar de eso, se repetía una y otra vez que no debía dañar a su amado, todo tenía una explicación y en este caso, el que Naruto no recordara algo tan importante como esto, también debía tenerla.

-Te-Teme ¿Te encuentras bien, dattebayo?

-Sí, solo me deje llevar, después de todo fue hace mucho tiempo que tú y yo hicimos esa promesa.

-No entiendo, teme ¿De qué promesa me estás hablando?

-De la promesa de casarnos y estar siempre juntos, pero está bien, al fin y al cabo igual vas a cumplir nuestra promesa, dobe, y así serás mi esposa y no el de ese mapache.

Sorprendido, Naruto observaba a Sasuke con los ojos bien abiertos, no podía creer que el rumor del compromiso se expandiera tanto.

Se encontraba tan perdido en sus pensamientos que no se percató hasta muy tarde que Sasuke se había acomodado de mejor forma encima de su cuerpo.  Al tener las piernas abiertas, Sasuke se acomodó entre medio de estas mientras las acariciaba y besaba.

-¡Ah! ¡¿Qu-Qué crees que haces, teme?! ¡Quítate de encima!-Vociferaba totalmente sonrojado ante las caricias del moreno.

Sasuke por el contrario, haciendo caso omiso a las quejas de su ya pronto pareja, siguió besando y lamiendo las piernas del blondo hasta llegar al cuello, en donde se deleitó unos momentos en besar, lamer y dejar pequeños chupetones por toda la extensión de piel que tenía a su alcance.

Posteriormente avanzó hasta el rostro del rubio el cual dejo de forcejear al ver los ojos del moreno. Sonriendo tiernamente, Sasuke beso los labios de Naruto de forma dulce y suave, un beso tranquilo y con sentimientos de por medio, provocando que el pobre rubio quedara en shock ante tal contacto con su, hasta ese momento, mejor amigo.

Al finalizar el beso, el de ojos ónix acaricio suavemente la mejilla del contrario para posteriormente morderle el lóbulo de la oreja y susurrarle.

- Hoy te hare el amor toda la noche, dobe, y no pienso para hasta que de esa boquita exquisita solo se pueda escuchar mi nombre y nada más.

Notas finales:

Gracias por leer!

Hasta la próxima!


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