Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aires del tiempo por RyuStark

[Reviews - 170]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola bebés de mi corazón, ya estoy de regreso por fin.

Los extrañé muchísimo TuT

No hablaré más y diré que vengo con todo, mucho romance y fluff esponjoso, lemon candente, humor estúpido y más misterio. ¡Presten atención a los detalles pequeños! ¡Espero lo disfruten! <3

PD: Lean las notas finales por favor :)

///Grimmjow///

Mi vida es una jodida comedia, en la cual ya llegué al punto en que estoy por mojar los malditos pantalones de tantas risas y buenos momentos. Estas semanas con los Kurosaki han sido de las mejores de mi vida. Al principio creí que no me aceptarían, para luego pasar a la fase donde pensé que sería incómodo vivir todos juntos. Pero hoy sé que no podía estar más equivocado.

Tener la casa llena con esa gente chiflada y amable es lo más increíble que me pudo haber pasado.

O eso pienso hasta que Kurosaki me tira un poco de helado en el overol, me mira inocente y saca la lengua juguetón. Todo debido a que viene sentado en mis piernas, ya que toda la familia ha decidido ir a pasar el día al bosque para aprovechar el último fin de semana, antes de que mis suegros regresen a Rukongai.

La cosa es que cuando digo toda la familia ¡Es toda! Desde mis suegros, los Urahara y chico francés que invitó a copito, más Kuukaku, su esposo y bebé, al igual que Ganju y su novio y los tres hermanos Kurosaki. Y como al parecer hay que ahorrar en gasolina, decidieron que sería una buena idea que todos nos fuéramos en la camioneta pick up de Kuukaku.

Así que mientras que mis suegros y Kuukaku con su bebé van al frente cómodamente, todos los demás vamos como vacas apretadas y en bola en la parte trasera. Yo cargando a Ichigo para que no rebote como pelota, sus tíos ahorcándose como de costumbre y sus hermanas y primo matándose. Parecemos una maldito camión de trata de personas con tanto loco carajo.

—Seis mis piernas se están entumiendo. —Se queja Ichigo.

—Que afortunado, tú por lo menos aún tienes piernas. —Berreo ya que obviamente no puedo extender las mías y dejé de sentirlas desde hace más de media hora, con eso de que Ichigo se comió hasta la mesa en el desayuno. —Ugh, al carajo. —Digo mientras las intento extender, golpeando sin querer a alguien.

—Grimmjow le pegaste a Hanataro, discúlpate.

—¿Y ese quién mierda es?

—Es el novio del tío Ganju, ahora deja de ser un idiota y acomódate bien.

—No esperas que le diga tío a esa cosa que tiembla ¿O sí? ¿Cuántos años tiene? ¿Doce?—Menciono mientras le guiño un ojo al chico en cuestión que me sonríe apenado mientras que Ichigo rueda los ojos.

—¡Amada familia, por fin llegamos al lugar especial de los Kurosaki! —Anuncia mi suegro con su típica voz chillona mientras nos desviamos de la carretera y entramos a un camino  de terracería, que nos saca a un área verde con árboles y el carajo frente a un inmenso lago de agua clara.

Obviamente apenas la camioneta se detiene esta familia de salvajes se empuja, golpea y brinca para salir incluyendo a Kurosaki mientras yo me quedo tirado y lisiado, muriendo ya que ahora inicia ese feo hormigueo y dolor, que me hace gruñir hasta que se detiene y puedo bajar para caminar como si hubiera corrido diez maratones.

—Mierda Kurosaki, de regreso tú me vas a cargar a mí. Tu culo gordo es seriamente otro nivel supremo. —Claramente recibo un puñetazo en el brazo.

—¡Peso por el embarazo imbécil!

—Jódete, tienes uno dentro no diez. No culpes a mi hijo. —Un puñetazo más me hace callar y reír al verlo irse a ayudar a sus tíos a colocar y armar todo para el asado, más las austeras casas de campaña bajo un bonito y gran árbol con sombra.

¿No mencioné que también acamparemos? Oh sí, jodida suerte la mía. Una noche en el bosque con una familia del terror. Simplemente grandioso.

—¡Seis vamos a nadar! —Me grita chico francés que se desvistió a la velocidad de la luz y ya trae una llantita de colores en la cintura mientras que las mellizas ya están dentro del lago. Carajo, va a ser un fin de semana tan largo.

—Tensa no se vayan muy hondo. —Le advierte Urahara a Tensa, que lo ignora y corre de la mano con copito rumbo al agua.

—Deja de tratarlo como si fuera un bebé, que un día llegará un hijo de perra y le enseñará por las malas como jugar en las ligas mayores.

—¿Cómo tú con Ichigo? —Pregunta burlón.

—Como yo con Ichigo. —Contesto divertido.

—Pues no lo creo, porque a diferencia de ti Toshiro-kun es muy buen muchacho, estudioso, atento y amable. —Comenta feliz y haciéndome levantar una ceja. —Oh por favor, no me digas que no lo has notado Grimmjow.

—He notado como copito lo mira, pero a tu hijo lo pueden abofetear en la cara y aun así no se daría cuenta. Además, ¿Qué no ambos tienen marcas distintas?

—Déjame decirte Grimmjow que esas marcas son importantes, más no lo son todo. Si crees que unas letras o números rigen tu vida no sabes nada. El ‘destino’ no te puede decir que hacer, cada quién sigue y hace su propio camino. Ese número que tienes significa que Ichigo y tú han tenido algo especial en distintas vidas, más no era una obligación que estuvieran juntos ni muchos menos que se enamoraran. Y sin embargo lo hicieron no por el número, sino porque así lo quisieron ustedes. No puedes obligar a nadie a quererte, esas cosas o se dan o no se dan. El amor va creciendo progresivamente, no simplemente surge de la nada.

—Eso es muy lindo, pero entonces, ¿Por qué te separaste de Kaien? —Pregunto, pero esta vez sin malicia, simple curiosidad que lo hace sonreír.

—Nosotros somos la prueba de que las marcas no lo son todo. Porque por más unidos que nos sentíamos tuvimos problemas como todos. Problemas que en su momento no supimos afrontar maduramente. Éramos demasiado jóvenes, mucho más que tú e Ichigo cuando nos juntamos, casamos y tuvimos nuestro primer hijo. Al poco tiempo después llegó Tensa y todo era felicidad, pero supongo que nos guardamos cosas, no hubo buena comunicación y un día explotamos y nos divorciamos. Fue una decisión impulsiva, pero en ese momento fue lo único que se nos ocurrió para no destruirnos.

—Pero aún se quieren. —Intervengo—. Y lo digo porque Kurosaki y yo no somos los únicos que han ocupado el escritorio de mi suegro durante los descansos, si sabes a lo que me refiero…los he oído. —Urahara se carcajea ante mi declaración mientras yo ruedo los ojos y saludo niñatos que nada felices a un par de metros frente a mí.

—Kaien-chan y yo estamos total, completa y absolutamente locos el uno por el otro. Supongo que nos da miedo que si nos juntamos como tal de nuevo, una vez más peleemos o algo así.

—Son unos idiotas, ¿A qué mierda le tienen miedo? Lo peor entre ustedes ya pasó, no tienen que estar casados para estar juntos. O por lo menos aclárenle las cosas a Tensa. El niñato tiende a experimentar la típica angustia adolescente cada que piensa que papi y mami no se quieren. Mi ‘tío’ simplemente sonríe y me revuelve el cabello.

—Lo tomaré en cuenta. —Finaliza el asunto.

El tipo es condenadamente inteligente, intuitivo y muy tenaz cuando se lo propone, cosa que oculta bajo su facha boba al igual que mi suegro. Supongo que a los hombres de esta familia les gusta guardar las apariencias. Y hablando de inteligencia, quizás él me pueda ayudar. —Urahara… ¿Sabes algo sobre viajes en el tiempo? —Pregunto cómo no queriendo.

—No sé mucho al respecto, siempre me han interesado las ciencias, pero sinceramente nunca he tenido el suficiente tiempo para ello. ¿Por qué? ¿Viajaste en el tiempo? —Inquiere divertido. No me queda más que sonreír y negar. Claro, no es como que se lo diga y me crea.

Digo, ni yo sé lo que me sucedió.

—Aunque si esos temas te interesan creo que deberías hablar con Jushiro.

—¿Con Barbie? ¿El novio del viejo ridículo de Kyoraku? ¿Ese qué sabe?

—Oh muchacho, Jushiro es el hombre más inteligente que conozco. Te sorprenderías lo brillante y culto que es, sin mencionar que él estudió en el extranjero, tiene hasta un doctorado y se ha especializado en física cuántica. No sé si tenga algo que ver, pero quizás él pueda darte respuestas más claras. —No me queda más que asentir e intentar despejar ideas.

Eventualmente Urahara se va y yo me quedo observando a todos realizando diversas actividades. E indudablemente pienso en mi vida pasada, ¿Qué estaría haciendo en este momento si nunca hubiera llegado a este lugar? Probablemente estaría ahogado en trabajo a pesar de que es fin de semana, todo para ganar mucho dinero, pero al final regresar a mi departamento y sentirme completamente vacío.

No solo porque no tenía a nadie, sino porque mi vida era una rutina monótona y sin sentido. No importaban los viajes, los lujos, la ropa, los restaurantes caros ni las risas falsas. Porque al final del día simplemente era Grimmjow Jaegerjaquez, el tipo con el mundo a sus pies y el corazón hueco. Y es por ello qué al mirar a estar personas, a mí ahora familia tan feliz, algo emotivo se desborda en mí.

¿Esto es real? ¿Realmente lo es? ¿La felicidad que siento en este momento es verídica y duradera? ¿O será que un día despertaré en Sídney para darme cuenta, que esto no fue sino un hermoso sueño? Esa idea me aterra, sé que solo debería gozar el momento tal y como me lo propuse. Pero al por fin tener todo lo que siempre soñé es inevitable pensar en el vacío.

Me causa pánico el no tener a Ichigo y a nuestro hijo a mí lado. Y todo esto se deriva en que aun no comprendo cómo es qué llegué a este lugar. Si tan solo alguien o algo pudieran aclarar alguna de mis dudas quizás logre encontrar la paz que tanto anhelo.

Tal vez si deba ir a ver a Ukitake.

—¿Qué pasa con esa cara de idiota? —Ichigo tan dulce como siempre llega a mi lado, dándome un codazo y aventándome a la cara un paquete de galletas.

—No tengo hambre gracias.

—Imbécil te las di para que me las abras, no para que te las comas, son mías y del bebé. —Me dice burlón y haciéndome rodar los ojos mientras le abro el jodido paquete, del cual toma un montón para metérselas a la boca y masticar como si lo vinieran persiguiendo. —Así que… ¿Por qué la cara de imbécil? Bueno, más de lo que la sueles tener.

—Es que intento hacer una imitación de ti Kurosaki. —Un pellizco me hace chillar y reírme mientras él sigue comiendo. —Ichigo, ¿Qué habrías hecho si yo no hubiera venido por ti? —Mi joven novio levanta una ceja y se queda pensando.

—Antes de que llegaras había estado ahorrando la mayoría de mi dinero. Me dije que si para cuando cumpliera veintiuno tú no venías por mí, yo iría por ti. No sabía a dónde iría, pero definitivamente lo iba a hacer. Quería encontrarte. Alguna vez pensé que quizás tú ya sabías dónde estaba y tal vez decidiste que en realidad yo no era lo que esperabas y si era así, querría saber por qué.

—Imbécil, nos hemos amado en cinco vidas, con esta seis ¿Y en serio pensaste que no eras lo que esperaba? —Ichigo sonríe ante mi respuesta y me da un beso en la mejilla.

—¿Tienes miedo de algo seis? ¿Qué es lo que no te deja vivir tranquilo? Crees que no lo noto, pero a veces te pierdes y me asusta que no seas feliz. —No debería, pero sonrío acariciándole el rostro.

—Me aterra perderte Ichigo, a ti, a nuestro bebé, carajo a tu familia chiflada, el restaurante, nuestro hogar y hasta a bola de pelos. Jamás había estado tan contento y no sé si lo merezco o cuánto es lo que durará esta felicidad. —Ichigo me observa detenidamente, rápidamente pegándose más a mí y recargando su cabeza en mi hombro.

—Seis, ¿Recuerdas nuestras otras vidas juntos? —Pregunta con confianza y yo asiento para que siga hablando. —En la mayoría pasamos por momentos difíciles y ante todo parecía qué a pesar de nuestros números, nuestro amor estaba destinado a perecer. Fuimos enemigos a muerte peleando por los ideales de otros, en otra éramos de clases sociales distintas que nos separaban, luego de razas opuestas que estaban condenadas a aplastarse, en una más, aunque estábamos juntos nosotros mismos nos pusimos obstáculos y finalmente en la última, aunque lo teníamos todo atravesamos distintas guerras juntos y morimos al lado del otro.

¿Y en todas esas vidas, qué fue lo que hicimos a pesar de que tuvimos el mundo en nuestra contra? Nos aferramos el uno al otro y luchamos hasta el final y fuimos felices Grimmjow. Fuimos felices en cada una de esas vidas, aunque hubo lágrimas y pena siempre salimos adelante. Lo disfrutamos y sobre todo nos amamos sin límites, sin sentido, sin tiempo. No era el hecho de que tuviéramos números lo que nos unió, sino que nosotros luchamos por ello.

En esta vida no soy nada extraordinario y quiero pensar que tú tampoco, pero aun así somos el uno para el otro. Y estoy feliz, porque esta vez no hay guerras, no hay muerte, no hay dolor. Quizás en esta vida no tenemos palacios, bandos a elegir, ni fuerzas extrañas que nos impulsen, porque quizás esta es la vida en la que nosotros podemos elegir lo que queremos ser.

Y por lo que me acabas de decir, estás feliz Grimmjow y yo también y eso para mí es lo único que importa. Creo que nos merecemos esto. Así que deja de pensar que cosas malas tienen que pasar, porque no es así. Es verdad, el dolor hace que la felicidad se aprecie más, pero no es necesario.

Así que deja de ser un bebé miedoso o tendré que darte una paliza y no sé si lo recuerdes, pero en todas nuestras vidas yo siempre he sido el más fuerte de los dos. —Finaliza con la sonrisa más bonita del mundo, aclarándome una vez más porque en cinco, diez, quince y mil vidas después solamente lo amaré a él y a nadie más.

—Te amo idiota adorable. Y quizás eres más fuerte, pero también el más llorón de los dos. —Menciono al ver sus ojos ligeramente húmedos. Kurosaki termina riéndose a carcajadas, abrazándome y besándome hasta los ojos.

—También te amo seis. Tranquilo, disfruta nuestro descanso. Ya peleamos mucho, nos merecemos esto y más. —Sonrío de lado, abrazándolo por el cuello y pegándolo más a mí para revolverle el cabello.

—¡Dejen de hacerlo y vengan aquí! —Nos grita Karin desde el agua.

Y ya que no queremos morir, rápido nos levantamos, quitamos la ropa aprovechando que ya tenemos el traje de baño de bajo y finalmente brincamos al agua. Ahí Kurosaki maldice y golpea a todos ya que el agua está fría según él, pero rápido se le pasa y en su lugar decide que es más divertido colgarse de mi espalda y ahogarme de vez en cuando.

Las horas se pasan maravillosas bajo el rico sol del verano entre risas, comida, tragos y largas pláticas. Carajo, como quisiera que este día nunca terminara.

—¡Porque se están divirtiendo sin mí! —Una voz nos hace girar a todos y ver que ha llegado un tipo que deja a más de uno con la boca abierta. ¿Y este quién es?

—¡Shiro-nii! —Grita Tensa saliendo del agua, para correr a toda velocidad y brincarle encima a un tipo ridículamente pálido, con cabello blanco y un curioso rostro. Tiene cierto parecido con Kurosaki, pero a quién queremos engañar, no hay nadie tan candente como él. Sin mencionar que el tipo tiene una mirada siniestra y ojos dorados.

Sin duda es familia.

—Huh, así que realmente vino. —Menciona Kurosaki sobre mi espalda mientras miramos a todos acercarse al tipo paliducho para abrazarlo y saludarlo.

—¿Quién es? —Pregunto.

—Shirosaki, el hijo mayor del tío Kaien y Urahara, hermano de Tensa claramente. Vive en Seireitei y viaja a otros poblados por su trabajo como transportador de carga, por lo que rara vez viene. Y por si te lo preguntas, sí, dejó la escuela y vive solo a pesar de que no tiene mucho que cumplió los dieciocho.

—Ya, que interesante otro niñato, ¿Es como Tensa de tranquilo? —Esta vez Ichigo se bufa de mi comentario y se ríe negando.

—Es más como tú, un pequeño imbécil que ama joder y molestar a todos. Por lo que no sé si se harán mejores amigos o enemigos a muerte. Solo no dejes que te provoque ¿Sí? —Declara haciéndome rodar los ojos.

—Oe Ichigo, ¿Quién es el idiota del cabello azul? —Pregunta el tal Shiro con una sonrisa desdeñosa, en la orilla del lago y con los brazos cruzados aportándose dureza. Mocoso bobo.

—El mismo idiota que te va a cerrar la boca a golpes perra. A joder a otro lado niñato. —Aclaro mirándolo levantar una ceja entretenido.

— ¿Quieres pelea gatito?

—¿Con qué me vas a pegar? ¿Con tus carritos de juguete? Oh, cuan adorable. Oe Kaien, deberías revisar si tu bebé no ha mojado sus pañales aún. —Contesto burlón y mirándolo fruncir el ceño.

—¡Sal del agua y veremos quién moja qué viejo!

—¿Viejo? ¡Estoy en mis veintes!

—Pues actúas de cinco como él. —Me dice Ichigo mientras me toma de la mano y me saca del agua con él para toparnos de frente con el tal Shiro, que parpadea un par de veces, para luego sacar de su bolsillo unas gafas que se pone. Lo curioso es que apenas se las coloca y me mira abre la boca y la cierra igual de rápido.

—¿Nos habíamos visto antes? —Pregunta curioso.

—No lo creo, solía vivir en Australia hasta hace un par de semanas que vine aquí. ¿Has ido a Australia últimamente? —El tal Shiro me observa detenidamente, escudriñándome con la mirada y pensándose las cosas antes de simplemente encogerse de hombros.

—Olvídalo, seguro que me confundí. El punto es que eres de lo que toda la familia habla y debo decir que me has decepcionado Ichigo, ¿En serio este tipo sin chiste es tu amado seis?

—Lo es y no lo molestes que te patearé el trasero.

—Oh que lindo, Ichigo te protege. —Menciona malicioso. —Por cierto Ichigo, que gordo te has puesto necesitas hacer ejercicio. —Declara haciéndome sonreír y retroceder al ver como a Kurosaki se le bota una vena de la frente, seguido de apretar los puños y finalmente soltarle uno a Shiro directo al abdomen que lo hace doblarse.

Ahí está el puño celestial y tierno de Kurosaki, ese que te roba el aliento y te deja adolorido por días enteros.

—¡No estoy gordo! ¡Estoy embarazado imbécil!

—¿Hah? —Exclama Shiro aun intentando respirar e incorporándose. — ¡¿Estás embarazado de este perdedor?! ¡Qué carajo! Tío Isshin, ¿No dijiste que jamás dejarías que Ichigo se casara con un idiota? ¡Y no sé tú, pero este fanfarrón me parece un completo idiota!

—¡Ves Masaki querida, mi pequeño sobrino también piensa que nuestro adorado hijito no debería casarse con el lunático teñido! —Habla mi suegro desde su lugar mientras abraza a su esposa dramáticamente.

—Cierra la boca papá, viniendo de un lunático como tú no es muy creíble que digamos. Porque si mamá se casó contigo, no veo porque yo no lo haré con Grimmjow. —Finaliza Kurosaki muy satisfecho y haciéndome poner los ojos en blanco, porque sería mejor y más fácil negar que no soy un lunático. Bueno, eso creo. Aunque supongo que ser parte de esta familia me hace uno de inicio.

—Todos dejen de pelear y vengan a comer, tú también Shiro y no olvides que Grimmjow ahora es de la familia, tu primo para ser específicos y de paso mayor que tú. —Menciona Kaien sacándome una sonrisa y haciendo a su hijo torcer la suya.

—Ven aquí bebito, tu primo te tomará de la manita si te sientes solito. —Claramente me burlo de él. Shiro rechina los dientes y me ignora simplemente yendo a comer al igual que todos.

Una vez más la comida se vuelve una batalla campal con Urahara siendo ahorcado por Kaien, con Kurosaki pateando traseros cuando quiere cierto alimento y conmigo intentando controlarlo.

Eventualmente al igual que con mi suegro, Shiro y yo terminamos en una ridícula pelea a muerte dentro del lago ya que, según él, sino lo derroto jamás me considerará siquiera parte de la familia. Pero a comparación de mi decrépito suegro, el niñato se ensaña conmigo casi ahogándome y declarándose ganador al lograr quitarme el traje de baño.

¿Cómo? Ni yo lo sé.

—¡Já! ¡Toma eso gato perdedor! —Shiro agita feliz y victorioso mi traje de baño desde la orilla. —Ahora sal si te atreves. —Sonríe torcido e idiota porque seguramente no me cree capaz. Pero cualquiera que me conozca sabe que jamás me avergüenzo de nada y mucho menos de mi cuerpo. Por lo que no dudo en comenzar a salir del agua con toda la confianza del mundo.

Llámenme impúdico si quieren.

—¡Grimmjow Jaegerjaquez, un paso más y te muelo a golpes bastardo exhibicionista! ¡Y tú dame eso! —Menciona mi embarazado héroe, arrebatándole mi traje a Shiro y aventándomelo a la cara antes de bajarle el suyo a Shiro haciéndonos a todos reír.

—¡Ichigo me hieres, antes siempre estabas de mi lado! ¡Éramos hermanos y ahora me traicionas por el gato!

—El gato es mi futuro marido, así que jódete y vístete antes de reclamarme algo. —Finaliza, mirando a Shiro obedecer.

No me queda más que reírme, vestirme, salir del agua y recibir un jalón de orejas mortal de parte de Kurosaki por haber sido tan estúpido como para dejar que Shiro me ganara. Pero ahora que el sol comienza a ocultarse y los demás regresan a iniciar una fogata, sé que necesito mi tiempo a solas con Ichigo, por lo que me lo llevo a escondidas para caminar por la orilla del lago hasta alejarnos de todo.

—No hay que meternos mucho al bosque, ya está oscureciendo y luego no podremos regresar. —Lo ignoro simplemente avanzando con él, hasta que encuentro el lugar perfecto y lo jalo para sorprenderlo al pegarlo contra la corteza de un árbol. —¿Seis?

No lo dejo pensar ni hablar más al besarlo. Un beso lento, nuestros labios simplemente rozándose dulces e inocentes, hasta que es él quién decide aportarle pasión. Ichigo se abraza a mi cuello, haciendo más íntimo el contacto mientras yo lo sujeto por la cintura y lo pego más a mi pecho.

Lentamente el calor de la noche, en combinación con el de nuestros cuerpos rozándose nos tiene suspirando entre besos húmedos, con mucha lengua, saliva escurriendo y dientes chocando.

—Uhm…Grimmjow. —Kurosaki jadea, moviendo su cabeza a un lado para dejarme morder y besar la piel sensible, tibia y perfumada de su cuello. Mis dientes se hunden despacio en él dejando pequeñas marcas que después se pondrán moradas. Pero lejos de alejarse, Ichigo se aferra a mí acariciándome los brazos y la espalda; sacándome un ronco gemido al llevar su mano hasta mí entrepierna para darme un buen apretón y frotarme sin decoro alguno por encima de la tela.

—¿Quieres follarme seis? —Me pregunta coqueto, abrazándose a mí con su mano libre mientras con la otra continúa frotándome desdeñoso. —Estás tan duro y grande. Dilo Grimmjow. Di cuanto me deseas. —Me susurra contra los labios, demostrándome que ese rostro de chico bonito e inocente no es más que una fachada que cubre el pequeño pervertido que es.

Y por un segundo de verdad estoy dispuesto a decirle y a darle lo que sea que me pida, de no ser porque escuchamos a alguien acercarse.

—¿Grimmi? ¿Onii-chan? La cena está lista, ¿Dónde están?

Ninguno contesta y en su lugar Ichigo me da otro beso rico, fogoso y prolongado que me deja en las malditas nubes antes de separarse, morderse los labios y guiñarme un ojo. Mi absoluta adoración, eso es lo que es Kurosaki Ichigo para mí.

Y como es de esperarse, por tercera ocasión en el día, la cena se vuelve otra mini guerra mundial, que casi termina en tragedia cuando mi suegro y Shirosaki deciden que es buena idea contar historias de terror. Lo que terminó con los niñatos, más Kurosaki y su ‘vejiga pequeña’ por el embarazo infartados y con muchas visitas tras los arbolitos.

Ya después de que se le pasa un poco el miedo a Kurosaki, por eso de la media noche y cuando los demás ya se han metido a sus casas de campaña, nosotros nos damos otro chapuzón en el lago de agua dulce para bañarnos, de paso refrescarnos y finalmente irnos a dormir.

Bueno, Kurosaki que apenas toca el piso y cae desmayado. Y aunque sé que debería dejarlo descansar porque fue un día pesado, todos sabemos que no será así. Soy un bastardo egoísta, lo deseo y lo que quiero lo obtengo, fin de la discusión.

///Ichigo///

Me remuevo adormilado, notando que hace demasiado calor que me tiene sudando pesadamente, pero no solo eso ha interrumpido mi sueño, sino también pequeños besos que sé son de Grimmjow que me abraza, acaricia el pecho y entierra su nariz en la coyuntura entre mi cuello y hombro.

—Seis…

—¿Uhm? —Su respuesta no es más que un sonido, que me hace sisear al sentir sus dientes clavarse levemente en la piel sensible de mi cuello. —Hueles tan bien Ichigo.  —Conozco ese tono de voz ronco y lascivo y termino de verificar sus crueles intenciones, porque aun entre la oscuridad, puedo ver su silueta incorporarse y con cuidado venir contra mí.

 

No debería, lo sé, pero en su lugar me resulta natural abrir mis piernas para él. Grimmjow que seguro está sonriendo porque obtendrá lo que quiere, me retira la ropa interior mientras yo respiro hondo de repente sintiéndome sofocado por tanto calor y pequeñas sensaciones que comienzan a abrumarme.

—Muero por estar dentro de ti Ichigo. —Por fin confiesa a la vez que se inclina para colocar sus manos a mis costados y besarme de una manera insistente y voraz; sacándome de quicio al sentir como no ha tardado en retirarse también la ropa interior y ha comenzado a friccionarse desnudo contra mí, haciéndome notar lo grueso, duro y vigoroso además de escurridizo que ya se encuentra.

—Hmm…Grimmjow. —Murmuro entre apasionados besos, llenos de saliva tibia y viscosa escurriendo entre nuestras bocas. Los besos de Grimmjow como siempre saben a cielo interminable, a calor tangible y a locura indescriptible.

Grimmjow me besa queriéndome comer a mordidas mientras yo le rasguño la espalda, dejando líneas rojizas a mi paso conforme bajo hasta estrujar su firme trasero. Me sujeto a Grimmjow para tallar mi cuerpo caliente, mojado y sudoroso contra el de él. Porque estoy seguro que la temperatura ha aumentado por lo menos cien mil grados por lo que estamos por hacer juntos.

Es el delicioso infierno que se desata entre nuestros cuerpos vehementes, la pasión haciendo acto de presencia y la lujuria desencadenando sucesos que al igual que cada noche que compartimos juntos se quedarán para siempre en nuestras memorias.

—Voy a cogerte tan maldita sea duro Ichigo. —Amenaza contra mis labios, con esa voz que emana sexo y satisfacción.

Tiemblo sintiendo cada vello de mi cuerpo erizarse por sus turbias palabras, separándolo un poco para poder girarme con cuidado y a tientas hasta colocarme en cuatro dándole la espalda. Quiero follar, sentirlo dentro y sumamente profundo en mí, abriéndome y amoldándome a su forma mientras me besa la espalda y me dice cuanto me ama.

Y un privilegio de tener almas ligadas, es que seguro Grimmjow quiere lo mismo. Sonrío para mí mismo, relamiéndome los labios y mordiéndomelos al sentir sus dientes sobre mi nuca. Grimmjow me tortura, haciéndome gemir y gritar al estrujarme y rasguñarme los muslos con saña a la vez que toma su erección enorme e hinchada, para tallarla entre mis nalgas y friccionar mi agujero que ya se encuentra mojado y palpitante.

—Grimmjow rápido, métela. —Exijo caliente y provocándolo al restregar mi trasero contra él.

—Eso es…me encanta cuando suplicas. —Habla perverso, dándome una brusca nalgada que me hace brincar excitado.

—Grimmjow maldición cógeme. —La jodida voz me tiembla, la sangre me bombea al límite y lo único que se escucha entre el silencio son mis dientes crujiendo y la respiración agitada de mi hombre que no se cansa de matarme al friccionar directamente su gruesa punta contra mi agujero tierno y mojado, introduciéndola apenas un poco y haciéndome berrear al sacarla.

—Por favor…por favor, lo quiero, Grimmjow lo quiero, dámelo.

—Oh no, primero debo sentirte para ver si lo vales bebé. —Menciona con un toque juguetón y libertino a la vez que lleva dos de sus dedos a mi pequeña entrada trasera, para metérmelos hasta los malditos nudillos, profundo y con dureza, sacándome un par de gemidos indecorosos y haciéndome temblar sin control. —Uhm…estás tan suave y caliente Ichigo.

Me encanta, amo sentir mi cuerpo abrirse mojado para él, que me palpa sin pudor alguno hasta dar con ese punto agonizante, que apenas presiona tenuemente me hace enloquecer y convulsionar.

—Mírate nada más, a punto de correrte con solo mis dedos. ¿Esto te gusta?

—Sí…sí, ahí, ahí me gusta. —Grito sin pena por lo mucho que gozo esa rica fricción dentro de mí, como un tornado de fuego que me consume lento y cruel. —Grimmjow jódeme ya, te necesito ahora. —Exijo por última vez mientras muevo mis caderas enterrándome en sus dedos.

—Carajo Ichigo, me vuelves loco. —Por fin sus dedos salen y se ven remplazados por algo mucho más grande, grueso y rico. Y carajo, apenas si puedo apretar los puños y gemir como una cualquiera en cuanto siento como empuja adentrándose en mi hasta hacerme sentir sus testículos llenos y pesados al ras de mi cuerpo.

—Mierda sí…justo así. No la saques…Grimmjow no la saques. —Jadeo y suplico desvergonzado.

—Tendrían que matarme para que la saque carajo. —Afirma dándome otra ardiente nalgada.

Amo en exceso su insinuación, por lo que comienzo una vez más a mover mis caderas en busca de sentirlo con mayor profundidad. Cosa que Grimmjow comprende, saliendo casi por completo, sólo para volver a embestir y enterrarse de lleno en mí.

Agonizo gritando y sintiendo mis malditos ojos irse para atrás mientras estrujo las colchas y disfruto enajenado lo duro que me folla. Tal y como me gusta.

—Justo así, tan maldita sea estrecho. —Ruge por lo bajo mientras me estruja las nalgas y continua hundiéndose en mi mojado interior. Grimmjow se encarga de mostrarme el desastre que soy, dejándome oír ese sonido líquido y obsceno, que se crea debido al golpeteo intenso entre nuestros cuerpos uniéndose insistentes.

—Mierda, me aprietas tanto Kurosaki.

—No pares…Grimmjow no pares. No pares. —Mi novio sonríe complacido contra mi nuca tibia mientras continua follándome con brutalidad, asegurándose de torturarme y de recargar un poco su peso en cada estocada, para hacerme sentirlo por días enteros. Para que a cada paso doloroso que dé recuerde lo duro y rico que me cogió esta noche tan candente y perfecta.

—Como te amo Kurosaki, como te jodidamente amo. —Declara entre ricas y profundas penetraciones a la vez que me jala por el cabello con agresividad hasta hacerme echar la cabeza para atrás.

—También te amo…te amo, te amo tanto. —Confieso jadeando y sabiendo que mis palabras son mínimas a comparación de todo lo que siento por él. Lo amo, lo amo tanto que me duele el pecho por lo rápido y violento que me late el corazón por él.

Este absurdo corazón que tengo, que me apuñala y demanda más y más de Grimmjow. Siempre de Grimmjow, para siempre de Grimmjow.

Pero ni las palabras bonita se comparan con su verga dura y monstruosamente gruesa llenándome al límite, dejándome bien suelto y mojado para su placer y el mío. Porque para tipos retorcidos como nosotros follar es la manera más directa, placentera y cruda para decirnos cuanto nos amamos.

—Voy…voy a correrme. —Aviso entre gemidos y torpes balbuceos, intentando no caer y de paso tragarme la saliva que escurre obscena por mis labios, ahora que Grimmjow no para de golpear y abusar con brutalidad de ese punto especial dentro de mí. —Grimmjow…Grimmjow…Grimmjow. —Grito su nombre como un mantra, disfrutando del fuego que se propaga por mi cuerpo debido a que es demasiado.

Placer excesivo y demencial. Que dejo me absorba, se expanda y colisione en cada rincón de mi cuerpo mientras me corro entre temblores, convulsiones y ricos cosquilleos calientes, palpitantes y alucinantes.

Pero no acaba aún, ya que Grimmjow continua cogiéndome con tanta dureza que no tarda en perforarme; haciendo que mis brazos fallen y termine dejando que mi rostro caiga y se restriegue contra el piso debido a las insistentes estocadas.

—Voy a llenarte Ichigo, voy a correrme tanto dentro de ti.

—Mucho, córrete mucho Grimmjow. —Con trabajos puedo hablar debido a mi mente aun divagando por mi reciente y maravilloso orgasmo, sin embargo sonrío en cuanto él se clava en lo más profundo de mí haciendo que mis ojos se mojen al sentir su semen caliente llenándome.

—¿Así te gusta huh? ¿Te gusta que te llene?

—Uh-huh, me gusta mucho. —Ambos sonreímos y respiramos agitados y entrecortado por largos y deliciosos minutos, en los que el placer simplemente nos aborda y nos dice que estando juntos no hay nada que no podamos hacer. Claro, hasta que él decide salir de mí, haciéndome berrear y gruñir por el terrible vacío. —¡Grimmjow maldición!

—Cierra la boca, ven aquí. —Comprendo en cuanto me ayuda a girar con cuidado debido a mi vientre, para poder recostarme una vez más de espalda y mirarlo de frente. Una vez así, él se inclina dejándome abrazarme a su cuello y besarlo dulcemente.

—Te amo seis.

—Y yo a ti Ichigo. —Rozamos nuestras narices y nos damos un par de besos mojados más. Y estoy seguro de que seguiríamos haciéndolo, de no ser porque escucho un ruido extraño afuera en el bosque. Oh mierda, carajo, joder, ¡¿Cómo lo pude haber olvidado?!

De inmediato la mortificación y la culpa me abordan terribles a la vez que le suelto un puñetazo brutal a Grimmjow que casi lo noquea ¡Y bien merecido se lo tiene!

—¡Mierda Kurosaki! ¡¿Por qué fue eso?!

—¡Cállate! —Le tapo la maldita boca a la vez que lo pellizco y lo jalo del cabello. —Oh por dios Grimmjow, ¿Olvidaste que estamos en una puta casa de campaña? —Explico haciendo clara alusión, ya que a pesar de que cada casa de campaña tiene varia distancia entre sí, no quita que estén cerca.

—¿Y el problema es? —Inquiere verdaderamente despreocupado el muy estúpido.

—¡Que todos nos oyeron hijo de perra! —Gruño exasperado.

—Una vez más, ¿Y el problema es? —Menciona burlón. —No fui yo el que no paraba de gemir.

—¡Voy a matarte estúpido! —Amenazo dándole otro golpe entre la oscuridad.

—¡Yo también lo haré cuando encuentre mi linterna! —Grita a lo lejos una voz, que bien sé que es de mi padre, seguido de un centenar de risas y carcajadas seguramente de toda la familia a la que despertamos a mitad de la noche.

Oh por favor que alguien me mate ya.

Pienso mientras me cubro el rostro sumamente avergonzado, sabiendo que cuando amanezca de imbécil y pervertido no me bajarán. Seré simplemente la burla de aquí a que alguien haga otra idiotez y nos gane el lugar del chiste del momento.

—Ven aquí bebé.         

—No me toques idiota, voy a apalearte. —Empujo a Grimmjow, pero como el idiota adorable que es, me gana al darme montones de besos en el cuello mientras me abraza contra su pecho y nos cubre con una sábana ligera.

—¿Ya te había dicho que te amo? —Pregunta sacándome una sonrisa y provocando que le dé un golpecito mientras lo abrazo con fuerza, diciéndole que también lo amo más allá de las palabras.

Porque a pesar de que está un poco loco, es un tanto melancólico y aún hay muchas que no sé sobre él. La verdad es que lo amo con todo y ese misterio que lo envuelve. Lo amo ahora por todo lo que ya hemos compartido y lo amaré siempre en anticipación de todo lo bueno y mejor que está por venir.

////Ukitake/////

Dilemas, dilemas de la vida, qué cosa tan más difícil es elegir entre dos cosas tan importantes y fundamentales. ¡¿Diadema de flores o gorrito rosa?! Pienso casi histérico al ver los dos pequeños accesorios que le quiero poner a mi dulce y preciosa Nelli, con el fin de que combinen con su atuendo.

—Cariño, si sigues frunciendo el ceño así, seguro que tu rostro no vuelve a ser el mismo. —Kyoraku como siempre me saca de mis pensamientos.

—No lo sé Shunsui, ¿Cuál es más bonito? —Le muestro ambos accesorios.

—Los dos son feos. —Dice despreocupado y rascándose el pecho que trae al descubierto como si nada. Ni siquiera sé para qué le pregunté al doble de Rambo.

—¡Shunsui! Sé que si fuera por ti Nelliel siempre estaría descalza, despeinada, en pañales y con una de tus camisetas recortadas, pero tienes que entender que es una niña. Y las niñas deben estar bien arregladas y cuidadas. Son más delicadas.

—¿Qué importa? Si de todas formas se va a ensuciar y a despeinar,

—¿Para qué respiras si de todas formas te vas a morir? No uses psicología barata conmigo amigo. Es nuestra hija y no va a ser una pequeña salvaje como tú. —Declaro mirándolo sonreír bobamente, abrazándome con fuerza y rozando su nariz contra mi cuello.

—Amo cuando dices que es nuestra hija. —Me susurra al oído, provocando que mis mejillas se calienten y que le gruña al sentir como aprovecha para presionarme y frotarme el trasero.

—Pues lo es, ahora deja de estar de descarado y dámela para peinarla.

—Uh…—Se separa mirando para todos lados mientras se ríe nervioso.

—Shunsui, ¿Dónde está Nel?

—Es chiquita, así que debe estar por aquí…creo. No es como que haya tomado mis llaves y se haya llevado la camioneta.

—¡Voy a matarte! ¡Solo te pedí una cosa y vas y pierdes a la niña! —Menciono buscando junto a él por toda la casa, hasta que escuchamos unas risitas en el jardín.

—¡Ah-já! ¿Viste? ¡No se fugó, simplemente debe estar jugando! Aunque de todas formas no iba a llegar muy lejos, la camioneta no trae mucha gasolina. —Menciona haciendo que le dé un golpe en el brazo.

Una vez en el jardín no me queda más que azotarme derrotado contra el marco de la puerta, al ver a mi hija en su precioso vestido que se tardó más en llegar desde una tienda exclusiva de Hueco Mundo, que en lo que ella lo ha llenado de lodo y lo ha roto en pedazos al meterse a jugar entre las plantas.

—Solo diré que es tu hija Shunsui, ahora sácala de ahí, límpiala, ponle una de tus camisetas rotas y vámonos ¿Sí? Ya es tarde.

—¿No es una niña preciosa? Mírala, toda llena de lodo. Seguro que quieres darle un besito a tu mamita, ¿No es así Nel? —Menciona perverso el idiota de Kyoraku, cargando a Nel y acercándomela malicioso.

—Shunsui no te atrevas, que te arranco esa tonta barba que tienes y sabes que sí lo hago.

—Solo un besito Jushiro. —Insiste haciéndome berrear, ya que no me puedo negar y termino abrazando a Nel que se aferra a mi feliz y claramente llenándome de lodo. Y justo así los tres terminamos sucios, riéndonos y teniendo que tomar otro baño rápido que termina en golpiza a Kyoraku cuando se quiere pasar de listo.

No lo confesaré en voz alta, pero quizás me gusta demasiado su torpeza y su simpleza contra mi extremo refinamiento.

—Mi padre nos va a matar, vamos tan tarde.

—Mi cielo, vivimos a un lado de él.

—¡Precisamente por eso debimos haber llegado a tiempo Shunsui! —Menciono mientras caminamos hacia la casa de mi padre, con Kyoraku cargando a Nel y yo el pastel que hice. Lo más curioso es que el enorme terreno de la casa de mi padre, más el que se encuentra al frente cruzando el camino de terracería se encuentra repleto de autos estacionados.

Y no solo eso, sino que hasta acá se escucha la música a todo lo que da, sin mencionar que toda la larga y prolongada cerca se encuentra rodeada de globos que flotan de colores.

—¿Qué carajo? —Cuestiono al parecer en voz alta.

—Ah, así que vino la familia.

—¿Cómo que vino la familia? Mi padre dijo que solo era una comida para celebrar el cumpleaños de mamá.

—Ya sabes cómo es Yamaji, Jushiro. Hace más de lo que dice. Cada año, le ha celebrado su cumpleaños a tu linda madre en grande y este año, al igual que en los pasados se lució. He venido a casi todas sus fiestas con el paso de los años y sé que se pondrá feliz de por fin tenerte en esta.

Prefiero callarme porque esto debe ser una pesadilla.  Digo, amo a mi madre, pero las fiestas en grande en mi casa por lo que recuerdo siempre fueron un horror incómodo. Pienso mientras entramos a la casa de mi padre y avanzamos por el gran terreno hacía el jardín trasero, donde al llegar mi quijada se cae al piso al ver que literalmente toda mi familia está aquí.

Algo así como todos mis hermanos, sus esposas y maridos más mis quinientos sobrinos desde los más chiquitos a los más grandes, que también ya traen hasta novios y esposos más hijos bebés. Y ni mencionar tíos, primos y demás desconocidos.

Familia sureña y reunión es la peor de las combinaciones. Música country, gente bailando, parillas con mucha carne y mesas repletas de cerveza y comida, más niños jugando y corriendo por todo el inmenso jardín.

—Oh no…—Susurro entre dientes.

—¡A quién tenemos aquí, sino al pequeño Ju! —Chilla el mayor de todos mis hermanos, que llega quitándome el pastel para luego abrazarme, por no decir aplastarme con todo lo que tiene. —Pero mira nada más que grande estás Ju, estábamos preocupados por ti y al parecer estás de maravilla. Me dice mientras me carga un poco, da de vueltas y agita como si fuera un niñito.

—Siempre supe que terminarías con Jushiro, Kyoraku. —Habla otro de mis hermanos, que también me abraza a la vez que estrecha su mano con Kyoraku, el cual sonríe orgulloso e ignora mis gritos silenciosos de auxilio.

—¿Tú también lo crees? ¿Lo ves Jushiro? Hasta tu familia lo sabía. —Declara Shunsui mientras yo soy pasado como vil costal de papas entre todos mis hermanos y familia que me besan, abrazan y revuelven el cabello.

—También tu familia Kyoraku, ¿No es así pa? —Inquiere otro de mis hermanos, lo cual hace que mi padre asienta y comience a narrar que desde siempre mi familia y la de Kyoraku habían estado de acuerdo en juntarnos cuando éramos más jóvenes, de no haber sido porque Kyoraku encontró a su otra mitad y yo me fui a Londres. Pero ya que ahora nada nos estorba al parecer todos están felices por vernos juntos tal y como lo habían planeado.

Una maldita locura.

—¿Dónde está mi nieta? ¡Ven aquí Nelli! —Mi padre llama a nuestra hija que no tarda en brincar de los brazos de Kyoraku y correr hacía su ‘abuelo’, para abrazarlo como si no se hubieran visto en toda una vida, cuando ayer se la pasó todo el día aquí metida. —La consentida del abuelo. Mi pequeña Nelli. —Menciona mi padre cariñoso mientras talla su mejilla insistente contra la de Nel que está más que encantada.

¿Cómo pasó todo esto? ¡No tengo la menor idea!

Aún recuerdo que hace un par de semanas cuando traje a Nell y a Kyoraku para explicarles la situación a mí familia. Lo primero que mi padre dijo fue ‘¿Cuándo diste a luz?’ seguido de agarrar a bastonazos a Kyoraku por haberse pasado de listo conmigo antes de la boda.

¡¿Cuál boda?! ¡¿Y cómo carajos se supone que daría a luz en tan poco tiempo?!

Aunque debo admitir que sonreí y disfruté ver a Kyoraku ser torturado, para luego por fin explicarle la verdad a mi padre. Y no se supone que sucediera así pero aceptó. Es más, le encantó la idea de que me quedara con Kyoraku y que de la nada tuviéramos una hija.

Dijo que al saber que su hijo menor por fin había echado raíces con un ‘buen hombre’ —si como no— ya podía darse por cumplido como padre. Y que sabía que si algo le pasaba a él, yo me quedaría en buenas manos.

Más bien manos pervertidas si me lo preguntan.

Por ende, todo esto ha pasado de ser una total locura a algo completamente irreal. Hace un par de meses estaba divorciado, desempleado y solo. Y ahora estoy en una relación, con una hija y con un gran trabajo. Todo es fenomenal, más de lo que alguna vez llegué a imaginar cómo sería mi vida de ensueño. Porque a pesar de que Kyoraku me hace querer ahorcarlo a cada diez minutos, la verdad es que es un hombre maravilloso y ni decir un increíble padre.

Nos trata a mí y a Nel con una ternura y cariño que no deben ser de este mundo. Y también a pesar de que nuestra relación ha avanzado rápido, él ha sido tan paciente y comprensivo conmigo que simplemente no me lo creo. Rambo por fuera, Romeo por dentro.

—Jushiro, ¿Puedes creerlo? ¡Yamaji le compró un pony a Nel! —Kyoraku llega a mi lado recibiendo de mi parte un plato de comida mientras yo me sirvo otro y ruedo los ojos.

—No puedo creerlo, dice que yo la consiento demasiado y va y le compra un pony. ¡Ni siquiera a mí me compró un pony cuando era un niño! —Me quejo oyendo a mi novio reírse.

—Oh cariño, tú tienes tu propio semental al que puedes montar todo el día y toda la noche. —Me dice Kyoraku, guiñándome un ojo y haciendo que me ponga de mil colores mientras le suelto un puñetazo al pecho.

—¡Pervertido! —Menciono avergonzado y ganándome otra carcajada de su parte. No me queda más que irme a sentar con él para comer y alimentar esporádicamente a Nel, que viene por un bocado de comida y luego a darse mil vueltas con sus primitos antes de regresar.

—Gracias Jushiro. —Habla Kyoraku al ver a nuestra hija irse una vez más a jugar.

—¿Por qué?

—Mira a Nel, hace unas semanas la abandonaron y hoy gracias a ti tiene una inmensa familia donde todos la aman. Ni yo ni ella podremos terminar de pagártelo jamás. —Sus palabras me enternecen y se lo demuestro recargándome en él y dándole un beso en la mejilla. Porque en realidad el que tendría que agradecer soy yo.

—A quienes tenemos aquí, sino a Barbie y su viejo ridículo. —Habla una voz que ya bien conocemos y que me hace sonreír al ver a Grimmjow, que viene abrazando a Ichigo por los hombros y el cual ahora lo pellizca. Ichigo luce precioso con su vientre ya bastante notorio y Grimmjow también parece muy feliz.

Qué lindo es ser joven y estar enamorado, pienso contento.

—Huh, hasta los fines de semana la pesadilla me sigue. —Declara Shunsui que se levanta para saludar a Ichigo y a Grimmjow.

—No sabía que vendrían. —Digo feliz.

—El señor Yamamoto invitó a mis padres a la fiesta, pero hoy temprano se tuvieron que regresar a Rukongai porque mis hermanas ya inician clases mañana. Así que Grimmjow y yo venimos en su lugar, espero no les moleste.

—Para nada Ichigo, es un placer tenerlos aquí. Por favor siéntanse en casa, coman, bailen y disfruten.

—No le des tantas libertades Barbie, que aquí Kurosaki parece aspiradora con eso del embarazo y es capaz de comerse hasta…—Por supuesto Grimmjow no termina su burla, debido al golpe y llave mortal que le hace Ichigo.

—Siempre tan bocón muchacho. —Dice Shunsui entre risas.

—Cierra la boca barbón. ¡Ugh, mierda Kurosaki, me vas a matar! ¡Me rindo! —Todos nos reímos y después de que Grimmjow es liberado, platicamos un poco escuchando el fin de semana de los Kurosaki, hasta que eventualmente Nel regresa una vez más para ser alimentada.

—¡Papi, papi! —Grita Nel alegre y siendo rápidamente cargada por su padre.  Miro embelesado la escena, hasta que me sorprendo al ser mojado, ya que Grimmjow ha tirado su cerveza al piso, pero no solo eso, sino que mantiene su vista fija en Nel y tiene la boca entre abierta como no creyéndose lo que ve.

—Seis…¡Seis! —Lo agita Ichigo haciéndolo salir del trance, para parpadear y mirar a Kyoraku, a mí y una vez más a Nel.

—Nelliel. —Grimmjow dice el nombre de nuestra hija, el cual no se supone que sepa. Algo que al parecer no solo noto yo, sino también Kyoraku que abre los ojos de la impresión. —¿De dónde…de dónde la sacaron? Ella no…ella. —Por un momento Grimmjow pareciera a punto de llorar, pero rápido se compone y se aclara la voz.

¿Qué está pasando? ¿De dónde la conoce?

—Muchacho, ¿Qué te parece si tú y yo tenemos una pequeña plática huh? —Kyoraku que parecía tan o más consternado nos sonríe, pasándome a Nel y llevándose a Grimmjow que a pesar de que avanza su rostro gira para mirar a Nel con una extraña mueca de anhelo. Inclusive se suelta para venir una vez más y sorprenderme al quitármela y mirarla de frente.

—Seis estás siendo grosero con Ukitake-san, es su hija. —Menciona Ichigo preocupado y sujetándolo por el hombro, sin embargo Grimmjow lo ignora, tomando el rostro de Nel y haciendo que lo mire fijamente.

—¿Sabes quién soy? ¿Me conoces? —Le pregunta a Nel, haciendo que todos nos tensemos y no sepamos que está sucediendo. Pero lo más intrigante es que la pequeña Nel pareciera de verdad hacer un esfuerzo por reconocer a Grimmjow. Los segundos son una eternidad que nos carcome hasta que Nel levanta sus bracitos y abraza a Grimmjow.

—¡Gatito! —Nel grita feliz, dejándonos a todos pasmados y en especial a Grimmjow que no tarda en cerrar los ojos y estrujarla entre sus brazos.

—Así es…soy gatito. Carajo, en serio eres tú. —Dice Grimmjow emocionado, separándola un poco para reírse y pellizcarle las mejillas. —¿Puedo…puedo jugar con ella un rato? Solo será un momento lo juro. —Grimmjow nos mira con una mezcla entre añoranza, desesperación y alegría confusa.

—Puedes jugar con ella. —Dice Kyoraku bastante decidido y mirando no solo a Nel, sino también a Grimmjow con un exceso de emociones que no son normales. Grimmjow por su lado asiente y toma de la mano a Ichigo para llevárselo junto con Nel. Los tres se van hacía los columpios donde Grimmjow comienza a empujar a Nel en compañía de Ichigo que luce feliz, pero seguramente está tan consternado como nosotros por lo que acaba de pasar.

Y sería estúpido de mi parte creer que no sé, ni comprendo nada de lo que está pasando aquí. Por lo que giro hacía Kyoraku que mantiene su vista fija en nuestra hija y en Grimmjow mientras se estruja el pecho. —¿Quién es él Kyoraku? —Pregunto de una vez y por todas. —¿Quién es Grimmjow? Tú y yo bien sabemos a quién se parece al igual que Nel. —Reafirmo, mirando a mi novio enfocarme y encogerse de hombros.

—No lo sé Jushiro, pero al igual que tú creo…creo tener una pequeña idea de quién podría ser. Y si lo que creemos es verdad, ese muchacho es realmente especial.

—Solo dime algo, ¿Es una buena persona no es así?

—Sí, quiero pensar que lo es.  Pero ven, vayamos a bailar ¿Sí? Aprovechemos que ellos están cuidando a Nel. —Quisiera decir más, pero creo que es momento de detenerme, por lo que asiento y dejo que me lleve de la mano. Caminamos entre el pasto verde y frondoso, alejándonos de todos hasta que Kyoraku me hace sonreír al abrazarme.

Por un momento me preocupé por algo que desconocí, pero ahora entre sus brazos no me queda más que sentirme amado y reconfortado. Recargo mi cabeza en el hombro de Kyoraku que baila sumamente lento conmigo mientras me da un par de besos en la frente.

—Te quiero mucho Jushiro. —Elevo mi rostro mirándolo y encontrándome con sus profundos ojos, tan oscuros que parecieran negros.

—También te quiero Shunsui, pero ¿Estás bien? —Pregunto sacándole una sonrisa a mi novio.

—Estoy de maravilla Jushiro, nunca mejor. Es curioso sabes, por mucho tiempo intenté huir de mi pasado, de mi amor fallido, de la familia que nunca tuve, de la soledad que me apremiaba. Pero el tiempo finalmente me alcanzó, no para reclamarme mi cobardía, sino para recompensarme de extrañas maneras. Tengo todo lo que alguna vez quise, salud, trabajo, una hija, carajo, hasta a ese bocón de Grimmjow que es algo mío que no comprendo y sobre todo te tengo a ti. Me gustan estos tiempos Jushiro, me gustan tanto que no quiero que avancen. Me gusta el aquí y el ahora. Me gustas tú.

No sé cómo explicar la manera en que quiero a este hombre de una forma tierna, profunda y sincera. Será que quizás he caído en cuenta que somos más parecidos de lo que creía. Huyendo de nosotros mismos y encontrándonos en el otro. Lo miro con cariño y devoción, acariciándole el rostro y dándole un pequeño beso mientras lo abrazo con más fuerza.

Aún hay muchas cosas complicadas y extrañas que envuelven nuestra relación y el curioso amor que nos tenemos. No estamos destinados, es un hecho, pero estar con él en este momento se siente mucho mejor de lo que alguna vez sentí con mi ‘alma gemela’. Me gustaría pensar que tal vez y sólo tal vez, cada quién es libre de atar su alma con quien le plazca y que pueda nacer de ahí, algo que ni el destino podría crear.

Sentimientos trascendentes, no trasplantados.

—Jushiro…—Kyoraku llama mi atención abrazándome con más fuerza, haciéndome sonreír y aferrarme a su amplia espalda mientras continuamos bailando.

—Sé que tuviste un matrimonio difícil y todo terminó mal con la que creíste era la persona ideal para ti. También sé que ahora estás prácticamente en otro pequeño matrimonio conmigo y me gustaría que fuera algo más que una suposición. Quizás no hoy, ni mañana, pero me gustaría que algún día nos casáramos, cuando tú sientas que estás listo. Significaría mucho para mí. Y no lo digo momentáneamente ni de juego, de verdad lo he pensado mucho y nada me gustaría más que estar contigo siempre.

Mi visión se nubla por unos segundos, hasta que comprendo lo que pasa y rápido me seco las diminutas lágrimas que se habían acumulado en mis ojos. No de sorpresa, tristeza o miedo, sino de alegría pura que burbujea acogedora y maravillosa en mí mientras le sonrío.

—Tú también lo sientes ¿No es así Shunsui? Las marcas nos separan, pero aun así nuestras almas se atraen. —Me sonríe, besándome en la frente y afianzando no solo el agarre sino todo lo que sentimos el uno por el otro.

Kyoraku Shunsui me dice en silencio y a besos que está aquí para amarme, arroparme entre sus brazos, para protegerme y darme lo que siempre soñé. Está aquí para aprender de mí y recibir mi amor. Está aquí porque simplemente no hay otro ni mejor lugar para estar.

Notas finales:

Como pueden ver todo marcha de maravilla para Grimmjow y su bello Ichigo más su bebito, ¿O quizás no? Me juré que no escribiría mucho drama en este fic, pero habrá un poquito. Así que les aviso que se viene una montaña rusa de emociones.

Es fluff ante todo, pero…habrá uno que otro momento intenso. Y también pronto se empezará a revelar la verdad sobre Grimmjow y le daré respuesta a todas esas confusiones incluyendo las del ShunUki, porque como lo habrán notado Kyoraku esconde también algo por ahí :3

También quería avisarles que mi nuevo horario de la universidad está algo feo, así que cada semana les iré dando el día de actualización, porque irá variando al menos por ahora. Así que la próxima actualización será el JUEVES 25 DE ENERO. Y en otras noticias, para los que aun no saben la semana pasada publiqué un shot de Omegaverso-GrimmIchi llamado ‘Berlín’ por si les interesa. ¬w¬ <3

¡En fin, nos vemos el próximo jueves, los amo muchísimo! Ah y como siempre gracias por su cariño, apoyo y comentarios que me impulsan a seguir, son los mejores. <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).