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Nacido para conocerte por DMOll08

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Notas del capitulo:

Me tarde más por que perdí un archivo que ya tenía escrito :c

¡Espero les guste!

El corazón que se niega a ser amado.

 

 

VII

 

 

 

 

- Que gane el mejor- Acxa sonrió. En cierta medida estaba segura de sus capacidades, pero tampoco quería alardear de eso.

 Keith no hizo más que asentir. Tampoco tenía mucho que decir, aunque a diferencia de la chica el dudaba de su potencial.

Koran estaba parado en una esquina de la piscina, llevaba un silbato en su mano derecha, lo coloco entre sus labios, el sonido del silbato les anuncio que la carrera daba inició. Keith y Acxa iniciaron, ninguno quería perder.

Al entrar al agua Keith lo hizo bien. Incluso él estaba un tanto sorprendido de eso, en algún momento imaginó que le daría un calambre. Mientras alzaba la cabeza fuera del agua vio que Acxa le llevaba ventaja, apresuró su nado intentando alcanzar a la chica.

Acxa noto su clara ventaja, llego a la orilla de la piscina logró finalizar los primeros veinticinco metros, ahora solo le quedaban los otros veinticinco y lograría ganar, tomo una gran bocanada, miro a su alrededor, no vio a Keith, recordó la cara del chico al salir de los vestidores, giro la cabeza para observar y escuchó el grito de Ezor, la chica parecía claramente agitada, luego el resto grito

 Koran se acercó gritando.

  - ¡Se está ahogando!

 Acxa lo entendido al instante, se sumergió apresurada, en el fondo de la piscina vio a Keith inconsciente, soltaba burbujas que flotaban hasta arriba, lo sujeto para arrástralo consigo, era peso muerto por lo que se le complicaba bastante, lo puso casi encima de sí misma para finalmente lograr llevarlo por los contados, lo saco a el primero y de un salto rápido salió ella de la piscina, se arrodillo a lado de él.

 Todo el mundo se agrupó al rededor se ellos, Acxa sostenía la cabeza de Keith, paso su palma por la nariz del chico y noto que este no respiraba.

  - No respira- dijo consternada Ezor.

  - Dame espacio- dijo la chica -Se que hacer- se quitó el gorro de nadador y los visores.

  Acxa se colocó en posición para iniciar la animación cardio pulmonar. Realizó las compresiones tal y como le había enseñado, pero la escuela nunca la preparo para realmente tener uno. Siguió con las compresiones hasta que pasado unos segundos Keith abrió los ojos y comenzó a toser, Acxa se alejó un poco.

Acxa se sentó a lado de Keith, soltó su cabello y dejó que este callera mojado sobre su espalda y hombros.

Keith no dejo de toser, su cara estaba roja y el agua pegaba su cabello oscuro contra su frente, intento levantarse, pero no pudo, sus piernas le fallaban, soltó un quejido.

  - No te levantes- escucho una voz decir eso. De entre el bullicio de estudiantes escucho la voz familiar -Keith no te levantes.

 Lance sostenía el cuerpo del chico, lo cargo como ya antes lo habia cargado. Logro oler las feromonas.

  - Estas en celo.

 -Déjame...- dijo tratando de bajarse. Casi Moria ahogado y aun así tenía ganas de discutir.

Su cuerpo frio contra el agua chocaba con la cálida morena piel de Lance.

Keith se mordió el labio inferior.

Lance lo sostuvo con fuerza.

  - No- apretó su agarre Lance al rededor del cuerpo de Keith. Lo sentía pequeño y frágil. Algo en él deseaba de forma ardiente protegerlo, no daría marcha atrás incluso si Keith era quien se oponía.

 Keith quiso protestar, pero aquello solo era un intento de auto engaño.

  - Hay que llevarlo a la enfermería- dijo Allura acercándose a Lance. La chica estaba realmente preocupada - ¿Esta bien?

  - Si- respondió Lance. Se dio cuenta que no podría aguantar si llevaba a Keith. El olor era demasiado.

 - ¿Esta en celo? - preguntó Allura al notar la cara roja de Keith.

  - Si- dijo Lance. Sus ojos oscuros se clavaron en los de la chica.

  - Entonces será mejor que no lo lleves tu hablo con firmeza Allura -Es un omega.

  Lance entendió lo que la chica intentaba decir. Es verdad. Un omega en celo no está a salvo en los brazos de un alfa. Pese a que trataba de evitarlo el olor lo estaba volviendo loco.

Lance noto la mirada reticente de Allura, bajo los párpados para mirar a Keith.

  - Si- dijo con voz queda -No es una buena idea.

  - Yo puedo llevarlo- se ofreció Hunk.

  "Que conveniente" pensó Lance. Arrugo la nariz.

Hunk extendió los brazos, sonrió. Un chico amable y además un beta.

Lance dio una sonrisa forzada, no deseaba soltar a Keith, pero sabía que era lo correcto. Una escena no sería buena. Ni para él ni para Keith.

  - Estara bien- Pidge se paró a su lado y vio a Hunk alejarse con Keith en brazos, junto a él iba Koran.

 Shiro miro de reojo a Lance. Siguió a Hunk y Koran. Más por el aroma que por ayudar.

  - No creo que se complique más- Allura intento animar a Lance. Ella logro ver a través de la cara impasible del alfa

  - No te preocupes- dijo Pidge tras lo dicho por Allura.

 Las chicas tenían razón, pero algo amargo le hizo a Lance desconfiar. Un mal presentimiento.

  Allura y Lance caminaron hasta la enfermería, la enfermera leía una revista con una cara de aburrimiento.

  - Hay un omega en celo- dijo Allura acercándose a la enfermera.

  La mujer dejo la revista de lado.

  - Es una emergencia- insistió Allura -Es del chico que acaba de llegar.

  - ¿Al que traían cargando? - preguntó la enfermera.

  - Si, él- asintió Allura.

  - Entonces será inyectable- la mujer se levantó -Iré a buscarla, traten de que no haya un alfa cerca.

  - Yo iré a verlo- dijo Allura a Lance -Soy un beta, no siento las feromonas, lo mejor es que te quedes aquí, si te preocupa Keith podemos dejar la cita para otro día.

 Lance había olvidado por completo la cita.

  - Lo lamento- se disculpó con Allura.

  - No te preocupes- ella lejos de estar disgustaba entendía.

 -Tienes razón.

La chica se dirigio a la habitación. Lance por su parte se sentó en el sofá cerca de la recepción.

Lance cerro los ojos para relajarse un rato. Mientras pensaba en lo ocurrido escucho varias voces alzarse repentinamente, lo que le hizo levantarse de un salto fue el grito lejano de Allura que decía:

  - ¡Shiro, no!

 Ese era su mal presentimiento. Lo habia pensado, pero no le dio impotencia, dando largos pasos corrió hasta la habitación de dónde venía el ruido, abrió la puerta para ver a Allura junto con Hunk tratando de detener a Shiro, detras de Lance apareció la enfermera.

 - ¡No dejen que lo muerda! - grito la enfermera.

  El asombro dio paso a la rabia, Lance se movió por instinto sujetando de la camisa a Shiro, lo escucho gruñir y a Keith soltar un quejido lastimero.

  - ¡Espera, Lance! - Allura intento detenerlo.

 Lance escucho el cuchicheo de los estudiantes fuera de la enfermería y la voz de Allura pidiéndole que se detuviera. No le importo, la chica intento sujetarlo, pero sus manos no lograron detener al chico.

Shiro sintió contra su carne un puño impactando su rostro, su cerebro se sacudió y por inercia retrocedió cayendo de la cama.

Keith grito. Entre el ajetreo vio que Allura tomaba a Lance del brazo acercándolo contra sí, Hunk lo alejo casi arrastrado.

  - ¡Basta! - decía la joven beta con la voz nerviosa, tratando de apaciguar la situación. - ¡Lance! - sacudió del brazo al alfa.

  - ¡Lance tranquilízate! - dijo Pidge mientras Hunk lo sujetaba.

 La nariz de Shiro sangró, Pidge se acercó a él, parecía ya estar en sus cinco sentidos, Shiro miro a todos lados y cayó en cuenta de lo que habia hecho.

  - Lo siento- se disculpó mientras la sangre brotaba de su nariz, miro su mano manchada de rojo.

  - Llévenlo a otro cubículo- pidió la enfermera tratando de calmar a todos.

  Esta se acercó a Keith y con voz sueva le hablo.

  - Voy a inyectarte unos supresores, no te preocupes, solo será un piquete- tomo el brazo de Keith y lo inyectó.

 Hunk saco a Lance de la habitación mientras Pidge le daba un pedazo de papel a Shiro.

  - Lo siento- se volvió a disculpar Shiro -Díganle que lo siento.

 Pasado unos minutos todo se tranquilizó, daba la sensación de que nada sucedió, casi como si todo hubiera sido un sueño. Pero Lance supo, estaba seguro de que lo golpeo fuerte, no pensó que el poseyera ese tipo de fuerza, reacciono así, ver a Keith de esa forma le hizo moverse por impulso.

Allura estaba sentada a lado de él.

  - ¿Y Shiro? - preguntó.

  - Esta en otra habitación- dijo la chica. Lo miro con ojos inquisitivos.

  - Debo hablar con él.

  - Espera- Allura lo tomo del brazo -Fue un accidente.

  - Lo sé- respondió Lance -Por eso quiero disculparme.

  Allura entendió. Lo soltó.

Lance se alejó en dirección a donde estaba Shiro.

Abrió la puerta dudoso. Esperaba encontrar a Hunk y Pidge con el mayor, pero en vez de eso vio a Shiro sentado en la esquina de la cama con las manos cubriéndole el rostro, parecía estar llorando, quito sus manos de su rostro y al ver que se trataba de Lance dio una media sonrisa.

  - Eres tú- dijo como voz baja.

  - Lo lamento- se disculpó con el mayor.

  - No te preocupes- dijo Shiro parándose -No fue tu culpa.

  - Tu nariz...- dijo señalando los vendajes en el rostro de Shiro.

  - No importa- negó con la cabeza -Soy yo quien debe disculparse- se encogió de hombros - ¿Como esta Keith?

  - Esta en la habitación aún.

  - Ya veo- colocó su mano en el hombro se Lance -Cuida bien de él.

  Lance retrocedió un poco.

  - Es un buen chico- continuó Shiro -Ha pasado por mucho.

  - Entiendo.

  - ¿Por qué no vas con él?

  Lance vio que el mayor le sonreía como si supiera algo que el no.

  - Si, supongo.

 

Después de disculparse con Shiro fue a ver a Keith, aún mantenía las emociones y la sensación de golpear la carne en sus nudillos, nunca en su vida golpeo a alguien y en ese momento al ver a Keith correr peligro no pudo sino solo reaccionar; entró a la habitación, no habia nadie salvo Keith que yacía acostado en la cama de espalda hacia la pared. El chico no se movía y parecía dormido.

  - ¿Keith? - preguntó Lance al ver que el chico no se movía. Pensó que estaba dormido ya que su respiración era lenta y pausada.

 Keith se removió en la cama, no volteo a ver a Lance. No quería verlo.

  - ¿Que? – respondió, su voz se escuchó cansada. No se giró para verle, su voz se escuchaba desgastada y como ahogando un gemido de dolor.

 El moreno avanzo hasta quedar frente a la cama, se sentó en la esquina de esta.

Keith no se inmuto.

  - Quiero estar solo- dijo cubriéndose con la sabana -No es necesario que estés aquí.

  - No voy a irme- dijo Lance. Soltó un suspiro y se rasco la sien -Te acompañare a tu casa.

  - No es necesario.

  - Quiero hacerlo ¿Te sientes bien? ¿Quieres algo? - la voz del chico hizo que algo en su pecho se estrujara y deseaba que este lo mirara de frente. Quería ver la cara y consolarlo de alguna manera. Quería tenerlo en sus brazos, ya no lo deseaba de forma erótica, la atracción que sentía era innegable y junto a esta algo más.

  - No…- murmuro el omega.

Lance se acostó junto a Keith, entraba en él espacio que el chico dejaba, deslizo su mano hasta lograr una posición incomoda, trato de acomodarse para no caer, la cama era demasiado pequeña.

  - Keith- lo llamo mirando a la espalda del chico -No fue tu culpa- dijo para reconfortarlo. No sabía cómo consolarlo, pero ver la cara aterrorizada de Keith y cómo este lloraba en sus brazos solo provocó que quisiera protegerlo, por eso golpeo a Shiro.

 Escuchó como el chico sollozaba y se alejaba hasta quedar más pegado a la pared.

  - Así que no estés triste- acaricio la espalda de Keith.

 -Vete.

Lance se incorporó sobre la cama y miro la silueta de Keith, el cabello del chico le cubría la cara, escucho la respiración un tanto agitada.

  - Mírame- dijo en tono suplicante -Keith mírame-. Al ver que Keith no lo miraba se sobrepuso sobre él, apoyo sus brazos y mantuvo la distancia gracias a estos, Keith asustado gimió ante la acción de Lance -Keith- lo llamó.

 Para su alegría Keith giro su cuerpo quedando frente a frente con Lance, el alfa se sorprendió al notar los ojos rojos e hinchados del chico, estuvo llorando y eso no lo podía negar.

  - ¿Te sientes mal? - levanto su mano derecha para apartar los cabellos negros del omega, puso todo su peso sobre su mano izquierda, deslizo su mano derecha por la mejilla del chico hasta llegar a los labios de él. Lo observo con detalle, su piel era clara y su cabello negro contrastaba con esta, sus ojos eran grandes, brillantes y grises. Keith al sentir sobre si la penetrante mirada de Lance se ruborizó, sin darse cuenta empezó a liberar feromonas, la dulce fragancia como caramelo suave llego hasta Lance, el moreno se contuvo para no arrojarse sobre Keith y tomarlo sobre la cama.

 Recordó las palabras de Pidge.

"Si le dices lo que sientes de forma honesta él también lo dirá"

De cierta forma él también lo sabía. Sabía que decir sus sentimientos era lo correcto y este por muy extraño que fuera supo que su oportunidad estaba presente frente a él. Sin vacilar lo dijo.

-Me gustas- susurro.

Sus rostros estaban tan cerca el uno del otro que casi se besaban

-Realmente...- beso los labios de Keith -Me gustas.

Por un instante Keith dejó de respirar, sus mejillas de ruborizaron haciendo que piel blanca se tornara roja por la sangre fluyendo hasta su rostro, estaba sorprendido por las palabras de Lance, no solo por las palabras sino por la manera en que las decía. Las pronunció con una firmeza y seguridad que provocaron una oleada de sensaciones florecer en pecho. Las palabras no salieron de su boca y avergonzado desvío su mirada a la pared.

Lance no esperaba una respuesta gratificante por parte de Keith, era solo el deseo decirlo de forma honesta. Ya no lograría por mucho tiempo ignorar sus sentimientos. Algo más allá del placer las feromonas, el sexo y todo lo que se revolvía entre ambos. No encontraba las palabras para explicarlo, pero si de algo estaba seguro es que deseaba a Keith con todas sus fuerzas.

Keith nunca en su vida se imaginó que alguien llegara a desearlo, nunca pensó que alguien le dijera que lo quería, que lo deseaba de esa forma, pero la persona frente a él lo miraba con sus oscuros ojos azules, le decía que lo amaba, que lo desea, una oleada de sentimientos lo invadió por completo.

Que extraño se sentía.

Casi irreal.

-Cuando te sientas mejor te acompañare a tu apartamento- dijo Lance para luego salir de la habitación.

Keith escucho los pasos de Lance, luego como la puerta se abría y cerraba. Cerró los ojos con fuerza.

Se dio cuenta que no podría dormir en esa cama ni en ese sitio, lo mejor sería que se fuera. Levanto su cuerpo con pereza, los supresores hicieron su efecto, ahora podría irse a su casa sin problemas, se sentó en la orilla de la cama, se puso con calma sus zapatos, se quedó mirando el suelo por un rato, tomo su mochila y tal como Lance lo hizo salió. Camino unos cuantos metros, se encontró a Lance sentado en una banca solo, veía algo en su móvil, el moreno se percató de la presencia de Keith.

- ¿Te vas? - preguntó levantándose de la banca.

-No es necesario que me acompañes- dijo Keith esquivándolo y adelantándose a Lance.

Lance lo siguió hasta quedar a lado de él.

-Pero quiero hacerlo.

Keith se resignó. El alfa no se iba a dar por vencido.

-Como sea.

Ninguno hablo en todo el trayecto al edificio de apartamentos. Lance por momentos miraba a Keith y aunque este notaba la mirada del alfa prefería ignorarla.

Llegaron hasta el edificio, Keith se sorprendió de que Lance también subiera por las escaleras. Como ya antes lo habían hecho caminaron por el pasillo hasta llegar al apartamento de Keith.

Keith se detuvo en la puerta. Respiro profundo y en voz baja dijo:

-No es necesario que hagas todo esto.

-Lo hago porque quiero.

Keith trago saliva. Supuso que eso respondería Lance. Saco la llave de su mochila, justo cuando estaba por meter la llave en la perilla se giró para ver a Lance.

 - ¿Puedes demostrar que me quieres por quien soy y no por las feromonas? - preguntó, su pecho palpitaba y por un momento pensó que se le saldría el corazón en una escena de lo más extraña. Deslizo su pálida mano izquierda tratando de alcanzar la de Lance.

  Lance mantenía la mirada baja, los parpados caídos mirando sus zapatos, dirigió su mirada a los zapatos de Keith. No sabía por qué quería saber qué tipo de zapatos usaba. Saber eso le hacía sentir más cercano.

Keith apretó los labios con fuerza, Lance no lo miro. Deseaba que Lance lo mirara con sus oscuros ojos azules. También quería que le sonriera.

  - ¿Te sentiste atraído por mis feromonas? - pregunto.

  Lance no respondió.

  - ¿Me follaste por mis feromonas? - preguntó con voz amarga tratando de no llorar. Su garganta estaba seca y sus ojos le ardían.

  Al oír la palabra "follaste" Lance alzo la vista para ver los ojos enrojecidos de Keith, sus ojos brillaban por las lágrimas que se negaba a llorar.

  - ¿Te gusto? - la voz sonó extraña, tratando de ahogar el llanto. - ¿Me quieres?

 -No me creerás ni siquiera si lo digo honestamente- respondió Lance con sus ojos fijos en Keith.

Keith se ruborizó. Eso era un “si”. Se mordió los labios.

  - Te quiero.

 Keith deseaba creerlo, desde lo más profundo de su corazón ansiaba que fuera real, pero algo le impedía creer.

  - No me siento bien.

  - Hoy ha sido un día muy agitado- dijo dando una sonrisa, su rostro sonreía, él no. -Lo mejor es que descanses.

  Keith vio a Lance irse. Cerro la puerta de su apartamento, camino hasta llegar a su cama, se echó sobre esta, escucho el rechinar de la cama bajo su peso, por mucho que intentará contenerse no pudo, las lágrimas se desbordaron sin darse cuenta. Lloro amargamente solo.

  - Yo también te quiero.

Notas finales:

¡Gracias por leer!


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