Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nacido para conocerte por DMOll08

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya casi termino este fanfic, quizá no le queden mas de dos capítulos.

El uno para el otro.

 

 

 

IX

 

 

 

El día estaba nublado. La lluvia caí sobre él. No llevaba paraguas. Tenía frio.

Lo olvido.

Faltaban cinco minutos para las siente. Las voces juveniles le rodeaban. Como pitidos sobre sus oídos. La lluvia caí sobre él. No le importaba. Los pasos de alguien caminado, la suela del zapato contra el piso mojado.

Las risas.

  — Te estas empapando.

 Reconoció la voz de inmediato. Muchas veces la escucho.

El agua dejo de caer sobre él y un paraguas azul lo cubrió.

Miro consternado al chico que lo protegía de la lluvia.

Matt observo por unos instantes el vendaje en la nariz de Shiro. Su hermana ya se lo habia contado. Una pelea en donde Shio termino con la nariz lastimada.

Matt le sonrió. Le sonrió como si nada hubiera pasado. Ni eso ni lo otro.

  — Eres más alto— dijo manteniendo firme el paraguas sobre ambos —Deberías sostenerlo tú.

 Shiro tomo el mango del paraguas. Matt lo soltó.

Matt se colocó a su costado. Shiro ahora los cubría a ambos.

  — ¿Me odias? — pregunto mientras caminaban en dirección a la entrada.

 —No— respondió sin dudarlo —No te odio.

Shiro se sintió feliz por la respuesta de Matt.

  — Yo no podría odiarte— añadió.

  — Me alegro— asintió feliz —No podría vivir sabiendo que me odias.

  — Entonces puedes seguir viviendo.

 

 

 

 

Lance caminaba con paso lento. A su lado estaba Hunk y Pidge.

  — Matt se adelantó— dijo la chica tratando de entrar en el paraguas junto con los otros dos chicos. —Y se llevó el otro paraguas.

  — No pensé que llovería— Hunk trataba de dejar espacio para los otros dos. Su espalda se estaba mojando un poco.

  — Yo tampoco.

 Para Lance la lluvia era lo último que le molestaba. Su mente y sus ideas estaban en otro sitio, solo pensaba en Keith. Luego de lo ocurrido ese día el omega se ausento. Le fue honesto y solo desapareció sin decirle nada. Ver su asiento vacío lograba hacer su pecho doler.

  — Lance, te estas mojando— Pidge señalo su brazo izquierdo.

 Lance se percató que llevaba todo el trayecto dejando su brazo izquierdo fuera del paraguas. No dijo nada. Se encogió de hombros. Lo ultimo que podría preocuparle era mojarse en la lluvia.

  — Lance parece estar en otra parte— murmuro Hunk.

 Pidge asintió.

  — El mal de Lance tiene nombre— Pidge sonrió.

  — ¿Como? — pregunto Hunk preocupado.

  — Se llama Keith— soltó una risita la chica. —Bueno, parece ser que así es.

 Hunk estaba realmente sorprendido. Sospechó algo el día de la competencia, pero no le dio mucha importancia.

  — Keith no ha venido a clase últimamente.

  — ¡Ese es el problema Hunk! — grito la chica —Lance esta triste porque Keith no ha venido.

  — Entiendo...— Hunk miro por el rabillo del ojo a Lance.

 El alfa suspiro. No parecía importarle la conversación de sus amigos, incluso aunque esta giraba en torno a él. La chica decía la verdad. Todos sus males tenían el mismo nombre: Keith.

El omega al que no lograba resistirse pero que reticente se negaba a ser querido por él.

  — ¿No se supone que Matt estaba contigo? — Hunk cambio el tema sabiendo que hablar de Keith molestaba a Lance.

 Pidge también lo noto.

  — Fue a ver a Shiro— respondió.

  — ¿Shiro?

  — Son buenos amigos, Matt dijo que Shiro no lo fue a visitar porque estaba ocupado, le hable sobre que Shiro intento atacar a Keith.

  Lance recordó el tacto de sus nudillos contra la carne.

Ladeó la cabeza.

Hunk escuchaba atento a Pidge.

  — Él dijo que Shiro no lo hizo a propósito, pero que no lo justifica.

  Lance tampoco justificaba sus acciones. Ni las de Shiro ni las de él.

  — También le hable sobre su nariz— Pidge hablaba y hablaba —Matt dijo que eso debió doler.

  A Lance le dolía muchas cosas. La cabeza y su corazón.

  — Así que supongo fue a buscarlo.

 El también debía ir a buscar a Keith. Todo este tiempo era él quien lo perseguía. Siempre detras del omega. Se dio cuenta que esperaba mucho y nada se le era dado.

Tenso su quijada. La mandíbula le dolió.

¿Por qué no lo habia pensado antes?

Keith parecía tan afligido cuando estuvieron el otro día en el jardín.

Keith haciéndole sexo oral. Keith incluso le conto sobre su familia. Él no hablo sobre sí mismo.

"Si, si me gustas, te quiero"

Las palabras estaban vacías si no existían acciones que las demuestren. Él no lo demostraba.

Pidge vio que Lance se detenía mirando al suelo, estaba fuera del paraguas donde los tres se apretaban. La lluvia cayó sobre él.

  — ¿Lance? — lo llamo preocupada —Estas mojándote...

  Hunk se acercó a él y lo cubrió. Pidge corrió a resguardarse al sentir la fría lluvia caerle encima.

  — Deberías ir a verlo— dijo el más alto con su sonrisa amable.

  — Si Lance, aquí lamentándote no llegaras a nada— le reprendió Pidge.

  —Debemos entrar.

Solo estaban a unos pocos metros de la entrada.

 

Matt y Shiro caminaron a un lado de trio. Shiro llevaba el paraguas y Matt le decía algo que por la lluvia no lograron oír.

  — ¡Matt! — lo llamo Pidge al verlo.

  — Katie— le sonrió su hermano. Se detuvo y Shiro junto a él. —Estas mojandote.

  — No importa— rio la chica — ¿Shiro sabes algo sobre Keith?

 Lance al oír el nombre de Keith se interesó repentinamente.

Pidge lo noto. Hunk también.

Empezó a sentir un escozor en los ojos.

  — Mandaron un justificante médico— dijo Shiro. —Y no puede venir a clases.

 Lance se acercó dejando tras de sí a Pidge.

  — ¿Es por su celo? — preguntó al mayor.

 Shiro estaba enterado de la relación entre Keith y Lance.

  — Si, es por su celo— confirmo las suposiciones de Lance.

 Lance cabizbajo asintió.

Lance noto que Shiro aun llevaba el vendaje.

  — Aunque quizá no sea del todo cierto— agrego Shiro al notar que sus palabras afectaron a Lance —Estoy casi seguro de que solo se sólo se está escondiendo.

  — ¿De qué?

  — De ti, Keith es así, es un bien chico, pero es complicado.

 Lance mejor que nadie sabía lo complicado que podía ser Keith.

Camino con el resto del grupo hasta la entrada de la escuela.

  — Las cosas que realmente valen la pena son difíciles de obtener— dijo Shiro sonriéndole.

 Allura corrió hacia ellos. Llevaba un paraguas rosa. Le sonrió.

 

Todos se dirigieron a sus respectivas aulas.

 

Lance junto con Hunk y Pidge entraron a las aulas de primer año. El primer semestre finalizo antes y de que se diera cuenta, el segundo semestre siguió, pronto serían los exámenes finales, vacaciones y el ciclo continuaría solo que él en segundo año y así se le iría el tiempo tal y como se le iba ahora.

Cerro los ojos para tratar de pensar con claridad.

Keith.

Abrió los ojos.

Estaba rodeado de sus compañeros. El profesor escribía algo en la pizarra. Algo que para él no tenía sentido. No le importaba. Su cabeza estaba llena de Keith y de todo lo que el omega representaba para él.

Amor

Atracción.

Sexo.

Besos.

Rememoró la mañana que estuvieron juntos en el jardín.

Los ojos rojos de Keith tratando de sofocar su llanto. La lengua caliente retorciéndose junto a la suya y el corazón palpitante contra su pecho.

Keith no estaba en esa clase. No sabía cuándo regresaría o si volvería. Solo pensaba en lo mucho que deseaba verlo y solo eso cabía en su cabeza.

El tiempo pasaba demasiado lento. Solo teniendo a Keith frente a él lograría entenderlo sus sentimientos.

Entre "gustar" "querer" o "amar".

Mucho más complicado de lo que imaginada.

"Las cosas que realmente valen la pena son difíciles de obtener"

Que difícil era Keith.

Las cosas que realmente valen la pena.

De amor no se vive. Eso lo tiene claro. Por mucho que quiera a Keith no podrá curar sus heridas.

Marcado por el abandono Keith cerro su corazón. Una vida que Lance no imaginaba. Un dolor que nunca viviría.

 

Paso todo el día pensando en que diría cuando tuviera frente a él a Keith. Tantas cosas pasaban por su cabeza y no estaba seguro si alguna era la adecuada. Solo buscaba aquellas que expresaran todo lo que sentía. Y sentía mucho. Demasiado. Incluso para el mismo.

Las clases terminaron. Todos sus compañeros abandonaron uno a uno el aula.

  — ¡Lance! — Pidge se paró frente a él chico —Hunk y yo pensábamos en ir a comer algo.

  — Lo siento— se disculpó metiendo apresurado sus cosas en su mochila —Tengo algo que hacer.

 Debía ir a ver a Keith y aclarar las cosas. No dejaría que se esconda para siempre. Y no deseaba esconder ya nada.

  — Oh, bueno, entonces iremos otro día.

 Lance salió del aula con paso veloz.

  — ¡Esperó Keith también venga! — dijo sabiendo a donde se dirigía su amigo.

 Hunk se paró junto a ella.

  — ¿Va a ir a ver a Keith?

  — Si— respondió Pidge.

  —Tengo hambre.

  — Yo también, vayamos por comida.

  — ¡Oh, si, comida!

 

Sus pasos apresurados lo llevaron rápido hasta la salida. La masa de estudiantes se removía a su al rededor tapándole el paso. Empujó hasta lograr salir. Giro por la esquina. Unas dos cuadras más y llegaría ahí. Se encontraría con Keith.

Todo ese tiempo sus "te quiero" eran verdaderos. Necesitaba que le creyera y que lo aceptara o de lo contrario terminaría ahogándose en su propio sufrimiento. Llego hasta el edificio de apartamentos.

El ruido de los autos, Las voces de los vecinos y su respiración agitada. Subió por las escaleras. Una extraña familiaridad se apodero de él, como un deja vu. Siguió por el pasillo hasta llegar al apartamento de Keith. No lo pensó mucho y dejo que su cuerpo actuará por sí mismo. Golpeo la puerta insistente. Escucho un chirrido dentro como pasos acercándose y luego los pasos detenerse.

  — ¡Keith! — grito sabiendo que el omega estaba al otro lado de la puerta — ¡Ábreme!

 Keith no abrió.

No esperaba que le abriera la puerta a la primera.

  — Realmente quiero hablar contigo— insistió —Necesito hablar contigo, creí que estábamos bien, luego de todo eso pensé que podríamos estar juntos— el aire se le escapó de los pulmones.

 Keith escuchaba a Lance del otro lado. Su corazón palpitaba al oír la voz de Lance. Quería verlo. Demasiado miedo sobre sí mismo.

  — Pero no volviste— su voz le fallo como si las palabras se le atoraran en la garganta —Estaba esperándote, te espere y no llegaste.

Keith dudo en abrir la puerta.

  — Se que no la tuviste fácil— respiro. Exhaló. —Entiendo que debió ser difícil, pero quiero quedarme contigo así que...

 Keith tomo la perilla entre sus manos. El metal frío hizo contacto con si piel.

  — …Abre la puerta— suplico.

 Keith abrió. Le abrió como las últimas veces. Sus ojos grises le ardían. Habia estado llorando.

  — Déjame entrar.

 Un mechón oscuro cayó sobre la frente de Keith. Sus mejillas pálidas se ruborizaron cuando sus ojos hicieron contacto con los de Lance.

  — Yo...— murmuro —...no me siento bien.

  — Hay algo que quiero decirte— dijo después de que Keith terminara de hablar —No sabes mucho de mí.

 Era verdad. No sabían mucho el uno del otro.

Keith se mordió los labios.

  — Mi nombre es Lance McClain.

 Keith no entendía del todo.

  — Vivo con mis padres, mis hermanos y mis primos— agrego —Me gusta el color azul, estuve en un campamento en una granja, mi signo zodiacal es leo, pienso ingresar a la universidad después de graduarme, quiero estudiar ingeniería y estoy enamorado de alguien.

 Los ojos azules brillaron.

  — Estoy enamorado de ti— sonrió.

  Keith salió por completo del apartamento quedando a escasos centímetros de Lance.

  — Se que soy un alfa y tu un omega, no voy a pedirte nada que no quieras y sé que aún somos muy jóvenes, pero si quieres tener hijos, si son tuyos y míos voy a quererlos así que...

    — Porque los omegas están destinados a pertenecer a un alfa— dijo con voz baja interrumpiendo a Lance. Frunció entrecejo, lejos de estar enojado estaba triste.

 Lance guardo silencio decidido a escuchar cada palabra de Keith.

Keith tenía razón. Eso es algo que no puede negar. Desde que son pequeños se los enseñan. Les educan de esa forma. Separados de forma cruel por tres categorías. Inevitablemente así es, no pueden cambiarlo. Es parte de su naturaleza. Naturaleza a la que están condenados desde el momento en el que nacen hasta el que mueren.

Omegas.

Betas.

Alfas.

Los omegas quienes son desdichados y mermados por su naturaleza. Es algo que no pueden controlar. Su celo. Cada mes son sometidos por este, deben usar supresores y si son desafortunados y los supresores no hacen efecto en ellos entonces están condenados a esconderse. Esconderse cada mes para evitar ser atacados, violados y humillados por el alfa que los encuentre en ese estado, entonces el alfa los mordería marcándolos como suyo ¿Como suyo? Eso era lo que molestaba a Keith. No Lance en sí. Lance le gustaba, lo quería, realmente desde el fondo de su corazón lo quería, pero odiaba que fuera un alfa y por eso no quería doblegarse, no quería que Lance lo marcara como suyo ¡Ah, es eso! Un orgullo mezclado con miedo, más miedo que orgullo, pero al final ambos. Se sintió miserable.

  — Yo voy a quererte.

 La voz de Lance le pareció como un murmullo lejano, estaba tan sumergido en su mente que por un breve instante olvido a Lance.

Alzo la mirada para toparse con el azul oscuro de los ojos del alfa. Retrocedió un poco. Lance lo miraba con una cara compasiva entre mezclada con dulzura.

  — Voy a quererte por quién eres, porque eres Keith, no un omega.

 Keith movió la cabeza tratando de entender las palabras de Lance. Sus palabras sonaban honestas y por su rostro no habia paso para el engaño. Lance no está mintiendo. Lance lo quiere y lo dice con una firmeza que le hace temblar.

  — Déjame quedarme— dijo Lance en una súplica.

 Sabe que no está mintiendo, lo sabe por qué su corazón se está desbordando en su pecho. Lo sabe por qué algo se lo dice, pero el miedo ¡Ah, el miedo! Lo paraliza.

  — Quiero quedarme...— algo más se atoró en su garganta. Ansiaba decirlo, el rostro afligido se Keith hizo que el "te amo" no fuera pronunciado por Lance.  — Yo creo— dijo con seguridad en su voz —Que hay algo más que las feromonas, ser alfa u omega.

 Lance se encogió de hombros casi parecía encorvarse, luego se puso derecho y dijo:

  — Es porque eres tú y si eres tú está bien.

 Keith abrió los ojos grandes, no era un "Te amo", era algo más, algo más allá de la pasión y los sentimientos de deseo que los unían, Lance lo aceptaba como él es, las palabras sonaban exquisitas, porque eran verdaderas, honestas y lejos de la malicia.

Entonces Keith rompió a llorar, su rostro antes enojado ahora se trasformaba en una mueca de llanto, sus piernas se volvieron débiles y antes de caer al suelo Lance lo tomo, lo tomo como esa vez que él iba a caer en el aula luego de ser atacado por un alfa, se aferró al brazo de Lance, lo jalo de su abrigo acercándose desesperado al rostro de este y lo beso.

Lance se sorprendió por el beso. Keith lo besaba, parecía hambriento y desesperado, pero su alegría se marchito cuando Keith se alejó.

  — Lo siento— murmuro con la cabeza baja. Su comportamiento no iba acorde a sus deseos. El miedo le bullía en su interior.

  Lance entendió.

  — Lo sé— acaricio el rostro. Lo beso. Un beso suave, como un "te estaré esperando". Se fue andando por los pasillos.

 Keith se quedó parado observando como Lance se marchaba, alejándose y volviéndose pequeño a la distancia. Verlo alejarse le provocó un terror indescriptible, sin darse cuenta soltó un gemido ahogado como llamando a Lance.

  — ¡Lance! — grito antes del que moreno bajara por las escaleras.

  Lance se detuvo para mirar a Keith, el pelinegro tenía la cara roja y los ojos brillantes.

  — ¡No te vayas! — corrió por impulso. Su cuerpo se movía por sí solo, como si todo lo llevara hasta Lance de forma que él no podía hacer nada contra eso. Y no deseaba detenerse.

 Lance se sorprendió al ver que Keith corría hasta él, su corazón latió con fuerza al tenerlo frente a él. Keith se apoyó del barandal exterior, aunque no corrió mucho sentía que se iba desmayar.

Respiro con dificultad.

No esperaba que Keith reaccionara de esa manera.

  — ¿Estas bien? — preguntó Lance al verlo de esa forma —No te esfuerces...

  — No, no— negó moviendo la cabeza —Quédate.

Notas finales:

¡Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).