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[YoonMin] Cazando un ángel por Bloody Pain

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Notas del capitulo:

¡Capppiiii nuevo! Agradezco sus comentarios y si usan Wattpad, también tengo perfil allá: @Kim_dehra

 

¡Disfrútenlo, babys!

--Tres... dos... uno... 

Un flash salió disparado y la selfie quedó automáticamente tomada. Jimin tomó su celular de las manos de Jin y subió la foto a Facebook, notando que a los pocos segundos comenzó la lluvia de likes y comentarios. Sonrió feliz, guardando el aparato para dedicarse a ver a sus hermanos. 

--Felices dieciocho, hermanitos --comentó. Jungkook sonrió amplio y le besó la mejilla.

--Feliz cumpleaños, hermanos. No somos legales todavía, pero estamos a las puertas --se burló Kook. Jin le dio un empujón.

--Tontos. ¿Alguien quiere algo delicioso para la cena? Me siento inspirado, creo que cocinaré... Mmm... ¿Qué debería cocinar?

Los tres estaban en el almacén donde trabajaba Jungkook, que consistía en uno de ropa de la marca más costosa para caballeros en Seúl. Jin trabajaba a medio tiempo como chef en un restaurante, el otro medio tiempo estudiaba Alta Cocina, y Jimin era entrenador deportivo completamente independiente. En unos pocos minutos Jungkook terminaría su turno y podrían ir a celebrar juntos; en ese momento Jin recibió un mensaje a su celular, sonrió, y vio a sus hermanos con gran placer.

--Olvídenlo, Rosé nos invitó a House of Cards --dijo. Jimin soltó una exclamación ante la invitación al mejor Club Nocturno en todo el país. 

--¡Pero no somos mayores de edad! --Jungkook le rodeó los hombros por el lado derecho, Jin por el lado izquierdo.

--Te recuerdo, hermanito --dijo Kook--, que somos tres hermosos angelitos con ciertos... encantos. 

Los tres se echaron a reír. Era verdad, eran ángeles, algo tan hermoso que resultaba irresistible, y aunque iba contra las reglas abusar de su encanto para divertirse todo el tiempo... Bueno, podrían excusarse diciendo que eran jóvenes, fue "una sola vez", y se criaron como humanos normales. Fácil, ¿verdad? Y divertido, en especial porque Jimin nunca había probado el alcohol. 

--Bien --dijo Min--, pero si nuestro padre se entera los culparé a ustedes. 

--¡Esa es la actitud! --chilló Kook. 

 

En cuanto llegaron a la fiesta eran las diez de la noche. ¡Aún era temprano pero ya estaba encendida! La temática era neón, por lo que la luz negra al rededor y todo el mundo brillando resultó deslumbrante para tres ángeles que no acostumbraban a ello. Bueno, a dos, porque Jungkook sí que tenía experiencia en el territorio. 

¿Qué? Los ángeles en la Tierra tenían ciertos privilegios, por lo que algunos estaban más que dispuestos a aprovecharlos. Eran como los cupones de descuento que a veces daban las tiendas: unos clientes los olvidaban o perdían, mientras que otros vivían de ellos. 

La música sonaba a todo volumen, era algún remix de "Sexy Bitch" de David Guetta, por lo que Jimin comenzó a mover su cabeza al ritmo. Él amaba bailar, pero era del estilo de chico que aprendía coreografías, no de los que se dejaba llevar por el ritmo de la música sin pensar ni tener un paso fijo, tal como todos en la fiesta, por lo que la idea le resultó tentadora. Se giró a ver a sus hermanos para sacar a alguno a la pista, pero los muy tontos ya se habían perdido en algún lugar del tumulto. 

--¡Jiminnie! --Cuando el aludido se giró observó que era Taemin, uno de sus más grandes amigos desde la preparatoria. 

El pelinegro llegó un día después de que trasladaron a su padre (militar) a Seúl, y allí había decidido continuar su vida, así que era básicamente el mejor amigo del ángel. El aludido se acercó a abrazarlo, pero algo lo detuvo: olor a demonio. Taemin olía a demonio. ¿Por qué?--. ¿Estás solo? Creí que vendrías con tus hermanos, especialmente con Kookie, no se pierde ni una. 

Su hermano le había advertido que esta clase de lugares era habitual para los demonios, pero ellos no hacían gran escándalo por las leyes que había. Entonces, ¿por qué su mejor amigo olía a demonio? Eso ni siquiera era legal. Jimin volvió a la realidad cuando Taemin lo tiró más cerca de él, tal vez para no tener que gritar tanto por el volumen de la música.

--Ven --dijo al oído. El olor se hizo más penetrante, Jimin no supo si quería vomitar o seguir aspirando--, te presentaré a unos amigos. 

El ángel no tuvo tiempo de reaccionar, pues Tae ya lo estaba tirando de su mano para guiarlo por entre la gente. Se estrelló algunas veces con unos, pero no se fijó demasiado, tenía su vista clavada hacia el frente, buscando hacia dónde lo quería llevar Taemin. 

"Ellos fingen actuar como simples humanos, así que debes fingir tratarlos como tal mientras no quiebren nuestras leyes. En todo caso, es como si ellos fueran los criminales en libertad condicional y nosotros sus policías", advirtió su hermano Jungkook hacía una hora, cuando aún estaban en casa. 

"Debes tener todos tus sentidos alerta, pues los demonios juegan sucio. Fingirán hacer cosas inocentes, si no tienes escapatoria sígueles el juego, pero no caigas en él."

En cuanto llegaron a la mesa, Jimin pudo saber por qué Taemin olía tanto a demonio: había en el grupo de siete personas, tres demonios bastante poderosos. ¿Cómo no los sintió cuando llegó al lugar? Debía ser porque su poder angelical aún no despertaba del todo, quizá eso. Uno de ellos, como le presentó Taemin después, se llamaba Minho. De él provenía aquel fuerte aroma que su amigo traía encima. Luego estaba esa chica: Mina, quien cantaba en bares y le iba bastante bien por su talento. Finalmente...

"Recuerda: los demonios son los mejores engañando. Entre más te atraigan, más peligrosos son y deben ser los primeros en exterminarse a la primera oportunidad. Nunca olvides que tres de ellos son los Príncipes del Infierno y están aquí para llevarnos."

Entonces, definitivamente, de esos tres demonios el más peligroso era él. ¿Pero cómo pudo? Jimin lo recordaba a la perfección, él nunca podría olvidar cómo su padre Junsu lo había golpeado tanto que este bastardo no tuvo tiempo de nada más que de huir. Lo recordaba, porque aquello había cambiado por completo el rumbo de su vida y la de sus hermanos. ¿Cómo era que seguía vivo? ¿Por qué...? Por primera vez en sus dieciocho años, Jimin supo lo que era sentirse llamado por la tentación. 

--Él es Min Yoongi, es un poco serio con los desconocidos pero en cuanto tengan confianza verás que es un bromista. --Y vaya bromista, pensó Jimin. 

Estuvo a punto de sacar sus poderes y atravesar al demonio cuando lo vio acercándose y tomándolo del antebrazo. Antes de cualquier cosa, el demonio le susurró al oído:

--Vamos a bailar, ángel. 

Notas finales:

¡Se encontrarooooonnnn! Ña ña ñaaa

Ojalá lo hayan disfrutado!!

Besitos~


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