Racional, apático y pragmático.
Si había adjetivos que pudieran describir a Kamukura esos eran de los más comunes.
Su forma de actuar era premeditada y los actos rara vez involucran emociones, era por ello que la situación de Nagito Komaeda no sería la excepción. Su otro yo le había confiado la tarea de detener el ciclo de suerte del albino, o más bien controlarlo.
Kamukura sabía que los resultados de su plan serían satisfactorios para el cometido, pero también era consciente de que Hajime Hinata tendría un gran descontento con lo que ocurriría.
No le importaba, aun así, su deber era controlar el ciclo. Si el fin justificaba los medios, entonces todo estaría bien para él. La idea era mantener al chico enfermo con vida aún si este debiera sufrir.
La situación sería diferente si el albino pudiera controlar su suerte, sin embargo, no era capaz y Kamukura comprendía que el cambio en ese mecanismo cíclico dependía de Komaeda, aun así, en su estado actual no sería capaz de manejarlo y las tragedias serían inevitables.
Hinata ignoraba la verdad que Izuru sabía, y la verdad era que la suerte de Komaeda no era tan caótica como pensaban, después de todo era el mismo Nagito quien ponía en juicio lo que era mala suerte y lo que no. Acto seguido esta funcionaba en base a lo que deseara, por lo que no era meramente azaroso. Sin embargo, era probable que en la infancia y por posteriores traumas, creyera que era un poder incontrolable, dejándole así completa libertad de accionar en cualquier momento.
Si Nagito no tuviera tanto terror a su talento y a las consecuencias que esté podría traer, lo controlaría. Pero aún si le decía la verdad, no lo creería, de hecho podía incluso culparse más por lo ocurrido.
El ciclo de suerte había empezado desde el momento que el albino consideraba que algo era bueno o malo, ahora Izuru tendría que contrarrestar los efectos, el objetivo era mantenerlo con vida, aún si eso implicará arruinar todo lo que Hinata construyó.
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_Por favor quédate quieto_ La princesa habló en modo de regaño mientras pasaba un cepillo por el cabello enmarañado y blanco.
Nagito se quejó por los tirones, cuando Sonia le dijo que deseaba pasar el rato no pensó que eso implicará peinarlo. El albino se haría una nota mental de no acercarse mucho a sus compañeras si estas tenían esos planes en mente.
_ ¿Cuánto hace que no te cepillas el cabello?
_ No recuerdo, quizá hace unos años.
_ ¿EH? ¿Enserio? No es higiénico, podrías acumular basura.
Nagito suspiró ante la terquedad de la princesa.
_ ¿No son cosas que harías con las demás chicas?
_ Están ocupadas, además prometí que construiría lazos entre mis compañeros, esto es una buena forma de hacerlo_ Sonrió con satisfacción.
_ Es un poco doloroso ahora que lo pienso.
_ Bueno tienes muchos nudos en el cabello, está es una buena técnica que usábamos para peinar ovejas en mi país.
Nagito pensó por breves segundos si Sonia lo estaba considerando como una oveja, pero suponiendo que no lo dejaría ir hasta que termine no le quedaría más que esperar.
A pesar de la actitud extraña de Hajime al salir corriendo como lo hizo en la mañana y la dificultad de Nagito por recordar cómo llegó al hotel, el ambiente que sus compañeros otorgaban era muy sereno para él.
Su suerte no había actuado y por primera vez en un buen tiempo sentía comodidad de estar con gente a su alrededor, aún si su autoestima seguía sin ser de lo mejor, las cosas estaban bien. O al menos desde su perspectiva así era, ya que para Hinata las cosas se estaban complicando más de lo que creía.
Komaeda sospechaba que algo había pasado, pero esperaría que Hajime llegará, tenía un mal presentimiento sobre todo lo que pasaba y rogaba para sí mismo que su suerte no lo arruinará.
_ ¿Nagito? _ Sonia lo llamó_ ¿Estás bien?
_ Si, solo estaba pensando en algunas cosas.
_ Ya veo, no debes preocuparte, Naegi y los demás podrán dar con los responsables de los atentados.
_ ¿Crees que fue mal idea volver tan pronto?
_ ¿A qué te refieres?
_ Tal vez el mundo aún no ha comenzado a apaciguarse luego de lo que paso...
Sonia se quedó pensativa un momento.
_ Pase lo que pase nos tenemos los unos a los otros ¿verdad?
_ Supongo.
_ ¡No lo supongas! Confía en tus amigos_ La princesa sonó firme y segura, el oji gris sonrió ante la actitud positiva de la chica, pero la sonrisa desapareció luego de que Sonia volviera a usar el cepillo en su cabellera.
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Una presencia intimidante llegó al hotel luego de la hora de almorzar, la mayoría de los presentes se sorprendió al ver a Hinata con un gesto tan serio, pero este no dijo nada y se sentó a la mesa junto con los compañeros que aún no finalizaban su comida.
Su mirada transmitía un mensaje claro, no deseaba hablar con nadie, incluso Ibuki quien brincaba de un lado a otro se vio intimidada por los ojos de su amigo. No había duda que algo había pasado, pero nadie se sentía seguro de preguntar, creían que él lo diría a su tiempo.
_ ¿Hinata-kun? _ Komaeda se acercó hasta él con el pelo más esponjado de lo normal.
_ ¿Qué quieres? _ Su voz seria lo hizo retroceder un poco.
_ Solo quería ver si estabas bien, no deseo molestarte, pero como en la mañana actuaste extraño...
_Estoy bien, vete.
_ ... ¿Seguro? ¿Podemos pasar el tiempo si quieres?
_ No quiero pasar tiempo con una basura moribunda como tú, apártate de mí vista.
Nagito se quedo en silencio. Asintió bastante dolido por las reacciones de su amigo, supuso que lo incomodaba o que no deseaba verlo en aquel momento y se alejó rápidamente.
_Oye no seas un capullo, Hinata. ¿Qué te ocurre? _ El mafioso frunció el ceño ante la actitud amargada de su compañero.
_Nada, quiero estar solo.
_ ¿S-sabes que puedes pedirnos ayuda si lo necesitas verdad? No tienes porqué ser tan cruel _ Mitarai intentó calmar el ambiente, pero solo logró que el castaño se levantará de la mesa para irse.
_ Quizá este muy ocupado, lo mejor será dejarlo en paz_ El impostor definitivo habló intentando calmar a su amigo el cual se mostró bastante triste ante la respuesta obtenida.
Komaeda por su parte decidió pasar el tiempo entre libros dentro de su habitación, para intentar olvidar las palabras de su compañero.
Se sumergió en su lectura a la vez que la tarde pasaba rápidamente, sabía que algo no andaba muy bien con Hinata, él no era así, aunque temía que en el fondo se hubiera aburrido de su persona. Por eso mismo no deseaba molestarlo. Aún le agradaba estar a su lado, no deseaba ser una molestia para alguien como él.
Suspiró dándose cuenta que no podía concentrarse en lo que leía. Se sentía miserable respecto al talento que tenía, deseaba en el fondo de su ser poder brindar esperanza a otros en lugar de desesperación.
Sin darse cuenta el albino cayó dormido olvidando algunas cosas ocurridas durante las últimas horas, como los últimos dos capítulos de su libro. Aun así, recordaba el cepillado de cabello y la conducta extraña de Hinata, con aquello en mente y sin haber cenado se dirigió a la habitación del castaño con intención de hablar con él.
Sabía que su memoria también estaba mal, tenía grandes lagunas que no eran habituales, sea como fuere podría comentárselo.
Un par de golpes bastaron para encontrarse con una mirada fría y con expresión de aburrimiento.
_ ¿No tienes tu propia habitación, Komaeda?
_ Necesitaba hablar contigo.
_ ¿De qué?
_ Sé que algo anda mal contigo, solo puedo inferir que se trata de algo relacionado con Kamukura.
El chico era listo no había duda, había observado bien las actitudes de la esperanza definitiva y las de Hajime para saber la diferencia, algo había pasado y ahora esa segunda personalidad tenía más fuerza que la primaria.
_ Vete Nagito. Te dije que no quería verte.
_No lo haré, tengo asuntos que resolver contigo.
_ ¿Qué pruebas tienes?
_ Tu conducta cambio radicalmente al ver mi pérdida de memoria y luego de las llamadas privadas que te hicieron, saliste del hotel a toda prisa, desde entonces has vuelto diferente, Kamukura está más presente en ti que antes.
Ante esas palabras el lado de Hinata se mostró una vez más.
_ No quiero hablar de eso, por favor, ve a dormir.
El castaño no estaba seguro del plan de su otro yo y no es como que le agradará mucho lo que estaba haciendo, pero tenía que confiar en él si quería ayudar a Nagito.
_Hinata-kun. Solo déjame hablar contigo un momento y..._ El albino se tambaleo por un mareo.
_ ¿Te encuentras bien? ¿Has comido algo acaso?
_No.
Se oyó un pesado suspiró.
_ Entra y siéntate, te traeré algo.
Fueron solo unos minutos hasta que el castaño se perdió de vista. Nagito uso su suerte para encontrar lo que estaba buscando en poco tiempo, las palabras que leyó en aquel estudio hicieron que formara una mueca de disgusto. Rápidamente guardo los papeles y se sentó en el sofá de la habitación.
Hinata llegó con algo de comida y agua. Pero el albino no comió tanto como hubiera esperado.
_Komaeda, tienes que alimentarte mejor_ El tono volvía a ser serio.
Nagito sabía lo que tenía que hacer, no debía dejar que Hinata supiera lo de los estudios, por lo tanto, debía acudir a su lado menos perceptivo y racional.
_ Te preocupas demasiado...
_ Ya estás aquí, ahora habla.
_ Creo que entiendo lo que te ocurre. Estas agobiado.
_ No es una sorpresa.
_ Me refiero a que estás agobiado de mí ¿verdad?
Aquello hizo que ambas personalidades colisionaran en una discusión. Fue Izuru quien tomó el mando, su plan era herir a Komaeda emocionalmente y hacer que esto actué para compensar la mala suerte. Hinata no deseaba eso, pero confiaba en Kamukura, sabía que la opción que escogiera sería la que salvará a Nagito.
Lo malo es que olvido el punto crucial, Kamukura es pragmático y se aburre con facilidad. De todas las opciones que hubiera elegiría la más útil, aunque fuera cruel.
Incluso si eso implicaba dejar de lado las emociones y la amistad de Hajime con el oji gris.
_ Tu suerte ha traído demasiados problemas.
_ Lo lamento_ Bajo la mirada_ Prometo no ser una molestia para nadie, de todas maneras, sabía que esto acabaría así tarde o temprano.
El castaño enarcó una ceja.
_ ¿Qué cosa?
_ Es imposible que pudiéramos ser amigos. Quiero decir, no nos llevamos tan bien como parece ¿verdad?
_ ¿De qué hablas? _ Hinata respondió esta vez.
Komaeda sonrió falsamente, tenía que hacer que sus palabras afectaran a Hinata, si Kamukura estaba al control podría predecir sus acciones tempranamente antes que llevará a cabo su plan.
_ No sé mucho de amistad, pero estoy seguro que no funciona mediante la culpa. Al fin y al cabo, esa es la razón por la que volvimos a hablarnos, nuestra culpa. O quizá necesitábamos de alguien a quien acudir para llorar por nuestras heridas.
Hinata frunció el ceño con molestia, no le agradaba el matiz de esa conversación, por más que Kamukura intentará tomar el control no lo dejaría, sería él quién confronté a Nagito.
_ No puedes decir eso, ¿no eres tú el que deseaba ser mi amigo en primer lugar? ¿Por qué me tiras toda esta mierda ahora?
_ Porque me di cuenta rápidamente de lo que ocurre. Hinata, tú me estás mintiendo.
_ ¿En qué?
Nagito sonrió con malicia.
"Hinata no seas imbécil, tienes que seguir el plan"
"CÁLLATE, ESTO ES TU CULPA, ¿C“MO ES QUE HACERLO SENTIR MAL IBA A FUNCIONAR? AHORA ESTA A LA DEFENSIVA"
"Idiota, es la única forma de que su suerte no lo destrocé, su enfermedad avanza"
"¿Vale la pena si se alejará de todos?"
"No se puede tener todo en la vida, Hinata".
"Creí que tenías un buen plan, solo estás arruinando todo"
"Mi plan era para que sobreviviera, no para ser mejores amigos, si te importara realmente su vida te apegarías a lo que digo"
La pelea interna solo hacía que se enfadara y el hecho de estar entrando en una discusión con Nagito lo hacía molestarse aún más.
_ Ya dime, ¿en qué estoy mintiendo?
_ Tú no quieres ser mi amigo, solo quieres depender emocionalmente de alguien.
_ ¿Qué? ¿Qué mierdas dices?
_ No digo nada que no sepas, siempre has sido así, solo querías a alguien que te dijera que lo que hiciste no fue tan terrible ¿verdad? No puedes con tu consciencia y buscaste a alguien igual de mal que tú para no sentirte tan mal.
_ Nagito para.
_ Lo siento, pero no seré él reemplazo de Chiaki, solo porque tú no puedes con tus culpas.
Aquello fue un golpe bajo y los ojos bi-color se llenaron de ira y frustración.
_YO NO TE ESTOY REEMPLAZANDO CON ELLA.... ACASO ME DICES ESTO ¿PORQUÉ YA NO QUIERES SER MI AMIGO? PUES VETE Y HAS LO QUE QUIERAS, YA NO TENDRÉ QUE PREOCUPARME POR TÍ.
_ No te pongas así Hinata, entiendo que quieras hacer todo por mí. Después de todo la última persona que te ayudo con tus problemas personales murió por tu culpa.
_ ¡Vete a la mierda!
Hajime se contuvo todas sus fuerzas para no golpear al chico peli-blanco, no quería verlo, sus palabras solo lo hicieron sentir peor, como si no tuviera suficiente con Izuru. Tanto que se había preocupado por él y lo trataba de esa forma...
Nagito abandono la habitación dejando al castaño con su mente hecha un desastre.
"Hinata, no debes..."
"Púdrete Izuru, no quiero oír tus estúpidas mierdas por una semana como mínimo".
"Como quieras"
Le dolía, de verdad le dolía que Nagito le dijera eso, fue como una regresión a la isla donde no hacía más que sentirse como basura, pero lo que más le dolía era que al fin ambos habían empezado a llevarse bien, se apoyaban mutuamente, se entendían.
Tenía muchos problemas por resolver, eso era verdad, no es como si hubiera obligado a Komaeda a cargar con sus problemas, de hecho, se sentía feliz de que al fin pudieran encontrar un punto de entendimiento a pesar del dolor.
Pero ahora se sentía traicionado y dolido. Incluso dudaba de si lo que dijo era verdad.
¿Realmente estaba usando a Komaeda para sentirse mejor? ¿Era tan egoísta y cruel como para eso? ¿Estaba haciendo todo por Komaeda o por él? ....
_ Deje que Izuru tomará el control, porque no quiero que muera...yo...en verdad soy un egoísta_ Susurró para si mismo.
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Pasaron dos días en los que Hinata se aisló de todos pensando en lo que debía hacer, no quería hablar con Komaeda o verlo, sabía que era una mala idea luego de la confrontación.
Sus compañeros durante 48 Hs no desearon molestarlos, supusieron que hubo una gran pelea y no desearon interferir, pero pasado tanto tiempo se dispusieron a ver si al menos comerían.
_ ¿Hinata? _La voz de Soda sonó tras la puerta_ Deja de estar depresivo, tienes que comer un poco.
_ Estoy bien.
_ Como quieras... iré por Komaeda, maduren un poco y hablen de sus asuntos, chicos.
Él sabía que no podía mantenerse así para siempre, solo necesitaba tiempo para pensar bien las cosas, la actitud de su compañero fue sumamente irregular. Aún si Izuru era cortante, no hizo nada tan grave para que se comportará de una forma tan defensiva. Era como si quisiera alejarlo por alguna razón....
"Mierda"
"Así que lo hizo a propósito"
"MIERDA, MIERDA, MIERDA"
Se acercó al cajón de su escritorio, los estudios de Nagito estaban desordenados y el sobre abierto.
_ Si, lo hizo a propósito.
Salió de la habitación velozmente y abrió la puerta del cuarto del albino de una patada, dejando a Soda bastante aterrorizado por esa reacción repentina.
_ ...
El cuarto estaba vacío, no había siquiera prendas o sabanas, había huido del hotel y según su análisis había sido posiblemente la noche de la discusión.
"Sabía que estaba muy enfermo y que te preocupabas por él más de la cuenta, posiblemente vio a través de tu desesperación... dijo todo lo que dijo para que no quisieras verlo y tener oportunidad de huir. Además de que si te atacaba de forma emocional tú personalidad se acrecentaría y no podría ver sus intenciones con tanta facilidad"
_ Joder Komaeda.
_ ¿S-se fue? ¿Por qué? _ Preguntó Soda sin entender lo que acababa de ocurrir_ ¿No hay asesinos buscándonos afuera?
_ ¿Por qué demonios...?
"No quería ser una carga para nadie"
_ ... _ Apretó el puente de su nariz y miro a Soda con expresión seria_ Llama a la fundación del futuro, iré a buscarlo.
"Sabes que no querrá volver, además si tiene suerte, dudo que le haya ocurrido algo"
"No podemos arriesgarnos a dejarlo así como así"
" Eres terco"
"No debí ocultarle la verdad, quería ayudarlo con su suerte y terminé empeorando las cosas, debía apoyarlo con su enfermedad no querer tomar medidas drásticas y alejarlo para que sobreviva..."
"Hice lo que tenía que hacer, tú deseo era que viviera aún si él no quisiera eso"
"Ya no más, voy a arreglar las cosas y tengo una idea de donde puede estar".
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Komaeda se refugiaba del frío de su abandonado hogar con las sabanas que tomo del hotel, sabía que las palabras que dijo a Hinata eran crueles, pero no deseaba que su amigo volviera a la desesperación solo por él. No quería ser una carga o causar más problemas.
Tampoco quería que su enfermedad hiciera a Hinata o a sus nuevos amigos sufrir más, pese a que extrañaba de alguna forma las risas, la rutina en el comedor, la actitud maternal de Sonia, los reclamos de Mahiru, los insultos de Hiyoko...
Tener seres queridos era doloroso porque sabía que estaba destinado a perderlos, justamente por eso se había alejado, no lo extrañarían luego de un tiempo...
_ ¿Quién extrañaría a una basura moribunda como yo? _ Susurró.
Su estómago rugió, la comida que trajo se había agotado, solo le quedaba usar un poco de dinero e ir por algo de comer. Utilizó su chaqueta para cubrirse y salió a la calle de forma sigilosa atento a todo lo que se moviera a su alrededor, tanto así que no percibió a la figura que chocó contra su cuerpo.
_ ¡Oiga, tenga cuidado! _ Una voz femenina muy familiar hizo eco en sus oídos.
La persona frente a él, ahora mucho más cambiada por la edad tampoco tardo en reconocerlo y en su rostro se formó una mueca de sorpresa.
_ ¿Kotoko?
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