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Un motivo para vivir (HinaKoma) por Alayashilum

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Advertencia el siguiente cap. Contiene escenas fuertes de violencia, sangre y violación.

Luego de la información proporcionada por los ex remanentes, tanto los tres miembros principales de la fundación del futuro como otros varios oficiales no tardaron en buscar al albino. Las calles y el teatro donde esta supuesta actriz joven trabajaba fue investigado en su totalidad, volviéndose casi una escena del crimen.

_ Supongo que tenías razón Hinata, esa niña estaba detrás de esto.

_Lo dudo Makoto, más bien creo que solo fue buena suerte toparse con ella_ Kirigiri quien había estado investigando hasta hace unos momentos se dirigió a los chicos.

_ ¿Encontraron algo? _ Hinata la observo con seriedad, realmente odiaba que los planes se alteraran y los resultados cambiaran tan repentinamente. Todo se complicaría más.

_ Izuru nos brindó información correcta, esa niña estuvo todo el tiempo con Komaeda y muchos testigos los vieron, sin embargo, parece que unos intrusos irrumpieron en el teatro cerca de la hora de cierre y desde entonces nada se sabe de ellos.

_Waw, ¿Cómo lo descubriste?

_Cámaras de seguridad, Naegi.

_Oh.

_ Entonces perdimos el rastro_ Hinata sonaba frustrado, como era que ese chico podría atraer tantas desgracias a su persona en tan poco tiempo, al menos esperaba que estuviera bien.

_ Descuiden, nuestros hombres encontraran a esos criminales en menos de lo que canta un gallo_ Comentó el más bajito alegremente.

Togami se acercó con sus aires de soberbia, pero portaba una expresión de molestia.

_ No hables por nada, aún no hemos encontrado suficientes pistas y esos criminales borran muy bien sus rastros como para ser localizados.

_ Eso o alguien los ayuda_ Habló Kirigiri.

_ ¿Quién haría eso?

_ Bueno Naegi, no sé si sepas que gran parte de la población quiere que este grupo de gente esté muerta, si ven algo contra ellos posiblemente lo apoyaran en tanto sea para vengar a sus seres amados.

Hinata miro a los presentes con una expresión fría y decidida.

_ ¿Debería ser prudente realizar una disculpa pública para calmar las aguas?

_ No, eso solo los haría ver que tienen el control de la situación_ El rubio chasqueo la lengua fastidiado_ Tienen dos rehenes y uno de ellos es una niña menor de edad.

_ Quizá nos estaríamos arriesgando mucho.

_ En ese caso déjenos encargarnos de la situación a nosotros_ Hinata habló con seguridad.

_ Sería peligroso.

_ Kirigiri, deberíamos darles una oportunidad, ellos conocen a su amigo y además sabrán cómo actuar. ¿verdad?

_ Nadie morirá de ser posible, a no ser que sea en legítima defensa.

_ Hmm, ¿tú que dices Togami?

_ Odio admitirlo, pero estamos en un callejón sin salida, si ellos creen poder descubrir algo que nosotros no, pues adelante.

El permiso fue otorgado y Hinata asintió en señal de entendimiento, la clase 77 se reunió alrededor del joven con heterocrómia, quien les indico que era momento de comenzar la búsqueda por sus propios medios.

______________________________________

Desorientado. Esa era la palabra para describir el estado del chico albino quien yacía en el suelo tosiendo sangre luego de la paliza recibida.

Aquellas personas desconocidas para él realmente se estaban desquitando y más aún al oír la demencial risa del joven, lo cual los provocaba aun más. No es que la situación le fuera divertida, para nada, el intenso dolor en el vientre era por demás insoportable.
Aquella desesperación lo alteraba de sobremanera poniendo su cerebro en un estado de alerta constante y provocándole reacciones absolutamente desquiciantes.

"Que podría ser peor que mutilarse una mano, apuñalarse múltiples veces en las extremidades y aspirar veneno." La tortura era lo suficientemente dolorosa como para recordarle varias de sus experiencias traumáticas, lo cual le causaba más risa y empeoraba la situación actual.

_MALDITA MIERDA YA DEJA DE REIRTE_ varias patadas fueron directo a su estómago haciendo que perdiera el aire temporalmente.

_N-no...importa...que tan terrible sea la desesperación, confío en la esperanza...t-todo estará bien al final, estoy seguro_ Su voz sonaba débil y entrecortada, estaba herido y alterado, pero eso no evitaba que sonriera.

Era una de esas situaciones donde su fe ciega lo protegía, cualquier otro lloraría, insultaría o simplemente se resignaría a morir, pero Nagito Komaeda solo reía mientras las espirales seguían en sus ojos, esperando que la esperanza le brindara la buena suerte que necesitara para salir de aquella situación.

_ NO PUEDO SEGUIR ESCUCHANDO A ESTA COSA REÍR, TRAIGAN ESE MALDITO PA‘UELO Y AMORDAZENLO.

_Cálmate de una vez, necesitará hablar en el interrogatorio.

_Podrá hacerlo mañana, si sigo escuchándolo decir esperanza una vez más ¡Juro que le cortare las cuerdas vocales!

Los dos hombres presentes que se encargaban de torturarlo discutían entre ellos, mientras otro le colocaba un vendaje en su boca al chico ensangrentado. Tenía varias heridas y contusiones, su mano robótica no funcionaba bien, además de que posiblemente tuviera una pierna rota luego de que uno de esos sujetos pisará el resto de sus extremidades repetidas veces.

"Incluso si muero nada de esto importará, liberaré a este mundo y a Hajime de mi carga, estoy tan feliz". La mentalidad se deterioraba cada segundo y el estrés provocaba en el albino un sinfín de emociones intensas difíciles de controlar. "Estoy tan feliz, tan feliz, mi muerte será la mayor esperanza de todas".

Su voz no salía, simplemente leves sonidos se escuchaban mientras su cuerpo seguía entumecido producto del daño físico. Era frustrante para sus captores ver que nada funcionará, creyendo que les estaba tomando el pelo cuando claramente presentaba un ataque de ansiedad.

Nagito no sentía odio hacia esas personas, creía que su deber en herirlo era correcto desde que se sentía merecedor de ello y ver las fotografías de las familias muertas por su accionar no hacía más que reforzar esa idea.

Consideraba que era un acto de buena fortuna sobre todo al observar que se encontraba muy cerca del destornillador, los golpes y empujones lo habían aproximado hasta allí y pese a que una mano estaba atada y completamente inutilizable, se las ingenio con su suerte para lograr poner la herramienta en el bolsillo de su chaqueta cuando los captores estaban demasiado ocupados discutiendo.

"Sip, este es un día de buena suerte, ahh, pero tendré que sobrevivir un poco más si quiero llevarle el destornillador a Kotoko".

No estaba en sus planes escapar, incluso en esas condiciones le sería difícil, pero sí deseaba al menos que la niña de rosa huyera y advirtiera a sus compañeros del peligro o al menos donde se encontraban sus enemigos. "Debería de darle instrucciones a la niña más tarde".

_OYE TÚ, ¿D“NDE CREES QUE VAS?

El sujeto más agresivo se acercó tironeándolo del cabello hasta el centro de la sala, por fortuna no había perdido el destornillador de la chaqueta o todo su plan se iría al demonio.

Sus ojos aún estaban en espiral y la furia junto con el asco podían leerse en la mirada de aquellos sujetos.

_ ¿Algún plan? Dudo que se doblegue a base de puñetazos.

Los tres cuchichearon entre ellos. Komaeda solo los observaba y respiraba profundo intentando distraerse un poco del dolor físico que tenía. No le importaba lo que le hicieran tan solo esperaba poder llevar con éxito su plan.

_ ¿Traes la navaja? Tengo una idea.

_ Si_ uno de los hombres le extendió un objeto afilado a su compañero.

_Y tu trae a la niña, no puedes hacerle nada o tendremos problemas, pero tal vez le interese mirar.

Nagito lo observo fijamente intentando ver a través de sus intenciones. Solo percibió malicia y sed de venganza. Nada bueno podía salir de ello, pero mentalmente había pasado por cosas peores, al menos esperaba que cumplieran el trato de no herir a Kotoko de lo contrario no soltaría una palabra. "Bueno no es como si realmente les dijera nada relevante, solo es ganar un poco de tiempo hasta que la fundación del futuro termine con está desesperación".

El albino estaba resignado no opuso resistencia cuando lo sostuvieron, sabía que era inútil, tampoco la opuso cuando cortaron parte de su camisa y pantalón con el objeto afilado dejando las prendas completamente inutilizables.

Lo único que le apenaba era observar a la chica de ojos rosados observarlo con pánico mientras soltaba maldiciones, maldiciones que no duraron mucho hasta que fue amordazada. No entendía la necesidad de hacer eso, quizá buscaban traumatizarla. Habían dicho anteriormente sobre que debía recibir un castigo de todas formas.

No tuvo mucho tiempo de pensar en ello, la hoja afilada se deslizo por su pecho repetidas veces haciéndole tajos sangrantes que no lo hirieron en profundidad, pero eran dolorosos y causaron que la sangre se deslizara por su piel, ensuciando los restos de su camisa.

Un leve quejido salió de la boca del chico quien cerró los ojos por reflejo, recibiendo un tajo en la mejilla como resultado. La sangre era cálida y le causaba una mala sensación saber que ninguna de esas heridas estaba destinada a herirlo en gravedad, solo hacerlo sufrir lo más posible.

No era suficiente para doblegarlo aún, pero si produjo varios chillidos por parte de Kotoko quien desde su perspectiva solo veía la navaja ir de un lado al otro y la sangre caer. Sentía pena por ella. "Porque ver a una escoria como yo desangrarse debe ser más que repugnante".

La tortura prosiguió extendiendo los cortes en los muslos y piernas, causándole más incomodidad al saber que la chica debía verlo estar con sus pantalones y ropa interior colocados de la rodilla hacia abajo.

El albino estaba lejos de percatarse la gravedad de la situación, no era tan importante esconder o no su intimidad como lo era el significado de los actos en sí. Utsugi, quien había tenido que contemplar escenas similares en carne propia lo suficiente como para entender en que acabaría, daba gritos ahogados con la esperanza de hacer reaccionar al inconsciente Nagito.

Lo que continuo fue algo que inclusive llegó a sorprenderlo a él.

_Sosténganlo.

Tal vez fuera porque estaba en negación, o tal vez porque la simple idea de un contacto tan íntimo hacia él le parecía imposible. Pero la sensación del metal afilado y frio rozando sus nalgas hasta llegar a esa zona en particular, lo hizo reaccionar instintivamente. Provocando que el autor de dicha acción recibiera una patada, de su pierna sana en la nariz, lo suficientemente fuerte como para hacerlo sangrar.

No es que se quisiera tanto como para pensar que no era merecedor de torturas como aquellas, pero sin duda Kotoko no necesitaba ver eso, era un acto vulgar para él, aprovecharse de otras personas en aquellos términos. Pero enseñarlos a una niña sonaba incluso peor, así que simplemente dejo que su instinto de supervivencia casi nulo actué aún si era por breves segundos.

_ MALDITO HIJO DE PUTA_ El dueño de la navaja grito al ver que el sangrado persistía y ordeno a sus compañeros atar sus piernas con el fin de inmovilizarlas.

El albino se quejó sin ser oído gracias a la mordaza, intentando inútilmente moverse, no tenía fuerzas ni forma de huir, su suerte no lo ayudaría. No en ese momento luego de tanta buena suerte obtenida, al menos así lo pensaba él.

Su cuerpo se mantuvo estático y tembloroso cuando recibió un puñetazo en castigo por su atrevimiento. Kotoko simplemente optó por cerrar los ojos con fuerza, estaba aterrorizada.

Sintió como era fuertemente sostenido del cuello a la vez que la hoja afilada se intentaba abrir paso en su interior, los movimientos y la lucha no hicieron más que causarle heridas. Lo cual empeoro cuando la hoja de la navaja ingreso violentamente en su ano desgarrando  las paredes internas.

Ahogo un grito, pero eso no evito que las lágrimas salieran de sus ojos, la sensación de ardor y el dolor no eran para nada tolerables, y el sadismo impuesto por el más agresivo de sus captores, quien lo hería sacando e ingresando la navaja con más brutalidad, no hacía más que empeorar el llanto.

Kotoko sollozo sabiendo que el horroroso espectáculo empeoraba cada segundo. No abrió los ojos temiendo presenciar una escena de pesadilla, incluso si Nagito era un adulto, no creía que era merecedor de ello.

El olor a sangre y los gritos ahogados eran demasiado incluso para uno de los hombres presentes allí que sentía que iba a desmayarse en cualquier momento de la impresión.

Esperaba que le arranquen las uñas o lo muelan a palos, pero lo que hacía su compañero a un joven que no debía pasar de los veintes le puso los pelos de punta.

_C-creo que es suficiente ¿no te parece? está perdiendo mucha sangre.

Le estaba empezando a dar mucha pena el chico, sus ojos estaban rojos del llanto y sus piernas temblaban, la sangre se escurría entre estás, pero él  no decía nada simplemente estaba quieto, posiblemente en shock.

_ ¿Crees que es suficiente? No es la mitad de lo que estos monstruos hicieron. Se merecen esto y mucho más.

_ No me estoy sintiendo bien.

_ Si no eres capaz de soportarlo has algo de provecho y obliga a esa mocosa a mirar.

Terminando de una vez de torturarlo con la navaja, la quito sin delicadeza alguna del interior del peli-blanco y la arrojo lejos. Pero eso no implicaba que hubiese terminado con él.

Su compañero no tuvo opción, desobedecer en estas instancias le costaría la vida posiblemente, por lo que obligo a Kotoko a contemplar el final de la tortura, pese a que él se decidió por mantener la vista en el suelo en todo momento.

Cuando Nagito sintió algo duro y mucho más grande que la cuchilla presionar contra su trasero, la sensación de repulsión, odio y humillación hizo que deseara estar muerto como nunca antes.

Nunca había tenido que pasar por algo como ello en su vida, y la sola idea de saber que sería rebajado a algo como un juguete sexual causo que se sintiera como algo peor que basura, algo que no merecía ser amado por nadie, pues no era más que una cosa que podría arrojarse como si de un trapo viejo se tratara.

"Escoria"

La niña no paraba de llorar, la escena era simplemente horrorosa, no quería seguir mirando, cerro nuevamente los ojos recibiendo un fuerte golpe en la cabeza por ello y aun así decidió no abrirlos, era demasiado para ella.

Nagito sabía que los llantos y los gritos eran completamente inútiles a esas alturas, pero la fuerza y brutalidad de las sádicas embestidas no le dejaban mucha opción. Sentía que si al menos no expresaba su dolor de esa forma se volvería más loco de lo que ya estaba.

Era doloroso, ardía y sentía la sangre brotar. Su mente parecía ida en cierto momento, aun cuando el captor aumento el ritmo de las embestidas con la intención de seguir viéndolo sufrir, pero no le fue muy  satisfactorio, el albino se mantuvo quieto con los ojos perdidos en algún lugar, la sensación de odio y vacío eran más fuertes. Dando paso a la resignación.

_Joder, hasta parece que es virgen_ Diciendo esto continuo penetrandolo profundamente, esperando alguna reacción extra de su parte.

"Estoy solo, estoy asustado y a nadie le importo, ni siquiera a Hajime le importo"

_ Realmente lo estás disfrutando ¿Verdad?

No dijo nada, el dolor físico no era inconveniente ya, algo se había quebrado en su interior, como si todas las barreras de su mente fueran forzadas a destruirse por las malas o simplemente era el efecto traumático que arrasaba con todo lo que había a su paso.

Podía sentir las uñas clavarse en sus caderas a la par que el desgarro se intensificaba. Komaeda esperaba con todo su ser que su lóbulo temporal dejará de funcionar para olvidar todo, pero con su suerte no pasaría.

"¿Cómo podría alguien querer ser mi amigo luego de esto?, siento asco, más asco de lo que nunca sentí en mi vida"

El vaivén doloroso y persistente que desgarraba su interior termino seguido de un intenso ardor producto de un líquido caliente y demasiado repugnante para él. No le importo cuando el responsable de tal monstruoso acto se fue dejándolo en el suelo mientras perdía sangre causa de las heridas internas, tampoco le importo los llantos de Kotoko, o el ser arrojado nuevamente a la celda junto con ella quien intentaba inútilmente hacerlo reaccionar sacudiéndolo por los hombros.

"Nadie va a amarme jamás, a nadie le importo, estoy muerto desde hace mucho. Esto no es diferente a morir,  así que esto es... ¿desesperación?"

_REACCIONA JODER, POR FAVOR DÍ ALGO.

Los ojos grises parpadearon lentamente, le costó un poco de tiempo darse cuenta que no estaba amordazado y atado. No dijo nada simplemente puso la mano en su bolsillo y le extendió el destornillador a Kotoko.

_ E-esto es...

_V-vete por favor. Déjame solo.

_ Claro que no. Nos iremos juntos, estarás bien y haremos a esos bastardos pagar por lo que te hicieron.

La voz de la niña estaba llena de rabia y resentimiento.

La voz de Komaeda no expresaba ninguna emoción, sonaba triste, vacía y débil.

Utsugi se atemorizó de verlo en ese estado, sus ojos no tenían vida y su cuerpo aún temblaba. No estaba segura si fue el shock del momento o el daño emocional había sido demasiado fuerte para él.

Ella conocía es mirada, la mirada propia de la desesperación.

Tal vez su fe en la esperanza no había sido suficiente, Nagito no pensaba en otra cosa que no fuera el morir o el hecho de que sus compañeros lo odiarían con toda su alma.

"No quiero que Hinata me odie...pero seguramente él lo hace, todos lo hacen por eso estoy solo y siempre estaré solo".

Kotoko sollozo, deseando con todas sus fuerzas que la suerte milagrosa o  la esperanza de la que siempre hablaba el albino fueran reales.

"¿Por qué duele tanto? Soy basura pero...será porque tenía la esperanza de que alguien viniera por mí?...
Cómo puede ser tan ingenuo"
Notas finales: Este es el momento de existencia de cada ficker donde hay un punto a parte en la historia, donde sabes que nada será lo mismo, así que bueno no hay nada más que decir solo pedir disculpas por lo que ocurrió

Los quiero mucho

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