Hinata observaba fijamente al durmiente albino y a la bola de pelos en los pies de su cama acurrucada sobre sí misma. Ahora que ambos estaban descansando podría ir a su cuarto y hacer algunas llamadas para conocer el estado actual de los interrogatorios.
Con cautela salió del cuarto y se dirigió al propio para hablar con Kirigiri. Está lo atendió cuando el segundo tono sonó.
_ ¿Hinata?
_ Hola, quería saber cómo iba todo por ahora.
_ Bueno no hemos conseguido nuevas pistas, pero parece ser que tenemos algunos sospechosos, por lo que deberíamos pedirte si puedes traer a Komaeda para ver si es capaz de reconocer a algunos de estos sujetos.
_ Todos tenían el rostro cubierto.
_ Pero podría fácilmente reconocer algunas voces.
Hinata suspiró.
_ No sé si sea buena idea. Su estado poco a poco va mejorando, pero...no sé qué clase de reacción podría provocar.
_ La seguridad estará presente en todo momento.
_ ¿Deberá estar en presencia de uno de aquellos hombres que lo torturaron?
_ No es seguro que sea uno de ellos, además, solo será por corto tiempo, es el único que logró conocer sus voces, Kotoko Utsugi no puede presentarse por ser menor sin los debidos documentos, eso nos llevaría mucho tiempo.
_ Déjenme hablarlo con él.
_ Gracias Hinata, contamos con su ayuda.
El castaño cortó la llamada y fue a recostarse en su cama para descansar, había sido un día largo, pero esperaba que todo avanzará para bien. Al menos ahora Nagito tendría alguien que le hiciera compañía constante y brindara amor incondicional. Eso lo tranquilizaba.
Cerró sus ojos descansando esperando la llegada de un nuevo día.
_Woof.
_....
_ Woof Woof Woof.
_ Qué demonios..._ Hinata fue hasta el cuarto del albino por el fastidioso ladrido para percatarse que el cachorro, junto con su dueño ya habían despertado.
_ Buenos días Hinata-kun_ Comentó con un bostezo mientras observaba al canino jugar y mordisquear una almohada del sofá.
_ Oye, no dejes que haga desastres, si vas a conservarlo debes cuidarlo como es debido.
_ Lo sé, solo parece que le agrada esa almohada del sofá.
_ Mientras no la orine creo que estará bien. ¿Cómo te sientes?
_ Mucho mejor. Mira_ El peli-nube se sentó sobre el borde de la cama y apoyo poco a poco sus pies en el suelo, sosteniéndose aún del cabecero dio algunos pasos y se acercó a su mascota para acariciarla.
El cachorro estaba más que feliz en su nuevo hogar, le habían puesto comida, agua y una cama pequeña que ignoraba por completo. Posiblemente todo fuera obra de Gundham o de alguna de las chicas.
Correteó alrededor de Nagito y luego olfateó los zapatos de Hinata ladrándole en busca de atención.
_Parece muy enérgico.
_ Creo que lo es. Aunque es normal siendo solo un cachorro_ Rió.
_ Es bueno ver que ya puedas caminar.
_ Sí, pero debo sostenerme un tiempo hasta que mis pies recuperen mejor el equilibrio y aún me siento algo adolorido.
_ Entonces no te sobre esfuerces, sería lo ideal que reposes y estires tus piernas para que no se adormezcan.
_ Gracias Hinata.
Ambos se sentaron en el sofá cercano a la cama. Hajime prosiguió a hablar mientras Nagito acariciaba a la bola de pelos blanca.
_ Escucha, sé que no es el mejor momento, pero Kirigiri parece que necesita tu ayuda, respecto al reconocimiento del grupo enemigo. Sé que es algo complicado así que pensé en consultarlo contigo antes.
_ Si ella necesita junto con Naegi esta información, con gusto se las daré para proveerles esperanza.
_ Y ahí vas de nuevo... no tienes que hacerlo si no quieres.
_ Está bien Hinata-kun, no necesito que te preocupes tanto, estoy bien. En cuanto me recuperé los ayudaré.
Pese a la sonrisa del chico, Hinata no creía que fuera así completamente, la recuperación del joven era tan milagrosa, rápida y sin conflictos, que le recordaba a la calma anterior a las tormentas. Temía tener razón y en parte sabía que la tenía, lo que lo hacía sentir peor.
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_Es en verdad un cachorro muy hermoso_ Sonia sonrió con ternura mientras lo observaba correr alrededor de su dueño.
_ Parece que se adaptó rápidamente a Nagito_ Comentó Mahiru tomándole una fotografía.
_ Bueno, es el primero en adaptarse a ese rarito.
_ Hiyoko, no te preocupes, estoy segura que tú también te adaptarás al nuevo integrante.
_Paso_ Dijo la joven rubia.
Soda intentaba esquivar al canino mientras llevaba unas piezas a la vez que Gundham ayudaba a Nagito a entrenarlo mejor.
_Hey Hinata_ Dijo el mecánico, dejando las piezas en el suelo mientras se acercaba al castaño.
_ ¿Qué ocurre?
_ ¿Está todo bien? Te notó un tanto distraído desde esta mañana. ¿Es porque temes que el perro orine tus zapatos?
_No, no, el perro no tiene nada. Es solo que la actitud de Nagito me llama un poco la atención...
_ ¿E-eh? No me digas que puso explosivos de nuevo en algún sitio.
_ Claro que no_ Dijo el joven de pelo puntiagudo a la vez que se golpeaba su propio rostro con la palma de su mano por el pensamiento de su compañero_ Sé que no nos haría daño, no creo que sea eso...solo pienso que se curó demasiado pronto... ¿no crees?
_ ¿Y eso no es bueno? No quiero sonar mal, pero Komaeda parece la clase de persona que se resignó a sus traumas. Tal vez eso lo hizo... no lo sé ¿más fuerte?
_Tal vez, pero no lo tomaré a la ligera...
_ Creo que eres demasiado paranoico, si no nos hará nada por mí está perfecto, que mejore como más le guste. Tomate un descanso te está afectando un poco el cerebro todo lo que paso.
_ Si, tal vez tengas razón.
"¿Tu qué dices Izuru?"
"No hay nada de lo que debas preocuparte en este mismo momento, pero mantén un ojo sobre él cuando vayan al interrogatorio".
"¿Crees que esté fingiendo?"
"No"
Komaeda acariciaba al cachorro mientras sonreía con ternura.
"¿Entonces porque me siento tan inquieto?"
"Bueno no te equivocas en estarlo, su mente podría alterarse ante cualquier evento que le recuerde al trauma así que por ahora estará bien".
"De acuerdo".
Hinata optó por tomar un descanso y disfrutar el resto de la tarde con sus otros compañeros. Pasando una bonita tarde donde Akane intentó vencerlo en un combate amistoso sin muchos éxitos.
Nagito por su parte intentó ayudar a Pekoyama a acercarse al cachorro, aunque fue técnicamente al revés. Kuzuryu observaba a la joven sonriendo, mientras está era olfateada por el canino quién poco a poco le perdía temor pese a su porte intimidante.
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_ ¡Hinata-kun!
_ ¡WOOF WOOF!
El adormecido chico abrió la puerta de su cuarto topándose con el albino en ropa de dormir y el perro quién no tardo en meterse al cuarto y apoderarse de su cama como si le perteneciera por derecho.
_ OYE NO, BAJÁ DE AHÍ PERRO MALO.
_Hinata-kun ¿podemos quedarnos?
_ Antes de acordar eso creó que prefiero que llames a tu perro y lo saques de mi cama.
El albino silbó y como si se tratará de alguna clase de código que Hinata interpreto como parte del entrenamiento de Tanaka, el cachorro fue hasta su dueño.
_ Komaeda, no es por ser grosero, pero la fundación del futuro está pagando tu cuarto de hotel y por fortuna nos dejaron conservar al perro.
_Suerte, Hinata-kun.
_Si si, suerte.
Había pasado una semana desde la última vez, parecía que Komaeda podía moverse con más facilidad, era increíble pese a las heridas que tenía por lo que no dejaba de preocupar a Hinata en el fondo, pensando que estaba sobre exigiéndose. Por otro lado, Hajime había decidió pasar algo de tiempo con sus otros amigos forjando lazos.
No solo parecía que el perro había crecido bastante, sino que también estaba formando un buen vínculo con el peli-blanco.
_ ¿Entonces podemos quedarnos?
_ ¿Pesadillas de nuevo?
_ No.
_ ¿Entonces?
_ Nozomi quería verte Hinata-kun, mira hasta está saltando para que le des cariño.
_ ¿Nozomi? ¿Le pusiste al perro ese nombre?
_ Es hembra.
_ ...Como sea. ¿Cómo es eso de que quería verme?
_ Gundham me enseño como interpretar lo que quieren los perros. No podía esperar menos del criador definitivo.
_ Ya, no importa, si los dejo quedarse ¿dejarán de hacer alboroto?
_ No notarás que estamos aquí.
El castaño suspiró, en parte aliviado de ver a Komaeda estar en una mejor condición donde pudiera caminar más libremente, por otro lado, fastidiado de encontrar su almohada mordisqueada por los dientes de la cachorra.
Nagito se recostó en el sofá con una frazada gruesa para protegerse del frío, la mitad de su cara estaba cubierta y sus ojos estaban muy abiertos observándolo. A simple vista Hinata creyó que parecía un gato a punto de brincar a un estante.
_ ¿Emmm ocurre algo?
_Shhh...mira.
El castaño se giró para observar como la pequeña perrita se acomodaba entre los pliegues de las sabanas de Hinata, estirándose y bostezando para finalmente dormirse en lo que parecía una pequeña bola de nieve peluda y suave.
_ Es igual de terca que tú_ Susurro riendo por lo bajo. Pese a que le doliera tener que limpiar los pelos de su cama luego, no sería tan cruel de despertar al animalito.
_Creo que le agradas mucho.
_ Bueno, nunca traté con perros solo tuve un cangrejo ermitaño.
_ Ya entiendo... las mascotas se parecen a sus dueños_ Bromeó.
Hinata cayó tarde en la broma y en respuesta le arrojo una almohada a la cara.
_Ve a dormir antes que me arrepienta de abrirles.
_De acuerdo_ Sonrió_ Descansa Hinata-kun.
_ Descansa Komaeda.
Los ojos grises se cerraron rápidamente, mientras que su compañero acarició su cabello y el de la pequeña bola de pelos blanca que había invadido su cama. No estaba molesto, de hecho, aquella situación lo reconfortaba mucho, la calidez, los lazos con sus amigos y la mejora de Komaeda.
Aquella clase de situaciones lo hacía sentir como que nada había sido en vano y que podrían tener su final feliz, aunque en el fondo sabía que nada era tan sencillo, no perdía nada con disfrutarlo.
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RIIINGGG
RIIINGGGG
Hinata tomó el celular y bostezó antes de atender.
_ ¿Diga?
_ Tenemos información nueva.
_ ¿Enserio? ¿Qué paso?
_ Descartamos a varios sospechosos, necesitamos que Komaeda nos ayude a identificarlos, tememos que estén planeando alguna emboscada. Así que cuanto antes sepamos a quien interrogar mejor.
_ Entiendo. ¿no hay forma de tener más tiempo verdad?
_ Cuanto antes mejor.
_ Hablaré con él.
La llamada se cortó y la mano del castaño se posó sobre el hombro de Nagito sacudiéndolo levemente para despertarlo.
Su expresión en aquel momento debía de ser muy seria por la forma en la que el albino lo miro, como si algo malo hubiera pasado.
_ ¿Debo ir, verdad? _ Dijo, intuyendo lo que ocurriría.
_ Si.
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El día era frío, tormentoso y el cielo no parecía dar señales de mejorar. Era la clase de días donde Hinata prefería quedarse en casa, Komaeda observaba desde la ventanilla del auto los múltiples edificios de la ciudad, había dejado a Nozomi con el criador, así que tan solo serían ellos y la fundación del futuro cara a cara con los criminales.
_ ¿Hinata-kun?
_ ¿Hmmm?
_ No me siento muy bien.
_ ¿Quieres que volvamos?
Negó rápidamente con la cabeza y sonrió.
_Solo estoy algo nervioso es todo.
_ Descuida habrá muchos guardias, nada malo pasará.
_Si, gracias...
No parecía muy convencido, pero de todas formas confiaba en que Hinata decía la verdad.
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El pasillo reluciente y los ruidos de varios teléfonos sonando en aquel edificio le daban un aspecto más de oficina que de interrogatorio, así fue al menos hasta que llegaron al subsuelo donde el sonido se cortó abruptamente y dio paso a una atmósfera bastante opresiva.
Komaeda jugaba con los pliegues de su chaqueta cuando Kirigiri y Togami llegaron para hablar con ellos informándoles la situación, tenían algunos sospechosos y necesitaban determinar quién formaba parte de aquel grupo. Sin embargo, no sería tan fácil, Komaeda sería expuesto a observarlos y oírlos para reconocer su voz. Algo que podría implicar severas consecuencias psicológicas para su persona y aun así el albino decidió tomar el riesgo.
Hinata se quedó junto a él, cuidado por dos guardias, mientras que Togami y Kirigiri observaban desde una habitación gesell, que aparentaba ser un simple espejo. Los sospechosos estaban enfilados y rodeados por guardias, algunos maldiciendo, otros callados con el rostro atemorizado y una mínima parte se notaba nerviosa pero paralizada.
El albino se acercó y observó a todos y cada uno con detenimiento. No los reconocería por sus aspectos faciales tan fácilmente, pero esperaba que al oír sus voces le dieran alguna idea de si le eran familiares o no. En aquellas ocasiones hubiera preferido nacer con el talento de Ibuki.
Un guardia estaba a su lado por seguridad, más del propio Komaeda que otra cosa, mientras tanto Hinata lo observaba con detenimiento, sus reacciones no parecían muy alteradas y una a una las voces se fueron percibiendo.
Ninguna parecía ser reconocida para él. Hasta que una se abrió paso entre todas las demás y Hinata pudo notar como la piel del albino se erizaba, a la par que su cuerpo retrocedía. Una reacción típica de un miedo intenso o de sentirse amenazado por alguna clase de animal muy grande.
_Como mierda es que sigue vivo...
Fue apenas un segundo, antes que Hinata pudiera reaccionar, Komaeda había robado el arma de la funda del guardia y se disponía a apuntar a aquel miembro del grupo en particular. No tardo en entender porque, era muy posible que se tratará de la persona que más lo había herido en la tortura.
Los guardias apuntaron hacia él, estupefactos por la repentina reacción, los sospechosos se arrojaron al suelo a excepción del verdadero culpable quien parecía estar desafiando al albino con la mirada, esperando que la bala lo atravesase.
Hinata se interpuso entre el arma y él. Haciendo que Komaeda retrocediera y gruñera entre dientes. Estaba alterado no había duda, su expresión parecía la de un animal amenazado defendiéndose.
_Quítate o disparó.
_Detenté ahora, no lo harás.
_ No me importa lo que digas, voy a acabar con esa desesperación de una vez por todas.
_Nagito.
_Muévete ahora Hinata o te convertiré en un peldaño para la esperanza.
Su voz era fría, seria y sus ojos estaban llenos de miedo e ira, pero sobretodo determinados a matar a ese sujeto fuera como fuera. Debía detenerlo o de lo contrario le dispararía en una pierna para continuar.
_ Komaeda, entiendo que estés molesto y que tengas miedo. Pero está no es la manera.
_ Ya te lo dije Hinata, esto es por la esperanza, no permitiré que alguien más padezca la desesperación de estas personas, acabaré con todos y cada uno de ellos.
Hinata respiró hondo y se acercó más.
_Todo está bien ahora, nadie va a hacerte daño, la fundación del futuro se encargará. Es suficiente, volvamos al hotel ¿sí?
El joven dudo por un momento, pero se mantuvo firme.
_No me importa si usas tus talentos para detenerme, lo haré de todas formas, sabes de lo que es capaz mi suerte.
_Nagito... no vale la pena.
_....
_No lo vale. Deja que la fundación del futuro se encargue de ello y te brinde la esperanza que necesitas.
_Dudo que lo asesinen.
Hinata continúo, al menos estaba haciéndolo dudar un poco.
_ Si lo matas, solo les darás más excusa para comenzar una guerra.
El chico rio histéricamente.
_Lo haré, si con esa guerra la esperanza brilla con fuerza lo haré Hinata-kun.
Sus defensas estaban elevándose, realmente era esperable, todo aquel tiempo de salud aparente solo encubría lo que realmente estaba pasando. Se estaba protegiendo tendría que acabar con ello pronto o se cegaría.
_ Pretendes sacrificar todo por una guerra.
_ No tengo nada que perder.
_ ¿Ni siquiera a tus amigos, a Nozomi o a mí?... ¿ese es tu motivo mayor para seguir con vida?
_Ver la esperanza en su máximo esplendor, eso siempre ha sido mi motivo.
_ Supongo que no tienes nada más. Entonces. Dispara.
Los ojos grises se abrieron con sorpresa y temor. Hinata estaba pidiendo que le disparé, que le permita ser un peldaño de la esperanza que tanto deseaba observar. Sin embargo, no podía hacerlo, no quería que Hinata saliera herido.
Bajo el arma, su cuerpo tembló y su respiración se volvió errática. Sentía terror, terror a ser dañado y estar solo. No quería ser odiado por Hinata, no quería herirlo, pero a su vez quería ver la esperanza, aquella esperanza que lo mantenía con vida ante toda adversidad.
Su mente entro en una contradicción demasiado fuerte,
"¿acaso tengo que elegir entre la esperanza y Hinata? ¿Por qué? ¿Por qué es todo tan difícil? Solo quería ver la esperanza brillar...quería tener un motivo para vivir, pero me siento tan bien siendo querido...no quiero dejar ese sentimiento. Ughh"
Su cuerpo cayo de rodillas, sintió un intenso temor y angustia apoderarse de su ser, estaba sufriendo un ataque de pánico. Hinata se acercó hasta él para calmarlo, los guardias en cuestión los rodearon vigilando que no hicieran nada extraño.
El albino buscaba aire, pero le era difícil en su estado, su amigo se apartó para que pudiera respirar mejor, intentando quitarle el arma para evitar posibles daños colaterales, pero aun así el sujeto responsable de toda la desgracia actual del albino no tuvo mejor idea que hablar en el momento menos indicado.
_ ¡Dispara maldito cobarde! _ Y eso fue suficiente.
BANG
Hinata vio al chico apuntar y disparar en cuestión de segundos, pero no con intención de matar. El gritó de agonía de aquel hombre le indicó a Hinata donde había apuntado Komaeda y le dolió solo de pensarlo. Fue un balazo directo a su entrepierna y estaba completamente seguro que fue adrede.
Los guardias los inmovilizaron a ambos rápidamente quitándoles el arma, tuvieron que asistir al herido en cuestión y llevar a los dos ex remanentes fuera del cuarto. Togami y Kirigiri intentaban contener la situación a la par que Hinata buscaba hacer que Komaeda reaccionará.
_ Oye, oye, escucha mi voz ¿me oyes? Estás a salvo...cálmate...estás a salvo.
Los ojos perdidos de Nagito parpadearon nuevamente con lucidez. Estaba temblando, seguramente por toda la tensión de la escena anterior. Esperaba que lo empujará o le gritará, pero no hizo eso, simplemente se aferró a Hinata con fuerza.
"Me siento seguro con él" _ La mente del albino aún divagaba, pero tenía algo en claro, no quería perder a Hajime por ningún motivo.
_Está bien, no te preocupes, estarás bien.
Lo abrazó con fuerza para tranquilizarlo. Para cuando Kirigiri había llegado su compañero estaba mucho más estable. Pero aquel desencadenamiento de angustia fue demasiado peligroso, Komaeda no estaba bien. Aún con todos los esfuerzos, necesitaría un poco más de ayuda.
_ Kirigiri....
_Hinata que fue eso...
_ La situación se desbordó ¿Crees que podamos llevarlo a un terapeuta lo antes posible?
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