_ HINATA_ La voz de Soda hizo que esté se sobre salte y casi se atragante con su desayuno.
_ ¿Qué ocurre? _ Dijo con los ojos entrecerrados.
_ ¡Lo siento, es que esos dos han vuelto a convertir el barco en un ring! _ Por el rostro de su amigo suponía que iban en serio y si no los detenía acabarían rompiendo el barco...otra vez.
Hinata se dirigió a la escena de la lucha encontrándose con una muy determinada y enérgica Akane, luchando contra Nidai. Ambos peleaban a base de fuertes puñetazos y patadas.
No le molestaba que pasarán tiempo entre ellos, el problema era la cantidad de abolladuras en las paredes, mesas rotas, incluso un agujero en el suelo donde se podía ver el piso de abajo, el cual para colmo daba a la habitación de Soda. Esperaba que al menos no se le haya caído parte del techo encima cuando esto paso.
Hinata ya los había regañado una vez por pelear afuera, gracias a eso Akane termino en medio del agua, pero eso no significaba que tenían que hacerlo adentro, eso era peor, aún si era una gran sala en desuso, estaban dañando SU barco.
Tenía dos opciones, gritar y que no lo escucharán o interferir, supuso que la mejor opción sería la segunda, su talento podría protegerlo de recibir algún ataque de esos dos.
El chico se interpuso a gran velocidad frenando un golpe de Akane con su mano a la vez que ella lo miraba con sorpresa. Hinata la empujo haciendo que se alejará varios metros de Nidai, ambos se habían detenido.
_ Hey Hinata, no aparezcas así, si querías pelear también nos hubieras dicho. Hace mucho que no tengo un buen desafío_ Comentó la morena enseñando las uñas como si fueran garras.
_ Creo que no son sus intenciones Akane, tal parece que nos sobrepasamos de nuevo_ Dijo Nekomaru a la vez que reía.
_ ¿Ah? Que aguafiestas, detener una lucha justo cuando se estaba poniendo buena.
_ Saben que está prohibido pelear en el barco, pueden esperar y hacerlo cuando lleguemos a tierra firme.
_ Hmm tienes suerte que me diera hambre_ Akane sonrió con autosuficiencia, se la notaba un tanto herida por los golpes, pero eso no cambiaba su enérgica actitud.
En otras circunstancias su terquedad la hubiera hecho enfrentar a Hajime, pero tenía suficientes experiencias de salir volando o quedar inmovilizada por las casi sobrenaturales habilidades que este poseía. Aunque Hinata sabía que era cuestión de tiempo hasta que la prudencia se le olvidará y tuviera que detenerla antes de que rompiera más el barco.
_ ¡LA MADRE NATURALEZA LLAMA! _ Nidai corrió directo a los baños, seguido por una hambrienta Owari que se dirigió al comedor.
Hinata regresó para lograr terminar su desayuno con tranquilidad, esta clase de situaciones eran muy habituales, pero no le molestaba demasiado, la mayoría de sus compañeros acudía a él cuando algo ocurría. Suponía que en parte era por la confianza hacia él y por las habilidades, a veces bastante útiles, que poseía siendo Kamukura.
Aun así, prefería usar sus talentos lo justo y necesario, ahora que había ganado confianza en sí mismo luego de todo lo que ocurrió no necesitaba depender de un talento, algo bastante irónico considerando que gran cantidad de los eventos que los arrastraron hasta este momento eran por aquel deseo. Ese pensamiento lo hizo sentir tranquilo, Nanami estaría orgullosa no había duda y la extrañaba mucho a veces, pero lo conformaba saber que esté donde esté siempre estaría velando por ellos.
_ Oye, Hinata_ Era la voz de Fuyuhiko_ ¿Otra vez perdido en tus pensamientos?
_ Algo así_ Sonrió.
El yakuza se sentó a su lado con una bandeja de comida.
_ ¿Otra pelea de Owari y Nidai?
_ Si, definitivamente no se detendrán hasta que pisemos tierra firme_ Dijo mientras comía su desayuno_ ¿Cómo esta Peko?
_ Bastante bien, se fue a ayudar a Sonia con algunas cosas. Me hace feliz saber que ya se está considerando como una persona y no como una herramienta, tsk es bastante terca a veces, ¿pero es un gran avance no crees?
_ Es fantástico ciertamente_ Hinata divisó a un solitario peliblanco sentado algunas mesas más adelante, en cuanto notó su mirada esté lo saludo con una sonrisa desde lejos.
Hajime le devolvió el saludo y una curiosa idea surgió en su mente.
_ Oye Kuzuryu, ¿podría pedirte un poco de ayuda con algo?
_ ¿Hmm? ¿Qué ocurre?
_ Bueno tu lograste ayudar a Peko a no sentirse mal, tal vez necesite un par de consejos respecto a Komaeda.
_ ¿Komaeda? ¿Le ocurrió algo?
Hinata apretó un poco los labios al recordar ciertas palabras del albino sobre su inminente muerte.
_ Sabes cómo es con su autoestima, me gustaría ayudarlo un poco.
_ Vaya eres bastante amable, pero no estoy seguro si mi consejo te servirá, Komaeda es un tanto extraño y no lo conozco tanto como Peko_ Miro la nada, pensativo intentando buscar alguna generalidad que pudiera aplicarse en casos así.
_ ¿Alguna idea?
_ Bueno, algo que suele ayudar mucho a personas así es la compañía de seres queridos, amigos, familiares... Decirle que estás a su lado, ya sabes algún apoyo emocional. Sinceramente no se mucho de esas mierdas psicológicas solo es una suposición, además Komaeda es un tanto anti-social.
_ ¿Tú lo odias?
_ ¿Eh? ¿A qué viene eso?
_ Komaeda cree que lo odias.
_ Claro que no, no estoy en malos términos con él_ Suspiró_ Eso no quita que haya querido darle unas buenas zurras. Pero me sorprende que piense eso, no es como si lo haya tratado de mala manera cuando llego al barco, incluso nos abrazó a Soda y a mí. No esperaba eso para nada_ Encogió los hombros.
_ Hmmm... supongo que es un buen avancé_ Hinata sonrió levemente, le alegraba saber que Kuzuryu dejo su rencor atrás, realmente había cambiado para bien durante toda su aventura.
_ ¿Acaso estas planeando algo?
_ No, es solo que Komaeda se siente culpable, hemos tenido una charla un tanto triste.
_ Así que es eso. Supongo que lo entiendo en ese sentido ¿Es por lo que está actuando extraño?
_ ¿Tú también lo notaste?
_ Es un poco obvio, está más callado de lo normal. Es un tonto, realmente no tiene por qué ponerse así_ Se cruzó de brazos a la vez que movía la cabeza en negación.
_ Tú también actuaste muy exageradamente al abrirte el estómago esa vez.
_ Tsk... ¡cállate idiota! No tenías por qué traer eso de nuevo, hice lo que consideré correcto. El arrepentimiento siempre es un buen primer paso para empezar a ser menos estúpido...
Hinata rio por lo orgulloso que podía ser Fuyuhiko a veces.
_ Bueno si necesito tu ayuda esperó poder contar contigo. Hasta entonces creo que me encargaré de Komaeda por mi cuenta, al menos hasta que se sienta mejor como para acercarse a los demás.
_ Claro que puedes contar conmigo idiota, ¿hasta ahora te das cuenta?
_ Gracias amigo.
La sonrisa de ambos se extendió y el castaño se despidió dirigiéndose a la mesa de Nagito, quien aún estaba intentando comer su desayuno sin muchos ánimos.
Acercándose un poco pudo notar que el albino había tenido una mala noche, tenía ojeras muy notorias y su tono de piel no ayudaba a disimularlas, además parecía muy distraído, tanto así que no notó cuando Hajime se sentó frente a él.
_ Hinata-kun, ¿Qué te trae aquí?
_ Quería ver cómo te encontrabas. ¿No has dormido bien?
_ Uh... no, de hecho, no quiero tomar las pastillas que Mikan me dio. Mis sueños suelen ser muy horribles y no poder despertar es la peor de las suertes.
_ ¿Tienes pesadillas?
_ Sí, pero no es algo de lo que debas preocuparte... ya es bastante que pierdas tu valioso tiempo hablando conmigo.
Hinata suspiró.
_ Eres mi amigo ¿lo olvidas? y un amigo se preocupa por el otro.
_ Supongo que no tengo opción_ Sonrió un poco_ Pero no hay mucho que hacer respecto a eso.
Hinata hizo una breve revisión de su pasado para recordar que hacer en caso de pesadillas, la mayoría ocurrió en su infancia y suponía que después de lo acontecido en la isla no habría pesadilla más vivida que pudiera superar a esa.
_ Sabes, estamos solo a dos habitaciones de distancia, Nagito. Si tienes pesadillas puedes venir a decirme y pensaré en algo. Podría ofrecerte una taza de té o solo puedes contarme tu sueño. Cuando era niño solía hacer eso cada vez que tenía una mala noche...así que lo siento si no se me ocurren mejores ideas.
_ ¿D-de verdad? _ Los ojos del albino brillaron_ Eso es mucho pedir Hinata-kun, no quisiera molestarte a hartas horas de la noche con mis tontos sueños. Ni siquiera mis padres me ayudaban cuando tenía pesadillas, eres realmente increíble en querer ayudar a un ser tan despreciable.
Hinata intentó tranquilizarlo desde que comenzó a ver las espirales en los ojos del chico. Se notaba bastante nervioso ante la idea de alguien preocupándose por él, pero sabía que sería un largo camino tratar con esta parte de Komaeda. Al castaño le costaba imaginar qué clase de relación tendría con sus padres, pero lo poco que pudo oír no era muy significativo. Sabiendo que habían fallecido no creía que fuera correcto preguntarle tampoco.
_ Komaeda quiero que confíes en mí, no te haré daño.
_ Ese no es el problema, si voy contigo tendrás más probabilidades de salir herido, no quiero ser una amenaza para Hajime... ya no tengo ninguna esperanza, no tengo porque estar aquí...si muriera todos estarían a salvo_ Ya era tarde estaba delirando_ Hinata-kun es un buen amigo, ¿verdad? él podría terminar con mi asquerosa existencia si se lo pidiera...
Hinata notó como ya no había nadie en el comedor posiblemente todos estarían en sus actividades desde al menos 15 minutos atrás, el ambiente se estaba volviendo peor desde que estaba solo y el eco de la risa del peli-nube resonaba cada vez más fuerte. Nagito estaba hablando sobre las posibles y dolorosas formas de morir, en donde Hinata estaría involucrado como asesino.
_ S-solo piénsalo Hinata, si me matas, no morirás... tu esperanza podrá brillar con la de todas las demás, ya no tendrás que preocuparte por alguien vacío e inservible.
_ Nagito...
_ Así no podré lastimarte....
_ NAGITO.
Hinata gritó irritado y tomó los hombros de su amigo, su mirada expresaba tristeza y frustración. Se sentía perdido con el comportamiento del oji gris la mayoría de las veces, sabía que una visita a la biblioteca era inevitable, cuanto más supiera de la enfermedad de Komaeda más podría ayudarle y su análisis arrojaría mejores resultados de cómo actuar en estos casos.
_ Perdóname Hinata-kun, otra vez hablé de más y te hice sentir incómodo, será mejor que me vaya...
Hinata intentó replicar, pero Komaeda huyo rápidamente por la puerta, ir tras él solo sería peor en ese momento, esperaría a que se sintiera mejor y hablaría con él. De lo contrario solo haría que Nagito se pusiera más paranoico y creyera que era una molestia para Hajime.
_____________
Las horas pasaron y el castaño recostado en su cama intentaba leer algunos libros de la biblioteca sobre medicina y enfermedades. Ninguno decía mucho sobre cómo tratar con una persona en ese estado y tampoco como actuar si tenía algún ataque.
Lo único que tenía entendido es que las enfermedades y los traumas de Komaeda podrían traer aparejadas otras cosas como trastornos maníaco depresivos. Además, encontró un caso interesante de un hombre cuyo cerebro fue atravesado por una barra de hierro en el lóbulo frontal*, causando así una gran cantidad de conductas extrañas, cambios muy grandes en personalidad y problemas para socializar o tomar decisiones poco peligrosas. Hajime aprendió un poco sobre las funciones de esta área, al igual que se enteró que había muchas otras áreas del cerebro con funciones diversas, lo que explicaría que Komaeda pudiera hacer algunas cosas sin problemas y otras no.
La curiosidad lo invadió. ¿Cómo sería entonces la personalidad de Komaeda antes de que se quebrará en la locura? Suponía entonces que algún punto de quiebre hubo en medio de todo aquello y que la isla solo acrecentó la grieta.
"Estoy a oscuras en este asunto, no sé ni por donde comenzar. Mi única opción por ahora es seguir el consejo de Fuyuhiko y acompañar a Komaeda al menos hasta llegar a tierra firme y conseguir ayuda médica". Hinata pensó para sí mismo, no quería usar sus talentos en un lugar con tan pocos recursos y corriendo el riesgo de que, si Komaeda reaccionaba mal a su intervención, todo empeoraría y perdería la oportunidad de salvar al albino.
Un golpeteo suave sonó en su puerta y el castaño oculto el libro bajo el colchón, al abrirla se encontró con un tembloroso chico sosteniendo una bolsa de dormir y una almohada. Hinata lo miro sorprendido, el aspecto frágil de su compañero lo hacía ver mucho más pequeño.
_ Hinata-kun ¿p-puedo pasar?
_ Claro_ Se hizo a un lado y Komaeda ingreso. Sus ojos lo observaron con inseguridad, parecía estar pensando que decir.
_ Tuviste una pesadilla.
Asintió.
_ ¿Te molesta si me quedo aquí?
_ No, Nagito, yo te pedí que vinieras si necesitabas hablar.
Ambos se sentaron sobre la cama y Hinata prosiguió a invitarlo a relatar su sueño.
Komaeda contó con algo de angustia como en su sueño despertaba del neo world completamente solo, el barco había partido y se quedaba varado en la isla esperando su muerte inminente. Para colmo todo tomaba tintes más oscuros y las memorias de diversas muertes en las que Nagito se sentía involucrado se repetían una y otra vez en su cabeza.
_ No sé por qué estoy soñando con estás cosas de nuevo, Hinata-kun.
_ ¿De nuevo?
_ Cuando supe de mi ciclo de suerte era algo muy recurrente que soñará cosas como estas, aún más cuando mis padres murieron y luego de ser secuestrado. Sin embargo, cuando acepte mi lugar como basura y escalón para dejar que la esperanza brille, desaparecieron. La esperanza era mi nueva vida, no tenía que pensar en lo malo porque sabría que ella brillaría con fuerza.
Hinata arrugo la nariz entendiendo poco a poco lo que ocurría.
Nagito había usado su obsesión por la esperanza como excusa para mantenerse con vida, si todas las tragedias ocurrían por un bien mayor que compensaría todo entonces no había porque llorar, preocuparse o siquiera sentir culpa. Hajime sumo a aquello las enfermedades que habrían incrementado mucho más esta idea enfermiza de que la esperanza lo rescataría de su dolor.
En resumidas cuentas, solo la retorcida creencia que ideó lo mantenía a salvo de sus demonios, pero ahora...
_ Ahora no tengo nada..._ Susurró con un rostro carente de emoción.
Todo volvería, ya no había esperanza que lo protegiera, los demonios que alguna vez lo habían atormentado terminarían con su vida y Hajime podría jurar que veía una cuenta regresiva en el rostro de su amigo. La culpa, el arrepentimiento, el dolor volverían porque ya no estaba la esperanza, enfermiza y protectora, para darles una razón. Hinata entendió muchas cosas en aquel momento que fueron para él tan solo unos segundos.
_ Nagito, no necesitas buscar por una esperanza externa, eso está dentro de ti y son los sueños que tu deseas. ¿No tienes nada que desees con todo tú corazón?
Hinata habló con suavidad para que Komaeda se sintiera seguro, no quería acercarse mucho para no atemorizarlo en aquel estado tan frágil, pero no podía soportar ver sus ojos sin brillo.
_ U-un deseo... una basura como yo no puede tener eso.
_ Nagito, no pienses en eso, olvida aquello de ser basura por un segundo y contéstame con honestidad.
Los ojos grises parpadearon rápidamente, Hinata tuvo tiempo para contemplar que su color era un tanto diferente según la luz que hubiera, ya que para su vista parecía haber una tonalidad verde casi imperceptible en ellos.
_ Quiero disfrutar de mi amistad con Hinata-kun, hasta mis últimos momentos de vida. Poder sentir lo que es tener un verdadero amigo sin que nada malo pase.
Hajime le dedico una expresión cálida y amable. Ahora entendía lo importante que era lo que Fuyuhiko le había dicho, sabía dónde comenzar, si quería ayudar a Komaeda debía demostrarle que estaría ahí para él y que serían amigos sin importar su suerte. Pase lo que pase, aceptaría las consecuencias de su decisión incluso si significaba tener que usar su talento para contrarrestar el ciclo, lo haría.
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