La madrugada había llegado y Hinata no dejaba de pensar si la propuesta de su "otro yo" era la mejor idea, al menos hasta el momento era la opción que más le convencía, aunque no estaba del todo seguro en que iba a resultar, ni tampoco cuando o como ponerla en práctica.
Observo fijamente el reloj que yacía en la mesa de luz cercana a su cama. Eran las 3:10 de la mañana y aún no había logrado pegar un ojo. Culpaba a la mala situación ocurrida anteriormente y a sus propios pensamientos.
Al menos esperaba que Komaeda se encontrará en mejor estado en la mañana y que sus compañeros pusieran en práctica el querer ayudarlo a mejorar, eso sería un alivio para su persona y una vez en tierra firme buscarían algún lugar donde quedarse. También cumplirían las diferentes tareas que algún agente de la fundación del futuro les asignaría.
"Tres de la mañana y aún no puedo dormir ¿eh?" Pensó el castaño apoyando su cabeza en la almohada, moviéndose de un lado a otras repetidas veces. Así estuvo al menos quince minutos hasta que tocaron la puerta.
Se levantó y la abrió, encontrándose a Komaeda en un estado algo somnoliento con una bolsa de dormir y una almohada. Aquello desconcertó un poco a Hinata, pero aun así lo dejo pasar.
El chico le agradeció en voz baja y se recostó, enrollándose en la bolsa de dormir sin decir una palabra hasta que Hinata se sentó en el borde de su cama.
_L-lo siento, no quise molestarte_ Susurró el albino_ Tan solo no podía dormir.
_ No deberías hacer eso, Mikan podría preocuparse...
_ Está bien, le escribí una nota y la deje sobre la cama, decía que vendría a visitarte.
Hinata suspiro a la vez que movía la cabeza. Sabía que la enfermera confiaría en él y los talentos relacionados a medicina que poseía, ante cualquier inconveniente Hinata podría encargarse por su cuenta. Eso explicaría el por qué Mikan no estaba corriendo de un lado a otro, intranquila por el escape del muchacho.
_ ¿Acaso tuviste otra pesadilla?
Nagito asintió en respuesta.
_ De acuerdo...
_ Si te molesta puedo irme_ Los ojos de Komaeda reflejaban cierta tristeza que Hajime no ignoró.
_ Está bien, puedes quedarte aquí cuando tengas pesadillas, no me molesta. Además, pronto llegaremos a tierra firme.
Silencio, fue lo que hubo entre ellos por varios segundos, posiblemente para Komaeda la idea de ir a tierra firme era esperanzadora, pero a su vez presentaba un montón de situaciones desconcertantes para él.
_ No puedes dormir ¿verdad? _ Dijo intentando quitar las imágenes de pesadillas de su cabeza.
_ No, estoy exhausto pero mi mente no descansa.
_ ¿Un poco de té haría bien?
_ Eso creo_ Dijo el castaño levantándose y dirigiéndose a la cocina_ ¿Quieres uno?
Su compañero negó con la cabeza, el simple hecho de no estar solo lo ayudaba a tranquilizarse mucho respecto a sus malos sueños. Espero a que Hinata regresará con una taza humeante y se acurruco más en la bolsa de dormir.
El ruido del té siendo bebido parecía alto en un ambiente tan callado, los ojos con heterocrómia contemplaron el pelo esponjoso y el rostro sereno del joven, no quería perturbar su paz, pero aún tenía cierta pizca de curiosidad sobre lo que deseaba hacer Nagito, al llegar.
_ ¿Estás nervioso por los pocos días que faltan para pisar tierra?
_ Un poco_ Susurró.
_ ¿Tienes alguna idea de que hacer al llegar?
_ No realmente. ¿Y tú?
Hinata sonrió de lado.
_ Buscaremos algún lugar donde hospedarnos, haremos alguna misión de la fundación del futuro y quizá recorramos un poco la ciudad.
_ Suena bien, Hinata-kun_ Dijo bostezando_ Me gustaría recorrer algún parque. Los árboles de Sakura suelen ser muy bonitos en esta época del año, hace mucho que no veo alguno.
_ ¿Te gustan los árboles de Sakura?
_ Sí, me recuerdan un poco a mí, a veces.
Hinata pregunto el porqué, pero no recibió respuesta. Al contrario de eso el peli-blanco le cambio de tema rápidamente.
_ Hinata-kun... quería agradecerte por lo de hace unas horas, lo recuerdo... aunque es algo borroso, sé que estuviste ahí para mí. Te lo agradezco.
_ No fue nada_ Hajime sonrió.
Acercó su mano al cabello de su compañero y lo sacudió en un gesto cariñoso. No estaba muy acostumbrado a mostrar afecto, pero no pudo evitar sentirse tentado por la pequeña nube blanca que Nagito tenía de cabello. Era suave, aunque algo enredoso al tacto, posiblemente no sé lo cepillaba muy seguido.
Se detuvo al notar la expresión sorprendida que le otorgaba el otro, aunque este no se molestó, solo cerro sus ojos y sonrió. Para Hinata eso era uno de los tantos misterios del chico, a veces podía ser realmente arisco y peligroso, otras verdaderamente sumiso a las opiniones y decisiones de los demás. Podía ser malicioso o demasiado inocente sobre todo tratando con los demás.
Era alguien difícil de entender y Hinata se preguntó mentalmente si él se entendería a sí mismo. Posiblemente no, pero creía que Nagito no se preocupaba mucho por eso.
Se dispuso a descansar y dejar que el té y las respiraciones calmadas del albino dejaran sus problemas ir más allá, se encargaría de lo de la suerte en cuanto llegarán, eso le daría más tiempo en pensar una estrategia y en cómo implementarla.
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En la mañana Hinata no vio rastro del chico, supuso que estaría desayunando junto a los demás, pero se sorprendió al ver la hora, 11 A.M, era realmente tarde y posiblemente todos estuvieran haciendo actividades. Se maldijo a si mismo por su insomnio y salió.
Komaeda por su parte pasaba el rato entre los libros, aunque esta vez Sonia estaba a su lado intentando convencerlo sobre ver películas de asesinos seriales.
_ Emm realmente lo agradezco, pero no me gustan mucho esas películas.
Sonia suspiro un poco decepcionada.
_ Oh, esperaba encontrar alguien con quien compartir el gusto de películas de terror.
Nagito sacudió la cabeza y sonrió intentando animarla.
_ Puedo ver películas de terror siempre que sean poco realistas. Como zombies o fantasmas.
Sonia se quedó pensativa un segundo.
_ Hmm, si tú lo dices, de donde vengo los fantasmas son muy realistas_ Dijo sonriendo con confianza_ Si quieres puedo contarte una experiencia aterradora.
_N-no gracias, realmente no es necesario, tan solo estoy sorprendido por tu repentino interés por invitar a una basura a la noche de películas con el resto.
_ No digas eso_ Su voz sonó firme_ Hinata dijo que debemos ser mejores compañeros, y es cierto que te hemos tenido un tanto mal... pero eres bienvenido si deseas acompañarnos.
Komaeda sonrió de lado, con sentimientos mezclados de tristeza y felicidad. No quería que sus compañeros le tuvieran alguna clase de lástima, lo que le hacía pensar que Hinata quizá habló de más con ellos. Si solo fuera por Sonia no le resultaría raro, pero todos actuaban demasiado atentos con él y aquello le hacía ruido. No estaba molesto con Hinata, pero no es como si ser el centro de atención le resultará cómodo.
_ Entiendo, de verdad lo aprecio.
Sin negar o confirmar nada, el albino se despidió de Sonia y salió en busca de su amigo castaño, necesitaba saber que les había dicho a los otros. Aunque estaba feliz con la idea de ser tratado como uno más, pese a que no se sienta merecedor de ello, a su vez temía profundamente que tan solo estuvieran haciendo eso por lástima.
No quería ser una carga, preferiría morir antes que molestar a sus compañeros. "Soy una verdadera basura, obligando a los demás a fingir algo que no sienten" Pensó hundiéndose cada vez más en su propia depresión, a medida que pasaban los segundos todo se volvía peor.
Hinata contemplaba el mar cuando vio al chico de cabellera esponjosa caminar con un semblante extraño. Se acercó hasta él con la intención de saber que ocurría, pero no tardó mucho en comprenderlo mediante su análisis y supo que la había cagado en gran parte.
_ Se lo que vas a decir_ Se adelantó, Hinata.
_ ¿Qué es lo que saben?
_ Saben que estás enfermo, pero...
_ No debiste decirles nada_ Interrumpió_ No deseo que me tengan lástima.
_ Nagito, no te tienen lástima, ellos se preocuparon por ti cuando te vieron mal. Les pedí ayuda para hacerte sentir mejor, además nos disté un buen susto desmayándote dos veces en un día.
Nagito miro el suelo no muy convencido.
_ Hinata-kun, apreció lo que has hecho, pero no quiero... que los demás tengan que fingir por mí.
Hajime suspiró y se cruzó de brazos.
_ Komaeda, nadie está fingiendo.
_ Nadie jamás se preocupó por mí, ¿Por qué ahora sí? _ Su irritación aumento causando sin darse cuenta, que la de Hinata también.
_ No están fingiendo, también eres nuestro compañero, tienes que perdonarte y dejarte querer un poco...
Ninguna palabra salió de la boca del chico, quien solo mantenía su mirada en el suelo.
_ Nagito, confía... estoy seguro que no es nada fácil, pero prometimos empezar de 0 ¿no es así? Eso también incluye a nuestros compañeros. Sé que te han perdonado.
Los ojos grises con tonalidad verdosa se humedecieron, hasta que su dueño se limpió con la manga de su chaqueta.
_ Dije que me encargaría de tu suerte y lo haré, no tengas miedo, tener amigos no es algo malo. No hay nada que temer, quiero decir, pudiste serlo conmigo ¿verdad?
_ Hinata-kun...
_ Lo lamento, no te forzaré, puedes intentarlo por tu cuenta si deseas...
_ Yo quiero... quiero confiar ... Hinata-kun, quiero tener amigos.
Los ojos de Hajime brillaron y sonrió con ternura. Era un gran paso que Komaeda pudiera abrirse a otras personas, aunque no sería fácil, él realmente estaba empezando a intentarlo.
_Me alegra oírlo.
_ Aun así, tengo miedo de que alguien salga herido, y a su vez ...de no sentirme merecedor de algo como esto...tal vez los decepcione, ya lo hice una vez.
_ Nagito, todos merecemos tener amigos y ser amados, son buenos chicos. Estoy seguro que lograrás hacerlo bien, pero no pasará si te cierras en ti mismo_ Frunció el ceño levemente al pronunciar lo último.
_Hinata-kun... realmente deseas mi felicidad, eres tan increíble. Alguien lleno de esperanza.
Sus dedos pasearon por el pelo pomposo y el receptor de este gesto sonrió cerrando sus ojos tal como había hecho en la mañana.
_ Si aún tienes miedo puedo acompañarte, si eso te hace sentir seguro, además Sonia también me invitó.
_ En ese caso... me gustaría que vinieras, Hinata-kun siempre me brindas seguridad donde vaya.
Hajime no estaba seguro si esa frase hacía referencia a su promesa sobre la suerte o en general, pero se sentía feliz de ver al chico tener poco a poco algo de confianza, primero en personas más cercanas y luego en otros. "Si tan solo pudiera perdonarse a sí mismo las cosas mejorarían mucho" Pensó. "Pero aun así eso sería mucho a estas alturas, lo importante es que vaya a su propio paso".
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La noche de películas fue tranquila, pese a que la mayoría de los géneros eran de terror, Sonia se tomó la molestia de que solo hubiera monstruos poco realistas o fantasmas en ellas. Nagito no habló mucho durante el transcurso de la noche, simplemente por temor a decir algo que incomodará a otros, pero aun así el que Hinata estuviera cerca lo hacía sentir mejor.
A pesar de que él renegara de las personas normales, verdaderamente disfrutaba tener noches tan comunes como esas, con amigos mirando malas películas de terror, lo hacía sentir que su suerte no podía herirlo. En lo más profundo de su corazón él deseaba una vida normal, donde esta clase de eventos ocurrieran regularmente. Donde no tuviera miedo cada día de su vida.
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_ Fue una linda salida, Hinata-kun... Sonia de verdad tiene un gusto curioso por las películas. Pero fue divertido.
_Ya lo creo_ Respondió.
Hajime reía por lo bajo al recordar los intentos del peli fucsia por impresionar a la princesa. Intentos que terminaban siendo frustrados por un screamer de bajo presupuesto que hacía al mecánico saltar de su silla.
Momentos como estos le producían felicidad y más aún al notar que todos podían disfrutarlo, sin penas, esperanza o desesperación metiéndose en su camino.
_Hinata-kun... ¿recuerdas que me preguntaste que haría cuando fuera a tierra firme?
_ Si, lo recuerdo.
_ Pues, respecto a lo del parque, ¿te gustaría acompañarme a ver los árboles?
_ ¿Acompañarte? _ Hinata se desconcertó un segundo y luego respondió con naturalidad_ Seguro, será entretenido.
Los ojos del chico a su lado brillaron.
_ Gracias Hinata-kun. Eres... muy amable en salir con alguien como yo... no esperaba que tu respuesta fuera que sí.
_ ¿Por qué no lo sería? _ No le gustaba verlo desvalorizarse de esa forma, pero estaba demasiado acostumbrado a ese mal hábito que le costaba pensar que algún día lograría quitárselo.
_ Bueno, normalmente nadie quisiera pasar tiempo conmigo, aun así, me alegra que hayas accedido.
_ Te hace mucha ilusión ver ese paisaje, ¿verdad?
_ Cuando era niño, solía pasear a mi perro por allí... y él se emocionaba mucho cuando los pétalos caían en su nariz.
Los ojos de Komaeda se inundaron con nostalgia y un poco de tristeza.
_ Descuida, prometo que iré contigo.
_ ¿Eh? ¿Enserio? ¿Harás una promesa por algo tan tonto como eso?
_ No es tonto para ti, además seguro será una vista increíble.
_ Gracias, Hinata-kun... te qui...te aprecio mucho.
Nagito se despidió dirigiéndose a su cuarto rápidamente, sintiéndose un tanto avergonzado por casi actuar de forma tan cercana con su amigo, el cual solo sonrió y lo despidió dirigiéndose a su propio cuarto.
Komaeda estaba un poco más emocionado de lo normal, por primera vez en mucho tiempo empezaba a sentirse querido y eso le agradaba casi tanto como le aterraba.
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