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"-EverytimE-" por Nao_Ran

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Notas del capitulo:

Luego de mucho tiempo sin actualizar, vuelvo con un nuevo capítulo. Espero que les agrade a las personas que siguen este fic. De ante mano, gracias por leerlo. Ah! y disculpen la demora, como siempre, no tengo palabras que me ayuden a disculparme como debería.

En-joy it!!!

 

"-EverytimE-"

 

By:*-Nao_Ran-*

 

 

((XIII))

Capitulo DécimoTercero:

-"Odio en el Alma"-

 

   

 

((Ruptura)) 

Inmaculado silencio de Dios

Queriéndome entender

Desquiciado silencio interior

Buscándome en el ayer 

 

Alterados por vivir

Yo se lo que quieren de mi

Nada cambia mi convicción

Rompo lo que yo quiero al fin 

 

Sin detenerme escupo tu fe

Tú no existes más

Siente el desprecio mírame

Tu vida quedo atrás 

 

Ruptura interior

Me alejo ahora sin dolor

Ruptura en mí

Ya no importa nada ha sido así 

 

No busco acuerdos, no busco paz

En contra así nací

Niego creencias y a los demás

Auguro que vencí.

 

Hocico.

 

[ I ]

 

Eran cerca de las cuatro de la madrugada cuando el avión de la Skynet Asia Airways aterrizo en el aeropuerto Internacional de Narita, mientras abría sus ojos lentamente y se soltaba el cinturón de seguridad.

 

Había sido un viaje largo, agotador en todo sentido, tanto físico como por sobre todo mental. Había tratado de dormir durante el viaje pero no lo había conseguido, la preocupación y la cierta sensación de angustia y por que no decirlo también, temor, invadían su cuerpo perfecto y escultural agotándolo por completo.

 

Aquel camino se le hacia por lo demás fastidioso, percatándose de que odiaba sinceramente ir en aquel taxi con destino al hospital de Syusuke... lo odiaba...lo odiaba... tanto como odiaba el hecho de que el amor de su vida lo despreciara por seguir adelante.

 

¿Seguir adelante?

 

Había seguido viviendo... pero no había seguido adelante... por que le faltaba el motor de su vida, la inspiración.

 

Suke.

 

Y aun así, con ese tipo de dolor que llevaba a cuestas en su alma, ese chico que él adoraba más que a Dios se le ocurría despreciarlo solo por que cuando despertó no estaba a su lado.

 

Pero... no sacaría conclusiones apresuradas antes de "hablar" con el chico de ojos azules, esperaría a verlo y analizar la situación.

 

Por que si a Syusuke se le ocurría mandarlo al demonio en la primera visita, tenia la leve idea de que él haría lo mismo... aunque luego volviera a pedirle disculpas de rodillas para volver a estar con él.

 

Porque lo haría... ¿Verdad?

 

 

[ II ]

 

El taxi estaba detenido frente al hospital, lugar que seria su primera parada al llegar a su país y cuidad natal, pero algo en su interior le decía que no se bajara del vehículo. Tal vez era su sentido común, razonando que, eran las 5 de la madrugada, y estaba conciente de que ese no era horario de visitas.

 

-Joven?? -le pregunto el conductor al ver como su pasajero no descendía del automóvil. -va a bajar??

 

Guardo silencio unos segundos más, hasta que finalmente se decidió.

 

-No, de la vuelta por favor.

 

-Esta seguro??

 

-Si, a Shinokoba en la zona de Nakano por favor.

 

El conductor no dijo más y se puso en marcha.

 

Era mejor llegar a su casa, darse un baño, dormir un par de horas y luego ir al hospital.

 

Mientras trataba de organizar su día mentalmente saco su móvil y marco a la casa de sus abuelos, avisando que estaba en Tokio. Y así, luego de otra media hora más, bajo sus maletas del taxi y mientras se acomodaba su bolso deportivo y demás artículos de viaje, sintió como la verja de su casa era abierta y su abuelo salía a recibirlo.

 

No hicieron falta palabras, solo la mirada comprensiva y feliz de su abuelo basto para que Tezuka dejara todo en el suelo otra vez y se acercara a él hasta abrazarlo con fuerza.

 

-Abuelo!

 

-Que alegría verte Kunimitsu!

 

-Abuelo, disculpa la hora pero...

 

-Shhh... -El hombre mayor lo miro comprensivo y luego de un abrazo más corto ayudo a su nieto con el equipaje-... tranquilo, no te preocupes. A la hora que sea nos hace feliz que llegues.

 

-Y la abuela? - pregunto entrando ya a la residencia.

 

-Está en la cocina, preparando café.

 

-No debió haberse molestado...

 

-Ya deja hablar como si fueras una visita, conversaremos cuando estemos los tres disfrutando de un buen café, te parece?

 

-Claro, abuelo.

 

Sonrió agradecido por la actitud de sus abuelos. Ellos si cumplían el rol de padres que tanto le había hecho falta cuando niño, y sobre todo en esos instantes. Llegar a su casa le hacia sentirse confortado y estable... y estabilidad es lo que más necesitaba en esos momentos.

 

Así que se apresuro lo más que pudo en dejar todas sus cosas en la habitación y bajo hasta la cocina, donde sus abuelos ya lo espera con la prometida tasa de café.

 

 

-Estuvo muy extenuante el vuelo? -le pregunto su abuela mientras se sentaba frente a él.

 

-Bastante. No descanse ni dormí pensando en todo lo que esta pasando, y en todo lo que se vendrá mañana.

 

-Tienes que estar tranquilo. Además, no es bueno adelantarse a los hechos.

 

-Lo sé abuelo... pero es que conozco a Syusuke y por eso mismo lo digo.

 

-Nosotros nos enteramos ayer por Oishi-kun, cuando vino a pedir el número del hotel en donde te hospedabas para llamarte.

 

-Se veía bastante preocupado, así que le preguntamos el por que de tan rápida petición, fue ahí donde nos contó que Fuji-kun llevaba casi semana y media despierto.

 

-Con tu abuela nos sorprendimos -continúo el hombre mayor- pues por que pensamos que en cuanto su situación cambiara nos avisarían de inmediato, pero nada de eso ocurrió. Debo reconocer que me moleste mucho por eso.

 

-Yo también hijo -acoto la mujer mientras dejaba su taza en la mesa-... se suponía que  la madre de Fuji-kun nos debería haber avisado de inmediato, pero por el contrario, nos tuvimos que enterar por tu amigo que él  ya había despertado.

 

-A mi también me tomo por sorpresa... -guardo silencio un momento, pensando si era correcto sincerarse con sus abuelo o no. Era una situación un tanto extraña estar hablado de su "novio" y su situación... pero en fin, sus abuelos lo sabían, así que no debía tratar el tema como un tabú, esa era su realidad. - No he podido concentrarme en ningún torneo. En el torneo de Miami perdí en el primer partido. Burk quiso matarme... y todo por tener el cuerpo allá y la mente aquí en Tokio.

 

-Sé que es difícil para ti... pero hay que tener confianza en que todo irá mejorando... deprimirte por un campeonato o dos no es saludable para un deportista como tú, hijo... -dijo el abuelo mirándolo fijamente- eres capaz de grandes cosas, ten confianza en ti mismo. Y si toda esta situación no mejora, e incluso empeora, creo que tendrás que pensar seriamente acerca de Fuji-kun y tu relación con él. No es sano sentirse culpable por todo, y odiarse por cosas que tal vez, ya estaban escritas.

 

-Yo no creo en el destino abuelo...- le dijo, como tantas veces antes tomando el café con calma.

 

-Sé que no crees en el... pero debes entender que tal vez, estoy debía pasar, si o si.

 

-No sé que pasará mañana, o pasado, o los días que sigan... pero tratare de estar tranquilo.

 

-Es lo que con tu abuela esperamos Kunimitsu.

 

-Gracias por su eterno apoyo...-les dijo sincero- si no me gustara tanto el tenis, seguro que no me sacan nunca de esta casa.

 

Su abuelo rió ante el comentario, mientras que su abuela se acercaba y le acariciaba la mejilla con amor. Ambos agradecieron al cielo que su nieto hubiera madurado tanto. Sintieron que Tezuka daba un paso más hacia la adultez. Sabían que iba por el buen camino para convertirse en un hombre responsable y de bien.

 

 

 

[ III ]

 

Abrió los ojos al notar que la luz se colaba con propiedad en su habitación.  Su mente comenzó a trabajar nuevamente con una rapidez casi vertiginosa, pero a pesar de eso, su cuerpo no se movía con tal velocidad.

 

 

Se tardo varios minutos en poder levantar su brazo derecho para tomar el móvil dejando anteriormente en la mesita de noche. Miró la hora y ya pasaba del medio día.

 

Suspiro profundo y  sin pensarlo mucho marco el numero de móvil de su amigo. Espero un par de toques hasta que en la otra línea, un Oishi bastante despierto le contestaba.

 

-"Ya llegaste?" -le pregunto saltándose el cordial saludo. Su amistad era tan grande que sabían perfectamente cuando decir el típico "como estas?" sin incomodar al otro.

 

-Si, hoy en la madrugada. Me he acostado para recuperar un poco de sueño y me quede dormido.

 

-"Pues, hay un horario de visita en la tarde también".

 

-Lo sé, por eso aún estoy en la cama.

 

Por un par de segundo ambos guardaron silencio, hasta que Oishi pregunto, nuevamente sin rodeos.

 

-"Iras hoy?"

 

-Claro. No tiene sentido aplazar más esta situación. -respondió con calma Tezuka.

 

-"Tienes razón".

 

Otra vez silencio hasta que el chico de lentes lo rompió, esta vez, con un tono diferente en su voz.

 

-Oishi...  que tan mal están las cosas en el hospital?

 

El joven universitario se tomo su tiempo para responder, y encontrar las palabras necesarias para describir la situación en la que estaban. Y estaban, por que por un extraño giro en las cosas, a Oishi también le estaba comenzando a afectar la situación entre su amigo y Fuji.

 

-"Pues... tan mal como para tenerme de un humor de perros desde que Fuji despertó."

 

-Que quieres decir?

 

-"Mira Tezuka... esto esta tomando un rumbo que ni en pesadillas me hubiera imaginado.  Es todo tan... tan extraño que me cuesta incluso explicártelo". -Oishi parecía derramar en cada palabra una frustración que Kunimitsu no le había escuchado desde la época escolar, y se preparo mentalmente para lo que saldría de la boca de su mejor amigo. - "Desde que Fuji despertó parece que una aura de terror lo envuelve, y no es un terror que este padeciendo él, sino que es él mismo quien la provoca. Además, todos parecen más tristes, preocupados. Su madre soporta todo estoicamente, pero no se cuanto pueda aguantar."

 

-Por que? Debería estar feliz por que él haya despertado.

 

-"Y lo estuvo... incluso eso de que no podía ni ver ni hablar era lo de menos para ella. Estaba tan feliz de que abriera sus ojos y estuviera con vida!... pero luego..."

 

Oishi callo repentinamente. Tezuka supo que le costaba un poco de trabajo seguir, porque su amigo no podría reprimir la angustia y el coraje que sentía en esos momentos. Así que para darle un poco de ánimos le alentó a seguir hablando.

 

-Luego que paso??

 

-"Fuji comenzó a actuar como si nadie existiera. Era obvio que no puede ni ver ni hablar, pero si puede escuchar... aunque la verdad es que no atiende a nadie. Todos son invisibles para él. No toma en cuenta a su madre ni a sus hermanos." -Otro segundo de silencio para tomar aire, y luego continuo. - "Tezuka, yo he visto a Syusuke actuar como un hombre sin sentimientos... pero la verdad es que ahora se está comportando como un completo bastardo sin emociones, que no se conmueve ni con la agonía de su madre."

 

 

A esa altura de la conversación, Mitsu ya estaba sentado en su cama, con el brazo derecho apoyado en la mesita de noche y con la mano izquierda cubriendo su rostro.

 

Un sentimiento de irritación y pérdida lo inundo, lo que le provoco un gran suspiro de cansancio. Negó varias veces con la cabeza, tratando de buscar en su mente la respuesta a todo ese comportamiento irracional por parte de Syusuke. Y mientras lo buscaba, Oishi continuo.

 

-"Pero con él único que nada de eso ocurre es con Kikumaru."

 

-Cómo dices?? - eso no se lo esperaba.

 

-"Lo que te estoy diciendo. Fuji actúa igual que siempre con Kikumaru. Ellos pasan todo el día juntos. Es como si Fuji manipulara de tal forma a Eiji que ni siquiera se da tiempo para estar con sus otros amigos, o conmigo..." -y en ese momento se escucho claramente en sus palabras el toque de celos que Tezuka también comenzaba a sentir. - "Eiji ya no quiere hablar conmigo de este asunto. O bueno, la verdad es que no le interesa hablar conmigo. Dice que es feliz con Fuji, por que él si le da atención y escucha  todas sus cosas. Fue él quien me dijo que Fuji te odia y que no quiere verte nunca más."

 

-Que demonios esta pasando Oishi?? Tan grande fue mi error al haberme ido que todo lo que esta pasando es culpa mía??

 

Su voz parecía derrotada e incluso culpable. Oishi entendia lo que Tezuka intentaba decir, y sabía que no era culpa de su amigo. Así que simplemente se dispuso a decir lo que llevaba rondándole por la cabeza desde que había visto a Fuji y este ni siquiera se dio el trabajo de ponerle atención, ni responderle al abrazo que le había dado cuando lo fue a ver el día en que supo que había despertado.

 

-"Creo que Fuji está haciendo todo esto para vengarse de ti... pero los dos sabemos que no es un abandono lo que tu hiciste. "

 

-Pues si lo que quiere es vengarse de mí, lo esta haciendo tan bien que de paso esta haciendo sufrir a su familia.

 

-"Lo sé, pero conoces mejor que nadie a Fuji, y lo que esta haciendo es llamar la atención."

 

Y repentinamente un rayo de luz ilumino la cabeza llena de dudas y culpa de Tezuka haciéndolo reaccionar.

 

-Jaa... -una corta risa escuchó Oishi por la línea telefónica y se impresiono ante la acción.

 

-"Te estás riendo Kunimitsu??"

 

-Si... me estoy riendo. -respondió suprimiendo una carcajada aun mayor.

 

-"Te estás volviendo loco??" -pregunto su amigo aun sin creer lo que estaba pasando.

 

-No... Solo me he dado cuenta de lo estúpido que soy, y de cómo no me di cuenta antes de este maldito juego. -ahora su voz sonaba tan fría, que hizo imposible que la sorpresa de Oishi se esfumara.

 

-"De qué demonios estás hablando??"

 

-Tranquilo Oishi... -le aconsejó- no me estoy volviendo loco ni nada de eso... es solo que gracias a ti me di cuenta de algo.

 

-"Y de que te diste cuenta gracias a mi??" -solicito curioso. 

 

-De que no existe nadie en este mundo que conozca a Syusuke mejor que yo. Y es por eso, que esta mierda de juego se termina hoy mismo.

 

-...

 

-...Necesito que asistas mañana al hospital. Así te llevas a tu novio y me dejas hablar con el mío en paz. Nos vemos esta tarde Oishi.

 

Y colgó, dejando a su amigo con las palabras en la boca, sin ser capaz de pronunciar cosa alguna. Tezuka se encamino hasta su maleta para sacar ropa y un par de toallas para entrar a la ducha.

 

La sonrisa que lo acompaño durante todas las horas que estuvo en su casa fue considerablemente insana. Su frialdad volvía en gloria y majestad, esperando el momento correcto en el cual salir y demostrar que con él no se jugaba de esa manera.

 

Si Syusuke quería vengarse... debería asumir las consecuencias de esa vendetta.

 

Aunque le costara el amor, y fuera reemplazado por el aborrecimiento de su alma.

 

 

[ IV ]

 

 

Bajo del taxi faltando cinco minutos para las tres de la tarde. Acomodo su chaqueta y sus anteojos de la manera más casual que su irritación le permitió. Y mientras caminaba levanto la vista hasta posarla en las pocas nubes que surcaban el cielo en esa estación del año. Respiro profundo tratando de aun adecuar las palabras que diría. Quería ser claro y conciso, no dar vueltas al asunto, así, todo terminara lo más rápido posible, estabilizando la situación  de cierta manera.

 

Al entrar al hall del hospital vio como Oishi lo esperaba cerca de la recepción, camino hacia él y cuando estuvieron a menos de un metro se estrecharon las manos con fuerza, sonriendo.

 

Era el recuentro con su mejor amigo, aunque nunca se lo hubiera dicho a la cara.

 

Sin decir palabra alguna, caminaron uno al lado del otro hasta entrar en el ascensor y esperar que éste llegara a la planta numero tres.

 

Solo un par de minutos les tomo llegar hasta el lugar en donde la madre de Fuji y sus hermanos estaban esperando. Sus rostros tenían la aflicción marcada, lo que provoco que Tezuka sintiera aun más irritación que antes. Respiro profundo para poder calmarse.

 

-Señora Fuji. -dijo simplemente.

 

La mujer lo miro sorprendida al reconocer de inmediato la voz. Instintivamente sus manos comenzaron a sudar y un temor la embargo. Cuando encaro al joven de lentes, Tezuka pudo notar en su rostro una clara expresión de arrepentimiento.

 

A veces le costaba entender como era que aquella mujer fuera tan expresiva y que a él se le  diera tan fácil el poder interpretarla.

 

-Tezuka-kun... -Yuuta se acerco hasta su madre, situándose a su lado, con esa cara de pocos amigos y mirando fijamente a los recién llegados. - discúlpame.

 

Él la miro otro tanto, inmutable. En ese momento, comprendió que la ausencia de llamadas y las nulas contestaciones telefónicas se debían a que ella, la propia madre de Fuji, le estaba evitando lo más que podía el trago amargo de la indiferencia de su hijo. Tezuka solo pudo sentir agradecimiento por ese gesto, aunque no lo consentía en su totalidad.

 

-No tiene por que disculparse señora Fuji, le agradezco su preocupación.

 

-...

 

-Aun así, -continuó- créame, me hubiera gustado que usted me dijera lo que estaba pasando.

 

-Yo... no podía... -dijo la mujer, tratando de buscar las palabras para poder explicarse.

 

-Lo sabemos, Fuji-san... -esta vez fue Oishi, quien con una sonrisa reconciliadora, le hablo. - por eso fui yo quien lo llamo informándole de todo.

 

-Muchas gracias Oishi-kun...

 

-Tranquila Fuji-san, todo estará bien desde ahora.

 

La mujer suspiro profundo y se sentó en una de las sillas apostadas en el lugar. Yumiko se sentó a su lado izquierdo mientras que Tezuka lo hacia en su costado derecho.

 

-Sabes en la situación en la que estamos, verdad Tezuka-kun??

 

-Claro que si señora Fuji.

 

-Syusuke no nos deja entrar. Ayer, cuando intente poner flores en su mesa de noche se altero de tal forma que termino por tirarlas al suelo.

 

-Y todo en frente de usted?? -pregunto asombrado.

 

-Si.

 

-Yo también e intentado entrar junto con Yuuta... -dijo Yumiko hablando por primera vez en ese tarde. - y cuando nos escucho comenzó a quitarse los cables y a tratar de levantarse de la cama... las enfermeras tuvieron que entrar y sedarlo. Cada día esta peor.

 

-Pero con Eiji-sempai no ocurre nada de eso... incluso hasta sonríe! -casi grito Yuuta de impotencia, cargando sus palabras con ira y resentimiento. -... por que él puedo verlo y yo no! Que soy su hermano??!!

 

-Tranquilo enano... -Susurro Yumiko con palabras conciliadoras. -   Todo estará bien...

 

En ese momento un hombre se acerco hasta ellos, Tezuka se levanto de su asiento al ver que se trataba de Sen, el esposo de la hermana de Fuji. El hombre al reconocerlo sonrió, estirando su mano libre para saludar al joven.

 

Kunimitsu en ese momento vio a un pequeño bulto asomar su cabeza entre el brazo libre del hombre. Lo miro fijamente recodando a la cosa pequeña que había nacido del vientre de Yumiko y le pareció muy pequeño el hijo de sus cuñados, a pesar del tiempo ya transcurrido. Sôji lo miro atentamente, y él se sintió un tanto intimidado... por eso no le gustaban los bebes, debía reconocer que lo ponían nervioso.

 

-Tanto tiempo sin verte Tezuka. -dijo Sen con la sonrisa simpática pegada en la cara, tal y como el chico de lentes la recordaba.

 

-Pues si... mucho tiempo.

      

La última vez que había visto a Sen, fue en una cena que tuvieron junto a su esposa, su suegra y, por supuesto, él y Syusuke, dos semanas antes de que el accidente ocurriera. Y de eso ya habían pasado casi diez meses, en donde todo su mundo conocido había desaparecido igual que el agua entre los dedos, y con la leve sospecha de que tal vez todo se había perdido y que él debería pensar en cómo sobrevivir en un  mundo donde en su ecuación vital, Fuji ya no pertenecía.

 

-Yumiko, en cinco minutos más estará lista la comida que mande a prepara en el casino, así que creo que es mejor que fuéramos ahora. -volvió a hablar Sen con propiedad. Él era cirujano y conocía perfectamente a casi todo el personal del hospital, ya que en la temporada donde él tuvo que hacer su internado, lo había experimentado en ese centro de salud. Así que como todo el mundo terminaba por quererlo, gracias a su excelente humor y simpatía, las cocineras no se habían negado jamás a prepararle a él y su familia una comida casera, como trato especial.

 

-Está bien, vamos mamá... es hora de dejar que esto se solucione y creo que nosotros no deberíamos estar aquí.

 

            La mujer suspiró cansada. Sabía perfectamente lo que su hija le estaba tratando de decir y apoyaba su razonamiento, así que sin más, se giro para tomar la mano de Yuuta, sorprendiéndose de no encontrarlo. Yumiko le hizo un gesto señalándole que el chico estaba ya por llegar al ascensor para esperarlos y subir, al casino de los doctores a comer. Sonrió un tanto divertida, y luego de abrazar a Tezuka y Oishi con cariño, se encamino junto a su hija, yerno y nieto hasta donde el menor de los Fuji esperaba.  

 

-Me sentare un par de minutos. -dijo Kunimitsu suspirando pesado varias veces.

 

Oishi lo imito, sentándose a su lado en silencio. El también estaba nervioso, ya que cuando sacara a Eiji del cuarto le tocaría tener una charla muy seria con él, y sabia a la perfección que el mal humor no le duraría ni medio minuto cuando viera los hermoso ojos de su novio.

 

-Estas nervioso? -le pregunto.

 

-Mucho.

 

-... Y si todo se vuelve peor, Kunimitsu?? -su voz sonaba un tanto angustiada, no podía pensar en la posibilidad de que Eiji prescindiera de él.

 

            Tezuka se tomo su tiempo para responder. La verdad es que no podía dar por sentado nada hasta que pudiera ver a Fuji y así confirmar o desechar sus sospechas. Tampoco podía decirle a Oishi que todo iba a estar bien, pues por que ignoraba lo que pudiera pasar en los próximos minutos, solo podía hablar por él.

 

-Lo único que puedo asegurar y de cierta forma prometer, es que intentare por todos los medios hacer que Suke entienda que no logra nada con esa actitud hacia Eiji, tú deberás hablar con él y hacerlo entrar en razón acerca de su propia relación. Ahí yo no puedo inmiscuirme.

 

-Lo sé. Espero en verdad que esto resulte de la mejor forma posible... para ambos.

 

            El de lentes acepto con total agrado el deseo que tenía su amigo, pues porque en realidad también era el suyo.

 

-Supongo que ya es hora. - dijo el tenista levantándose con calma.

 

-Si... entramos juntos?? -quiso saber Oishi.

 

-No lo creo, es mejor que entres tu primero.

 

-Como quieras.

 

            Sin más avanzaron los aproximados cuatro metros que los separaban de la puerta del cuarto de Fuji. Oishi tomo una profunda bocanada de aire soltándola enseguida lentamente. Un segundo después, abría la puerta lentamente.

 

 

[ V ]

 

            La habitación estaba resplandeciente. El sol iluminaba todo a su paso haciendo que las paredes blancas brillaran aun más, lo que alentó a Tezuka  a esperar fuera del cuarto hasta que sus ojos marrones lograran acostumbrarse. Y es que odiaba tanto el blanco del hospital... le hacía pensar en algo insípido que solo provocaba más angustia de la normal... era ese color blanco, idéntico al que había observado cuando solo era un niño, en un hospital no muy diferente a ese y sin máximas aspiraciones más que escuchar que su tío y su amado primo, Takumi, seguían con vida.

 

-Naa... Fujiko! Es verdad lo que te digo!

 

            Fue lo primero que escucharon ambos jóvenes, a pesar de que solo Oishi estaba realmente dentro de la habitación.

 

            Eiji estaba de frente a Fuji, mirando en dirección a la puerta, sin percatarse de los recién llegados. Syusuke estaba frente al pelirrojo, dándole la espalda a la puerta, sentado en una silla de ruedas, mirando el paisaje que se presentaba a través de la ventana.

 

            Oishi fijo su vista en el chico que hablaba entusiasmado, comentando una idea que llevaba pensando desde que había visto a su amigo abrir los ojos.

 

-Cuando salgas de este cuartucho tenemos que ir al mar para que te broncees!... estas taaan pálido! Pareces un zombi.

 

            Fuji solo sonreía ante las ocurrencias de su amigo. Kikumaru podía describirlo a la perfección, sin percatarse de que era verdad la última frase dicha, aunque no estaba en lo cierto totalmente, pues porque él no parecía un zombi, lo era.

 

-Eiji. -pronuncio en ese momento  Syuichiroh, mirando fijamente la cabeza pelirroja del aludido. El pelirrojo solo en ese instante giro su rostro, sorprendiéndose que esos dos chicos estuvieran, ahí prados, en el umbral de la habitación.

 

-Que haces aquí Oishi? -pregunto molesto por la interrupción. Últimamente no tenía idea del porque, pero siempre que veía a Oishi en la misma habitación de Fuji una enorme irritación lo envolvía por completo, logrando que actuara como si estuviera de mal humor... aunque, pesándolo mejor, si sabía por qué se le descomponía el buen genio.

 

            Oishi apoyaba en todo a ese bochou mal nacido. Oishi se preocupaba por él, por su amigo. Oishi le había dicho que no se metiera en los asuntos que concernieran a Fuji y al tenista, pues por que Tezuka se podía enfadar.

 

            Tezuka, Tezuka, y más Tezuka!

 

            Y ya podía sentir que lo odiaba.

 

            Era el mejor amigo de su novio, quien parecía tomarle más atención a ese chico que al él mismo. El tenista era el culpable de que su Fujiko se sintiera tan mal y triste, tan desolado y abatido. Todo por su tonto orgullo, su tonta pasión por el tenis, por su obstinación y su cobardía!

 

            Si! Él tenía toda la razón en odiar a Kunimitsu... pues porque él era el único culpable de toda esa triste situación, de que él y su amigo Fuji estuvieran tan deprimidos y desesperados.

 

-Vine a recogerte. -contesto el chico detenido en la puerta, negándose a dar un paso más que lograra adéntralo en esa dimensión desconocida, donde algún ente maligno -que asociaba a Fuji-  había raptado a su hermoso y tierno neko, para devolverle a ese chico que le hablaba con furia y cierto fastidio en la voz.

 

-No recuerdo habértelo pedido. -y sin perder más tiempo con ese mal hombre, siguió hablando con Syusuke, en voz baja, para que los demás no puedan escucharlo. Se acerco aun más a su amigo, provocando una posición un tanto comprometida, logrando comenzar a fastidiar al chico de la eterna paciencia.

 

            Tezuka al notar que Oishi pretendía avanzar molesto hacia el interior del cuarto le sostuvo el brazo, con lo cual el aludido se giro para verlo. Un "no" con suaves movimientos por parte de la cabeza del más alto lograron clamarlo, solo hasta cierto punto.

 

-No me lo pediste, es cierto... pero vine de todos modos porque necesitamos hablar. -y eso lo dijo de la forma más seria que pudo controlar.

 

            El pelirrojo lo miro un tanto sorprendido. Su amado Syu-chan jamás! nunca en la vida le había hablado de esa manera tan seria y furiosa. Seguro que era por culpa del idiota que estaba detrás de su novio. ¡Como lo odiaba!

 

-No tengo nada que hablar contigo. -le volvió a contestar tajante, sintiéndose herido.

 

-Si tenemos.

 

- ¡Que no! -grito Kikumaru sin pensarlo. Luego, cuando se dio cuenta de su escándalo, se giro para abrazar a su amigo y susurrarle lastimeros "lo siento" al oído.

 

            Y lo que más enfureció a Oishi, es que Fuji parecía mirarlo directamente a los ojos sonriendo sarcásticamente, mientras que con sus brazos de color mármol abrazaba con propiedad la cintura del pelirrojo, acariciándola sugerentemente.

 

            Estaba a punto de ir por su chico, cuando fue nuevamente Kunimitsu quien lo detuvo, esta vez, con su propia voz. Seria e impenetrable.

 

-Eiji... Oishi de verdad necesita hablar contigo. No lo hagas esperar por favor.

 

            Cuando el joven tenista acabo con su frase, Fuji pareció volver su concentración en la dirección donde podía sentir la brisa entrar en la habitación. Dejo instintivamente de acariciar a su amigo, pero no lo separo de su cuerpo.

 

            Tezuka le hizo un leve gesto a su amigo para que fuera por su novio, lo que Oishi llevo a cabo en menos de un segundo. Le tomo la mano libre y lo jalo con cuidado hasta hacerlo ponerse de pie. No lo miro, ni le dijo cosa alguna, solo cruzo el cuarto tomándolo aun más firme de la mano, entrelazando sus dedos en un signo demandante. Algo le susurro al más alto, sin que Eiji pudiera escuchar y tan rápido como entro, salió del lugar, sin mirar atrás.

 

Lo último que Kunimitsu escucho, fue el leve clic de la puerta al cerrarse.

 

 

[ VI ]

 

 

            Ahora que se encontraba dentro de la habitación, dio un rápido vistazo de lo que había dentro de ella. No se sorprendió al encontrarla tan vacía que pareciera que no había ningún paciente internado, al recordar el incidente del día anterior con las flores, que Yumiko le había contado al llegar. No había ningún oso de felpa, ningún globo de "recupérate pronto", no había nada en realidad.

 

            Hasta que su vista se poso en una silla abandonada en un rincón de la habitación, al lado de la puerta del tocador, y con su chaqueta de titular del instituto, arrugada y olvidada sin ninguna compasión.

 

-Como si no me hubiera costado nada poder conseguirla y retenerla durante tres malditos años.

 

            Pensó herido ante ese gesto.

 

            Pero aun así mantuvo su semblante impávido, sin dar a conocer su dolor o nerviosismo. Porque podía sentir, como dentro de sus vaqueros, sus manos temblaban sin tener la intención de calmarse.

 

 

            Y Fuji parecía imperturbable como la última vez que lo vio, con la diferencia de que en ese momento  tenía los ojos abiertos. Seguía sintiendo en su rostro y brazos la brisa que se filtraba por la gran ventana. Como si estuviera solo.  Como si Tezuka no existiera.

 

            Él suspiro pesado, no haciendo ruido. Tomo la decisión de sentarse y esperar hasta que su boca y mente se unieran para que pudiera dar rienda suelta a la lluvia de ideas y sentimientos que cruzaban y se mezclaban en todo su ser. Así, sin esperar más, camino la distancia que lo separa de la silla en donde estaba su cazadora, y se sentó a esperar.

 

            A esperar cualquier cosa.

 

            Pero luego de muchos minutos, tantos que ya no los recordaba, no pudo aguantar más y el nerviosismo dio pasó a la molestia. Le fastidiaba una enormidad que Syusuke se comportara de esa manera tan infantil, que solo los hacía sufrir aun más a ambos.

 

-Syusuke...

 

            Dijo en casi un susurro, pero que estaba seguro el otro chico había escuchado a la perfección.

 

            Y pasaron otros tantos minutos más mientras esperaba cualquier tipo de reacción por parte del aludido... pero al final nada paso.

 

            Otro suspiro lo acompaño mientras se convencía de que tendría que hablar, solo otra vez, igual a la lejana tarde, hacia casi diez meses atrás, que  había pasado y dormido a su lado.

 

-Syusuke... necesitamos hablar.

 

           Pero otra vez nada. Fuji parecía inmutable ante su voz.

 

-Por favor... Syusuke.

 

            Y el silencio, al parecer, era su único interlocutor.

 

-Supongo que esto va a ser un monologo... -comento, sin gracia- pues no me importa. Sé que me estas prestando atención y que escuchas cada palabra que sale de mi boca. -y esa fue una afirmación. - Y en todo caso, soy yo el que ha venido a hablar, no necesito que me respondas a nada.

 

            Otro par de segundos de silencio, solo para dejar en claro su posición.  

 

-Sé que es mi culpa... -continuo jugando con su cazadora- todo es mi culpa desde antes del accidente y lo sigue siendo ahora, que estás ahí, sentado en silencio, tratando de pasar de mi. Mi error comenzó el día de tu accidente... no fui por ti a la casa de tu madre, no fui capaz de protegerte de tu padre cuando más lo necesitabas. Ese fue mi primer error Fuji, y lo siento de veras. 

 

            Miro en dirección del aludido, pero este seguía pretendiendo estar solo en la habitación. Aquello no lo desalentó, al contrario, le dio mayor coraje para seguir hablando y soltar todo lo de su interior.

 

-Cuando llame a tu hermana esa noche  preguntándole por ti era porque un presentimiento nada bueno me estaba embargando. Y cuando Yumiko me confirmo que mi sospecha era cierta y que algo malo te había ocurrido, tuve que sostenerme del muro de mi casa para no derrumbarme. Aunque eso no fue nada a lo que sentí cuando llegue a este hospital y vi como estabas... tirado en una camilla, con una venda empapada de sangre y con tantos tubos y maquinas a tu alrededor que ni pude contarlos. Nunca podre expresar con palabras como me sentí en ese momento... todo lo que en mi cabeza estaba volviendo a ver, a recordar... era la misma estúpida escena que yo había visto hace tantos años atrás, cuando Takumi y mi tío fueron a parar a un hospital cuando tuvieron el mismo accidente que tu... -respiro profundo para continuar, a pesar de que ese dolor le dificultaba la fluidez en sus palabras. - Pero ellos no tuvieron la misma suerte que tu, Syusuke.

 

            Esa última frase estaba cargada de un tono un tanto irónico, que lo sorprendió incluso a él mismo. No quería comparar los accidentes, porque ambos lo habían destruido en más de un sentido y él se había esforzado en tratar de superarlos. Más aun el primero de ellos, que había significado la muerte de su tío tan querido, aquel hombre que lo trataba como su hijo siendo solo su pariente político y no de sangre.  Akihito había sido el esposo de la hermana de su padre, quien había fallecido un par de años después de haber dado a luz a su pequeño primo, Takumi, un chico dos años menor que él y que amaba tanto. Porque si, lo había amado por ser el único ser humano, casi de su edad, que le sonreía siempre, sin esperar nada a cambio. Takumi era algo que él cuidaba en cada aspecto, haciendo lo humanamente posible para siempre verlo feliz... hasta que ese fatídico día de hermosa primavera había llegado. La única cosa con la cual no podía luchar se lo había llevado junto a su tío. Había sido la muerte quien lo había alejado de su primer amor, sin tener la oportunidad de luchar por él.

 

-Supongo que nunca te he contando toda la historia, verdad Syusuke? -le pregunto esta vez, levantándose de su silla y acercándola solo un paso más adelante. - solo te había dicho que ellos habían muerto en un accidente de motocicleta, pero nada más. El dolor que esto aun me produce... -y fue ahí donde su voz tembló un poco- es lo que me hizo no entrar en detalles. Pero tal vez... si lo supieras, podrías enfadarte un poco menos conmigo.

 

            Volvió a respirar hondamente, obligando a su mente que dejara fluir las imágenes sin producir más dolor del que ya tenía. Era difícil hablar de eso, porque a pesar de que habían pasado un poco más de ocho años, a él  le parecía que aquello hubiera ocurrido ayer. La crudeza de las imágenes estaban grabadas con fuego en su mente y corazón.

 

-Sabes que desde niño vivo con mis abuelos. Mis padres han sido dos personas lo suficientemente egoísta para soportar solo un hijo, dos niños no era algo que ellos hubieran deseado... así que como fui el segundo en nacer, ellos me llevaron donde mis abuelos para que ellos me criaran. Mi abuela acepto de inmediato, pues veía como mis padres estaban criando a mi hermano mayor y no quería lo mismo para mí. Dijo que fue lo mejor que había hecho en su vida. Y yo les estoy agradecido. Mis padres y mi hermano... raramente parecen humanos, me refiero por su incapacidad de crear sentimientos.

 

            >>Cuando tenía siete años, llego a vivir con nosotros el esposo de mi difunta tía, la hermana mayor de mi padre. Mi tío Akihito era un hombre un tanto despreocupado de las reglas de la vida, pero feliz y dichoso por la vida que estaba llevando... o es eso lo que yo recuerdo cuando algunas veces lo visitaba en la casa que tenía en la costa, pero en el momento en que llego a la casa de los abuelos, se vía un tipo triste, casi tan triste como el niño que lo acompañaba, mi primo Takumi.

 

            >>Un mocoso que no me agradaba para nada. -Dijo sonriendo al recordar sus primeros encuentros con un niñito que se le colgaba del cuello y no lo dejaba respirar- tenía cinco años, acababa de entrar en el jardín de niños y ya había perdido a su madre. Aun recuerdo como durante las noches, se despertaba llorando llamándola. Fue en esos momentos donde yo me di cuenta de que era un niño y que podía disfrutar de esa condición. La indiferencia de mis padres me había vuelto tan serio que ni en la primaria hacia amigos. Pero fue Takumi quien me enseño a ser niño, y a reír sin pensar en cosas que no eran sanas para mi edad.

 

>>De este modo los años fueron pasando. Mi tío se fue recuperando, volviendo a ser el mismo hombre de antes, incluso volviendo a ser parte de un grupo de motociclistas aficionados. Takumi comenzó a asistir a un club de tenis, donde fui llevado por obligación por mi abuelo.  A pesar de que me divertía jugando con Takumi en casa, en la escuela todas mis calificaciones eran perfectas, con excepción de las clases físicas. Tenía nueve años y estaba a punto de reprobar un curso por primera vez, pero mi abuelo no lo iba a permitir, así que me llevo a rastras al club donde Takumi asistía... y cuando golpee por primera vez una pelota de tenis con la raqueta... mi vida cambio drásticamente. Yo seguí con el tenis, y Takumi me acompañaba alguna veces, cuando tenía campeonatos en la primaria... y así llego el día en que todo acabo. Cuando mi tío me dejo en la puerta de mi escuela, ya eran pasadas las ocho de la mañana, Takumi llegaría tarde si o si y me sentí culpable por no haberlo obligado a dormir la noche anterior. Así que me quede observando hasta que Akihito doblara en la siguiente calle y llevara a mi primo a su escuela... y espere... y espere...

 

            Él aclaro su garganta por un par de segundos, pues sentía que un nudo se formaba en ella. Nunca le había contado eso a alguna persona, ni a sus propios abuelos... pues pensaba que era un dolor con el que tenía que cargar para limpiar su pecado. Se sentía responsable de la muerte de su tío y primo, aunque no pensara muchos en ellos en la época actual, pues, por que Fuji monopolizaba la mayoría de sus pensamientos, desde que se había dado cuenta que estaba enamorado de él... o incluso, desde el primer momento que lo vio.

 

-Todo parecía en cámara lenta. Puede ver el momento exacto en que ese bus los arrollo... vi a mi... vi a.... -su voz fallo una vez más, pero tenía que continuar-... vi a Takumi volar varios metros por el aire, hasta que se estrello contra el pavimento.

 

            >>Me tarde minutos enteros en reaccionar, o hacerlo levemente. Camine a paso lento hacia el lugar, mientras veía como las personas corrían a mi lado, para ir a la ayuda de ellos dos. Podía sentir los gritos de algunas mujeres... pero yo no podía hacer ni decir nada, hasta que llegue al lugar, y vi a mi tío debajo de la parte delantera del bus con la moto sobre sus piernas. El olor a gasolina mezclado con el petróleo del autobús era insoportable, y me hacia dar vueltas la cabeza. Y cuando gire mi rostro para poder respirar mejor vi a Takumi... envuelto en un charco de sangre, tratando de levantar su cabeza.

 

            >>Camine hasta él, y me arrodille a su lado. Takumi miraba el cielo desorientado, hasta que sus ojos se fijaron en los míos. Yo no podía hablar y él tampoco, así que lo abrace con fuerza, pensando en que tenía frio y por eso temblaba.

 

Miro a Syusuke fijamente, mientras su mente se llenaba de esas imágenes y recuerdos que él imaginaba que era lo mismo que le había pasado al chico frente a él. Sentía que el aire se le acababa al pensar en que, su novio más que amado había sufrido lo mismo. Pero ya estaba cansado de recodar, de sentir dolores clavados en su corazón. Agónicas suplicas recibía de su yo interior para que dejara de evocar aquellas violentas vivencias.

 

-Murió en mis brazos, cuando podía escuchar a lo lejos como la ambulancia se acercaba. Pude sentir su último suspiro y su tímido llamado. Vi como lentamente cerraba sus ojos y se dejaba vencer, seguro agotado por el dolor.

 

            Su voz se apago otra vez, luego de las últimas frases susurradas casi inmunemente. Ya lo había dicho, y para su tranquilidad seguía vivo y de cierta manera tranquilo. El dolor por supuesto no se iría tan fácil como las palabras dichas, pero se volvería soportable con el pasar de los minutos.

 

-Tienes alguna idea de lo que sentí cuando supe que habías tenido el accidente?? Te has puesto a pensar en lo miserable y perdido que estuve todo el trayecto hasta que llegue al hospital??

 

            Le pregunto tranquilamente, como si los sentimientos no fueran suyos, ni mucho menos el chico frente a él.

 

-Sabes lo que mi mente me gritaba cuando te vi, a través de la ventana... cuando estabas desgarrado en una camilla, con  tantos tubos a tu alrededor que impedía a los enfermeros avanzar con tranquilidad??... Por supuesto que no lo sabes ni lo has pensado -dijo, aun con su voz en calma- Porque te estás enfrascando tanto en tu sentimiento de pérdida y abandono que eres incapaz de sentir mi dolor, o el de tu madre o de tus hermanos.

 

            >>Y no te estoy culpando por ello, claro que no... es solo que quiero que te des cuenta que mi abandono se debió al hecho de que no podía soportar estar viéndote, casi muerto en una camilla, sin poder hacer nada... sin ayudarte. Y no tienes el idea del pánico que me envolvió cuando, después de golpear a tu padre... -hizo una pausa, para agregar- ¿por qué supongo que te dijeron que había golpeado a tu padre?... -el silencio fue lo único que le contesto- bueno, te informo que golpee a tu padre el día después del accidente, y cuando él estaba en el suelo mientras yo me acercaba para seguir golpeándolo, escuche como en tu habitación cosas caían al suelo, y al asomarme para ver que ocurría... quise huir o morir en ese instante... al verte... en el piso, sangrando... y extendiendo tu mano, mirándome, para que fuera y te ayudara... Nunca podrás entender el dolor y la impotencia que sentí Syusuke. <<

 

            Esta vez se levanto para quedar casi al frente del chico ojiazul, mirándolo fijamente, aguantando las ganas de abrazarlo fuertemente y sentir que era real, a pesar de la indiferencia.

 

-Sé que fue mi error -continuo- irme y dejarte. Pero quise arreglar mi estabilidad mental para estar bien cuando tú despertaras. Tratar de seguir adelante, para demostrarte que aunque el mundo seguía adelante, yo no era lo mismo sin ti. Quise tratar de cumplir nuestros sueños... para que cuando abrieras los ojos, te sintieras orgulloso de mí y sonrieras feliz al saber que había logrado algunas cosas solo porque todo lo hacía por y para ti.

 

            >>Además, no podía estar viéndote como un vegetal todos los días y pensar que en cualquier momento podías morir. Yo no podría haber soportado estar en el mismo lugar donde tú dejaras de existir... me estaba destruyendo por la impotencia de luchar contra la única cosa con la que no puedo ir en contra... y aunque me llames cobarde... yo no podía verte morir. Pero... <<

 

            Dijo, sentándose en la camilla de un segundo a otro, para seguir mirando por la ventana.

 

-Que yo no haya estado contigo, físicamente en este hospital, no significa que te hubiera dejado atrás... deje a mi corazón aquí, para que latiera junto al tuyo. Lo deje aquí, para que lo sintieras y te dieras cuenta de que siempre estaría contigo, ya fuera aquí o en otro lado del mundo. Y que, mientras pensaba con mucha facilidad tu muerte, buscaba en mi mente los métodos más efectivos y rápidos para suicidarme y seguirte en lo que fuera que hubiera en la otra vida...  pero, a pesar de todo eso yo... en el fondo de mi mente y mi alma, tenía la esperanza que algún día ibas a despertar y que volveríamos a estar juntos, como se supone que debemos estar.

 

            Dejo que los segundos pasaran transformándose en minutos, y que la nueva brisa, esta vez del atardecer, le anunciara que ya era hora de irse. Había sido una tarde llena de recuerdos y tan intensa que hacia un esfuerzo para no recostar su cuerpo en aquella cama ajena y perder el control con respecto a lo que su mente le gritaba que hiciera. Suspirando profundo se levanto y camino, llegando hasta el mueble en donde había dejado sus anteojos, tomándolos con cuidado. Lo último que diría, no necesitaba ser pronunciado frente a Syusuke, así que dándole la espalda prosiguió. 

 

-Y aunque me había imaginado esta ocasión de otra forma...-sonrió, un tanto divertido ante la expectativa formada muchos meses atrás- Es hora de que me valla. A sido mucho por una tarde y debes descansar. Pero te aseguro -le dijo con voz firme y segura- que mañana voy a volver y me quedare cada tarde que sea necesaria hasta que me perdones por dejarte y no estar a tu lado cuando abriste tus ojos, para que vuelvas conmigo.

 

Se acerco a la puerta para manifestar sus últimas palabras. ­

 

-No he dejado de amarte, ni nunca lo haré. Así que si tengo que arrástrame para que me perdones... lo voy a hacer, sin ninguna duda o protesta. Y si quieres seguir vengándote de mí, deja de lado a tu madre, a tus hermanos que están sufriendo por tu indiferencia, sobre todo Yuuta, y a Eiji y Oishi, ellos no merecen que destruyas su relación. Así que deja de hacerte el ciego y el mudo... -pidió  con una mano en el pomo de la puerta- no te viene ese papel, invéntate algo más creíble para hacerme sufrir, pero solo a mí.

 

            Escucho una leve risa, sonriendo también ante la primera respuesta que recibía de Syusuke.

 

-Te veo mañana.

 

            Anuncio preparándose para salir de la habitación.

 

-...Porque me dejaste? -escucho en un susurro, sintiendo como dentro de su cuerpo todo se removía y temblaba con exageración. La suave voz de Fuji le llegaba tan nítidamente a sus oídos que sentía que su corazón iba a estallar. Pero no exteriorizo ninguna reacción. Sabía que a pesar de toda su explicación Fuji necesitaba la última frase que lo hiciera reaccionar, despertar y volver de verdad a la vida real... él no se lo iba a negar, pues, ya que no soportaba un día más sin estar a su lado.

 

-Porque tú lo hiciste primero, Suke.

 

            Y mientras cerraba la puerta a sus espaldas, escucho la risa irónica que tanto amaba, quedándose ahí para disfrutarla un poco más y así renovar los últimos recuerdos que de Syusuke tenía. Luego... la risa dio paso al silencio y un par de segundos después a un llanto, al principio un tanto normal, para luego volverse un sollozo.

 

            Sabía por que Fuji estaba llorando, ya que él lo hacía por la misma razón. Trato de ahogar su llanto para que Syusuke no lo escuchara, y para evitar también entrar en la habitación y arruinar todo lo que había tratado de lograr con esa visita.

 

            Syusuke tenía que entender que nunca lo había abandonado de una forma deliberada o egoísta, había sido solo para evitarle el dolor de verlo destruido por la pena y la locura de no tenerlo a su lado como él deseaba... aunque para su desgracia, las cosas no habían salido como las había pensado la vez que había decidido seguir con el tenis.

 

            Pero eso ya no importaba, lo trascendental era que Fuji había despertado y esperaba con todas sus ganas que hubiera entendido sus motivos.

 

            Cuando lo vio, al entrar en la habitación, se había dado cuenta de algo que nunca pensó: Syusuke era lo más importante para él, en esta vida o en las otras.

 

            Así que mientras caminaba hacia el ascensor, limpio su rostro tratando de eliminar cualquier rastro de lágrimas, y aclarando su voz  saco su móvil y marco un número con una rapidez casi impresionante.

 

            Espero solo un tono hasta que le contestaran en la otra línea.

 

-Burk?... -escucho algo y luego volvió a hablar-... ya tome una decisión acerca del ultimátum que me diste en el aeropuerto.

 

El silencio se hizo presente en la otra línea, dándole la señal para que continuara, ya que Burk lo escuchaba atentamente.    

 

-Voy a dejar el tenis. Lo siento, pero Syusuke es mi primera y máxima prioridad, y hasta que no lo tenga otra vez conmigo no volveré a jugar... así que búscate a otro chico a quien entrenar, porque yo ya no estoy disponible.

 

            Y sin más cerro su móvil, con una sonrisa en sus labios. Nunca pensó que esas palabras salieran de su boca, pero no se arrepentía. Amaba a Syusuke con toda su alma y corazón... por fin podía sentir como el sentimiento de obsesión y desesperación retornaban a él en gloria y majestad. Y sonrió con más ánimo aun.

 

            Como había extrañado eso!

 

 

Notas finales:  

Me he tardado una eternidad en poder acabar este capítulo... les pondría las fechas en que comencé a escribirlo pero sería patético, X3!

Pero en fin... mejor tarde que nunca, como dicen por ahí. ((Se está volviendo ya el factor común de esta historia subir capítulos después de meses jeje))

Gracias por haber leído esta nuevo capítulo y espero que les haya gustado... la verdad es que quede bastante conforme con el final de esta actualización. Además, debo decir que no falta mucho para el final! ((gracias a Dios! u.u))

Por último, tres cosas:

  • 1) Gracias Nakatsu por tus correcciones! Eres la mah mejol!! Esta actualización va con dedicación especial a ti ;)
  • 2) La canción es original de un grupo de Eletrodark-Industrial que me gusta mucho, su nombre "Hocico" como puse al inicio.
  • 3) No hay resumen ni nada, para crear mayor expectación! ((trato de no ser muy mala!)) Pero, si diré que el próximo capítulo también viene con una canción! Fix You de Coldplay, así que si pueden, la bajan para escucharla. ((la banda no me gusta, pero la canción es buena))

Creo que con esto si es un resumen mmmm?

 

PDT: disculpen si existen faltas de ortografía... o si hay algo mal escrito. Se me este escrito de memoria y ya no le encuentro fallas =P!

PDT2: debo decir que la motivación volvió cuando termine de leer Crepúsculo, la saga completa... es decir, los cuatro libros! XD!

 

Muchas gracias otra vez! Los RW están contestados -o eso intento- y los espero en una próxima entrega!

 

Este es un RW que se borro, y como no se como ponerlo de nuevo, lo escribo aqui!

Para Maxi Anime :):

Debo admitir que tus RW me encantan! Suben mi autoestima de gran forma logrando hacerme pensar que en realidad no doy tanto asco escribiendo historias como esta.

Gracias por llamarme “buena escritora” y decir que mi historia es un “gran fic”. Todo lo que escribo es para que sea más o menos aceptado y agradable a los demás.

Gracias por decir esas palabras que me motivan aun más a escribir cosas decentes =3! Y lo más profundas que  mi imaginación me permitan.

 

Y bueno, resolviendo tu duda, en el capítulo que se llama, “Diario de Ensueños” sale que ya la acusación pendiente que tiene Fuji se extinguió, al llegar a un acuerdo extrajudicial ambas partes ((o en ese cap. creo que esta X3)). Así que ya no tienes que preocuparte por eso. J

 

Todo lo que comentaste acerca de la familia, el abandono de Tezuka, está aclarado en esta nueva actualización. La verdad es que espero sea de tu agrado y así me sigas apoyando tan animadamente como hasta ahora.

Muchas gracias por todo y un gran beso y abrazo para ti!

 

PDT: a ver si algún día intercambiamos mail, te parece?

 

 

Atte:

*Nao_Ran*

[-Hexedark-]

|.:·Japanise:Zombie:Heroez·:.|

 


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