SeHun.
—Mierda JongIn, esto es ridículo. —SeHun lo mira con su mirada desdeñosa y su postura arrogante.
Una mesa reservada en un restaurant. Un sitio lujoso y discreto como SeHun. Nada delataba la situación romántica o tal vez si, lo era, una intención silenciosa que gritaba los sentimientos mas profundos de JongIn.
La mesa está en la zona de apartados, discretamente separada por mamparas de bambú. Hay un candelabro con velas artificiales, un ramillete corto de lilas, rosas blancas y tulipanes blancos. La cristalería fina y el mesero sirviendo vino de manera elegante le hace sentir el ambiente romántico y especial, muy especial.
—¿Qué hacemos aquí?
—Solo cenamos. —Dice JongIn con un tono bajo y simple, mientras bebe de la fina copa, el vino especial que ha solicitado, le grita en silencio lo que siente por el a través de los detalles.
—No tengo mucha hambre. —Mira a JongIn esperando el efecto de sus palabras.
La luz tenue ilumina la tez bronceada de JongIn, el traje a la medida, su cabello perfectamente peinado y su sonrisa tentadora deslumbra a SeHun. Traga en seco.
JongIn toma la mano de SeHun. Este la retira. Odia el romance, el romance no existe, es solo una falsa fachada que inminentemente desaparecerá cuando se canse de el.
— Vaya …comamos —Dice en un tono que no suena derrotista pero lo es, tal vez no debió, pero realmente quería hacerlo. No quiere rendirse, seguirá intentando.
La cena transcurre con normalidad. La plática es animada por JongIn, a veces SeHun no puede evitar reírse de las tonterías que suele decir, sabe que lo hace a propósito porque le gusta que ría, aunque no suele hacerlo mucho. El vino le llegan al cerebro. Se suelta un poco y se atreve a disfrutar el momento. Pero la duda lo invade.
—Supongo que no es casualidad que estemos aquí. —Lo mira inquisitivo. Han viajado más de una hora para llegar al lugar, debe ser algo importante.
—Hoy hace un año que nosotros… —JongIn habla pero es interrumpido.
—No, no llevo la cuenta pero se que hace mas tiempo. —SeHun dice una mentira, sabe la fecha de la primera vez que sus cuerpos se entregaron, pero no lo dirá, no quiere ilusiones, ni falsas promesas, ni esperanza, solo vive el presente, solo hoy.
—Hace un año que somos exclusivos. Me gustaría que fuéramos una pareja formalmente. —Osa JongIn a expresar en voz alta lo que hace tiempo desea y aunque sabe que es un hecho innegable que lo son , quiere la confirmación , quiere que salga de sus labios, quiere la seguridad de lo que tienen sea real.
SeHun lo observa, se siente vulnerable y desnudo. No han aclarado las cosas, no sabe realmente que tienen, por temor nunca pregunta. Su cerebro niega una y otra vez sus sentimientos, pero como en un dique cuya marea lo golpea constantemente, está a punto de romperse y no quiere. No quiere romper sus barreras, no otra vez. Ya no.
—Aja. —No quiere darle importancia a lo que realmente es importante.
JongIn saca una pequeña caja. Al abrirla observa el contenido.
SeHun sabe lo que significa.
En su pasado fue el rechazo.
En el de JongIn la ruptura.
No le agrada el significado, incrementa sus temores, sus horrores, de los que huye, porque sabe que no es capaz de enfrentarlos.
—Necesito fumar un cigarro.
JongIn hace amago de levantarse.
—Solo. —Para la mano a la altura del pecho, para evitar la cercanía física, pero mas la emocional, está vulnerable.
JongIn se resigna a sentarse, ni siquiera ha entregado el regalo y ya a huido, se pregunta si fue un error, si debía retractarse, si tal vez fue demasiado pronto o si tal vez no es reciproco los sentimientos. Se asusta, se aferra a su copa, sino resulta, no sabe como resarcir lo ya logrado.
SeHun pregunta a el mesero que los ha atendido por el área de fumadores, por fortuna es en una terraza, lo necesita. El aire le hace falta.
Quiere correr, huir, desaparecer.
Pero también quiere parar, quedarse quieto y esperar.
Su razón es una nebulosa peleando con la luz incandescente de sus emociones .Tiene tanto miedo y es que le miedo nos provoca dos cosas. Luchar o huir. El no está seguro de poder luchar.
Aspira el aire de la noche de verano, fresco, suave.
El no fuma, no ha traído cigarros y no tiene pretextos con que hacer tiempo.
Una persona a su lado se para, ve la sombra, pero escucha el chasqueo y luego una pequeña llama en la periferia de su vista. Es área de fumadores y necesita un cigarro. Se voltea a solicitarlo.
Ve las manos con uno.
—Disculpa ¿Me darías un cigarro? — ¡Al diablo que sean cancerígenos!
—¡Claro!
Levanta la vista y le parece una estúpida broma del destino, entre tantos restaurantes de Gagnam tenia que estar el. Vueltas y reveces que la vida juega.
Toma el cigarro mentolado y se lo encienden unas delicadas manos.
LuHan.
SeHun se queda impávido.
—Hola…Sehunnie, que agradable casualidad.
Se queda callado.
—He venido a cenar.
—Ah—No se atreve a decir más. SeHun teme que su lengua suelte algo que no deba.
—Linda noche, es muy romántica ¿No te parece? —Suelta LuHan y se ha dado cuenta que sus palabras afectan a SeHun , esa era la intención. Lo ha visto llegar con un chico de piel acanelada y figura atlética, los ha visto desaparecer en una zona del restaurante que sabe es privada, el suele ir ahí con Kris, la punzada de celos fue inevitable, no lo había visto desde la fiesta de gala , lo había visto solo y verlo acompañado, ha sido mas difícil de lo que imaginó. Es egoísta e infantil. Es humano.
—Si, lo es. —Irónicamente para JongIn así es.
Y LuHan no lo dice como casualidad, lo dice como recuerdo, como parte de su pasado amoroso, de ambos, cuando muchas veces caminaron en las noches tomados de la mano, escondidos del escrutinio publico, regalándose caricias en la complicidad de la oscuridad en una calle o como cuando observaban las estrellas en una noche de primavera después de hacer el amor en la azotea del viejo edificio donde vivían.
Se recarga en el barandal del balcón, coloca las manos y se estira un poco, asomando a la calle llena de gente pululando, como polillas hipnotizadas con las luces de la ciudad, con la gala y el glamur, como el hace años deslumbrado por el lujo y la riqueza.
No quiere pensar en el pasado, no quiere pensar en el futuro, quiere el presente, cuando lo vio atravesar el restaurante donde cenaba no dudo en seguirlo. El pretexto fue dado por los dioses, Kris odiaba que fumara, no lo seguiría.
Se gira y lo observa. SeHun tiene el cigarro en los labios , mientras lo observa. Lo retira y una fumarola es expulsada. Le da un tinte enigmático y a la vez sensual.
SeHun se da cuenta, pero no sabe interpretarlo, no sabe si la mirada que le dirige es con deseo o con cariño.
Los ojos de SeHun barren a LuHan, es imposible descifrar el significado con ese rostro mezcla de inexpresividad e indiferencia. Pero de un momento se ilumina, una tenue sonrisa aparece y se expande, llega a su mirada y se intensifica.
SeHun recuerda el pasado, todo de golpe, todo de lleno y siente el insigth llegar. Ahora sonríe de manera amplia, como cuando había candor y afecto entre ellos, eso piensa LuHan, eso espera.
—Yo…voy a ir a los servicios —Dice Luhan y se muerde el labio de manera seductora antes de empezar a caminar — Dicen que los pestillos no funcionan adecuadamente…es probable que la puerta quede abierta. —Comienza a caminar con cadencia y sensualidad masculina.
SeHun los sigue, LuHan cree que es una polilla deslumbrada por el fulgor de un amor del pasado.
Cuando llega al sanitario, entra al último cubículo,
SeHun se queda parado, unos segundos después reacciona y camina con pasos lentos al cubículo, abre la puerta que no ha sido asegurada , LuHan está recargado en la pared, su pantalón esta al borde de la cadera, ha sido desabrochado, no se necesita ser demasiado creativo para saber a que lo invita. Ve como el joven abre la fina camisa lentamente, deja ver un pezón que acaricia con lentitud, se pasa la lengua por los labios. Totalmente sensual.
SeHun no lo puede creer. Esto es asombroso. Sonríe, como en el pasado, cuando tenia fe en el amor, cuando era un fiel creyente, sin nebulosas, ni tornados, ni drama.
El quiere correr, quiere volar, quiere gritar de felicidad. Camina con prisa. Su corazón late con fuerza, se desborda de adrenalina y algo mas, es un proceso fisiológico que no entiende y no le importa.
Había tenido miedo, ya no lo tiene, el velo se ha descubierto, lo ha hecho. Toma con ambas manos el rostro y lo besa.
Con deseo,
Con pasión,
Con amor, sobre todo esto ultimo…amor.
No con la pasión del pasado, no con el beso cargado de deseo en el sexo salvaje, es un beso cargado de sentimientos, de te amos callados , de te necesito que nunca se oyeron, se siente en los labios, en la mirada, en el roce de los dedos al acariciar el rostro durante el beso. Separa lentamente los labios, recarga la frente, frota un poco la nariz, sabe que es cursi y le importa una mierda que lo sea.
Lo observa. Le sonríe como nunca, con los labios y los ojos.
—Wow… —Suspira —Dime quien eres y que hiciste con Oh SeHUn.
—¿No te gusta?
—¿Bromeas? Me encanta
JongIn se levanta de la silla y lo hala nuevamente para tomar sus labios, estos quedan en cautiverio por mas tiempo, siente como SeHun se suelta, este le pasa los brazos por su cuello , juguetea con el cabello del moreno, JongIn desliza la mano por la espalda mientras la otra se posa en su cintura de manera posesiva , con temor de que escape, pero la verdad es que el rubio no quiere escapar, ahora lo sabe, cuando vio a LuHan en el cubículo de los servicios, todo se aclaró.
Ya no hay mariposas en el estomago.
Ya no hay vuelco en el corazón.
Ya no hay dolor en el alma.
Ya no hay rencores,
Ya no hay odio,
Ha soltado las cadena del pasado, las que lo ataban y no le permitían ser feliz en plenitud.
—Ponme el jodido anillo y vamos a casa, quiero hacer el amor —Porque se ha dado cuenta que ya no quiere drama, prefiere el romance.
JongIn le pone al anillo con manos temblorosas, tal vez es u sueño o un artilugio que el destino le tiende como trampa, pero no le importa, se coloca el propio. Acaricia la mano, las enlaza y observa el dúo que significa que ahora tienen un compromiso, una relación formal.
JongIn se apresura a pedir la cuenta, la prisa lo consume, teme que el rubio del que esta enamorado cambien de parecer en cualquier momento , porque JongIn no sabe, que cuando SeHun se acerco al cubículo donde LuHan lo esperaba con los brazos abiertos y algo mas, le dio , una sonrisa amplia , sincera y solo abrió los labios para decirle a LuHan…
—Adiós .
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