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All we are por LucyR

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Notas del fanfic:

ACLARACIÓN

 

Antes de empezar con el fanfic me gustaría hacer una aclaración. 

Ya había comenzado a subir este fanfic anteriormente y lo borre por una simple razón. No me estaba gustando como iba y siendo sincera habían un par de cosillas que sentí me había obligado a escribir solo por tener contestos a mis lectores. 

En fin. Algunos capítulos los he vuelto a escribir y cambiado un poco algunos otros. 

Espero y le den una segunda oportinidad xD  

Una cosa más; esta semana estare viendo como van las lecturas y los comentarios, si la historia es bien recibida continuare subiendola, sino me vere en la necesidad de volver a borrarla xD

Eso es todo, disfrutenlo. 

 

Los gritos de euforia inundaban la zona de camping y no era para menos, ese día se llevaría a cabo la final de la copa mundial de quidditch, cientos de magos y brujas se reunirían para presenciar aquel tan esperado evento.

Aficionado caminaban emocionados por las casa de campaña, vendedores ambulantes ofrecían su mercancía a un precio muy especial.

Para Harry aquello era realmente impresionante. Desde antes de que el sol despuntara todo había sido nuevo y fantástico (omitiendo los extraños que había estado teniendo). El traslador, las casas de campaña con hechizos de agrandamiento, los artículos de los vendedores. Básicamente no se cansaba de descubrir más y más en compañía de sus dos inseparables amigos.

Ya por la tarde, y cuando todos comenzaban a conglomerarse en las puertas del estadio y que la euforia se avivará en su cuerpo como si cientos de duendecillo de Cornualles hicieran de las suyas en su estómago; fue cuando por fin entraron al estadio y tomaron sus asientos pudo calmar un poco su emoción.

Todo marchaba bien, todo era perfecto: sus amigos a su lado compartiendo aquel maravilloso momento, la algarabía que causaba el pronto inicio del partido, Ron y su repentino “enamoramiento” por Viktor Krum. Incluso el haber conocido a esa pequeña elfina, winky, con terror a las alturas era genial.

Sin embargo no todo puede ser perfecto y de eso Harry se dio cuenta en el momento en el que vio a tres rubios llegar con el rostro más estirado que pudiese haber visto en su vida. Los Malfoy. Que por desgracia se habían sentado justamente un par de fila más arriba y claro. Draco Malfoy no perdió tiempo para insultarlo y reírse en su cara como de costumbre. ¡Como odiaba ver su estúpida sonrisa burlona!

Pronto Harry decidió dejar en el olvido la existencia de Draco y concentrarse en el partido que ya comenzaba con la presentación de las mascotas de los equipos. Vio llegar a las veelas representando al equipo de Bulgaria y al verlas a Harry le recordaron a ciertos rubios, pero más en específico, a Draco, tal vez fue por su cabello rubio o por su piel blanca, o quizá por ser muy jodidamente atractivo.

Harry sacudió su cabeza ante su ultimo pensamiento, definitivamente no era por eso. Trato de ya no pensar y solo enfocarse en los duendes representando a Irlanda, que eran los que ahora se presentaban en el campo.

***                                                               

El partido duro menos de lo esperado. El resultado fue 170 a 160, siendo los vencedores el equipo de Irlanda.

A pesar de haber durado tan poco, para Draco fue suficiente, pues aquello significaba que habría más tiempo que compartir con sus padres, después de todo de eso se trataba aquella salida: pasar tiempo de calidad en familia. O al menos eso le había dicho su padre.

Por lo que, al llegar a la tienda de su familia (la cual era mucho más grande que cualquiera en el camping) Draco estuvo de ir a su cuarto a cambiarse para cenar, cuando su madre le sostuvo del hombro llamando su atención.

— Escucha, Draco –Le llamó su madre en un tono suave- Tu padre y yo debemos salir un momento por negocios, sabes que estas cosas surgen inesperadamente.

— ¿Tardarán en volver? Me gustaría cenar con ustedes –Draco hizo su mejor esfuerzo para evitar que sus palabras sonaran como un ruego o un reproche.

— No sabemos cuánto tardemos –Narcissa hizo un gesto amargo al tiempo que pasaba una mano por la mejilla de su hijo- Pero lo mejor será que cenes y vayas a dormir, tu padre y yo trataremos volver lo antes posible –De su túnica saco un anillo de oro macizo, el cual coloco en la mano de su hijo- Solo por si algo llegase a pasar, usa esto para volver a casa. Nunca se sabe cuándo los aficionados son malos perdedores.

— Mamá… -Draco rodó los ojos, le parecía absurdo y hasta cierto punto exagerada la imaginación de su madre.

— Ya sé, ya sé… Soy un poco dramática, pero solo así me sentiré más tranquila al dejarte aquí solo –Draco asintió junto a un largo suspiro, para después guardar el anillo en la bolsa de su pantalón, logrando con ello que su madre sonriera- Tratare que tu padre no alargue sus negocios.

— De acuerdo –Se encogió de hombros al saber que esa noche cenaría solo.

Su madre le dio un beso en la frente (beso que él acepto con un gesto de falso fastidio) para después dar alcance a Lucius que se encontraba fuera del camping colocando algunos hechizos de protección a sus pertenencias.

Draco con paso pesado camino al comedor donde ya lo esperaba un solitario plato, se veía bastante deprimente aquel plato sobre la enorme mesa. Aquello hizo que su apetito se esfumara, por lo que decidió irse directo a la cama.

***

No habían pasado más de 10 minutos desde que había conciliado el sueño cuando las protecciones de la casa de campaña donde estaba cimbraron. Draco abrió los ojos e inmediatamente busco a tientas su varita en la mesita de al lado. Estando alerta se puso de pie y justo cuando encendió la luz escuchó gritos de terror, luego volvieron a cimbrar las protecciones.

Rápidamente Draco se vistió y antes de salir tomo el anillo que le dejo su madre. Cuando salió vio con asombro como un grupo de encapuchado atacaban las tiendas de campaña al tiempo que levitaban, atormentaban y humillaban a la pareja de muggles que les dieron la bienvenida al accesar al camping.

Los encapuchados atacaban todo cuanto vieran y Draco, sin pensárselo dos veces saco el anillo. Aquello era horrible y para ese entonces seguramente sus padres ya sabían lo que estaba ocurriendo por lo que no les extrañaría si no lo encontraban; pero justo antes de ponerse el anillo recordó a cierto pelinegro que era como un imán de problemas

Recordó haberlo visto durante el partido junto a toda la manada de pelirrojos y Granger; por un momento se debatió entre ir a buscarlo (con la posibilidad de que estuviese bien con sus amigos o con los Weasley y simplemente ponerse en peligro innecesariamente) o irse directamente a casa, después de todo para eso su madre le dejo aquel anillo ¿Quién diría que al final su madre no era tan paranoica?

Volvió a guardar el anillo en su pantalón, diciéndose que una buena acción en su vida no lo mataría y sin más sus piernas se comenzaron a mover en dirección donde el pánico reinaba.

Se movió atravesándose entre las personas, muchos lo empujaban en un intento desesperado de escapar; mientras que Draco miraba de izquierda a derecha, buscando al cuatro ojos cara rajada.

Un hechizo pasó muy cerca de él haciéndolo caer de costado, seguido de eso una explosión estallo detrás de él, dejándole los oídos zumbando y la vista un poco borrosa. Parpadeo un par de veces antes de volver a levantarse y reanudar su búsqueda, no tuvo que buscar por mucho tiempo ya que a no más de tres tiendas de campaña lo vio tontear mirando de un lado a otro, igual o más perdido que él.

— ¡Harry! –Escucho aquel nombre de la boca de Greanger quien era arrastrada por las demás personas que buscaban alejarse del lugar, Harry trato de alcanzarla pero le fue imposible en medio de aquella marea de gente aterrada- ¡Harry! –Entre más gritaba más se alejaba.

— ¡Potter! –Dijo tomándolo de la solapa de su chamarra cuando por fin pudo acercarse.

— ¡¿Malfoy?! –Le miro en una mezcla entre enfado y sorpresa, pero mayor era la sorpresa de verlo en aquel ajetreo- ¡¿Qué está pasando?! ¡¿Qué haces tú aquí?!

— No hay tiempo para eso, debemos salir de aquí –Sin darle tiempo a que siguiera replicando lo jalo por donde había menos personas, más de una vez lo sintió queriendo soltarse de su agarre, cosa que no permitió por más que el pelinegro lo intentará- Vamos, por aquí estaremos a salvo –Dijo después de haberlo casi arrastrado a orillas del bosque, donde los arboles los escondían de los encapuchados.

— ¿Qué está pasando? –Harry le vio con mirada férrea y totalmente serio- ¿Qué haces tú aquí?

— ¿Y a ti qué te parece? Están atacando el campamento –Negó con la cabeza y hubiera rodado los ojos, pero una punzada en el oído izquierdo le hizo llevar su mano a aquel lugar, se sorprendió al ver que sus dedos se tiñeron de rojo, seguramente se hirió cuando cayó por el hechizo que casi le dio.

— Eso ya lo note, lo que quiero decir es ¿Por qué están atacando? –Vio cómo Draco se quedaba callado mientras se acariciaba el oído, también vio la sangre en sus dedos pero prefirió ignorarlo y vio el panorama frente a él, había fuego y altas torres de humo por todo lados, muchas de las personas ya había huido y solo unas cuantas todavía corrían por el lugar- Malfoy… ¿Tú ya lo sabías? Sabías que esto iba a ocurrir ¡tú y tus padres lo sabían! ¡Por eso ellos no están contigo!

— ¡Por supuesto que no! Mis padres aprovecharon que muchos empresarios vinieran para cerrar tratos, ni mis padres ni yo teníamos idea de que esto pasaría –Frunció el ceño por aquella acusación- Esto me pasa por acomedido –Pensó mientras rodaba los ojos y soltó un suspiro mientras sacaba un pañuelo y limpiaba su oído.

— Pues tu familia no es precisamente un alma caritativa, más aun si hablamos de tu padre. Así que permíteme dudar de tu “buena acción” Malfoy –Hizo comillas con sus dedos, en un tono de claro sarcasmo, queriendo irse ya de ahí, seguramente el señor Weasley y los demás lo estaban buscando y él perdiendo el tiempo.

— ¿Qué? –Exclamo sorprendido- Si es así como me agradecerás que te salve el culo, puedes irte a la mierda ¡Ya decía yo! Bien dicen, no hagas cosas buena que parezcan malas – Refunfuñando se dio media vuelta dispuesto a regresar a su casa, después de todo Potter estaba a salvo y tenía que volver a casa antes que sus padres notaran que no estaba en el camping y que mucho menos había regresado a casa. Con lo paranoica que era su madre ya se estaba imaginando todo su drama.

— ¿Cosas buenas? ¿en serio?... Me lo dice quien se la pasa haciéndome la vida imposible y el hijo de la persona que puso en peligro a todo el colegio en segundo año... En cualquier caso… En ningún momento te pedí que hicieras algo por mí –Contrataco siguiéndole el paso detrás de él sin saber el por qué. Harry paro en seco al ver que Draco giraba con el rostro más que rojo por el enojo.

— ¿Sabes? Ese es tu problema, siempre esperas que las personas obtengan algún beneficio si hacen algo bueno por ti, solo porque eres “Harry Potter, el estúpido niño que vivió” ¡ya bájate de tu nube!, no eres tan especial ni todos somos como el anciano de Dumbledore que te tiene en un altar, San Potter; ahora, deja de seguirme ¡me largo! –No espero respuesta alguna y continuó caminando mientras buscaba en su pantalón el anillo que lo llevaría a Malfoy Manor.

Harry mientras tanto se quedó viendo como el rubio daba un par de pasos más para luego desaparecer. Se había quedado con la palabra en la boca y bastante enojado. Él no se refugiaba tras la historia que rodeaba su nombre ni mucho menos pidió que su vida fuese toda una novela, él no tenía la culpa de que un mago demente matara a sus padres y que por ello se ganara una reputación que nunca pidió y ni quiso.

Aunque si lo pensaba con detenimiento, Draco tenía un poco de razón, después de todo por ello es que el profesor Snape lo odiaba y muchos del castillo lo respetaban ¡Eso era ridículo y hasta ese momento se percató!

Suspiro cerrando los ojos sintiéndose aún más enojado. Draco ya no estaba, al menos de esa manera no vería su estirada cara pálida; por lo que regreso sus pasos en busca de Ron, Hermione o algún Weasley; poco a poco el enojo fue bajando.

No veía nada. La oscuridad de la noche le impedía observar por donde iba, así que decidió sacar su varita para hacer un lumus (rogando por que el ministerio no lo expulsara) pero al revisar su bolsillo no la encontró.

Sintió un mini infarto al darse cuenta que no estaba en ninguno de sus bolsillos. ¿Malfoy se la habría quitado en algún momento de su discusión? No, eso era absurdo.

Cuando estaba por admitir que la había perdido, fue que vio una especie de rayo verde surcar el cielo y posteriormente ver como se dibujaba una calavera con una serpiente salir de su boca.

Más tarde se enteraría que su varita fue utilizada para invocar la marca tenebrosa, que la única “testigo” era Winky, la elfina de Barti Crouch y que los que atacaron el camping fueron mortifagos.

Harry no pudo evitar pensar en Draco y su rara forma de actuar ¿Por qué o había ayudado a salir ileso? ¿No se suponía que debía estar con sus padres? ¿O será que ellos consideraron peligroso exponerlo a eso y decidieron dejarlo en otro sitio? Y de ser así, ¿eso significaba que Draco si sabía de aquel ataque y solo fingió no saber nada? Porque de otra forma no se explicaba el que el rubio haya ido a buscarlo en medio de aquel ataque.

Para Harry solo habían dos opciones: o Draco sintió culpabilidad al saber que sus padres y otros mortifagos atacarían el camping y aquello lo hizo solo para tranquilizar su conciencia. O Draco había tenido un ataque de demencia que lo hizo actuar de esa manera.

Harry prefirió pensar que era la segunda opción y dejarle el beneficio de la duda. Mientras tanto, opto por no contar nada a sus amigos acerca de su encuentro con Malfoy, no quería que su mente se enredara más por teorías conspirativas de Ron o Hermione. Decidió que lo mejor era tomarse las cosas con calma.

Después de todo. No creía que aquello se volviera a repetir y que lo más probable era que ese asunto quedara en el olvido una vez que regresaran a Hogwarts y Malfoy volviese a ser el mismo hijo de puta de siempre.

Al menos, eso pensaba Harry.


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