Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La suerte de los tontos por Ilusion-Gris

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Narra Naruto

¡Todo saldría bien!

Estaba seguro, el plan era perfecto, más porque Gaara me puso a cargo y yo haría que todo saliera a la perfección.

Los chicos cooperarían, menos Shino que se mantuvo al margen de la conversación de anoche.

Sasuke tocó el timbre de la casa de Shikamaru y este abrió rápidamente. Después de saludar a los chicos de ajedrez, tenía que observar el terreno para poner en marcha el plan sin inconvenientes; las personas que se encontraban en el área eran prácticamente las que habíamos predicho, todos excepto Neji. Gaara había tenido razón, parecía ser el que más tarde salía del trabajo.

Era una señal positiva. «Comenzó bien», pensé. 

Bien, personas dentro: Sasuke, Gaara, Kiba y yo (Shino sabía del plan, pero no participaría).

Personas que pueden interferir: Shikamaru, Sai, Choji y Cejotas (Lee).

Objetivo: Neji.

Todos tomamos nuestras posiciones, con solo tres tableros de ajedrez, el plan se puso en marcha.

—¡Shikamaru! —Llamé su atención—. Juega contra Shino, él también es muy inteligente y puede que por fin te venza. —Le sonreí y mi voz salió confiada.

Realmente el castaño había resultado ser un tipo dotado exageradamente de inteligencia, por eso, según el plan, pondríamos a Shino a jugar contra Shikamaru, así ellos no se interpondrían cuando el objetivo llegara.

—No creo poder contra él.

La voz de Shino me sacó de golpe de mis pensamientos. ¡¿Qué?! ¡No! Se suponía que no tenía que negarse.

—Anda, al menos inténtalo —le dijo Sasuke.

—Sí, el lunes fuiste el que mejor jugó de nosotros. —Gaara le dio una palmada en la espalda.

Por suerte no se negó más y yo pude empezar a respirar nuevamente. Nos habíamos salvado.

El siguiente paso:

—¡Hey, Sai! Te reto a que te gano en menos de cinco minutos. —Kiba le sonrió maliciosamente.

—No estés tan confiado, la última vez tuviste suerte. —Le sacó la lengua el azabache.

El chico pálido había resultado ser de los más fáciles en vencer; ocupábamos que Kiba ganara y se enfrentara contra Neji, pero antes tendría que encargarse de alargar la partida hasta que este llegara.

Bien, tercer paso:

—Cejotas, yo también pienso vencerte hoy, la última vez estaba fuera de forma, pero hoy vengo preparado. —Le miré desafiante.

—¡Genial! —Levantó el puño triunfante—. Acepto el reto, Naruto, la primavera de la juventud apenas comienza.

Todo hasta el momento estaba listo, Gaara, Sasuke, Choji esperarían su turno.

—Vaya, no vi venir ese movimiento. —Shikamaru se rascaba la cabeza con aparente desconcierto.

Mis ojos se abrieron grandemente, el plan era que Shino perdiera, pero de alguna forma extraña Shikamaru fue el perdedor.

Para ser sinceros ese detalle no importaba mucho; Sasuke se puso en pie para jugar contra Shino.

La actitud del Nara (Shikamaru) me resultó extraña, parecía que nos había descubierto, pero eso era imposible ¿no?; dejé de darle vueltas al asunto y me concentré en lo mío.

Me exalté cuando el timbre sonó.

Choji se paró ya que su turno todavía no llegaba y fue a abrir la puerta.

Escuché pasos acercarse y cada vez me sentía más nervioso, justo en ese momento Cejotas comenzó a molestarme y yo me deshice en reclamos. Sentí la mirada de alguien en mi espalda, no giré para ver de quien se trataba y por el contrario observé la cara de Kiba, ya que estaba enfrente de mí.

Era realmente gracioso mirarlo, se había puesto rojo como un tomate y si no estuviera en marcha el plan me habría burlado de él.

—Buenas tardes, chicos —nos saludó Neji con amabilidad.

—Buenas —contestamos al unísono vagamente.

Se sentó junto al Nara y le dijo algo que le causó gracia, viendo bien al chico me pareció ¿lindo? No, lindo no, ¿atractivo? Tal vez esa palabra se ajustaba mejor. Su pelo largo le daba un aspecto elegante, muy contrario al de Choji y Shikamaru que les hacía lucir rebeldes.

Pero ¿realmente hacía buena pareja con Kiba?, el chico parecía delicado como Sasuke, no delicado de que se puede romper, más bien quisquilloso; se notaba que era muy exigente consigo mismo y no admitía cualquier cosa sin antes analizarla a conciencia y Kiba era... Kiba, un chico espontáneo, explosivo, impulsivo, poco le importaba seguir las reglas y Neji se veía a leguas que seguía todo al pie de la letra.

Bueno, no juzgaría a Neji cuando apenas le conocía. Pero podía imaginarlos como pareja, una muy, muy extraña, pero una corazonada me decía que se entenderían bien.

Sentí un escalofrío bajar por mi espalda y volteé la mirada instintivamente, Sasuke me observaba con una expresión de enojo, le sonreí, pero desvió la mirada. Bien, más tarde me encargaría de él, por el momento tenía que concentrarme en el plan.

El cuarto paso era fallar para que Choji tomara mi lugar y no estuviera en medio.

Al ritmo que iba era muy probable que en cualquier momento...

—¡Jaque Mate! —Alcé la vista cuando Lee habló.

—Caray, Lee, eres muy bueno. —Me rasqué la cabeza fingiendo pena.

—No te preocupes Naruto, el viernes te doy la revancha. —Levantó el pulgar con una sonrisa brillante.

—Bien, ¡Choji, te toca! —Llamé su atención elevando la voz.

Se levantó y se sentó tomando mi lugar, la manera en que todo salía bien me asustaba.

Solo faltaba Gaara y Neji por pasar, lo siguiente era:

—Chicos, tengo que salir a hacer una llamada —todos giramos hacia Gaara—, si mi turno llega que pase Neji. —Le miró por un segundo sin esperar respuesta y salió apresurado.

Genial, ahora era el turno de que Kiba venciera a Sai.

Esperé impaciente.

Kiba parecía ansioso por vencerlo, pero no sería tan sencillo, después de todo era ajedrez y su oponente era un chico que llevaba jugando más tiempo que nosotros.

—¡Jaque mate! —gritó Kiba llamando la atención de todos.

Genial, ahora todo se ponía más fácil.

El chico pálido se levantó y le habló a Neji:

—Creo que es tu turno.

—Tiene poco que llegué... creo que Shikamaru debería pasar, lleva más tiempo esperando que yo —habló mirando fijamente a Sai.

—Como quieras —contestó el chico.

No, no, no, el plan A fallaba, teníamos que comenzar con el B. Joder, no había plan B.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas y no tenía idea de qué hacer.

—No gracias, yo prefiero seguir durmiendo.

¡Bendito Nara! Estábamos salvados.

—Jaque Mate. —La voz de Shino destrozó mi entusiasmo.

Le había ganado a Sasuke; vi como su rostro palideció cuando Shino dijo:

—Neji, si quieres puedes jugar contra mí, el lunes escuché que eras bueno y quiero comprobarlo. —Miró directo al chico de ojos perla ignorando la cara de espanto que puse.

Por un instante identifiqué alivio en el rostro de Neji y cuando estaba a punto de ponerse en pie una voz le hizo quedarse quieto.

—Tu oponente seré yo, Aburame, me sabe mal esperar hasta el viernes por la revancha —habló Shikamaru rompiendo la tensión en mi interior.

Se levantó y se sentó enfrente de Shino y giró un poco la cabeza, Sasuke se había sentado a mi lado y los dos observamos con sorpresa como Shikamaru nos guiñó un ojo.

¿Qué? Mi boca se abrió grandemente, la cara de Sasuke no era muy diferente a la mía, acaso él ¿estaba ayudándonos?

Aunque para ser justos, parecía que todo lo había planeado como si hubiera predicho unos cien pasos por delante.

No sabía si tener miedo o admiración hacia el chico, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo y esta vez por la impresión.

Traté de recuperarme para poder seguir adelante. Solo faltaba el último paso, el resto dependía totalmente de Kiba.

—Chicos —llamé la atención de todos—, les tengo una propuesta. —Sonreí maliciosamente.

—¿De qué se trata, Naruto? —Choji me miró curioso.

—Para que todo sea más divertido... ¿Qué les parece apostar algo?

—¿Cómo qué? —Me cuestionó Lee.

—Eso depende de los jugadores, en tu caso puedes pedirle a Choji que te prepare una pizza o algo así.

—Claro, solo por hoy para que no resulte tan agobiante tener que perder algo por cada partida —aclaró Sasuke completando mi sugerencia.

—¿Y si hacemos miércoles de apuestas? —recomendó Shikamaru.

Todos estuvimos de acuerdo.

Ahora sí, el resto dependía de Kiba, traté de mandarle buenas vibras.

• • •

Narra Kiba

—Si yo gano, el sábado ten una cita conmigo. —Lo miré con decisión, pero si hubiera estado de pie habría visto mis piernas temblar.

Enarcó una ceja con interés.

Me había imaginado cualquier tipo de reacción; que me mirara con asco y me gritara que estaba enfermo, que me aventara el tablero en la cara, incluso que se riera divertido pensando que era una broma, pero la cara que puso era difícil de descifrar.

No encontré asco, ni rechazo y tampoco burla.

—Está bien, pero si gano quiero que mantengas tu distancia... por lo menos dos metros de mí. —Su voz fue como un balde de agua helada.

—Eso es muy extremista —respondí nervioso.

—¿Lo tomas o lo dejas? —Una sonrisa de prepotencia se formó en sus labios.

Era muy arriesgado, desde el comienzo todo lo que tenía que ver con él era peligroso para mí.

Observé sus hermosos labios, moría por morderlos y probar cada centímetro de su piel.

Una imagen acudió a mi mente. Él estaba tendido en el suelo con la camisa abierta y yo pasaba mi lengua por su abdomen hasta subir a su cuello.

Mi salud mental estaba en juego, si no volvía a pegar mi nariz en su cuello sabía que este tipo de alucinaciones acudirían con frecuencia, me volvería loco, tenía mucho que perder, pero la recompensa era aún más grande.

—Acepto. —Jamás había estado tan decidido, esa palabra era perfecta para describir lo que mi atolondrado cuerpo y alma sentía.

Su sonrisa se amplió con descaro.

Y yo moría de ganas por saber si era posible hacerlo sonreír aún más.

El juego comenzó, obligué a mi mente a concentrarse, cada pieza tenía que moverse a conciencia y con un objetivo muy claro, ganar.

Su expresión parecía de total concentración, pero la forma en que torcía sus labios delataba su nerviosismo.

Los minutos pasaban.

Las piezas se movían por el tablero.

Hasta el momento parecía que nadie llevaba ventaja. Pero nadie podía leer la mente de los jugadores y no sabían las estrategias que se formulaban a la velocidad de un pestañeo.

Por suerte mi estrategia comenzó con el primer movimiento de Neji.

La tensión incrementó, sentía la mirada atenta de Naruto, Sasuke y Gaara.

Una gota de sudor resbaló por la mejilla de Neji, la ignoré, tendría más para mí si la dejaba pasar, por hoy.

Habrá sido ¿qué Neji comenzó a ponerse cada vez más nervioso? o ¿qué pensar en el premio me motivó de sobremanera?

—Jaque mate. —Mis labios pronunciaron incrédulos esa palabra.

Elevé la mirada y me encontré con sus ojos, nos miramos sorprendidos por unos largos segundos, hasta que él por fin rompió el silencio.

—Bien, creo que tendré una cita contigo. —Su voz salió con aparente calma.

Quería gritar de la emoción, joder, sentí el calor subir hasta mi rostro.

• • •

—¡Son los mejores amigos del mundo! —grité tan fuerte y tan borracho que mi garganta dolió.

Después de despedirnos de los chicos de ajedrez, nos fuimos juntos a beber al bar más cercano para festejar.

—¡Lo lograste! —Naruto me acompañó en mi brindis.

—No lo habrías conseguido sin nuestra ayuda. —Gaara me miró divertido.

—No, claro que no. —Lo abracé y me giré para ver a mi otro par de amigos—. A ustedes también se los agradezco. —Estiré mis brazos en su dirección, pero Sasuke puso su mano en mi cara para apartarme.

—Deja toda esa energía para tu linda —habló con sarcasmo.

—Imbécil —le dije con fingido enojo.

—Eso dice, pero Sasuke estaba tan ansioso porque el plan funcionara. —Naruto le retó con la mirada.

—Pudimos fallar, si no fuera por Shikamaru no estaríamos festejando nada —Gaara habló interrumpiendo la pelea que se habría formado entre la pareja.

—Y Shino se convirtió en nuestro peor obstáculo —dijo Sasuke con fastidio.

Yo solo bajé la mirada, sabía perfectamente porqué actuaba de esa manera.

—Bueno, como sea, no nos has dicho cómo reaccionó Neji a la propuesta —se quejó el rubio.

Tomé un trago para ocultar mi rostro.

  —Me miró raro.  

—¿Raro? ¿Crees que sea homofóbico? —Naruto me interrogó.

—No de esa forma, fue hasta cierto punto con interés. —Mi voz salió dudosa.

—¿Entonces es gay? ¿Bisexual? —Ahora el azabache preguntó.

—Es gay —contestó tranquilamente Gaara.

Los tres nos quedamos pasmados observándole.

—¿Cómo lo sabes? —Lo observé confundido.

—Le pregunté a Sai —se encogió de hombros—, no iba a crear un plan con posibilidades de fallar, por eso me aseguré de que al menos en esa cuestión no tuviéramos problemas.

—¿Y así como si nada te lo contó? —Sasuke levantó una ceja incrédulo.

—A Sai lo conozco desde hace tiempo y aunque al principio no me contestó —me miró a los ojos—, creo que pensó que era yo el interesado —me aclaró para evitar problemas—. Después me dijo que sí.

—¿En serio? Creo que la suerte está de tu lado, Kiba. —Me miró Naruto para después darme una palmada en la espalda.

—¿Quién lo diría? La suerte de los tontos es envidiable. —Se rió divertido Sasuke.

• • •

Mis amigos estaban más que agotados, ya no podían dar un paso más y eso que el partido apenas iba a la mitad.

La razón era simple.

«No lo arruines Kiba», eran las palabras que me habían dicho después de salir de aquel bar y que ahora resonaban en mi cabeza. Se habían comprometido a impedir que acosara a Neji como la última vez.

El chico de ojos perla me había mirado con odio y no quería provocarlo más, por eso Sasuke jalaba de mí para que me apartara del dulce aroma que me atraía, Gaara me hablaba constantemente para llamar mi atención y Naruto me aventaba el balón en la espalda para que reaccionara; pero quitarle el balón a los oponentes, hacer pases, lanzar a la canasta, correr por toda la cancha detrás del balón y también apartar a Kiba de Neji se había vuelto todo un circo.

Por eso cuando terminó el partido se tumbaron en el suelo y me miraron con reproche.

¿Neji había notado nuestra patética actuación? Claro que sí, antes de irse soltó una discreta risa que me tomó por sorpresa y después me miró divertido.

Bueno, al menos lo había hecho reír, eso era algo bueno ¿no? 

Mejor no les pregunté a mis amigos porque me aventarían el balón a la cara por idiota.

• • •

La suerte tiene sus límites, por lo que el viernes no me tocó jugar contra Neji, pero si contra Lee y Shikamaru.

Shikamaru era un tipo inteligente, sino hubiera visto en primera persona cómo me había ayudado con el plan para invitar a salir a Neji, ahora en este momento le odiaría por ser mi más grande rival.

Neji se llevaba bien con Lee, se podría interpretar como que era su mejor amigo, en cambio, con Shikamaru era diferente. Se notaba de lejos que ambos disfrutaban la compañía del otro, los dos tenían un nivel intelectual considerable que fomentaba pláticas agradables y las bromas que hacían entre ellos parecían íntimas.

No podía evitar sentirme celoso, más cuando Shikamaru me miraba, yo sentía que me decía: «Si me lo propongo, ahora sería mío». Me torturaba pensar eso, nunca había sido inseguro, casi siempre actuaba con confianza, pero perdí esa partida de ajedrez tan fácilmente que parecía que lo había planeado, como si hubiera buscado la manera más humillante de hacerme perder ante él.

Dejé de lado mis dudas y con valor me acerqué a Neji antes de que se marchara.

—¿No me preguntarás la dirección y la hora de la cita? —Lo miré.

—Fue tu idea, es tu deber tomar la iniciativa. —Sonrió.

—¿Puedes en la tarde?

—Salgo a las dos de trabajar.

—Dime donde trabajas, yo paso por ti. —Lo observé detenidamente.

—Prefiero llegar primero a mi casa a comer algo y bañarme. —Se encogió de hombros.

—Entonces dame tu dirección.

—Oye, eso es demasiado. —Me miró con desconfianza.

—Lo siento, yo...

—Solo bromeaba, ¿tienes algo donde apuntar? —Me sonrió.

Saqué rápido mi celular y abrí una nota.

 —Sí.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).