7 años atrás.
—¡Mas rápido Tae, mas rápido! Eres una tortuga.
—¡Esta vez voy a ganarte, ya veras!
JungKook pedalea con fuerza, es muy competitivo, no lo hace con dolo, es parte de su naturaleza o tal vez victima del aprendizaje, pero eso a TaeHyung no le importa, tampoco le importa perder, porque estando con su mejor amigo, siempre será ganar.
Las bicicletas corren con prisa –una mas que otra- por el paso destinadas a ellas en el Puente Dongho, los autos pasan de prisa a lado de ellos, sienten las ráfagas de aire correr por sus cuerpos, combinando el calor y la refrescante tarde tranquila de un día cualquiera de Marzo. Se percibe el sonido del tren aproximándose y TaeHyung se siente contagiado por su velocidad, mueve con rapidez sus piernas, esas bien torneadas piernas bajo la bermuda veraniega. Se esfuerza, lo intenta, vaya que trata.
¿El ganador ?Sin ser clarividente seguramente ha sido JungKook.
—¡No es justo, siempre me ganas!
—No es mi culpa, eres muy flojo.
—¡Bah!
JungKook está en el club de atletismo y tiene una gran condición física y aunque es el mejor amigo de TaeHyung , la verdad es que a este no se le dan mucho los deportes –por no decir nada-, el prefiere el club de lectura (aunque casi nunca termina de leer un libro completo) o el de repostería (aunque siempre queme todo o lo sale todo o lo endulce todo de mas) o el de debates (aunque nunca debata porque siempre esa de acuerdo con todos) o incluso en el de origami el cual solo tiene tres miembros (incluyéndolo a el), pero deportes nunca.
Aparcan sus bicicletas en el lugar de siempre, un pequeño mirador, bastante tranquilo, con pocos transeúntes. Es su lugar de amigos. Donde son libres de hablar de sus miedos, porque son adolescentes y estos siempre tienen algunos ya sean reales o ficticios, de sus deseos, de sus proyectos y la verdad, de uno que otro chisme escolar. Es su zona segura, libre de interrupciones.
¿La cita? Siempre al atardecer.
TaeHyung le ha pedido a JungKook venir, es obvio que es para contarle algo. Pero no tienen prisa, así que se dan tiempo de hablar de banalidades, como cualquier adolescente. Han traído algunas golosinas, peperos- lo dulce para TaeHyung- y Laverland –salados para JungKook- comen mientras llega el ocaso. Se pasan una y otra vez una coca-cola, siempre con la misma costumbre, toman del mismo envase, hasta que se agota, es una costumbre desde niños. No necesitan dos, con una les basta.
JungKook habla sin parar, son tantas cosas de las que no han podido hablar por todos los deberes que les dan en la escuela y por muchas cosas mas.
—…el profesor le riñó a Yugyeom, dijo que sino mejoraba su marca no iría a las competencias interescolares y se puso a llorar, fue muy gracioso como lloraba, con mocos y arrugando la cara, el profesor se enojó mas, le dijo que era un marica y no dejó que lo consoláramos, aun así NamJoon se acercó a animarlo y el profesor se enfadó mas y los hizo correr…
TaeHyung que al principio escuchaba con atención el relato de JungKook, pero se ha perdido en algún punto, por una palabra: “Marica”, la palabra retumba una y otra vez en su cabeza, JungKook sigue el relato sin darle mucha importancia a la palabra, pero para el moreno, es algo grave, en demasía.
Porque es una palabra pequeña, una de seis letras, de tres silabas, con la segunda silaba tónica, pero tan poderosa porque que es capaz de hacer agitar al mas calmo , de excluir al mas popular , de marginar e incluso aislar a alguna persona. Muerte social e incluso literal.
Porque TaeHyung ha tenido novia, de hecho ha tenido tres, con la primera solo se confesó porque le pareció linda -eso fue en la elemental- no hubo mas que platicas aisladas y el titulo de ser novios, con la segunda tuvo su primer beso- eso fue en el secundario- tomarse de la mano y de vez en cuando tener citas, con la tercera, esa realmente fue una relación diferente –fue en el instituto-, pero quiso ir mas allá, pero mucho mas, perdió su virginidad y perdió sus esperanzas, no duraron mucho, ella decía que no había pasión y la verdad que eso era cierto, no la había, por mas que TaeHyung lo intentó.
Pero algo pasó, así como JungKook tenía la facilidad para competir y ganar en casi cualquier actividad deportiva, dibujo e incluso una vez en canto, TaeHyung la tenia facilidad para socializar, una disposición para hacer amigos, no importaba si eran estudiosos, fiesteros, porristas, deportistas, marginados o presidente estudiantil. El podía ser amigos de cualquiera, incluyendo intendencia y cocina. Casi todos eran amigos de TaeHyung. Una vez hizo un amigo en la parada de autobús y eso no fue raro para el, ni tampoco el que le pidieran su numero telefónico , ni que le llamara frecuentemente o le mandara mensajes por kakaoTalk, incluso no le extrañó que le pidiera ayuda para estudiar algebra, aunque Minjae fuera un año mas adelantado que el. Nada de eso fue raro.
Lo extraño fue cuando el día sábado se reunieron para estudiar algebra en la biblioteca publica, pues el chico hablaba de cualquier cosa y le dijera tan frecuentemente que era hermoso ý no es que TaeHyung no lo supiera, porque vaya , tenia ojos y un espejo, sabia que no era feo –según el estándar de belleza actual- pero no entendía porque se lo repetía tantas veces y la verdad es que se estaba poniendo nervioso, no quería, pero no puedo evitarlo. En un punto TaeHyung se levantó con el pretexto ir a buscar un libro que necesitaba para su club de lectura-que por supuesto no leería-, así que se tomo su tiempo para elegir, aunque realmente lo hacia para retardar su regreso a su tarde de “estudio”
Y fue ahí con Cervantes en la mano que recibió su primer beso…por parte de un chico, al principio solo pensó en estrellarle el libro en la hermosa cara de Minjae, pero cuando lo tomó del rostro para profundizar el beso, TaeHyung se perdió, no supo si duró segundos o minutos, no supo si alguien lo vio o lo ignoraron, no supo si era correcto o no, el solo se dejo llevar.
Y le gustó.
Así que los sábados por la mañana, desde hace casi cuatro meses, eran de reunión en la biblioteca publica con su ahora novio. Por las tardes eran de video juegos con su mejor amigo JungKook. Los domingos eran familiares. Todo era perfecto.
Hoy se lo confesaría a su mejor amigo. Pero la palabra lo aterró.
—¿Qué pasó? Te has quedado callado. Seguro ni me has escuchado todo lo que te he dicho del club de atletismo.
—Si te he escuchado…todo.
—Voy a preguntarte, sino me responde, me llevaras a casa cargando el lunes al salir de la escuela.
TaeHyung ríe, porque sabe que perderá. —Creo que entonces el lunes te espero a la salida.
JungKook ríe y se agita un poco, como niño, al saber que ha ganado.
—Bueno, ¿Qué ibas a contarme?
—Nada importante. —TaeHyung trata de mentir.
—Siempre que venimos hasta acá es porque vamos a hablar de algo serio.
TaeHyung no sabe mentir, no al menos a JungKook y por supuesto a su mama. Le mira sin saber que decir. Porque ahora le teme al escrutinio, al rechazo, a la soledad. Tiene tantos amigos, pero este es su mejor amigo y no lo quiere perder.
—¡Lo se, lo se! …el rumor se ha corrido en la escuela.
Se congela antes las palabras. Ha sido discreto, pero la verdad siempre flota.
—¿Rumor?
—Si, si… no lo niegues, me he enterado, pensé que era tu mejor amigo, pero no me has contado.
—Pues…
—Eres un tigre…con que Liza ¿No?
—¿Qué?
—Si, Liza la de la clase D, ¿Son novios no? Todos lo comentan.
El precio de tener tantos amigos, no falta quien especule e invente
— No cabe duda que eres un galán. —JungKook le golpea el brazo. —Siempre le gustas a las chicas.
TaeHyung solo sonríe. No acepta ni niega, no miente ¿No?
JungKook le pasa el brazo por los hombros. —Te envidio, tú tienes tanta facilidad para conocer chicas, en cambio yo…
Un tono derrotista pende de las palabras emitidas. No hay dolo o malicia, la verdad es que JungKook es tímido, demasiado. Son tan amigos y tan diferentes.
—Pero Kookie… eres un gran chico, eres deportista y tienes un buen físico, eres muy lindo.
—Lo dices porque soy tu mejor amigo, pero nunca he tenido novia.
JungKook da unos pasos alejándose, coloca sus manos sobre la baranda, observa el cielo en su atardecer, un desgastado amarillo se pierde en la lejanía, se ha convertido en un veteado de tonos rojos y naranjas, que se oscurecen según van pasando los minutos. El aire de la tarde cae, mueve su cabello. TaeHyung se acerca a el, la luz ilumina su rostro, puede ver su perfil, con sus pequeños labios y su mirada perdida en el horizonte, sus ojos cristalizados. Nunca han hablado del tema, pero ahora se da cuenta que es algo serio.
Pasa su brazo por el hombro de JungKook, lo jala un poco pega su cabeza no sabe que mas decir, la confesión de la tarde resulto ser de su amigo.
—No es la gran cosa.
—Si no lo fuera tu no tendrías tres ex novias. —Y es que JungKook conocía perfectamente la vida amorosa de TaeHyung, incluyendo uno que otro free. De chicas, claro está.
Y un novio. Pensó TaeHyung, pero no dijo nada. Hizo girar a JungKook quedando frente a el. Pasó su mano por su rostro, quitando algunas lagrimas. Su nariz comenzaba a ponerse rojiza, sus labios temblaban un poco por los sollozos.
Era muy tierno verlo llorar, de pequeño era muy frecuente, cuando acudían a la elemental, porque su mamá llegaba tarde por el a la escuela, porque no recibía la nota perfecta o porque perdía en algún juego, pero TaeHyung no le decía nada, ni se burlaba de el como los otros niños, solo se sentaba a su lado y le tomaba la mano.
Hizo lo mismo. Le tomó de la mano.
—¡Ni siquiera he tenido mi primer beso!
TaeHyung lo observa con detenimiento. La noche ya ha caído, las altas lámparas se encienden e iluminan el lugar, la luz blanca hace ver casi virginal a JungKook –aunque ciertamente lo es- su piel nívea y tersa, sus ojos oscuros, su angulosa barbilla, sus labios de un tenue rosa, su cabello oscuro y revuelto, intenta acomodar su flequillo, recoge una nueva lágrima, acaricia sus mejillas lozanas, pero una mano se va al lóbulo de su oreja, lo juguetea un poco. JungKook cierra los ojos.
TaeHyung se pregunta en que momento se volvió tan hermoso su amigo, sabia que era atractivo, pero esta noche siente que es como si de manera intempestiva hubiera abierto los ojos y viera su belleza en plenitud. Sin pensar, da un beso en el camino que las lagrimas dejaron, no es la primera vez que le hace , pero esta vez es diferente, le da uno, luego otro y luego uno mas y llega a los labios.
Un roce, una tenue caricia, un beso. Solo uno.
JungKook abre los ojos. Hay…¿Extrañeza? ¿Sorpresa?¿Miedo?¿Asco? TaeHyung tiembla.
—¡Tae! … ¿Qué mierda hiciste?
—Yo…yo… —No sabe que decir, ni siquiera comprende porque lo hizo.
—¡Me has dado mi primer beso!
—Lo siento…es que dijiste que nadie te había besado —Y tal vez inconscientemente quiso ser el primero.
—¡Pero no quería tenerlo contigo! ¿Ahora que le voy a decir a mis hijos cuando me pregunten como fue mi primer beso?
— ¡Pero no tienes hijos!
—¡Pero los tendré algún día! —Comienza a golpear el pecho de TaeHyung con un puño y este logra esquivar algunos golpes.
—¡Aghhh, ahora tendré que lavarme la boca con alcohol! —Se limpia la boca con la manga de su polera.
—O con cloro …
—Si tal vez me la lave con cloro…si creo que hare eso.
- O con ácido...
-Si claro con...con qué?
—Con acido cítrico…
—¿Eso no es jugo de naranja ?
—Con acido úrico…
—Eso es de los riñones ¿No?
—Por eso sacas bajas notas en biología…
TaeHyung lo empuja y corre huyendo de los puños de JungKook.
Este no puede evitar el reto y corre tras el, cuando finalmente lo alcanza lo atrapa de un brazo y lo hace trastabillar, caen y se empiezan a reír, unas personas con bicicletas que pasan a un lado, se ríen de ver como ellos ríen con tantas ganas que contagian.
—Eres un tonto TaeHyung…no vuelvas a hacer eso.
—Claro que no ¡Asco!
—¡Oye dijiste que era lindo!
—Me retracto.
—No puedes retractarte. —Aun siguen en el suelo.
—Pero aun así voy a ayudarte a tener novia.
—¿De verdad?
—Claro, nunca te ayude porque nunca me dijiste que no podias…
—¡Oye eso se escucha mal! —TaeHyung recibe unn nuevo golpe.
—Me refiero a que creía que no necesitabas ayuda.
—Ok, tenemos que ponernos de acuerdo para un plan…
—JungKook te voy a presentar algunas chicas, no vamos a ir de cacería.
—Da igual, quiero saber quienes serán las candidatas y que debo decir…
La perorata entusiasta de JungKook hace que TaeHyung nuevamente se pierda. Suspira fuertemente, su mente es un lio de ideas y deseos.
—Claro…si…—Solo asiente con cada cosa que dice JungKook aunque no sepa a que se compromete.
—Hoy te iras a dormir a mi casa- Como muchas veces antes ha pasado
—Ok…
—Pero esta vez dormirás en el suelo, no vayas a querer besarme de nuevo o …violarme… —Se ríe de sus propias palabras.
Vamos, ya es tarde — Regresan por las bicicletas, montan en ellas para regresar a casa— Y por cierto, no quiero tocarte ni nada
Y miente, porque hoy a abierto los ojos y se ha dado cuenta de algo. Porque tal vez estaba guardado en su inconsciente.
Le gusta JungKook.
Quiere besarlo.
Quiere acariciarlo.
Quiere poder amarlo.
Pero nada de eso puede pasar. Hoy pensaba confesarle sobre Minjae, pero no se atreve, quería confiar en su amigo, pero tiene miedo, no quiere perder su amistad, así que toma una decisión: Ceder a la petición de su novio sobre tener relaciones sexuales.