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Cita a ciegas (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

Hola mis bellas almitas, 


Espero que les guste esta linda historia que hice con mi linda kafkatemura.


Si quieren leer la otra versión de esta historia pasen por su perfil  


https://www.wattpad.com/675220612-cita-a-ciegas-%F0%9F%92%93

Vamos, vamos... pensó Taemin nervioso tamborileando sus dedos sobre el asiento delantero. Hacía más de veinte minutos que debería haber llegado a ese restaurant y aún seguía sobre el bus, atascado en ese embotellamiento, y es que él no quería ir. Les había dicho a sus amigos que no necesitaba una cita, que estaba bien. Pero ellos habían insistido en que no podía vivir encerrado, que debía ver a otras personas, pero él no quería ¿Qué la gente ya no respetaba los duelos que llevaba una ruptura?


Así que en contra de sus deseos habían organizado una cita a sus espaldas. Y lo peor de todo era que no le habían dado ni un número ni un nombre, solo le habían dado la dirección del lugar, una hora y una advertencia, nada más.


Taemin volvió a mirar la hora en su celular y maldijo... treinta minutos. Llevaba treinta malditos minutos de retraso y se sentía un idiota por estar envuelto en todo eso. Había decidido no ir, odiaba la idea de sus amigos digitando su vida, pero luego, mientras la hora de la cita se acercaba comenzó a sentir ansiedad por lo que estaba haciendo ¿Cómo iba a dejar al chico plantado? ¿Cómo podría dejar la cita sin dar la cara y decirle que no era su culpa? Que el aún no se sentía listo para salir con nadie. Debía ir y aclarar las cosas.


Mierda pensó... viendo nuevamente su reloj. Treinta y cinco minutos y ya ni siquiera creía que tuviera sentido ir. Probablemente el chico ya se hubiera ido, odiandolo. Tal vez era mejor así. No debería disculparse, simplemente asumiría que no fue y ya... pero Taemin no era así, no podía quedarse con la duda. Debía ir y explicar la situación. Ir y afrontar las consecuencias como un hombre.


Taemin bajo el transporte y volvió a mirar su reloj. Cuarenta minutos, no podía creer que hubiera tardado tanto. Camino a paso ligero los metros que lo separaban de su destino y entró al local. El lugar estaba atestado de gente, pero eso no lo sorprendió ya que era sábado por la noche, la gente normal solía salir esos día ¿Dónde podrá estar? Pensó barriendo el lugar con la mirada hasta que encontró un guapo moreno sentado solo en una mesa de dos casi al final del lugar mirando hacia todos lados.


Taemin trago en seco impresionado con el joven ¿esa era su cita? Debía admitir que sus amigos se habían pasado esta vez. Tal vez no les gritaría tanto solo por haberle traído alguien así... solo tal vez.


Avanzó por el local, avergonzado, hasta quedar frente al apuesto chico— ¿Tú eres...? —cuestionó avergonzado, apenas levantando su cabeza.


—S..soy Choi Minho —contesto estirando su mano.


—Ha... Hola, soy Lee Taemin —dijo estirando su mano para devolver el gesto—. Disculpa la demora... ¿esperaste mucho? —Odiaba toda la situación, ni siquiera le gustaba mucho hablar con extraños.


—No mucho —habló poniendo una sonrisa relajando a Taemin, por lo menos no lo odiaba— toma asiento. —Lo invitó amablemente.


—Gracias... —Lee tomó asiento casi por inercia quedando atrapado en esa situación. Había ido con la idea de irse y se había sentado ¿Qué pasaba con él? Una sonrisa y se volvía un idiota.


—Yo...casi me tomé la botella de vino solo —dijo mostrándole la botella, poniendo una nueva sonrisa y Taemin dudo ¿estaba borracho? —¿Quieres un poco?


No estaba seguro de que hacer, él no era de tomar, pero sabía que sería descortés rechazarlo, sobre todo después de dejarlo esperando tanto tiempo y de casi rechazarlo.


—Si por favor —pidió poniendo una sonrisa en forma de agradecimiento— Y dime Minho ¿a qué te dedicas? mis amigos no me dijeron mucho de ti —rió nervioso inclinando su cuerpo sobre la mesa, estaba ansioso.


—Soy modelo —respondió con un brillo especial en sus ojos— ¿Lo parezco? —cuestionó coqueto.


—Supongo que estas bien para mí —respondió petulante Taemin, aunque la verdad quería decirle que sí, que nunca había visto a alguien tan apuesto y que desde que había entrado no había podido quitarle los ojos de encima— nunca había conocido un modelo ¿cómo fue que empezaste con eso? ¿te vieron en la calle? —habló sin pensar y automáticamente se arrepintió, dándose cuenta de que su comentario demostraba cuánto había llamado su atención y que contrario a lo que había dicho, si parecía un modelo para él.


Minho sonrió y Taemin espero una burla que nunca llegó.


—En el gimnasio más bien, un amigo de un amigo me recomendó para unas fotografías y las cosas se dieron así, no me quejo. ¿Y tú qué haces para vivir? —preguntó bebiendo de su copa de vino.


—Trabajo en un laboratorio en el centro de la ciudad... nada muy emocionante, clono cosas, manipulo genes... lo de siempre —dijo tratando de no darse importancia, aunque en el fondo estaba orgulloso de su trabajo.


—Eso suena... aburrido —rió meneando su copa. Taemin se sintió ofendido, nunca nadie le había dicho que era aburrido, más bien todo lo contrario, todos se mostraban impresionados. Y estuvo a punto de pararse e irse cuando su acompañante continuo— pero interesante de un modo extraño. No imaginé eso cuando te vi entrar.


—¿Por qué? ¿tiene algo malo mi aspecto? —cuestionó ofendido. Primero su trabajo y luego su imagen ¿Qué le pasaba a ese sujeto?


—Todos lo contrario, pensé que sería actor o algo así. Tu belleza no debería estar oculta detrás de un microscopio —dijo con tono adulador— es una agradable sorpresa supongo —y aunque aún seguía ofendido por su comentario de su trabajo, el que dijera que era bello lo halagaba lo suficiente para darle una segunda oportunidad.


—Claro... al lado de un modelo seguro soy despampanante —bromeó tratando de calmarse y mantenerse relajado— pero gracias por el cumplido, tu tampoco estas mal.


Minho soltó una carcajada divertido— Tal parece que no eres muy consciente de tus encantos —volvió a halagarlo— pero yo sí lo estoy con los míos —dijo y eso volvió a atraer su atención.


—Un chico seguro, eso sí me agrada... y entonces chico seguro ¿cómo es que un modelo como tu terminó en una cita así? ¿no deberían lloverte citas o algo por el estilo?


—Estoy harto de la lluvia —se encogió de hombros. Taemin no le creyó, se notaba que Minho estaba cómodo cortejando gente, seguramente jugaba esa carta seguido.


—Me imagino que ser constantemente acosado por personas que te aman debe ser agotador —se rió burlón. El chico podía no ser para nada su tipo, pero el tire y afloje era agradable.


—Eso, además de que me hablaron muy bien de ti. No eres como te imaginé —Y eso lo confundió.


—Voy a agradecer a mis amigos por lo que dijeron, supongo que te mintieron, pero se merecen un premio por eso ¿Qué te dijeron de mí? —cuestionó sin poder contener la intriga.


—Deben haber sido mentiras como tú dices —lo miró burlón decepcionando a Taemin, él quería que le dijera— pero es bueno variar un poco, no es tan divertido conocer a gente sin carácter.


—¿Te gusta mi caracter? —rio complacido. Taemin era arisco con los halagos, pero en el fondo era una bola insaciable, nunca estaba conforme— algo debe estar muy mal o muy bien en tu cabeza —bromeó tratando de pasar desapercibido.


—Hace un lindo contraste entre tú angelical apariencia y tu personalidad agria. En el buen sentido, por supuesto —se apresuró a decir y sonrió. Taemin tuvo que contener una carcajada, se notaba que el chico trataba de ser cortés, pero no era algo tan natural para él.


—Está bien, me gusta que seas sincero —confesó dándole espacio al joven para ser más genuino, no le gustaba su pose de chico bueno— si dijeras que mi personalidad es simplemente agradable, sabría que estas mintiendo. Creo que soy algo así como un tómalo o déjalo. La gente no puede simplemente ignorarme.


—Adorable —respondió levantando las cejas— ¿Deberíamos pedir ya algo de comer?


—Si por favor, estoy muriendo de hambre —levantó la mano para llamar la atención del mozo.


—¿Quieres comer algo en especial? —dijo mirando la carta— pide lo que quieras, no te preocupes por el precio.


—¿Vas a pagar por mí? —preguntó impresionado, no solía salir con gente que tuviera el dinero suficiente para pagar por él— esta cita debe estar yendo mejor de lo que pensé... eso o quieres sexo después de esto... —bromeó, mirando la carta como si no le importara, pero en el fondo solo quería tantear el terreno. No solía ser tan osado con sus conquistas, pero Minho infundía eso.


—Soy un caballero, bebé —dijo serio y de no ser porque le había dicho bebe y eso lo molestaba en sobremanera, no habría podido contener las ganas que tenía de besarlo en ese instante— jamás haría algo tan vil como hacerte pagar con sexo. Además... no creo que tenga que obligarte a hacer algo que puede que quieras hacer de todos modos. Creo que comeré filete, para cenar me refiero.


A Taemin casi se le cae la carta de las manos por el comentario de doble sentido. Trató parecer relajado y simple. Y rió como si eso fuera algo que le decían todos los días


—Claro... para cenar. —Tomó la carta con firmeza y miro las opciones para darse tiempo a relajarse cuando un pensamiento fugaz cruzó por su mente "recuerda, tu cita es vegetariana" y entonces todo le pareció confuso— ¿Dijiste que comerías filete? ¿estás seguro?


—Claro, adoro la carne —lo miró extrañado.


Taemin rió nervioso tratando de aparentar ¡Esa no era su cita!


—Claro... a quien no —acotó riendo nervioso, tratando de encontrar alguna explicación o ruta de escape— ¿me das un segundo que necesito ir al baño? Si viene el mozo pide lo mismo para mí por favor —dijo y sin darle tiempo a contestar salió corriendo.


Rápidamente se metió en el primero baño libre y saco su celular marcando a su amigo. El teléfono sonó y sonó hasta que por fin alguien contestó.


Teaminnnieee —respondió una voz melosa.


—¡¿Cómo se llama mi cita?!


—Hola no... Que malos modales que estás adquiriendo en ese laboratorio. Deberías estar agradecido por el bombón que te conseguí —la paciencia de Taemin se agotaba.


—No estoy para bromas. ¿Cómo se llama mi cita?


Que aburrido eres, así te quedarás solo... se llama Kai, Kai y estudia fotografía. ¿Por qué? ¿Tienes algún problema con él? —"Mierda" pensó aun con el teléfono en su oído. No sabía que decirle, podía pedirle a su amigo que lo vaya a buscar, pero para eso debía admitir que había llegado tarde y no quería escuchar otro sermón de su amigo. Además, Minho era guapo, no importaba cuan bello fuera su cita original, nada le ganaría a un modelo.


—No... no es nada —mintió— solo quería asegurarme.


¿Taeminnie volvió a llegar tarde?


—Voy a cortar —dijo alejando su oreja cuando un grito al otro lado lo interrumpió.


¡Espera!


—Mmmm


Si el chico se quiere pasar de listo no dudes en llamarme.


Adiós Timo —y sin responder corto.


Que rayos iba a hacer. Minho definitivamente no era su cita ¿Él lo sabría? ¿lo estaría engañando? O estaría igual de perdido que él. Se fue hacia uno de los lavatorios y se enjuago la cara. Debía calmarse, no había mucha diferencia entre eso y una cita a ciegas. De cualquier manera, estaría con un extraño y mal que mal, Minho le había caído bien. Tal vez simplemente debía volver y aclarar las cosas. Sí... eso haría, volvería y explicaría todo. Si Minho quería seguir con la cita después de eso, ya sería su responsabilidad. Además, cualquier cosa siempre podía irse o llamar a Timo. Se lavó las manos y volvió a la mesa aún inseguro.


—Ya volví, perdón que me fuera, pero no podía esperar —se disculpó tratando de simular tranquilidad— ¿vino el mozo? —preguntó con la esperanza de que no hubiera pasado y que tuviera la oportunidad de aclarar las cosas cuanto antes.


—Quédate tranquilo cariño que esperar por alguien como tú es un placer —respondió petulante. ¿Por qué me dice cariño? Ni siquiera me conoce— ya pedí tu orden así que no te preocupes. Además... estaba pensando en que quizás quieras acompañarme a algún lugar después de aquí —le sonrió mirándolo a los ojos profundamente.


Taemin sabía que era un mal plan, todo gritaba que no debía aceptar, que debía decirle que hubo una confusión y que no eran las personas que ellos pensaban, pero esos penetrantes ojos oscuros parecían tener un poder hipnótico sobre él.


—Tal vez... —respondió sintiendo cómo le temblaba un poco la voz— digo... veremos cuando terminemos de comer —dijo tratando de parecer duro y no tan fácil como todos sus amigos decían.


—Te divertirás, Taemin —le guiñó un ojo— no haremos nada que tú no quieras. Solo... iremos a un lugar más tranquilo para conocernos más...profundo.


Taemin no pudo evitar reír. Sabía que no debía pensar de esa forma, sabía que era un extraño y no un conocido de sus amigos como pensó, pero la verdad era que le gustaba ese chico y a pesar de que era un poco petulante le había agradado lo suficiente ¿qué tan malo podía ser irse con él?


—Me gusta la profundidad de las personas —dijo mordiéndose el labio inferior coqueto— ¿Pero exactamente de cual hablamos de la mía o la tuya? No creo que se pueda ahondar tanto en la primera cita para las dos. —Minho sonrió aturdiéndolo


—Creo que, a la hora de ahondar en el otro, yo lo hago mejor —levantó una ceja— en personalidad, por supuesto. Me gusta poder... introducirme bien en la otra persona ¿Sabes?


—Claro... estamos hablando de nuestra personalidad, no sé porque aclaras —atacó rápido, le gustaban las discusiones con doble sentido y la ironía, pero Minho se volvía un poco literal y burdo—. Y dime Minho ¿es normal que tú te introduzcas a otras personas? Digo... porque creo que todo lo que nuestros amigos dijeron de nosotros no es verdad ¿Tu normalmente eres tan abierto con todos? sentimentalmente hablando... claro está —dijo con la intención de ponerse a la par y hablar de la misma manera. Necesitaba saber con quién se estaba por acostar.


Justo en ese momento el mozo llegó con la comida interrumpiendo la discusión y aunque espero una respuesta por parte de Minho esta nunca llego, así que Taemin tomó la iniciativa recibiendo su pedido y agradeciéndole al mozo.


—¿Cómo fue que terminaste aquí comiendo conmigo? —preguntó Minho— no recuerdo si te lo pregunté.


Taemin quedó paralizado por la pregunta, podía mentir mejor que cualquier persona que conociera si se lo proponía, pero no sabía la real razón por la cual Minho estaba ahí, así que no podía jugar con eso. Lo mejor sería hacerse el idiota hasta no poder más y como último recurso decir la verdad o fingir demencia si lo descubrían.


—Ya lo sabes... nuestros amigos lo arreglaron... —divagó.


—Si pero ¿Por qué aceptaste algo como esto? —preguntó cortando su carne— no pareces necesitar una cita a ciegas.


—Un poco de esto... un poco de aquello —trató de hacerse el desentendido comiendo su comida como si nada, pero no estaba funcionando, la mirada del chico seguía fija en él— mis amigos me lo organizaron para tratar de levantar mi ánimo —confesó un poco molesto y asustado, era claro que Minho comenzaba a sospechar.


—Ah sí, por supuesto, lo había olvidado —Taemin casi se paraliza por eso ¿su verdadera cita era por la misma razón? La suerte debía estar de su lado— A veces puedo divagar un poco, ¿te está gustando la cena?


—No te preocupes, no es necesario que recuerdes todo lo que te dijeron de mi... —rió forzado— me encanta la cena... ¿cómo está la tuya? ¿te gusta o no es lo que esperabas? —pregunto esperando que no entendiera el doble sentido implícito en ella.


—Definitivamente no es lo que esperaba —respondió sin mirarlo— pero no está mal. Tu compañía hace que todo tenga mejor sabor, Taemin. —el menor se sonrojo por el comentario y eso que no acostumbraba a hacerlo.


—Gracias... hacía mucho no tenía una cita tan agradable. Y hablando de comida ¿pediremos el postre para llevar o lo comeremos aquí? — Minho sonrió de lado.


—El postre nos espera en otro lugar, cariño —Una sonrisa inconsciente se dibujó en Taemin, era tan baja toda la situación que terminaba excitándolo.


—Me gusta lo que oigo —comiendo su último bocado— ¿pedimos la cuenta? —Le guiña un ojo.


—Y te gustará aún más lo que veas —levantó la mano llamando al mozo— tengo un lindo departamento en el centro que creo deberías conocer.


—Me gustaría conocer todo de ti Choi Minho —dijo con una sonrisa coqueta en su rostro, amaba el camino que tomaba, pero sabía como solía terminar— solo intenta no enamorarte de mí.


—Lo mismo digo Taemin, vamos a conocernos un poco más.


El camino al departamento fue un martirio para Taemin, había salido del restaurant muy seguro de lo que quería, tanto coqueteo se le había subido a la cabeza, pero ahora con la briza fría de la noche sus ideas se acomodaron haciéndole darse cuenta de la locura que estaba a punto de cometer ¿Qué si Minho era un violador? ¿o un asesino? Nadie lo conocía y no sabían que estaba con él. ¿En qué rayos estaba pensando yendo a la casa de un desconocido? Y lo peor de todo es que, aunque pensara todo eso, seguía yendo hacia el lugar sin retractarse ¿Qué fallaba con su instinto de supervivencia? Si salía de eso, se prometía ir a algún médico para que lo revisara. No podía ser normal.


Llegaron a un lindo edificio iluminado, parecía relativamente nuevo y la ubicación era buena. Tal vez el chico era un psicopata, pero uno con dinero. Subieron en el ascensor y a pesar de que Taemin esperaba que Minho se abalanzara sobre él, no lo hizo. No sabía si felicitarlo o maldecirlo por eso. Tal vez no era un asesino.


—Bienvenido a mi humilde morada —dijo Minho abriendo la puerta de su departamento—puedes ponerte cómodo, lo mío es tuyo.


Taemin recorrió el lugar con la mirada, no parecía el hogar de un psicopata, pero de cualquier manera no sabría reconocer la casa de uno. El lugar era sencillamente impresionante y lo dejo un poco impactado, no sabía que había lugares así en el centro de la ciudad. Observo todos los rincones con lujo de detalles, le gustaba en cierto modo la arquitectura, además aún tenía esa voz interna que le recordaba que ese era un mal plan, así que no se detuvo al buscar todas las posibles rutas de escape, no eran tantas, pero las había.


—Tu departamento es muy bonito... los modelos sí que cobran bien —hablo perplejo.


— ¿Esta choza? pues se hace lo que se puede —se encogió de hombros caminando hasta el aparato de sonido y puso un poco de música —no es la gran cosa, pero está bien ¿Quieres algo de beber?


Taemin necesitaba algo de valor y lo que había tomado en el restaurant no le alcanzaba —Si por favor ¿que tienes?


—Lo que sea que necesites —dijo con voz penetrante, más cerca de lo que esperaba— tú pide y yo te complaceré.


-mmmmm ¿lo que quiera? —se relamió siguiéndolo con la mirada, seductor —sorpréndeme


-Lo haré, bebé.


Minho caminó hasta su pequeño minibar, pero antes de servir le preguntó —¿Quieres algo fuerte o algo suave?


Por un segundo Taemin estuvo a punto de pedir el fuerte, no estaba acostumbrado a estas situaciones, por más que quisiera actuar relajado y un poco de alcohol podría ayudar, pero luego recordó que no conocía a Minho, ni sus amigos, lo mejor sería que se mantuviera en sus cinco sentidos— ¿estas tratando de emborracharme? —cuestionó seductor— creí que no lo necesitabas para llegar a mí, ¿o si?


Minho se encogió de hombros —Te ves algo tenso.


—No vas a hacerme tomar de más Minho —habló firme, ninguna sonrisa de ensueño podría convencerlo—, lamento si ese era tu plan, vas a tener que lidiar con un sobrio Lee Taemin —rio de costado.


Minho abrió una botella de cerveza dándole un sorbo y tragó— ¿Qué tal si te la doy de mi boca? ¿seguirás diciendo que no?


—No lo sé... podría intentarlo —dijo acercándose peligrosamente— o... podría tomar por mi cuenta —siguió sacándole la botella de las manos para empezar a bailar al ritmo de la música y llamar a Minho con la mirada.


—¿Te gusta bailar? ¿o solo lo estás haciendo ahora para provocarme? —guardó las manos en sus bolsillos sin dejar de mirarlo.


¿Te estoy provocando? —cuestionó acechándolo con una sonrisa, sin dejar de moverse al ritmo de la música— podría decirte que me gusta bailar desde que tengo memoria o simplemente es una mentira y solo lo hago porque me gusta ver tu cara cuando lo hago... ¿importa?


—¿Te cuesta un poco decir la verdad?


— O no Choi Minho... soy muy sincero —dijo acortando las distancias peligrosamente hasta poner sus manos alrededor de su cuello— y soy sincero cuando te digo que quiero comerte la boca con un beso en este mismo momento.


—¿Quien soy yo para negarte algo como eso? —Minho lo afirmó por la cintura pegándose a él y por fin termino con la distancia comiéndole la boca—. Me alegro de que nuestros amigos nos hayan presentado —dijo cortando el beso para hablar sobre los labios de Taemin— no creerán lo bien que resultó esta cita.


-Si... -respondió Taemin inseguro, ya había tomado la decisión de llegar hasta el final e iba a mentir de ser necesario, Minho no parecía sospechar, pero una parte de él no se sentía cómodo. Tal vez la persona que esperaba a Minho era importante, tal vez el esperaba algo de todo esto, algo que Taemin no creía que pudiera darle y a pesar de su determinación tuvo que hablar— para —pidió cortando uno de los placenteros besos, con toda la fuerza de voluntad que aún le quedaba— tenemos que hablar.


Minho soltó una carcajada— ¿Quieres terminar conmigo? pero si aún no empezamos —volvió a buscar sus labios.


Y Taemin quiso reír por el comentario, era exactamente su tipo, pero había tomado una decisión y si lo dejaba besarlo de nuevo no tendría la determinación para detenerlo de nuevo— No Minho... hablo en serio. Tengo que decirte algo —habló apenado, alejándose un poco de los brazos del joven.


—¿Hice algo que te ofendió? —preguntó confundido— de ser así no ha sido mi intención, lo juro —se rascó la cabeza.


—No... claro que no —se disculpó sintiéndose algo culpable— tu no hiciste nada, soy yo el del problema... no soy quien piensas que soy —hablo avergonzado.


—De acuerdo, esto se está volviendo extraño —rio nervioso— no sé qué pasa pero... se supone que vinimos hasta acá a conocernos, no pienso nada más aparte de eso.


Taemin no pudo evitar reír por el comentario, él estaba igual o peor que Minho, pero volvió a ponerse serio, debía decir toda la verdad y si despues de eso quería seguir con eso, aceptaría gustoso —No entiendes, yo no soy tu cita. Ocurrió algún error con nuestras respectivas citas y de alguna manera nos confundimos. No creo que sea lo que esperas, lo siento— Bajo la cabeza, avergonzado. Mentir no parecía tan malo en su cabeza, pero ahora que escuchaba sus propias palabras se arrepentía de lo que había hecho. No había forma en que Minho lo perdonara.


—Gracias a Dios, por un momento me sentí como si estuviera abusando de ti —dijo llamando la atención de Taemin, viendo como una sonrisa se dibujaba en su rostro— ya sé que no eres mi cita.


—¿como? —cuestionó entre confundido y molesto. No sabia si golpearlo por mentirle o ser feliz porque ya lo sabía.


—No lo supe hasta que ya llevábamos un rato hablando y vi a mi verdadera cita salir del lugar donde cenamos —se volvió a acercar a Taemin ignorando su molestia— debo decir que tú eres mucho más lindo que él.


Taemin sabía que debía mantenerse enojado, sabía que solo estaba siendo adulador para llevárselo a la cama, pero eso realmente no le importaba, el esperaba lo mismo, no podía hacerse el inocente y ahora que ya todo estaba aclarado podía sentirse tranquilo que no lo estaba engañando —seguro lo dices para quedar bien... pero está bien, voy a creerte. Solo porque tienes un buen trasero —dijo rodeando nuevamente su cuello con sus brazos. Al diablo la cordura, ese morenazo estaba como quería. Luego podría reprocharse el resto de su vida.


—En ningún momento he tratado de adularte, cariño —dijo abrazándolo otra vez— solo he dicho la verdad —Taemin sentía que insultaba su inteligencia, pero de todas formas era divertido, así que lo dejó pasar.


—Eres un peligro Choi Minho... un verdadero peligro, creo que si te gusta ahondar en muchas personas —río acortando la distancia para volver a besarlo.


Los labios de Minho moviéndose sobre los suyos se sentían justo como a Taemin le gustaba. Jugando con su lengua se dedicó a explorar todo lo que estuviese a su alcance, profundizando el intercambio lo más que podía. Dejándose llevar por el momento y cuando Taemin pensó que las cosas no podían mejorar, Minho metió sus manos por debajo su polera para acariciar su espalda sin dejar de besarlo.


Taemin se sorprendió por el movimiento, no esperó que las cosas fueran tan deprisa. Él no estaba acostumbrado a eso, pero no podía quejarse, las ásperas manos acariciando su sensible piel se sentían fabulosas.


Minho abandonó los labios del menor solo para poder recorrer con su lengua la línea de la mandíbula de este, avanzando con lentitud hasta su oreja. Taemin se tensó ante este movimiento, él no era un amante de que jugaran con ellas. Pero lo dejo seguir, no quería mostrarse reticente tan al comienzo y además ¿Qué tanto podía quedarse ahí? Podía soportar un poco de eso.


Con la punta de su lengua Minho jugueteó con su lóbulo antes de darle un suave mordisco y chupar un poco. Taemin intentó controlarse, pero no pudo aguantar las cosquillas y salto entre los brazos del morocho, apretara un como su polera para tratar de controlarse. Debía terminar ya mismo con eso.


Minh siguió allí un rato más, pasando su lengua e introduciendo la punta de vez en cuando. Provocando que Taemin volviera a encogerse un poco en su lugar igual que al principio.


—¿Te gusta esto, Taemin? —preguntó con voz grave. Taemin pensó que no podía estar pasándole eso, el universo debía odiarlo.


—Eeeeehhhh —respondió tratando de ser cortés, pero la verdad era que ya no sabía cómo llevar la situación—seeee.


—Entonces gira un poco tu rostro para darle un poco de amor a tu otra oreja —¿Qué? ¿quería matarlo?


Los ojos de Taemin se abrieron como platos— No... por favor no —pidió aterrado por la idea alejándose un poco casi por inercia.


—Pero... creí que te estaba gustando —dijo confundido.


— Me gusta —Mintió— pero me gustan más otras cosas... —dijo avergonzado no quería ser descortés.


Minho lo miró entrecerrando los ojos, no parecía creerlo— ¿Me estás mintiendo?


—Lo odio ok... a que persona le gustaría que le llenen de baba la oreja. Me da escalofríos


—¡Es la idea, Taemin! —se rió— los escalofríos son buenos, dan placer también.


—Estos no, te lo puedo asegurar... Son más como cosquillas y no de las excitantes te lo juro


Minho volvió a reír apretándolo en sus brazos y posando sus labios en su cuello para chupar con fuerza allí. Enviando automáticamente una corriente eléctrica a todo su cuerpo— ¿qué tal esto? ¿te gusta?


-mmmmmm —se relamió Taemin, si odiaba sus orejas entonces amaba su cuello— eso está mejor.


—Bien, anotado —bromeó— orejas no, cuello sí. Solo tienes que decir si algo no te gusta, no soy adivino, cariño.


Taemin asintió algo tímido y lamio su cuello en respuesta. Le gustaba hacer eso, el contraste entre la piel y el sabor salado de su sudor era algo enviciante.


—Creo que es tiempo de que conozcas otra parte de mi departamento, una muy entretenida, por cierto.


—mm vamos a tu play room... ¿no eres un loco verdad? —cuestiono entre divertido y asustado. Ya casi había descartado la opción de que Minho fuera un psicopada, pero siempre tendría la duda.


—Yo quería mostrarte el balcón —bromeó— pero me gusta como piensas, Taemin.


Las mejillas de Taemin se colorearon, pero de todas formas lo dejo que lo guiara. Minho lo tomó de la cintura y se pegó a su espalda para poder dirigirlo a su habitación. Y todo eso sin dejar de besar su cuello. Taemin nunca creyó que ese petulante y narcisista modelo sabría complacerlo tan bien. Él había pensado que sería un egocéntrico, concentrado solamente en su propio deleite, pero estaba completamente equivocado.


—Mis aposentos, bebé —presentó el moreno.


—Pensé que me ibas a mostrar el balcón —dijo bromista, un poco más excitado de lo que le hubiera gustado— y este definitivamente no es.


—Ya tendremos tiempo para eso también —dijo levantando con lentitud la polera de Taemin, rozando con la yema de los dedos sus costillas. Provocándole escalofríos a medida que tocaba su piel.


Taemin se removió algo incómodo por el choque de la temperatura. Las manos hábiles de Minho hacían que se olvidara por unos segundos del frío que chocaba con su piel, pero no era suficiente. Así que casi por reflejo, se separó unos segundos y sin dar tiempo a réplica tomó el borde de la polera de Minho y jalo de ella para sacársela. La sensación de la piel morena y cálida contra la suya lo reconforto.


Las manos de Minho viajaron hasta el pecho de Taemin acariciándolo un poco en el proceso. Se separó ligeramente de su cuerpo, fijando su vista en sus pezones. La piel del menor se tensó ante la expectativa y la boca de su amante bajo a uno de ellos mientras que el otro recibía atención de una de sus manos.


Las manos de Taemin viajaron inmediatamente al cabello Minho, enterrando sus dedos en el cuero cabelludo de este. Se movía sin poder controlarse, tirando del cabello de Minho cuando esté mordió un poco más fuerte de lo que debería. Dejando escapar el primer gemido de la noche.


Minho subió de un tirón y beso labios de Taemin otra vez. En medio de todo eso, el menor pudo sentir como su cuerpo avanzaban hacia lo que él dedujo era la cama, pero en vez de dejar que lo acueste, decidió que era su momento de tomar el control. Con un ágil movimiento se sentó en el borde de la cama y agarró al moreno por las caderas para acercarlo un poco más a él. Sin dejar de mirarlo a los ojos abrió el cinturón y el pantalón para luego bajarle todo hasta la mitad del muslo y con mucha lentitud tomó su erección y la acarició con ambas manos.


Arriba y abajo se movían sus manos mientras que su rostro se acercaba a la pelvis del moreno dejando besos en todo alrededor sin llegar a besar su pene, solo para desesperarlo un poco más. Y cuando vio que la mano de este se estaba acercando a su cabeza, recién en ese momento se dignó a acercar sus labios y pasar su lengua desde la base hasta la punta y luego se alejó un poco para poder ver el rostro de Minho y guiñarle un ojo.


—¿Un poco ansioso? —dijo burlón, le gustaba provocar a sus amantes hasta el punto de la desesperación.


—Creí que no ibas a hacerlo nunca —se quejó— estuve a un paso de obligarte.


—Pensé que eras un caballero —respondió Taemin volviendo a lamer su erección.


—Lo soy, justo por eso no lo hice —posó la mano en la nuca de Taemin para acercarlo un poco más.


Taemin lamía todo a su paso, degustando la sensación del miembro de Minho en su boca. Sabía que podía ser algo molesto, pero a él le gustaba tomarse su tiempo. Aunque el alto no parecía opinar lo mismo, ya que podía sentir como la de éste presionaba cada vez con más fuerza su pelo. Taemin sabía que no podía seguir mucho más con ese ritmo, pero antes de dejarlo hacer algo, esa mano controladora lo empujó bruscamente, aumentando el contacto.


Taemin estuvo a punto de golpearlo por eso, odiaba que fueran bruscos durante el sexo y más cuando estaba haciendo sexo oral, porque su reflejo de vomito era muy sensible, pero contó hasta mil y solo apretó el muslo de Minho buscando una explicación.


Minho pareció dudar, pero luego de unos segundos volvió a entrar en la boca de Taemin y este simplemente abrió un poco más la boca, tratando de complacerlo y acostumbrarse un poco a la invasión. No le gustaba esa forma de hacerlo, pero no estaba tan mal. No se cansaba tanto.


El mayor pronto pareció entender que eso no le gustaba a Taemin, dejándolo volver a tomar el control y cuando sintió que Minho ya no estaba pudiendo controlar su cuerpo se separó. Estaba cansado y no quería que acabara y lo dejara así de excitado. No confiaba lo suficiente en él para creer que lo complacería si terminaba antes.


—¿Lo pasaste bien follando mi boca? —pregunto entre molesto y risueño en un cambio de actitud desconcertante. Sin darle tiempo a decir nada más se recostó en la cama —sigue tu un rato.


—Claro, como ordenes, cariño —terminó de quitarse la ropa mostrando su escultural cuerpo ante Taemin, dejándolo completamente anonadado. Minho era hermoso a niveles inhumanos, su cuerpo parecía esculpido por los mismos dioses— espérame un poco.


Taemin se quitó con desesperación su ropa, impaciente. Quería sentir a ese semental dentro suyo lo antes posible. Pero en el momento en que se vio a si mismo desnudo en el cuarto de un desconocido las dudas volvieron a invadirlo. ¿Por qué se había ido después de todo? ¿Qué tal si se había equivocado? ¿Qué tal si realmente era un psicópata y ahora lo mataba por dejarlo a medio camino de un orgasmo? No lo había pensado bien, no era tan lindo como para que lo perdonara solo por esa razón. ¿Y si no le gustaba a Minho? Una cosa era verlo con ropa y otra era verlo asi. De repente fue muy conciente de su desnudes y lo vulnerable que estaba ¿y si lo echaba porque no le gustaba? Sin saber bien que hacer volvió a buscar las rutas de escape de ese cuarto.


Minho entro al cuarto intimidándolo y aturdiéndolo ¿Cómo era posible que ese chico estuviera a punto de tener sexo con él? Quería llorar por lo injusta que era la vida, dándole tanto a algunos y tan poco a otros.


—¿No has pensado en ser modelo? —preguntó Minho acercándose a la cama, mirándolo de arriba abajo. Taemin respondió con la única arma que siempre usaba, la ironía.


—¿Con mis piernas flacas? no creo que me contratarían —rio trato de sonar relajado, pero la pregunta lo descolocaba. No quería pensar en eso ahora, solo quería seguir con lo suyo. Estiró los brazos hacia Minho tratando de llamarlo para poder olvidar esa pregunta incómoda —¿que trajiste? —por unos segundo pareció dudar y Taemin temió que siguiera con el tema, pero no lo hizo.


—Lubricante —dijo encogiendo sus hombros, tirándosela para que la analizara —puedes comprobarlo mientras hago un par de cosas.


Taemin comenzó a leer la etiqueta sintiendo como el peso del cuerpo de Minho aplastaba el colchón, pero jamás esperó sentir eso.


—¿pero qué es lo que...? – el menor salto al sentir la lengua de Minho pasar sobre la punta de su pene. El mayor había separado sus piernas y se encontraba entre ellas, recostado como si ese fuera su lugar en el mundo.


Las manos del moreno acariciaron los sensibles muslos de Taemin mientras que su boca jugaba con el pene de este. Las sensaciones recorrieron su cuerpo haciéndolo retorcerse de placer. Lo estaba matando.


—me encanta lo que haces... —dijo casi inconscientemente.


—Durará poco —respondió automáticamente.


—Maldito —respondió llevando una de sus manos a la cabeza de Minho, jalando su pelo en el proceso para poder acercarlo un poco más.


—Eso solo va a apresurar las cosas, cariño —rio pasando la lengua por la extensión del pene de Taemin— si eres brusco me gusta más y más ganas tengo de hacértelo rápido.


—¿quién dijo que quería fueras delicado conmigo? —cuestiono moviendo sus caderas hacia adelante por reflejo.


—Y yo aquí perdiendo el tiempo —suspiró y se enderezó agarrándolo por las caderas para darlo vuelta de un solo movimiento y dejarlo acostado sobre su estómago— apuremos un poquito las cosas —dijo provocando que un escalofrío recorriera el cuerpo de Taemin. Por un lado, estaba disgustado, hubiera querido que su sesión de sexo oral durara más. Le encantaba, pero por el otro ya no podía soportar más la expectativa. Lo quería dentro suyo.


El menor sintió como Minho se acercó a él y pensó que lo besaría o atacaría su punto débil: su espalda. Pero nada de eso paso, el simplemente tomo la botella de lubricante y volvió a su posición ¿quería matarlo?


Taemin pudo sentir como Minho introducía el primer dedo y un escalofrío recorrió su columna vertebral. La sensación fue incómoda, pero no quería alejarse, estaba demasiado ansioso por lo que seguía. Hacía mucho no estaba con alguien de esa forma y había perdido un poco el entrenamiento. Así que simplemente se limitó a respirar y tratar de relajarse.


Apenas unos pocos segundos dejó pasar el moreno antes de agregar un segundo dedo. Taemin no pudo evitar jadear por la intromisión, pero se mantuvo estático, sabía que el dolor pasaría, solo tenía que aguantar un poco más.


Los dos dedos del mayor entraban y salían de él cada vez más rápido. Menos delicado en cada intromisión y un poco más desesperado. La otra mano de Minho continuó acariciando su trasero, hasta que mágicamente se trasladó hasta su espalda.


Sintió como la mano subía lentamente por su columna vertebral, sin ser consciente de los estragos que estaba provocando en Taemin, que ya no sabía cómo contener los jadeos que querían salir, porque su espalda era la puerta al paraíso y Minho no solo estaba haciendo eso.


Tan absorto de placer estaba que ya casi no sentía la incomodidad que un principio lo había agobiado. Y si pensaba que eso era todo se equivocó, porque cuando pensó que llegaría a su cuello y el placer acabaría Minho desvió el camino llegando a su punto más sensible: su omóplato. Su cuerpo reaccionó sin su permiso, arqueando su espalda y liberando un gutural gemido como respuesta.


Minho dejó la zona por unos segundos y Taemin pudo sentir como este se enderezaba detrás suyo. Quiso voltearse para ver que sucedía, pero antes de que pudiera hacer algo, sintió como los labios y su lengua recorrían su espalda hasta llegar a su punto, torturándolo. Más gemidos fueron liberados y casi quedó recostado sobre el pecho de Minho por la curvatura de su columna. Era el final. Lo necesitaba dentro ya.


Minho quitó sus dedos de la entrada de Taemin acariciando toda la espalda de este como si de un masaje se tratara. Taemin sintió como un chorro de lubricante caía sobre el pliegue de su trasero poniéndole la piel de gallina por la excitación y como si eso fuera poco, Minho se inclinó sobre su espalda, rozando su cuerpo en ella.


Taemin sintió el ruido del lubricante y seguido a eso la presión del miembro de Minho sobre su entrada. Tomó una bocanada de aire tratando de relajarse. Por suerte para él se encontraba lo suficientemente excitado y dilatado, así que no tardaría mucho en acostumbrarse. El mayor entró lentamente él y se lo agradeció interiormente. Minho era más grande de lo que estaba acostumbrado a tratar, así que todo parecía más intenso con él. Cuando el morocho tocó fondo, el menor pudo decir que nunca había vivido algo así. La sensación era abrumadora y ahora estaba más agradecido de que el alto fuera un buen amante o no sabría cómo habría llevado eso.


Minho beso su espalda sin moverse aún, relajando casi por completo el cuerpo de Taemin que no pudo evitar liberar un fuerte jadeo. El moreno se inclinó un poco más y besó su cuello iniciando el movimiento de caderas con calma. Una que por cierto no duraría mucho tiempo.


Taemin sentía el miembro entrar y salir de él con cierta calma. Desesperándolo. Sabía que lo hacía por él y que era lo mejor, pero necesitaba que se apurara de una vez por todas o no soportaría. La sensación de la erección de Minho entrando y saliendo dentro suyo era arrolladora. Y como si el cielo escuchara sus plegarias el morocho abandono ese ritmo tortuoso y afirmando a Taemin por las caderas, entró con un solo estoque fuerte y profundo. Provocando que un gemido grave y profundo abandonara los labios de Taemin.


La vergüenza invadió el cuerpo de menor y rápidamente llevó su mano para tratar de tapar su propia boca. Taemin era tímido a la hora del sexo y no le gustaba ser ruidoso. Minho no volvió a entrar con esa fuerza en él. Más bien se dedicó a entrar y salir de él con movimientos rápidos, pero poco profundos exasperando al menor. Él no entendía por qué hacía eso. Quería que lo penetrara con fuerza, pero él otro parecía estar disfrutando de su situación. Ya que mantenía ese ritmo y solo de vez en cuando daba una fuerte y profunda estocada ¿No era tan buen amante como pensaba?


—¿Todo bien, Taemin? —preguntó burlón y el menor no entendía qué clase de juego perverso estaba jugando.


—Te odio —respondió furioso, aferrando las sábanas con sus manos, tratando de reprimir el impulso de voltearse y quedar sobre Minho.


—¿He hecho algo malo? —preguntó entrando con fuerza. Y si antes tenía duda de que se lo hacía a propósito, ahora estaba seguro. ¿Por qué le hacía eso? Quería llorar, pero no le daría esa alegría.


—Muérdeme —contestó sin poder soportarlo más. Soltando sus manos para dejar de reprimirse. Minho quería guerra y guerra tendría.


—Con gusto, cariño —dijo. Entrando con fuerza en él, se inclinó para morder su espalda otra vez y Taemin apretó su cuerpo entero haciéndolo gemir a él en cambio.


¿Era ciclotímico o era masoquista? ¿Taemin se enojaba y le daba lo que quería? A la mierda la consideración pensó harto. No sabía cuando duraría eso, ya que Minho parecía disfrutar de torturar a sus parejas, así que viendo lo desconsiderado que estaba siendo. Ya no se reprimiría, si le molestaban sus gemidos que se jodiera.


—¿Taemin, quieres cambiar? —preguntó desconcertándolo completamente. Cómo podía pasar de ser un hijo de puta a un santo en un solo segundo. Aturdido y cegado por el placer lo miro de reojo y respondió.


—Será un placer —No era que no le gustara lo que hacían, solo que le gustaba llevar las riendas, no estaba acostumbrado a simplemente dejarse estar.


Si darle tiempo a acomodarse, Minho tomo a Taemin de las caderas y en ágil movimiento lo dejó sobre su pelvis.


—Bien, veamos lo que puedes hacer, Taemin —el menor lo miro de reojo ofendido con el comentario, pero no le contesto. En lugar de eso acomodo un poco mejor las piernas a los costados de las de Minho y apoyando sus manos subió hasta casi salir para dejarse caer nuevamente hasta el final.


Taemin pudo ver las estrellas y con hambre de más repitió el movimiento nuevamente saliendo y entrando casi por completo. Concentrado en su deleite personal comenzó un movimiento un tanto hipnótico. Subía y bajaba sintiendo como Minho lo invadía por completo. Era muy placentero para él hacer eso porque podía controlar cuán profundo y rápido lo quería. Y casi sin darse cuenta pequeños gemidos inconscientes comenzaron a salir de él, de cualquier forma, ya no le importaba la opinión del mayor, estaba demasiado concentrado en su propio placer.


Taemin escucho un pequeño sonido detrás de él y miró a Minho extrañado. Parecía estar disfrutando el momento porque tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro y como si eso actuará como una chispa, Taemin simplemente comenzó a ir cada vez más rápido y profundo, sin despegar sus ojos de Minho. Perdiéndose por unos momentos, cegado por el placer.


La mano de Minho llegó sin que él se percatara sacándolo de su ensueño para marcarle un ritmo aún más veloz del que estaban llevando. Taemin podía sentir el orgasmo formarse cada vez que golpeaba su parte dulce, pero trataba de retenerlo para poder alargar el momento. Y como si eso fuera poco, los dedos del mayor se enterraron en sus caderas justo en el momento en el que un gemido ronco salía de los labios de Minho y todo el autocontrol de Taemin se fue al demonio.


Los rítmicos saltos que antes llevaba de convirtieron en erráticos y confusos escuchando como los gemidos del mayor se hacían más frecuentes.


—Tócame —pidió mirándolo casi con suplica, señalando su miembro olvidado.


—Taemin no voy a aguantar mucho más —se sentó pegándose a su espalda y estirando la mano para agarrar el pene de Taemin. El alivio fue inmediato, era lo que tanto había deseado sin saberlo.


-Minho... Minho... -gimió con descaro, sintiendo como la mano de Minho bombeaba rápidamente su erección, nublandolo de placer. Y eso fue todo, un escalofrió recorrió su cuerpo y con unos últimos movimientos erráticos erizó su cuerpo, liberando su tan anhelado orgasmo.


Taemin aún no se había recuperado de su orgasmo cuando sintió como lo afirmaba de las caderas con fuerza levantándolo y dejándolo caer sobre su pene. Sin fuerzas se dejó llevar por los movimientos y un par de movimientos después sintió como Minho mordía su hombro y se corría también.


El menor aún seguía aturdido por su orgasmo y el de Minho, así que casi no pudo oponer resistencia cuando este se volteó y lo arrojó sobre un costado de la cama sin consideración alguna. Quiso replicar por su brusquedad, pero ver el rostro agotado de su amante lo hizo perdonarlo. Él estaba igual de cansado, así que no podía decir mucho.


Podía sentir su cuerpo hormiguear y como el sueño comenzaba a apoderarse de él. Quería dormir acurrucado a ese cálido cuerpo para luego irse, pero cuando pensó que podría hacerlo el joven lo miró con una extraña sonrisa en su rostro.


—Yo... lo he pasado muy bien, Taemin —habló llamando su atención— pero... tengo que levantarme muy temprano mañana para una sesión de fotos, así que tengo que dormir mis ocho horas si quiero verme bien —no necesito de más de dos segundos para comprender lo que le intentaba decir. ¿Qué tan tonto podía ser al confiar en él? Al parecer mucho.


—¿Me estas echando? —cuestionó incrédulo, perdiendo automáticamente el sueño y molestándose un poco, no era como si no estuviera familiarizado con la situación, solo que le había irritado la excusa barata ¿verse bien? podía dormir con él ahí.


—Desearía que pudieras quedarte, en serio —siguió con su pantomima y eso sí enfado a Taemin— pero estoy velando por tu propia comodidad, yo ocupo toda la cama cuando duermo, soy terrible.


—Me estas echando —repitió aún más enojado ¿velar por su seguridad? Patrañas, lo estaba echando y con una excusa muy poco elaborada— oh por dios, no puedo creer lo idiota que eres, ¿sabes la hora que es? —dijo parándose y buscando con brusquedad su ropa regada por el piso. Quería matarlo— ¿cómo pude acostarme contigo? —ningún revolcón justificaba que que lo echaran en medio de la noche.


—Escucha, puedo pedirte un taxi si ese es el problema, yo pagaré, no te preocupes.


—ooohhh gracias, ¡que considerado! —dijo con ironía, poniéndose sus pantalones a toda velocidad. Quería matarlo... quería matarlo con sus propias manos hasta que fuera irreconocible, pero no iba a hacerlo. Se comportaría— gracias Minho, ahora si me siento bien de ser echado en medio de la noche después de tener sexo. Para nada es como si me pagaras por el sexo... oh, espera, ni siquiera me pagaste —oficialmente lo odiaba, era un cretino.


—Oye solo estoy tratando de ser amable contigo —se agachó a recoger la polera de Taemin y se la tiró en el rostro— no es como si hubieras venido obligado acá.


Taemin contó hasta 10 y luego volvió a contar otros 10 para no golpearlo. Le acaba de tirar su ropa a la cara y hablaba de amabilidad.


—Amable... si veo cómo te esfuerzas —contestó respirando profundamente— hazme un favor y llama al maldito taxi antes de que te golpee —tomó la polera y se la puso con violencia, si seguía viendo la cara Minho lo haría y en realidad no quería.


—Llama al maldito taxi si no quieres que te golpee —lo remedó con voz de niñita buscando su celular para hacer lo que le pedía— podrías haber aceptado el taxi y ya, sin hacer tanto escándalo —Tomo su celular y marco un numero que parecía tenerlo en favoritos.


Mientras tanto Taemin se colocó su ultimo calzado maldiciendo entre murmullos. Odiaba estar ahí.


—Pero ¿quién se cree que es este cretino? echarme en medio de la noche. En toda mi vida jamás me habían tratado así. Eres un idiota por seguirlo solo porque estaba bueno, tienes que aprender a no fijarte en el físico Taemin —farfullaba cuando escuchó el comentario de Minho que pedía que le mandaran el auto urgentemente y su odio aumentó aún más. Lo golpearía, no se iría de ese lugar sin golpearlo.


—En cualquier momento llega el taxi. Creo que será mejor que lo esperes afuera, así no pierdes tiempo.


—Gracias Minho, que considerado —dijo irónico, con una sonrisa amenazante, pero una idea cruzó por su mente y se relajó un poco— ¿me abres? —pidió acercándose a la puerta, casi siendo tímido y dulce otra vez.


—Claro —respondió mirándolo con desconfianza, pero le hizo caso y se acercó a Taemin abriendo la puerta.


—Supongo que es el adiós —dijo mirando la puerta abierta y volviendo su vista a los ojos de Minho. Lentamente se fue acercándose a él sin despegar los ojos, una bocina llegó a sus odios "justo a tiempo"— eres un idiota, pero la pase muy bien —habló con una sonrisa pícara, rodeando su cuello con los brazos y acercándose un poco más a la boca del chico, hipnotizándolo —solo espero que... —pero sin terminar la frase le dio un fuerte rodillazo en las bolas y lo dejó caer en el piso— espero no volver a verte en toda mi vida ¡idiota!


Minho se retorció en el suelo por causa del dolor y el menor camino hacia el ascensor no se quedaría para que le devolviera el golpe, era valiente no idiota


—¡Olvídate del maldito taxi, voy a cancelarlo ahora mismo!


Taemin levantó su dedo del medio sin voltearse y gritó


—¡Muy tarde! —subió al ascensor dedicando una última mirada en contra de su orgullo, porque por más que lo odiaba y que había disfrutado golpearlo, se sintió un poco culpable al final.


...


Los siguientes días fueron una tortura para Taemin. No solo se sentía un idiota por haber caído en las redes de Minho, sino que sus amigos no pararon de preguntarle que había pasado con su cita, porque ellos sabían que la había dejado plantada. Al comienzo quiso guardar el secreto, pero conforme los días pasaban y la insistencia aumentaba terminó confesando todo. Como había llegado tarde, confundiéndose de persona, como había terminado acostándose con lo que él ahora consideraba el mayor idiota de la historia y por supuesto, y su parte favorita, como había terminado golpeándolo en las bolas.


Tenía sentimientos encontrados por culpa de esa noche. Por un lado, aún se enojaba cuando lo recordaba y quería volver a golpearlo, pero por el otro aun recordaba el suceso como una de las noches más calientes de su vida. No solía arriesgarse con desconocidos, pero Minho tenía un "no se que" que lo llamaba como la miel a las abejas. Algo debía estar muy mal en su cabeza.


La buena noticia era que con todo el conflicto emocional de alguna manera los recurrentes pensamientos con su ex habían disminuido. Debía agradecerle eso al idiota por lo menos.


También pensó que sus amigos dejarían de intentar emparejarlo después del fracaso con su cita, pero ellos insistían que debía conocer a Kai, el que ahora sabía era su cita oficial. Al principio quiso escapar, una cita fallida era suficiente para él, pero tanta insistencia terminó por convencerlo y fue así como terminó ahí. Atrapado en una charla sin sentido, sentado en un boliche, viendo a todo el mundo bailar menos a él. Debía aprender a decir que no.


Kai no era un mal chico, era amable, super sexy y apasionado por su trabajo. El problema era que no era lo suficiente inteligente o divertido para él. Desde que había llegado no había podido seguirle un solo tema conversación o entendido alguno de sus chistes. Taemin amaba la ironía y los juegos de palabras y este chico parecía ser demasiado literal.


Cansado de intentar explicarle algo de su vida o de hacer comentarios ligeros, le preguntó sobre su trabajo y ahora si quiso matarse. El chico era fotógrafo, al comienzo pensó que sería interesante, el arte le fascinaba. Pero escuchando al joven se dio cuenta que le fascinaba siempre y cuando no se tratara de fotografía. Kai pasaba de reservado a una bomba del tiempo verborragica cuando se trataba de eso. Hablaba y hablaba sin parar sobre cosas que no podían parecerle más aburridas.


En un intento desesperado por salvar la cita Taemin decidió cambiar de escenario. Los boliches no le apasionaban, pero le gustaba bailar y esperaba que con eso Kai se callara o cambiara de tema. Grave error. Kai no bailaba y ahora no solo hablaba sin parar, sino que lo hacía en su oído y a un volumen demasiado alto para su gusto.


Taemin tomó su cerveza observando con envidia a todas las personas a su alrededor que parecían disfrutar del baile. Hubiera deseado ser cualquiera de ellos. Kai ni siquiera tomaba, así que tampoco podía esperar silencio cuando estuviera bebiendo ¿podía ser peor?


Y justo cuando pensó lo vio. Un chico alto, más alto de lo que lo recordaba, entró al lugar, posado su mano en la espalda baja de un joven. Pero no fue alguien cualquiera, era su compañero de la facultad. Key... Casi se atraganta con su bebida "Mierda" ¿alguien podía tener más mala suerte? Estaba seguro de que no.


Taemin siguió a la pareja con la mirada, perdiendo completamente la atención del monólogo de su acompañante sobre diafragmas y rocas, aunque este no pareció notarlo. Ellos aparentaban estar en una especie de cita, la postura corporal de ambos lo delataba. La primera reacción que tuvo Taemin al ver a Minho fue de odio. Recuerdos de su cita volvieron a su mente como cachetada, la forma gentil en que lo había tratado antes y durante el sexo y la forma desconsiderada como lo había echado. Lo odiaba y no quería que estuviera ahí, pero una parte de él se sintió aliviado al ver que podía caminar correctamente. Por lo menos no moriría con esa culpa.


Minho le ofreció un trago que claramente Key rechazo porque no bebía y luego de eso se lo llevó al centro de la pista de baile. Su compañero parecía algo tímido bailando, ya que lo hacía de una forma extraña según lo que recordaba Taemin. Desvió la vista tratando de alejar su curiosidad. Que Minho y Key estuvieran en una cita no debía importarle. Sin embargo, a los pocos minutos su vista estaba nuevamente en ellos ¿no podía Kai ser más interesante?


Taemin miró de reojo a la pareja y los vio bailar acaramelados, una parte suya quería pararse e irse en ese mismo momento, total, no estaba escuchando a su pareja y la otra quería pararse para volver a golpear a Choi Minho. De cualquier manera, no hizo ninguna de las dos cosas. Simplemente respiro profundo y trato de escuchar a su cita. El chico no era completamente aburrido, simplemente no le interesaba la fotografía.


Miró nuevamente disimuladamente y estos parecían estar un poco más cerca. Eso le fue extraño, la última vez que había revisado estaban a unos cuantos metros más. Sin tratar de darle importancia volvió su atención a la aburrida conversación sobre las luces y los focos. Pero cuando volvió a revisar la pareja había desaparecido y no pudo evitar levantar la cabeza y mirar a todos lados ¿se habían ido?


—¿Pasa algo Taemin? —cuestionó Kai confundido.


—No... no —respondió tratando de volver a lo suyo y volviendo a ofrecerle la cerveza en sus manos. Si esa conversación no cambiaba en los próximos 10 minutos se iría, estaba decidido.


—¡Hey,Kai! —gritó Minho acercándose. Taemin se tensó escuchando esa voz conocida. No podía ser —¡Que grata coincidencia! no te veía hace tiempo ¿Qué haces tú por acá? —El alto saludó a su pareja como si la conociera y paso olímpicamente de él. Logrando sacarlo de quicio. Era oficial, lo odiaba. Y como si eso fuera poco, tomó la mano de Key, pero dos podían jugar ese Juego.


—¿Key? ¿qué haces aquí? —cuestionó ignorando a Minho —No sabía que te gustaban los boliches.


—Hola Taemin —respondió avergonzado. Key jamás imaginó encontrarse a alguien conocido en ese lugar. Mucho menos a él— estoy con un amigo —dijo mirando de reojo a su acompañante soltando la mano de Minho.


Una sonrisa sobradora se dibujó en los labios de Taemin


—Mucho gusto —hablo fingiendo cortesía y extendiendo su mano.


—Él gusto es mío —le devolvió el gesto— soy Choi Minho.


—Lee Taemin —respondió apretando por demás la mano, quería golpearlo.


—Tú nombre me suena de algún lado —fingió pensar por un momento— aunque es un nombre bastante común, debe ser por eso —dijo jugando con su paciencia, pero Taemin no que quedaría atrás.


—Ah ¿si? que extraño. Tu nombre no me suena de nada,debes ser alguien que pasa desapercibido —respondió cínico afirmando a su propia idea— ¿de donde conoces a Kai?


—Me he tomado un par de fotos con él —respondió como si nada— soy modelo, él te puede contar lo desapercibido que puedo pasar —ironizó y entonces Taemin supo que su comentario si le había molestado.


—¿De verdad eres modelo? no lo pareces... pero bueno, es solo mi opinión. Supongo que con un gran fotógrafo como Kai —dijo poniendo sus manos por demás en el pecho de su pareja— cualquiera puede verse bien.


—No me extraña que no sepas reconocer un buen cuerpo cuando lo ves, tienes pinta de estar detrás de un microscopio todo el día —alargó la mano para tomar la de Key entre la suya— de seguro no sabes muy bien cómo es el mundo exterior.


—Te sorprenderías si supieras, pero no creo que sea algo que tenga que discutir contigo. Mi pareja y yo ya nos íbamos —mintió tratando de escapar. Ya se habían golpeado el ego suficiente y quería terminar esa cita. Además, le gustaba la idea de que Minho pensara que se acostó con él.


—¿De verdad? —cuestionó Kai confundido.


—Si Kai... recuerdas que quería mostrarte ese algo en mi casa —Ya ni siquiera le molestaba que realmente se acostaran. Solo no quería quedar como un tonto. Pero la literalidad de Kai atacó otra vez.


—No —respondió perplejo y Taemin vio a Minho hacer una mueca.


—Creo que Kai no quiere irse aun —intervino el alto— quédense un poco más, hace tiempo que no hablamos, ¿verdad, Kai?


—¡oh si! tengo tantas cosas que contarte —Taemin revoleo los ojos indignado. Su pareja no entendía sus indirectas pero sí las de Minho ¿Qué más podía pasarle? entonces una idea llego a su mente.


—Si ustedes quieren quedarse hablando me parece bien, pero este cuerpito se quiere ir a bailar ¿Vienes Key? -pregunto sabiendo que su compañero amaba eso.


—Claro —respondió tomando su mano.


—Los vemos en un rato —dijo guiñándole un ojo a Minho con una sonrisa sobradora.


Taemin guió a Key hasta el centro de la pista, asegurándose de tener una visión perfecta de los muchachos y comenzaron a bailar. Se contoneaba y pegaba al cuerpo de Key, moviéndose seductoramente al ritmo de la música. Viendo de reojo su sitio anterior, notando como la mirada Minho no se despegaba de ellos.


—¿De donde conoces a Minho? —pregunto Key directo. No era una persona de muchas vueltas ni tampoco un tonto, así que no tenía sentido mentirle.


—Me acosté con él hace un tiempo —confesó sin dejar de bailar, levantando sus hombros.


—Si te acostaste con él ¿Por qué actúa como que no te conoce?


—Porque es un idiota que solo piensa en sexo.


—Si algo me dijeron —respondió pensativo, sus amigos le habían advertido, pero pensó que exageraban, a menos que...


—Es peor de lo que piensas, no me extrañaría que quisiera hacer lo mismo contigo —dijo deteniendo sus movimientos y acercándose para contarle su historia—. Mis amigos me organizaron una cita a ciegas y me confundí de persona. Me engañó actuando todo amable conmigo y me invitó a su casa, pero cuando llegamos lo primero que hizo fue tratar de emborracharme, yo le dije que no, pero claramente ya había tomado antes. Bailamos un poco y se me tiró encima —Key parecía algo consternado— pero esa no es la peor parte. Hasta ahí todo estaba bien. Cuando todo terminó, me arrojó a un costado y mostró su verdadera cara. El me echó a la calle sin consideración en mitad de la noche. Fue horrible.


—No puedo creerlo —habló en shock— y ahora va por mi —pero pronto su perplejidad se transformó en ira y comenzó a caminar a paso decidido hacia los jóvenes.


—Key... escúchame Key —gritó Taemin tratando de detenerlo, pero el chico estaba hecho una furia.


—Choi Minho —habló indignado— eres un cerdo libidinoso. ¿Así que solo saliste conmigo por eso? ¿quién te crees que soy? crees que me vas a engañar como a él. O estas muy equivocado si piensas eso. –grito pegándole una cachetada sin previo aviso– Esto se acabó... no vuelvas a llamarme —Taemin intentó reprimir la risa. No planeo eso cuando le contó, pero fue mejor de lo que esperaba.


—¿Pero y a este que le dio? —preguntó sobándose el rostro.


—Debiste prestarle más atención a tu cita... tal vez si no hubieras sido tan descortés con él —hablo sobrador Taemin mientras sentía como un brazo ajeno se colocaba sobre sus hombros.


—Quizás ese chico no era para mí —respondió Minho con indiferencia— muy santurrón para mí gusto —luego miró a su alrededor— lo bueno es que hay mucho donde elegir esta noche, nos vemos después chicos.


Minho le dedicó una última sonrisa a Taemin y se alejó perdiéndose entre la multitud.


Kai aprovechando esa mano en los hombres de Taemin lo tiró hacia su cuerpo y buscó darle un beso en el cuello.


—Había estado dándote la lata con lo de las fotos solo por cortesía, pero ahora sé que no debo perder más tiempo —usó su otra mano para levantar un poco la polera de Taemin y pasar un dedo por su vientre.


—Disculpa —chillo Taemin escandalizado, alejando al moreno con sus manos. Imponiendo el mayor espacio posible entre los dos.


—Vamos, Taemin —intentó acercarse otra vez— que ya sé cómo eres y no me molesta para nada, de hecho, me gusta.


—Como soy.... COMO SOY —gritó separándose completamente del muchacho— ¿qué mierda sabes de cómo soy? ¿te crees con derecho a tocarme sin mi permiso?


—No creí que te fuera a molestar —se alejó un poco confundido— pero debí suponerlo, es tan típico de los chicos fáciles, les gusta buscar y luego se hacen los ofendidos.


Taemin no soporto más, jamás en toda su vida se había sentido tan ofendido. Cerró su mano con toda la ira contenida y le dio un puñetazo en el medio de la nariz. Kai automáticamente llevó sus manos a su rostro lloriqueando.


—A ver si así aprendes a tratar mejor a las personas, idiota —dijo indignado, dejando al joven allí.


—¡¡¡¡Estás loco!!!!


Taemin camino entre la gente disgustado. Dos citas y dos fracasos. acaso no servía para eso. ¿Tan tonto podía ser? sus ánimos comenzaron a decaer y pudo sentir como sus ojos se aguaban por la impotencia. Y entonces en medio de sus peleas mentales sintió como dos brazos lo rodeaban por la espalda y lo detenían en su lugar.


—no te esponjes, guapo —habló la voz grave de Minho, con un dejo de risa— Kai es un idiota, eso es sabido en el ambiente.


—¿Qué es lo que quieres? ¿Burlarte de mí? bien... soy un idiota, me gusta la gente como Kai y como tú que solo juega conmigo ¿Feliz? —dijo desanimado. Lo último que quería era soportar esa humillación, pero contrario a eso, los brazos de Minho se sentían reconfortantes.


—¿Qué tal si aceptas un baile con este idiota y dejas de pelear? soy mucho más guapo que Kai, por cierto. —Taemin no pudo evitar reír por el comentario.


—Supongo que mi noche no puede empeorar —suspiró agotado— Bailemos —aceptó dándose la vuelta para rodear el cuello del alto con sus brazos—. eres de lo peor Choi Minho —negó sin creer lo que hacía. Definitivamente algo funcionaba mal en su cabeza.


—Claro que no —le sonrió— por cierto, tengo un departamento cerca de aquí...


—No puedo creerlo —Sonrió Taemin negando, no sabía cuál de los dos era más idiota. Minho por intentar hacer lo mismo de la otra vez o él por decir lo que iba a decir— ¿vas a ser un caballero conmigo?


—No tengo trabajo mañana temprano —se encogió de hombros— así que supongo que podría serlo ¿irás?


—Supongo que sí. Después de todo no creo que te arriesgarías a pasar por lo mismo dos veces... recuerda que tan fuerte puedo pegarte —le guiño un ojo con una sonrisa amenazante.


—Mis testículos no te han olvidado, créeme —se acercó un poco más— vamos a arriesgarnos los dos entonces.


Taemin sonrió mirándolo a los ojos y sin mediar palabras unió sus labios, sellando su pacto con un beso.


Fin

Notas finales:

Espero les haya gustado y no se olviden de leer la segunda versión 


https://www.wattpad.com/675220612-cita-a-ciegas-%F0%9F%92%93


 


Besos Aerin


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