Su atuendo era exquisito perfecto para un omega hecho exclusivamente para él, un Palazzo precioso de blanco y plateado con el pantalón un poco acampanado pero dejando ver sus torneadas piernas a través de la fina seda resaltando aún más sus caderas con un corte perfecto y delicado en su espalda dejando ver su firme y tersa piel color caramelo
Naruto Uzumaki con el paso del tiempo se había vuelto un omega extremadamente hermoso a pesar de estar en sus 27, era irresistible no verlo, cada movimiento que realizaba exudaba una sensualidad arrolladora, los alfas no podían apartar su vista de él, desde los casados hasta los solteros, su rostro era hermoso con piel tersa color caramelo pómulos altos, con esos ojos grandes y expresivos de un azul hermoso con pestañas negras prominentes y que decir de esos labios carnosos color durazno
He visto el mundo, he hecho todo, Ya tengo mi vida hecha,
Tengo diamantes, Brillantes y Bel air.
Si le preguntaras a cualquier alfa acerca de la mirada de Naruto Uzumaki te diría que con solo pestañear tendría a quien sea en sus manos y que cada vez que entrecerraba los ojos un poco y te veía era la mirada más sensual que podrían haber visto en su vida, a pesar de que el Omega era descrito de esa forma jamás utilizarían la palabra vulgar y Naruto en la misma oración.
Él era elegante en su caminar, sensual y hermoso, con solo verlo pasar podrías quedar peligrosamente embelesado en su figura preciosa, decían que el cabello de Naruto había sido besado por el mismo sol y que al tocarlo era como si tocaras la seda.
Las calientes noches de verano a mediados de julio, Cuando nosotros éramos siempre salvajes.
Se decía que no existía omega más hermoso en toda la región, siendo de esperarse Naruto era hijo de buena familia una de las más ricas de la región recibiendo la mejor de las educaciones demostrándola en cada una de sus palabras, incluso cuando hablaba todos callaban para poder apreciar la voz dulce y tersa del omega, era un deleite escucharlo.
Naruto iba vestido para la ocasión, llevaba muchos años fuera de casa y que mejor manera de festejar que con una fiesta echa en una de las grandes haciendas de uno de los amigos de sus padres.
Los días alocados, Las luces de la ciudad, La forma en que jugabas conmigo como si fuésemos niños
Pero en el momento en que entro en el gran salón del brazo de un alfa nadie pudo evitar fijar su vista en el brazo que era delicadamente colocado en el poderoso brazo de ese alfa poniendo todos mayor atención a la mano del omega haciendo resaltar de sobre manera en su acaramelada piel un anillo realmente hermoso de oro blanco con un zafiro en su dedo anular dando a entender que el precioso omega ya tenía alfa.
El alfa en cuestión era a sin lugar a duda fuera de la región con ese porte en él, con un pecho que se veía muy bien trabajado con hombros anchos y fuertes brazos, siendo el alfa más alto de la fiesta, su mandíbula cuadrada con pómulos firmes demostrando a simple vista lo atractivo que era con su blanca piel como el marfil, sus ojos eran igual de llamativos haciendo un contraste exquisito con su piel con ese jade intenso en ellos, haciéndolo aún más llamativo con ese cabello rojo cereza con un corte muy favorecedor esto solo provocando que los omegas lo miraran de forma discreta de vez en vez.
Todos en ese salón pensaron que eran la pareja más perfecta que habían visto en su vida.
¿Me seguirás amando aun cuando ya no sea joven y hermosa?
¿Me seguirás amando aun cuando tenga solamente mi adolorida alma?
-Dios mío cariño te vez espectacular, pero no puedo creerlo estas hermoso, la vida en la ciudad te sienta de maravilla- la madre de Naruto, Kushina, se acercó a ellos de manera rápida pero nunca dejando atrás sus modales
Naruto soltó una sonrisa cálida hacia su madre tenía un año que no la veía y siempre la extrañaba muchísimo al igual que su padre y sus abuelos
Kushina abrazo de forma cariñosa a su hijo para después pasar hacia su yerno
-Pero mira lo guapo que estas Garaa causando tanta conmoción como siempre entre los pobres omegas lastima para ellos que ya tienes a mi precioso hijo-
Kushina siempre pavoneándose de lo afortunada que era de tener a un yerno tan bien parecido y con una posición envidiable, era un alfa digno de su hijo
-Siempre es un gusto verla Kushina y tiene razón no hay omega más hermoso que Naru además que él tiene mi corazón-
Sé que lo harás…, sé que lo harás…
Sé que tú lo harás…
¿Me seguirás amando aun cuando yo ya no siga siendo hermosa?
De forma galante besa la frente de su esposo, haciendo que este se sonroje un poco colocando su mano en la mejilla del omega
-Y tú tienes el mío amor-
Naruto coloco su mano encima de la de su esposo para después tomarla entre sus finas manos y darle un beso en el interior de la fuerte mano de su alfa.
La pareja derrochaba amor por todos lados, la mirada del alfa era severa y fría pero cuando se posaba en su omega cambiaba radicalmente a una llena de amor y volviéndose cálida solo para el dueño de su corazón
He visto el mundo encenderse,
Como esta etapa de mi vida, He canalizado a mis ángeles interiores,
Ahora esta es una nueva era,
Los calientes días de verano,
Rock and roll
La pareja siguió a Kushina por el gran salón, para poder llegar hacia donde estaban los amigos de sus padres y sus abuelos para saludar a todos pero era inevitable que no detuvieran a Naruto en el camino presentando a su esposo a conocidos que tenía años sin verlos, deseándoles lo mejor y que eran una pareja hermosa.
A pesar de sentirse feliz de estar en casa su corazón sentía una pequeña nostalgia y algo de tristeza en el pasado hubiera sido inimaginable pararse de nueva cuenta en la pequeña ciudad que lo vio crecer pero gracias al apoyo y amor incondicional de Garaa podía estar de pie ahí con orgullo y más feliz que nunca en toda su vida, sintiéndose bendecido por el alfa que le toco como marido
Por fin llegaron a la parte donde se encontraba la gente más grande de la fiesta siendo todos amigos de sus padres, saludando de forma cariñosa y amorosa a sus abuelos y a su padre diciéndoles lo mucho que los extraña y que tenían que ir a visitarlo pronto a Tokio
Su familia amaba a Garaa y no podía sentirse más feliz de que su padre Minato llamara a su esposo hijo y Garaa llamándolo padre dando por sentado el gran respeto y afecto que se tenían ambos alfas entre si
La forma en que tocabas para mí en tus shows,
Todas esas en que empecé a conocerte,
Tu bello rostro y tu alma electrizante
Mientras Naru se separaba de su esposo para poder seguir saludando se topó con las personas que no esperaba ver para ser sinceros en esa fiesta
-Naruto pero dios mío eres el omega más hermoso que he visto-
La omega beso la mejilla de Naruto saludándolo con una familiaridad arrolladora
-Señora Mikoto, tanto tiempo, me alegro mucho de verla, la he extrañado-
Un ligero nudo en la garganta de Naruto se empezaba a formar
-¿Es tu esposo?- la pregunta de Mikoto salió con un deje de tristeza y sorpresa
-Si- fue la sencilla respuesta que soltó con una radiante sonrisa en su rostro
-Es encantador Naru y pensar que ese lugar como tu esposo lo pudo haber ocupado mi Sasuke, pero que tristeza todo lo que ocurrió entre ustedes, realmente quería que te casaras con el-
¿Me seguirás amando aun cuando ya no sea joven y hermosa?
¿Me seguirás amando aun cuando tenga solamente mi adolorida alma?
La sonrisa de Naruto se borró al instante con la mención de ese nombre de ese alfa que lo había destrozado anteriormente en su juventud muchos años atrás antes de conocer a Garaa en esos tiempos había vivido un amorío con el hijo de la familia Uchiha de manera apasionada y arrasadora provocando chismes y habladurías en su círculo de amistades tanto de el de ellos como el de sus padres.
Fueron años realmente duros para Naruto teniendo constantes peleas con sus padres para hacerle entender que tener un noviazgo con el hijo de los Uchiha conociendo su reputación de casanova era perjudicial para Naruto ya que Minato y Kushina no dejarían que le vieran la cara a su hijo
Ese noviazgo había hecho que Naruto cometiera muchas locuras importándole poco que todos hablaran de ellos, en ese momento no le importaba nada ni nadie si tenía a Sasuke a su lado, al amor de su vida, teniendo ambos en esos cortos tres años de relación un noviazgo arrasador y algo toxico, tenía grandes anécdotas gracias a Sasuke Uchiha había hecho cosas que jamás había creído que podía ser capaz como viajar a tantos lugares nuevos y desconocidos para el que era un omega de clase alta y que se veía con desaprobación lo que hacían ambos, se amaron de forma fuerte, sensual, apasionada y arrasadora Naruto juraba que cada vez que estaba con Sasuke podía sentir el fuego y la adrenalina en sus venas
Sé que lo harás…, sé que lo harás…
Sé que tú lo harás…
¿Me seguirás amando aun cuando yo ya no siga siendo hermosa?
Desde nadar desnudos en piscinas ajenas hasta saltar de un avión en paracaídas de estar en el lugar más recóndito y hermoso del planeta escalando una montaña en Islandia, Sasuke había sido su salvación pero también su destrucción, amo a ese alfa como nada ni a nadie.
Pero lo bueno siempre termina, Sasuke al final lo dejo, a pesar de haberle prometido que se casarían y de haberle dicho a toda su familia que se casaría con él, simplemente lo dejo por una omega que conoció en Londres de piernas largas y bonito rostro.
La noche en que lo dejo se gritaron tantas cosas, Sasuke le grito que jamás lo había amado que todo era una farsa para poder follarselo que todo era mentira que jamás podría amar a un omega tan feo y mojigato como el que estaba loco si pensaba que esos tres años significaban algo para el que había omegas más fáciles de joder y mejores en la cama que el pero que le agradecía por haber sido el primero en su vida y así sin más el alfa se fue.
Querido Señor, Cuando yo llegue al cielo
Permíteme traer a mi hombre, Por favor
Cuando el venga, Dígame que me dejará traerlo al cielo
Padre, Dígame si usted puede
Sin importarle dejarlo solo ante sus familias, siendo señalado ente su sociedad como un fácil y que ahora no valía nada poder que un alfa se lo follara como a una prostituta, fue el peor año de su vida se sumió en una depresión atroz, ya no comía, ya no salía, quería desaparecer, se sentía tan idiota por haber confiado ciegamente en Sasuke su familia se lo había dicho tantas veces, en ese tiempo no podía ni salir en la calle sin que lo señalaran y los alfas hablaran obscenidades acerca de él.
Así que una buena noche de diciembre decidió que ya no podía aguantar tanto odio hacia él y todo el sufrimiento que le causaba a sus padres el verlo así, pensó que lo mejor era ponerle fin a su vida así que se dirijo al edificio más alto de su ciudad, estando a nada de saltar para terminar con su vida en esa azotea alguien entro estrepitosamente en el techo y ese había sido nada más y nada menos que su ahora esposo.
Lo demás es historia, gracias a el logro superar su depresión y amarse a sí mismo con la ayuda de ese asombro alfa que poco a poco gano su corazón y cariño un año después de conocerse este le pidió que se casara con él, tomando la mejor decisión de su vida al aceptar sin pensarlo dos veces.
-Me disculpas un momento, ahorita regreso- Toparse con Mikoto lo había hecho revivir todo lo malo que había vivido en esa ciudad.
Necesitaba aire.
-Estas bien amor- Garaa jamás había perdido de visto a su esposo sinceramente era algo posesivo con Naruto pero quien no lo seria con semejante belleza.
-S-si… solo tomare aire, hace calor aquí-
De manera apresurada se dirigió a uno de los balcones más grandes que había ahí para poder color sus manos en el barandal del balcón inhalando y exhalando de forma calmada la brisa fresca de la noche, echando su cabeza hacia atrás cerrando los ojos.
-Estas hermoso Naru-
Abrió los ojos rápidamente podría reconocer esa voz en cualquier parte
-Sasuke…-
Oh! esa elegancia, oh! ese cuerpo!
Oh ese rostro que me hace querer festejar,
Él es mi sol…
Él me hace brillar como diamantes
Alfa y omega se quedaron en sus lugares simplemente viéndose
-No esperaba verte aquí-
Fue lo que pudo soltar Naruto en el momento sintiendo su nerviosismo a flor de piel
-Llevo aquí un mes con la esperanza de poder verte otra vez Naru- Sasuke se acercó a Naruto tomándolo de sus brazos de forma amorosa, familiar
-Y tu Omega- Soltó Naruto con desprecio, Sasuke simplemente resoplo ante el comentario
-Eso… eso fue un error Naruto jamás debí de haberte dicho todas esas cosas, todo era mentira Naru yo realmente te amo y quiero pasar mi vida con tigo-
Todo lo que salía de la boca de Sasuke para Naruto eran disparates, puras estupideces.
Las lágrimas picaban en los ojos de Naruto de tristeza de enojo de rabia todo dirigido hacia el alfa en su mayoría de sentimientos desagradables
-No no, no llores amor, sé que será difícil de que me perdones pero vine decidido, vine solo por ti-
Naruto simplemente negaba con su cabeza, colocando sus manos en su rostro, al minuto siguiente noto que Sasuke tomaba sus manos y tocaba con miedo su dedo índice, donde estaba su anillo de matrimonio.
-¿Te casaste?...-
El aire falto entre ambos cuerpos, Naruto le dirijo su mirada llena de tristeza y algo de rencor, con lágrimas bajando por sus mejillas
-Si…-
Su respuesta salió como un susurro
-tan rápido te olvidaste de mi amor-
¿Rápido? ¡Si con un demonio! ¡Él fue el que se fue!, el que lo dejo a su suerte para que los lobos lo despedazaran en carne propia
¿Me seguirás amando aun cuando ya no sea joven y hermosa?
¿Me seguirás amando aun cuando tenga solamente mi adolorida alma?
-Conocí a Garaa un año después de que me dejaras a mi suerte, el me salvo… es lo mejor que me pudo pasar en esta vida-
Sasuke sentía rabia en su interior, se negaba a entregar a lo que su consideración era suyo
-Déjalo Naru... Vuelve conmigo prometo hacerte feliz toda la vida- Sasuke le decía toda clase de palabras tiernas mientras sostenía su rostro de manera dulce, que cuando termino de hablar se dirijo a su boca para poder besarlo, pero Naruto coloco su pequeña mano en su boca, deteniendo el acto de forma suave.
-Llegas cinco años tarde Sasuke-
Las lágrimas salían sin control de los ojos del omega.
-No cariño aun no es tarde, déjalo… vuelve con migo Naru, prometo que todo será igual, como cuando fuimos a Islandia...-
Naruto se alejó del alfa aun con sus mejillas llenas de lágrimas, el omega podía sentir la desesperación del alfa.
-Ya no soy ese niño de 22 años que dejaste atrás Sasuke, ese niño se murió el día en que decidiste dejarlo-
Sasuke de nueva cuenta tomo al omega entre sus brazos, la desesperación en sus ojos era palpable sentía como el omega que siempre quiso y anhelo por todos esos años se le iba de las manos por sus estupideces de jóvenes, pero el aun tenia esperanza de que Naruto volviera a el que aun sintiera amor por él.
-Fuiste el amor de mi vida Sasuke-
Sasuke por un momento sintió que su alma regresaba a su alma.
-Pero me di cuenta que solo lo fue por ese momento de mi vida y ahora conozco lo que es el amor-
-¡NO! Naru escucha podemos superar esto…-
El alfa empezaba a alterarse y Naru no podía nada más que verlo con tristeza
Sé que lo harás…, sé que lo harás…
Sé que tú lo harás…
¿Me seguirás amando aun cuando yo ya no siga siendo hermosa?
-Lo siento Sasuke pero… pero mi hijo es ahora el amor de mi vida junto con mi esposo, y mi hijo vale millones de veces más que tu… adiós Sasuke.. Oh.. Pensaba devolverte esto cuando te viera nuevamente, se feliz Sasuke yo hace mucho tiempo que te perdone-
El omega dejo solo al alfa en ese gran balcón y con algo diminuto en su mano y cuando abrió su palma vio el collar que hace años atrás le había regalado a Naruto en ese viaje que hicieron en Islandia, que era un pequeño cuarzo conforma de corazón y las iniciales de ambos en él.
Ahí fue donde el alfa entendió que su Naruto ya no era más de él, que por sus errores había perdido al amor de su vida, que ahora era feliz en brazos de otro.
Garaa vio entrar a su esposo del balcón y podía sentir mediante su lazo que se encontraba alterado, así que de forma apresurada se acercó a él, para sostenerlo en sus brazos.
-¿Qué paso amor? ¿Estás bien?-
¿Me seguirás amando aun cuando yo ya no siga siendo hermosa?
En el momento en que sintió los brazos de su marido a su alrededor se sintió lleno de paz pero no dejaban de salir lágrimas de sus ojos.
Así que su marido con un toque de miedo y furia pregunto
-¿Esta aquí?-
Ambos sabían a quien se refería
-Si... lo vi-
-¿Y qué ocurrió?-
Naruto había recargado su frente en el pecho amplio de su marido aspirando su tranquilizador aroma para poder calmarse
-Me dijo que te dejara, que regresara con el-
Garaa con temor formula una de las preguntas que más le aterraban en toda su vida.
-Y… ¿tú quieres?-
Naruto levanto su mirada apenas y con sus lágrimas visibles ya, frunciendo su ceño ante la pregunta de su marido
-Dios Garaa por supuesto que no, tu eres el amor de mi vida, junto con nuestro hijo soy el omega más feliz de este mundo gracias a ti mi amor, jamás ni por un minuto pienses que me iré de tu lado, tú y nuestro hijo son todo lo que necesito en la vida-
Ambos se quedaron mirando con profundo amor en sus ojos, el alfa soto el aire que contenía su pecho, ahora lleno de alegría al saber que Naruto era suyo y de nadie más.
Decidieron retirarse temprano de la fiesta con la excusa de que Naruto se sentía indispuesto, salieron del gran salón de fiestas abrazados firmemente uno del otro pero en el umbral de la gran entrada Naruto echo un último vistazo visualizando a Sasuke en lo más profundo del salón y con una sola mirada llena de melancolía por parte de Naruto le dio a entender que se había terminado todo entre ellos.
¿Me seguirás amando aun cuando yo ya no siga siendo hermosa?