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Descubrimiento nuclear por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“Ummmmmm” cuando amaneció, Levi sintió el dolor de cabeza más grande de toda su vida. ¿Cómo se le había ocurrido la brillante idea de tomar la noche anterior? Malditos fueran los concejos de Kenny. Y que el mismo bastardo se fuera al infierno, no le importaba el método. “¿Acaso me tomé una botella entera de vodka o qué?”

“No, de ron” contestó Eren, entrando en la tienda con una bandeja de desayuno en las manos. Normalmente la visión de un desayuno en la cama preparado por Eren le habría hecho agua la boca, pero en esos momentos lo último que deseaba era comida. “Buenos días, ¿Cómo se encuentra tu cabeza esta mañana?”

“Como mierda” el Ackerman rodó en la superficie blanda de su colchón, tratando de hacer que el contenido de su estómago se quedara ahí. Demonios, la luz lastimaba sus ojos demasiado, quería volver a dormir… “Déjalo en la mesita.”

“Vamos, tienes que comer algo” dijo el castaño, dejando su bandeja en el lugar designado, pero rehusándose a marcharse. “Sabes que no te sentirás mejor a menos que lo hagas.”

“Simplemente deja tu carga ahí y vete. Si no me lo he comido para media tarde es que no lo voy a hacer. Podrás llevártela entonces” sin hacerle caso, Jeager echó agua en una taza, procediendo a preparar el té negro favorito de su amante. “¿Qué haces? ¿No sabes que el té debe prepararse inmediatamente antes de consumir?”

“Por eso te lo vas a tomar” le tendió la taza, que el pelinegro cogió con cara de malos amigos. Aún así le dio un sorbo al líquido. Después de todo, era un crimen desperdiciar buen té. “Por cierto, quisiera hablar de lo que sea que te tenía tan preocupado ayer por la noche.”

“¿Qué te hace pensar que algo me inquietaba?” Levi volvió a su desayuno, prácticamente forzándose a consumir la infusión.

“Es que… simplemente no eras tú” el pelinegro levantó la cabeza sin entender. Eren puso una cara de infantil nerviosismo que por un momento lo hizo parecer un niño adorable. “No sé si me explico… tú no eres de los que toman demasiado. Alcohol, quiero decir, porque en materia de té no he conocido a nadie que… mejor me callo.”

“Sí, será lo mejor” siguió el otro, sintiéndose repentinamente mejor. Quizás su cuerpo finalmente empezaba a metabolizar el licor excesivo con el que había contaminado su sistema la noche anterior. “Por cierto, mocoso” el chico levantó la cabeza de nuevo. “¿Erwin ya habló acerca de lo que pasará cuando salgamos de aquí?”

“Dio un anuncio formal en la mañana” admitió el castaño, sentándose a su costado. “Supongo que usted ya lo sabía, ¿verdad? Que iban a enviarnos a otro planeta inmediatamente.”

“Surgió en una de las reuniones con Pixis” le restó importancia el mayor, cogiendo una de las tostadas. No tenía ganas, pero igualmente debería comerla. “¿Reacciones?”

“¿Ahhhh?”

“Quiero que me digas qué clase de reacción tuvieron los soldados al recibir las noticias de que íbamos a quedarnos atrapados otros seis meses en un planeta hostil antes de poder ir a casa”

“Ehhhh… no fueron las mejores del mundo” bueno, eso ya era de esperarse. Cualquiera estaría molesto si le impidieran regresar a casa por razones tan tontas. Bueno, no era tanto problema. Contaban con Erwin para levantar la moral de las tropas. Era lo que mejor se le daba. “Suerte que el comandante logró manejar el descontento.”

“Sí, suerte” terminó de comer su desayuno, apartando la bandeja. Eren debió haber condimentado todo con medicina para la resaca, porque se sentía mucho mejor. “¿Qué le pusiste a la comida? Me siento mucho mejor.”

“Ah, es té de milhojas dorada” respondió el chico, feliz de que hubiera cambiado el tema de la conversación. “Se pone negro cuando lo hierves y sabe muy parecido al té negro que tanto le gusta, pero también sirve como medicina para el estómago. En Shiganshina lo usamos todo el tiempo… supongo que en Mytras no lo conocen porque tienen cosas mejores”

“Hummmm” la verdad, este té era tan efectivo como una de las pastillas de Mytras… y mucho más que las cosas que había tenido que tomar cuando todavía estaba en Subterra. “Supongo que ya debería salir de la cama” el castaño lo observó preocupado. “Deja de mirarme con esa cara de diarrea, estoy bien” el menor no parecía creerlo. “Es en serio, desde los doce que bebo esta mierda, mi cuerpo está acostumbrado.”

“Pero capitán…”

“Qué mierda…” Levi se movió a tanta velocidad que su novio ni siquiera vio el momento en que la patada lo envió volando al piso, ni cuando la llave lo sujetó contra el suelo, con su amante sentado en su pecho. El chiquillo sólo pudo abrir los ojos, sorprendido. “¿Lo ves, mocoso? Estoy perfectamente bien.”

“E… entendido…” el menor se revolvió en el suelo, incómodo. Tener a Levi sobre su pecho le traía algunas sensaciones conflictivas. Por un lado, quería que lo dejara respirar de una vez. Por otra, no deseaba dejar de sentir el contacto de su trasero con su cuerpo. Malditas hormonas de la juventud, ni siquiera le permitían decidirse.

“¿Qué te pasa?” preguntó el otro cuando los colores se le subieron al joven, decorando sus facciones. “Oh, ¿es esto?” el pelinegro se dio cuenta en seguida, palpando su miembro por encima de la ropa con una mano. “¿Quieres un rapidito antes de ir a formarnos?”

“Sí…” vaya que quería.

“¿Sí? … por desgracia para ti, eso no es posible” dijo el mayor, levantándose. El gruñido lastimero de Eren lo acompañó. “Esconde eso y vayamos a reunirnos con los demás. Y limpia lo otro antes de irte, no quiero que algún idiota chapucero toque mis cosas.” Se puso el uniforme, mirándose al espejo antes de salir. Entonces se dio cuenta de que su novio todavía estaba ahí. “¿Sigues aquí?”

“Pues… yo… ya llevamos saliendo tres años completos, ¿no, capitán?” preguntó el castaño, cogiendo la bandeja que antes contuvo el desayuno.

“Según mi maldito calendario, sí” contestó Levi, mentalmente deseando no haber olvidado nada importante. “¿A qué quieres llegar?”

“Es que… bueno… ya llevamos mucho tiempo juntos, así que… creo que deberíamos avanzar como pareja” su superior levantó una ceja, ¿de qué diablos estaba hablando? “Estoy diciendo que deberías venir a Shiganshina conmigo cuando acabe la misión… para conocer a mi familia. ¿Y quizás que yo conozca a la tuya en Mytras?”

“Ya conozco a tu familia” trató de zafarse el otro, recordando la vez que Mikasa los había encontrado juntos en una carpa. Qué vergüenza, no pudo verla a la cara en semanas. “Conozco al niño llorón, la marimacha y, por desgracia, al chimpancé rubio que llamas hermano”

“Ehhhhh… sí, pero… estaba hablando de mis padres” tragó duro. “Esperaba que fueras a mi casa para poder presentártelos… y que después de eso me puedas presentar a los tuyos.”

“Yo no tengo padres”

“Pero Hange dijo que tu familia estaba muy bien relacionada y que tu…”

“Cuatrojos de mierda” maldijo Levi, apretando un puño. “Escucha, mi madre murió cuando era muy pequeño, por lo que me criaron mi tío y su esposo… más su esposo, porque Kenny no podría mantener viva una planta” rodó los ojos antes de continuar. “Ellos no podían tener hijos propios, la salud de Uri se lo impedía…”

“Creo que entiendo” lo cortó Jeager, antes de que pudiera añadir alguna excusa. “Sólo… piénselo, ¿sí? Realmente pienso que estamos listos para avanzar en nuestra relación, de hacerlo algo más… formal.”

“Me lo pensaré” prometió el otro, asintiendo. “Adelántate, quiero estar solo un rato”

“Como guste” Eren se despidió, saliendo con la bandeja hacia las cocinas. Una vez la hubo dejado, se dirigió hacia el barracón que servía de comedor. Todavía no había desayunado y se le antojaban una gran cantidad de huevo con su tocino. Se sentó con su plato en la misma mesa que sus amigos, ignorando los rebuznos de Jean acerca de su tardanza.

“¿Y a este qué le pasa?” preguntó el más grande, volviendo a su asiento. Sasha estaba a su costado, atiborrándose la cara con tiras de salchichas, seguida por Connie, que había perdido el apetito con sólo verla comer. “Se ve como si alguien hubiera muerto”

“Quiere avanzar” murmuró Mikasa, viendo apáticamente como el rostro de su hermano adoptivo se convertía en una gran cereza.

“¿Avanzar en qué?” Jean inquirió, de repente muy interesado. “¿Armin? ¿Mikasa? ¿Acaso hay algo que nos están ocultando?”

“Bueno, es que…” Armin trató de zafarse de los ojos inquisidores de sus amigos, pero al final, la presión lo venció. “Eren quiere avanzar en su relación e invitó al capitán a visitar a sus padres en Shiganshina.”

“¡¿Qué?!!!” todos gritaron, imaginando al fenómeno de la limpieza que tenían por superior en un entorno como el planeta más exterior en las tres órbitas del Imperio eldiano.

“Y eso no es todo, le sugirió que estaba listo para conocer a sus padres”

“¡ARMIN!”

“¡¿EHHHHHHHHHHHHHHH?!” Hange apareció de repente, metiendo la cabeza entre Jean y Sasha, con los ojos prácticamente saltando de las órbitas. El castaño tema de conversación sintió ganas de golpearse contra la mesa. Con la excéntrica doctora ahí, pronto todos sabrían de su intento de dar el paso.

“¿Cuánto tiempo llevas ahí, Hange?”

“No cambies de tema” la mujer prácticamente se puso en la cara de su blanco, pegándose demasiado para el confort de Eren. “¿TÚ le pediste a Levi que te presentara al canciller?” todos se quedaron helados. “Vaya, ya sé por qué el hombre estaba de tan mal humor que puso al parlamento entero en nuestra contra…”

“Espera… Eren le pidió al capitán conocer a sus padres, no una visita al canciller” dijo Connie, tratando de encajar esa información con la imagen que tenían de Levi Ackerman.

“El padre del pequeño gruñón ES el canciller” respondió ella, demasiado emocionada. Esto era mejor que una telenovela, por dios. “Al menos en teoría” se frotó la cabeza, tratando de recordar qué había dicho Levi exactamente de su historia familiar. “Eso creo…”

“¿Está casado con su tío?”

“¡Sí, eso!” gritó la de lentes, captando la atención de todos en el lugar. “Uppss, debí mantener la voz baja. ¡Eh, todos, circulen!” gritó, haciendo que el resto de soldados volvieran a sus desayunos. Eso sí, no despegaron las orejas de la conversación en aquella mesa. “Rayos, estoy rodeada de cotillas”

“Si no hablaras tan alto, Hange, no te escucharían” dijo Jean antes de centrarse de nuevo en su comida. Eren, por su parte, perdió por completo el apetito. Lo que Hange había dicho le dio mucho en qué pensar, sobre todo respecto a lo que habían hablado él y su pareja antes. ¿Acaso Levi se avergonzaba de él? ¿Era por eso que no quería presentárselo a su poderosa familia? ¿Y él? antes sabía que la familia de Levi tenía influencias, pero nunca se había imaginado que tantas. ¿Cómo podía siquiera pensar en llevar a Levi a Shiganshina, con el mínimo de comodidades a las que estaba acostumbrado? Cabizbajo, se alejó del lugar con la intención de calmar su mente.

-Unos días después-

“¿Qué hay, Levi?” saludó Hange feliz a pesar de estar siendo sostenida por el cuello de su capa por la poderosa mano del capitán. Este se encontraba sumamente molesto con ella y quería partirle la sonrisa a golpes.

“¿Qué hay? ¿Pones en peligro la relación más larga que he tenido en años y me preguntas qué hay?” la mujer tragó duro. Esta vez sí que había metido la pata con el pequeñito. “Más te vale que tengas una muy buena explicación, cuatro ojos, porque te juro por dios que si me dices cualquier tontería voy a sacarte la mierda a golpes.”

“Va… vamos, no te pongas así. Tengo una razón muy buena para haber hecho esto” la verdad era que no, pero ella era muy buena para improvisar bajo presión. “Es que… hace mucho tiempo que debieron haber dado el paso y… tres años es demasiado tiempo para guardar un secreto, ¿no lo crees?” confusión inundó a Levi, pero no cambió de cara. “Debiste haberle dicho acerca de tu poderoso papá hace mucho.”

“Planeaba decírselo en algún momento, poco a poco para que entendiera…” se excusó.

“A veces es mejor dar las noticias de golpe, ¿no lo crees?” Hange siguió con su historia, sabiendo que había ganado. Aunque esa no era su única razón para seguir con esa línea. Además, esperaba ayudar a su amigo con esto. No era tonta, sabía que esos dos se amaban de verdad. No quería que terminaran por una cosa estúpida y fueran miserables el resto de su vida.

“No una como esta”

“Eh, tranquilo, no te enojes. Acabo de ayudarte” dijo ella, palmeando sus dedos. “Esta es la primera relación seria que tienes en mucho tiempo y no quieres que acabe, ¿verdad?”

“He… he tenido otras relaciones antes”

“¿Sí? ¿Olvidas que he estado ahí? Esas eran cosas de una sola noche, incluso tú lo sabes. Y sé qué vas a decir, pero la verdad era que las arrastrabas para que todos pensáramos que eras completamente normal” Levi volvió a fruncir el ceño. ¿A qué se refería con eso? “Ahhhhh, veo que no entiendes” ella se le escapó, poniendo una muy necesitada distancia entre ellos. “Responde con sinceridad: ¿Realmente te gusta Eren?”

“Claro que…” los ojos de Hange le dieron un poco de grima por lo que se calló un rato. Así de seria se parecía un poco a Erwin. Sería una genial comandante cuando este se retirara. “Sí, me gusta mucho.”

“Y quieres que esto dure, ¿verdad?”

“Pues sí, cuando amas a alguien normalmente quieres que eso pase” siguió el Ackerman. Ahora entendía su punto. “Y ahora vas a decirme que si deseo que dure, tengo que ser completamente sincero con Eren.” Ella asintió frenéticamente, sonriendo. “Eso es basura, las relaciones no funcionan así.”

“Oh, vamos, tienes que ser sincero con tu pareja”

“Si me dieran un marco por cada vez que Kenny le ha mentido a Uri sería más rico que los Reiss.”

“Esos son la excepción que confirma la regla” rodó los ojos la mujer. “Mira, necesitas ser sincero con el cachorrito, sino podrías perderlo. Además, hay otras cosas que las parejas tienen que hacer para…”

“¿Y cómo lo voy a hacer si el único ejemplo de pareja estable que he tenido en mi vida han sido Kenny y Uri, que se mienten, discuten y chillan como cerdos cuando hacen el amor en el baño?” el pelinegro hizo una mueca de asco cuando recordó eso. “Tuve que pasar muchas noches con tapones en los oídos para evitar escucharlos” demasiada información para Hange. “El caso es que a ellos dos les ha funcionado.”

“¡Pero las cosas no son así!” se le fue encima la chica, ahora sacudiéndolo ella. “¡El cachorrito es diferente al maniático de tu tío y su esposo el dictador! ¡Trata de vivir cinco segundos en la normalidad y dime cómo te sentirías si supieras que tu novio por tres años ha estado ocultándote cosas que tú no! ¡Creerías que se avergüenza de ti!” lo soltó, haciendo que un sorprendido Ackerman retrocediera tres pasos. “¡Sí! ¡Así que ahora ve y arregla las cosas con él!”

“No me des órdenes, cuatrojos lunática” se volteó, dispuesto a salir de ahí inmediatamente. Aunque… tenía un poco de razón. Debía hablar con Eren, decirle que de ninguna manera se avergonzaba de él y dejar las cosas en claro. Lo encontró en medio del campo, haciendo patrullaje con el resto de su escuadrón. Estaba a punto de ir hacia él cuando unas naves V tipo estrella aparecieron en el cielo, desatando el infierno sobre su campamento.

“¡RUBNIK! ¡TODOS A CUBIERTO!” gritó alguien, antes de que una bomba de plasma pasara volando muy cerca de donde estaba Levi. El capitán escapó, echándose a un lado a toda velocidad. Al levantarse vio a Eren parado en el mismo sitio, tratando de dispararles a las cápsulas de los pilotos desde un lugar completamente descubierto con pistolas que no tenían el alcance para hacer un daño real desde tierra. Todos cubrían a Mikasa, que se arriesgó a ir hacia el equipamiento anti aéreo.

“¡Dispara, Mikasa, dispara!”

“¡EREN!” el grito de su amante sacó al joven de su estado de concentración, volviéndose para ver a Levi, que se resguardaba a la sombra de uno de los barracones. “¡EREN! ¡PONTE A CUBIERTO, IDIOTA! ¡ESTÁN REGRESANDO!”

“Demonios” los chicos se esparcieron, tratando de evitar que el fuego aéreo.

El Ackerman apartó la mirada en ese momento, escudándose de una fuerte explosión. Cuando se despejaron los escombros, el capitán volvió a levantar la vista, fijándose en el campo descubierto. Por suerte, los chicos se las habían arreglado para refugiarse en otro edificio, con el suicida de Eren a la cabeza. Este observó por el borde del edificio, calculando lo que le quedaba por recorrer hasta el hangar. Las naves habían querido destruirlo, pero estaba protegido por un escudo de energía cristalizada.

“Cúbranme” les pidió a sus amigos, endureciéndose las manos. Su blindaje no era ni por asomo tan bueno como el de Reiner, así que no lo protegería por mucho tiempo, así que tendría que apresurarse. Lo más probable era que lo mataran en el camino, pero bueno… sólo esperaba que Levi llorara por él.

“Eres un maldito suicida, Jeager” gruñó Jean, apresurándose a dispararle al cielo. Mientras tanto, Eren empezó a correr en dirección al hangar. Todos observaron con estupefacción cuando el castaño cruzó corriendo el campamento, esquivando los proyectiles. el pelinegro también lo observó, estupefacto, tratando de atravesar el fuego para llegar hasta él. por desgracia, una de las naves captó su movimiento y lo tomó como diana.

“¡EREN!” gritó, perdiéndolo de vista. Regresó a su escondite, esperando deshacerse de su cola. Generó unas cuchillas laser, empuñándolas. Cuando volviera a salir, esperaba poder deshacerse de unas cuantas de esas naves sólo con eso. Sería sencillo…

“¡Lo tengo cubierto, capitán!” la voz del castaño se escuchó por los altavoces, disparando contra la nave enemiga. Sus compañeras dieron la vuelta para apoyar al piloto en apuros, más fueron emboscados por una figura pequeña, que saltó entre ellas usando propulsores. Levi cortó entre sus blindajes, despachando a tres antes de que los demás se pusieran encima. “¡Enemigos en fuga! ¡Inicio persecución!”

“¡No, deja que se vayan!”

“¡Si se van volverán a hacerlo! ¡No puedo dejarlos ir así como así!” con esas palabras, partió detrás de los demás. Furioso, el Ackerman corrió hacia la torre de comunicaciones, poniéndose un auricular para contactar con la única nave que tenían en el aire.

“¡EREN! ¡MOCOSO, REGRESA! ¡REGRESA INMEDIATAMENTE O VOY A PATEARTE EL TRASERO COMO NUNCA EN LA VIDA! ¡APARTE DE QUITARTE TUS PRIVILEGIOS!” una voz le llegó del otro lado del intercomunicador, pero no pudo entenderla bien. Rubnik fue lo único que vocalizó bien. “¿Qué has dicho? ¿Qué acabas de decir, idiota?”

“¡He dicho que he encontrado Rubnik! ¡El planeta Rubnik!” gritó el Jeager desde el otro lado, sorprendiendo a los presentes. “Repito, he localizado el planeta Rubnik”

Y se hizo el silencio.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Creo que una escena de Eren cuidando de Levi es muy tierna, sobre todo porque en el anime y otros fanfics se puede ver que es el gruñón quien se encarga de cuidar a su cachorrito. ¿Y qué pasará ahora que Eren está solo en el espacio? ¿Qué quieren que pase? ¡Review!


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