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50. La caída de Leo (30) por dayanstyle

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El corazón de Leo latía tan deprisa que temía que podría tener un ataque al corazón cuando vio a Cory, el shifter búfalo era grande, más de treinta centímetros que su pareja. Si ese maldito shifter tocaba a su pareja, iba a desgarrar al hombre con sus propias manos.

—¡Wow, wow, wow! —Lee Joon gritó, levantando las manos cuando Leo se fue directo hacia Cory. Leo gruñó cuando Lee Joon se interpuso entre él y su objetivo. Él quería sangre.

—¿Qué infiernos sucede aquí? —su Pá gritó mientras bajaba de la segunda camioneta, viéndose como si estuviera a punto de golpear el trasero de todos en un radio de quince kilómetros. A Leo no le importaba. Su pareja estaba en problemas y él iba a hacer que el bastardo que se metió con su pareja lo pagara.

—Es sólo un malentendido —dijo Lee Joon rápidamente.

—¿Qué es un mal entendido? —Leo bufó mientras empujaba las manos de Lee Joon que estaban contra su pecho, impidiéndole avanzar—. Dijiste que Hyuk estaba a punto de ser golpeado contra el suelo. Eso me parece bastante claro.

—Hijo, ¿qué sucede? —su Pá le preguntó a Hyuk, jalando a la pareja de Leo a un lado.

 

Leo gruñó viendo a Cory, retando al hombre a decir una sola maldita palabra. Si el shifter ponía un dedo fuera de la línea, Leo iba a hacer que el hombre se arrepintiera de hacerlo.

—No quiero decirlo —dijo Hyuk suavemente, mientras veía de Leo a Cory.

—¿Amenazaste a mi pareja? —Leo gruñó, dando un paso en dirección de Cory, pero Chansung lo agarró del brazo y ayudó a Lee Joon a detenerlo.

Cory cruzó sus grandes y musculosos brazos sobre su pecho, torciendo la boca hacia un lado. —Yo nunca amenazaría a nadie más pequeño que yo.

—Eso incluye a casi todo el mundo —dijo Seung Ho y luego levantó las manos cuando Leo lo vio.

—Habla, Hyuk. ¿Qué ha pasado? —Pá le pregunto a la pareja de Leo—. Nadie va a hacerte daño.

Hyuk vio a todos y cada uno de pie allí. Leo había reunido a la pandilla, con todos los hermanos junto a él, excepto Doo Joon, que estaba trabajando en la ampliación del Centro de recreación. Un ejército virtual de hombres Moon rodearon el área.

—Es estúpido —murmuró Hyuk mientras acomodaba… el arnés porta bebés. ¿Bacon estaba sentado ahí? Leo no estaba seguro de que darle la cerdita a su pareja había sido una sabia elección. Su pareja estaba tratando a la cerdita como si fuera un niño pequeño.

Quizás debió de haberle dado un pez de colores.

—Hyuk. —Su papá dijo el nombre de Hyuk advirtiéndole, pero suavemente.

—¡Me llamó extraño y se burló de Bacon! —Hyuk gritó, sus ojos se empañaron. Leo se quedó boquiabierto ante su pareja. ¿Todo esto se debía a que alguien se había burlado de la cerdita de Hyuk? Leo gruñó.

¿Qué infiernos iba a hacer con su pareja?

¡El hombre era imposible!

 

Leo se acercó a Hyuk, lo agarró por la parte de atrás del cuello y jaló a Hyuk a sus brazos, le planto el más grande e imaginable beso en los labios a su pareja. Podía sentir su cara, el cuello y las orejas calentarse hasta el punto de que se sentía como si el sol lo quemara, cuando escuchó gritos y risas que venían detrás de él.

Dioses, deseaba que sus hermanos se consiguieran una vida.

Esta era la primera vez que Leo había abiertamente mostrado algún tipo de afecto hacia su pareja frente a su familia. Era reservado, serio y tranquilo. Pero por Hyuk, Leo cayó de cabeza en ese camino del apareamiento feliz.

—¡Finalmente caíste sobre tu culo! —Seung Ho gritó detrás de él—. Te dije que iba a suceder.

Leo giró la cabeza, sintiendo un gruñido vibrando en su pecho. Incluso se sorprendió cuando en su lugar salió una sonrisa de sus labios. Abrazó a Hyuk contra su pecho y sonrió, disfrutando el saber que su pareja estaba a salvo.

Extraño, pero a salvo.

 

—¡Santa mierda! —Soo Hyun dijo mientras daba un paso hacia atrás, con los brazos abiertos para evitar problemas—. Él está sonriendo. Creo que el mundo está a punto de terminar. ¡Salven a los niños!

—Cierra la boca —respondió Leo a Soo Hyun, pero no podía dejar de sonreír.

—¿Me perdí de algo? —Cory preguntó, viéndose malditamente confundido y todo lo que Leo podía hacer era seguir sonriendo.

—Ven a cenar al rancho Moon, y te contaré todo —Pá le dijo al shifter búfalo.

—Definitivamente me perdí algo —el hombre murmuró, sacudiendo la cabeza  confundido.

—¿Qué pasa con Bacon? —Hyuk susurró contra el pecho de Leo—. Se burló de mi mascota.

Leo puso su mano sobre la espalda de Hyuk, guiando a su pareja hacia su camioneta. —Cariño, realmente tenemos que hablar de ese cerdo tuyo.

 

 

Hyuk se quejó en voz baja mientras se sentaba ante la mesa de la cocina con el resto del clan cada vez mayor de los Moon. Él se estaba empezando a cansar de que todo el mundo se burlara de su mascota. Entonces, ¿él malcrió a la cerdita?

Entonces, ¿qué jodidos con eso?

 

Entendía que los cerdos normalmente vivían en el establo. Sabía que los cerdos eran para carne. Incluso
comprendía que probablemente se había pasado un poco con el arnés porta bebé y todo eso de pintarle las uñas de rosa.

Nunca había tenido una mascota antes y él  había adorado a Bacon desde el segundo que puso los ojos en ella. El recibirla como un regalo de Leo, la  hacía  mucho  más especial. ¿Qué estaba haciendo él que fuera tan malo?

 

Leo quería a su caballo. Creó un lugar en el granero para él y le daba de comer con su mano zanahorias y manzanas. Incluso le había comprado a Warrior una manta especial para usar debajo de su silla de montar. ¿Era diferente de lo que él estaba haciendo con Bacon?

Hyuk frunció el ceño cuando alguien hizo una broma sobre las uñas de color rosa. Él estaba demasiado alterado para identificar la voz, pero tenía que ser alguien en la mesa, lo que significaba que era más probable que era un miembro de la familia.

No podía soportarlo más.

 

Hyuk se apartó de la mesa, tomó su plato medio lleno y lo llevó al bote de basura. Rápidamente tiró la comida a la basura y luego enjuagó el plato y lo dejó en el escurreplatos.

Se detuvo en el fregadero, escuchando. Esperaba que alguien en algún momento lo apoyara, pero todos ellos sólo pensaban que era extraño. Ni siquiera Leo dijo nada.

Enfermo del estómago y con dolor en su corazón, Hyuk entró en la sala y tomó a su cerdita. Bacon estaba durmiendo plácidamente en la blanda cama para gatos que Hyuk había comprado para ella. Tenía el aspecto de un ángel con las uñas de color de rosa y el lazo.

Realmente no veía lo que estaba tan mal en lo que había hecho. Amaba a su cerdita. Acunó a Bacon en sus brazos preguntándose si tal vez todo el mundo estaba bien y él estaba loco. Ciertamente eso parecía.

¿Quizás debería dejar que Bacon viviera en el establo como el resto de los animales? Quizás sería más feliz en el establo. Hyuk caminó por la sala, que ahora estaba llena de gente y salió por la puerta principal. Bajó los escalones del porche y se dirigió hacia el establo.

 

¿Estaría siendo cruel con Bacon por mantenerla en la casa? ¿Qué es lo que realmente sabía acerca de los cerdos, aparte de lo que había leído en el libro de la biblioteca de Pá? Quizás los cerdos realmente necesitaban  estar  al  aire libre. Quizás Bacon necesitaba estar con su familia.

El corazón de Hyuk se sentía pesado en su pecho mientras se dirigía al establo y a la zona en donde estaba la cerda y sus cerditos. La mamá cerdo estaba descansando, pero levantó la cabeza cuando Hyuk se detuvo en la barandilla, como si supiera que estaba allí. Después de olfatear el aire y haciendo un pequeño gruñido, ella dejó caer la cabeza hacia abajo a la paja.

—¿Qué te parece, Bacon? —Hyuk susurró suavemente a la cerdita cuando la levantó a su cara—. ¿Es aquí donde quieres estar?

Bacon resopló y movió los pequeños pies con furia.

 

»—Bueno, eso no es una respuesta. —Hyuk resopló y se sentó en el suelo delante del chiquero. Acunó a Bacon contra su pecho por un momento, acariciando con su mano la espalda mientras pensaba en lo que estaba a punto de hacer.

Amaba a Bacon, pero amaba aún más a Leo. Si continuaba malcriando a Bacon entonces la gente seguiría burlándose de él. No sólo herirían los sentimientos de Hyuk, sino que Leo se enojaría. Y un Leo enojado era una cosa muy mala.

Hyuk sabía lo que tenía que hacer.

 

Las lágrimas comenzaron a llenar los ojos de Hyuk y derramarse por sus mejillas mientras apartaba a Bacon de su cuello y luego la dejó en el suelo dentro del chiquero. Él le señaló hacia la mamá cerdo y sus cerditos y luego deslizó a Bacon hacia ellos con una mano en su trasero.

 

»—Vamos, Bacon —susurró Hyuk.

Bacon resopló, olfateó el suelo y luego se dio la vuelta, haciendo una línea recta de regreso a Hyuk. Tan pronto como ella lo alcanzó, intentó subir a su regazo. Hyuk rodó los ojos y la levantó, colocándola de nuevo en el interior del recinto de cerdos.

»—Bacon, tienes que ir con tu mamá. —Hyuk sollozó, tratando de reprimir el grito se acumulaba en su garganta ante la idea de que su pequeña preciosa mascota estaba a punto de convertirse en un cerdito de nuevo—. Vamos, Bacon.

—Bacon, eso sí que es una palabra que suena delicioso, pero yo prefiero humano. —Alguien se rio en voz baja desde las sombras—. Los humanos tienen un mucho mejor sabor.

Hyuk gritó y se dio la vuelta tan rápido que cayó hacia atrás, golpeándose la cabeza contra la barandilla de madera del chiquero. Se frotó la parte posterior de la cabeza mientras se enderezaba y buscó en el granero la fuente de las palabras.

Una sombra se movió en la esquina, enviando oleadas de miedo que recorrían a Hyuk. No era tanto que la sombra lo asustara, sino los colmillos de aspecto afilados en la boca del hombre.

Oh, él estaba en una profunda mierda.

 

 

 

Leo frunció el ceño mientras se dirigía a la cocina, la cocina estaba vacía. Pensó que era el último lugar donde había visto a Hyuk. Se dio la vuelta y subió, en busca  de su pareja. Cory quería disculparse por burlarse de Bacon, pero Hyuk tenía que estar ahí para que eso sucediera.

 

El dormitorio que compartía con Hyuk estaba tan vacío como la cocina había estado. Leo comenzó a preocuparse cuando buscó por el resto de la planta superior y no encontró ninguna señal de Hyuk en ningún lugar.

Se detuvo un momento en medio del pasillo y se frotó la parte de atrás de su cuello mientras trataba de averiguar dónde podría estar Hyuk. Un repentino pensamiento lo golpeó. Leo regresó corriendo al dormitorio y buscó a Bacon en la habitación. Incluso buscó debajo de la cama.

Leo salió corriendo de la habitación y bajó las escaleras tan rápido como pudo, agarrándose del pasamanos en la parte inferior para evitar el impulso de ir hacia adelante. Se dirigía hacia la sala cuando oyó el fuerte ruido de un chillido procedente de la puerta de la cocina. Leo al instante cambió de dirección y corrió a la cocina, empujando la puerta trasera, abriéndola.

Casi se cae de culo cuando Bacon se precipitó en la habitación y trató de subir a su pierna, gritando más fuerte de lo que nunca la había escuchado. Leo se agachó y levantó a la atemorizada cerdita a sus brazos.

—¿Dónde está Hyuk, Bacon?

 

La cerdita gritó y se retorció hasta que Leo la depositó en el suelo. En el segundo que sus pies tocaron el duro azulejo, corrió hacia la puerta y comenzó a rasparla con la nariz. Leo abrió la puerta. Se quedó con la boca abierta cuando Bacon salió hacia el granero lo más rápido que sus cuatro patitas la llevaban.

—Pá, Hyuk tiene problemas en el granero —gritó justo antes de salir tras la maldito cerda. Estaba a mitad de camino del patio cuando oyó la explosión en la puerta de la cocina y el ruido de varios juegos de pies siguiéndolo.

Leo aminoró el paso a pasos cautelosos cuando se acercaba al establo. Bacon estaba moviéndose y retorciéndose, mientras trataba de apretarse por debajo del borde de la puerta y entrar en el granero.

Leo rápidamente la recogió y pasó la mano por la cabeza. —Ssshh, Bacon —susurró. Cuando oyó a alguien detrás de él, se giró sosteniendo a Bacon, sabiendo que era uno de su familia. Había pedido ayuda y ellos vendrían. Eso es lo que la familia hacía unos por otros.

—Toma a Bacon y mantenla a salvo —murmuró en voz baja. Chansung asintió y agarró a la cerdita.

Leo se giró hacia el granero. Empujó la puerta abriéndola sólo una rendija y vio a través de la delgada abertura. Al principio, lo único que podía ver era la parte interior con la poca iluminación del establo, pero cuando sus ojos se acostumbraron, Leo vio a Hyuk en cuclillas apoyado contra un lado del granero, una oscura figura de pie junto a él.

Su corazón retumbó en su pecho, casi ahogando el sonido de la puerta del establo al estrellarse cuando la abrió de golpe y entró al granero. Leo tenía un solo pensamiento en la mente: salvar a Hyuk.

Leo comenzó a cruzar el granero, empeñado en matar al hombre que estaba agarrando a su pareja, sujetándolo contra la pared.

Leo estaba enfermo y cansado de los peligros alrededor de su pareja. Sabía realmente en el oscuro mundo en el que vivían. Un mundo lleno de criaturas paranormales que podrían convertirse en rebeldes rápidamente. Las criaturas eran tan viles que la mayoría de los humanos se volvían locos cuando se cruzaban con ellos. Pero estaba harto de que su pareja estuviera tan cerca de ellos y fuera atacado por ellos.

Leo iba a mantener a Hyuk a salvo aun si tuviera que acabar con todos los rebeldes del planeta.

 

—No, espera —dijo Hyuk.

 

Leo no estaba seguro de si Hyuk estaba hablando con él o con el hombre que lo mantenía cautivo. Él no iba a correr ningún riesgo. Leo pudo haberse escondido y esquivado a Hyuk cuando su pareja recién llegó al rancho de los Moon, pero en los últimos días el pequeño humano le había enseñado más acerca de vivir la vida y el amor de lo que Leo había aprendido en la vida. Por fin se sentía libre, por fin se sentía vigorizado y quería que su pareja supiera lo mucho que lo amaba.

No iba a esperar.

 

Leo rugió mientras agarraba al vampiro por la parte posterior del cuello y lo arrojaba al otro lado del establo. Cuando el hombre cayó frente a la caballeriza de Warrior, Leo se dirigió hacia el hombre. Sus pasos se detuvieron cuando el vampiro no se levantó, sino que se encogió en una bola en el suelo cubierto de heno.

¿Qué infiernos estaba sucediendo?

 

»—Leo, detente —dijo Hyuk mientras corría hacia el hombre caído y se colocaba entre el hombre y Leo.

—Hyuk, muévete.

 

—No.

 

—Hyuk —advirtió Leo.

 

—No, Leo. Él vino aquí en busca de ayuda. Fue una forma espeluznante de pedirla, pero me dijo que esta muerto de hambre.

No solo se erizaron los vellos de la nuca de Leo sino de toda su espalda. Sabía cómo se alimentaban los vampiros. —¿Él te mordió? —Leo sintió la rabia llenándolo. Nadie usaría a su pareja como donante de sangre, de manera voluntaria o no. Iba a matar al chupasangre si se alimentaba de Hyuk.

—No, él no me mordió. —Hyuk se levantó, pero no se alejó—. Él vino a avisarnos que hay un ataque planeado contra los elves del bosque. Vino a advertirnos para que pudiéramos detenerlos.

—¿Cuándo? —Pá preguntó acercándose y ayudando al vampiro a ponerse de pie—. ¿Cómo lo sabes?

El hombre se sacudió el polvo, mirando a su alrededor a todos con miedo en sus ojos negros. Sus manos estaban retorciéndose juntas y él estaba moviéndose de un pie a otro. Se veía tan nervioso como un ternero recién nacido atrapados en la guarida de un león.

—Tengo un amigo en la aldea. Pero no se supone que seamos amigos porque los elves del bosque y los vampiros son enemigos. Bueno, los vampiros renegados por lo menos. Pero los elves odian a cualquier tipo de vampiro y Chang Kyun temía que si alguien se enteraba de que éramos amigos, su tribu renegaría de él.

Leo había visto las miradas que le habían dirigido cuando estuvo en la aldea de los elves y él era un shifter oso. Podía imaginar lo que los elves le harían a un vampiro, amable o no.

—Entonces, ¿cómo sabes del ataque planeado? —Pá preguntó.

Leo observó cómo el hombre jugaba con las puntas de su negro cabello, mordiendo su labio inferior hasta que Leo pensó que el hombre iba a masticarlo. Se encogió de hombros y luego vio de Pá a Leo. —Soy del Aquelarre del Norte. Era una estúpida apuesta, una apuesta que casi me cuesta la vida.

 

—¿Qué apuesta? —Cory preguntó, dando un paso adelante y al frente de la multitud reunida  en  torno  al vampiro. Leo observó al shifter búfalo, viendo cómo los ojos de Cory se suavizaban al ver a aquel hombre.

—Mis amigos me apostaron que no bajaría a las alcantarillas donde viven los rebeldes. Apostaron a que no podía permanecer ahí durante una hora entera. Fui —el hombre tragó saliva—, y les oí hablar del abundante banquete que iban a tener cuando atacaron a los elves del bosque. —El hombre de repente agarró la parte delantera de la camisa de Pá, jalando de ella—. Hay que ayudarlos. Chang Kyun es mi amigo. Lo conocí en la ciudad cuando el hombre entró en el Manacle. Él es un chico dulce y no merece morir.

Leo se quedó atónito. ¿Chang Kyun fue al Manacle? El tipo no parecía lo bastante mayor para que se le permitiera entrar.

»—Él es un hombre muy agradable, y no quiero verlo convertido en alimento de los desagradables rebeldes.

—Cálmate... ¿Cuál es tu nombre?

Ki Su —contestó el vampiro.

—¿Les oíste decir cuándo iban a atacar? —Cory interrumpió, sus ojos se centraron únicamente en Ki Su, como si no hubiera nadie más en la habitación. Leo tenía la sospecha de que los dos eran pareja. Jaló a Hyuk apretándolo contra su pecho, inhalando el olor de su pareja y gracias a la buena estrella de su pareja había sido acorralado por un vampiro amable. Él no estaba seguro de poder soportar el que su pareja fuera atacada de nuevo.

Cuando Hyuk y su hermano Hyukjin llegaron por primera vez al rancho, Hyuk fue atacado por un lobo que quería aparearse con Hyuk. Leo había pensado que iba a desgarrar al bastardo, miembro por miembro. Sabía que Hyuk era un hombre muy bien parecido, pero nadie debería de tocar un solo pelo de la cabeza de Hyuk.

Ki Su asintió, sus ojos como dardos en Cory y luego otra vez en Pá. —Ellos van a atacar esta noche.

¿Desde cuando en el infierno los rebeldes se organizaban? Leo estaba empezando a sentir que ya no conocía el mundo en el que vivía. Los rebeldes eran seres solitarios, sin manada, aquelarres ni tribus.

No estaba muy seguro de la parte de tribus. Nunca había oído hablar de un fey rebelde antes. Pero sabía que los rebeldes renunciaron a su humanidad cuando decidieron ceder ante el lado oscuro. También renunciaban a su oportunidad de emparejarse. Un rebelde no tenía pareja. No tenían corazón. Un vampiro rebelde sólo ansiaba sangre, no pensaban en otra cosa. Un shifter rebelde cedía ante su lado animal, solo preocupado de sí mismo. ¿A que cedería un fey y por qué infiernos se lo preguntaba ahora?

—Pensé que Youngmin había limpiado la mayor parte de la población de rebeldes de las alcantarillas —dijo Pá girándose en dirección a la puerta, Leo junto a él, llevándose a Hyuk con él.

—Oh, Dios mío —dijo Ki Su a sus espaldas—. ¿Cómo sabes de Youngmin? Pensé que las leyendas eran sólo leyendas. —De pronto se volvió más pálido que su tez de vampiro normal—. ¿Los gemelos son reales?

Pá se detuvo en seco, viendo hacia atrás al vampiro. — Ellos son muy reales y los gemelos están despiertos.

—¿Cómo-Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que Youngmin y Kwangmin están despiertos?

—Jaehyo se lo informó a los líderes y Jongin me informó para que yo y mis hijos pudiéramos cuidarnos.

—Esto no es bueno. —Ki Su sacudió la cabeza, una vez más, mordiéndose el labio inferior—. Si los gemelos están despiertos, todo el mundo está en problemas. No estoy seguro de que los rumores sean ciertos, pero hay un rumor de que al gemelo, Youngmin, le gusta comer rebeldes, literalmente.

Pá vio a Cory y Leo vio pasar algo entre ellos. — ¿Puedes cuidar a Ki Su?

 

Cory asintió hacia Pá, agarrando al vampiro alrededor de la cintura y jalándolo mas cerca. —Lo haré con mi vida. Pá asintió.

 

Pá comenzó a caminar de nuevo, hablando con Leo mientras se dirigían de regreso a la casa. —Quiero que llames a Jaehyo y le informes lo que está pasando. Él tiene que llegar a la aldea, tan pronto como le sea posible. Pero también tenemos que llamar a Jongin. A pesar de que Jaehyo estará ahí para defender a los elves, no estoy muy seguro de lo bien que se vayan a llevar con los vampiros, agradables o no, en una invasión.

—Kiseop necesita saberlo. Dijo que iba a tener guerreros de las sombras custodiando la aldea. Él necesita saber del peligro. Y los lobos grises aun están allí.

Pá vio a Hoon, sus ojos se suavizaron y luego suspiró. — Llama a Kiseop, pero asegúrate de que Hoon no esté. Quiero que Hoon se quede con las parejas, también Doo Joon. No necesito una batalla adicional en nuestras manos.

Y por la forma en que su hermano menor había actuado con Kiseop, Leo sabía que su Pá tenía razón. Hoon parecía que estaba listo para matar al hombre.

 

—Voy a llamar a Jaehyo mientras que hablas con Jongin —dijo Leo—. Y luego voy a llamar a Kiseop.

Leo llevó a Hyuk a la casa, Chansung le dio a Bacon a su pareja. »—Tú y yo tenemos que tener una larga charla cuando regrese —dijo antes de chasquear los dedos en Hyuk y luego señalar los escalones.

Hyuk parecía sorprendido, pero no discutió mientras se dirigía hacia las escaleras.

Tal vez había algo acerca del hacer que Hyuk guardara silencio que le encantaba mucho hacer. Leo sonrió. Y cuando regresara le iba a mostrar a Hyuk lo poderoso que se sentía.

 

 Continuara...

 


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