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Firelight (HunHan/Adaptación) por Maci

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Repentinamente oigo algo más allá del silbido del viento y del zumbido de 
la niebla de las montañas que están cubiertas de nieve en cada lado. Un sonido apenas perceptible, distante. 
 
Mis oídos se alzan. Me detengo, revoloteando en el aire denso. 
 
Baekhyun ladea su cabeza; sus ojos de dragón pestañean, mirándome fijamente. "¿Qué es? ¿Un avión?". El ruido aumenta, aproximándose rápidamente, una constante pulsación. "Debemos bajar". 
 
Asiento, Baekhyun desciende. Yo lo sigo, mirando detrás de nosotros, viendo sólo los bordes de las escarpadas montañas. Pero el sonido aumenta. Se acerca más. 
 
Se mantienen acercándose. 
 
Nos persigue. 
 
"¿Deberíamos de volver a las bicicletas?" Baekhyun vuelve su mirada hacia atrás hacia mí, su pelo negro con vetas azuladas ondeando como una bandera al viento. 
 
Vacilo. No quiero que esto termine. ¿Quién sabe cuándo podíamos volver a salir a hurtadillas de nuevo?. El clan siempre me observaba muy de cerca, Xiumin siempre-.
 
"¡Luhan!" Baekhyun apunta con un dedo azul iridiscente a través del aire. 
 
Me giro y miro. Mi corazón enloquece. 
 
Un helicóptero ronda por la montaña, tan pequeño a la distancia, pero 
aumentando de tamaño mientras se acerca, atravesando la niebla. 
 
"¡Vamos!‛ grito. "¡Baja!‛ 
 
Buceo, arañando el viento, mis alas se plegan contra mi cuerpo, mi piernas 
como flechas, perfectamente en ángulo para la velocidad. 
 
Pero no soy lo suficientemente rápido.
 
Las hojas del helicóptero baten el aire en un frenesí de golpes. Cazadores. 
Lagrimas de viento en mis ojos mientras vuelo lo más rápido que he volado alguna vez antes. Baekhyun se queda atrás. Lo llamo a gritos, mirando hacia atrás, leyendo la oscura desesperación en su mirada líquida. "¡Baek, continúa!‛ 
 
El draki de agua no esta hecho para la velocidad. Ambos sabemos eso. Su 
voz se retuerce en un sollozo y yo escucho como el sonido se quiebra. "¡Lo estoy intentando! ¡No me dejes! ¡Luhan! ¡No me dejes!" 
 
Detrás de nosotros, el helicóptero sigue viniendo. El miedo amargo cubre mi boca mientras dos más se unen, matando cualquier esperanza de que solo se tratara de un esporádico helicóptero rondando el área. Es un escuadrón, y definitivamente estaban cazándonos. 
 
¿Así fue lo que le paso a Papá? ¿Sus últimos momentos fueron de esta 
manera? Echando hacia atrás la cabeza, ahuyento el pensamiento. No voy a morir hoy-con mi cuerpo roto y vendido en partes y piezas. 
 
Asiento hacia las copas de los árboles que se acercan. "¡Allí!" 
 
Un Draki nunca vuela cerca al suelo, pero no tenemos otra opción. 
 
Baekhyun me sigue, siguiendo mi curso. Se acerca a mí, pasando muy cerca a los árboles relampagueantes en nuestro salvaje miedo. Me detengo y voy a la deriva, mi pecho se alza salvajemente debido a mi respiración jadeante El zumbido de los helicópteros en lo alto, su ensordecedor ritmo golpeando el aire, agitando los arboles en una espuma verde. 
 
"Deberíamos cambiar de forma" Baek dice, jadeando. 
 
Como si pudiéramos hacerlo. Estamos demasiado asustados. Los Draki 
nunca pueden mantener su forma humana en estado de miedo. Es un 
mecanismo de supervivencia. En nuestros corazones somos draki; de allí es de donde sacamos nuestra fuerza. 
 
Me asomo hacia arriba a través del enrejado de sacudidas ramas que nos escuda, el perfume del pino y el bosque maduro en mi nariz. 
 
"Puedo ponerme en control a mi mismo," Baek insiste en nuestra lengua gutural. 
 
Niego con la cabeza. "Aun si eso es cierto, es demasiado peligroso. Tenemos que esperar. Si ven a dos chicos aquí-después de que acaban de ver a dos draki, podrían sospechar". 
 
El frío, presiona mi corazón. No puedo dejar que eso ocurra. No sólo por 
mí, sino por todos. Por todos los drakis. El secreto de nuestra habilidad de tomar forma humana es nuestra máxima defensa. 
 
"¡Si no estamos en casa la siguiente hora, estamos perdidos!" 
 
Me muerdo los labios para detenerme de decirle que tenemos más cosas por las que preocuparnos que si el clan nos descubre. Aun no quiero asustarlo más de lo que ya esta. 
 
"Tenemos que escondernos por un poco-" 
 
Otro sonido penetra entre las hojas pulsátiles de un helicóptero. Un 
zumbido bajo en el aire. Los pequeños pelos en mi nuca cosquillean. Algo 
diferente está allí afuera. Abajo. En el suelo. Acercándose cada vez más. 
 
Miro hacia el cielo, mis largos dedos flexionados se abren y cierra, mis alas vibran tratando de controlarse. Mi instinto me insta a volar, pero sé que están ahí arriba. Esperando. Rondando como buitres. Veo sus formas oscuras a través de las copas de los árboles. Mi pecho presiona. Ellos no se van. 
 
Muevo mi cabeza hacia Baek instándole que me siga por entre las gruesas ramas de un pino de altura imponente. Plegamos nuestras alas cerca de nuestros cuerpos, y nos adentramos en medio de las agujas de pino, peleando contra las ramas que nos rasguñan. Conteniendo la respiración, esperamos. 
 
Entonces la tierra cobra vida, un cortejo completo de vehículos: camiones, camionetas, motos de arena. 
 
"No," hablo con voz áspera, mirando hacia los vehículos, los hombres, 
armados hasta los dientes. En una camioneta, dos hombres recostados están listos, un enorme lanzador de red esta entre ellos. Cazadores experimentados. 
Saben lo que están haciendo. Saben lo que cazan.
 
Baek tiembla tan fuerte que las gruesas ramas en las que estamos agachados comienzan a agitarse, las hojas empiezan a susurrar. Agarro firmemente su mano. Las motos de arena siguen su camino, moviéndose a una velocidad vertiginosa. Un conductor de una camioneta sale por la ventana. "Revisen los árboles," él grita, su voz es intensa, aterradora.
 
Baek se mueve nerviosamente. Lo sujeto mucho más fuerte. Una motocicleta está directamente debajo de nosotros, ahora. El conductor lleva puesto una camiseta negra que abraza su joven cuerpo musculoso. Mi piel se cierra casi dolorosamente.
 
"No puedo quedarme aquí," Baek se ahoga junto a mí. "¡Tengo que irme!‛
 
"Baek" le gruño, mi voz es baja y ferviente, pero desesperada. "Eso es lo que quieren. Están tratando de hacernos salir. No entres en pánico".
 
Sus palabras salen de sus apretados dientes. "Yo. No. Puedo".
 
Y sé, con una enferma presión de mi intestino que él no va a durar.
 
Escaneando la actividad en la tierra y también a los helicópteros que surcan el cielo, tomo una decisión en ese mismo momento. "Esta bien". Trago. "Este es el plan. Separémonos-"
 
"No-"
 
"Yo abandonaré nuestro escondite primero. Entonces, una vez que hayan ido tras de mí, huye hacia el agua. Sumérgete y quédate allí. Por mucho tiempo si es necesario".
 
Sus ojos oscuros brillan húmedamente, las líneas verticales de sus pupilas laten.
 
"¿Entendido?" le exijo.
 
Él asiente bruscamente, los bordes de su nariz contrayéndose con un  aliento profundo. "¿Q-qué vas a hacer?‛
 
Fuerzo una sonrisa, la curva de mis labios dolorosamente en mi cara. 
"Volar, por supuesto".
 

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