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55. Dulce Deleite (01) por dayanstyle

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Kisu caminaba por la calle con Cory, en dirección al edificio que Jongin le había mostrado a su pareja temprano esta mañana. Kisu aún no estaba seguro de ser dueño de un negocio con Cory. Eso era una enorme responsabilidad. Trataba de pensar en la dinámica acerca de cómo un vampiro podría manejar un negocio que estaba abierto durante el día, pero nada venía a su mente.

—Hablé con el Alfa —dijo Cory al pasar un poste de barbería—. Él dice que el cristal hecho especial, permitirá a los transeúntes ver el interior, pero evitar que los rayos UV entren en el interior de la tienda.

—¿En serio? —Kisu nunca había oído hablar de eso. Tampoco estaba seguro de querer probarlo. Estaría muy feliz de  quedarse  en  la  oficina  trasera  haciendo...  cosas  de oficina. Kisu no tenía ni idea de cómo manejar una panadería, pero estaba dispuesto a apostar que obtendría un curso acelerado.

Mientras seguían caminando, Kisu recorría las calles con la mirada en busca de su hermano. No le extrañaría que ese imbécil apareciera y tratara de empujar a Kisu a otro lugar distante. Min Woo estaba podrido hasta la médula.

Kisu no estaba seguro de cómo terminaron relacionados. Él y su hermano eran como la noche y el día.

—Aquí es. —Cory señaló un edificio que Kisu pensó que debería de ser demolido. Quería preguntarle a su pareja si había perdido la maldita cabeza, pero cuando Kisu miró a Cory, el hombre estaba radiante de orgullo. No había manera de que pudiera arrancarle el corazón a su pareja.

—¡Se ve muy bien! —Iría al infierno por mentirle a su pareja. Kisu lo sabía.

—Sé que necesita un montón de trabajo, Kisu. No necesitas decírmelo. Pero quiero que veas más allá de la pintura descascarada y la maldita apariencia. Este lugar tiene un gran potencial.

«Si, como un lugar frecuentado por vagabundos». Kisu le devolvió la sonrisa entusiasta a Cory. —Entonces muéstrame el interior.

Cory sacó una llave de su bolsillo. Kisu estaba sorprendido de que su pareja no se limitara a tocar la puerta con el dedo y ver cómo se desplomaba en el suelo. Pero la puerta parecía bastante robusta cuando su pareja la abrió y le señaló a Kisu el interior.

¿De verdad quería que Kisu entrara primero?

 

Tomando una respiración profunda, Kisu entró por la puerta. «Buen Dios Todopoderoso». Kisu quería hacer un giro de ciento ochenta grados y caminar hacia afuera. Parecía como si alguien hubiera dejado atrás sus pertenencias —que podrían ser consideradas basura.

Cory llevó a Kisu más adentro. —Una vez que el lugar esté limpio, pintado, con pisos nuevos y con el equipo aquí, las cosas lucirán muy bien.

La imagen de Kisu del lugar no podía superar a la pila de basura en una esquina. Tenía que ser tan alta como tres metros. ¿Y qué demonios era ese olor? Bueno, iba a pensar en positivo.

 

Algo se movió en la esquina y la resolución del pensamiento positivo se escabulló con el peludo roedor. — Hay ratas.

—Nosotros nos encargaremos de eso, bebé.

«¿Nosotros?» No había manera en el infierno que Kisu fuera a estar en ningún lugar cerca de una rata. Era más probable que saltara sobre la espalda de Cory y gritara lo más fuerte que podía, si una de las malditas ratas se le acercaba. Afortunadamente la pequeña plaga estaba en el  otro lado de la habitación. Kisu, se estremeció.

Cory comenzó a señalar dónde irían las cosas, pero lo único que Kisu podía hacer eras buscar al peludo invasor.

—¿Qué te parece? —Cory preguntó, con los brazos en las caderas y una expresión de esperanza en sus ojos azul pálido. Kisu abrió la boca para responder cuando alguien entró por la puerta principal. De inmediato se puso delante de Cory, dispuesto a mostrar sus colmillos y defender a su pareja cuando Cory agarró su brazo—. Kisu, él es Woo Hyun.

Kisu pasó los ojos por el delgado hombre. Así que este era el alborotador del que Jongin había hablado.

—Es un placer conocerte. —Woo Hyun, extendió la mano. Kisu se la estrechó.

—Lo mismo digo. —Kisu caminaba por el pequeño edificio mientras Cory hablaba con Woo Hyun. No estaba siendo grosero. Pero Kisu quería revisar el lugar. Si esto iba a ser su negocio, entonces tenía que abrazarlo y… —¡Una rata!

—Kisu cruzó la habitación y salió por la puerta principal, listo para subir al poste de teléfono si era necesario.

Cory estuvo en la acera en cuestión de segundos, mirando a Kisu con diversión. —Vamos, bebé. Vamos a encargarnos  de  tirar  la  basura  y  nos  encargaremos del problema de los bichos.

Kisu se estremeció cuando Cory envolvió su gran brazo a su alrededor. Así era, este vampiro le tenía miedo a las ratas, gran cosa. Cory se inclinó más cerca, presionando sus besables labios cerca del oído de Kisu. —No te preocupes, mi amor. Te protegeré de todo lo que asuste a mi bebé.

 

Las mejillas de Kisu ardían como una quemadura, y se inclinó hacia Cory. Estaban recién acoplados, y Kisu no sabía nada sobre el hombre.

Bueno, sabía que Cory jodía como un sueño. Pero quería saber más que los hábiles movimientos de su pareja en el dormitorio.

—¿Lo harás ahora? —Kisu acarició el cuello de Cory, dándole ligeros besos cuando oyó un carraspeo. Exhalando, Kisu se inclinó hacia atrás para ver de pie en el umbral a Woo Hyun.

—¿Está todo bien?

Sí, él acababa de dejar su virilidad en el edificio. Eso fue todo.

 

—Todo está bien.

—Entonces te veré mañana por la mañana para que la limpieza pueda ponerse en marcha. —Woo Hyun se despidió con un movimiento de la mano, mientras se dirigía hacia un coche gris que parecía que había visto días mejores. Kisu se dio la vuelta, mirando a su pareja.

—¿Crees que esto realmente funcionará? —Kisu se mordió el labio inferior—. Quiero decir, es una gran responsabilidad el tomar un préstamo tan grande para iniciar tu propio negocio.

 

Kisu suspiró para sus adentros cuando Cory envolvió sus brazos alrededor de su cintura. —Podemos hacerlo, bebé. Nunca he tenido mi propio negocio antes. Y no tendré que pagar  el  préstamo.  Jongin  será  un  socio silencioso, ¿recuerdas? —Cory pasó la mano por el cabello de Kisu— . Para ser honesto, entre más veo este lugar y pienso en el potencial que tiene, más me emociono.

Oh, que Cory se emocionara parecía ser algo bueno teniendo en cuenta que el pene de su pareja estaba duro y presionando el abdomen de Kisu. Los dos se giraron al oír el carro de Woo Hyun explotar y morir una y otra vez y luego Kisu dio un salto cuando la cosa salió de la banqueta.

Había encendido.

 

A Kisu le gustaba mucho más su modo de transporte. Ser capaz de dispersar sus moléculas era más fácil que tratar de arrancar un auto, por lo menos en el caso de Woo Hyun. La cosa se oía como si estuviera protestando todo el tiempo.

—¿Por qué no damos un paseo por el pueblo? — Cory preguntó—. Será bueno llegar a conocer el lugar. —Y Cory se acercó más—. Piensa en esto como un paseo romántico.

Oh, el hombre estaba diciendo todas las cosas correctas. Kisu apretó la mano de Cory, y comenzaron a bajar por la calle. Era una hermosa noche. El aire aún estaba ligeramente frio por el clima primaveral, pero Kisu no sentía el frío en lo más mínimo. No cuando sostenía la mano del hombre que estaba destinado a ser suyo para el resto de su vida.

Ahora todo lo que tenía que hacer era enamorarse de Cory. Por la forma en que su pareja lo trataba, Kisu sabía que no tendría ningún problema con eso.

—¿Te importa  si  nos  detenemos en la cafetería?  — Cory preguntó—. Me vendría bien algo de beber.

Kisu se encogió de hombros. —Es una lástima que no vendan carmesí —bromeó.

—¿Tienes hambre? —Cory preguntó, preocupación escrita en los ojos azul claro.

Kisu estaba emocionado. —No, estoy bien.

Entraron a la cafetería, y Kisu fue atacado inmediatamente por el olor del café y el dulce azúcar. Si fuera humano, y comiera alimentos, terminaría con los elementos de la vitrina. Todo parecía muy bien decorado y atractivo. Pero ya que él nunca había comido nada de eso anteriormente, no se acercó.

—¿Puedo ayudarles? —un caballero detrás del mostrador preguntó.

—Sí, quiero un café y un trozo de ese pastel de chocolate —dijo Cory.

—De inmediato —dijo el hombre mientras se alejaba para hacer el café de Cory.

—Es agradable aquí —dijo Kisu cuando se giró para observar el lugar. Había un gran sofá rojo en una esquina, pequeñas mesas estilo cafetería por todas partes. Kisu vio la variedad de cafés para la venta y la madera oscura que   le daba una sensación hogareña—. Me gusta.

Cory deslizó su brazo alrededor del hombro de Kisu, acercándole y dándole un beso en un lado de su cara. — Quiero que ames este pueblo tanto como yo lo hago, Kisu. Creo que establecernos aquí es lo mejor que podemos hacer.

Kisu lo esperaba. El aquelarre de Jung Min era agradable para vivir, pero no tenía esta sensación hogareña que  Kisu estaba descubriendo que la Villa Kim ofrecía. Por supuesto, no podía comer ni beber nada, pero podía ver que había cosas que hacer. Sólo esperaba que la vida nocturna no estuviera muerta.

Cory tomó su orden y Kisu le siguió afuera. Justo cuando salió a la acera, Cory se detuvo y saludó a un hombre de aspecto extremadamente intimidante. El tipo parecía como si comiera gatitos para el desayuno.

—Kisu, él es Chanyeol.

Kisu dijo hola mientras miraba al pequeño hombre rubio con Chanyeol. Fue presentado como Baekhyun, la pareja de Chanyeol.

—Voy a solicitar un trabajo en la cafetería —dijo Baekhyun con orgullo, sus ojos azul-gris llenos de una emoción apenas contenida.

El hombre era un chico guapo. Ni siquiera la cicatriz en su mejilla derecha dañaba su suave belleza.

—Te dije que hablaríamos de eso, lindo bebé. —Chanyeol atrajo a Baekhyun hacia él, envolvió al hombre más pequeño en sus brazos.

—Lo hicimos —dijo Baekhyun dulce como la miel—. Y decidí que quería salir de la Casa y conseguir un trabajo.

Kisu sofocó la risa con la mano. No conocía a estos dos, pero tenía la sensación de que Baekhyun iba a ganar. Lo podía ver en los ojos de Chanyeol. El hombre miraba a su pareja como si Baekhyun fuera todo su mundo.

—Buena suerte —dijo Cory mientras comenzaban a caminar. Podía oír a Baekhyun diciéndole a Chanyeol que entrara en la cafetería. Chanyeol había perdido el debate, ya sea que lo supiera o no.

 

—¿Cómo los conoces? —Kisu preguntó mientras observaba a Cory tomar un gran bocado de su rebanada de pastel. Los ojos de Kisu se abrieron como platos. Su pareja había mordido la mitad del pastel.

Tan pronto como Cory tragó, respondió. —Conocí a Chanyeol en el lado de la carretera cuando su camioneta se descompuso.

Mientras caminaban, Kisu empezó a sentir como si alguien los observaba. Miró a su pareja, pero Cory no parecía darse cuenta. Estaba terminándose su pastel y bebiendo su café. Kisu vio alrededor, pero había demasiadas sombras en donde podrían ocultarse. Los días se alargaban, pero aun así estaba muy oscuro a las siete y media.

—Tengo que reunirme con Moon Doo Joon y su equipo mañana. Si quieres podemos reunirnos una vez que el sol se ponga. —Cory tiró la caja del pastel en el contenedor de basura que estaba en la acera—. Quiero que seas parte de esto tanto como sea posible.

Kisu miró hacia la librería y juró que vio a alguien.

—No, adelante y reúnete con él en la mañana. Puedo venir más tarde y ver cómo van las cosas. —Eso era… no, sólo eran unas cajas al lado de la construcción. Dios, estaba perdiendo la cabeza.

—Voy a hablar con ellos acerca de cómo deshacernos de las ratas. —Cory deslizó su mano en la de Kisu, haciendo que Kisu olvidara las cosas que se arrastran en las sombras.

—Normalmente no soy un cobarde, pero realmente odio las ratas.

Cory se rio entre dientes. —Es una reacción común. Yo mismo, no soy muy aficionado a ellas.

Sí, alguien los seguía, ¿por qué Cory no lo sentía? Kisu no sabía demasiado sobre los shifters. Se había criado en el aquelarre, rodeado de solo vampiros la mayoría del tiempo. Se encontraba con shifters ocasionalmente, pero no había pasado suficiente tiempo con ellos.

Kisu no quería decir algo por si resultaba ser nada. No quería quedar como una persona exagerada.

—¿Cuándo crees que la panadería estará lista? —Kisu preguntó.

—Espero que en dos semanas. No tenemos que construirlo desde cero. —Cory le dio a la mano de Kisu un ligero apretón—. Tenemos que pensar en un nombre para nuestro lugar.

—Piel comestible —Kisu bromeó con una suave sonrisa.

—Aunque me gusta —Cory le dio un guiñó—, estoy pensando en algo con la palabra dulce.

—¿Qué hay de Dulce pan dulce?

Cory negó con la cabeza. —No, se traba la lengua.

¿Dulce Delicia?

—No ese. —Rodó la palabra dulce en su cabeza.

—¿Dulce deleite?

Cory acunó el mentón de Kisu, inclinando la cabeza para que sus ojos se encontraran. El aliento de Kisu abandonó sus pulmones en un silbido, cuando miró a los ojos

azul pálido de su pareja. —Me gusta —dijo Cory antes de darle un suave beso en los labios. En la calle, sin importarle que los vieran, el aliento de Kisu salió jadeante.

—Quizás debería de sugerir unos cuantos nombres más.

—Kisu pasó la lengua por los labios, saboreando a Cory, quería más.

—¿Te gustan mis besos? —Cory preguntó. Su voz se redujo a un tono bajo y grave que le dijo a Kisu exactamente lo que el hombre estaba pensando.

—Me gusta todo de ti. —Era la pura verdad—. Especialmente tus besos. —Caminaron un poco más de un modo lento y terminaron regresando a la camioneta de Cory. Pero en lugar de entrar, Cory presionó a Kisu contra un costado, sus largas y gruesas piernas a horcajadas a cada lado del cuerpo de Kisu, envolviéndolo. Kisu se sentía mareado, como le sucedía cuando era un adolescente hace   trescientos años.

Tenía mariposas en el estómago. ¿Cuándo alguien le había hecho sentirse así? ¡Nunca! Nadie había hecho que Kisu se sintiera como si... oh, Dios, él se estaba enamorando. Cory estaba diciendo y haciendo todas las cosas correctas. Kisu estaba aterrado de que el otro zapato cayera. Esto era demasiado bueno para ser verdad.

—¿Qué sucede, Kisu? —Cory preguntó—. Puedo olor tu inquietud.

Empujando su cabello sobre su hombro, Kisu miró a Cory. —Me estoy enamorando de ti. Nunca he estado enamorado. De repente, mi lengua se siente demasiado grande para mi boca, mis manos están sudando, y mi corazón se acelera sin control. ¿Eso es normal? —¿Debería de haberle dicho esto a Cory?

Los ojos azul pálido de Cory brillaban con la luz de la farola, y sus labios se curvaron en una sonrisa seductora. Eso no ayudó a que Kisu se calmara. El hombre era demasiado malditamente guapo para su propio bien.

—No lo sé —admitió, una sonrisa irresistiblemente devastadora iluminó su rostro. Cory no estaba al tanto de la imagen cautivadora que tenía cuando sonreía así. El pulso de Kisu se aceleró—. Nunca he estado enamorado. Pero sé lo que quieres decir.

—¿Lo sabes? —Kisu preguntó.

Cory deslizó sus brazos alrededor de la cintura de Kisu. Podía sentir el abrasador calor del cuerpo de su pareja a través de su camisa. Era como si el sol estuviera tocando a Kisu. —Sí, porque me siento de la misma manera.

Kisu gimió cuando Cory bajó la cabeza, rozando sus labios hacia atrás y hacia adelante de los de Kisu. No era un beso per sé, pero no obstante era erótico. Deslizando sus brazos por el cuerpo de Cory, Kisu los envolvió alrededor del cuello del hombre, reprimiendo el impulso de envolver sus piernas alrededor de la cintura de su pareja. Después de todo, estaban en público.

—¿No quieres ir a casa? —Kisu le preguntó a Cory mordiendo su labio.

Una fácil sonrisa se formó en los labios de Cory. — Aun no, amor. Me gusta mostrarte.

 

Allí estaba de nuevo, diciendo todas las cosas correctas. Al infierno con eso. Kisu iba a saltar dentro de esto, no solo su relación de negocios sino también una relación con Cory. Si no funcionaba, entonces que así sea.

 

 

Jongin miraba las propuestas sobre la mesa. Había más gente de lo que pensaba pidiendo comenzar un negocio. Alguien quería abrir un restaurante de barbacoa, otro quería poner en marcha un boliche. Estas eran cosas que él  nunca  habría  pensado  tener,  pero  ahora  que  leía las propuestas se preguntaba por qué no se le ocurrió nada de eso antes.

Pero la verdad era, que a pesar de que estaba tratando de que su pueblo pareciera normal —Cory tenía razón—, Jongin había estado haciendo un pésimo trabajo ayudando a su pueblo. Claro, él ayudaba en el Centro de recreación, había construido unos cuantos edificios aquí y allá, pero ¿en qué había contribuido realmente? La mayoría de las quejas de los residentes o necesidades eran atendidas por el Departamento de policía y ese no era su trabajo.

 

Tenía que construir un ayuntamiento y tomar su papel, no sólo lucir la etiqueta como alcalde. Jongin se había acostumbrado a estar sentado en su oficina, jugando con su videojuego portátil que mantenía escondido en su cajón. Ya era hora de que saliera de allí y se diera a conocer con sus residentes.

Y conocía al ayudante perfecto. Darle a Luhan el trabajo no sólo le permitiría a Jongin mantener un ojo en su causador de problemas pareja mientras estuviera fuera de la Casa, sino que le daría a Luhan algo que hacer.

También quería poner a algunos de los miembros de su manada dentro de este tipo de empresas para que pudieran mantener un ojo en el pueblo y asegurarse de que su estado de paranormal se mantuviera en secreto. También le daría a la gente de la Casa una oportunidad de conocer a la gente del pueblo.

Jongin ya había plantado la semilla en la cabeza de Baekhyun. Le había dicho a Baekhyun que sería la persona perfecta para trabajar en la cafetería.

Eran un pueblo pequeño y tenían que empezar a actuar como tal.

 

—¿Qué estás haciendo? —Luhan le preguntó mientras entraba a la oficina de Jongin, sentándose en la silla frente a su escritorio. Lanzó un brazo hacia atrás, viéndose relajado.

—Consiguiéndote un trabajo.

Luhan salió disparado hacia adelante. —¿De verdad?

Jongin no estaba seguro de si eso era una mirada ansiosa, o una expresión “oh infierno, no”. De cualquier manera, si Jongin tenía que entrar en su rol, entonces Luhan también. Era la pareja de Jongin. Ya habían pasado muchos  años  desde  que Jongin  había  hecho  que Luhan aceptara ese rol.

—Sabes que estoy tratando de que el pueblo crezca.

—¿Y? —Luhan preguntó con cautela.

—Cory trajo un punto válido. Si quiero que todos sean dueños de un negocio o trabajen en uno, entonces tengo que ser un alcalde activo. —Jongin dejó los papeles—. No darme nada de toda esta mierda.

—¿Qué voy a hacer? —Luhan le preguntó mientras se relajaba de nuevo en su asiento—. No sé nada de política.

Tampoco Jongin. —Vas a ser mi asistente.

La risa brotó de Luhan. —¿Y esperas que nosotros logremos hacer el trabajo? —Sus cejas se alzaron—. ¿Me quieres debajo de tu escritorio todo el día, verdad?

Tan atractivo como eso sonaba, Jongin sabía que tenía que mantener su relación en un nivel de negocios cuando estuvieran en el trabajo. —No. Quiero que realmente trabajes.

—¿Puedo tener un asistente?

—¿Para qué diablos necesitas un asistente? —Jongin preguntó.

—Para ir a buscar el café.

—Para eso es para lo que te estoy contratando.

Luhan hizo un sonido pfft. —Sí, claro. Necesito a alguien que pueda traer el café y hacer mi trabajo mientras estoy pretendiendo hacer mi trabajo.

Eso no tenía absolutamente ningún sentido para Jongin, pero si había alguien más alrededor, entonces podría evitar el perder el tiempo en el trabajo. Porque no importaba lo serio que quisiera trabajar en el ayuntamiento, Jongin sabía que una sacudida del lindo culo de Luhan y sería hombre muerto.

—Hecho.

 

continuara...


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