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57.Besando a Sung Kyu (03) por dayanstyle

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Woo Hyun miró por la ventana una vez más, viendo a la policía hablar con su acosador. Una parte de él se sentía como una mierda por llamar a la policía, pero otra parte de él sonrió. Si el shifter, deseaba seguir jugando al depredador y la presa, entonces debería de estar dispuesto a aceptar cualquier cosa que Woo Hyun le lanzara en su camino.

Él realmente no quería que arrestaran al hombre, pero estaba demostrándole al shifter que no sería tan fácil, aunque su corazón estaba en su garganta. En el momento en que Woo Hyun había mirado por la ventana y vio al hombre sentado en el escalón de la entrada, tuvo pánico. El shifter ya sabía dónde vivía. Bien podría volver a trabajar. En ningún lugar estaba seguro ahora.

Echando un vistazo por la ventana una vez más, vio que uno de los policías sostenía algo pequeño en su mano. Mierda, estaban viendo la identificación del coyote. Woo Hyun había pensado que los policías sólo le dirían que se alejara. No quería que el hombre fuera arrestado.

Aunque Woo Hyun había pensado que quería al hombre fuera de su camino, no quería que fuera a la cárcel. Eso estaba francamente mal. Tomó sus llaves de la mesa de café y se apresuró a salir su apartamento. Aunque el shifter lo intimidaba, Woo Hyun no podía mantener su buena conciencia si enviaba a un hombre a la cárcel por estar sentado en los escalones de la entrada.

 

En el momento en que bajó, los policías se alejaban y pudo ver al coyote caminando por la calle. Habían dejado ir a Woo Hyun, debió de haber dado la vuelta y regresar arriba a su apartamento. No había ocurrido nada, ¿por qué infiernos se dirigió a la calle tras su acosador?

Dios, estaba jodido de la cabeza. —¡Espera!

 

El coyote miró por encima del hombro y Woo Hyun casi tropezó cuando vio la expresión en los ojos color café exprés. Realmente era guapo como el infierno. ¿Por qué parecía ser que todos los chicos guapos eran heteros o locos?

Contra su mejor juicio, Woo Hyun se encontró con el  shifter. El hombre se detuvo, dio media vuelta y recorrió con la mirada a Woo Hyun. —¿Ahora vas a hacer que me arresten por acosarte?

El tono era amargo, aunque los ojos del hombre miraban a Woo Hyun como si fuera un bocadillo. Quizás debió de haber regresado a su apartamento.

—Me advertiste —Woo Hyun respondió, sin dejar que la mirada fulminante lo hiciera retroceder—. Ahora te estoy advirtiendo. Si quieres jugar a este juego, entonces debes de estar preparado para tener las bolas clavadas en la pared.

¿Realmente estaba alentado al loco? Cory le había dicho que era la pareja del shifter. Woo Hyun quería pruebas. El hecho de que el tipo era —maldición— realmente hermoso, no hacía la diferencia. Sus ojos marrones parecían decididos, penetrándolo mientras una sonrisa curvó sus labios. —Asumido el desafío.

—¿Cómo te llamas? —preguntó Woo Hyun.

 

El hombre se acercó, su calor quemaba a Woo Hyun mientras  se  inclinaba.  —Puedes  llamarme  como quieras, pequeño Woo Hyun. —Las palabras estaban teñidas de sarcasmo, pero también eran muy juguetonas. Woo Hyun nunca había visto esa mezcla de emociones antes. Era extraño.

—¿Qué tal tu nombre de nacimiento?

 

El chico se inclinó un poco más, hasta que Woo Hyun pudo sentir su cálido aliento en la oreja. —Eso es parte de la diversión, pareja. Si realmente estás interesado en jugar conmigo, entonces lo descubrirás, ¿verdad?

Antes de que Woo Hyun pudiera abrir la boca, el hombre se giró y comenzó a alejarse. Woo Hyun agarró el brazo del chico, jalándolo hacia atrás. Rápidamente liberó al shifter, cuando oyó un gruñido gutural. —¿Cómo sé que no eres sólo un hombre desquiciado que me patearás antes de cortarme en  cubitos pequeños?

El hombre en realidad se veía ofendido. Sus ojos se estrecharon mientras daba un paso más cerca. —Puedo ser muchas cosas, pequeño niño, pero un monstruo no es una de ellas.

—¡No soy un niño! —Woo Hyun se enojó. Este tipo quería que Woo Hyun confiara en él, pero él no sabía nada acerca de ese loco imbécil. Woo Hyun no sabía una mierda acerca de los shifters. Todo esto era nuevo para él, y el señor Mc Loco Acosador sólo quería que siguiera ciegamente las reglas de combate—. ¿Sabes qué? Ve a acechar al Cartero. Jódete. Ya he terminado con esta mierda. Voy a regresar al trabajo. Si entras en la panadería, te golpearé en la cabeza con el rodillo. —Esta vez fue Woo Hyun, quien se alejó—. Maldito loco bastardo — gruñó para sus adentros.

 

En lugar de ir a casa, Woo Hyun fue a trabajar. Él no iba a huir y esconderse de nadie. No iba a permitir que nadie alterara su vida por un poco de diversión. Woo Hyun tenía un trabajo y estaba malditamente seguro que lo iba a hacer.

Mientras caminaba por el Dulce deleite podía ver la expresión de asombro en el rostro de Cory. —¿No te envié a casa?

Woo Hyun    levantó su mano al aire en señal de frustración.

—Que se joda ese psicópata. Si se me acerca le cortaré las bolas.

—Maldición, ¿qué ha hecho? —preguntó Cory, con una sonrisa divertida en el rostro.

Woo Hyun se giró hacia Cory. —¿Están todos los shifters locos? Quiero decir, quiere que confíe ciegamente en él, y él ni siquiera me dijo su nombre. ¿Cómo puedo saber que realmente es mi pareja? Porque eso fue lo que dijo. Por lo que sabemos, él podría ser un loco mentiroso.

Cory se enderezó y dio la vuelta al mostrador, deteniéndose frente a Woo Hyun. Dejó de sentirse intimidado por el tamaño del búfalo hace semanas. El hombre llegó frente a él y colocó su mano en el hombro de Woo Hyun. —Su nombre es Kim Sung Kyu. Llamé y lo averigüé. Trabaja en la estación de bomberos. Y sí, él espera que tú le crees. Los shifters no tomamos a la ligera el apareamiento. No es algo sobre lo que bromeamos, Woo Hyun. Una pareja es para toda la vida y es muy sagrado.

—Sigue siendo un loco —dijo Woo Hyun, mientras las palabras de Cory se reproducían en su mente. «Para toda la Vida». Dios, no podía ni pensar en todo ese tiempo. Eso sería durante los siguientes sesenta o setenta años, si tenía suerte.

 

Woo Hyun no podía imaginar estar con alguien tanto tiempo.

Cuando Cory apartó su mano de Woo Hyun, su jefe se veía como si hubiera perdido la cabeza. —¿Qué sucede?

—No sé cómo pude olvidarlo.

 

—¿Olvidar qué?

 

—Sung Kyu está pasando por la danza de apareamiento contigo. Me han dicho que todo el que te toque, está pidiendo que le desgarren la garganta. Los coyotes son muy posesivos, especialmente cuando están cortejando a sus parejas. Todos los shifters se ponen un poco locos con respecto a sus parejas, pero Jongin me dijo que los coyotes son diez veces peores.

Woo Hyun rodó los ojos. Eso sólo confirmaba su creencia de que Sung Kyu estaba loco. —Voy a estar en la parte de atrás por si me necesitas.

 

Cory vio a Woo Hyun alejarse y se preguntó si el hombre sabía exactamente en la cantidad de problemas que estaba. Cory no parecía creerlo. El deseo de reclamar a Kisu cuando descubrió por primera vez que era su pareja había sido como una necesidad que consumía todo.

Si Jongin tenía razón sobre Sung Kyu, Woo Hyun iba a aprender por las malas lo que se sentía negar a su pareja. Tenía la sensación de que Sung Kyu estaba entrando en el calor del apareamiento.

—¿Está todo bien? —Kisu preguntó mientras se dirigía a la oficina, deslizando sus brazos alrededor de Cory.

Jaló a su pareja a sus brazos y se encogió de hombros.

—No estoy seguro. Woo Hyun no tomó en serio la advertencia de Sung Kyu. Regresó al trabajo.

Kisu lo miró con evidente sorpresa. —Maldición, sabía que el humano estaba trabajando con media caja de  crayones.

Cory se rio, pero se preguntó si su panadería estaba a punto de convertirse en una zona de guerra.

 

 

 

Woo Hyun, cerró la puerta y bajó las escaleras. Su mente había estado más en Sung Kyu desde el incidente de ayer frente a su apartamento. Sus pensamientos eran un desastre, y su ira se había evaporado. Woo Hyun no estaba seguro de si debía tomar al chico en serio o no. Él no sabía qué pensar.

—Buenos días.

 

Woo Hyun levantó la vista de su buzón de correo que revisaba y vio a Sung Kyu apoyado junto a la puerta. Sus músculos bien marcados ondulaban bajo la estrecha camisa gris que llevaba puesta. Loco o no, los pensamientos de lamer cada centímetro disponible en Sung Kyu se agolpaban en la mente de Woo Hyun.

—Hey, Sung Kyu. —Woo Hyun dejó el correo no deseado de nuevo en su caja.

—Entonces, te tomaste el tiempo para descubrir mi nombre. —El tono del hombre parecía satisfecho.

—No, sólo lo imaginé. Empecé a llamarte Rumpelstiltskin, pero eso habría sido demasiado obvio.

Sung Kyu se rio y Woo Hyun descubrió que estaba encantado por el sonido. ¿Por qué tenía la sensación de que Sung Kyu no se reía a menudo? Escondió su propia sonrisa mientras se alejaba de su buzón de correo. —Ahora, si no te importa, tengo que ir a trabajar.

El corazón de Woo Hyun se congeló y luego golpeó rápidamente inhalando cuando Sung Kyu llegó frente a él en un abrir y cerrar de ojos, atrapándolo contra la pared, con una mano en cada lado de la cabeza. Woo Hyun, inclinó la cabeza hacia un lado mientras miraba los ojos café de Sung Kyu. Tenía una sensación de pesadez en el estómago y estaba casi sin aliento  por  la  forma  en  que  Sung Kyu  estaba  mirándolo. — ¿Robarás otro beso?

 

Woo Hyun bajó la mirada y deseó no haberlo hecho. Sung Kyu tenía un bien definido eight pack que dejó a Woo Hyun casi babeando. Sus dedos ansiaban por tocar los esculpidos músculos. Se humedeció los labios resecos con la lengua mientras miraba a Sung Kyu.

—Mmmm, me gusta la forma en que estás mirándome.

 

Woo Hyun colocó las manos en el pecho de Sung Kyu para apartarlo y se encontró jadeando ante la sensación de la fuerte carne bajo sus dedos. Dios, realmente amaría ver al hombre sin camisa —no, no lo haría. ¡Maldición! Woo Hyun tenía que estar ignorando a Sung Kyu, no deseándolo.

 

Woo Hyun le dio a Sung Kyu un oscuro ceño. —Estoy pensando cómo conseguir que me dejes en paz.

—Correcto —dijo Sung Kyu con un guiño, moviendo su cuerpo un poco más cerca—. Dime que no me quieres.

Esta vez Woo Hyun logró empujar el pecho de Sung Kyu. — Aléjate de mí, Sung Kyu. Voy a llegar tarde.

Sung Kyu jugó con un mechón de cabello de Woo Hyun, su mirada depredadora y desafiante. —Te puedo llevar en mi moto.

«Imposible». —No, gracias.

 

Sung Kyu se apartó de la pared, dando a Woo Hyun espacio para alejarse. Aprovechó la oportunidad y rápidamente se dirigió a la puerta.

—Nos vemos en el almuerzo —Sung Kyu gritó cuando Woo Hyun se alejaba. Uff, él realmente estaba perdido. El corazón de Woo Hyun realmente se saltó un latido al pensar en ver a Sung Kyu de nuevo. No había pensado que este juego sería emocionante para él. Sí, Sung Kyu era hermoso como el pecado. Pero el hombre no jugaba con una jugada completa. Woo Hyun no necesitaba a un hombre que creyera que acecharlo era    equivalente a cortejarlo.

Pero tenía la sensación que deshacerse de Sung Kyu sería imposible.

«¿Qué piensas? Él es tu pareja ya sea que decidas o no creerle. Tienes que acostumbrarse a esto».

Woo Hyun apretó los dientes. ¿Debería de estar emocionado, asustado, enojado, o complacido? No estaba seguro de cómo debería de sentirse. Pero una cosa era muy clara para él.

Sung Kyu no se iría.

 

Honestamente, quería ceder sólo para saber lo que se sentía tener a un hombre tan poderoso como amante. Woo Hyun estaba bastante seguro de que Sung Kyu no iba a decepcionarlo entre las sábanas. Pero Cory había dicho que Sung Kyu no quería una conquista fácil. Así que, sin importar lo que Woo Hyun quisiera, tenía que dejar que Sung Kyu lo persiguiera.

Resignado a jugar el juego de Sung Kyu, Woo Hyun pasó por delante de la forrajera, viendo que el policía que había hablado con Sung Kyu ayer, estaba de pie allí con otro policía, presuntamente su compañero, teniendo una acalorada discusión.

Woo Hyun caminó rápidamente por la calle. Nunca había tenido un problema con la ley y no quería empezar a tenerlo ahora. Ellos no sabían que era él el que había hecho la denuncia ayer. Woo Hyun había hecho una llamada anónima. De cualquier manera, se apresuró hacia el trabajo.

Llegar tarde no era algo bueno, aunque tuviera un jefe genial. Woo Hyun, siempre podía decirle a Cory que Sung Kyu le había acorralado y el búfalo no se enojaría por la tardanza, pero Woo Hyun aceleró sus pasos. Sin importar la razón, aún le haría parecer como un vago —al menos ante sus propios ojos.

Y luego Woo Hyun pensó en su padre. Le dolía como una perra ver la decepción en los ojos del hombre. Parecía que nada de lo que hiciera calmaba al hombre. Woo Hyun había casi renunciado a tratar de hacer cosas para hacer que su padre se sintiera orgulloso de él. Había pensado que una vez que consiguiera trabajo en la panadería su padre se ablandaría, pero no lo había hecho. Su padre pasó de insistir sobre un trabajo a decirle constantemente a Woo Hyun que mejor no arruinara este.

Woo Hyun no tenía idea de por qué su padre había empezado a verlo como un perdedor. Se había graduado de preparatoria  e inmediatamente intentó  encontrar  trabajo.

 

Pero los trabajos habían sido escasos en la Villa Kim y él no tenía un carro confiable para ir al pueblo a busca trabajo.

Su padre debió haberlo entendido. Pero en cambio, había llegado a ser tan agrio que Woo Hyun había logrado reunir el dinero para conseguir su propio apartamento. Apenas podía permitirse el apartamento por no hablar de los servicios públicos. Internet y un teléfono celular eran lujos que no podía pagar, y apenas había alimentos en su cocina y refrigerador.

Woo Hyun entró en la tienda, caminando entre los clientes, y se dirigió hacia la parte trasera. Cory había estado muy ocupado detrás del mostrador, y Woo Hyun esperaba que el hombre no se hubiera dado cuenta que llegaba con dos minutos de retraso.

—Te necesito al frente esta mañana —dijo Cory.

 

«Demasiado para pasar desapercibido».

 

Woo Hyun se puso su delantal mientras caminaba hacia el mostrador. Cuando la campana sobre la puerta sonó, vio al policía que había estado parado frente a la forrajera, sus pasos llenos de arrogancia mientras miraba alrededor. Sus ojos recorrieron la habitación hasta que cayeron sobre Woo Hyun.

Anónimo o no, Woo Hyun tenía la sensación de que el tipo sabía que él había llamado ayer. Él no había hecho nada malo, pero la mirada a Woo Hyun le dijo que él estaba en la mira del policía.


Continuará...


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