Acechando a su compañero.
—Esto es tan acosador. —Dijo su beta, Manuel, mientras tomaba su licuado recién comprado.
—No es acosar si es mi compañero. —Argumentó aunque era cierto, seguir a su compañero después de haberlo encontrado hace tres días, ver donde paseaba, trabajaba y con quienes se veía.
Sí, era acosar.
Acechar estaba tan mal pero poder verlo otra vez, cubría cualquier culpa.
—Esta tan radiante. —Murmuró, mirándolo sonreír y hablar con una señora.
—Sólo han pasados dos meses. —Manuel rodó los ojos.
—Tú no lo entiendes. La manada, mis padres, estaban presionando hace tiempo y noté su angustia, estaba apagado y prefería estar en casa en vez de participar de las reuniones a las que nos invitaban. A veces estaba bien, otras veces estaba indiferente, sin ganas de nada, a veces enojado... Todas las señales estaban ahí y decidí no verlas.
—Hiciste lo que creías correcto.
— ¡No! ¡Hice lo que demandaron, creía que era lo correcto por mi manada! Pero no lo era. —Desvió la mirada y puso sus ojos en su beta. —Lo correcto era respetarlo, era ponerlo sobre todos y todo. Le falte el respeto, Manuel, le dije cuando nos unimos que lo amaría, que era lo mejor que lo que había deseado en un compañero y que nunca le fallaría.
—Mika.
—No, no me mires así. Admítelo, fui un idiota, un hijo de puta y no me merezco a Santiago.
—Basta con tu lastima. —El tonó de Manuel no paso de desapercibido para Mika pero lo dejó pasar. Ahora no eran Alfa y Beta, eran dos hombres con una amistad de hace años. —Es suficiente. Sí, eres el mayor idiota que perdió lo que mucho anhelamos. Pero también eras un Alfa que entendía las tradiciones y no quería decepcionar a su gente. Era una decisión difícil, elegiste una. Pero de cualquier manera, ibas a perder algo y estas pagando el precio. Ahora, o puedes quedarte en tu casa encerrado hasta que otro Alfa te desafié y te mate, como estas buscando, o puedes tomar al toro por los cuernos y reconquistar a Santiago. Eres un buen hombre, Mika, y mereces una segunda oportunidad pero debes trabajar por ella.
(Se repite por las regla de mas de 500 palabras)
—Esto es tan acosador. —Dijo su beta, Manuel, mientras tomaba su licuado recién comprado.
—No es acosar si es mi compañero. —Argumentó aunque era cierto, seguir a su compañero después de haberlo encontrado hace tres días, ver donde paseaba, trabajaba y con quienes se veía.
Sí, era acosar.
Acechar estaba tan mal pero poder verlo otra vez, cubría cualquier culpa.
—Esta tan radiante. —Murmuró, mirándolo sonreír y hablar con una señora.
—Sólo han pasados dos meses. —Manuel rodó los ojos.
—Tú no lo entiendes. La manada, mis padres, estaban presionando hace tiempo y noté su angustia, estaba apagado y prefería estar en casa en vez de participar de las reuniones a las que nos invitaban. A veces estaba bien, otras veces estaba indiferente, sin ganas de nada, a veces enojado... Todas las señales estaban ahí y decidí no verlas.
—Hiciste lo que creías correcto.
— ¡No! ¡Hice lo que demandaron, creía que era lo correcto por mi manada! Pero no lo era. —Desvió la mirada y puso sus ojos en su beta. —Lo correcto era respetarlo, era ponerlo sobre todos y todo. Le falte el respeto, Manuel, le dije cuando nos unimos que lo amaría, que era lo mejor que lo que había deseado en un compañero y que nunca le fallaría.
—Mika.
—No, no me mires así. Admítelo, fui un idiota, un hijo de puta y no me merezco a Santiago.
—Basta con tu lastima. —El tonó de Manuel no paso de desapercibido para Mika pero lo dejó pasar. Ahora no eran Alfa y Beta, eran dos hombres con una amistad de hace años. —Es suficiente. Sí, eres el mayor idiota que perdió lo que mucho anhelamos. Pero también eras un Alfa que entendía las tradiciones y no quería decepcionar a su gente. Era una decisión difícil, elegiste una. Pero de cualquier manera, ibas a perder algo y estas pagando el precio. Ahora, o puedes quedarte en tu casa encerrado hasta que otro Alfa te desafié y te mate, como estas buscando, o puedes tomar al toro por los cuernos y reconquistar a Santiago. Eres un buen hombre, Mika, y mereces una segunda oportunidad pero debes trabajar por ella.