Helena no pudo pedir más, el plan le salió a la perfección, pudo darse cuenta que ese caballero es ingenuo, su amor lo hace confiar en la persona equivocada, peor ¿Quién sería ella para decirlo? Lo quería fuera, y esta sería su mejor paso, jamás había dado pasos firmes a la muerte de alguien, pero con gusto la de él, justo la de él, la repetiría una y otra vez. Salieron de la taberna, y obvio se aseguró de ir por un lugar donde no se pudiera encontrar con el guardián de cáncer. Con gesto de cariño le toma la mano para así irlo guiando, claro… lo guiaría a su muerte.
Afrodita: En donde esta Masky- siguiente sus pasos, pero eso de tomar no le hizo bien, se sentía mareado y con el cuerpo pesado.
Helenada muy sonriente lo voltea a ver- Él dijo que nos esperaría en el risco, tenemos que apresurarnos, le dije que llegaríamos pronto- jalando un poco más, ya que no le convenía que el guardián de cáncer estuviera cerca. Se detuvo, vio de un lado a otro, y pudo ver una armadura dorada, agradeció a los dioses que Afrodita estuviera encorvado en posición de querer devolver lo que había tomado. Le guio por un camino más rápido y sin que se toparan con el guardián.
El guardián de cáncer pudo maldecir aquella tierra y su tormenta de nieve que no dejaba ver por dónde iba, recordó la taberna, y como no ir haya, después de todo nada tenía que perder. Rápidamente corrió como pudo y a duras penas, Era más fácil correr en ese tiempo en tierra que en nieve, dentro de si, una preocupación lo invade, y un deseo de encontrarlo lo llevo con apuros a la taberna, un palpitar de angustia lo invade, entra y de inmediato se reúne con el cantinero, le hace sus debidas preguntas.
DeathMask: Usted vio a un caballero de armadura dorada en esta taberna?-
El cantinero confirmo- Si él estaba sentado en esta mesa del rincón, estaba hablando con una chica de cabellos negros, después salieron sin pagar lo consumido- limpiando el mostrador
DeathMask insistente- ¿Cómo era esa chica? Por favor descríbala como era, por favor-
El cantinero se dio cuenta de su preocupación y solo le pidió que tomara asiento para asi irle contando como era.
DeathMask apretó sus manos con ira- Helena, maldita seas!!!- sin decir más, emprendió otra búsqueda, si esta con Afrodita quiere decir que le dijo todo lo que paso en ese cuarto, el temor lo invadió, esta vez su verdadero amor no lo volvería a ver con esos ojos tan brillantes – AFRODITA!!!!-
Helena llegando al risco se posó en el borde, agradeció a Odin que este caballero estuviera medio mareado- DeathMaks debe de estar por llegar- comento mientras lo acerca un poco más a la orilla- No te muevas de aquí-
Los dos quedaron en el borde de la orilla, no hicieron ningún movimiento, esperarían la llegada de Sorrente, él se llevaría su belleza al fondo del mar, y el guardián de Cáncer sería solo de Helena.
Afroidta mareado se sujeta de ella- Estamos muy en la orilla- le comento mientras trataba de mantener su cabeza en blanco, pero esas bebidas comenzaron hacer su efecto.
A los lejos se podía descifrar otra armadura dorada acercándose hasta donde están ellos, el momento justo llegaría, la despedida del caballero de piscis.
Helena con una sonrisa sádica y muy entretenida pudo ver como corría con desespero el guardián de cáncer, era el momento de dejar caer al vacío aquel guardián de hermosa belleza- Suéltame Afrodita- tratando de quitarle sus manos, pero en un descuido, los dos resbalaron. El vacío los espera, como pudo se aferró aquellas pierdas.
DeathMask con desespero corrió como pudo- AFRODITA!!!- tratando de tomar su mano- No te sueltes Afrodita, no te quiero perder- aquella voz temblorosa- Por favor no te sueltes-
Afrodita volviendo en si se dio cuenta de donde estaba-Masky…. Masky…. Salva primero a ella… yo puedo aguantar- aferrándose como pudo.
DeathMask no quiso obedecer esta vez lo que decía, solo quería salvarlo a él, y cuidarlo, pero lo insistente de Afrodita comprendió su labor de caballero, primero debe de mantener seguro a las personas y después ayudar a su compañero. Le dio la mano a Helena, para ayudarla a subir, sus pensamientos de dejarla caer lo invadieron, pero sería volver a sus viejas acciones.
Helena con temor pero sin dejar de intentar dejar caer al guardián de piscis, comienza a patalear, exagerando sus gritos de temor y pavor- No quiero morir!!..... Ahhh!!..... Por favor!!!-
DeathMask- Maldicion cállate y deja de moverte!!- tratando de alejar de su compañero.
Afrodita perdiendo sus fuerzas sintió como fue deslizándose, trato de luchar pero los golpes de esa mujer lo empujaban a ir vacío abajo. Sabía que si no ayudaba perdería a su guardián de cáncer, en su último intento ayudo a empujar a Helena arriba.
El guardián de cáncer cayó hacia atrás, y helena a su lado, cuando se levantó para ir ayudar a su compañero, solo descifro esa mirada de nostalgia y felicidad. Se acostó en el suelo para así tratar de llegar a su mano.
DeathMask- Afrodita… por favor un poco más- aquella voz se quebraba al no poder llegar a donde está su amado luchando por su vida.
Afrodita comprendió, si toma su mano caerían los dos, la vida de su amado es mucho más valioso que la suya propia, sonriendo como pudo dice- Masky…. Calma… nos volveremos a ver de nuevo…. Te amo…siempre te amé, desde que nos conocimos…. Perdóname por irme y no quedarme contigo y escuchar lo que tenía que decirme…. No me importa tu pasado, te amo por quien eres….. Te amo Angelo… Te amare después de la muerte…. Te estaré cuidando de donde este…. Te…..- su última palabra no la pudo completar, su cuerpo fue cayendo al vacío.
DeathMask desesperado por no poder ayudar a quien más ama, no pensó con claridad, solo iba a correr al mismo destino cruel de su amado, pero en esos los caballeros de bronce aparecen deteniendo al guardián como pudo.
Shiryu- DeathMaks- sujetado al guardián descontrolado por su llanto y dolor por la pérdida de su compañero.
DeathMask- AFRODITA!!!- aquel último grito se puso sentir el dolor que lo invade, el amor de su vida lo perdió en aquel risco- ¿Por qué? ¿Por qué!!!?-
Los guardianes de bronce que no pudieron llegar a tiempo para ayudar y asi salvar al guardián de la doceava casa, lo único que se posó delante de ellos fue la armadura de ya nombrado caballero. Todo quedo en silencio en aquella noche. Ninguno pudo dar una palabra a un dolido cáncer, solo consolarlo para que entendiera que no está solo.
El guardián de cáncer como pudo, se colocó de pie, una mirada de odio se dirigió a Helena, camino hasta ella y con brusquedad la tomo del brazo arrastrándola al risco.
Helena- Suéltame Angelo, me haces daño- rogando y actuando como la victima frente a los de bronce.
DeathMask- Lo trajiste aquí…. Lo empujaste cuando yo me acerque- viéndola con desprecio- no me importara volver hacer el de antes, pero tú serás mi trofeo, cuando te vea cada mañana recordare este día, cuando me quitaste lo que más ame- colocándola en el mismo borde como lo hizo ella con su amado.
Athena- DeathMaks, piensa con claridad, ella hizo mal, pero es humano como tu- dando una pausa- Tu deber de caballero es cuidar y proteger, no lastimar y arrebatar vidas, hiciste un juramente ante mí, que no quitarías la vida de las personas, y ella no merece el destino que le toco pasar a mi guardián de piscis-colocando su mano en el hombro de cáncer- Acompáñame DeathMask-
DeathMask con todo desprecio la aleja del risco echándola a un lado para seguir a su diosa.
Caminaron en completo silencio, para bajar hasta donde está el muelle, tristemente el destino del guardián de piscis fue dar contra las pierdas del recodo, aunque se engañaran con que estuviera vivo, un castigo como ese no lo soportaría ningún cuerpo humano, y menos de la altura donde callo. De poco a poco se fueron acercando hasta donde esta aquellas piedras, hallaron su cuerpo sin vida.
DeathMask como pudo y sin importar poner su vida en riesgo, se acercó de poco a poco, para así sujetar el cuerpo de su amado. Lo llevo a la orilla, en silencio pudo admirar aquel hermoso rostro- Solo está dormido… ya va a despertar- en medio de sus lágrimas amargas- siempre duerme así y después despierta- abrazando su cuerpo en medio del dolor.
Su diosa que ya no podía hacer más por él, más que compartir el mismo dolor, sentía cada palabra del guardián de cáncer.
DeathMask- Mi Afrodita, despierta…. Abre tus ojos, déjame ver ese brillo tan espacial…. Por favor no me dejes- abrazándolo sin querer soltarlo, aquellas lagrimas amargas terminaron de salir, al caer en cuenta que su amado no tenía salvación alguna, su dolor se volvió insoportable, solo se aferra con fuerza a el.
Aquel guardián no quiso soltar y menos dejarlo ir, necesitaba asegurar que en cualquier momento despertaría, sus manos temblaban por el frio, se sometería a cualquier castigo, con tal de hacer que olvidara el dolor que le está siendo ocasionado con la partida de su ser mas amado.
DeathMask susurrando a su oído- Yo quería proponerte… escaparnos del santuario, irnos a vivir nuestras vidas solo tú y yo… esta seria nuestra última misión para escapar y no regresar…. Yo solo quería irme contigo a donde fuera, a donde quisieras, a donde el viento nos llevara- acariciando su cabello, y tratando de quitar la mancha de sangre- sé que cuidas mucho tu cabello, y esta mancha no debe de esta ahí-
Athena no podía imaginar el dolor que podía estar sintiendo aquel caballero, ya bastante sufrio cuando sus propios compañeros lo dejaron de lado, ahora la muerte de su compañero ¿Cuánto más dolor podía soportar?
DeathMask sin querer alejarse del cuerpo de su amado- Te amo…. Te amo desde que llegaste, desde que vi tu rostro y quisiste ser mi compañero, te amo… te amé de aquella vez que corrimos bajo la lluvia….. Te amo aquella vez que quemaste la comida de shura….. te amé aquella vez que nos sentamos hacernos tus faciales…. Te amo desde que me hiciste sentir celos y sobre todo Afrodita…. Te amé cuando te entregaste a mí-haciendo una pausa- ¿Te quieres arriesgar conmigo a una aventura? ¿Te quieres arriesgar a vivir una vida feliz? ¿Te quieres arriesgar a casarte conmigo?-
Aquel momento y justo ahí se congelo el tiempo para DeathMask, ya no tenía nada porque luchar, a nadie a quien amar como el amo a ese caballero, ni si quiera los castigos de Shion llegarían al nivel de su dolor.
Continuara