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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Buenas, aquí les traigo el capítulo 14, espero que lo disfruten 

Capítulo 14: Veredicto  

 

 

Se sentía mareado, aun cuando lo arrastraron hacia ese sitio no estaba en sus cinco sentidos. Drogado hasta la medula solo podía asentir a lo que decían mientras era obediente y esperaba.

 

Durante esos instantes que le parecieron horas, solo pudo repasar lo que sabía, había sido el día de compras y como se acercaba el cumpleaños de Ryoka había salido con Murata y el niño a comprar… luego solo puede recordar gente corriendo, armas, gritos…

 

Y su Ryoka…

 

- ¡Ryoka!... ¿¡donde esta Ryoka!? –

 

Fue como una inyección de adrenalina, sus instintos ignoraron el peligro en el que se encontraba. Con ojos pálidos buscaba entre ese espaciosos lugar una cabellera poblada, había sentido su olor, debía estar cerca.

 

- ¡oye niño!... ¡ten más respeto! – así como se levantó volvió caer de espaldas al piso, siendo jalado por unas cuerdas a sus espaldas. – Eres un omega… y debes arrodillarte frente a los Pilares –

 

Su mente solo pensaba en una cosa, su preciado cachorro. Tal vez por eso no se dio cuenta en que situación estaba, tal vez por eso no le había hecho caso a su nariz. Tan pronto en cuanto estuvo consciente de su lugar, su cabeza fue empujada directo al piso, forzando una reverencia.

 

El ambiente se volvió ácido de inmediato… eran muchos alfas en un solo sitio y solo hacía daño a él y su sensibles sentidos.

 

Su cuerpo tembló como gelatina, comenzando a sentirse sumamente abrumado… ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué tan de repente reaccionaba así?

 

- ¿te encuentras bien? – Tanjiro fijo sus ojos en la silueta de una joven, su voz le era conocía - ¿Kamado -kun? –

 

- Kocho-san… -

 

- bien, me puedes escuchar… eres fuerte – ella sonríe, sabía lo que se sentía ser agobiada por el aroma dominante de alfas, ella misma lo vive a diario… y lamenta no poder hacer nada más por Tanjiro - ¿sabes por qué estas aquí? –

 

- Kocho-san… Ryoka, el… ¿Dónde está? – pero el pelirrojo no parecía reaccionar.

 

- él está bien… esta ahora con Murata-san… - sujeto los hombros del menor, viendo como su expresión se relaja tan solo un poco - pero debes pensar un poco más en ti Kamado-kun… veras, esto es un juicio en el que se decidirá si acabamos o no con tu vida, así que debes estar en tus cinco sentidos –

 

Escuchaba lo que la omega le decía con mucha atención, sin embargo pronto solo podía ver los labios abrirse y cerrarse al azar. Su cuerpo se comportaba muy extraño, su pre celo había desaparecido por completo, pero eso no lo alegraba.

 

Otro bloqueo mas era como darle más cuerda a esa bomba de tiempo.

 

Además su cuerpo actuaba extraño por alguna razón, como no quisiera estar allí, descomponiéndose al momento.

 

Los demás pilares observaron al chico que llevaron a ellos, era pequeño, incluso Muichiro que parecía ser unos años menor era un poco más alto. No parecía ser un omega a primera vista, con una complexión delgada, pero fuerte, casi como si fuera un beta ordinario.

 

Sin embargo con ojos grandes y expresivos.

 

- ¿y por eso hacen tanto alboroto?... ni siquiera pareciera valer la pena discutir por un feo omega – Obanai le mira con desprecio, susurrando las palabras con empeño, acercándose y apuntando aquella cicatriz sobre la frente del pelirrojo.

 

Pero no llego a tocarlo, Tomioka sujeto su mano con fuerza, tal vez con demasiada.

 

Los ojos del pilar del agua eran filosos…

 

El hedor que consumía los sentidos de Tanjiro y que hacían que su cuerpo reaccionara tan mal era en parte en culpa de Tomioka. Como si marcara territorio sus feromonas fueron esparcidas en todo el jardín en el mismo instante en que trajeron al menor.

 

Como reacción opuesta, alerto a los demás alfa…

 

La razón por la que Shinobu fue la que se acercó a Kamado era porque era la única que podía cercarse al pelirrojo y no perder la cabeza.

 

- quita tus manos de él – fue la fría advertencia de Giyuu.

 

Obanai sacudió su brazo, liberándose con un movimiento brusco, entrecerrando sus ojos, guardándose algún movimiento brusco.

 

- ¿algún problema?… - reto. Obanai era un alfa bastante débil a simple vista, de baja estatura y apariencia intrigante. Sin embargo era un Pilar, por lo que no era sabio hacerlo molestar.

 

A Tomioka no le gustaba esa actitud.

 

- espero que no estén peleando… mis preciados niños – la voz calma de un hombre se escuchó en la entrada de la casa que daba al jardín particular.

 

Todos se inclinaron sin dudarlo ante el patrón.

 

 

-.-

 

 

Kagaya Ubuyashiki era el décimo tercer jefe general, encargado de la armada, el patrón de los Pilares. El décimo jefe en su familia y la persona que había subido más alto en ese rango… era un líder ejemplar y ecuánime. A tan corta edad se había ganado el respeto de los nueve Pilares que ahora se mantenían a su servicio.

 

Tal vez por eso su sola presencia disipo tan horrible ambiente y dejo a Tanjiro respirar.

 

Era un hombre respetado, aun cuando su decisión no era la que todos esperaban.

 

- yo haré lo que el Patrón… – Mitsuri en parte se sentía aliviada ante esas palabras.

 

- Me niego… - aunque no todos parecían estar de acuerdo. Shinazugawa Sanemi mantenía su cabeza baja, con una vena justo en su cuello. – con todo respeto patrón… perdonarles una sentencia a unos traidores espías… -

 

- ¿Cómo puedes demostrar que son unos espías?... ¿o que siquiera sean peligrosos? –

 

- el chico manejaba una nichirin y al parecer sabia usarla muy bien… no tiene registro en el ejército… no al menos en el nuestro… además, es un omega – lo último era dicho con desprecio – es sabido que el norte usan a omegas para asesinar a nuestros soldados –

 

Shinazugawa era el Pilar del viento y se había ganado ese título a pulso, no como otros miembros que habían heredado esa posición por sus familias. Era por mucho un alfa muy difícil, que no le gustaba ser débil ni tampoco estar en posiciones muy pomposas, siempre alerta, siempre con odio… y no le molestaba, porque eso lo hacía un buen soldado.

 

Como el pilar con más experiencia en batalla y en el fuego, estando más de cinco meses cerca de barricadas, entre azufre y muerte, lo hacía poco sociable y casi nada de tolerante.

 

En especial con omegas.

 

Si aquel omega llegaba a ser uno de esos omegas asesinos, no habría nada que lo protegiera.

 

- no hay nada que pruebe que Kamado-kun sea del norte… y tengo entendido que aquella nichirin le pertenece al alfa Inosuke Hashibira, quien robo las nichirin de uno de nuestros soldados caídos en batalla… ese mal entendido fue resuelto –

 

El alfa de blancos cabellos baja la cabeza… molesto, pero en silencio, porque no había manera de refutar aquello. No podría demostrar que aquel omega tenía alguna relación con el norte. 

 

- con todo respeto patrón… - Iguro captó la atención no solo de Ubuyashiki – aquel omega fue detenido en pleno celo… ¿no es incluso más peligroso que un espía un omega en descontrol?... para mi es bastante sospechoso las atenciones del Pilar del agua con respecto al omega – Tomioka desvió la mirada algo frustrado, sabía que iba a tener problemas con Shinazugawa, porque era un idiota, pero jamás espero que el Pilar de la serpiente metiera sus narices en su contra. – después de todo… Tomioka estaba en el lugar correcto, en el momento correcto y como alfa estaría dispuesto a proteger a un omega aparentemente en riesgo… ¿un omega manipulador para un alfa manipulado?... en cualquier caso… ¿eso no haría de Kamado Tanjiro un omega peligroso? –

 

Obanai era aún más sínico que la misma Shinobu, esta sospechaba algo similar, pero jamás se atrevería a acusarlo sin tener pruebas, algo que el alfa de ojos bicolor había hecho sin la menor duda.

 

Tanjiro se mantenía con la cabeza gacha, sin atreverse a subir la mirada ni un solo segundo, escuchando las voces discutir. El solo quería regresar a casa, con Nezuko, con los niños, no quería estar nuevamente involucrado con el ejército, no quería tener nada que ver con la guerra, menos con esas personas. 

 

La mención del imperio del norte le puso los nervios de punta, sus dedos temblaban ansioso, solo esperaba tener el control suficiente para que sus hormonas no lo delataran.

 

Solo quería que todo es terminara.

 

- ¿Cómo demostrarían qué Tanjiro es peligroso? –

 

Sanemi no pudo evitar una siniestra sonrisa.

 

Sin pensarlo dos veces, jalo del omega hasta ponerlo frente al patrón, Kagaya tenía una herida de guerra que le impedía ver, pero no era corto de imaginación y estaba consciente de lo que pasaba a su alrededor.

 

Las acciones del pilar de viento fueron rápidas, tanto que Tomioka se dio cuenta cuando Tanjiro estaba de rodillas frente al patrón, intento moverse, pero el alfa de ojos bicolor de interpuso. Chasqueo los dientes…

 

Sintió como lo hamaqueaban, encontrándose con el rostro del hombre al que llamaban patrón, alto y paciente, con una sonrisa amable. Sin embargo el aura tranquilizadora de esa persona pudo hacerlo sentir seguro.

 

No lo podía ver, pero estaba detrás de él…

 

Un alfa, un alfa al que no le agradaba, lo expresaba con sus feromonas… tan latentes e imponentes que lo embriagarían con facilidad si el no aguantara el respirar en ocasiones. Tanjiro no sabía que estaba pasando con exactitud, pero sabía que no era nada bueno.

 

Sintió un jalón de cabello que lo obligo a estirar su cuello y mirar unos ojos negros, profundos y sombríos. Sanemi no quito la sonrisa de su rostro en ningún momento, ni siquiera cuando dejo salir un arma diferente…

 

Así como existían alfas extremadamente fuertes, o alfas extremadamente débiles, estaba él, un alfa viril y terco, el cual tenía un aroma particularmente atrayente para omegas. Existían pocos alfas como él, con un aroma extremadamente dulce y adictivo, tan adictivo que incluso un omega que las olía por primera vez podía caer en pre celo… Sanemi Shinazugawa no es cualquier alfa, él es un alfa dominante.

 

Lo que era una pesadilla… ya que el detestaba a los omegas.

 

Pero en ese momento era el cebo perfecto para llevar a ese omega a la tumba.

 

Tanjiro fue embriagado rápidamente, el olor de ese alfa resulta inesperadamente dulce, Tanjiro traga seco y sus pupilas comienzan a dilatarse… el sensible olfato del omega era un arma de doble filo. Giyuu se puso nervioso, aquello era jugar sucio, el olor de alfa de Shinazugawa era difícil de repeler aun para un omega adulto… le querían tender una trampa a Tanjiro.

 

Sanemi sonrió… aquella expresión la conocía, con las mejillas rojas y ojos dilatados. Ese niño tenía un atractivo innegable. Miro de soslayo a un Tomioka que de seguro le sacaría los ojos se atrevía a llegar a más, le divertía la idea si era honesto. Así que sin el más mínimo reparo se agacho detrás del menor y le susurro algo al oído que solo Tanjiro pudo escuchar.

 

Tomioka sujeto el mango de su espada y respiro profundo. Pararía eso, aunque se tuviera que llevar a Obanai y Sanemi en el camino.

 

Pero lo que paso después nadie lo espero.

 

Como su fuera un interruptor que lo despertara de un letargo y sin previo aviso llevo su cabeza hacia atrás tan rápido y fuerte que golpeo a Sanemi, haciendo que su nariz sangrara y terminara por caerse de culo.

 

- ¡me tocas otra vez y te rompo la nariz! – le grito furioso.

 

- tu… maldito… omega – una línea de sangre rueda desde su nariz hasta su quijada, era demasiada sangre.

 

Todos se quedaron en total silencio… y Mitsuri trata de contener una carcajada.

 

- creo que es suficiente… - Kagaya sonrió – creo que Tanjiro demostró que puede mantenerse en total control a pesar de la circunstancia… aunque por tu bien es mejor que Shinobu te facilite inhibidores… no queremos más accidentes – la aludida asintió – aun así Tanjiro Kamado no estas libre de todos los cargos que se te acusan, así que estarás en investigación… quiero que quede claro que esta excepción es por los servicios que diste a la emergencia que se tuvo en la capital… algo que incluso los pilares experimentados les costó controlar… sin embargo debido a estos últimos sucesos les quiero informar que todos los Pilares estarán en investigación - con parsimonia volvió a dirigirse hacia sus Pilares, lo último no le gusto a nadie – Estoy dispuesto a llegar al fondo de estos extraños sucesos… no quiero más muertes innecesarias, así que les pido su mayor colaboración – finalmente Kagaya les sonrió a sus preciados soldados – no se preocupen. Ya que nadie tiene nada que ocultar –

 

Tanjiro trago seco, su cuerpo se congelo… se suponía que esas últimas palabras eran para sus Pilares. Pero aun así él se sintió nervioso de escucharlo.

 

 

-.-

 

 

Inosuke no estaba muy de acuerdo con aquella decisión ¿Qué tenía de mal que pasara la noche en el bosque?... Lo había hecho antes de llegar allí, cuál era el problema con hacerlo de nuevo. Entonces recordó la cara disgustada de Gompachiro… era obvio que quería pelea. Así que termino siguiéndolo, porque Inosuke no dejaría ninguna pelea inconclusa.

 

Después de todo, todos esos betas que intentaron vencerlo no pudieron.

 

Entonces Gompachiro le ofreció comida y primero comería y luego pelearía… para ser un fuerte contrincante era un idiota si recuperaba sus fuerzas. Aclarado ese punto… ¿¡Por qué tenía que estar ese alfa también!?

 

Caminaba al frente, mirando de reojo de vez en cuando a Gompachiro y “ese” alfa con bastante rencor… al menos hasta que se fijó en cierto enano fisgón.

 

- ¿¡que me ves niño!? – Ryoka se escondió rápidamente tras Murata quien caminaba a tres metros de distancia del chico extraño con cabeza de jabalí.

 

Aun no entendía por qué lo habían soltado, pero que lo llevaran a casa eran palabras mayores… estaba seguro que si ese sujeto colmaba la paciencia del señor Urokodaki seria echado a patadas de la finca. Cerró los ojos, rogándole que pasara.

 

Por otro lado Ryoka se asomó desde el costado del beta, mirando curioso las reacciones del autodenominado rival de su papá. Su padre le dijo que era un amigo, así como Zenitsu. Ryoka pensó que su padre hacia amigos muy extraños.

 

- ¿esa es tu cabeza? –

 

- ¡si!... ¿algún problema? – amenaza, intimidante.

 

- es muy genial – pero los ojos de Ryoka brillan al verle.

 

Inosuke se sonroja, sin saber bien que decir, en verdad no esperaba que lo que le dijera lo hiciera sentir como en las nubes. Diablos, solo Gompachiro había logrado algo así en él.

 

- pues claro que soy genial – fue su absoluta y genial respuesta. Tanjiro sonrió, no se preocupaba por Inosuke y los niños, ya que el alfa era como un niño gigante, así que se sentiría como en casa.

 

El viaje a casa había sido un poco incómodo al principio, así que los gritos de Inosuke y los comentarios inocentes de Ryoka habían aminorado la tensión. A pesar que se mantenía al lado de Tomioka ninguno de los dos había dicho una sola palabra en todo el camino, el alfa estaba acostumbrado a no hablar y el omega no quería hacerlo.

 

- lo siento – Tanjiro no podía con la presión del silencio.

 

- ¿porque lo sentirías? – el alfa no le miro, se mantenía serio en todo momento.

 

- por hacer que lo investigaran… debe ser molesto que por mi culpa –

 

- no lo es, así que no lo digas – corto rápidamente. Miro por el rabillo del ojo al menor, quien se veía confundido y algo dudoso de que decirle. El alfa suspiro, teniendo un poco de piedad con él – no es tu culpa –

 

- si, por mi culpa se tomó tantas molestias… incluso cubrir a Inosuke – Tomioka no le diría que jamás intento cubrir al alfa extraño, en realidad lo que puso en el informe fue exactamente lo que paso – siento que tenga que pasar por todo esto por mi culpa… -

 

- yo lamento que hayas tenido que pasar por eso - las palabras que salían usualmente de Giyuu eran indiferentes, pero lo de ahora tenía un ligero tono de rencor – el Pilar del viento me odio… y se desquito contigo -

 

- no diga eso Tomioka-san, en realidad no es del todo su culpa – la lengua se le trabo… ¿Qué era lo que estaba a punto de decir?– digo yo… debí correr… y me quede, yo debí poner a salvo a Ryoka y a Murata, esto es solo mi culpa – detuvo su caminar. Haciendo que el alfa se detuviera y le mirara.

 

Tenía miedo de que Tomioka le odie, de que se alejara… no sabía en qué momento él estaba comenzando a depender tanto de ese alfa. Tanjiro había sido tan cuidadoso, nunca dejaba que alguien se acercara demasiado, pero ahora les debía mucho a esas personas, en especial a Tomioka, jamás se perdonaría que le pasara algo por su culpa… abrió su boca, algo le decía que debía ser finalmente honesto con el alfa.

 

- dime Giyuu… - el Pilar lo detiene, Tanjiro se queda algo perplejo al ver como el mayor se acercaba y con una sonrisa muy leve, casi inexistente si no lo mirabas tan de cerca, llevo una mano a ese rebelde cabello rojizo, descubriendo que era inesperadamente suave.

 

¿Por qué el alfa hacia eso? ¿Por qué se disculpaba? ¿Por qué se sentía tan conmovido que tenía ganas de llorar?... solo le pidió que le llamara por su nombre, como una acción tan simple podía hacer que su corazón quisiera salir de su pecho… ¿Cómo podía merecer a un alfa como él?... una parte de él se sentía inmensamente feliz, esa parte egoísta que intentaba callar cada vez que lo veía, que se sentía bien cuando Tomioka-san se le quedaba viendo y creía que no se daba cuenta. Sin notarlo sus feromonas viajan ligeras por el aire… demostrando lo bien que se sentía al lado de Tomioka.

 

Giyuu le miraba fijamente, sin perder un solo detalle de ese rostro, de esos ojos grandes y expresivos, de esa marca en su frente que lo hacía tan diferente, de esas mejillas rojas, buscaba un contacto más cercano con ese omega… algo en él llamaba a su alfa con fuerzas, su rostro estaba muy cerca del suyo.

 

- Gi… - quería decir su nombre pero su garganta estaba oprimida por todos sus sentimientos. – Gi… -

 

- ¡Giyuu! –

 

El grito los separo como si se tratara de un resorte.

 

- Makomo… - de sus labios salió el nombre de una desconocida y Tanjiro solo pudo bloquear sus feromonas de la impresión.

 

Era una joven, capaz de la edad de Tanjiro, corriendo hacia ellos con el rostro preocupado.

 

- gracias al cielo que te encontré de camino… - se detiene en medio de la carrera – Urokodaki-san mando un cuervo… hay una emergencia – tomo la mano del mayor, jalándolo para que apresurara el paso – ¡el omega Zenitsu entro en labor de parto! –

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

Este capítulo fue particular mente difícil por que no estaba conforme como estaba antes, así que lo modifique hasta que me gusto. Espero que a ustedes también les guste ya que quedo más largo de lo normal.

 

¿Por qué Obanai y Sanemi están tan empeñados en hundir a Tanjiro?... ¿Por qué Shinazugawa le tiene tanto rencor a los omegas?... Bueno, Tanjiro se salvó de chiripa… pero ahora hay otra cosa más urgente… ¡él bebe de Zenitsu está por nacer!... nooo, es demasiado pronto. Aun no lo proceso, pobre Zenitsu… ah, y apareció Makomo XD.

 

El siguiente es un capitulo intenso. Y está seguro que es para el fin que viene. nos estamos leyendo.


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