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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Que emoción!! XD el capítulo 19 ya listo 

Capítulo 19: Omega de compañía

 

 

Shinobu había roto la promesa que le había hecho a Tomioka, esa en la que prometía no meter sus narices más de lo debido en sus asuntos.

 

¿Pero que podía hacer?... Makomo la había llamado en motivo de emergencia y después de verla salir con esa cara tan preocupada supo que había hecho bien en ir a la mansión de Urokodaki.

 

- ¿Qué ocurrió? –

 

- vera… Tanjiro-kun y sus amigos… - su mirada se desvió, Shinobu alzo una ceja, estaba escogiendo las palabras adecuadas para decirle cuando una chica salió disparada, pasando de ellas. – ¡no otra vez! –

 

Pronto se encontró yendo tras su pupila, quien había atrapado a la joven por poco. Fue arrastrada de mala gana mientras se quejaba como una niña pequeña, entre patadas y malas miradas.

 

- deberías tranquilizarte – le dice la pilar para tratar de calmar a la joven que no parecía estar de buen humor.

 

- ya hablamos de esto Nezuko-chan… no puedes ir tras ellos – Makomo estaba bastante molesta, no había manera que entendiera, y eso que le hizo traducir a Ryoka la orden… y enseñársela para que ella se la pudiera repetir – no los puedes seguir

 

- ¿Por qué no?

 

- ya te dije que no estas ayudando a nadie con ir a perseguirlos… y hasta aquí llego el tema – la mayor la regaño de nueva cuenta y ella simplemente se cruzó de brazos y la ignoro. – A veces hablar contigo es como hablar con una pared – Nezuko era bastante testaruda.

 

Shinobu observa todo en completo silencio y sonrie nerviosa, de donde había salido aquella niña.

 

- ¿Makomo?... que está pasando aquí – volvió a preguntar.

 

- maestra… vera, ella es Nezuko-chan, no sé si ya lo sabía, pero ella es la hermana menor de Tanjiro-kun, vive con Urokodaki y los hijos de Tanjiro-kun… sé que todo esto es muy repentino, no se suponía que le diría esto de esta manera – le lanza una mirada acusadora a la Kamado, ella se hace la desentendida – y sé que Giyuu me matara después pero necesito de su ayuda – Shinobu aún no suelta una sola palabra, pareciera que Makomo solo descansa su parloteo para tomar aire. – Zenitsu Agamatsu huyo de la casa, aún no sabemos a dónde, Tanjiro e Inosuke fueron tras él, pero por alguna razón a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de que se llevaran a la bebe de un poco más de una semana de nacida – Makomo no deja de ver a la indignada omega, quien aunque no escuchaba nada podía darse una idea de lo que decía.

 

Nezuko era el secuas número uno del chico bestia.

 

El pilar trata de asimilar la mayor parte de la información, pero solo podía concentrarse en dos palabras… Hermana e hijos… ese condenado de Tomioka tenía muchas cosas que aclararle.

 

- los ayudare… - la mayor sonríe y los ojos de Makomo brillan. No tenía la menor idea de que Kocho se cobraría caro ese favor. – después de todo no creo que puedan llegar muy lejos dentro de unas horas –

 

- ¿Cómo así? –

 

- ese chico tiene cuanto de haber dado a luz… ¿diez días? ¿Once? – La mayor suspira – es algo común que los omegas jóvenes vuelvan a su ciclo regular de celo entre diez a quince días después del parto, sus cuerpos se aseguran estar siempre listos para la fecundación… creí enseñarte eso en tus practicas Makomo-chan – la omega se apena ante el regaño - es posible que no ocurra nada mientras se mantenga en un lugar lejos de alfas o no consuma nada que alteren sus hormonas –

 

 

-.-

 

 

Estaba rodeado de alfas y como si fuera poco todo el vagón estaba inundado de sus feromonas, todos intentaban ganarse la atención de los omegas y betas que servían de compañía.

 

Gracias al cielo la mayoría pasaba de él, Zenitsu daba señales claras de no querer que se le acerquen. Tampoco es que estaba en las mejores condiciones, el insomnio le había dejado muchas ojeras y esos últimos días había bajado mucho de peso al negarse a comer… no era bonito, ni agraciado y esperaba que aquello alejara a idiotas indeseados.

 

Pero hablo muy pronto.

 

- ¿quieres un poco? – vio como un joven le extendía una botella de sake, el rubio miro de reojo a una mujer de mediana edad.

 

Aquella señora le dio una mirada fría de advertencia, debía comportarse frente a los clientes si quería pasar desapercibido en su grupo. Ese era el trato y Zenitsu debía cumplirlo. Arrugo el entrecejo cuando tomo de la botella y probó el amargo sake hasta acabarse casi toda la botella.

 

- ¿tienes más? – pregunto con las mejillas enrojecidas por el alcohol. – Solo te dejare sentarte conmigo si traes más – le advirtió, en respuesta el joven sonrió animado

 

- sí, claro que si - sonrió bastante amable y trata de ofrecerle más al rubio, cuando la botella se le fue ágilmente arrebatada. – ¡oye!–

 

Omitsu era una mujer astuta y adivino el plan del Agamatsu al instante, sujeto la botella con autoridad, a ningún alfa le gustaba una compañía altanera desaliñada y que olía a alcohol, debía cuidar la imagen de su mercancía.

 

- lo lamento joven soldado… pero nuestros chicos de compañía no deben beber tanto, queremos evitar malos ratos para usted – Zenitsu gruñe por lo bajo, esa vieja era una pesadilla – le tenemos una selección mucho más sutil… es un té especial y sus resultados son muy buenos – Asquerosa gárgola, arruinando sus planes de emborracharse hasta perder la conciencia.

 

El joven y tonto alfa ni siquiera pregunto, simplemente pago la tarifa del odioso té, que para conveniencia de Omitsu, era más caro que el sake.

 

Zenitsu no quería tener sexo, solo quería pasar desapercibido hasta llegar a la primera estación donde pudiera dejar ese odioso tren. Los ojos del joven se le quedaron viendo, el chico era simpático, hablando honestamente era atractivo, un poco más alto que él y con un aura que inspiraba confianza, para colmo era un alfa, la clase de hombre que más odiaba Zenitsu.

 

- pide todo lo que quieras – aquel joven paso un brazo por sobre el hombro de Zenitsu – invito yo –

 

Zenitsu se vacía la taza entera de un trago, tenía un olor un tanto raro, pero lo paso por alto ya que estaba molesto, si ese chico bobo quería presumirle, entonces lo complacería, lo dejaría sin un centavo.

 

- estás loco si quieres gastar tanto dinero en mi – Zenitsu tiene ganas de mandarlo a bolar, pero ya se acabó su segunda taza de té y los humos se le bajaron un poco, supuso que no hacía daño charlar un poco.

 

- un omega no debería preocuparse por el dinero… un alfa como yo gana lo suficiente como para satisfacer sus necesidades y la de su omega… - se relaja al ver al lindo y pequeño omega bajando la guardia, esa mujer tenía razón, él te funcionaba incluso mejor que el alcohol.

 

- que afortunados son… - dice Zenitsu sarcásticamente. – por su puesto… ¿Qué alfa no lo es? –

 

El joven soldado sonríe con sorna y se acerca al oído de Zenitsu con voz algo ronca. Al parecer el rubio no era el único con unos tragos de más.

 

- ese sujeto – apunta hacia una dirección con la botella en mano – ese alfa definitivamente no es afortunado -

 

El joven apunta a una esquina del vagón, algo alejada de ellos, donde nadie se pasaba ni de broma, eso era curioso, porque el vagón estaba lleno de entusiasmados idiotas adolescentes que disfrutaban del servicio y la atención de omegas como él.

 

Zenitsu trago seco.

 

- ¿Qué hizo para que lo ataran así? –

 

- jeje… la pregunta es… ¿Qué no hizo? -

 

Amarrado como si fuera un criminal se encontraba un sujeto alto, con músculos grandes para lo joven que era, su cabello era largo, pero con un corte extraño en la base… Zenitsu no mantuvo mucho contacto visual, el sujeto tenía una mirada intimidante que helo su piel.

 

Así que decidió tomar otro largo sorbo mientras el idiota presumido se acercaba mucho para su gusto, necesitaba lo que sea que tuviera esa bebida para lidiar con esa clase de idiotas. Estaba rodeado de muchos alfas jóvenes, tontos y ansiosos por ser adultos, eso era lo que pasaba cuando ibas a la guerra… pobres ilusos. Los omegas en cambio eran más listos, estaban dispuestos a sacarles todo el dinero que les sea posible.

 

A Zenitsu poco le importaba, solo esperaba pasar la estadía del tren tan ido en si con esa bebida que las estupideces que salieran de su boca de ese imbécil les pareciera graciosas, tal vez así dejaría su culpabilidad aun lado al menos un par de horas antes de que llegara el momento de bajar.

 

Pero no pudo calmarse… ese escalofriante alfa no le dejaba de mirar.

 

 

-.-

 

 

- ¡delicioso!... ¡realmente delicioso! -

 

- Rengoku-san… la reunión es por aquí – el subordinado ignora que ya ese es el quinto bento que el Pilar se ha comido.

 

- bien… ¿Qué hay con el par de intrusos que se subieron al tren en último minuto? – Rengoku escucho de ellos mientras cenaba, le pareció cómico pensar en que algunas personas estaban lo suficientemente locas como para asaltar un tren lleno de fuerza militar.

 

- bueno… aun los estamos buscando – dijo con un poco de nervios el joven mensajero.

 

El chico estaba muy tenso y bastante nervioso, Rengoku lo podía notar a simple vista. Así que le dio un par de palmadas…

 

- no hay de que asustarse… no los voy a reprender por una ligera falla de seguridad, ¿Cuál es tu nombre? –

 

- Takaharu –

 

- bien Takaharu… llévame con el general Hairo y los demás – sonríe con energía – y no te preocupes, mientras yo esté aquí prometo que no les pasara nada –

 

Aquellas palabras salieron con mucha confianza y seguridad, puede que por esa razón el joven Takaharu se calmara un poco, el Pilar de la llama era una muy buena persona.

 

La caminata fue tranquila, mientras que Rengoku comentaba muchas posibilidades para atrapar a los intrusos, los minutos pasaron y la tención comenzó a palparse, algo no estaba bien.

 

Detuvo sus pasos.

 

Llevo sus ojos dorados al fondo del pasillo… Era leve, pero sus sentidos y reflejos estaban lo suficientemente entrenados como para reconocer que aquella persona no tenía buenas intenciones.

 

- no estamos yendo hacia la sala de reuniones – la voz profunda de Kyojuro se dejó escuchar, haciendo temblar al joven de pies a cabeza.

 

Hairo abre la puerta de aquella sala, el olor inundo sus narices al instante extendiéndose por todo el vagón, no se podía ocultar.

 

- vaya… vemos que el título de Pilar de Rengoku-san no está de adorno – el general bota la colilla que estaba fumando – bien cabo, puedes retirarte –

 

El chico no lo pensó dos veces para salir huyendo con la cabeza gacha de la vergüenza.

 

- así que tú eres el general Hairo – Rengoku lo deja ir, después de todo, Hairo era un problema mucho más grande.

 

Kyojuro no era de creer en los rumores, pero estos no dejaban de llegar, de que el ejército estaba corrupto desde arriba, de que los Pilares se hacían la vista gorda mientras tuvieran beneficios, dejando hacer a los genérales, capitanes y tenientes los que les vinieran en gana. Muchos delitos pasaban por debajo de la mesa, ttrafico de sustancias, personas, armas…

 

Uzui se lo advirtió antes de tomar la misión por él, que debía actuar con cuidado.

 

Rengoku no lo entendió…tampoco lo entendía ahora.     

 

Manchar su honor de esa manera, aprovecharse de las personas tan vil mente, eso no pertenecía al deber de un guerrero.

 

- es correcto Rengoku-sama… no se ve muy contento de estar aquí –

 

- ¿Por qué lo estaría?... es obvio que todo lo que dicen de usted es cierto –

 

- la gente habla demasiado, Rengoku-sama… yo soy un hombre de acciones y me defino por ellas – chasqueo los dedos y sonríe mientras que el joven Pilar empuñaba su espada en defensa – y por mi experiencia, todos tienen una debilidad… ¿Cuál es la suya Rengoku-sama? –

 

Alguien salió de aquella habitación, pasando de Hairo y caminando lentamente hacia Rengoku. Sus ojos se dilataron en sorpresa, parecía que había dejado de respirar de repente.

 

Justo frente a él estaba un joven, apenas llevaba encima una bata que cubría su pecho y un poco de sus piernas. Era pequeño, con un cabello rojo por sobre sus hombros, con mejillas sonrosadas y ojos rojos que le miraban sonrientes… lucia igual a como le recordaba.

 

- tu… ¿qué haces aquí? – soltó la empuñadura sin dejar de ver ese menudo cuerpo bastante impresionado.

 

Aquel niño se acercó al Pilar y sujeto con ambas manos su rostro, Renguko ya no tenía más palabras.

 

Hairo sonrió victorioso, el hombre tenía carrera militar impresionante, con logros sobre el campo incontables, sin embargo nunca pudo llegar al cargo de Pilar, era un alfa y nunca pudo superar las duras pruebas de ser un Pilar, a pesar de su esfuerzo y dedicación, un niño alfa fue nombrado su superior, personas más tontas y con menos logros ahora le daban órdenes.

 

Entonces solo le quedaba humillarlos y manipularlos.

 

Los ojos de ese alfa estaban hipnotizados por aquel joven omega. Kyojuro se tornaba cada vez más tenso, lo tenía tan cerca en ese momento, tan cerca que dudaba en tocarlo.

 

- Enmu… tráelo a la fiesta con nosotros –

 

El chico sujeto la mano del alfa y este lo seguido dócilmente sin perder un solo movimiento del omega. Atravesaron una puerta donde todo se tornó totalmente diferente… Era un ambiente algo pesado, lleno de feromonas por todas partes, era una fiesta de aromas atrayentes y pesados, una verdadera droga que embriagaba de placer por cuerpos jóvenes y suaves.

 

Pero a Rengoku no le importo en lo más mínimo lo que los generales estuvieran haciendo con aquellas personas.

 

No noto que ese omega en realidad no era quien creía que era…

 

Estaba enceguecido por sus deseos.

 

Los ojos verdes aguamarina sonrieron maliciosamente, sujetando el rostro varonil entre sus manos.

 

- he estado esperando por usted…  Rengoku-san -

    

 

 

Continuara…

Notas finales:

Zenitsu cada capítulo está peor… ¡amigo date cuenta!… ¡Rengoku, ese no es quien tú crees que es!... ya no sé cómo afrontar esto T.T

¿Quién será ese alfa misterioso que no deja de mirar a Zenitsu? ¿Por qué Uzui permitía esas cosas si era un Pilar? Estas y otras preguntas más tal vez no sean respondidas para el siguiente capítulo.

El próximo capítulo está pensado para el 20 o 21, depende de la disponibilidad del tiempo.   


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