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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Aquí eh vuelto después de un tiempo para subirles el capítulo 26, disfrútenlo.

Capítulo 26: Desesperación…

 

 

El eco del agua era lo único que podía escuchar en esa habitación, la sombra que daba la única fuente de luz que apenas tocaba sus pies se hacía más grande. No tenía que ser un genio para saber quién era esa persona.

    

- veo que aún no te has muerto… eres más resistente de lo que pensaba – aquella voz lúgubre le hizo temblar y encogerse en sí. Aun así no podía ocultarse de esos ojos que parecían verlo todo… - Kaigaku –

 

Kokushibo le miro allí, tirado en el piso, al último pupilo que le quedaba… era demasiado patético.

 

Cuando Akaza regreso con el no quiso siquiera irlo a ver, dejo que los hombres de Muzan se encargaran de torturarlo y sacarle toda la verdad de lo que les pudo decir a los pilares. Bastantes días pasaron, pero Kaigaku no dijo una sola palabra, exigiendo solo una cosa para confesarlo todo.

 

Y por eso él se encontraba allí…

 

Quería escucharlo.

 

Pero aquella visión solo daba lastima.

 

Kaigaku era un alfa de fuerte contextura y ahora estaba famélico, con cortes entre sus dedos, tobillos, muñecas y gargantas… con tres dedos roto y la mitad de una oreja.

 

Quien le hizo todo aquello de seguro es alguien sádico. Pero las filas de Muzan estaban llenos de gente así…

 

- Maestro – intento moverse en vano, las cadenas lo sujetaban fuertemente de los tobillos – no… no los traicione – dijo con la voz seca por deshidratación o por el dolor.

 

Pero Kokushibo no creía en sus palabras, después de todo, el llego a traicionar un bando en un primer momento, nadie podía decir que no volvería hacer lo mismo, Kaigaku no era alguien de fiar. La única razón por la que ese niño había llegado bajo sus manos fue por su tenacidad y ambición…

 

Pero hasta alguien como Kokushibo podía reconocer cuando estaba frente a un cobarde.

 

- no vine para escuchar excusas – le cayó - ¿Por qué solicitaste que viniera? –

 

Las amarillas lo fulminaron… haciendo que el menor tragara seco.

 

- debe prometer… sacarme de aquí – listo y avaricioso dijo sus condiciones.

 

- ¿Por qué habría de cumplirte algo tan absurdo después de tu fracaso? –

 

Kaigaku subió su mirada verdosa, con una ligera sonrisa de superioridad, al mayor le dio asco esa cara.

 

- porque tengo algo que usted desea… - Kokushibo entre cerro los ojos en duda… normalmente era más cuidadoso, podía ser una trampa, podía ser una manera de encontrar al traidor dentro del norte… ¿Por qué habría de confiar en el de nuevo? – algo que Muzan desea –

 

- ¿de qué hablas? –

 

- le daré ventaja sobre el mismo Muzan… Maestro – Kokushibo ya había escuchado suficiente queriendo salir de allí – le diré dónde está el omega de los pendientes Hanafuda –

 

El mayor se detuvo en seco…

 

No podía ser, nadie sabía dónde estaba ese niño.

 

- estas mintiendo –

 

- no… incluso sé que alfa lo protege -       

 

 

-.-

 

 

No esperó poder abrir los ojos de nuevo y ver el sol relucir otra vez…

 

No esperó estar con vida al final… pero allí estaba, se habían apiadado de él dándole una segunda oportunidad.

 

Los días pasaron y fue recordando porque estaba allí y por qué había perdido un brazo. Senjuro lo visitaba todo el tiempo que podía, cada día mejor que el anterior al ver que su preciado hermano mayor se iba recuperando. No le sorprendió de ver a su padre, ya se esperaba que los rumores de su misión llegaran a los oídos del estricto anciano, para Shinjuro era un fracaso de alfa que había dejado morir a sus compañeros y para colmo perdió un brazo…

 

Difícilmente volvería a levantar una espada de nuevo.

 

Incluso era probable que perdiera su título de Pilar también.

 

Kyojuro estaba más consiente que nadie de las consecuencias de sus acciones y estaba dispuesto a enfrentar lo que viniera. No se arrepentía, porque lo había protegido a pesar de todo.

 

- es extraño que tú seas el problemático aquí… ¿sabes? – aquella voz lo saco de sus pensamientos.

 

Shinobu no era alguien de mucha paciencia, aun así logro reunir bastante, especialmente porque no tenía que estar allí.

 

- lamento que haya tendió que encontrarnos de esta manera – el alfa la miro con una sonrisa radiante.

 

La omega pensó que estaba demasiado feliz para la situación en que se encontraba.

 

- entonces tomas tus medicinas y deja de malgastar mí tiempo innecesariamente - Las enfermeras no supieron que hacer cuando el alfa más glotón que hubieran visto jamás comenzó a dejar de comer, se negaba a tomar su medicina y evitaba que lo examinaran, no tenían otra opción más que recurrir a Kocho-sama, quien sabía cómo tratar a pacientes difíciles.

 

- ¿Dónde está el joven Kamado? – Kyojuro no se anda con rodeos, la pregunta descoloca a Shinobu, quien ni siquiera imaginaba que el rubio pudiera preguntarle por Kamado-kun.

 

Kyojuro no era estúpido, era obvio que algo estaba pasando a sus espaldas, después que estuvo en condiciones de dar declaraciones sobre el desastre de la misión, se dio cuenta que era muy posible que Hairo no fuera el único dentro de las filas que tuviera contacto con las personas del norte, no podían confiar en cualquiera.

 

Sin embargo Kocho no era alguien cualquiera. 

 

- creí que pensabas que era un espía – Shinobu se cruzó de brazos - ¿Por qué de repente tan interesado por Kamado-kun? –

 

- me preocupa su bienestar – 

 

Kocho le mira, se mantuvo un momento en silencio, analizando esa actitud tan poco propia del alfa. Después de todo, Rengoku no era de los que tenían segundas intenciones, era alguien súper básico hasta la medula.

 

Pero decir de repente que le importaba el bienestar de Kamado… era simplemente extraño.

 

- ¿me quieres decir que de la noche a la mañana te preocupa el omega por el que votaste ejecutar?... lo siento, pero no tengo información para ti Rengoku-san – ella suspira y está a punto de retirarse, pero el alfa la detiene de un brazo.

 

- ¡no quiero hacerle daño! – Kyojuro no puede dejar que se vaya, no sin que lo ayudara. Tenía noches que no dormía bien, sus ojos ojerosos y su sudor eran prueba de su desesperación.

 

Shinobu no era una crédula que podía engañarla con simples palabras… pero las pruebas estaban allí ante sus ojos. Las condiciones de ese alfa comenzaron a decaer rápidamente de la nada. Dos días de negarse a comer y tomar medicina no lo dejaban en ese estado de decadencia, ella tenía una teoría, pero era muy poco probable.  

 

- bien – suspiro y dio media vuelta – está en este mismo edificio – los ojos dorados brillaron ante la posibilidad de poder verlo – pero está bajo una enorme vigilancia y en total aislamiento… nadie, ningún Pilar a parte de mi puede verlo – ella noto sus intenciones, no sabía por qué, pero algo le decía que Rengoku podía serle de ayuda, después de todo, ella no fue a ver al alfa por simple altruismo – Rengoku-san… si sabes algo que ignoremos sobre lo que ocurrió en el tren será mejor que me lo digas en estos momentos –

 

- ¿Qué ocurre con el joven Kamado? –

 

Tal vez se estaba volviendo paranoica, pero aquella expresión siniestra que a veces aparecía en el rostro de Tomioka ahora estaba en el de Rengoku. De el Pilar del agua lo entendía, era el sentido de protección de un alfa hacia su omega.

 

Que dos alfas Pilares resultaran estar colados por el mismo omega… no auguraba nada bueno.

 

Pero claro, solo era una suposición… ¿Verdad?

 

 

-.-

 

 

Fue la semana más pesada que hubiera tenido en mucho tiempo… Tomioka tenía un rostro de total disgusto mientras iba de camino a la mansión de Urokodaki, debía mantenerlo informado después de todo.

 

Pero era imposible ocultar su molestia.

 

Tanjiro y sus amigos habían complicado más la precaria situación en la que estaban, la huida de Zenitsu fue la decisión más estúpida que pudo tomar y la presencia de Inosuke y Tanjiro en ese tren no mejoraron las cosas.

 

El Pilar del agua no sabía cómo es que Iguro se enteró de todo, del tren que fue infiltrado, de los planes de colisión… incluso fue el primer Pilar en mover sus fuerzas para ayudar a los sobrevivientes, sin embargo un solo Pilar no tenía autorización de mover tantas fuerzas, Tomioka se enteró después que Shinazugawa metió su nariz en el asunto.

 

Así que terminó siendo totalmente contraproducente que esos tres fueran encontrados en un tren atacado por gente del norte justo después de que días antes fueran avisados que participarían en un interrogatorio por el accidente anterior.

 

Se vio como si se estuvieran fugando.

          

Acusaciones que Iguro no dudo en lanzar en la última reunión de Pilares, dándole el derecho de poner a los sospechosos en custodia de su gente a la fuerza y quitarle una recién nacida a su padre omega.

 

Incluso entre los Pilares, muchos creyeron que era una barbaridad lo que el Pilar de la serpiente había hecho, para otros esos omegas eran peligrosos y se debía hacer lo necesario para mantenerlos bajo control.

 

Tanjiro fue el único de los tres que no cayó en manos de la gente de Iguro gracias a sus heridas que lo llevaron directamente a un hospital. Lo cual tampoco le gusto a Tomioka… solo pudo estar tranquilo cuando Shinobu le afirmo que mantendría al omega lejos de las garras de Shinazugawa e Iguro todo el tiempo que le fuera posible.

 

Lastimosamente, no podía decir lo mismo de los otros dos.

 

Y mientras más avanzaban los días, más incierto era el futuro de Tanjiro y sus amigos. 

 

Lo que más desesperaba a Giyuu es no poder ver al omega, no sabía en qué condiciones estaban sus heridas, si era algo critico o solo algún hueso roto, si estaba bien o se encontraba asustado. Era realmente molesto que no pudiera hacer nada por Tanjiro.

 

A pesar de ser el Pilar del agua, no podía liberarlo solo, debía convencer a otros Pilares de que abogaran por la inocencia de Tanjiro y solo Kocho estaba de su lado… o eso creyó.

 

Gruño de tan solo recordar la alternativa que le había dado aquella mujer.

 

Aquel no podía ser su única opción… debía buscar otra solución.

 

- ¡Giyuu-san! – una voz infantil lo llamo, pero tan solo se dio cuenta quien era cuando aquellos pequeños brazos se aferraron al mayor con toda su fuerza - ¿¡dónde está mi papá… Giyuu-san!? –

 

Ryoka no lo soltaba, desesperado por aferrarse a él.

 

Tomioka no entendía lo que estaba pasando cuando Nezuko y Makomo salieron tras el niño, viéndose bastante preocupadas.

 

- no puedes escaparte así de nuevo Ryoka – Nezuko fue la primera en llegar, haciendo señas como loca al encontrar al niño aferrado al Pilar – discúlpate con Makomo… estaba preocupada -

 

- Ryoka-kun… no puedes salir corriendo de esa manera -

 

- ¡Mentirosas!... ¡las dos me mienten!... ¡quiero ver a mi papá ahora! –

 

Ryoka en cambio no se iba a separar del alfa hasta que le dijeran la verdad, no era justo, puede que sus hermanos no entendieran nada, pero el aun podía acordarse de ese extraño niño que quiso llevarse a su papá… todos pensaban que él era muy pequeño para comprenderlo, pero su papá estaba en peligro y él debía hacer algo.

 

Tomioka vio al niño que normalmente era tranquilo y apacible como perdía los estribos. Gritarle a su tía o acusarla de algo así, ese no era Ryoka…

 

Sus ojos rojos estaban furiosos y sus pálidas manitas se aferraban a su uniforme. Era pequeño, pero un olor acido salía levemente de él…

 

Giyuu conocía ese tipo de sentimiento, el de la impotencia por no poder proteger a alguien, el de perderlo y no poder hacer algo por ello… si antes no era obvio, ahora sí.

 

Ryoka era un alfa.

     

Y en esos momentos solo confiaría en otro alfa que le despertara confianza y familiaridad… Makomo los observo a los dos juntos por primera vez y pensó que era imposible que ellos dos no estuvieran relacionados de alguna forma.      

 

 

                                

Continuara…

Notas finales:

Agradezco su paciencia y esperemos que para el domingo 21 se tenga el capítulo.   


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