Las funciones de un alfa eran muchas, pero entre ellas no estaba la de ayudar en partos y justamente por eso, todos los alfas se encontraban fuera de esa puerta, escuchando los gritos exasperados de Zenitsu… quien no se escuchaba muy contento.
- ¿no entiendo por qué no puedo entrar a ayudar a Monitsu? – refunfuñaba como un niño pequeño.
- ¿has ayudado en un parto antes? – Sabito pregunta, aun dudando si esa cabeza de cerdo era un sombrero o era parte del cuerpo de ese extraño chico.
- algo así… - todos se sienten intrigados ahora… Incluso Urokodaki, quien ignoraba a ese extraño inquilino por salud mental – el parto de un cerdo no debe ser diferente a los de humanos –
Después de eso decidieron ignorarlo por completo.
Murata apareció frente a ellos, azorado y con un tobo grande de agua hervida, como lo había pedido Makomo. Ignorando al grupo de espectadores que estaban ansiosos por alguna noticia y entrando al cuarto rápidamente.
- MALDICION TANJIRO… ¿POR QUE ME HACES PASAR POR ESTO? – Zenitsu estaba furioso, sentía dolor por todos lados y sudaba a montones. Pero el solo decía que era una falsa alarma… no entendía por qué no le creían - ¿¡por qué Nezuko-chan es inesperadamente fuerte!? –
Nezuko le miraba totalmente seria, mientras sostenía ambos brazos del omega contra el tatami para no dejarlo escapar.
- no lo sueltes Nezuko – ordeno el pelirrojo
- ujum –
- ¿¡que tú no eras sorda!? –
- lee los labios Zenitsu… ahora… déjate revisar – Tanjiro estaba en la parte baja, sujetando el vientre que estaba muy tenso, por más que Zenitsu lo negara… tenia demasiado síntomas para ser una falsa alarma – Makomo no va a poder saber los centímetros de dilatación si no colaboras –
- ¡no estoy en labor de parto!... ya te dije – su respiración era agitada – los gemelos derramaron agua en el piso, yo solo me agache a limpiarlo… no saldrá, este bebe no saldrá –
Los ojos ámbar se dilataron de solo recordar ese momento, le daba pavor. En realidad sintió el momento en que su fuente se rompió, como si algo bajara desde su espina dorsal hasta su bajo vientre, sintió la humedad en sus piernas y se asustó… sintió un miedo horrendo y trato de ocultarlo. Pero Nezuko lo había visto todo, esperaba que no hablara, pero ella había visto demasiados partos. Los de su madre y los de su hermano… ella pudo saberlo al instante y con solo dos palabras firmo su sentencia… “Zenitsu… Parto”
- intentar negarlo no evitara que pase… - Tanjiro trato de razonar, pero Zenitsu era bastante terco.
Makomo intentaba hacer su trabajo, tomo temperatura, pidió los implementos e hizo un calmante para poder tranquilizarlo, pero ese omega se negaba a tomárselo. Más de allí no podía avanzar, si no tenía acceso a sus partes íntimas no podía hacer mucho más.
- claro que si… este bebe no saldrá si yo no quiero –
- no seas absurdo Zenitsu… el morirá y tú también si no sale cuanto antes –
- ¡pues entonces lo hare!... ¡moriré con él y esta pesadilla terminara! – los gritos se detuvieron, Tanjiro no podía creer las palabras que salían de su boca. Las lágrimas de Zenitsu comenzaron a salir de la desesperación y el miedo que le provocaba ese momento.
Lo que Tanjiro temía estaba pasando, lo que sea que había vivió Zenitsu lo había sobrecogido y ahora solo negaba lo que estaba pasando. El rubio no quería que naciera ese bebe, sin importar poner en riesgo su propia vida.
Un grito fuerte rompe ese silencio…
Una contracción y era una muy fuerte, que inmovilizo su cuerpo y permitió que Makomo hiciera su trabajo, sin pensarlo demasiado, Tanjiro ayudo a que abriera sus piernas y la chica tomo el atrevimiento de meter sus manos. Ya no había vuelta atrás, aunque Zenitsu lo negara.
- está en diez… tiene que pujar – informo con una cara preocupada.
- Zenitsu debes pujar – su amigo le habla, pero este no le mira - ¡Zenitsu! –
- ¡no lo hare! – grita.
- ¡debes hacerlo! –
- ¡te dije que no nacería Tanjiro! – cierra sus ojos, el dolor que le presionaba todo su vientre le invitaba a pujar, pero el rubio negaba.
- ¡si no lo hace lo abriré!... – advirtió la chica, Makomo era una médico en práctica y había ayudado en dos partos. Kocho solo le enseño una regla, lo que importaba era la vida que nacería, pasara lo que pasara esa era la prioridad.
El pelirrojo ya estaba furioso con su amigo… ¿Cómo podía ponerse tan caprichoso en ese momento?... con mucha molestia sujeto el rostro del rubio, obligándolo a mirarlo.
- escúchame Zenitsu… deja de ser un maldito egoísta por un segundo… ¿de acuerdo? – los ojos lloroso no podían dejar de derramar lágrimas, toda esa situación lo superaba – decides después que se hará con él… pero tiene que nacer y si no nos ayudas te obligaremos, no dejare que te mueras y tampoco dejare que muera tu bebe, así que tú decides –
Zenitsu quería contestarle, gritarle que no era suyo, que ese bebe era solo una cosa que estaba allí y nada más. Pudo ver si abultado vientre, todo lo que había crecido, los últimos meses había sido imposible ignorar el inquilino que permanecía con él… no lo quería, de verdad no lo quería… pero no estaba seguro de querer que muriera.
- está bien…- dijo entre rendido y asustado – pujare –
Fue un parto largo, arduo y exhausto… pareciera que aquel bebe tampoco quería salir, aferrándose al omega. Pero después de gritos y muchas maldiciones Tanjiro sonrió cuando escucho ese llanto, fuerte y alto.
- tiene buenos pulmones – rio… mientras veía como Makomo sujetaba a un gran bebe entre su manos.
- es una niña – ella sonrió mirando ahora al omega - ¿quieres…? –
- llévatela – aquella palabra corto el buen ambiente de ese momento – no quiero verla, solo llévatela – ahora el rubio se tapaba los ojos con el ante brazo, Nezuko lo había liberado. Su voz se quebraba a cada berrido que escuchaba de esa bebe - ¡que te la lleves! – sus lágrimas eran cada vez más.
El llanto de ninguno de los dos paraba. Ambos adoloridos, una bebe que pedía consuelo con lo único que sabía hacer y un omega que negaba lo que le pasaba, al escuchar a esa pequeña bebe solo era un doloroso recordatorio de lo que sufrió, de cómo fue usado por aquella persona, como jugaron con sus sentimientos para luego ser abandonado.
Zenitsu cubrió su cuello mientras les daba la espalda. Tanjiro pudo verlo tan solo por un segundo, roja y llamativa, aquella marca que llevaba en la nuca.
-.-
Makomo fue la primera en salir a dar las noticias, pero se veía nerviosa ya que no estaba muy segura de que fueran todas buenas.
- ¿Monitsu está bien? – Inosuke no era como todos esos alfas desconocidos, el conocía a Zenitsu tan bien como a Tanjiro, así que no le molesto empujarlos a todos para ser el primero en saber el estado de su amigo.
- ambos están bien – a pesar de que sus palabras fueron lo que esperaban escuchar, su tono era preocupante – físicamente están muy bien – se corrige – la beba peso casi tres kilos y medio, es bastante gordita, es fuerte y nació a término…el omega, él es el problema –
- ¿puedo entrar a ver? – el de cabeza de cerdo la interrumpe, se ve genuinamente preocupado, pero Makomo no sabía si eso le haría bien a su paciente.
- no creo que –
- Inosuke… - Tanjiro le llama desde la puerta y este va con él, ignorando ahora a la chica – puedes pasar, pero debes quitarte la máscara y nada de gritos – el pelirrojo le sonríe – estoy seguro que se alegrara de verte –
El chico asiente y con algo de fastidio sujeta la máscara para quitársela. Todos se sorprender al ver el rostro de aquel muchacho, era de un pulcro blanco, enormes ojos verdes y de cabello lizo… parecía el rostro de una mujer. ¿De verdad aquel chico era un alfa?
- que ocurrió con Zenitsu - la pregunta los despabila, Urokodaki quería saber todos los detalles.
- bueno… la verdad es que creo que nadie espero que tuviera una marca - para Makomo su reacción era todo un misterio al principio. – el parecía renuente a que la bebe naciera… creo que tenía miedo de que su marca reaccionara. Al final no estoy segura si paso o no, pero lo cierto es que Zenitsu está en shock… no quiere saber nada de la bebe, tampoco acepta los medicamentos para el dolor… puede que tenga la zona de la marca inflamada pero no me deja tratarlo – suspiro, algo preocupada, al parecer no era todo – lo estaré observando durante estos días, pero ahora lo preocupante es la bebe… si rechaza el darle de comer, que es lo más probable, creo que será recomendable buscar una nodriza para que –
- yo lo hare… - Tanjiro había interrumpido la conversación – si Zenitsu aún se niega después de unas horas yo le daré de comer a la bebe – Kamado Tanjiro era un omega joven, vivas, sano y tenía una bebe de ya tres meses, en realidad no había mejor opción que él en esos momentos.
Nadie dijo nada, por primera vez veían a un Tanjiro totalmente serio, parecía pensar demasiado lo que acaba de ocurrir… después de eso término por irse por el pasillo en total silencio, nadie quiso molestarlo.
Ni siquiera Tomioka, que parecía preocupado por él.
-.-
Llovía cada vez más fuerte, el ruido de aquella tormenta termino por cubrir todo a su alrededor. Él no podía escuchar nada más que ese ruido… incluso aquel llanto había sido opacado por la lluvia.
- Uzui-san – la voz de una mujer le hablo, apenas podía escucharla.
Tengen Uzui era un Pilar fuerte, el segundo más fuerte… tal vez por eso existían ocasiones que no podía controlar su propia naturaleza. Como esa…
Ella lo siguió llamando pero él la ignoraba, veía como las gotas se confundía entre lo húmedo de su ropa, su sentido del oído estaba sufriendo… su cuerpo entero estaba sufriendo y Tenge no entendía el por qué.
- Hinatsuru… ¿Qué ocurre con Tengen? – una segunda mujer llega junto a la primera, viendo desde el pórtico de la gran casa.
- no lo sé Makio… pero ha estado horas así – sus ojos negros no se despegan del hombre, ellas eran betas, pero podían ver que esa situación era dolorosa para su alfa. No sabían que hacer más que quedarse a esperar que mejorara.
- ¿es otro problema con su celo? –
- no lo creo Suma… esto es diferente –
- si sigue así será mejor que llamemos a Kocho-san -
Tengen las ignoraba a las tres, su alfa les era indiferente aunque su conciencia sabía que las amaba, eran sus esposas. Pero desde hace meses que su alfa rehuía de ellas, su celo era cada vez más peligroso y él se salía de control… no quería matarlas por accidente así que no se había acostado con ellas desde ese maldito día.
Sus colmillos picaban horrores, creciendo en su mandíbula. Golpeo su cabeza contra el árbol más cercano, pero aquel dolor no desaparecía, golpeaba una y otra vez y a pesar que salía sangre el dolor de sus colmillo siempre era mayor… aquella marca lo estaba llamando.
Tengen no sabía qué hacer, pero su alfa prácticamente se lo estaba gritando… debía encontrar a ese omega… o se volvería loco.
Continuara…