Moon Seung Ho estaba en la puerta de la comisaría. Había oído lo suficiente, de la conversación, para saber que estaba a punto de matar a un lobo. Su gemelo estaba junto a él, con una gorda sonrisa en el rostro.
- Y yo que pensaba que Dalton Falls sería aburrido - dijo Lee Joon, mientras cruzaba los brazos sobre su pecho- . Tenemos la oportunidad de despellejar a un lobo.
Hansol se giró, sus ojos estaban muy abiertos. - ¿Qué están haciendo aquí?
- Vinimos a ver cuál era todo el problema - Seung Ho dijo, mientras avanzaba hacia el policía.
- Dijo que no estaba pensando correctamente - dijo Lee Joon a Seung Ho.
- Lo que me dice que es un pedazo de mierda. ¿Qué hay sí nosotros lo llevamos afuera y luego desechamos su cuerpo?
Seung Ho inclinó la cabeza. - Suena bastante bien.
- ¿Quién demonios son ustedes? - El policía les ladró.
Seung Ho entrecerró sus ojos, mientras le enseñaba los colmillos. - Parientes de Hansol.
- Oh, cielos - Hansol palmeó su rostro. - Tienen una idea equivocada, chicos.
- No des la cara por él - dijo Seung Ho. - Escuché los hechos, y eso es todo lo que me importa. Nadie jode con un Moon y se sale con la suya.
Técnicamente Hansol era un Jung, pero había crecido en el hogar Moon, lo que lo convirtió en uno de ellos. Seung Ho no iba a estar allí y dejar que Hansol defendiera al tipo. El humano era ingenuo, en muchos sentidos, y era el trabajo de Seung Ho cuidar a su sobrino. Seung Ho gruñó, cuando Hansol saltó delante de él. Eso sólo hizo gruñir al lobo. El policía agarró a Hansol y tiró de él, haciendo que Seung Ho rechinara los molares.
- Suéltelo - Seung Ho advirtió- , o te juro que voy a utilizar tu propia maldita arma, para dispararte en la cabeza.
- ¿Qué demonios está pasando aquí? - Preguntó un tipo, mientras salía de lo que parecía una oficina. Tenía el pelo negro salpicado de gris, pero Seung Ho olió al lobo.
- Tienes todo mal - dijo Hansol, desde detrás del policía. - Este es mi pareja, el adjunto Byung Joo.
- ¿Y él te trata como una mierda? - Ese pensamiento alimentó la ira de Seung Ho. - Ahora sé que voy a despellejar vivo al bastardo.
- Soy el Jefe Gun Woo - el lobo mayor dijo, mientras caminaba hacia ellos. - Quiero que todos ustedes lleven esto a mi oficina, ¡ahora!
El jefe le recordó, a Seung Ho, a su Pá. Su voz estaba llena de autoridad y mando. Gruñéndole a Byung Joo, mientras pasaba junto al lobo, Seung Ho y los otros hombres entraron en la oficina del jefe. Si descubría que Byung Joo era realmente un idiota con Hansol, iba a tener una nueva alfombra para su dormitorio. Piel de lobo.
Los hombres Moon habían tenido una mano en la crianza de Hansol y desde la primera vez que Seung Ho había conocido al humano se había sentido protector. Aún lo hacía. Para él, Hansol siempre tendría cinco, siempre necesitaría a alguien para cuidarlo, y si Byung Joo no estaba para la tarea, no tenía ningún problema en llevar a su sobrino a casa.
- Ahora díganme, qué diablos está pasando - dijo el jefe. Él levantó una mano cuando todo el mundo empezó a hablar a la vez.
- Primero - dijo el jefe. - Díganme, quién son ustedes.
- Soy Seung Ho Moon y este es mi gemelo, Lee Joon - dijo. - Somos los tíos de Hansol.
- Mierda - dijo el jefe, en voz baja. El chico se giró hacia Byung Joo.
- ¿Te importaría decirme, por qué estos dos osos están listos para despellejarte?
- Es por mi culpa- dijo Hansol. - Byung Joo y yo estábamos teniendo una acalorada discusión. Mis tíos lo oyeron y pensaron que Byung Joo me estaba maltratando.
- Dime que no lo hizo - Seung Ho le ladró a Hansol. Quien avanzó hacia Byung Joo, listo para envolver sus manos alrededor de la garganta del hombre, pero el jefe dio un paso en su camino.
- Mejor cuida tu puto tono - advirtió Byung Joo. - Hansol y yo podremos tener algunos problemas sin resolver, pero habla con él así de nuevo y voy a utilizar mi arma para poner una bala en tu cabeza.
Whoa-ho-ho. El lobo, estaba definitivamente, pidiendo que le arrancaran sus dientes.
Con las fosas nasales dilatadas, Seung Ho comenzó a ir alrededor del jefe, sólo para que Hansol saltara en su camino.
- Muévete - dijo Seung Ho.
Hansol sacudió la cabeza. - Retrocede, Seung Ho. Byung Joo sonrió. - Sí, retrocede, oso.
Seung Ho gruñó y se lanzó hacia Byung Joo, pero el jefe era más fuerte de lo que parecía.
- Continúa cargando hacia Byung Joo y te pondré en una celda, hasta que te calles - Gun Woo le advirtió a Seung Ho, antes de girarse hacia Byung Joo. - Deja de jodidamente burlarte de él.
Con el jefe de espaldas, Seung Ho hizo un gesto con el dedo entre él y Byung Joo, dando una breve inclinación de cabeza, y luego enseñó los colmillos.
- Tomaré ese reto - Byung Joo gruñó las palabras.
- Y yo le dispararé a los dos - dijo el jefe. - No va a haber ningún desafío. Ambos se relajan o se sentaran en celdas.
- Debería haber traído un poco de palomitas de maíz - dijo Lee Joon con una sonrisa- . Directamente desde la comisaría de policía de Dalton Falls.
Le guiñó el ojo a Hansol. - Lo siento, pero tengo que poner mi dinero en mi gemelo. Seung Ho quería estrangular a su gemelo. Este no era el momento para bromas.
- Lo que deberías haber hecho, era llamar - Hansol le dijo a Seung Ho - No te atrevas a entrar en la ciudad, que he hecho mi hogar y empezar una porquería. Voy a llamar a Pa.
Cuando Hansol sacó su teléfono celular, Seung Ho trató de agarrarlo. Él estaba enojado como si hubiera ido y vuelto del infierno, pero aún temía a su padre. Eric Moon no era alguien para tomar a la ligera, y si su Pa descubría que había entrado en la estación de policía, amenazando con matar a un policía, él sería el único en desollar a Seung Ho.
- Ahora espera un minuto, Hansol - dijo Seung Ho- . Sólo estaba defendiéndote.
- Sí - Lee Joon intervino- . ¿Por qué tienes que ser así?
Seung Ho se quedó allí y escuchó a Hansol explicarle sobre el hermano de Byung Joo, lo que había ocurrido esa noche, y como todos se encontraban con los nervios a flor de piel.
- Eso todavía no es excusa para hablarte bruscamente - Seung Ho se quejó.
- Y yo te he oído a ti y a G.O ir a ello - dijo Hansol. - ¿Debo patearte el culo por hablar de palmear a mi tío?
- Eso es diferente - Seung Ho se defendió. Cómo, no estaba seguro, pero ese no era el punto. Todas las parejas discutían. Seung Ho lo sabía. Pero este era Hansol. La doble moral debería ser permitida.
- Te tiene allí - dijo Lee Joon.
Seung Ho le gruñó a su gemelo. Había ocasiones en las que quería enterrar el cuerpo del hombre. Por desgracia, su Pa, extrañaría al hijo de puta.
- Me voy a casa - dijo Hansol. No podía creer a esos dos. Estaba tocado, porque su familia estaba lista para defenderlo, pero también lo molestó. Ambos actuaron como si Hansol no pudiese manejarse solo. Eso más que nada, le daba ganas de golpear a los dos.
Había sido así toda su vida, y Hansol se había mudado a Dalton Falls para escapar de su sofocación. Ahora estaban aquí, actuando como idiotas, y él estaba a punto de gritar.
- Entonces, te daré un aventón - dijo Seung Ho.
Hansol tuvo que contar hasta cinco. Estaba tan cerca saltar sobre Seung Ho y golpearlo. El chico era un buen pie y medio más alto que él, pero cuanto más grandes son, más duro caían.
Dudaba de que pudiera lastimar a Seung Ho, pero estaba dispuesto a tratar en este momento. - Tengo mi propio auto.
- Mierda - dijo Byung Joo- . Se me olvidó decirte que tienes un pinchazo.
- No trates de jugar bien ahora - dijo Seung Ho.
- Juro que voy a llamar a Pa, si no te callas - Hansol amenazó. Hansol había crecido en una casa llena de shifters oso, y desde que su tío estaba acoplado a Seung Ho, Hansol siempre había llamado a los hombres sus tíos.
Todos eran hermanos, a excepción de Pa. Quien era el padre y no jugaba alrededor, cuando se trataba de respeto. Si sabía que Seung Ho estaba actuando como un idiota, con los policías, Pa haría el viaje a Dalton Falls para patear el culo de su hijo.
Seung Ho refunfuñó algo, pero Hansol no había captado lo que decía el hombre. Byung Joo debió hacerlo, porque saltó hacia Seung Ho pero el jefe lo agarró y tiró de él hacia atrás.
Hansol entrecerró los ojos hacia Seung Ho. - ¿Qué dijiste?
- Amenaza con azotar a mi pareja de nuevo y voy a dispararle a tu culo - espetó Byung Joo.
Hansol abrió la puerta de la oficina y salió. Había tenido suficiente de su sesión de gruñidos. Ahora tenía una migraña, y lo único que quería hacer, era salir de allí. Dejándolos desgarrarse unos a otros.
- Hansol- Byung Joo salió de la oficina, siguiéndolo por el pasillo. - Déjame darte un aventón. Juro que no hablaré, si no quieres.
- Estoy tan enojado con todos ustedes en este momento, que podría gritar - dijo Hansol. - No voy a permanecer allí, mientras ustedes dos tienen un concurso de meadas.
- Hey - dijo Lee Joon, mientras caminaba desde la oficina. - Yo no hice nada.
- Besa culos - Seung Ho refunfuñó.
- Malditamente correcto - dijo Lee Joon. - No voy a dormir en la camioneta.
- Bien - dijo Hansol, mientras miraba a su pareja. - Llévame a casa.
- ¿Podemos pasar por mi casa? - Preguntó Byung Joo. - Tengo que comprobar a Marius.
Eso hizo tranquilizar a Hansol. Se acordó de por qué habían estado discutiendo y se sentía como una mierda. Si la situación fuera al revés, probablemente él también estaría tenso.
Hansol suspiró. - Sí, y en el camino llamaré a Xiumin.
Dejó a los gemelos, en la estación, cuando se metió en la camioneta de Byung Joo. Hansol hizo una pausa antes de cerrar la puerta. Los pelos de la nuca se le erizaron. Sentía como si alguien lo estuviera observando. Miró a su alrededor, pero no vio a nadie prestándole atención.
- ¿Pasa algo? - Preguntó Byung Joo.
Hansol sacudió la cabeza y cerró la puerta. - No, nada.
El viaje a casa de Byung Joo fue en silencio, excepto por la llamada telefónica que hizo Hansol. Xiumin prometió estar allí, al día siguiente.
- No puedo agradecerte lo suficiente - dijo Byung Joo, mientras conducía en su camino de entrada- . De verdad, estoy en deuda contigo.
- No, no lo estás - dijo Hansol. - La familia cuida de la familia.
Byung Joo parecía aturdido. Sus ojos estaban un poco anchos, cuando sus labios se separaron. - ¿Piensas en Marius como familia?
- Y en ti también - dijo Hansol antes de que arrugara la nariz. - Pero no como un hermano o nada, porque eso sería asqueroso.
Byung Joo echó la cabeza hacia atrás y rió, algo dentro Hansol se aflojó. Sonrió, el sonido de la risa de Byung Joo lo hacía sentir más ligero. Se inclinó y depositó un beso en la mejilla de su pareja.
- ¿Por qué fue eso?
- Por ser tú - dijo Hansol.
- Entonces, estoy sorprendido de que no me des un golpe bajo - dijo Byung Joo, aunque el hombre seguía sonriendo.
- Necesitas darte un poco más de crédito- dijo Hansol. Abrió la puerta de la camioneta y se bajó. - No eres tan malo, como pareces creer que eres.
- No hemos estado acoplados ni por un día completo. Dame tiempo - dijo Byung Joo. Hansol le dio un golpe fingido a su pareja, antes de dirigirse al interior.
- Juro - dijo Yi Jeong, cuando los gemelos entraron por la puerta. - Si ustedes le han dicho algo a Hansol, sobre su fiesta, voy a colgar a ambos por las pelotas.
Seung Ho rodó los ojos. - Todo el mundo parece querer hoy un pedazo de mí.
- Eso es, porque eres tan encantador - dijo Yi Jeong. - Y será mejor que hayas traído un regalo.
- No somos tan condenadamente mezquinos - dijo Lee Joon.
- Le di un billete de lotería, de raspadito.
Yi Jeong miró boquiabierto al shifter oso. - Por favor, dime que es una broma.
- Si él golpea el grande, quiero un pedazo de ese dinero - dijo Lee Joon, antes de que assomara la cabeza en la nevera.
- Dime donde escondes los dulces.
Yi Jeong palmeó su rostro, mientras negaba con la cabeza.
Byung Joo fue a su habitación para ver a su hermano. Marius estaba allí, con la manta envuelta alrededor de él, con el rostro y el cabello cubierto de sudor. Tenía los ojos cerrados, pero sabía que el hombre estaba despierto.
- ¿Cómo está? - Le preguntó al shifter oso.
- Altos y bajos - dijo Dong Wan. - Me rogó dos veces, para que le consiguiera. Su amigo se acercó y pasó una mano por el cabello de Marius.
- Sin embargo, le di algo de beber. No se puedes hacer que un alcohólico lo deje de golpe.
El padre de Dong Wan había sido un borracho. El hombre sabía de lo que estaba hablando, aunque su padre se había enganchado con el Red Spanking, una fuerte bebida para sobrenaturales, puesto que su metabolismo quemaba el alcohol para los humanos con mayor rapidez. Había sido un largo camino y una lucha dura, pero el viejo de Dong Wan había estado sobrio desde hacía dos años.
Dong Wan salió de la habitación, y Byung Joo tomó el asiento que se desocupó. Había un recipiente con agua y una toalla, en su mesilla de noche. Byung Joo sumergió la tela y limpió la cara y el cuello de su hermano.
- Hey, ¿cómo te sientes?
- Me du-duele - dijo Marius, mientras una lágrima se deslizó libremente. El hombre parecía diferente, con su barba afeitada y su cabello corto. Byung Joo había hecho eso, con la esperanza de que ayudara a Marius sentirse más como él mismo, pero sabía que nada más que el tiempo, ayudaría a su hermanito.
Pero al ver el rostro de Marius, sin la barba desaliñada, solamente le recordó a Byung Joo el hombre Marius solía ser. El profundo amor que sentía hacia este, apretó su corazón, mientras echaba hacia atrás unos mechones caídos.
- Te prometo que te pondrás mejor. Sólo tienes que seguir luchando.
Byung Joo levantó la vista cuando oyó la puerta abrirse. Hansol se quedó allí, pareciendo como si tuviera asustado de molestar.
- Puedes entrar - dijo.
Hansol entró, pero se quedó cerca de la puerta. - No quiero que pienses que te estoy hostigando.
Byung Joo suspiró.
- Bebé, tú nunca podrías hostigarme - le hizo un gesto a Hansol. Su pareja se sentó en su regazo. - Lamento lo de esta mañana.
Hansol sacudió la cabeza. - Agua bajo el puente. ¿Cómo le está yendo?
- Jodido - dijo Marius, mientras abría los ojos. Miró por un minuto completo a Hansol- . Eres bonito.
Una carcajada escapó de Byung Joo, mientras Hansol fruncía el ceño.
- Nunca me han llamado bonito, pero gracias... creo.
El pecho de Byung Joo se apretó cuando Marius sonrió. - Fue un halago. Hansol sonrió abiertamente. - Tú no tienes mal aspecto.
Byung Joo gruñó. - Él es mío, Marius.
- Bien hecho hermano - Marius cerró los ojos- . Muy bien hecho. Byung Joo abrazó a Hansol. - Sí, lo hice.
- Voy a esperar en la sala de estar - dijo Hansol. Se puso de pie y salió de la habitación. Byung Joo dio un beso en la sien de Marius, antes de unirse a su pareja.
Byung Joo se sentó en el sofá, y Hansol se acurrucó junto a él. En cuestión de minutos, su pareja estaba profundamente dormido.
- Te ves bien con un bulto en tu costado - dijo Kidoh con un guiño.
- Él es pequeño - admitió Byung Joo.
- Pero malditamente bien parecido - dijo Nakta.
Por segunda vez, en cinco minutos, Byung Joo gruñó. - No te hagas malditas ilusiones.
- Es posible que no creas esto - Nakta dijo, como si estuviera ofendido, aunque Byung Joo sabía que no lo estaba- , pero sí tengo estándares. Yo no follo con la pareja de nadie.
Byung Joo lo sabía. Sólo estaba dándole al oso un tiempo difícil. La tensión había sido sofocante, desde esta mañana, y ellos necesitaban de algunas bromas ligeras.
- Juro que no lo sabía - dijo Dong Wan, cuando salió de la cocina, con una botella de cerveza en la mano.
- Porque si no hubiera sido tuyo, sin duda habría sido mío. El hombre sonrió. - Al menos, por una noche o dos.
Byung Joo miró a Hansol, y supo allí mismo que el humano había robado su corazón. Marius tenía razón. Realmente lo había hecho bien.
continuara...