Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

93. Reclamado por un Depredador (07) por dayanstyle

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Desde que el adjunto lo había dejado, la noche anterior, Byung Joo era en todo lo que había pensado. Estaba embelesado con el hombre, pero no estaba seguro de lo que debería hacer al respecto. ¿Debería hacer algo al respecto? El chico estaba que echaba humo, pero Hansol era extremadamente tímido. Se había sentado en el auto, todo el viaje, tratando de pensar en algo ingenioso que decir. Desafortunadamente, su mente había estado completamente en blanco.

Cuando se trataba de hombres, Hansol no era muy bueno en ligar. No tenía ninguna confianza en sí mismo. Era demasiado bajo, demasiado delgado y hacía todo lo posible para que nadie viera sus piernas. Las que se habían quemado, mientras era niño, cuando se había quedado atrapado en un incendio en su casa. Había salido antes, pero siempre rompía antes que las cosas pudieran ponerse muy calientes y pesadas. Había crecido en un hogar feliz, pero siempre había tenido problemas de autoestima cuando se trataba de su cuerpo.     

- Soy un completo perdedor.

 

- Oh, yo creo que tienes algunas cualidades muy compensatorias - Yi Jeong dijo, mientras caminaba hacia la cocina. - Pero dime por qué estás siendo tan duro contigo mismo, y te haré saber si es verdad o si estás siendo ridículo.

¿Debería decirle a Yi Jeong? ¿Qué pasaría si Byung Joo veía a Hansol simplemente como alguien al que ayudó? Después de todo, era un policía. Era su trabajo ayudar a la gente.

¿Y si la atracción era unilateral? Si se corría el rumor; y llegaba hasta el adjunto, de que Hansol estaba buscando información sobre él; y el sentimiento no era mutuo, estaría mortificado.

Además, no tenía una oportunidad en el infierno con Byung Joo, sin embargo no podía dejar de pensar en el hombre.

Golpeando el papel delante de él, le dijo a Hansol - No encuentro nada que valga la pena solicitar.

- ¿Un trabajo? - Preguntó Yi Jeong.

 

- Sí.

 

Después de tomar asiento en la mesa de la cocina, Yi Jeong cogió el papel.

 

- Vamos a ver si puedo ayudarte.

 

Hansol no había mirado realmente el papel. Había estado demasiado ocupado fantaseando sobre Byung Joo. El hombre tenía unos asombrosos ojos azules, y alguien que lo pellizque, porque también se imaginaba cómo sería tener sexo con el hombre.

Estaba prácticamente, babeando ante la idea.

 

- ¿Qué tal un trabajo en la tienda de comestibles?

 

- ¿Huh? - Hansol parpadeó, mientras miraba a Yi Jeong.

 

- Empacador - dijo Yi Jeong. - Por Dios. ¿Dónde está tu cabeza?

 

- Definitivamente no en una bolsa - dijo antes de levantarse, para tomar un poco de café. Alguien había hecho galletas caseras, pero su estómago estaba retorcido en nudos y comer era la última cosa en su mente. - Tengo piernas malas, ¿recuerdas? No puedo tener un trabajo donde deba estar de pie, todo el día.

 

Yi Jeong chasqueó el papel y volvió a su lectura. No iba a haber nada que valiera la pena encontrar. Dalton Falls era una ciudad pequeña, y Hansol estaba bastante seguro de que...

 

- Aquí hay uno - Yi Jeong tocó el papel con el dedo, como si hubiera realizado el mayor hallazgo. - El departamento de policía está buscando a un recepcionista.

Hansol casi escupe su café. Se atragantó, pero logró tragar el caliente líquido.

 

- ¿Qué diablos puedo saber acerca de ser un recepcionista? Escribo en el teclado con dos dedos, y mirar fijamente el monitor durante demasiado tiempo, hace que mis ojos se humedezcan.

Los Moon tenían unos ordenadores en la casa, pero siempre los había utilizado para jugar juegos de video. Había intentado navegar buscando porno una vez, pero su tío lo había cogido, y aunque G.O no había hecho una gran cosa de ello, se había sentido avergonzado y no lo había intentado de nuevo.

- Asegúrate de que el café sepa cómo basura y archiva cosas. ¿Qué tan difícil puede ser? - Yi Jeong le sonrió.

Tenía que haber algo más que eso. - Una cierta clase de habilidad en mecanografía, ¿no tiene que estar involucrada?

 

- Fíngela - Yi Jeong dijo, mientras se levantaba. - Todo el mundo miente acerca de sus habilidades cuando solicitan un trabajo. ¿Recuerdas aquel trabajo que tenía en la tienda de helados, un verano?

 

- Sí, apestaste - dijo Hansol. Yi Jeong había sido despedido, después de estar en el trabajo por sólo dos días. - ¿Cómo arruinas una orden de helado?

- Debido a que Kyung Il estaba alrededor de la tienda, todo el día. ¿Quién podía concentrarse, cuando tenía esa cosa caliente comiéndome con los ojos? - Yi Jeong le sacó la lengua.

- Mi punto es, que no tienes que saber cómo mecanografiar. Se llama adiestramiento en el trabajo.

Era una idea descabellada; sin embargo, tenía méritos. Si Hansol trabajaba en la estación de policía, entonces tendría una razón justificable para estar alrededor de Byung Joo sin parecer como si estuviera acechándolo. Tal vez, entonces, podría averiguar algo ingenioso que decir. - Puesto que mi auto está en el taller, necesitaré que alguien me lleve.

- Hecho - dijo Yi Jeong, mientras doblaba el papel, cerrándolo y asentándolo sobre la mesa- . Voy a agarrar mis llaves y te llevaré. Incluso podemos planear un viaje a Sugar Creek, para conseguir algo de ropa de trabajo. Me dará una excusa para ir de compras.     

El chico estaba siendo, un poco demasiado, complaciente. Yi Jeong era un buen tipo, pero siempre había lanzado un ataque cuando tenía que ir a la ciudad. ¿Por qué estaba saltando a la oportunidad?

- ¿Que está pasando?

 

- No tengo idea de lo que estás hablando - dijo Yi Jeong, y Hansol supo que el hombre estaba mintiendo. La Culpa estaba escrita en su rostro.

- Está bien, no me digas- dijo Hansol, mientras dejaba la taza en el fregadero.

 

- Voy a pedirle a otra persona que me lleve.

 

- Deja de intimidarme - dijo Yi Jeong.

 

¿Intimidarlo? ¿De qué diablos estaba hablando el chico? - Quizás a Jay no le importará.

Yi Jeong gruñó. Para un ser humano, era malísimo. - Dije que te llevaré.

 

- Y puedo decir que estás tramando algo. No quiero estar involucrado en ello.

 

Hansol trató de salir de la cocina, pero Yi Jeong saltó delante de él. El chico estaba siendo escurridizo. Hansol lo esquivó yendo a la izquierda y Yi Jeong lo contraatacó. Hansol fue a la derecha, y Yi Jeong lanzó su brazo para detenerlo. Hansol era mucho más pequeño que Yi Jeong, y con las piernas indemnes el chico podía vencerlo con poco esfuerzo.

 

- Deja de ser infantil - Hansol trató de empujar al chico a un lado, pero Yi Jeong no se movió. - ¿Qué te pasa?

- Sólo quiero hacer algunas compras.

 

Yi Jeong no se movió, como si estuviera esperando a que Hansol cediera.

 

- Inténtalo de nuevo - dijo- . Hay más en ello que eso.

 

- Baja la voz - Yi Jeong miró sobre su hombro. El movimiento hizo que Hansol también mirara. No había nadie allí.

- ¿Tengo que ir a buscar a Kyung Il?

 

Yi Jeong entrecerró los ojos. - No, a menos que desees ser tacleado.

 

Mirando al chiflado hombre, Hansol le apuntó con un dedo. - Está bien, pero me llevaras a la estación de policía. Eso es. Nada más. ¿Lo tienes?

- Te dejaré fuera y luego te recogeré cuando hayas terminado. Lo juro - dijo Yi Jeong.                                                                                                                              

Él conocía a Yi Jeong desde hace mucho tiempo y sabía cuándo el chico estaba tramando algo. Le habría dicho que lo olvidara, pero pensó en Byung Joo.

- Voy a agarrar mi cartera.

Yi Jeong se sentía mal por mentirle a Hansol. El chico ya se veía como si lo hubieran pateado. Podía haber parecido que estaba contento, pero todo el mundo sabía cuan melancólico se encontraba realmente.

Planear una fiesta de cumpleaños sorpresa no era un paseo por el parque. No sólo Yi Jeong tenía que orquestar toda la cosa; sino que también, tratar de asegurarse de que nadie chismorreara una palabra le había dado un dolor de cabeza. Había invitado a más de sesenta personas, y ahora tenía la difícil tarea de asegurarse de que nadie abriera su boca.

Eso era por lo que estaba reclutando ayudantes.

 

Entró en The Running Bunny después de dejar a Hansol. El lugar estaba lleno, y pronto descubrió por qué. Arriba, en el tablero de menú, estaba una promoción de un sándwich gratis con la compra de uno de los nuevos cafés saborizados. Las cejas de Yi Jeong se fruncieron, mientras miraba a la cola en el mostrador. ¿Estaba loco el propietario? Perdería dinero, en poco tiempo, con esa oferta.

- Entonces - dijo Yi Jeong al llegar al mostrador- , si compro dos bebidas, ¿puedo obtener dos sándwiches?

Jay parecía como si estuviera listo para tirar de su pelo. Xiao también estaba detrás del mostrador. Parecía como si Jay hubiera llamado a la caballería, en busca de ayuda. - No te metas conmigo, Yi Jeong, o simplemente podría lanzarte algo.

A pesar de que Yi Jeong estaba de pie, al lado del mostrador, un cliente lo miró como si estuviera irrumpiendo en la línea. Ignoró el chico. - Supongo, que ahora no es un buen momento para pedir un favor.

- Espera tu turno - el cliente le espetó. - He estado de pie, en la línea, diez minutos ya, y mi hora del almuerzo casi ha terminado.

 

- Favor, por favor - dijo Jay- . Ayúdame a hacer los pedidos de café y te debo uno.

 

Yi Jeong apestaba a haciendo el café, y ¿Jay quería que hiciera de diferentes sabores? Esto debería ser interesante.

 

 

Deslizando su lengua por su labio inferior, Hansol se quedó mirando el interior de la estación de policía. Había sido tonto, al pensar que podía librarse de poner una solicitud de trabajo allí. Eran policías, por amor de Dios. Verían que era un farsante y lo encerrarían, sólo por ser lo suficientemente estúpido como para intentarlo.

Tal vez esperar afuera, hasta que Yi Jeong viniera y lo recogiera, sería una mejor idea. Volvería a la casa y buscaría en el periódico, hasta que sus ojos se le salieran. Eso era lo que pensaba hacer, pero eso no fue lo que sucedió. Empezó a irse, sólo para ser detenido por el jefe.

- Hey, Hansol. ¿Qué haces aquí? ¿Algo está mal?

 

La pregunta lo desconcertó, hasta que se dio cuenta de que estaba entrando en pánico y aparentemente mostró, ese pánico en su rostro. - No, yo sólo... uh...

- Cálmate, hijo - El Jefe Gun Woo apretó su hombro. - Sólo respira y habla lentamente.

Genial, el chico pensó que estaba en el medio de una crisis. Se aclaró la garganta, enderezó los hombros, y convocó a su valor. - Estoy aquí, por el trabajo de recepcionista.

- Oh - el jefe dejó caer su brazo. - Lo siento, pensé que estabas en algún tipo de problema y entraste en pánico.

Hansol soltó una risa nerviosa, mientras miraba a su alrededor, haciendo todo lo posible para detectar Byung Joo. - Nop. Todo está bien.

Sólo soy un gran farsante, y me temo que usted verá a través de mi mentira.

 

Esta era la razón por la que Hansol no hizo un hábito del mentir. Era demasiado fácil de leer, y más veces de las que no, siempre logró que lo atraparan.

- ¿Alguna vez trabajaste como recepcionista? - Preguntó el jefe.

 

Genial, otra mentira que tengo que decir. Voy a tener que agradecerle a Yi Jeong por meterme en esta mierda. - Claro.

El jefe lo miró, y Hansol vio que el tipo sospechaba que estaba lleno de mierda. Miró a Hansol antes de sacudir la cabeza ligeramente. - Déjame traerte una aplicación. No resulta que tienes tu currículum a mano, ¿verdad?

Esto no era una situación de vida o muerte, pero Hansol se sentía como si estuviera a punto de ahorcarse. No había manera de que fuera a salirse con la suya.

- Mira- dijo, mientras se retorcía las manos. - Nunca he trabajado como recepcionista. Pero necesito un empleo que me permita sentarme. Razones médicas.

Hansol no quería explicarle al jefe, el porqué. No cuando algunas personas estaban mirando en su dirección. Sentía sus mejillas arder cuando le dio una rápida mirada, de nuevo, al jefe.

- Realmente necesito a alguien que sepa lo que está haciendo.

 

- Soy un aprendiz veloz - dijo Hansol, rápidamente. - Sólo dame una semana. Si piensas que no puedo hacerlo, entonces despídeme. Todo lo que estoy pidiendo es una oportunidad.

 

Además de querer estar cerca de Byung Joo, Hansol no quería vivir con los Lee de forma gratuita. No era un gorrón y quería pagar a su manera. Su tío había estado sobre él para que regresara, y aunque extrañaba el rancho, desesperadamente, sentía como si tuviera que demostrar que podía hacerlo por su cuenta.

- Comenzaras a tiempo parcial - dijo el jefe- . Sin embargo, sin promesas.

 

Hansol  quería  bombear  el  brazo  y  hacer  un  pequeño  baile.  En  cambio, sonrió. - Gracias, jefe. Daré mi mejor esfuerzo para ser el mejor recepcionista que has tenido.

Eso era dudoso, pero Hansol estaba eufórico y dijo lo primero que le había venido a la mente.

El jefe se rió entre dientes. - Lo dudo mucho, pero voy a darte una oportunidad. Eso era lo único Hansol quería. - ¿Cuándo empiezo?

- Vuelve mañana por la mañana - dijo el jefe. - Vamos a empezar desde allí.       

Hansol acababa de asentir cuando Byung Joo entró en la estación. Su corazón golpeó detrás de sus costillas, cuando todo su cuerpo estalló en sudor. Hansol desvió la mirada, tratando de no parecer tan obvio.

- Hey, Hansol - Byung Joo se dirigió hacia él y le dio una palmada en el hombro.

 

- ¿Qué te trae por aquí?

 

- Un trabajo - dijo el jefe.

 

- ¿Es eso cierto? - La sonrisa de Byung Joo era, devastadoramente, hermosa.

 

La garganta de Hansol se secó, y de repente, olvidó como hablar. Se quedó allí, con sus labios ligeramente abiertos, mirando fijamente a Byung Joo como un completo bobo. Era como si alguien hubiera alcanzado su cabeza y limpiara su mente, poniéndola en blanco.

- Tendremos que celebrar - le dijo Byung Joo.

 

- Es sólo a tiempo parcial - dijo el jefe y Hansol ignoró totalmente al chico.

 

- ¿Cómo te suena una taza de café? - Preguntó Byung Joo.

 

- Me vendría bien una taza - dijo el adjunto Jerry Hamilton desde el pasillo.

 

- ¿Vas al restaurant  o a The Running Bunny?

 

 

La sonrisa de Byung Joo creció y Hansol se sentía débil. - Estaba invitando a Hansol a salir.

 

- Todavía me vendría bien una taza - refunfuñó el adjunto. - El café que hay por aquí no es apto para un hombre o una bestia.

- ¿Y bien? - Byung Joo contempló a Hansol, y el único sonido que este pudo producir fue un alto chillido.

La suave risa del hombre pasó sobre él, como una caliente ola.

 

- Lo tomaré como un sí. ¿Cómo te suena mañana a mediodía?

 

La cabeza de Hansol se balanceaba hacia arriba y abajo, como si estuviera unida por una bisagra. Todavía no había encontrado su voz y su cerebro todavía estaba fallando.

- Es una cita - dijo Byung Joo antes de marcharse.

 

- Suave - bromeó el jefe.

Si el jefe no acabara de convertirse en su jefe, Hansol hubiera... todavía tomado esto.                                  

Sin embargo, su cerebro no era completamente funcional, y por el momento estaba viajando en una nube.

Byung Joo lo había invitado a salir.

 

Oh diablos. Byung Joo lo había invitado a salir.

 

 

continuara....


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).