Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

-The Reason- por Nao_Ran

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Holaaaa

He vuelto!!! TOT!!

Por fin, luego de tanto tiempo sin escribir algo!!

Sin publicar algo!!!

Nyaaaaaa!!!

Ke emoción sientooo!!!

*O*!!!

 

Kanciones:

Like a Virgin of Madonna.

The Reason of Hoobastank.

 

Y pus naaah!

DEJEN RW!!!

n_n

En-joy people!!

 

[*-__Notas.al.finaL__-*]

Notas del capitulo:

Basado en -GravitatióN-, historia de Maki Murakami-sensei.

Historia por supuesto sin fines de lucro.

Los personajes no son míos... por que si fuera así, gravitation tendría mucho mas drama y tragedia, y lemon´s por montones u.u.... -por lo menos es gratis soñar T.T-

 

 

 

"-The Reason-"

((El Motivo))

 

 

 

By: *Nao_Ran*

 

[-Mine_darK-]

[-HxK-]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[I]

 

 

 

Tan cansado estaba ya que ni siquiera supo como llego a su apartamento, pensar que había vivido allí tan solo unos meses y ya no podía mas con esa tan cruda soledad que se escuchaba, por que si se escuchaba, ese silencio tan ensordecedor solo hacia que su mente y corazón estuvieran mas oscuros que nunca.

 

 

Jamás se considero una persona que se diera por vencido tan fácilmente... pero él no se había dado por vencido así de fácil...lucho, lucho y lucho por mas tiempo del que creyó capas de tan siquiera aguantar en sus mas prometedores sueños... pero un día, simplemente ya no pudo, ese sentimiento, ese ahogo, ese nudo que tenia en el corazón desde aquel "bastardo y maldito día" -como solía llamarle- no hacia mas que repetirse una y otra vez en su ya desgastada mente. Y es que él trataba, y en verdad lo hacia, ponía todo sus esfuerzos físicos, mentales, y hasta espirituales -casi extintos en él- para ya no recordar aquello, para ya no pensar y sentirse culpable por matar a la única persona que lo había comprendido, protegido y, tal vez, amado como nunca nadie lo haría... nadie nunca mas se preocupo por él de esa manera. Nadie.

 

 

Se revolvió otra vez en esa cama que parecía inmensa, solo con él como ocupante... como odiaba la soledad! Si tan solo... no! Ya no pensaría mas en aquello, nunca mas!... pero los recuerdos volvían de manera rápida, haciendo que su mínima estima por vivir muriera en el intento y él quisiera lo mismo. Ya no lo soportaba ¿Cómo demonios hacia para olvidar? ¿Para borrar eso de su mente? ¿Para seguir adelante?... y solo volvió a escuchar el maldito silencio, ninguna respuesta... nada. Se levanto y se dirigió a la sala de aquel frió y oscuro apartamento, recostándose esta vez en el caro y cómodo sillón de cuero que tenia solo para él.

 

 

Por lo menos estar solo tenia sus ventajas... nadie lo vería en tan deplorable situación, en semejante estado de humillación que solo las paredes de su costoso "hogar" contemplaban.

 

 

Miro hacia su bar... a pesar de la oscuridad pudo ver claramente que todas las botellas estaban vacías... haberse emborrachado el día anterior tuvo mas consecuencias, además de la migraña que lo había estado matando en la mañana. Se levanto, se dio una fría ducha y se puso algo mas cómodo que sus trajes Armani; unos jeans negros, una sudadera blanca, una camisa azul índigo y una chaqueta negra... aunque no se vestía mucho así, se sentía cómodo, además de que pasaba desapercibido entre las personas... con traje parecía mas adulto, con estilo... así, parecía... un joven cualquiera... como le gustaría ser "cualquiera".

 

               

Salió en su motocicleta, no llevaría el BMW ultimo modelo, podría ser sospechoso, además con la moto, se sentía mas libre... mas él. Condujo rápidamente hasta el bar al que iba cada vez que no tenía alcohol en su casa.... Y si tuviera un poco, solo un poco de suerte... podría  verlo. Mientras estaba detenido esperando a que el semáforo le favoreciera, recordó la razón del por que se sentía tan mal... del por que toda esa angustia y depresión había llegado hacia una semana atrás, al parecer, sin ninguna intención de abandonarlo.

 

 

 

Flash back.

 

 

 

 

-No deberías beber mucho si tienes que conducir de vuelta...

 

-No te metas -respondió sin mirarlo.

 

-jeje...solo decía -respondió aquel chico, sonriendo graciosamente y limpiando un vaso, para servirlo al chico de al lado.

 

-Otro... -exigió dejando el vaso con fuerza sobre la barra.

 

-Es el quinto wisky, no creo que sea pru...

 

-Dije que otro!! -ese chiquillo lo exasperaba, desde que había ido por primera vez a ese bar, aquel mocoso no dejaba de mirarle sonriente ¿por qué lo hacia?... si lo conociera... seguramente no lo haría.

 

 

 

End Flash Back.

 

 

            Dejo la moto estacionada y entro al bar, todo parecía "normal": música muy fuerte, mucha gente, olor a tabaco, alcohol, sudor... todo "normal". Se encamino hasta la barra, donde se sentó en el mismo lugar de siempre. Lo busco con la vista, pero no lo halló, miro su reloj -12:30 hrs.- aun era relativamente temprano, esperaría un tiempo mas, mientras tomaría una cerveza.

 

 

Sumido estaba en sus ya "oscuros pensamientos" que no se percato de que casi en sus narices estaba aquel mocoso que lograba exasperarlo,  pero de extraña manera lo hacia sentirse bien y... vulnerable. Llevaba cerca de 5 meses viéndolo solo en aquel bar, de noche... Levanto la vista y el muchacho lo miro para sonreírle como siempre, pero algo no estaba bien en aquella sonrisa... parecía de despedida, como si nunca mas lo fuera a ver... su corazón se acelero y sin pensarlo lo llamo.

 

 

-Lo de siempre?? -pregunto el pequeño pelirrosa amablemente.

 

-Para que preguntas si lo sabes mocoso?? -no lo miro, sentía que no podía.

 

-No andamos de buenas hoy verdad?? -y el rubio iba a contestar, pero él prefirió seguir- un wisky doble enseguida. -se giro para buscar la botella y el vaso con hielo, cuando lo tuvo listo se lo dejo enfrente-   solo te lo sirvo de buena persona que soy.

 

 

 

                El rubio lo miro inquisidoramente, y no le estaba gustado la forma en que le sonreía.

 

 

 

-Yo ya no trabajo mas aquí, hoy solo vine a despedirme de mis amigos.

 

-Y?? -era verdad, no lo volvería a ver nunca mas, y ni siquiera sabia su nombre, solo un par de veces escucho que lo llamaban "Shu", pero eso no era nada. Como lo frustraba no preguntar algo tan simple. Sintió rabia consigo mismo y apretó el vaso fuertemente.

 

-Es solo que... -el rubio volvió a clavar sus ojos dorados en las orbes violetas del chico, él que se sonrojo, daba gracias a dios de que el lugar estaba relativamente oscuro y no se le notaba mucho, o eso creyó, pero el rubio pudo distinguir claramente aquella reacción y solo quiso besarlo. Pero se contuvo, él no era así, no podía dejarse llevar por tan  "livianas" sensaciones que, a él mismo lo asustaban.

 

-Solo que, qué?? -pregunto.

 

-Podrías decirme tu nombre?? -Shuichi estaba apenado y avergonzado, pero trataba de calmarse,  esa era su última oportunidad de preguntar el hombre de ese "chico" rubio que simplemente le había quitado el sueño. Consideraba un poco extraño aquello, ya que nunca converso con él, solo lo atendía como el barman que era del antro, pero... aquellos ojos dorados llenos de dolor que vio la primera vez lo cautivaron de tal manera, esa atracción hacia él se hizo tan fuerte, tan intensa cada vez que lo veía, que solo tenia ganas de abrazarlo, sentir sus labios sobre los suyos, pero estaba mas que claro que los sentimientos no eran correspondidos. Solo deseaba saber el nombre de aquel hombre, para guardarlo en lo profundo de su corazón, como un "lindo" recuerdo, que con el pasar de los días dolería como ninguna otra cosa.

 

-. -Lo miro sorprendido, él quería saber su nombre!- Yuki... Yuki Eiri -contesto para luego tomar todo lo que contenía su vaso, sintiendo como el alcohol quemaba lentamente su garganta, por haberlo bebido así de rápido.

 

-Yuki Eiri... -dijo en un susurro que el rubio escucho a la perfección-... tan frío como la nieve... -sonrió ante el comentario- un gusto haberlo conocido señor Yuki Eiri.

 

                Su risa se fue apagando a la vez que aquellos ojos no dejaban de mirarlo, sabia que tenia que irse, por que a la mañana siguiente debería viajar... pero si tan solo él dijera algo... suspiro a la vez que se daba media vuelta para salir de la barra. Eiri quería decir algo, pero de  sus labios no salía nada, hasta que el pelirrosa se giro para mirarlo un tanto acelerado.

 

-Me llamo Shindou Shuichi... solo para que lo supieras.

 

 

                Al instante un chico pelirrojo llego a su lado y le hablo algo al oído, observo como Shuichi... y detuvo su pensamiento -"Shindou Shuichi... por eso el Shu"- sonrió por primera vez en mucho tiempo, y cuando volvió a enfocar la vista en ese chiquillo ya no lo encontró, se levanto apresurado de su silla y comenzó a buscarlo, ese mocoso no se iría sin haberle dado un beso. Eso estaba más que decidido.

 

 

                Lo busco con desesperación en el pecho durante unos cuantos minutos, hasta que se percato de que las luces se habían apagado y un pequeño escenario hacia su aparición gracias a la luz ahora encendida de un par de focos. Miro con detención... y vio como  el de ojos violetas subía en el, junto con él pelirrojo y otro joven de cabellos oscuros. Cuando hubo silencio el chico hablo.

 

-Gracias por la atención... me han pedido que cante un par de canciones... será mi despedida, la mayoría que de aquí me conoce y sabe que ya no trabajare mas en "El Ruido" -una serie de abucheos se escucharon, es que era imposible no conocer a semejante ser humano de cabellos rosas, y no quererlo con locura, él solo sonrió ante la muestra de cariño-... será mi despedida... aunque hace tiempo que no canto, espero no quebrar los vidrios.

 

 

                Todos rieron ante aquel comentario, hasta los visitantes debutantes de aquel antro, pero rápidamente se fueron callando, hasta que  hubo silencio y solo una luz  estuvo encendida, la que iluminaba la frágil y tierna figura del pelirrosa.

 

 

Como un chico Virgen ((Original de -MadonnA-))

 

Atravesé todo el desierto
De algún modo lo atravesé
No quise saber que tan perdido estaba
Antes de encontrarte

Estaba incompleto
Me encontraba triste y melancólico
Pero tú me hiciste sentir
Si, tú me hiciste sentir brillante y nuevo

Como un chico virgen
Tocado por primera vez
Como un chico virgen
Cuando tu corazón late
Junto al mío

Voy a darte todo mi amor, querido
Mi miedo se torna capricho
Todo esta siendo salvado por ti
Porque solo tu amor puede hacerlo

Eres tan increíble y eres mío
Me haces fuerte, si, tu me haces travieso
Oh! Tu amor me derrite
Si tu amor me derrite
Que estoy asustado y helado

Como un chico virgen
Tocado por primera vez
Como un chico virgen
Cuando tu corazón late
Junto al mío
Oooh, oooh, oooh

Eres tan bueno y eres mío
Seré tuyo antes de que termine el día
Porque me haces sentir
Si, tu me haces sentir
Que no tengo nada que esconder

Como un chico virgen
Tocado por primera vez
Como un chico virgen
Cuando tu corazón late
Junto al mío
Oooh, oooh, ohh

Como un chico virgen ohh ohh
Como un chico virgen
Me siento tan bien por dentro
Cuando me tomas, y tu corazón late y me amas

Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, baby
Puedes oír mi corazón latir
Por primera vez?

 

 

 

 

 

 

            No podía creer lo que veía ni mucho menos lo que escuchaba, estaba seguro de que era una confesión, Shuichi nunca aparto su vista de sus ojos, no dejo de mirarlo ni un segundo mientras cantaba esa canción... parecía que solo ellos dos existían.

 

 

                Pero necesitaba escuchar ese par de palabras... el recuerdo de su maestro cuado niño parecía esfumarse por competo gracias a aquella canción, y supo cuanto le gustaba ese chiquillo, debía hacerlo suyo, como en su canción "antes del amanecer", y es justamente lo que haría.

 

 

Esperaría hasta que el chiquillo se bajara del escenario y lo increparía. Deseaba con toda el alma escuchar esas palabras... pero en su cama.

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

-Que te pasa!!??

 

-Dímelo! -pregunto acorralando al muchacho en una esquina, lo suficiente alejada del resto para estar "tranquilos".

 

-De que hablas yo no...

 

-Dime! -se había tomado un par de copas mas, se sentía mareado y angustiado.

 

-Decirte que?? -Shuichi comenzó a asustarse, no por la actitud que mostraba el rubio, si no por sus ojos, los mismos ojos dorados llenos de angustia, dolor, pena, y hasta muerte pudo hallar en ellos, eran iguales a los que había visto la primera vez que se cruzo con él.

 

-Dime... -dijo respirando con algo de dificultad-...dime por que siempre me sonríes, por que siempre me tratas bien... por que me miras así... con ese brillo en tus ojos -acaricio con cuidado su mejilla sonrojada, como si temiera romperlo-... por que... me haces sentir así... mocoso...

 

 

                Apoyo su frente en la del joven y este sin siquiera reprimir mas aquel sentimiento que lo carcomía por dentro decidió hablar, aunque sabia perfectamente que se equivocaba.

 

 

-Por que... me gustas... y mucho... -respondió mientras lo abrazaba por el cuello suavemente.

 

-Cómo puedes decir eso?? -pregunto nuevamente sin mirarlo, respirar esa esencia era simplemente encantador-...si ni me conoces??

 

-No lo sé... solo puedo decirte que me gustas demasiado... que cada vez que te veo esto crece... y duele... por que se que no sientes lo mismo... y a pesar de eso... te quiero -inclino un poco sus pies para poder besarlo, dejando sorprendido a ese rubio que se estrujaba el corazón y la mete para tratar de comprender esas palabras. Pero no pudo aguantar más y también comenzó a besarlo, apegando mas ese delgado cuerpo al suyo, para sentir mas ese delicioso calor que emanaba del cuerpo del pequeño.- Te quiero... -volvió a repetir el joven cuando se hubieron separado de aquel maravilloso beso por falta de aire. Eiri solo lo miro y en menos de un minuto ya lo había sacado de aquel bar, subiéndolo a su moto para conducir a su apartamento.

 

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

-ah! Ah! Ah!....

 

-eres...delicioso...

 

-por...favor...

 

-...que estrecho...

 

-ya...no... ya...noo...aguanto...

 

-juntos...ahora...

 

 

                Ambos culminaron al mismo tiempo, el orgasmo fue intenso... el más intenso de sus vidas, a pesar de que la sesión de sexo no duro lo que hubieran deseado. Era demasiado el placer que ambos sintieron al besarse con pasión desmedida en el ascensor del edificio del rubio, demasiado el placer al sentir la piel del otro rozar con la propia, la suavidad de las manos, el sabor de los labios, el calor agobiador que experimentaron mientras unían sus cuerpos en uno solo.

 

 

                Eiri estaba aun bástate mareado, el alcohol combinado con la embriagues que sentía cada vez que beso y toco el cuerpo del pelirrosa no hacían mucho por ayudarlo, pero aun así, estaba lo suficientemente lucido como para darse cuenta de lo que había hecho.

 

 

                Shuichi terminaba de sufrir los efectos de un orgasmo casi inimaginable, cuando sintió como era depositado con suavidad en la cama del rubio, ya que este lo tenia momentos antes a horcadas sobre sus piernas, mirándose frente a frente y fuertemente abrazados... pero eso había sido hasta que sintió la corriente eléctrica pasear por todo su cuerpo, desde la punta de sus pies, hasta la punta del ultimo de sus cabellos, por que después de eso, solo sintió paz y tranquilidad, despertando  mientras era acomodado en la lecho, y sentía como el rubio salía con suavidad de él y dejaba un par de castos besos en su frente y nariz. Shuichi solo cerro los ojos otra vez disfrutando de esa armonía, esa paz interior que jamás nunca en su vida había experimentado.

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

 

                No estaba seguro de cuanto tiempo había pasado exactamente desde que había logrado conciliar el sueño, pero pudo distinguir, a través de la ventana que aun era de noche. Fregó sus ojos para despertar bien, y cuando creyó que ya no volvería a dormirse se acomodo un poco en la cama y sintió un brazo rodeando su cintura. Miro hacia el costado y vio a un rubio, dormido boca abajo, pero "mirando" a la pared.

 

                Acaricio con cuidado ese brazo tan suave por debajo de la sabana oscura de seda, sonriendo levemente y esperando en lo mas profundo de su mente y alma que ese chico no se despertara, por que no tenia ni la más mínima idea de cómo iba a reaccionar si lo hacia. Ya no era un niño, tenia un poco mas de  19 años y sabia perfectamente en lo que se había metido... pero eso no quitaba que no sintiera vergüenza, pudor y hasta  cierto arrepentimiento por haber hecho "eso" con alguien con quien nunca había conversado mas que "monólogos" y por si fuera poco, por motivos meramente laborales, por que por desgracia, era solo él el que hacia las preguntas, el que saludaba y el que se despedía... pero debía aceptar algo... no era que estuviera arrepentido del hecho en si... solo, no quería quedar como un "chico fácil", por que no lo era.

 

 

                La primera vez que lo había hecho, fue con su mejor amiga de la secundaria... pero no fue como esperaba, por que entre nervioso, y nervioso, y avergonzado, y más nervioso aun no fue esa "experiencia" que te marca la vida para siempre de buena forma. Después vino su novia oficial, en el instituto, casi 2 años juntos... y si que aprendió cosas, pero todo termino cuando se graduó. Y ya luego nada... después de eso había quedado bastante mal, lo único que tal vez pasaba eran un par de besos, mientras bailaba con alguien en alguna fiesta, pero esta vez sumándole un factor, un poco fuera de lo común, aceptaba que hombres también tomaran sus labios, la primera vez solo fue para "probar", la segunda fue de pasado en copas, la tercera  con su amigo Hiro, por que perdió una apuesta, y la cuarta... bueno, la cuarta había sido con el rubio que estaba a su lado, profundamente dormido. Si lo miraba de esa perspectiva, no es que 5 personas antes del rubio fueran muchas, solo con una había tenido "sexo oficial" y desde hacia mucho tiempo que no tenia nada, absolutamente nada con nadie... no era un chico fácil, verdad??.

 

 

¿Y si el rubio lo veía así? ¿Cómo la aventura de la noche?

 

 

¿Si ese "Te quiero" que le dijo en el bar no era absolutamente creído por el dueño de casa?

 

 

¿Qué haría? ¿Cómo lo miraría?

 

 

 

No... no podía dejar que eso sucediera.

 

 

 

Pero es que en ese justo momento... sentía que se moriría si se levantaba de esa cama, dejando de ver esos ojos dorados tristes, y se asfixiaría sino volvía a recibir oxigeno de la boca a la cual, deseaba rendirle culto toda la eternidad.

 

 

 

"No puedes haberte enamorado tan rápido Shuichi..."

 

 

 

"No, no puedo..."

 

 

 

               

 

Le contestaba a su subconsciente.

 

 

 

 

"No durará más de esta noche...Acéptalo!"

 

 

 

"...Lo Acepto"

 

 

 

"Fue lindo mientras duro, pero ya paso... da vuelta la pagina y sigue... tienes tu vida, no te detengas por él."

 

 

 

 

-No lo haré... -susurro a la conformada oscuridad reinante en la habitación.

 

 

 

                Pero es que le costaba tanto hacerle caso a su razón! Sabia que su mente lo hacia para el bien de su corazón... pero es que costaba, y mucho! Por que no era "poco tiempo" había sido casi un año desde que lo había visto en un parque por primera vez... fumando su cigarrillo, con la vista perdida en el  firmamento y sus cabellos rubios meneándose al compás del viento.

 

 

                Lo había visto la noche en que había terminado con su ex novia, estaba de casualidad en el mismo parque, a la misma hora, solo que prácticamente gritándole a la chica por el móvil, que por favor, entendiera, que ya las cosas no daban para mas, y que agregarle distancia a la relación seria terminarla, pero tortuosamente de manera lenta y agónica, pero él ya no quería sufrir mas por ella... quería espacio y libertad, quería sentirse, por una vez en su vida, que podía hacer las cosas por si mismo, y que podía estar sin ella, a pesar de que la amaba, pero ese amor lo destruía mas de que lo alegraba.

 

 

                Y ese chico rubio escuchó su discusión... y cuando corto el móvil y lo tiro al pavimento de solo ira y lagrimas, rompiéndolo en mil pedazos, sintió la mirada  neutra y casi inexistente de vida y emoción alguna del rubio... un simple...

 

 

 

"Que patético eres mocoso..."

 

 

 

                ...lo había dejado estupefacto por varios minutos.

 

 

               

 

Y desde ahí, nunca mas pudo olvidar esos ojos, y esa voz tan fría... igual que la nieve que le daba su nombre... y cuando lo vio en el bar, a punto de intoxicarse en alcohol, no pudo evitar repetir esas mismas palabras...

 

 

 

"Que patético eres mocoso..."

 

 

 

                ...en su oído, mientras lo subía al taxi, y le daba las indicaciones al chofer, para que lo dejara en la puerta de su casa.

 

 

 

                Recordaba la frustración que había sentido al no ser reconocido, pero como ese sentimiento se iba quedando mas y más en el olvido cada vez que lo veía llegar al bar y casi a la misma hora, haciendo que otro floreciera rápidamente; un sentimiento jamás experimentado por él, ni mucho menos imaginado, que lo llevo a sentirse casi un imbécil, por no ser capaz de preguntar su nombre en los 5 meses que llevaba el rubio frecuentando "El Ruido". Ese sentimiento de ahogo que generalmente sentía, y que lo había hecho escribir aquella canción, con la que finalmente se le había declarado, y de la manera mas obvia posible... cantándosela a los ojos primero, y luego a sus oídos, pero esta vez en una cama. 

 

 

                Cerro los ojos suspirando de nueva cuenta pesado... y ni siquiera esta vez tuvo noción de cuanto tiempo llevaba pensado, o más bien, desvariando, así que fijo otra vez su vista por la ventana y vio que las estrellas desaparecían, al igual que el negro del manto sideral y un tenue morado o rojizo se asomaba en el cielo... y viendo brillar la ultima estrella, decidió la mejor de las opciones acerca de su "situación".

 

 

                Colapso del encantador aroma del rubio sus pulmones y acaricio unas ultimas veces el brazo que aun lo rodeaba... sabia que era lo mejor, por que por sobre todo quería conservar esa noche como la mejor y la más hermosa de su vida... y como lo había dicho su razón...

 

 

Lo había disfrutado mientras duro.

 

 

Una sola noche, para su desgracia.

 

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

"No quise molestarte mientras dormías, pensé que odiarías que te despertara, así que por eso trate de ser lo más silencioso posible...((espero haberlo logrado)).

 

...Y tal vez no te importe, pero para mí fue una muy bonita noche...

 

Ahora debo irme, por que un tren me espera, hoy comienza mi nueva vida y... disculpa, no te aburro con mis cosas.

 

Espero que leas esta nota para que recuerdes que mi nombre es...

 

Shindou Shuichi."

 

 

 

 

 

                Paso por su cara sus manos, para tratar de despertar bien y al hacerlo releyó la nota...

 

 

 

"No quise molestarte mientras dormías, pensé que odiarías que te despertara, así que por eso trate de ser lo más silencioso posible...((espero haberlo logrado)).

 

...Y tal vez no te importe, pero para mí fue una muy bonita noche...

 

 

 

                No continuo leyendo... puso dos de sus dedos en el puente de su nariz, moviendo la cabeza de un lado a otro suavemente de forma negativa...  soltó la nota y suspiro profundo. ¿Cómo demonios no se despertó para detenerlo?... para él también había sido una noche bonita, llena de sentimientos que llenaban su corazón, había terminado en sexo pero esta vez muy diferente a las anteriores... lo había deseado por mucho, pero se negaba a aceptarlo, el no buscaba, las personas llegaban por si solas a su cama, pero con el chico pelirrosa fue distinto, por que él fue quien lo busco, él fue quien intento besarlo primero, y fue él quien le hizo el amor aquella noche... por que, esa noche sentía que había hecho el amor por primera vez en su vida.  No fue violación, como la suya en el pasado, por que el chico se le había entregado mas de lo que pudo imaginar. No fue solo sexo, por que Shuichi le había dicho "Te Quiero". Si, había hecho el amor... pero a la mañana siguiente su cama estaba nuevamente vacía, fría y en soledad.

 

 

                Sintió como las lagrimas se agolpaban con fuerzas en sus ojos, amenazándolo con salir disparadas, para de alguna forma, lavar su alma y darle un poco de consuelo, pero para él no era consuelo... llorar era debilidad, cobardía, miedo, terror...

 

 

 

"..Los Hombres no lloran Eiri... además, sé que te gusta, por que esto lo has deseado por mucho, mucho tiempo..."

 

 

 

                Golpeo con fuerza el colchón mas de una vez, no iba a llorar, por que si lo hacia podría sentir la risa desquiciada de su "Primer Amor" burlándose de él y su miedo.

 

 

                El vació en su corazón volvía a pasos agigantados, su cabeza daba vueltas de forma casi frenética, el asco comenzó a amenazar con salir de su boca en cualquier momento, y lo único que pudo hacer fue correr al baño para devolver lo poco que había comido el día anterior, el alcohol consumido y la repugnancia  que sentía al recordar a ese bastardo ser, que prácticamente le arrebato toda su humanidad, dejándolo en ese momento sumido en la mas absolutamente desesperación, por culpa de los traumantes y espantosos recuerdos y de la cruda soledad que volvía nuevamente a su apartamento y a su vida en gloria y majestad.

 

 

                Y siguió descargándose un tiempo mas, hasta que ya no tuvo nada, ni siquiera bilis para vaciar de su ser, y recargado en la pared del baño, cerro los ojos y trato de llenar sus pulmones con oxigeno otra vez... aunque ya no sabia por que lo hacia... en ese momento todo para él era oscuro, y por sobre todo insano, por que la noche anterior había llegado al paraíso, pero cuando abrió sus ojos, se dio cuenta de que estaba otra vez en su infierno, en su podrida realidad.

 

 

 

-...Deberías haberte quedado... Shuichi.

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

[II]

 

 

 

 

 

                El tiempo no había pasado tan rápido como mas de alguno quiso, el transcurso de esas tres semanas se estaba volviendo para Eiri el peor tiempo que recordaba en toda su vida, por que los fantasmas de su pasado nunca lo habían atormentado tanto como esos días, llevándolo en algunos momentos a la mas cruda y fiel locura... y es que, por fin, todo lo que se había guardado por mas de seis años, había explotado la noche que paso con su ilusión de ángel, sintiéndose vivo esas horas, y muerto en las actuales.

 

 

                Y en sus momentos de lucidez, había pensado en como encontrar a ese chico, que le había robado la poca alma que le quedaba, y por que no decirlo, la razón también.

 

 

                Era aquel un día viernes, y después de agrupar la poca cordura que le quedaba había decidido ir al mismo antro donde lo había conocido, tal vez en aquel lugar sabían del paradero del pelirrosa, y si alguien se negaba, en lo mas mínimo a aportarle con algún tipo de información, no le importaría en lo mas mínimo usar la violencia, de todos modos, la primera vez que mato a alguien fue difícil, la segunda... seria mas fácil y sencilla.

 

 

                Así que dejando que el agua helada lo recorriera por completo, por que necesitaba despertar bien y tratar de alejar, aunque fuera por unos momentos los demonios que llevaban jornadas enteras atormentándolo de día y noche, necesitaba recuperar su serenidad con urgencia... pero eso lo vería de camino al "Ruido", ahora, solo recordaría, con placer y melancolía la sensación que se grabo en su mente al besar los suaves y delgados labios del pelirrosa.

 

 

                Así, con esos pensamientos, sentía que por ellos tenia que luchar, costara lo que le costara, teniendo en cuenta la sombra de su pasado que lo acechaba sin piedad alguna. 

 

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

 

                Estar en una nueva cuidad, con personas que no conocía y aun mas, sin familia o amigos que lo orientaran y le dieran consejos de cómo manejar su vida en esos momentos, hacia que el pelirrosa se concentrara al extremo en cada cosa que hacia o dejaba de hacer.

 

 

                El simple hecho de vivir en una de las ciudades mas pobladas del mundo, y con una tecnología años luz mas avanzada que la de muchos otros países lo hacia sentir, mas que nada, un adulto en todo sentido de la palabra. Debía ordenar sus gastos, mantener un espacio acogedor en su departamento y por sobre todo, rendir al cien por cien en su carrera Universitaria.

 

 

                Había decidido estudiar Licenciatura en Historia y Ciencias Sociales... le gustaba la historia y era lo único que se le daba bien en la escuela, pero no por eso iba a dejar de lado su máxima pasión, lo que le daba vitalidad a su existencia, él vivía por y para la música, respiraba música... pero por desgracia, la oportunidad para hacer realidad su sueño no se había presentado a pesar de que había golpeado muchas puertas, que por infortunio, ninguna se había abierto para él y su talento.

 

 

                Pero las seguiría golpeando, tal vez en Tokio tendría mas suerte... pero por el momento, se dedicaría a sus estudios con todo su entusiasmo o el que le quedaba.

 

 

                Esas dos semanas las había pasado entre ajetreo y ajetreo, debía poner sus papeles de matricula en orden, tomar sus ramos, ubicarse correctamente en el gigante espacio físico que tenia la universidad para no perderse entre clase y clase, además, debía ordenar su alquilado apartamento, que para su suerte no era grande, sino mas bien pequeño y sencillo... así se demoraba mucho menos en limpiarlo y dejarlo en orden. Además, ya mas de algún maestro le había pedido un trabajo o ensayo que hacer, así que su tiempo libre era escaso, hasta que pudiera organizar bien su horario.

 

 

                Pero ya era sábado en la noche y a pesar de que sus nuevos compañeros de carrera lo habían invitado a salir e "inaugurar como Dios mandaba el Año académico" él no tuvo ni la mas mínima intención de abandonar su hogar por aquella noche, aduciendo que prefería descansar y poder estudiar bien para su primer examen.

 

 

                Menos mal que esos chicos no lo conocían, por que si hubiera sido Hiro o Suguro, de seguro que estarían interrogándolo acerca del asunto que lo tenia así de decaído.

 

 

                Y el solo hecho de pensar en eso lo hacia recordar cada beso, cada roce, cada gemido de placer que sintió esa noche en los brazos de ese rubio que aun no se iba de su mente, ni mucho menos de su corazón. Estaba mas que convencido de que era algo que debía olvidar y superar, pero es que le costaba tanto... por que ese día domingo por la mañana, cuando estaba vestido y apunto de salir para siempre de ese lujoso apartamento no pudo evitar quedarse minutos enteros admirando la belleza de ese hombre que simplemente se había metido en lo mas profundo de su corazón y de su cuerpo. Aun podía sentir los dedos del mayor presionando sus caderas, marcando el ritmo que lo había vuelto loco, besado con pasión desmedida sus labios, mordiéndolos, marcándolos como suyos por esa noche, siendo efecto y causa del placer mas maravilloso que podía haberse imaginado...

 

 

                Un beso, una caricia, una noche le bastó para darse cuenta de que estaba mas que enamorado de un perfecto desconocido, que lo había tomado y lo había llevado al nirvana codiciado por muchos... y prefirió dejar de pensar, de revivir esas escenas en su mente, no quería terminar como la noche anterior, aliviándose a si mismo, con sus manos, que no eran ni siquiera remotamente parecidas a las manos de su imposible. Además, después terminaba con un sentimiento de arrepentimiento gigante, no la paz con la que se había dormido en los brazos ajenos, sino de remordimientos por profanar el único recuerdo de amor de verdad que tenia, aunque fuera solo sentido por su parte.

 

 

                Fue al baño para empapar bien su cara con agua fría, sentía que sus mejillas ardían y al mirarse al espejo, vio que nuevamente algunas lágrimas habían logrado salir en contra de su voluntad, deslizándose con calma por su rostro... Suspiro pesado.

 

 

                Salió rápidamente del baño y tomando su billetera y las llaves abandonó el departamento... no quería quedarse en su cama, por que estaba seguro de que lloraría aun más, saldría a despejarse, así no pensaría en él ni es su fracaso de amor.   

 

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

 

                Recorría las atestadas calles de Tokio en su coche ultimo modelo, y cuando otra vez se detuvo por el infernal atasco producido por los coches que iban delante de él comenzó a buscar con su vista a ese chico... estaba cerca de donde le habían dicho que se encontraba el edifico de departamentos donde el pelirrosa alquilaba uno.Si tenia suerte lo encontraría.

 

               

A su mente vino la noche anterior, cuando se había presentado en el "Ruido" pidiendo información sobre Shindou Shuichi.

 

 

 

Flash Back.

 

 

-"Quién eres tu?" -le pregunto un pelirrojo bastante serio.

 

-No te importa, solo contesta lo que te pregunte.

 

-No tengo por que contestarte eso... no se quien eres tu, y vienes con esa prepotencia a preguntarme por Shuichi y...

 

-Contéstame... por favor. -pidió a punto de perder la paciencia, recordaba perfectamente a ese pelirrojo, el que siempre estaba al lado de pelirrosa.

 

-Pasa algo, darlyn?? -pregunto un rubio acercándose a ellos.

 

-No, nothing K... -Hiroshi se había girado para ver al dueño del antro, quien también era su pareja. Claude por su parte, miro seriamente al rubio frente a él, había escuchado como se había dirigido al pelirrojo y eso no lo iba a permitir.

 

-Que quiere? Esta cerrado.

 

-Lo sé... -y lejos de intimidarse, siguió-... quiero que me digan en donde puedo encontrar a Shindou Shuichi.

 

-Él ya no es empleado de este lugar, razón por la cual no tengo idea de su paradero.

 

-Tal vez usted no, pero él si... -contesto apuntando al pelirrojo.

 

-Para que lo quieres? -pregunto serio aun.

 

-Necesito...verlo. -respondió como pudo, no le diría las razones a un extraño, pero esperaba que con eso el molesto pelirrojo entendiera.

 

 

                K miro a Hiro y este hizo lo mismo, el pelirrojo había identificado de inmediato a ese rubio prepotente al entrar al bar, era el chico por el cual su amigo pelirrosa babeaba -literalmente- y para nadie fue un misterio verlos salir juntos a toda prisa semanas atrás. Hiroshi intuía algo, y sabia que no se equivocaba. Claude lo miro, diciéndole un"si" con la cabeza, él también comprendía la petición.

 

 

                El pelirrojo se alejo de ambos rubios hasta llegar a la barra, donde tomando un lápiz y un papel anoto la dirección en Tokio de su amigo.

 

 

 

-"Espero no equivocarme ...Dios!"

 

 

 

                Pensó mientras caminaba de vuelta.

 

 

 

-Solo... no le hagas daño. No quiero verlo mal otra vez.

 

-No lo voy a hacer. -contesto mirando el papel, que era como la luz final de su oscuro túnel, que le indicaba el camino hacia la eternidad.

 

-Cuídelo, Mr. Yuki Eiri.

 

 

                El aludido solo miro al otro Rubio, para salir de aquel local nocturno susurrando un suave "Gracias."

 

 

                Después había llegado a su apartamento y arreglo todo, para salir al mismo día siguiente en busca de ese chico, que lo tenia tan desesperado.

 

 

 

 

End Flash Back.

 

 

 

                Y Tan metido estaba en sus pensamientos que al momento de acelerar no vio como un chico, delgado y empapado por la lluvia, que repentinamente había caído, se cruzaba en su camino, haciéndolo frenar en milésimas de segundos, alcanzando a golpearlo, pero no con gran violencia.

 

               

                Bajo lo más rápido que pudo, por que había jurado que el cabello de esa persona que se le había atravesado era rosado. Y al poder ver al fin al accidentado, su corazón dejo de latir y sintió como todo el mundo giraba, de forma tan rápida que sintió que sus piernas ya no lo sostenían, se llevo una de sus manos a la boca y la vista se le nublo, producto de las lagrimas que ahora salían sin ser contenidas.

 

 

 

"...Muerto, Muerto...Muerto, Muerto... Yo lo Mate, otra vez lo Mate..."

 

 

 

                Era lo único que su mente procesaba, junto a las imágenes de su Primer Amor bañado en un charco de Sangre producido por la bala que había encajado perfectamente en su cabeza y que él, con sus propias manos temblorosas había disparado.

 

 

                Tuvo que apoyarse en la parte delantera del automóvil para no caer estrepitosamente al pavimento. La gente rodeaba al chico que tirado estaba en la calle boca abajo, sin moverse... Eiri no podía quitar su vista de ese lugar, y sus lagrimas se confundían con la lluvia. Un hombre mayor comenzó a encararlo por lo irresponsable que había sido, pero él no escucho mas por que el ensordecedor silencio que tenia en su mente lo hacia estar, al parecer, en un universo paralelo, a pesar de que su cuerpo estaba en aquel lugar.

 

               

                Minutos después llego rápidamente un par de policías que estaba por el lugar, y otros minutos más una patrulla. Y cuando uno de los uniformados se acerco al rubio, para prestarle declaración, dejo de pensar definitivamente, perdiendo la conciencia de todo.

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

               

                Cuando despertó de su lapsus mental se vio en una celda, fría y con muy poca iluminación, sentado en un catre de concreto, y el guardia comenzaba a cerrar la reja de la celda, dedicándole una molesta mirada.

 

 

                Pero eso ya había pasado hacia mas de 4 horas y aun no sabia nada, pero tampoco era que esperara mucho algo bueno, por que había matado otra vez, y peor castigo de eso era imposible.

 

 

                Sentía su cuerpo muy pesado, frió, su cabeza estaba que estallaba, y el vació definitivamente se había instalado en su interior... ahora si sabia que estaba en el mismísimo infierno, del que ni con la muerte podría escapar.

 

               

                Pero un sonido proveniente de la puerta que daba acceso al pasillo de los calabozos lo saco de su ensimismamiento, escuchando como los pasos calmos pero fuertes de un guardia se acercaba, hasta definitivamente parase frente a su celda, y él no miro, ni siquiera cuando el sonido de los pasos fue reemplazado por el de las llaves siendo sacadas del bolsillo e introducidas en la cerradura de hierro para finalmente abrir la reja en su totalidad.

 

 

-Uesugi...

 

-...

 

-...Uesugi .

 

-..- él solo lo miro.

 

-Levántate, te largas de aquí.

 

-..-Eiri lo miro, pidiendo una mejor explicación, que el guardia no tardo en dar.

 

-Tienes un buen amigo... el chico que arrollaste te pago la fianza, así que ¿qué esperas para largarte? Mira que necesitamos el espacio.

 

 

               

                Su mente  se remeció al escuchar esas palabras, entonces ¿no lo había asesinado? Shuichi estaba vivo... y lo estaba esperando... y por fin lo vería de nuevo. No tardo ni un segundo en levantarse y salir rápidamente de aquella celda y hacer lo mismo con el pasillo, hasta aparecer detrás de un vidrio grande y verlo, sentado en un escritorio, dándole la espalada por que estaba  hablando con el inspector.

 

               

                Y al notar que se ponía de pie y se giraba en su dirección, su corazón pareció volver a la vida golpeando fuertemente en su pecho. El pelirrosa agradeció al inspector su comprensión dándole un apretón de manos y su mas tierna sonrisa para luego caminar junto a él hasta llegar frente al policía.

 

 

-Estas bien? -pregunto el pelirrosa preocupado al ver al rubio mas pálido de lo habitual.

 

 

                Solo movió la cabeza de forma positiva, ya que no podía hablar al tener su vista pegada al brazo izquierdo del chico, el cual estaba enyesado desde el codo hasta la mitad de su mano.

 

-Es mejor que nos vallamos... -dijo el pelirrosa tomando el brazo del mas alto, para sacarlo de ahí cuanto antes.

 

 

                Quería salir de allí lo mas rápido posible, por que el cuerpo le dolía completamente y sentía que su mano explotaría dentro del yeso que una hora tras le habían puesto en el hospital. El accidente había sido muy leve, solo obteniendo de ella un esguince en su mano izquierda y pudiendo ser dado de alta enseguida. Al salir del hospital tomo un taxi para llegar prontamente a la estación de Policía donde le habían dicho que había llevado al rubio detenido por el incidente.

 

 

                Y al llegar comenzó con el lento y burocrático proceso para poder hacer que Eiri quedara libre de todo cargo. Le habían preguntado si quería presentar una demanda, y él de inmediato  contesto que no, no podría hacerlo, por ningún motivo. Luego le informaron que como había sido un accidente, donde él mismo se atribuía la culpa por haber atravesado con luz roja para peatones, el rubio podría salir de ahí, solo con una amonestación en forma de fianza que debía pagar.

 

 

                "De donde saco todo ese Dinero??"  Se pregunto él hasta que recordó el dinero que tenia para pagar el alquiler de tres meses de su departamento, el primer mes de Universidad, y el que ocuparía para hacer las compras del mes.

 

 

                Salió de la delegación con rumbo a su casa, estaba mas que claro que no iba a dejar al rubio ahí en la cárcel sin ayudarlo... aunque eso significara buscarse un trabajo al día siguiente para tratar de reponer aunque fuera una parte del dinero que estaba a punto de gastar.

 

 

                Al entrar a su departamento se dirigió de inmediato a buscar su caja azul de "seguridad" que tenia bajo su cama, la abrió con prisa y de la misma forma encontró el sobre donde guardaba todo el dinero que tenia... lo saco y comenzó a contra billete por billete, percatándose de que le alcanzaba para la fianza y para comer por los menos dos semanas... adiós con alquiler y mensualidad universitaria...

 

 

-Tendré que hacer un par de llamadas... -dijo sonriendo nerviosamente. Solo esperaba que sus padres no se enteraran, por que sino, él si que pagaría peor que en la cárcel el haberse gastado el dinero en pagar la fianza de un completo desconocido que mas encima lo arrollo, dejándole un lindo recuerdo en su muñeca izquierda.

 

 

                Suspiro pesado... mejor volvía rápido a la estación policial, antes de que su razón detuviera en seco a sus sentimientos y no lo dejara salvar a su amor.

 

 

                Y de nuevo estaba frente a la puerta de su departamento, abriéndolo y dándole el espacio suficiente al rubio para que pasara antes que él al interior. Durante el camino ninguno de los dos dijo palabra alguna y ni siquiera se habían mirado, y de las misma forma subieron las escaleras, Shuichi daba gracias de que ese edificio no tuviera ascensor... eso si que seria mucha tentación.

 

 

               

-Acomódate por favor... te ves cansado, mientras yo prepararé la cena. -dijo él, quitándose su chamarra y buscado entre los cajones y luego el refrigerador algo decente para cocinar. -... esto de cocinar no se me da mucho pero haré mi mayor esfuerzo y...

 

-Lo siento...

 

-Que? -pregunto mirándolo por primera ve desde que habían salido de la estación.

 

-Yo... tu brazo... -le contesto suavemente, su voz apenas y salía.

 

-Mi brazo??... -y bajo la vista hasta ver la causa de la disculpa del otro-... ah! Pero no te sientas mal... esto siempre me pasa, cada vez que me caigo termino sufriendo por esta muñeca.. si tampoco el golpe fue tan fuerte fue mas el susto y la conmoción de la gente que...

 

-Pero... casi te mato.

 

 

 

                Shuichi lo miro serio por un par de segundos, la misma mirada de dolor y muerte que vio la primera vez que miro los ojos del rubio en "El Ruido"  había vuelto, y quiso besarlo para quitarle todo ese pesar, pero solo se giro para seguir con lo que hacia, dejando a Eiri muriendo nuevamente de la tristeza por culpa del arrepentimiento y el "odio" que creía que sentía Shuichi hacia él.

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

               

 

 

 

 

 

-Espero que te guste, mi especialidad no es el ramen, pero por si esta muy asqueroso, tengo también arroz con filete de pollo... -informo un tanto apenado el pelirrosa, no era que fuera un gran cocinero, pero para él estaba bien su comida... esperaba que al rubio le gustara.

 

-Esta bien así. -y es que en verdad, no tenia apetito alguno.

 

 

                Sirvió todo en la pequeña mesa que tenia y cuando vio que no faltaba nada se sentó en el suelo, frente al rubio, dispuesto a comer y mucho.

 

 

                Pasaron casi 15 minutos y solo ahí el pelirrosa se percato  de que le rubio siquiera había tocado la comida.

 

 

-Tan mal sabe??

 

-No...

 

-No lo has probado, verdad??

 

-...-el rubio solo lo miro, Shuichi entendió de inmediato. Bebió de su zumo de frambuesa y cuando no tuvo nada en su boca, volvió a preguntar. -Quieres hablar de lo que paso??

 

-...

 

-La verdad es que, tu silencio no me sirve de mucho...

 

-...Casi te mato. -dijo serio, mirándolo a los ojos.

 

-No, y ni te acercaste siquiera a eso. -contesto de la misma manera, y disimulando con maestría sus nervios.

 

-Si lo hice...

 

-No.

 

-Tu brazo, es mi culpa... ¿¿que hubiera pasado si acelero mas?? ¿¿Y si... ?? -pero no siguió, por que el pelirrosa se lo impidió.

 

-A ver, si hablamos de responsabilidades, la mayor parte de la culpa es mía, yo no mire el semáforo, fue mi error no haberme percatado de que la luz ya había cambiado.

 

-Pero fui yo quien te arrolló.

 

-...- Shuichi lo miro, tratando de buscar una solución que dejara a ese rubio obstinado tranquilo, encontrando en la combinación de culpa la manera perfecta para hacerlo-... pues, dejémoslo en un cincuenta y cincuenta, la culpa fue de ambos!

 

 

                Y al ver semejante sonrisa, Eiri no pudo evitar sentirse conmovido al extremo, y casi en un acto reflejo, estiro su brazo, hasta rozar suavemente la mejilla del pelirrosa, dejando a este perplejo y más que ruborizado.

 

 

-Casi te mato... casi lo hago de nuevo... -repetía sin dejar de acariciar suavemente, como si temiera romper la suave piel del ojivioleta.

 

-...

 

-Estuve a punto de asesinarte...

 

-Pero... no lo hiciste, ya te dije que ni siquiera te acercaste... entiéndelo, por favor.

 

               

                Lo vio a punto de llorar, y sin darse cuenta ya estaba a su lado, tomando con ambas manos el rostro de Shuichi.

 

 

-No llores... -casi suplico.

 

-No... no lo puedo evitar... -respondió cuando ya las lagrimas viajaban libres por sus mejillas-... no soporto tus ojos... cada vez están más tristes... y no quiero, no puedo verlos así!

 

-Pero... yo, no puedo evitarlo Shuichi...

 

-¿Shuichi? ¿Recordaste mi nombre?

 

-Jamás podría olvidarlo...  no llores mas por favor.

 

-Solo... -sentía su cara arder y su corazón latiendo a mil, tenia al rubio de sus sueños y desvelos en su casa, a su lado, acariciando sus mejillas y suplicándole que dejara de llorar-... solo si dejas de tener esa mirada, tan desgarrada de dolor.

 

-...- Eiri sonrió de manera casi imperceptible, para luego  acercase lentamente y besarlo de manera dulce. Ese niño solo le inspiraba ternura y amor, no podía hacer mas que dejarse llevar por sus sentimientos, los primeros puros y verdaderos que tenia desde aquella fatal noche.

 

-...Róbame el aliento... por favor. -susurro como suplica sobre los labios ajenos cuando el casto beso hubo terminado. Nada mas le hizo falta a Eiri para tomarlo por la cintura y recostarlo bajo su cuerpo, mientras Shuichi permanecía con los ojos cerrados entregándose aun más si podía. Solo quería amarlo hasta la saciedad.

 

 

                Sus besos se hicieron cada vez más profundos al igual que las caricias sobre la ropa, y después sobre la piel. Los suspiros no tardaron en llegar para luego transformarse en  gemidos producidos por el mas grande de los placeres carnales. Las palabras sobraron esa ocasión, tal y como paso en su primera vez... lo mas importante era tocar, besar y disfrutar lo mas posible el cuerpo del otro, borrando de sus mentes y corazones las angustias, las penas y los dolores de la vida que separados los tenia sumidos en la oscuridad, uno por una amor que creyó jamás correspondido, y él otro, por los fantasmas de un asesinato que nunca quiso provocar, pero que por desgracia era lo único que lo salvo de la enfermiza, violenta y asquerosa vida que tenia junto a su profesor en New York, pero que Shuichi había comenzado a borrar nuevamente de su cerebro con cada beso y gemido. 

 

 

                No cerro los ojos en comparación al pelirrosa, él no podría hacer eso, no podía perderse las expresiones en el rostro del chico, era simplemente lo mejor que le había llegado a la vida, y lo disfrutaría, y lo retendría para siempre.

 

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

[ III ]

 

 

 

 

 

2 años Después.

 

 

 

 

                Estaba recostado con los ojos cerrados y los audífonos de su iPod a todo volumen, necesitaba relajarse, calmar los nervios,  concentrarse de tal forma que todo su ser se fusionara con la música, tenia que dar el mil por ciento, demostrar que la confianza puesta en él  no había sido errada, ese ultimo concierto debía  ser el mejor de toda la gira.

 

 

Si, seria el mejor de todos.

 

 

                Otra canción dio paso en el reproductor, y él siguió el ritmo con su dedo golpeando el aparato digital, respirando ya un poco más tranquilo... ahora la ansiedad lo invadía, sonrió al pensar en lo rápido que cambiaban sus emociones.

 

 

                Su música estaba tan fuerte que no escucho cuando golpeaban la puerta, y su mejor amigo entraba en la habitación dispuesta para su descanso particular. Hiroshi se detuvo a observarlo antes de informarle que ya debían salir, le sorprendió la serenidad con la que lo encontró, dibujo una pequeña sonrisita en sus labios. Si, su amigo por fin había madurado, y eso no significaba que había cambiado su forma de ser, no, él seguía siendo el mismo pelirrosa empalagoso de siempre, pero cuando se requería, era un Hombre, y en todo sentido de la palabra.

 

 

-Shuichi... -le dijo mientras retiraba con cuidado los audífonos de los oídos del menor, el aludido abrió los ojos sorprendido, relajándose al ver que era su amigo.

 

-Hiro... casi me da un infarto.

 

-No exageres... ya es la hora. - estiro su mano para ayudarlo a levantarse de ese cómodo sillón. El pelirrosa la acepto con gusto y cuando estuvo de pie se acerco al espejo para arreglarse el cabello.

 

-Crees que esta bien así de corto??

 

-Si, te ves muy bien.

 

-jeje... yo también lo creo.

 

 

                Había decidido cambiar la forma de su corte de cabello ese mismo día por la mañana, había pensado que ese era el día más decisivo de su vida y quería "formalizarlo" cambiando el  tradicional aspecto de su cabello desenfadado por uno más moderno, un corte vanguardista que consistía en  tenerlo muy corto atrás, en la parte de la nuca, con la partidura hacia su lado izquierdo dejando un exceso de cabello a ese mismo lado tinturado en negro, dejando todo el resto en su tradicional rosa, un poco mas fuerte. Aquel "mechón" extra liso casi a rajatabla contrastaba con notoriedad con el enredo que tenia en la parte posterior de la cabeza, un look que por demás lo favorecía, lo hacia ver mas blanco de lo normal, con ese cabello negro ocupando casi la mitad de su rostro, dejando a la vista su ojo derecho maquillado con  insistencia casi desmedida en negro, al igual que el ojo izquierdo que no se veía por culpa del cabello. Sus labios también llevaban un poco de maquillaje, pero en color violeta no exagerado, solo para darle mas resalte, aunque solo las primeras filas de fans podrían apreciarlo, ese lujo no estaba a la vista de todo el estadio. Para la desgracia de miles de personas.

 

 

-Shu... te ves muy bien, pero por si no te has dado cuenta estamos a 5 minutos de dar comienzo al concierto.

 

-Lo sé... y Suguro?

 

-Esta arreglando el sintetizador tras bambalinas... vamos? -pregunto el pelirrojo impaciente,  lo que más deseaba en ese momento, era tomar su guitarra marca  Ibanes  plateada  y demostrarle al mundo entero que su máxima pasión era tocar las seis cuerdas, dejando en claro que  Él era el mejor.

 

               

                Ambos se miraron con confianza,  la adrenalina en sus cuerpos aumentaba al acercarse un paso mas a las escaleras que los llevarían al mega escenario. Se encontraron con Suguro de camino... tomados los tres de la mano cerraron sus ojos y levantaron una plegaria por el éxito del concierto. Con un casto beso  en los labios entre los tres las luces en el escenario se encendieron. Suguro salió y fue seguido del pelirrojo colocándose ambos en su lugar, las primeras notas del sintetizador le dieron el pase a la guitarra eléctrica, quien comenzó con su serenata de notas livianas al principio, segundos después, una explosión de luces rojas y chispas le indicaron al pelirrosa que ya era su turno de entrar a escena.

 

                Todo el mundo estaba gritando eufórico... y la respuesta de Shuichi fue la primera frase del concierto, dicha con tanta seriedad y sensualidad que desde ese mismo instante las personas que estaban en aquel estadio no pararían de gritar en las casi dos horas que duraría el concierto.

 

 

 

Inocente niña
¿Como piensas que me conoces?
Entendias mis maneras y
Mis oscuras necesidades

Tu
Estas siempre despues y la caceria Ya no es con la misma emocion
Quiero la muerte, la conquista

Ser tu maestro
Envuelve tus brazos alrededor de mi palida píel
Ya Es muy tarde para volver, estas fuera!

Arrodillate y alaba a tu nuevo Señor
Abajo ahora! y aqui tu recompenza
Llevame a la cama y desgarrame.

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

 

 

 

-Muchas  gracias por estar aquí esta noche!!! -grito al micrófono al terminar la casi ultima canción del concierto, se acerco hasta la tarima del sintetizador para tomar una botella de agua natural para aclarar su garganta y seguirle hablando al publico-...Se han divertido, verdad?! -y el publico en un estruendo grito "si", pero para él no era suficiente-  les he preguntado si se han divertido?! -pregunto esta vez mas fuerte, haciendo que los gritos del publico se oyeran a varias cuadras de distancia.

 

-"siiii"!!!

 

-Que bien!!! Para eso es la música!! -declaro y luego fue por una toalla y secarse el sudor, llevaba casi hora y media de concierto y aun le faltaba una última canción, para él la mas importante, por que era una confesión, desde lo mas prefundo de su corazón.

 

 

                Espero un par de segundos hasta tener en su totalidad la atención del publico, Hiro y Suguro estaban en sus lugares correspondientes esperando a que su vocalista introdujera la ultima canción, sabiendo que al otro día la expectación mediática por lo que pronto diría el cantante pelirrosa seria monumental, pero no les importaba, lo primero era apoyar a Shuichi en todo. Y ahora lo demostrarían mas que nunca dejándolo expresar, por primera vez, sus sentimientos mas íntimos en frente de 30 mil personas.

 

 

-Pues este es el ultimo concierto de la gira de nuestro primer CD, y espero que no sea el ultimo -dijo poniendo el micrófono en el pedestal-... se que tal vez estos dos años han sido difíciles, convivir con alguien es lo mas complicado del mundo, tratar de mantener su espacio y que no se sienta ahogado con tu compañía -y hablaba con total normalidad, mirando al publico hasta que su vista se quedo fija en un punto especial, el que buscaba con ansiedad.-...estando ahí cuando te necesite o no, las discusiones, las lagrimas, los besos, las reconciliaciones...

 

 

                Las personas lo escuchaba atentamente, en ese momento Shindou Shuichi parecía irradiar una paz y seguridad que la mayoría jamás habían visto en su vida.

 

 

-...Se que no he sido la mejor de las personas, que te grito muchas veces tu falta de cariño producto de tu estrés, he cometido varios errores mientras hemos vivido juntos, la separación fue dolorosa, me rompiste el corazón  y creo que yo rompí el tuyo también...

 

 

                Unos ojos dorados sobresalían entre la multitud, su expresión fría y hasta asesina a él no le importaba, por que lo conocía, por que sabia que Eiri estaba concentrado escuchándolo, poniéndole toda la atención posible e imposible. Lo único que le importaba en ese momento era que ese rubio entendiera cada palabra que estaba diciendo.

 

 

-...Pero a pesar de todo lo malo, queda mas en mi mente y alma lo bueno, lo mejor de nuestra relación, de nuestro amor... por que se que me amas y no puedes vivir sin mi. -sonrió confiado, recibiendo como respuesta una sonrisa dorada igual, tenia muchas mas ganas de continuar-... Estos dos años amor, han sido lo mejor que me podría haber pasado en la vida... antes quería cantar solo para ser querido por los demás... ahora solo canto para ti y por ti... Y es por eso mismo, Yuki... que quiero que sigamos así juntos para siempre, mas allá de la muerte y hasta que el tiempo deje de ser tiempo. Mi amor desesperado es lo único que puedo ofrecerte en realidad y se que lo consientes y aceptas todos los días...

 

 

                Los fans no dejaban de ver y escuchar sorprendidos semejante confesión de amor a través de las pantallas gigantes en las cuales se mostraba el rostro del cantante sonriendo complacido por la reacción. Eiri solo se limitaba a escucharlo desde su lugar, cerca de la salida de emergencia, lo que mas le gustaba de ese chiquillo escandaloso eran sus momentos de sinceridad, que siempre iban dirigidos a él.

 

 

-Por que te amo tanto que si me pidieras morir por ti, no dudes que lo haría y sin pensarlo ni una sola vez...Por eso... cásate conmigo, hazme feliz eternamente y deja que yo también lo haga... Somos perfectos el uno para el otro. No te olvides de eso mi amor.

 

 

                Se sorprendió al escuchar aquella proposición, y mas que por el contenido en si, fue por que siempre pensó que seria él el que pidiera matrimonio primero, y por eso volvió a sonreír, poniéndose los lentes y enderezando su postura.

 

 

                Por las pantallas se mostró la radiante sonrisa pelirrosa y como miraba hacia el cielo, agradeciendo a Dios que su amor hubiera aceptado, no lo había dudado hasta que lo había preguntado, pero gracias a los dioses, su vida quedaba unida a la de él, por siempre.

 

 

-Y solo quiero que sepas... que lo eres Todo para mi.

 

 

                Miro a Hiro y a Suguro que lo contemplaban felices por él, el menor comenzó con las primera notas de su sintetizador simulando un piano y él solo se dejo llevar cerrando los ojos y cantando con la mayor fuerza que pudo. Desplegando mas luz que cualquier estrella del cielo, haciendo que los Ángeles le tuvieran envidia, por semejante felicidad, que ni en el paraíso se veía. 

 

 

-...The Reason. ((El Motivo)) -dijo simplemente el nombre de la canción y se perdio otra vez en su universo particular, donde estaba seguro que el amor de su vida estaba con él.

 

 

 

El Motivo.

 

No soy una persona perfecta
Hay muchas cosas que me gustaría no hacer
Pero continúo aprendiendo
Nunca pretendí hacerte esas cosas
Y así tengo que decir antes de irme
Que solo quiero que lo sepas

He encontrado un motivo para mí
Para cambiar quien solía ser
Un motivo para empezar de nuevo
y el motivo eres tú

Siento haberte hecho daño
Es algo con lo que debo vivir todos los días
Y todo el dolor por el que te he hecho pasar
Desearía poder hacerlo desaparecer
Y ser el que tome todas tus lágrimas
Por eso necesito que oigas

He encontrado un motivo para mí
Para cambiar quien solía ser
Un motivo para empezar de nuevo
y el motivo eres tú [x4]

No soy una persona perfecta
Nunca pretendí hacerte esas cosas
Y así tengo que decir antes de irme
Que solo quiero que lo sepas

He encontrado un motivo para mí
Para cambiar quien solía ser
Un motivo para empezar de nuevo
y el motivo eres tú

He encontrado un motivo para mostrar
una parte de mí que no conocía
Un motivo para todo lo que hago
Y el motivo eres tú.

 

 

 

 

 

 

+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+___+

 

 

 

 

                Todo el mundo se había marchado, luego de dejar todo los equipos respectivamente guardados, el estadio desocupado, solo con dos auxiliares limpiando aunque sea un poco el piso.

 

                El mini bus ya se había ido con todos los integrantes del staff, bueno, no todos.

 

                En el camarín del cantante, la luz estaba casi apagada. El pelirrosa apoyado en la puerta con las mejillas pintadas en carmesí, mirando a veces hacia el suelo, y otras hacia el sillón frente a él donde un rubio mas o menos serio lo esperaba.

 

 

-Por que tienes tanta vergüenza ahora? -pregunto divertido por la actitud aun infantil.

 

-Por que... creo que la adrenalina ya dejo de hacer su efecto... -dijo, tratando de mantener la compostura.

 

-Pues... no me digas que solo por eso dijiste todo eso allá afuera. -pregunto serio, acomodándose bien en el mueble.

 

-Noo!!! Lo dije en serio!! De veras!! -respondió  asustado ante la mirada que le dieron aquellos ojos dorados, se apresuro a llegar hasta frente a él donde se arrodillo mirándolo con todo el amor que pudo reunir-... Yo te amo, solo quiero que estés conmigo para siempre! -y se abrazo a su cintura dejando su cabeza en el regazo del otro.

 

-Lo mejor de ti es esto... cuando eres sincero y puro... -le dijo levantándole el rostro y mirándolo con una media sonrisa sospechosa que hizo a Shuichi enrojecerse hasta mas no poder.

 

-Yu...ki.

 

-Que te parece... si tenemos ahora nuestra luna de miel?

 

 

 

                Y lo próximo que sintió fue como poco a poco se iba elevando hasta el cielo, donde rozo el paraíso y volvió a la tierra mas de una vez esa noche en brazos de su futuro.

 

 

Lo mejor de todo, era que tenia esa vida, la siguiente y todas las demás para amarse, por que sus almas ya se pertenecían, desde la primera vez que cruzaron sus ojos, en un bar de Kyoto, cuando ambos creían estar solos en el mundo, pero que después de que sus miradas se toparan habían encontrado el amor, por él que muchos vivían y morían, y ellos no serian los primeros ni los únicos.

 

 

Por que su amor era inmortal tal y como los dioses. Y Los fantasmas de su pasado había quedado relegados al olvido, desde que sus bocas y sus cuerpos se habían unido por primera vez.

 

 

Nada los podría separar Jamás.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin.

Notas finales:

 

Me he tardado mas de un año en poder terminar este fanfic, es mucho, sobre todo para mi. Pero es que ultimamente la inspiracion a estado mas esquiva que nunca, A pesar de todo, me gusto este fic, es el que mas me ha gustado sobre todo por las kanciones, mori kuando se me okurrio poner esa kancion de Madonna e imaginarme komo Shuichi la cantaba y Eiri babeaba al verlo *o*!

En fin... este fic es solo para mi! para mi, para mi! "Siempre hay una luz al final del tunel", algo asi eskribi en este fic... aun sigo buskando esa luz...

En fin, me largo y dejo de aburrir!!! saludines a toos ah! y por supesto, otra vez!!

RW!!!RW!!! RW!!!!  TOT!!!

plissss!!! son necesarios para vivir!!!! jajaj! XD

Atte:

-Mine_darK-

*Nao_Ran*

-HxK-


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).