Llegamos hasta la casa de Sakura, Naruto se detiene en la puerta y espera mientras nosotros nos despedimos, le doy un largo beso mientras acaricio sus cabellos, me acerco a su oído y le pregunto si sus padres estarán en la noche, muerde el lóbulo de mi oreja y me dice que no, que me espera impaciente, luego se aleja, le da un beso en la mejilla a Naruto y desaparece tras la puerta. Naruto empieza a caminar de nuevo, acelero un poco el paso para ir a su lado. No pronuncia palabra pero su respiración es acelerada y parece fatigado.
- Si me dijeras que sucedió podría ayudarte
- No tiene nada que ver contigo
- Que fue lo que te dijo Shika
- ¿Shika? Vaya su relación parece ser muy cercana
- De que hablas dobe
- No tiene nada que ver con el, ni con lo que me dijo
- Entonces… vas o no a decirme algo
- ¿va a desnudar tu alma para mí o no teme?
- No tengo una falda que levantarme
- Pero si tienes un pantalón que quitarte
- La apuesta es que me harás reír dobe, no que me harás vomitar con tus sucias intenciones, así que concéntrate o cancelemos esto, bueno usuratonkashi
- Teme… todo lo que hago funcionara al final, solo espero que recuerdes que solo se trata de una apuesta.
Hemos llegado a la puerta de su casa, se detiene en el umbral y me mira, mis ojos se detienen en sus labios y de nuevo esa tensión nace en mí, abre la puerta y me invita a seguir, dudo si hacerlo o no, nunca entrado en su casa, no se lo que pueda suceder si entro o no, meto las monos en mis bolsillo mientras subo uno de los escalones de la entrada, el papel se enreda en mis dedos, y me detengo. ¿Qué es lo que dice, que es lo quiere decirme?, miro a Naruto como si el tuviera una respuesta, pero su respuesta es mas inquisitiva que le mía, termino de subir y entro, detrás de mi el cierra la puerta, pasa a mi lado y camina hasta un sofá que hay cerca, con un ademán me pide que lo siga, me siento a su lado. Cuando pretendes explicar algo, aun cuando eres el más inteligente, cuando se trata del corazón, no hay explicación que valga. Mis manos sobre mis mulos apresan el pantalón que llevo puesto, ahora séme hace incomodo, se levanta y al rato vuelve con un poco de té.
- No tienes afán verdad.
- ¿Qué quieres?
- ¿Por qué siempre debo querer algo teme?
- Por que así eres tú.
- Ganaste.
- Y entonces.
- ¿Qué es lo que pasa en tu vida?
- Dobe.
- Hey!
- A que te refieres.
- Si… que es lo que pasa con Sakura.
- Es mi novia, nada mas pasa.
- ¿La quieres?
- …
- No.
¿La quiero? Que si la quiero a no, a quien le importa. La relación con ella empezó hace unos meses. El día que fue a mi casa ha hacer un trabajo de biología, malditas mitocondrias, sin que yo pudiera decir nada me beso, no voy a decir que me gusto, pero tampoco que me fue del todo desagradable, desde entonces estamos saliendo, nos convertimos en novios inconcientemente, cuando supe que lo éramos ya todo el instituto lo sabia. Siempre pensé que era solo un juego.
- No hablo solo de ella teme, sabes que hay rumores, demasiados rumores rodeando tu cabeza.
- Llego la hora de que me vaya.
- No tienes que irte si no quieres, solo tengo curiosidad.
- No estoy de ánimo para responder cuestionarios.
Me levanto del sofá y camino hasta la puerta, giro la perilla y abro la puerta, quiero salir, pero mis pies no se mueven, detrás de mi ciento sus pasos que se acercan, súbitamente se detiene.
- Me dirás lo que sucedió contigo allí adentro, o puedo irme
- No sucedió nada fuera de lo que dije, no es necesario que te vayas teme.
- Yo creo que si
Tomo animo de donde no tengo y doy un paso al frente con resignación en el rostro, despacio empiezo a descender por el umbral, espero que me detenga quiero que lo haga.
- Oye… te molesta si voy esta noche para que me ayudes con lo de física
- Sabes que no te ayudo en física, además no estaré esta noche ya tengo planes… pero si quieres mañana en la noche te ayudo, no tienes afán verdad.
- Todo bien, yo busco a alguien que me ayude… sayonara
- Bay
Termino de bajar los escalones que me separan de la calle. Antes de irme doy una ultima mirada atrás, y hay esta el cruzado de brazos mirándome, no parece que tenga animo de detenerme, igual no es algo que deba importarme, cierro los ojos y con la cabeza hago un movimiento de negación, escucho una pequeña risita y mis pasos continúan, se que no entro… ya los dije lo que sucede, siempre es igual.
Entro en mi casa y me tiro sobre el sofá, hoy ha sido un día agotador, prendo la tele y paso los canales buscando algo que me distraiga por un rato. Basura… basura… esto… no basura también, Dragón ball ehhh… bueno esta bien. El programa termina y me quedo otras ves si nada que ver camino hasta el equipo y pongo algo de música, luego voy a la cocina y tomo vaso con agua, me siento en el comedor. Recuerdo la hoja de papal que Shikamaru me había dado, lo leo y no lo creo.
Me viste hablando con Naruto, no me interesa meterme en lo que haces, lo que pase entre ustedes me tiene sin cuidado, pero pude darme cuenta que Naruto tampoco mide las consecuencias, de el lo espero, de ti no… piénsalo, es demasiado problemático.
Que consecuencias debo medir que Naruto no haga, es una maldita apuesta, no es nada mas, se esta llenando la cabeza de conflictos invisibles, arrugo el papel y lo tiro en la basura, donde debe estar. La música se apaga y no puedo evitar maldecir para mis adentros, camino hasta la sala, haber que sucede
- No puedes respetar el sueño de un hombre cansado
- Se supone llegarías en un mes
- Pues no, y por lo que veo haces fiesta cuando no estoy
Vuelvo aprender el equipo y le subo aun más el volumen, Itachi se levanta del sofá y me mira seriamente, lo miro de la misma forma, no puede llegar simplemente y creer que manda sobre mí, esta a unos dos metros, con pasos firmes se va acercando, no retrocedo un solo paso.
- Hombre de verdad que estoy cansado, lo que menos deseo es que me fastidies
No le contesto, cuando esta a unos pasos agacha la mirada se acerca un poco mas, ¡mierda! ¡¿Quién putas se cree?! Uno de sus puños golpea fuertemente mi abdomen, duele, demasiado a decir verdad, caigo sobre mis rodillas y unas gotas de sangre salen de mi boca, la ira empieza a circular por mis venas, me levanto rápidamente me amarro a el por la cintura lo alzo un poco, corro y estrello su cuerpo contra la pared, el sonido del golpe y la música retumba en mis oídos, ningún gesto de dolor se dibujo en nuestras rostros, eso nunca, seria darse por rendido, seria humillarse, me alejo de el, sentándome en el sofá tomo un poco de aire, segundos después el se sienta a mí lado, gira el cuello sobre su eje terminando con la cabeza recostada en el sofá con los ojos cerrados.
- No estaré en la noche, tendrás suficiente tiempo para descansar antes que vuelva
- No me digas que sigues con la fea
- No conozco a nadie con ese nombre
- Te quiero acá esta noche
- Ya dije que no estaré, consíguete una puta si lo que quieres es compañía
- Ototo idiota
- Púdrete
- Igual que tu lo estas haciendo al lado de la fea, no gracias… prefiero esperarte hasta mañana
¡Mierda… mierda… mierda! Estaba preparado para aguantármelo en un mes, no ahora, tomo mi mochila y subo a mi habitación, al rato el equipo de sonido es apagado de nuevo, siento sus pasos subiendo por las escaleras, se detiene en mi puerta, que cerré con llave, golpea tres veces antes de intentar abrir.
- Me fue bien en el viaje, ¡gracias por preguntar!... prepara la cena, tengo hambre
Miro a través de mi ventana los transeúntes, sus rostros tan distintos, tan cerca de mí pero tan desconocidos como mi propia esencia. En momentos como este, momentos en que el pretende mandar sobre mi, no puedo evitar extrañar la vida de hace unos años, esos años en los que sus presencias no eran solo un deseo de mi mente, si no una realidad, los extraño. Extraño el orgullo de mi padre al educarnos como personas honorables, extraño las caricias de mi madre mientras dormía, su protección y el abrazo amable, sucedió hace… no se… con el tiempo lo he olvidado, doce años si mi memoria no me falla, aun no se lo que sucedió, no se lo que paso, no quiero saberlo, no quiero oírlo, la verdad no los traerá de vuelta, solo hará mas daño.
Luego de un rato voy hasta la cocina y preparo algo de arroz y carne asada, sirvo dos platos y los pongo sobre la mesa, luego de llamarlo tres veces y de que no responda, me decido a subir a su habitación, giro la perilla y abro la puerta, dentro la oscuridad es inmensa, prendo una de las lámparas cerca de su mesa, su cuerpo recostado en la cama esta totalmente desnudo, es perfecto eso no voy a negarlo, toco su hombro y lo mezo unos segundos, abre los ojos y se incorpora
- La comida esta lista
Su rostro cansado se tira de nuevo en la cama, no puedo evitar hacer una mueca de molestia, trato de alejarme y sus pies se enredan en los míos, hace que me detenga, se incorpora otra ves y me acerca a su cuerpo, sus manos levanta mi camisa y sus labios me besan el abdomen, como si fuera un auto reflejo mis manos se ponen en su cabeza y masajeo sus cabellos mientras continua besándome y haciéndome desear algo que no debo.
- Estas creciendo hermanito
El “hermanito” me hace caer en cuenta el lugar en el que estoy, la posición en la que estoy, y lo peor, con quien estoy. No pretendo ahora hacer un movimiento brusco, no, hay algo mejor que puedo hacer. Levanto su rostro y me agacho hasta estar a su nivel, acerco mis labios a su rostro y deposito un beso en sus mejillas, deslizando mis labios sobre ella, llego a sus labios, saco mi lengua y lamo su labio superior.
- No desees lo que no puedes tener… onisan
Me alejo de el, es un peligro estar tan cerca, pero no será, no porque sea mi hermano, solo no es mi tipo. Termino mi comida y el llega, completamente vestido, se sienta frente a mi y come sus alimentos sin decir una palabra, ni siquiera me mira. Se que le atormenta no poder tenerme como quiere, es solo un deseo corpóreo. Luego de un rato termina de comer y levanto los platos, su cuerpo se acerca y me abraza por la cintura.
- Que no quieras no evita que te tenga
Sus labios muerden el lóbulo de mi oreja mientras apreta mi cuerpo contra el lavaplatos, una de sus manos se mente entre mi pantalón y agarra mi entrepierna que no tarda en reaccionar al tacto, no es mi tipo, eso es cierto, así que no señor, tomo la esponja que escurre jabón en cantidades desproporcionadas, lo estrello contra su cara, me suelta rápidamente y trata de limpiar el jabón que le ha entrado en los ojos, me empuja lejos del lavaplatos y enjuaga su rostro con abundante agua, la escena es algo divertida, mientras se escuchan algunas maldiciones me alejo de hay, es increíble que tenga que huir en mi propia casa. Me cambio de ropa y salgo camino a casa de Sakura, me ayudara a alejarme de esto. Caminando hacia su casa pasó frente a la de Naruto y mis pasos se detienen, mi mirada hacia una de las ventanas que aun permanece encendida me invita a seguir, camino hasta la puerta y golpeo, luego de un rato Iruka sensei se asoma en una de la ventanas al lado de la puerta, me mira algo inquisitivo y luego abre la puerta.
- Hola Sasuke que te trae por aquí.
- Naruto, esta
- Si claro esta en su habitación, sigue
- Gracias
Me adentro en la casa que permanece oscura, Iruka pasa a mi lado y prende las luces, demuestra el camino hacia las escaleras y me dice que en la primera puerta a la derecha. Estoy al frente de la puerta de su habitación, golpeo y su vos del otro lado me da autorización para seguir, tomo la perilla en mis manos y dudo si hacerlo, escucho el palpitar de mi corazón, ¿Qué se supone que voy a decirle? ¿A que se supone que vine?, sigo sin poder abrir la puerta, pero en un momento se abre.
- Hola… que haces aquí a estas horas
- Vine a preguntarte si aun necesitabas ayuda con lo de física
- No
- ¿No?
- Le pedí a Sai que me ayudara, me fui para su casa después que te fuiste, de hecho no hace ni cinco minutos que llegue
- Ha veo… entonces supongo que estarás bien
- Claro teme, por que la repentina preocupación… anda sigue
- Sure… y no es que me haya preocupado, simplemente pasaba por aquí y pensé preguntar como te estaba yendo con eso
- Pues veras que me fue bien
Donde Sai, porque con el homosexual reprimido, en que estaría pensando, véanlo hay hablando y hablando, debería estarle prestando atención, pero creo es suficiente que asienta con la cabeza. Estoy sentado en su cama y en la silla frente al computador.
- Pensé que tenias planeado algo para esta noche
- Si
- Puedo saber que
- Nada que te incumba, ahora que me lo recuerdas creo que se me esta haciendo tarde
- Ya te vas
- Si
- Quédate un rato mas
- No es necesario que lo haga
Me levanto y mis pies no se mueven, se levanta también, y una sonrisa se dibuja en sus labios, ¡hey no lo hagas! Se abalanza sobre mí, me tira y caigo en la cama, su cuerpo esta sobre el mió, me mira sonriente, de esas sonrisas que en definitiva no me gustan, siiiiiiii de las tétricas, luego empieza a silbar y a moverse encima mió
- No dejare que te vayas
- Debo irme, solo pasaba a saludar
- Pues no
- Tu sensei esta abajo
- Y… mal pensado, no pienso hacer nada contigo ni por que me gustaras, estas con Sakura no lo olvides
- No lo olvido, y me refiero a que tengo que irme tu sensei querrá descansar
“Ni porque me gustaras” acaso que se cree. Sus manos empiezan a pasearse por mi pecho, pongo mis manos sobre sus mulos he intento quitarlo de encima mió, pero sus manos se adentran mas en mi cuerpo, y el suyo me evita levantarme, sus dedos empiezan a moverse, que intenta… cosquillas, ¡hay no!, ¡hay no!, ¡espera!, abre la boca Uchiha idiota, o mierda no
- Anda solo una risita
- No
Tomo sus manos y las alejo de mi, doy un gran suspiro y me siento sin soltarle las manos ni dejar que su cuerpo se aleje de mi, estaba perdiendo el aliento mientras me aguantaba, recuesto mi cabeza en su pecho y trato de recuperar el ritmo calmado y pausado de mi cuerpo, suelto sus manos y dejo caer las mías alrededor de sus cintura. Una de sus manos toma mi rostro y lo levanta, su boca en mi cuello, empieza a succionar y se siente relajante, pero su cintura se mueve y acerca más a mí, su manos ahora están en mi espalda mientras continua. Mi rostro esta sobre su hombro, ahora empieza a deslizar sus labios por mi hombro y muerde a medida que desciende, frente a la puesta que esta entre abierta cruza Iruka sensei sin mirar hacia a dentro. Volví en mí, tomo el cuerpo de Naruto y lo alejo de mí, me levanto de la cama, y salgo de la habitación, y de la casa también.
- Espera
- ¿Que?
- Lo siento, no pretendía hacerlo
- No me importa, hasta luego
- Hablamos mañana
- Se cancela
- De que hablas
- Se cancela, no pienso seguir jugando contigo
- Tienes miedo Uchiha
- De que… pobre idiota
- Esto termina acá
Su mirada esta llena de odio, sin decir nada mas entra en la casa de nuevo, el golpe de la puerta al cerrarse aumento mi disgusto.
Ahora que, son mas de las doce, Sakura debe estar de mal genio y no estoy para darle explicaciones… mejor regreso a mi casa.