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Mi regalo especial... por pri_sasukelove20

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Notas del capitulo:

¡Hola Lectores!

 

 He venido con este Two-shot, dedicado exclusivamente a Sasuke, jeje…

 

 

Nunca he hecho algo por los personajes. Además amo a Sasuke XD. Y otra cosita… el 23 de julio, también en mi CUMPLEAÑOS. Me siento halagada de tener esta fecha, jaja.

 

 

 

La próxima actualización… será exactamente a las 00:00 del sábado 23.

 

 

 

Espero les guste.

 

 

 

(Personajes de Masashi)

Mi regalo especial... (Primera parte)

 

 

 

Un azabache de ojos ónix y una piel increíblemente pálida, pero no exagerada, miraba concentrado el exterior de la ventana de su habitación.

 

 

 

Ese día era muy especial. Porque ese día era…

 

 

 

—¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANITO!!-la voz del otro individuo, abrió la puerta estrepitosamente consiguiendo que el menor frunciera el seño a más no poder.

 

 

 

—No molestes-contesto de mala gana sin despegar la mirada de la ventana.

 

 

 

—Uff… tienes un humor de perros-comento burlón-Deberías estar preparándote… esta noche habrá ¡Fiesta!-levanto los brazos al aire muy animado y con una pequeña sonrisa.

 

 

 

Sasuke ni se molesto en observarlo. Y esa simple ignorancia preocupo al mayor.

 

 

 

—¿Qué tienes…?-su tono cambio a uno de total compresión y calma.

 

 

 

—Aaaff… nada-suspiro.

 

 

 

Itachi dejo posar su mano en su hombro.

 

 

 

—Si hay algo de lo que quieras hablar…

 

 

 

—No me sucede nada-interrumpió secamente.

 

 

 

—Bien…-no muy convencido-Te espero abajo para desayunar-paso la puerta y cerro.

 

 

 

El menor suspiro y se dejo caer nuevamente sobre la cama. Su visión se centro en el techo y sus más profundos deseos persistían a lo largo de los años. Una sonrisa amarga y llena de dolor se mostro en sus labios y una pequeña lágrima surco una de sus mejillas.

 

 

 

Otro año se sumaba a la muerte de sus padres. Un año más que no estaban con él… los extrañaba todos los días, no había un segundo en que dejara de pensar en ellos. Sus ojos se movieron en la dirección de la mesita de luz, una hermosa fotografía en un cuadro, adornaba el espacio. En ella, cuatro personas posaban para la foto con una gran sonrisa.

 

 

 

—Mamá… Papá… hoy cumplo veinte años…-sollozo, tomando el portarretrato entre sus manos-Me estoy convirtiendo… en un adulto. Y aun… no puedo dejarlos ir… perdónenme. Un Uchiha no debe llorar… ¿Cierto, Padre?-miro el rostro del hombre que presentaba una muy leve sonrisa-…Los extraño tanto… tanto… mi vida está pasando demasiado rápido. Pero sigo adelante… y aunque se presenten miedos que tendré que afrontar… se que siguen a mi lado, apoyándome. Quiero que estén orgullosos de mi… orgullosos de Itachi… mi hermano ha hecho un excelente trabajo. Me ha cuidado… y ahora yo lo estoy ayudando en un empleo de medio tiempo, no es la gran cosa, pero… es un comienzo ¿No? Soy mozo en un bar… pero verán, que conseguiré algo mejor pronto. No por nada, termine todos mis estudios.

 

 

 

Beso el portarretrato con cariño y lo devolvió a su lugar. Llevo su mano derecha al pecho, estrujo su camiseta de dormir con fuerza. No podía olvidarlo…

 

 

 

—Cinco años… cinco años sin verte…-susurro con nostalgia.

 

 

 

Casualmente… y curiosa la situación. Su mejor y único amigo, se había ido lejos, muy lejos. Cinco años atrás, enterarse del fallecimiento de sus padres en un accidente automovilístico y saber también... que al cabo de esos días, la persona que siempre  estaba a su lado, se iría a EE.UU.

 

 

 

Y todo… por una beca. El estudio fue lo primordial para él. Sasuke y el chico que tanto apreciaba, compartían el mismo dolor. Su mejor amigo perdió sus padres a muy corta edad, sus abuelos fueron los que lo criaron. Todavía lo recordaba…

 

 

 

Lo recordaba como si hubiera sido ayer.

 

 

 

Ambos tenían quince años. Sasuke aun no estaba en condiciones de volver a ser el mismo, asimilarlo, le costó demasiado tiempo y esfuerzo. Y lo peor… es que él se iría de su lado. A un lugar que no podría saber con certeza si volvería a verlo o él intentar ir a ese gran país.

 

 

 

—Voy a extrañarte mucho… Sasuke…-hablo serio.

 

 

 

—¿Por qué…?-las palabras no lograban salirle, estaba demasiado angustiado y el maldito nudo no le dejaba hablar como lo deseaba-…¿Por qué ahora…?

 

 

 

—Amigo yo…-no sabía que decir.

 

 

 

—Primero mis padres… y ahora tu… eres la única persona a la que le he permitido entrar en mi corazón y mas… mucho mas… compartimos un lazo de amistad muy fuerte.

 

 

 

—Je, je… no te olvides de la rivalidad. Siempre peleábamos por cualquier estupidez…-río ante el recuerdo-Gracias por dejarme entrar en tu corazón.

 

 

 

—Idiota…-sollozo.

 

 

 

Su amigo se acerco y lo abrazo con fuerza, acariciando su espalda.

 

 

 

—Piensas que esto es… es fácil… para mi…-sus lagrimas empaparon sus mejillas-…No voy a olvidarte Sasuke…

 

 

 

—¿Nu-nunca…?-pregunto aferrándose a la cintura de su amigo.

 

 

 

—Nunca…nunca te olvidare-sonrió con ternura-…Fuiste y siempre serás… mi mejor y único amigo…

 

 

 

—Yo… tengo algo… que decirte…-sus labios temblaban. Y el pulso se acelero rápidamente.

 

 

 

Se separo de su amigo y lo miro directo a los ojos.

 

 

 

—TE AMO…

 

 

—…—

 

 

 

—…—

 

 

 

—¡Atención… pasajeros con destino a EE.UU, favor de abordar por la puerta 12! ¡Repito! ¡Pasajeros con destino…!

 

 

 

—…De-debo… irme…-no salía de su perplejo estado.

 

 

 

Sasuke se desespero.

 

 

 

—¡No vas a responder!-grito alterado.

 

 

 

Aquellas simples palabras fueron un esfuerzo sobrehumano para él. Una carga que llevaba en su pecho por demasiado…demasiado tiempo. Y viendo la impotencia y el dolor ante la horrible posibilidad de no verlo nunca más. ¿Por qué no decirle de sus sentimientos? Se iría muy lejos… y no podría tener la oportunidad como lo tenía en esos instantes, pero…

 

 

 

Pero…

 

 

 

¡¡¡Joder… se quedaba parado sin decir una maldita palabra!!!

 

 

 

La expresión de su rostro era indecisa… dudosa. No lograba entender nada. Y lo que más temía se izo presente en el fondo de su corazón. La persona que tanto amaba le daba la espalda con claras intensiones de avanzar y seguir a los demás pasajeros.

 

 

 

Pero el azabache le detuvo. Lo abrazo con fuerza de la cintura, y su rostro cayó en su espalda ocultando las incesantes lágrimas que surgieron ante su mayor miedo. El miedo que imagino tener en el momento de su confesión.

 

 

—¡Olvídalo!-sollozo de dolor-¡Olvida lo que dije… por favor…!

 

 

 

El cuerpo contrario se estremeció.

 

 

 

—Te doy asco… ¿Verdad?... por sentir algo tan… tan anormal. Prefiero mil veces tu amistad… tu compañía… a perderte de esta manera. Olvídalo… snif… por favor… sigamos como antes. Amigos… amigos… siempre.

 

 

 

Aquel individuo deshizo el cálido contacto al momento de terminar su palabrería. Se volteo demostrando una mirada de firmeza y tomo de los hombros a un muy sorprendido Sasuke, jamás espero su acción.

 

 

 

—Es solo… que nunca espere esta clase de afecto hacia mí. Se fuerte… dolerá mucho la partida de nuestros familiares, pero… recuerda algo…-apunto el lado ocupado por su órgano vital, su corazón-Je, je… no quiero ser de esos cursis, pero… ellos viven dentro de nosotros. Se mantienen vivos ahí. Y nos acompañaran siempre Sasuke… yo pienso eso con respecto a mis padres.

 

 

 

—¡¡Ultima llamada para los pasajeros con destino a EE.UU!!

 

 

 

—Debo irme…-se separo-Adiós…

 

 

 

El moreno no podía articular nada. No respondió ante su anhelada confesión, pero tampoco pareció rechazarle. ¿Qué mierda sucedería ahora? Lo odiaría… no, no parecía hacerlo.

 

 

 

—¡¡SASUKE!!-grito a unos cuantos pasos de él.

 

 

 

Salió de sus cavilaciones para mirar a su amigo algo alejado. Sus ojos se abrieron, grandes ante la sorpresa. Estaba sonriendo. Su amado estaba sonriendo.

 

 

 

¿Por qué?

 

 

 

¿Por qué esa sonrisa llena de felicidad se plasmaba en sus labios?

 

 

 

—¡¡¡TE QUIERO!!!

 

 

 

—…—

 

 

 

—¡¡¡TE QUIERO TEME!!! ¡¡¡NO ME OLVIDES!!!

 

 

 

Y con ese último grito en sus palabras, el rubio corrió a abordar el vuelo. Dejando idiotizado a un azabache que no lograba asimilar la situación.

 

 

 

Sus ojos se abrieron, dejando de lado los lejanos recuerdos. Todavía no podía creer lo dicho en el aeropuerto.

 

 

 

—Al final… nunca lo supe. No entendí lo que quisiste decirme… Dobe…

 

 

 

Con pesar, se puso de pie y procedió a darse un baño y vestirse para estar listo en la noche. Bajo a desayunar, algo tarde, considerando la mirada penetrante y preocupada de su hermano. Pero ignoro cada detalle y degusto el café y las tostadas en completo silencio.

 

 

 

Durante la tarde, todo comenzó. Sus amigos que antes cursaban junto a él, el colegio, no tardaron en aparecer. Itachi había organizado todo, la mesa de la sala repleta de dulces, alimentos salados como sándwiches y refrescos, eran vaciados al instante. Sasuke posteriormente, quiso ayudar, pero su hermano no le permitió. Hoy era su día y no tenía que molestarse en eso. Solo disfrutar y pasar en compañía de sus compañeros una hermosa noche.

 

 

 

Estaban en la sala, rememorando antiguas anécdotas de cuando cursaban el año escolar.

 

 

 

—Y recuerdan cuando… Sakura te perseguía por todo el pasillo. Si no fuera por los baños, no hubieras tenido ningún sitio en donde ocultarte, ja, ja…

 

 

 

—Gracias por recordarlo Kiba-respondió algo fastidiado.

 

 

 

—Tks… que problemático. Tenias a todas a tus pies… ninguna se fijaba en nosotros. De verdad Sasuke… tuviste una suerte y la desaprovechaste. Te has perdido de unas muy buenas.

 

 

 

—No es que desaprovechara… sino mas bien, no me interesaban-comento con hastió.

 

 

 

—¿Y? ¿Quién ha sido la afortunada?-pregunto curioso un joven de cabellos platinados y ojos violetas.

 

 

 

Sasuke enarco una ceja.

 

 

 

—¿De qué hablas?

 

 

 

Todos sonrieron y se acercaron hasta casi acorralarlo e invadir su espacio en el sofá.

 

 

 

—No te hagas…hablo de la chica. La afortunada… si no te ha interesado ninguna de la universidad, es porque le has echado el ojo a una de por aquí… ¿No?

 

 

 

—Suigetsu…-suspiro-Eres un idiota…

 

 

 

—¡¡Oye!!-protesto.

 

 

 

—Ja, ja… eso… ya todos lo sabíamos Sasuke, Ja, ja…-rió Kiba.

 

 

 

—No ayudas en nada, maldito perro.

 

 

 

—¡¡A quien le dices perro!!-se puso de pie con el puño al aire.

 

 

 

—¡Oigan! No empiecen, o le diré a mi hermano que los saque de aquí-comento con seriedad-Aunque no tengo problema… en hacerlo yo-sonrió sádicamente mostrando sus puños.

 

 

 

Los demás tragaron en seco.

 

 

 

—Que-que dices… je, je… si nos llevamos muy bien, ¿No Kiba?-miro al castaño sonriente.

 

 

 

—Si…je, je…-sonrío nervioso.

 

 

 

—¿No piensas abrir los regalos?-hablo el cuarto que se mantenía en completo silencio.

 

 

 

—Gracias por recordármelo, Gaara…-se levanto y se quedo frente a la mesa donde se mantenían los obsequios apilados.

 

 

 

—¿Cuál abrirás primero?-pregunto un pálido joven, similar a Sasuke, pero de aspecto mucho más maduro y un tanto inexpresivo.

 

 

 

—¿Cuál me recomiendas Sai?-pregunto con una ladeada sonrisa.

 

 

 

—El mío, por supuesto-respondió con orgullo.

 

 

 

—Chistoso…-susurro Suigetsu de mala gana-¡¡Abre el mío!!

 

 

 

—¡¡No, el mío!!-grito el castaño.

 

 

 

—Que problemático…-se rasco la nuca-Abre cualquiera… ¿Acaso importa cual primero?

 

 

 

—Creo que no-hablo el anfitrión-Bien… entonces… voy a tomar cualquiera-miro las decoradas cajas.

 

 

 

Sus manos agarraron una pequeña cajita negra con un listón azul marino. Fue quitándosela, y abrió la tapa con ambas manos, encontrándose con un hermoso colgante de color plata y un dije en forma de águila. En sus ojos estaban incrustadas dos piedrecillas color rojo.

 

 

 

Sasuke quito la vista del hermoso regalo y miro a todos.

 

 

 

—¿Quién fue?-tomo la cadena con una de sus manos y la mostro a los demás.

 

 

 

—Es hermosa… yo quiero una-dijo Suigetsu.

 

 

 

—¿Quién me la obsequio?

 

 

 

—Yo.

 

 

 

Todos llevaron sus miradas al pellirrojo que estaba sentado cómodamente en el sillón con un refresco en mano.

 

 

 

—No habías dicho una vez… que te gustaban mucho esas aves.

 

 

 

—Si…-sonrió-Gracias Gaara.

 

 

 

—Bien, pasa al siguiente.

 

 

 

El azabache tomo otra caja, mas grande, color vino atada con una cinta verde. Fue desarmando el delicado nudo y abrió la tapa, y una venita apareció en su frente con tan solo ver la portada de las revistas.

 

 

 

—¿Sasuke que sucede?-pregunto el castaño ante el mutismo de su amigo.

 

 

 

—¡¡¡Quien fue!!!-grito rojo de vergüenza-¡Malditos!-fulmino con la mirada a todos, a excepción de Gaara.

 

 

 

Suigetsu y Kiba se acercaron a la caja y vieron como diez o incluso más revistas con la portada de mujeres desnudas. Puras imágenes obscenas. Ambos enrojecieron y se alejaron de la mesa.

 

 

 

—¡¡Fuiste tú, verdad Sai!!-se acerco al mencionado, quien estaba mandando un mensaje a quien sabe.

 

 

 

—¿Qué? ¿Acaso no te gusta?-cuestiono sin inmutarse ante el enojo y la pena del moreno.

 

 

 

—¡Maldito pervertido! ¡Claro que no!-suspiro tratando de tranquilizarse-…Llévate tu regalo y dáselo a otro.

 

 

 

—¿A tu hermano?

 

 

 

—¡No!-rugió molesto-¡A otro!

 

 

 

—¿Puedo yo?-salto otra voz.

 

 

 

Y todos miraron a Suigetsu con la boca desencajada. Menos Sai, quien sonreía levemente.

 

 

 

—¿Qué? Somos hombres… es normal ¿No?-tomo la caja y la puso a un lado.

 

 

 

—Tks…bien, llévatela-se masajeo la cien-Espero que no me espere una sorpresa así con los otros.

 

 

 

Tomo la siguiente, era de color azul con un listón rojo. Desarmo el nudo y quito la tapa. Sus manos tomaron una playera color negro con una imagen plateada de una calavera.

 

 

 

—¡Esta genial!-dijo Kiba.

 

 

 

—No sabía que regalarte…espero te guste.

 

 

 

Sasuke miro a Shikamaru, con una leve sonrisa.

 

 

 

—Me gusta, gracias.

 

 

 

—¡Oe Sasuke! ¿Recuerdas cuando te llamaban Emo? Ja, ja… con esa remera… puedes…

 

 

 

—¿Quieres morir?-cuestiono con el seño fruncido.

 

 

 

—…ya me callo.

 

 

 

Sasuke fijo su visión sobre otro contenedor de color naranja y un nudo verde oscuro. Nuevamente izo lo mismo como en las otras, y se topo con un hermoso reloj pulsera.

 

 

 

—Es un rolex… es de muy buena calidad. El mío lleva años de durar…-mostro su muñeca.

 

 

 

—Gracias Kiba, te has lucido esta vez.

 

 

 

—Supongo que el último que queda, es el tuyo, Suigetsu.

 

 

 

Tomo el regalo el que por cierto, era el único sin nudo, solo con tapa. La abrió, y se sorprendió al hallar ese cinturón. Era negro, de cuero, pero era adornado por un fino material plateado que lo rodeaba. Y la hebilla tenia forma de serpiente, seguramente aquello plateado simulaba al resto del cuerpo.

 

 

 

—¿Te gusta?-pregunto ansioso.

 

 

 

Sasuke volteo a mirarlo con una sonrisa.

 

 

 

—Eres un idiota, pero… me has impresionado. Esta genial, gracias.

 

 

 

El aludido suspiro aliviado, y le correspondió la sonrisa.

 

 

 

—Sasuke… ¿Qué te regalo tu hermano?-pregunto intrigado el oji-lila.

 

 

 

—Aun nada. Pero él se ha esmerado en esto, y siempre esta cuando lo necesito, es suficiente para mí-sonrió con nostalgia.

 

 

 

—Gracias… pero quiero regalarte algo.

 

 

 

La voz preveniente de su hermano entrando a la sala, capto toda atención.

 

 

 

—Hermano…

 

 

 

—Mi regalo todavía no viene, je, je… tendrás que esperar un poco.

 

 

 

—¿Viene por correspondencia?-pregunto incrédulo.

 

 

 

—Ya lo veras-sonrió pícaramente.

 

 

 

Sasuke y sus amigos se la pasaron charlando hasta tarde. Exactamente para las 4:30 de la mañana, cada uno dormía en colchonetas, esparcidos en la sala. Avisaron a sus padres, y luego, todos se quedaron. El moreno dormía solo en su habitación.

 

 

 

Itachi no lograba cerrar los ojos ante lo ansioso de la llegada de su “Regalo”. Esperaba y seguía esperando. Se levanto y cruzo la sala evitando pisar a los amigos de su hermano, si no fuera por la pequeña lamparita que alumbraba, hubiera pisado a alguien sin duda.  Lo mejor sería hacerse un café y ver qué pasaba. Estuvo a segundos de lograr su cometido, sino fuera por los leves golpes en la puerta.  

 

 

 

A una velocidad impactante y de la que el mismo se sorprendió. Se encontraba parado frente a la entrada, y con la mano derecha posada en el pomo  y la llave puesta en el pequeño orificio. Abrió sigilosamente, y sus ojos visualizaron una cabellera rubia y unos ojos color zafiro, la claridad era notoria gracias a los postes ubicados a las esquinas y las luces de las viviendas vecinas.

 

 

 

El nuevo visitante, llevaba una mochila a su espalda. Vestía un suéter naranja debajo de la campera de cuero negro. Un jean holgado color gris que tenía un aspecto algo gastado y unas zapatillas deportivas, color negro con rayas blancas a ambos lados.

 

 

 

El azabache quiso sonreír de emoción y abrazarlo, pero viendo la hora que era y en donde estaban, esas ganas se desvanecieron. Y un reclamo las reemplazo.

 

 

 

—¿Qué horas son estas de venir? ¿No pudiste llegar antes?-susurro lo mas posiblemente bajo.

 

 

 

—No fue culpa mía. El avión llego muy tarde. Se supone que estaría aquí para las 23:45 de la noche, y llego a la pista a las 3:55. Malditos horarios-maldijo en voz baja.

 

 

 

—Bien, pasa-le cedió lugar por la puerta-¿Quieres algo de tomar?

 

 

 

El rubio se quedaba mirando los muchachos tirados en el piso.

 

 

 

—Je, je… deben estar incómodos.

 

 

 

—No escucho que se quejen-sonrió-¿Y? ¿Deseas algo de comer o beber?

 

 

 

—No, gracias. Comí en el avión, y créeme, me he llenado.

 

 

 

Caminaron hasta la cocina-comedor.  El ojinegro le ofreció sentarse, el rubio asintió y quedaron en silencio por unos minutos.

 

 

 

—¿Cómo esta él?-pregunto al fin, mirando la mesa.

 

 

 

—Ha sido difícil para Sasuke. Las primeras semanas, estuvo muy deprimido y no prestaba atención a clases. Tuve que asistir un par de veces a la dirección.

 

 

 

—Ya veo…-su flequillo permitía ocultar sus azulados ojos.

 

 

 

—Naruto… mi hermano te ha extrañado mucho. Todos los días… soñaba contigo, y no es que yo lo vigile, claro que no, pero me es imposible ignorar sus balbuceos durante la noche. Y tu nombre siempre se escuchaba de sus labios.

 

 

 

—Je… ese Teme…

 

 

 

—Esta vez… ¿Te quedaras aquí? Me refiero a fijarte aquí, permanentemente-explico serio el moreno.

 

 

 

—Por supuesto que sí-sonrió alegre-No pienso volver a alejarme de él.

 

 

 

—Más te vale cumplir con tu palabra-susurro con fingido enojo-¿te quedas?

 

 

 

—¿Puedo?-pregunto suplicante.

 

 

 

—Tonto…-se puso de pie y dejo caer una mano en su cabello, desparramándolo-Sabes… que esta es tu casa. Siempre serás bienvenido. Ven, sígueme…

 

 

 

El rubio se puso de pie y fue caminando detrás del mayor. Subieron unas escaleras que iban directo al pasillo de tres cuartos.

 

 

 

—Emm… ¿A dónde voy a dormir?

 

 

 

—Con Sasuke-respondió con naturalidad.

 

 

 

—¡¿Qué?!-se detuvo de golpe a medio pasillo.

 

 

 

—Ssshh… vas a despertar a todos. Mira…-señalo la esquina derecha-Ese es mi cuarto y el de la izquierda es el de Sasuke.

 

 

 

—¿Y la del medio?

 

 

 

—En ella…-guardo unos segundos de silencio-Hay pertenecías de nuestros padres… es como un ático. Aunque Sasuke, sabe quedarse un buen rato encerrado en las tardes.

 

 

 

—Pe-pero yo…

 

 

 

—Entra-le entreabrió la puerta-Vamos… ¿Qué esperas?

 

 

 

—¿Es que estás loco? ¿En…en donde quieres que duerma? ¿Con… con tu hermano en la misma ca-cama?

 

 

 

—Deja de tartamudear, pareces tarado. ¿Qué tiene de malo? ¿Qué? ¿No te gusta mi hermano?

 

 

 

—Si… pero… tonto… no lo entiendes-susurro sonrojado.

 

 

 

—Bien… -suspiro-¿Quieres dormir conmigo?

 

 

 

—¡Waaaaa!-grito, cayendo al suelo.

 

 

 

—¡Imbécil! ¡Cállate!-se inclino y tapo sus labios con una de sus manos.

 

 

 

Ambos sintieron escalofríos. Y se debía a que la puerta de  cierto azabache, se abría lentamente a sus espaldas.

 

 

 

—¿Qué estas…?-abrió los ojos como platos-¡¡¿Podrías tener sexo con Deidara en tu cuarto?!!

 

 

 

Acto seguido, un gran portazo se izo estruendoso en todo el lugar.

 

 

 

Itachi suspiro aliviado y se levando tendiéndole la mano al rubio.

 

 

 

—¿Quién es Deidara?

 

 

 

—Un amigo… y me alegra que seas rubio, porque te confundió con él. No hay suficiente claridad aquí, y pudiste pasar desapercibido. Dormirás conmigo. Y no es en la misma cama-aclaro, al ver la expresión de horror-Tengo un colchón de mas, lo podre a un lado y con unas sabanas. Estarás a gusto.

 

 

 

—Oh, Gracias…

 

 

 

Minutos después…

 

 

 

—Itachi…

 

 

 

—¿Mmm?

 

 

 

El rubio estaba acostado a un lado de la cama, en otro colchón ya cubierto con las sabanas. Y el amanecer ya estaba próximo en el cielo.

 

 

 

—Crees… ¿Qué Sasuke… me perdone por dejarlo?-su voz detonaba tristeza.

 

 

 

—No ha dejado de pensar en ti estos años. Estoy seguro… que te perdonará cualquier cosa. Ahora duerme… el sol está por salir… dios… no he dormido nada. Suerte, que es sábado.

 

 

 

—Me iré… antes de que se levante. Necesito preparar todo. Quiero darle una sorpresa-sonrió emocionado.

 

 

 

—Duerme…-susurro.

 

 

 

El sueño pesado, pronto vino al rubio. Y con él, el mayor de sus fantasías…

 

 

 

—¡¡¡TE QUIERO!!!

 

 

 

—…—

 

 

 

—¡¡¡TE QUIERO TEME!!! ¡¡¡NO ME OLVIDES!!!

 

 

 

—Mmm… Teme…-se abrazo a la almohada-…Debí decirte… que Te Amo…-balbuceo entre  sueños.

 

 

 

Itachi sonrió y por fin, cerró sus ojos.

 

 

 

(Continuara)

Notas finales:

 

 

¿Qué tal? TT.TT ¿Un review?

 

 

 

El próximo cap, estará demasiado romantico…

 

¿Quieren la conty?

 

 No se imaginan lo que hará Naru… muajajaja…

 

 

 

 


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