- Mi señor , esta todo preparado, los hombres están en sus posiciones, ¿esta seguro que desea hacer esto?...- un hombre mayor de sienes plateadas , notable estatura y con un rostro lleno de cicatrices se dirigía a su joven señor, que le escuchaba sin mirarle, pues estaba absorto viendo los últimos trozos de leña en la chimenea consumirse lentamente, al no obtener respuesta de su amo se atrevió a decir – Joven amo..- pero el joven no lo dejo continuar y antes de darse vuelta le dijo – Estas dudando de mis ordenes Toshiro – y miro al hombre mayor fijamente con una mirada fría en los ojos desprovista de cualquier tipo de sentimiento;
Toshiro no se sorprendió por la reacción del joven, después de todo el lo había criado desde que era un bebe, aquel muchacho frío y fiero sin ningún tipo de humanidad alguna vez fue un dulce niño, pero habiendo nacido en una familia de la mafia y siendo rodeado por múltiples tragedias como la muerte de sus padres cuando tan solo era un niño y el haber tenido que asumir el control de su clan siendo tan solo un adolescente, lo convirtieron en el monstruo que era ahora, sin cambiar su actitud y haciendo una reverencia al joven le respondió – Jamás dudaría de sus ordenes mi señor, su palabra es ley para mi, solo velo por su seguridad-
mantuvo su reverencia en espera de una respuesta de su joven amo y finalmente este le dijo – Cuantos hombres enviaste al muelle?- el hombre se irguió para responder y se encontró con que el joven nuevamente se encontraba observando el fuego arder – veinte señor, algunos de los clanes asociados, mas los diez que irán con usted- le dijo con firmeza, el joven desvió su mirada hacia una pequeña mesa que estaba a un lado y tomo una caja mediana forrada en terciopelo rojo, la acaricio suavemente con la punta de los dedos para luego abrirla despacio, dentro se encontraban dos pistolas bellamente labradas en oro , las tomo y las coloco despacio a cada lado de su cintura, se coloco un abrigo negro largo que le cubría la cabeza con una capucha y dirigiéndose a Toshiro le dijo dame mi espada, el hombre reacciono nervioso pero al momento se calmo tomando la katana que estaba en otra mesa y dándosela al joven con una leve reverencia, este al momento la recibió colgándola también en su cintura y se dirigió a la puerta, al abrirla y sin voltear a mirar al hombre le dijo – Sabes que esos tipos me declararon la guerra al meterse en mi territorio y también sabes que eso se paga con muerte… sino regreso sabes que hacer- y se fue cerrando la puerta tras el y dejando al hombre con el corazón adolorido.
– Las pistolas de tu padre y la Katana de tu abuelo te acompañaran en esta nueva cruzada hijo, si tu destino es la muerte solo deseo que tu corazón encuentre paz- dijo el hombre en voz alta y se alejo cojeando, una grave lesión que sufrió hace años atrás lo había dejado impedido para caminar bien por el resto de su vida, fue protegiendo a su amo que aun era un niño que trataba de ser adulto y fue por esta razón que el no lo dejo participar en ninguna pelea nunca mas.
Cuando llego al muelle era casi de madrugada, uno de sus hombre le dijo – Señor esta todo preparado será cuando usted indique…- el lo miro con desden y bajando del aun con presteza le dijo – da la orden de atacar ahora- tomo las armas de su cintura y comenzó a correr seguido muy de cerca de sus hombres hacia un gran Yate en donde se realizaba un fiesta, o eso era lo que ellos pensaron.
Al abordar el Yate se encontraron con luces y risas además de una estridente música, pero todo había sido una ilusión la gente eran maniquíes y lo demás era una grabación, el al entrar primero se percato de la trampa y corriendo de regreso les grito a sus hombres – COOOORRAAAAANNN ES UNA TRAMPAAAAAA- lo siguiente paso como en cámara lenta , por todo el barco comenzaron a estallar bombas, logrando el saltar del barco , de algún lugar del muelle aparecieron hombres fuertemente armados que comenzaron a disparar a aquellos que lograron escapar de las explosiones del barco, todo era muy confuso , el disparaba a todo lo que se interponía delante de el, sintió un terrible dolor en su costado y luego otro en una de sus piernas pero no paro de correr, en su mente un solo pensamiento –“ alguien me traiciono… maldita sea , debo vivir, debo vivir, el maldito que hizo esto lo va a pagar con sangre”- cuando se le acabaron las balas guardo las pistolas y saco la espada, como una veloz maquina mortal despedazo a su paso a todos los enemigos que quisieron atraparle recibió múltiples golpes, pero no se detuvo su único deseo era salir con vida para vengar aquella traición, a lo lejos diviso una moto y corriendo velozmente se subió a ella escapando milagrosamente con vida de la masacre en que se había convertido aquel lugar.
Manejo alejándose de aquel lugar por largo rato pero sus fuerzas fueron bajando hasta dejarlo casi al borde del colapso, tratando de recuperar fuerzas y temiendo que alguien lo hubiese seguido se metió en un callejón dejando a un lado la moto y tirándose en el suelo para poder descansar, allí tirado con el corazón sereno y su cuerpo lleno de sangre se le vinieron a la mente todos los recuerdos de su vida, el mas preciado la ultima sonrisa de sus padres cuando lo arroparon y se despidieron de el aquella terrible noche en la que fueron asesinados y el mas terrible cuando luego de haber visto como sus padres eran encerrados en aquellos horribles ataúdes y eran enterrados en esos oscuros agujeros se fue a su casa con el corazón destrozado y recibió la terrible noticia de que a partir de ese momento el seria el heredero de aquel gran imperio y debía tomar su lugar como el jefe , comenzando a partir de allí su desgracia.
-Ah! odio tener que despertarme tan temprano para ir abrir la tienda… porque no lo hace Hauruko… todo tengo que hacerlo yo…- eran las cinco de la mañana y un joven caminaba por las calles aun oscuras y desiertas de aquel lado de la ciudad , iba lamentándose de su suerte cuando escucho un quejido proveniente de un lúgubre callejón, su primer impulso fue correr por el susto que le había provocado la situación, pero luego de calmarse un poco , pudo mas la curiosidad y al adentrarse al callejón y ver a una persona allí tirada su noble corazón se sobrepuso a todo temor y rápidamente se acerco a la persona para auxiliarla, noto que era una persona de gran estatura que estaba cubierta por un gran abrigo negro cuya capucha no le dejaba ver su rostro , extendió una mano para tratar de retirar la capucha y ver su cara pero un movimiento, seguido de un quejido de la persona lo hizo retroceder asustado, cuando se hubo calmado un poco volvió a acercarse y despacio descubrió la cabeza de la persona encontrándose con una hermoso rostro de piel increíblemente blanca y tersa que era adornado con una negra y brillante cabellera , las facciones de aquel joven eran finas y varoniles y su expresión denotaba un gran sufrimiento, Hiroki había quedado prendado de la belleza de aquel joven que yacía inconciente en el suelo de aquel sucio lugar, con una mano temblorosa acaricio suavemente la mejilla y noto que esta ardía y revisando con mas detenimiento noto que todo el joven ardía en fiebre, al quitar las manos del cuerpo se dio cuenta que estaban húmedas y prendiendo la luz de su celular se asusto de sobremanera al descubrir que aquella humedad era sangre, trato de mover un poco al joven y este gimió de dolor pero no recobro el conocimiento y fue entonces que el castaño noto que el joven portaba unas pistolas y además tenia una espada, el corazón se le acelero y mil pensamiento vinieron a su mente – “ esta herido”, “y si es un delincuente”, “por algo esta herido no”, “que hago… ah! no puedo dejarlo aquí se va a desangrar!”, “Demonios Hiroki tu y tu gran corazón debiste seguir derecho a la tienda”…- ya su corazón había tomado una desicion , se quito la chaqueta lo mas rápido que pudo y cubrió el cuerpo del joven luego corrió a la tienda de sus padres y entro rápidamente para tomar las llaves de la camioneta de reparto condujo lo mas rápido que pudo al callejón , como pudo tomo al joven en brazos con cuidado de no lastimarlo mas y lo haciendo un gran esfuerzo lo coloco en el asiento trasero, ya con el joven en la camioneta regreso a su pequeña casa que no estaba muy lejos de allí, al llegar y con cuidado que no lo vieran los chismosos vecinos bajo al joven del auto y sudando por el gran esfuerzo que suponía cargar aquel gran hombre lo coloco en el sofá luego de dejarlo arropado volvió corriendo al auto para regresar a la tienda y dejar la camioneta.
Al regresar a casa su corazón latía aceleradamente no sabia que haría con aquel joven pero tenia la certeza de que tenia que ayudarlo, lo desvistió con cuidado notando que en su costado tenia una herida que era la que mas sangraba a pesar de que la bala solo había traspasado la piel si ser nada grave , busco su botiquín de primeros auxilios y limpio la herida vendándola para luego seguir revisando al joven lo desvistió dejándolo solo en ropa interior y noto que una de sus piernas tenia un corte profundo, repitió el mismo procedimiento y al terminar no consiguió ninguna otra herida de mayor importancia, una vez terminado de curar el cuerpo y con una paño húmedo limpio al joven para quitar la sangre, fue entonces cuando se dio tiempo de mirar con detenimiento aquel hermoso cuerpo, los músculos bien definidos la piel blanca y suave y aunque llena de magulladuras era hermosa, sin pensarlo en un gesto de curiosidad paso sus manos por el pecho desnudo y un ligero sonrojo adorno su rostro apartando sus manos rápidamente – Que estoy haciendo? …- se dijo molesto, termino de limpiar al joven y lo cubrió con un gruesa cobija, - Que hago con tu fiebre?...- le dijo al joven dormido – como le doy un medicamento si esta inconciente- se pregunto, lo que se le vino a la mente lo sonrojo aun mas y dijo – No… no… no… eso no…- y luego de unos minutos regreso con el medicamento y luego de beberlo y pensarlo unos segundos poso sus labios sobre los del joven y vertió el contenido de su boca en el, el contacto con la suave boca del joven lo hizo estremecer y en un gesto inconciente profundizo el contacto convirtiéndolo en un beso, cuando de repente sintió que el joven se movía y abriendo los ojos le dijo adormilado – Quien eres tu?...-