Epilogo 1: Junjou terrorist.
La historia que nunca se contó ¡¿Cómo fue la llegada de Sora?!
-¡Es niño!
-¡Es niña!
-¡Basta!- Exclamo Shinobu, el rubio llevaba más de tres meses escuchando la misma pelea, diariamente sus hijos discutían acerca de lo mismo, cosa que terminaba por hacerse agobiante, incluso su bebé se molestaba con tanta pelea-Vengan a ver al bebé que está pateando…
Los niños corrieron al encuentro de su madre quien ya estaba pronto a cumplir los nueve meses, en cierto modo Shinobu se había tentado a ver el sexo del bebé y acabar de una vez por todas con las peleas absurdas de sus hijos, pero finalmente ya quedaba poco para dar a luz y había superado aquellas batallas sin arruinar la sorpresa del sexo de su bebé.
-¡Mira, mira! Aquí esta levantado- Apunto Miharu, los movimiento se habían pausado y una zona de su vientre se encontraba levantado, la piel estaba tensa.
-Sí, sí, es su pie- Índico la niña.
-Yo diría más bien que es su cabeza- Acoto Shinobu, era un poco escalofriante, la zona en la que se posicionaba la cabeza del bebé indicaba que cada vez faltaba menos para su alumbramiento, prueba de esto era que el bebé ya estaba en posición para abandonar su cuerpo- No te poyes tan fuerte, me molesta- Palmeo un poco la zona donde estaba el levantamiento, pronto todo se estremeció y la cabeza del bebé volvió a l lugar donde realmente debía estar.
-¿Cuánto falta?- Pregunto Miharu.
-No sé, el bebé no tiene intenciones de nacer así que esperaremos a que se cumplan los nueve meses, con ustedes fue lo mismo- Comento con tranquilidad.
El al contrario de muchos de sus amigos tenía la dicha de decir que había tenido dos embarazos sanos, ambos libres de complicaciones, los doctores incluso habían estado nerviosos, pues hacia poco había sufrido de una enfermedad cardiaca, sin embargo parecía ser cosa del pasado, en lugar de provocarle dificultades el embarazo siempre era un periodo de buena salud para el rubio.
-Vendrá cuando tenga que venir- Anuncio tranquilo- No le apresuren…
-Pero yo quiero verlo- Insistió Asumi.
-Basta muchachos, dejen de acosar a Shinobu-chin- Miyagi acababa de ingresar cerrando la puerta tras de sí, había sido un día intenso, tenía una familia grande y con los gastos del bebé se vio en la obligación de tomar algunas responsabilidades dentro de la universidad que de alguna manera aumentarían su sueldo en varias cifras, a veces pensaba, “sin tan solo estuviera Kamijou, el haría todo papeleo por mi”… Pero de alguna forma sabía que Hiroki no tardaría mucho en volver al trabajo.
-¡Papá! No viste a Sora, tenía la cabeza apoyada en el estómago de papi.
-¡En el estómago!- Exclamo acercándose- Shinobu-chin ¿Cómo estuvo tu día?- Consulto besando los labios de su amor- ¿Cómo se portó nuestro revoltoso, revoltosa?- A veces era difícil no saber el sexo del bebé.
-Activo- respondió- Se mueve demasiado, pero los niños están felices, porque pueden jugar con Sora, yo también prefiero que se mueva de día, de noche es una molestia, creo que este no tendrá el sueño cambiado- si algo habían sufrido con los gemelos es que ellos Vivian al revés, dormían de día y lloraban toda la noche.
-Shinobu-chin, sé que no íbamos a hacer nada pero a medida que aún faltan dos semanas decidí hacer algo pequeño, solo con la familia, como recibimiento para el bebé, en la tarde, yo me tomare medio día libre para hacer algo de comer y recibir a la gente, hable con tu padre incluso.
-¡Con papá! ¿Te dijo que si?- Pregunto impresionado, aunque le hombre había estado algo molesto al comienzo, su hijo era muy joven y ya tendría un tercer hijo, además de que le había hecho una advertencia sobre eso, aunque pronto se le ablando el corazón, termino por ceder ante los encantos de su nuevo nieto, por eso lo que realmente le sorprendía era que su padre fuera a aquella celebración, siendo que tenía un viaje al extranjero en poco tiempo.
-Sabes que está encantado con la llegada de Sora, me dijo que movería el vuelo un día más tarde para estar en la celebración, luego se ira a Londres.
-¡Debes estar bromeando! Moverá una viaje a Londres por un simple té- Soltó asombrado.
-Claro que no, este no es in simple té, es el baby shower de su nuevo nieto o nieta, sabes que esta vuelto loco, no dudaría que vuelva de Londres con su maleta llena de cosas para bebés.
Ese era su otro hijo, cada vez que se encontraba con su padre este le insistía que viera el sexo de Sora, estaba harto de no saber que ropa comprarle, o que muñecos adquirir, estaba molesto por no saber si tenía un nuevo consentido o consentida.
-Mi papá esta vuelto loco, eso es verdad- Suspiro- ¿Bueno que tienes pensado hacer?- Pregunto fingiendo resignación, cuando realidad internamente estaba muy emocionado.
-No estoy muy seguro, estaba pensado comprar pizza y también algunos dulces, té y bebida, no es mucho, podrías hacer sándwich repollo- Se burló.
-¡Tonto! Aprendí a cocinar otras cosas también- Murmuro avergonzado, la verdad es que como esposa lo único que lograba hacer bien era cuidar a sus hijos y la limpieza, para el resto era un asco.
-Papá no dejes que papi cocine, los va a envenenar a todos- Advirtió Asumi haciendo graciosas morisquetas.
-Si papá, la comida de papi es terrible- Miharu saco la lengua realizando caras de asco, por supuesto Miyagi exploto de la risa y los niños siguieron sus carcajadas.
-¡Ustedes, van a aprender a tener un poco de respeto por la persona que los pario y cambio sus pañales!- Exclamo el rubio con enfado, mientras que la mano izquierda se formaba en un puño.
-Ya, ya, es cierto niños dejen a su papi tranquilo, vayan a buscar algo para abrigarse, saldremos a comprar la comida ¿Nos quieres acompañar Shinobu?- Consulto por ultimo.
-No- Negó con la cabeza- Ya estoy muy gordo para eso y me duelen los pies- Se quejó al final, Miyagi solo sonrió y besos sus labios, unos segundos después llegaron corriendo los niños, ya tenían sus abrigos puestos, Shinobu se levantó del sofá con dificultades y camino hasta la puerta para despedir a su familia- Pórtense bien con su papá- Indico a los niños.
Finalmente todos se retiraron dejándole solo en casa, él se recostó en su cama para descansar un poco, pero termino por quedarse dormido, cuando Miyagi intento despertarlo para darle de cenar, solo recibió un insulto por respuesta y luego Shinobu se escondió entre las sabanas y continuo durmiendo.
Al otro día la cosa fue diferente, había dormido danto que despertó lleno de energías, junto a Miyagi prepararon la comida para recibir a sus amigos, mientras que el mayor cocinaba, el rubio se dedicaba a armar los sándwich, o meter la pizza al horno.
-¿Por qué no vas a tomar una baño mientras yo termino con esto? Ya falta poco para que lleguen- Anuncio, Shinobu asintió y dejo lo que estaba haciendo para ir al cuarto de baño y tomar una refrescante ducha.
Los niños estaban jugando en su cuarto, Shinobu se bañó y luego salió para arreglarse, se puso ropa cómoda, no muy extravagante ni formal, para esas alturas de su embarazo la ropa que utilizaba le importaba bastante poco, el hecho era que su vientre estaba bastante grande.
Estaba por sentarse en el sofá cuando el timbre de su puerta dio aviso de una llegada, Miyagi ya le había dicho quién era, aunque era obvio el más puntual de sus amigos era…
-¡Kamijou! ¿Cómo has estado? ¿Qué tal el embarazo?- Consulto con alegría, su exsubordinado y su pareja habían quedado embarazados casi a la par, tenía la esperanza de que sus retoños fuesen grandes amigos.
-¡Hola, muy bien! para variar con nauseas en la mañana, pero dejando eso a un lado me he sentido de maravillas- Comento su amigo- ¿Y tu Shinobu como la has pasado?- Pregunto Hiroki, Nowaki venia atrás sosteniéndole de la cintura, Hiroki ya debía haber pasado los malestares de los primeros meses, sin embargo había amanecido un tanto mareado ese día.
-Yo excelente, pasando rabia con los niños y mi padre que quieren saber el sexo del bebé- Indico.
-Vaya, también me gustaría saber que será, el de nosotros será un niño, Haru ha estado saltando toda a semana desde que se enteró- Comento Hiroki caminando hacia uno de los sofás individuales y sentándose allí para recobrar el equilibrio perdido.
Nowaki en esos momentos saludaba a los futuros padres mientras que su hijo había desaparecido corriendo por el pasillo en busca de la habitaciones los niños para jugar, por supuesto.
-Esta la puerta abierta- Anuncio el padre de Shinobu, ingreso solo en la morada pues su esposa se encontraba de viaje desde ya una semana atrás.
-¡Kamujou, tanto tiempo sin verte! ¿Cómo has estado?- Su antiguo jefe camino hasta el castaño y le saludo con cordialidad-
-Todo bien, gracias a Dios, este bebé me da los típicos problemas del embarazado, pero fuera de eso las cosas están geniales- comento con calma, Nowaki estaba en la cocina ayudándole a Miyagi a ordenar las cosas, mientras que Shinobu se había sentado en el sofá más grande, junto a este se encontraba su padre acariciando el prominente vientre del menor- Se ve que está muy emocionado con el nacimiento de Sora- Comento Hiroki a su jefe.
-¿Emocionado? ¡Eso es poco! Adoro la experiencia de ser abuelo, aunque claro hubiera preferido que Shinobu hubiese sido un poco más maduro, algo así como tú, ya va a tener tres hijos- Comento- Aunque sinceramente de no ser por él ni siquiera conocería la dicha de ser abuelo, mi otra hija se muestra reacia a darme nietos- Agrego apesadumbrados.
Shinobu se crispo al pensar en su hermana, mientras que Hiroki soltaba una risa nerviosa, pues él sabía bien todo lo que había sucedido entre Miyagi, su exesposa y su actual pareja Shinobu, alias el hermano.
-Vengan a la mesa a comer, hay pizza para todos- anuncio Miyagi, por supuesto salvándole de aquel extraño ambiente que se había formado entre ellos.
-¿No invitaste a ninguno de tus amigos Shinobu-chin?- Pregunto Miyagi en voz baja.
-No, no, La verdad no estaba muy cómodo con invitarlos, además estoy feliz de tener a Hiroki-san y a Misaki, en estos casos me siento más cómodo con ellos, porque son iguales a mí- Termino musitando.
-¿Iguales?- Consulto el mayor extrañado, Shinobu asintió acariciando su vientre, daba a entender que se refería a su condición como hombre fértil.
-Ese bakahiko, ya vamos a comer y aun no se digna a llegar- Hiroki se levantaba refunfuñando, Nowaki le cogía de uno de sus brazos sonriendo con resignación.
-Hiro-san, deja de preocuparte por eso ya llegaran.
-Odio las impuntualidades- Murmuro el mayor molesto, Nowaki simplemente sonrió, él era también un impuntual, aquello siempre le dejaba en desventaja pues Hiroki tenía a llegar siempre una hora antes de lo acordado.
-¿Qué tanto refunfuñas Hiroki? ¡Ah, por cierto, la puerta estaba abierta!- anuncio Akihiko ingresando en la morada, Nana venia tras de el con un oso que media casi lo mismo que su tamaño, Mientras que Misaki al final traía a su hijita dormida en brazos.
-Hola ¿Cómo están todos?- Saludo el castaño- Shinobu, disculpa la mala educación, podrías prestarme una de tus habitaciones para acostar a Akemi, se durmió en el auto y me apena despertarla- Shinobu hizo un simple gesto de: “no pasa nada” y le guio a la que sería su habitación.
-Acuesta a la pequeña en la cuna de Sora, esta pequeña estrenara la cuna nueva- Sonrió cariñoso.
-¿enserio compraron cuna nueva?- consulto sorprendido, con lo cortos que estaban de dinero supuso que reutilizarían alguna de los gemelos.
-Sí, vendimos las cunas antiguas con el dinero compramos esta he incluso nos quedó un poco- comento sonriente- anda acuéstala.
Misaki hizo caso, acomodo a su pequeña en la cuna nueva y luego se movió junto a Shinobu hasta el comedor, los niños juegan entretenidos en el cuarto de los gemelos, al parecer ellos ya habían comido la mitad de la pizza mientras jugaban.
-¡Bueno ahora si pasen todos a comer!-Exclamo Miyagi.
Todos los presentes se sentaron en la mesa, sirvieron bebidas para todos y la apetitosa pizza, junto a algunos dulces, Miyagi se había levantado para hacer un modesto brindis, Shinobu le miraba con una extraña expresión, como si estuviera incómodo.
-Amigos, familia, muchas gracias por venir, disculpen esta celebración tan apresurada y simple, pero la intensión es lo que vale y estamos muy feliz de recibirlos aquí para celebrar la…
-¡El bebé!- Exclamo Shinobu.
-si a eso iba, para celebrar la llegada del…
-¡No idiota, el bebé! ¡Aggh!- El cuerpo de Shinobu se encorvo, el más veloz fue Nowaki, quien acostumbraba esas situación, le saco de la silla y lo paro lentamente.
-Tranquilo, respira, todo estará bien ¿tenían el bolso del bebé preparado?_ Pregunto para distraerle de tanto dolor.
-Yo, umhh sí.
-Bien, iremos todos al hospital, tu bebé tendrá una bienvenida muy calurosa- Comento sonriente, Miyagi en tanto corría por la casa en busca de las llaves del auto y el bolso del bebé. Llego pronto y ayudo a Shinobu a llegar al vehículo, luego partieron raudos hasta el hospital, cada uno montado en su propio carro.
Al llegar le habían pasado directo a maternidad, su médico afortunadamente estaba de turno y no tardo en atenderles.
-Sera una cesárea rápida- Anuncio- Está en posición así que no tardare mucho, te aseguro que esto será mucho mejor que tener gemelos- Giño su ojo, Miyagi estaba en el espaldar de la camilla, sostenía las manos de Shinobu, quien en ese momento solo temblaba del nerviosismo, pues las contracciones habían cedido ante el efecto de la anestesia.
-No tiembles Shinobu-chin, todo saldrá bien- Beso su cabellos rubios.
-Tengo un poco de miedo- Musito apretando la mano, sinceramente cuando había planeado esa celebración no planeaba terminar esa misma noche dando a luz, pero con lo inoportunos que son los bebés, siempre eligen el momento menos adecuado.
El medico en tanto hacia su trabajo con total concentración, una enfermera le asistía hábilmente, todo marcha segundo lo planeado, después de la incisión vino la extracción, con sus manos busco al travieso o traviesa, dando con el rápidamente, agarro su cabecita y desde allí comenzó a sacarle del vientre materno.
-¡Aquí esta!- Exclamo emocionado el médico.
-Ya está amor, ya está, lo hiciste muy bien- Decía Miyagi besando el camino de lágrimas en las mejillas de su rubio.
-¿Qué es Miyagi? ¿Cómo está?- pregunto ansioso, sus brillantes ojos celestes le miraban con intensidad y deseos.
-Velo tú mismo- Una enfermera dejo el bebé sobre su pecho, un niñito hermoso soltaba pequeños berridos, tenía todos sus deditos, en manos y pies, se movía con fuerza, reprochando haberle despertado de su cómodo sueño.
-Hola Sora, hola, eres el niñito más travieso que he conocido- el bebé soltó un llanto aún más fuerte- Lo siento, no, no, es mentira mi vida, no eres travieso- Rectifico con amor.
-Ya no parece que tuvieras miedo- Susurro Miyagi en su oído con una risa nerviosa, acaba de ser padre nuevamente.
-Ahí, se parece tanto a los gemelos, es… Ah, es tan lindo y pequeñito, y depende tanto de mí, como podría tener miedo- susurro limpiándose las lágrimas.
-Ya, pequeño llorón, todo está bien- Le dijo Miyagi sonreído, mientras una de las enfermeras retiraba al infante para limpiarlo con más calma y ponerle algo de vestir, además de hacerle la primera medición y peso.
Luego de la sutura y que prepararan al bebé fue tiempo de los amigos, absolutamente todos quedaron fascinados por el pequeño sora, incluso Asumi quien no estaba muy contenta porque ella quería una hermanita, fue feliz al ver al pequeño muñequito dormir con sus mejillas sonrojadas, Haru no dejaba de hablarle al vientre de Hiroki, retando a su hermanito para que se quedara allí adentro hasta que fuera tan grande y fuerte como Sora…
-Mi cielo*- Susurro Shinobu tarde por la noche cuando ya todas las visitas se habían retirado- Mi querido Sora, bienvenido al mundo, ya conocerás a todos tus tíos y podrás jugar con Akemi y el bebé que viene en camino de Hiroki-san, serás muy feliz amor mío, porque tienes un gran y hermosa familia…
Padres del siglo, epilogo I, Diciembre, 2014.