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Padres del siglo por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola, se supone que subiria esto ayer, pero no me resulto escribi algo y lo tuve que borrar por completo por que no consegui darle coherencia  y se veia feo, esto en cambio me agrado un poco mas, aun asi esta actu estuvo bastante dificil, espero que ustedes les guste, lo que es yo he quedado conforme con mi trabajo asi que tengo mis esperanzas puestas en ustedes xD

 

Epilogo II: Junjou Romantica.

-¿Está todo bien?- su amado castaño se acercó a él, pronuncio las palabras con tono de voz bajo, tomando en cuenta las circunstancia y temiendo hacerle daño al mismo Akihiko con su inocente pregunta.

-Creo que si- Soltó sin observarle directamente al rostro.

-Ha pasado un tiempo- Comento  aferrando la bebé entre sus brazos, Nanamy no estaba junto a ellos, se había quedado con Takahiro, como padres solo deseaban lo mejor para su hija, la muerte de su abuelo había ocurrido hace tan poco tiempo, y sin duda alguna es un golpe fuerte llevar a una niña tan pequeña al lugar donde vio a su propio abuelo ser enterrado.

-Es extraño, yo ni siquiera iba a visitarle- El mayor se acercó a tocar la lápida con suma delicadeza, Misaki solo le observo a un metro de distancia sin hacer comentarios- Pero aun así, siento que le extraño, pero no puedo llorar por su partida, que cosa más extraña- Murmuro intranquilo.

-Hasta yo he sentido su partida y nunca tuve una relación realmente cercana con él- Misaki también se acercó un poco más a la lápida, sostuvo a la bebé con una mano y con la otra acaricio el fino mármol del que estaba hecha, pronto tuvo que volver a utilizar ambas manos, Akemi ya era una niñita grande, de hecho ya había comenzado a caminar, sin embargo justo en esos momentos se había quedado dormida.

-Nos marchamos padre- Akihiko que en todo momento había estado observado el nombre inscrito en la lápida, volteo para encontrarse aquellas verdes gemas que le habían enamorado- Vamos Misaki, Takahiro dijo que nos encontráramos para el almuerzo y sabes tú lo puntual que es…

Misaki solo asintió, Akihiko ya caminaba hacia la salida del cementerio, el castaño se giró una vez más para despedirse de su difunto suegro y antes de partir noto el detalle de su pareja sobre la tumba.

-Claveles blancos- Murmuro antes de seguir los pasos de Akihiko.

Hacía meses que había fallecido su padre, aun así el afamado escritor Usami Akihiko no podía asimilarlo con claridad, su padre nunca había tenido realmente relación con él, de hecho poco se había esforzado por ser realmente su padre, quizás fue por eso que se sorprendió tanto al saber todo lo que había heredado de su parte.

“Para mi querido hijo, mis dulces nietas y su tierna madre”, palabras bastante personales que había utilizado para escribir con su último aliento la entrega de sus pertenencias en vida, porque así fue, Usami Fuyuhiko repartió todo lo que había sido suyo cuando era capaz de utilizar a consciencia un lápiz y una pluma, entrego el documento a un abogado de su confianza, el testamento fue leído por primera vez, dos semanas después de su muerte.

Había dejado pequeñas fortunas a nombre de varios sirvientes, entre ellos el más destacado fue su siempre fiel mayordomo, Tanaka-san, así como también algunos otros antiguos servidores, increíblemente para su hermano Haruhiko, que había sido su mano derecha durante tantos años, solo recibió la mansión principal y los documentos firmados del poder a la presidencia de su empresa, básicamente su hermano tendría trabajo y buen estatus de por vida, cosa que sinceramente Akihiko no envidio.

Pero luego estaba lo suyo, el, sus hijas he incluso Misaki, había recibido una serie de residencias, diferentes inmuebles todos ellos repartidos por las bellas ciudades de Japón, casas de playa, departamentos, he incluso una caballa en el medio de un extenso bosque, algunas de estas eran propiedades a las que ni el mismo Fuyuhiko dio uso.

-Podríamos ir a la casa del bosque este verano- Propuso de pronto al notar como Misaki caminaba junto a el- Quisiera ver que es lo que me encontrare en ese lugar, supongo que ese es el deseo de mi padre, que sus nietas crezcan en una buena familia, feliz, que tengamos dulces vacaciones y…

-Me parece buena idea- Interrumpió subiéndose al auto- Fuyuhiko-san ya debe estar descansando en paz donde quiera que este, pero nosotros podemos hacerle feliz cumpliendo sus últimos deseos, tal vez es lo único que podamos hacer por el a estas alturas.

-Y gozar de una buena fortuna en inmuebles de pasadita- Akihiko bromeo con una sonrisa en su rostro.

-No seas idiota- Reprocho Misaki molesto con las actitudes de su pareja.

Finalmente tuvieron un verano maravilloso, sus nenas habían corrido tanto como quisieron por los verdes pastizales, rieron y disfrutaron de la brisa matutina, las brillantes estrellas por la noche, las fogatas y unas locas historias de princesas contadas alrededor del fuego.

-¡Papá! ¿Hasta cuándo vas a estar en esa computadora? Dile a Aikawa-san que estas de vacaciones y que no puedes hacer tu trabajo cuando estas de VACACIONES- Misaki y las niñas estaban en la terraza observando las estrellas, Akihiko por su parte había pasado toda la  tarde pegado a las teclas de su computador, y se habría pasado la noche entera de no ser por su suspicaz hija.

-Ya, voy- Dijo con tono calmo, cerro la laptop y palmeo sobre esta un par de veces antes de levantarse de su asiento y unirse a su familia y en las actividades nocturnas.

Quizás esa noche no fue un gran aporte para su amada familia, no lanzo chistes, tampoco conto nada sobre las fantásticas constelaciones de las que hablaba Misaki, pero agradeció a su hija por haberle sacado de aquella habitación, observo con goce los rostro de quienes el más amaba en la vida y sonrió al saberse dicho de gozar su compañía.

-¿Papá  cuál es esa?- Pregunto Nanamy intentando incorporar a su pensativo padre.

-Esssa, essa- Una pequeña manita también le jalonaba la camisa, Akemi apenas estaba empezando a hablar y las “S” con frecuencia le salían mucho más largas que las otras letras en las palabras.

-¿Esa?- consulto siguiendo las señales de la niña mayor- No se hija- Contesto riendo.

-¡No tomas atención! Es la Osa mayor- Acoto orgullosa.

-¡Ossssa! Uki, Uki…- Akemi se soltó de sus brazos y comenzó caminar, daba pasitos cortos y jocosos, pasó la difícil barrera del ventanal y se ubicó con maestría dentro de la habitación oscura, allí busco sobre un mueble pequeño a su cochino oso de peluche y volvió a salir orgullosa de su travesía con el tesoro entre las manos.

-¡Suzuki!- Exclamo Misaki, luego soltó una tierna carcajada- Hace poco tiempo lo había comprado, la niña adoraba la colección de su padre pero lamentablemente para ella no podía cargar a ninguno de los osos, fue Misaki quien por primera vez aprobó la compra, un pequeño Suzuki-san, tenía un lazo blanco amarrado al cuello, y era un hermoso osito color café, ahora el pobre animal de felpa olía a algodón de azúcar, por todos lados lucia distintos manchones y costras de comida, por más que habían intentado lavarlo, todo resultaba caso inútil, pues la niña no caminaba un centímetro sin su compañero, de hecho era extraño que hubiera dejado el oso tanto tiempo sin supervisión, Misaki por supuesto se lamentó al instante de no había aprovechado la oportunidad.

-Uki…- Su bebé volvió a caminar con pasitos corto y desequilibrado, el oso en su mano derecha se arrastraba contra el piso, mientras que con la mano Izquierda se apoyaba para no perder el equilibrio.

-¿Tienes sueño mi vida?- La beba solo soltó un dulce bostezo en respuesta y termino se subirse sobre el regazo de Misaki para acomodarse tiernamente sobre el lugar que durante meses había sido su casa.

Finalmente siguieron un tiempo más contemplando el panorama nocturno, así por lo menos hasta que Nanamy sintió sueño y entonces todos entraron a la habitación para prepararse a dormir, la más pequeña de ellos había caído en las manos de Morfeo hace ya bastante tiempo, Misaki solo le puso el pijama, dormidita así como estaba y luego le recostó en el medio de la cama.

-Buenas noches a todos…- Musito al borde de caer dormido.

-Buenas…- Balbucearon los otros dos en igual condición, esto pues se habían recostado todos juntos en la misma cama, las niñas en el medio y ellos en las orillas, la cama era tan cómoda como espaciosa, perfecta para un hermoso y reponedor sueño familiar.

“Hoy comienza el estreno del nuevo libro, Claveles blanco, el afamado escritor Usami akihiko mantuvo hasta el último momento en secreto  la salida de su nueva creación, y aunque ni siquiera los fans saben de qué se trata este nuevo libro, todos ellos han hecho fila desde muy temprano en las librerías, todo por conseguir de primera manos uno de los 10.000 ejemplares que se venderán desde hoy en todo Japón.”

La reportera mostraba a sus espaldas una larga fila de personas, era muy temprano por la mañana y las puertas de las librería continuaban cerradas, las personas por su parte parecían tranquilas y esperaban con ansias ver aquellas puertas separadas, en una de las vitrinas lucia con orgullo la portada del que pronto sería un “Best-seller” Un fondo hermoso, con grandes árboles cubiertos por el cielo despejado y celeste, en el medio de ellos cuatro claveles blancos todos ellos unidos por un hermoso lazo de color rojo.

-¿Quién diría que la mejor receta para el marketing era el misterio?- Akihiko apago el televisor y observo a Misaki quien desde temprano preparaba el desayuno- No saben siquiera que es lo que van a comprar.

-Pero es tuyo, por eso saben que no perderán su dinero- comento Misaki con calma- Además yo creo que es un libro grandioso…

-Misaki ¿Tú?- Consulto incrédulo.

-Lo leí hace un mes- Confeso el muchacho- Tu dedicatoria en el final me dejo fascinado.

La historia era tan emotiva como fantasiosa, la búsqueda de la felicidad, los obstáculos ante ella, la partida de seres queridos, la pena de una desilusión amorosa y las maravillas de tener amigos, familia, trabajo, amor…

“Dedicado a mi querido padre, quizás nunca fuimos el uno para el otro lo que esperábamos, sin embargo esto feliz de cargar con tu apellido y has de saber, donde quiera que estés, que soy feliz, gracias por haberme dado la vida, por dejarme gozar de mi maravillosa familia y mis tan queridos amigos, gracias a ti padre mío por haberme dejado la más grande de las lecciones, disfruta de tus seres queridos hasta l día en que se extinga tu vida… Descansa en paz.

Notas finales:

Bien eso fue todo, he de decirlo me gusto el final xD

Espero que me dejen comenatrio, no olviden que queda un epilogo mas que es obviamente el de los egoistas ;)

¡Sorpresa! Quiero subir un extra, no quiero adelantar mucho, solo les sigo que sera de san valentin y bueno que este extra ya dare definitivamente por finalizado este bello fanfic que me ha traido tantas alegrias :)


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