https://www.youtube.com/watch?v=fXJQaA6Tmf0
Sabes bien, que fui yo
Quien tomó tu mano.
Sabes bien, que mi amor
Es más real que yo.
Y la luz de tu voz
Nunca se apagará
Y el final de este amor no tiene que llegar.
Y siempre es así,
La vida nunca para de cambiar
No llores que también me harás llorar
No es nuestro amor tan sólo es un final.
Capítulo 15: Enfrentando realidades.
Los dias pasaron raudos, para Naruto cada segundo era más difícil que el anterior, se sentía desganado, había descubierto aquella falta que le hacia su teme en la vida y sin embargo se sentía incapaz de perdonarle todo el daño que le había causado.
*Flash Back*
Era su tercera sesión, cada día avanzaba un poquito más en la confianza con su quiero psicólogo, también ya había tenido la primera visita a su nutricionista, pero aún no se sentía cómodo con la nueva dieta que le habían impuesto y la verdad ya comenzaba a fraguar planes para deshacerse de la comida o vomitarlos luego de ingerir dichos alimentos.
Al ingresar se sorprendió de nos ver los sofás en el mismo sitio de siempre y a Iruka sonriéndole amable en medio de la oficina.
-¿Qué es todo esto?- Pregunto Naruto extrañado.
-Esta es tu sesión de hoy- Comento el castaño con total naturalidad, ya no intentaba desviar la atención del rubio en comentarios fuera de contexto, ahora las sesiones eran lo que eran y debían ser así pues Naruto las necesitaba.
Pegado a la pared había una gigante cartulina de color blanco y junto a ella marcadores de diversos colores.
-Ven aquí- Invito Iruka.
Naruto dio sus primeros pasos, desconfiado, pero finalmente se plantó frente aquella aterradora cartulina, sabía que algo estaba por venir, y ese “algo” le provocaba temor. Iruka sin mediar palabras coloco uno de los marcadores entre las manos de su paciente y le sonrió amable como solía hacerlo cada vez que se veían.
-Esta sesión, como lo has notado será un poco diferente al resto, pero no por eso debes tenerle miedo, ya te lo he dicho varias veces, este tratamiento jamás querrá hacerte daño, todo esto es por tu bien- Susurro el psicólogo con voz dulce y comprensiva- Lo que quiero que hagas- Procedió a explicar- Es que dibujes en esta cartulina como crees que es tu físico en estos momentos.
Naruto trago grueso, observo el marcados entre sus manos temblorosas y cerro sus ojos al sentir un leve mareo, Iruka no decía nada y esperaba paciente junto a él, dejando que el muchacho se tomara su tiempo para comenzar.
El rubio alternaba la mirada entre el marcador y la cartulina, tomo mucho aire en sus pulmones y los soltó de un solo soplo, le quito la tapa al marcador y dio un primer paso lleno de inseguridades, puso la punta de este sobre la cartulina y decidió que ya no había vuelta a atrás, sus primeros trazos fueron temblorosos pero luego adquirió firmeza, finalmente se alejó de si dibujo observando una figura de amplio tórax y hombros gruesos, no era exactamente “gordo”, pero sí bastante grande en comparación.
Iruka lo observo sin decir mucho y camino hasta el pequeño mesón, retiro el marcador azul de las manos de Naruto y coloco uno rojo en el lugar el azul, finalmente volvió a alejarse para dar la siguiente indicación.
-Ahora quiero que escribas todo lo que piensas de esta figura.
Naruto volvió a tragar grueso sin decir nada, pero esta vez sus movimientos fueron más seguros.
“Hombros anchos” “caderas abultadas” “brazos gruesos” “gordo” “poco atractivo”… Fueron algunas de las palabras que esparció sobre el dibujo.
Al joven Psicólogo le dolía ver aquella imagen, en medio del proceso Naruto había comenzado a llorar, como si todas esas características fueran lo que el realmente viera de sí mismo, cuando la verdad aquel dibujo estaba por demás alejado de la realidad.
Iruka avanzo por última vez, quito el marcador de las manos de Naruto pero ahora estas quedaron vacías, en su lugar tomo el un marcador de color negro y posiciono a Naruto sobre la misma cartulina, separo un poco los brazos del pequeño y comenzó a trazar la figura verdadera de Naruto, una vez terminado se alejó de Naruto y de la cartulina, le pidió a su paciente que dejara aquella incómoda posición que había utilizado para dibujarle y ambos observaron la diferencia entre ambas figuras una sobre la otra.
-¿Vez las diferencias?- pregunto Iruka observando el dibujo, para luego avanzar y comenzar a escribir también.
“caderas pequeñas”, “cintura delgada”, “hombros chiquitos” “delgado” “HERMOSO”… con grandes letras en el centro del dibujo.
-Este eres tu Naruto, esta es tu verdadera figura ¿Crees que se parezca en algo al dibujo que tú has hecho?- Pregunto el psicólogo con firmeza en la voz.
Naruto negó repetidas veces sin dejar de llorar.
-No eres nada de lo que escribiste, dada de lo que le temes y no debes dejarte pisotear por aquellos miedos, nadie en este mundo tiene derecho a hacerte sufrir, ni siquiera tú mismo tienes derecho a truncar tu felicidad ¿Me escuchaste?
Naruto soltó con gemido ahogado aquella desesperación a flor de piel y el rostro cubierto de lágrimas.
-Date valor mi niño- susurro el castaño- concédete a ti mismo el valor que te mereces, el precio que vales, defiéndete y no permitas que nadie te pase a llevar, tu Naruto tienes el poder sobre tu vida, ni la anorexia ni tu expareja, nadie más que tu puede decir, puede hacer o deshacer en tu vida, tu mandas Naruto tú y nadie más que tú y cada vez que sientas que pierdes el control piensa en este dibujo, piensa en todo lo que has aprendido y recuerda quien eres y quien deseas realmente ser en este momento…
*Fin del Fash Back*
.:*Sasuke Uchiha*:.
-¡Bingo!- Había sido un largo tiempo el que había tenido que buscar, pero definitivamente estaba dispuesto a hacerlo y con determinación lo haría.
A las 10:00 am tomo el tren que lo llevaría junto a su Naruto, el recorrido traía consigo recuerdos y añoranzas, y sabía bien que no viajaba con el fin de recuperar a su amado, que eso quizás ya era imposible, y aquel seria su castigo por errar tan terriblemente como lo había hecho.
-No te amarrare a mi Naruto, te dejare libre para que seas feliz- susurro observando el paisaje tras la ventana, el sol comenzaba a ponerse y con ello momentos fantásticos fueron recuperados desde su memoria.
Las sonrisas de su amado, aquellas dulces carcajadas por la mañana, cuando el solía hacer café y tostadas con mermelada y llevárselas temprano hasta la cama, aquellos tiempos en los que cuidaba a su más preciado tesoro como lo merecía…
¿Cuándo fue que las cosas cambiaron? Se preguntó a sí mismo, tantas frustraciones contra sí mismo se volvieron contra Naruto, el que menos merecía esos tratos fue el principal afectado ¿Se arrepentía? Por supuesto, el mayor error de su vida fue tratar a Naruto como lo hizo y ahora pagaba cada una de las consecuencias, pero aun así sentía que nada era suficiente para compensar todo el daño que había provocado.
-Naruto…- Susurro antes de caer dormido.
Al llegar a su parada se bajó como alma que lleva el diablo, corrió por todas la calles y pasajes, el corazón le palpitaba esperanzado, con la única ilusión de ver a su amado Naruto nuevamente, con la fantasía hermosa de ver a su sol brillante y el cielo despejado de sus ojos azules, pero tan solo a una calle de su destino se vio a si mismo acobardado, retrocedió un paso incapaz de hacerlo y negro varias veces con la cabeza, pero el destino es impredecible y juguetón…
Naruto en ese mismo momento daba vuelta la calle, llevaba una bolsa de verduras que le había encargado Deodara para comenzar la dieta dictada dias atrás por la nutricionista, y repasaba mentalmente las últimas sesiones con su psicólogo, si notar que justo frente a él se encontraba Sasuke Uchiha, la peor de sus pesadillas y el mejor de todos sus sueños.
Sus miradas se encontraron en una fracción de segundos y Naruto se vio tentado a escapar apenas noto de quien se trataba, Sasuke estaba anonadado, no era capaz de creer que aquello fuera verdad. Naruto se veía tan perfecto, sus cabellos rubios alborotados brillaban con el sol potente de la media tarde, y sus ojos azules resplandecían hermosos con fulgor propio, aquella piel tostada había vuelto a ser la misma de antes y todo aquello le parecía un bello sueño.
Cuando el rubio giro su cuerpo para escapar, Sasuke cayó en cuenta de a que aquella no era otra de sus fantasias y Naruto se encontraba realmente frente a él, entonces alargo su brazo y tomo con agilidad la muñeca del menor, provocando que este votara algunas de las verduras al suelo.
-¡Dios, lo siento! No era mi intención- dijo Sasuke al instante, soltando la muñeca del menor y arrodillándose en el suelo para coger las cosas que el mismo había tirado y retiro de las manos de Naruto la bolsa, comenzando a guardar en esta cada una de las cosas recogidas, dejo uno de los tomates en su mano y luego la coloco en la mano de Naruto sonriéndole apenado- Solo quiero hablar contigo ¿Me das una segundo?- Pregunto esperanzado.
Naruto no estaba seguro de que responder, todo era tan rápido tan inesperado, y sentía esas intensas ganas de abrazar el cuerpo que tenía en frente y pedirle que le protegiera que le cuidara, que cumpliera todas sus promesas, reclamarle por aquel viaje al Machu pichu que nunca le cumplió y besar esos labios que durante tantos años habían compartido por medio del amor, pero contrario a eso deseaba escapar, correr tan lejos de ese monstro y esconderse en el escondrijo más recóndito de la tierra.
Asintió con la cabeza, nervioso y sintió su cuerpo completamente tenso ante la presencia de su aun legalmente esposo.
-¿Me acompañarías a un lugar más cómodo? Solo si tu quieres claro- Hablo el pelinegro y Naruto volvió a asentir no muy convencido, incapaz de pronunciar palabra.
Asi junto caminaron hasta una pequeña plaza cercana a la casa de Deidara, Naruto enredaba sus dedos sobre sus rodillas y no levantaba la vista para ver al Uchiha, Sasuke aceptaba aquel comportamiento completamente silencioso.
-Tu sabes que yo te amo, más que a nadie en toda la tierra, tu sabes que te prometí tantas cosas que temo jamás poder cumplir y que quise con toda mi humanidad ser el hombre de tu vida- Naruto levanto la vista y sus ojos se encontraron sin cruzar palabras- Pero también fui un malnacido, la peor persona que pudiste haber conocido en tu vida, una vida que yo destruí, yo apague el brillo de tus ojos y créeme mi amor que no hay castigo más grande que saberme culpable de haber arruinado tu sonrisa.
Naruto miraba a Sasuke con sus ojos brillantes y humedecidos, Sasuke tiene una gesto compungido y a ratos contenía la voz como deseando no quebrarse en ese instante.
-Pero yo deseo que tú seas feliz, mi vida se feliz sin mí- Susurro tocando la mejilla de Naruto como si esta fuera la gema más delicada de la tierra- Se feliz porque eres la persona que más merece serlo, ya no tengo la capacidad de prometerte ser yo quien te haga feliz y es que tengo tantas deudas contigo que si te hago una promesa más temo no pagarte nunca todo lo que te debo- Su voz se apagó en un sollozo apagado y Naruto curvo una pequeña sonrisa esperanzada- Discúlpame cielo mío, Perdona todo el daño que este hijo de puta se atrevió a hacerte…
Naruto extendió sus brazos y paso por los costados de Sasuke envolviéndolo en un amoroso abrazo, sollozo en el pecho del mayor Mientras Sasuke correspondió el sufrido abrazo y apretó con fuerza a su pequeño ángel.
-No puedo…-Susurro de pronto- No puedo perdonarte, Adiós.
Se separó del abrazo, beso la mejilla de su amado y entonces se retiró.
Adiós, amor,
te quiero no lo vayas a olvidar
Adiós, amor,
sabíamos que iba a terminar
Adiós amor
No llores, que también me harás llorar
Adiós, amor,
no es nuestro amor tan sólo es un final
Adiós...