—¿Cómo me veo, Sasuke?
Vio voltearse al joven rubio de brillantes ojos azules con su esmoquin negro acompañado de una camisa blanca y corbata negra.
“Eres hermoso, Usuratonkachi”
—¿Sasuke?
Salió de sus pensamientos y sonrió de medio lado levantándose de la silla y parándose frente a él.
—Te ves bien-posó sus manos en los hombros del oji-azul que le miraba sonriente-Eres un perfecto novio.
—¿Tú crees? Je… es la primera vez que me pongo uno, se siente raro-se rascó con un dedo la mejilla como claro signo de nerviosismo.
—Alégrate-se apartó de él-¡Hoy es tu día!
El azabache volvió a sentarse en la silla mientras Naruto hacia lo mismo tomando otra y acomodándose junto a su amigo frente a la mesa.
—No puedo creerlo…-susurró emocionado.
Sasuke le miró.
—Voy a casarme, je.
—Con la chica de tus sueños-comentó el ojinegro.
—Es dulce siempre y cuando no esté enojada con algo, respetuosa, atenta, ama mis defectos.
—Y en pocos minutos estarán unidos de por vida, tendrán muchos hijos y me olvidaras…
El blondo observó a su amigo serio ante sus últimas palabras cargadas de profunda tristeza.
—Sasuke…
—Lo siento-se disculpó-No he dormido bien, estoy… cansado.
Naruto se puso de pie y miró fijo a su mejor amigo de infancia.
—Nosotros siempre seremos amigos. No voy a olvidarte, nos veremos a diario, eso no cambiara. Ya veras que...
Sasuke explotó.
—¡SI LO HARÁ!-el rubio retrocedió unos pasos ante su estruendosa voz de ira y la silla cayendo al piso abruptamente. Sasuke se había puesto de pie rápidamente y apretando sus puños-Mierda-masculló en voz baja-Todos… tarde o temprano tienen que hacerlo, Dobe-suavizó su voz porque estaba seguro que lo había asustado-Su vida al casarse, será su familia. Lo demás sobra.
—¡No!-Naruto negó con la cabeza muchas veces-¡Nunca lo haría! Jamás podría olvidarte, tú que siempre estuviste a mi lado en aquellos trágicos momentos. Cuando papá murió… me apoyaste tanto…-la voz comenzó a quebrarse-Jamás… podría sacarte de mi vida, Sasuke.
—Sueña, Naruto-susurró-se vale soñar…
Justo cuando el rubio estaba a punto de golpearlo en el rostro, la puerta fue abierta brevemente por otro de sus compañeros de su ex colegio.
—¿Interrumpo algo?-pregunta curioso al ver al dúo con gran tención en el ambiente.
—No, ¿Qué pasa, Shikamaru?-intenta recuperar su voz normal.
—Es hora, Naruto, el padre te espera con los invitados.
—De acuerdo-sonríe levemente.
—No tarden-es todo lo que dice y cierra la puerta volviendo por el mismo recorrido.
Naruto mira a Sasuke nuevamente con molestia.
—Terminaremos la discusión luego-le da la espalda y sale sin demoras de la habitación dejando la puerta abierta y sin esperar a Sasuke.
—Mi Dobe… lo siento-saca un pequeño sobre del bolsillo de su traje negro y lo deposita sobre la mesa escrito con el nombre de su amigo-Yo no puedo presenciar tu boda… porque mi corazón no lo soportaría demasiado.
Seca inmediatamente sus ojos al notar como estos liberan lágrimas sin poder contenerlas. Sale de la habitación cerrándola y perdiéndose por el lado opuesto que su rubio tomó.
En minutos, ya estaba fuera de la iglesia y cruzando la ruta para subir a su vehículo y largarse de la vida de Naruto.
—Queridos hermanos, hoy estamos aquí para unir a esta hermosa pareja en sagrado matrimonio ante los ojos de Dios.
Una pequeña de vestido blanco acercó los anillos en una bandejita dorada a los novios.
—El señor bendiga estos anillos que van a entregarse uno al otro en señal de amor y fidelidad.
—Amen-respondió el resto.
Naruto miraba de un lugar a otro no muy discreto intentando encontrar a Sasuke entre la multitud, la gente lo miraba curioso.
—Naruto-reclama en un susurro molesta.
—No veo a Sasuke-responde cerca de ella.
—Solo mira al frente-protesta.
—¿Sucede algo?
El de ojos azules mira al padre y le sonríe.
—Continúe, por favor.
—Bien. Natsuki Takahashi, acepta a Naruto Namikaze como su esposo, y promete serle fiel, en lo prospero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarle y respetarle todos los días de su vida.
—Acepto-responde sonriente.
—Naruto Namikaze, acepta por esposa a…
—Sasuke.
—¿Eh?-el padre le mira confundido.
—¡Naruto!-le reta su novia-Ya basta con ese nombre.
—Lo siento, pero… no le veo-miró hacia la multitud-¡¡¡Sasuke!!!
La muchacha de cabellos castaños y ojos verdes se sonrojó de la vergüenza al ver a su futuro esposo gritar entre los invitados. El padre lo miraba en silencio.
Los familiares de la novia comenzaron a chismosear entre ellos hablando mal del comportamiento del rubio, la joven se llevó la mano al rostro conteniendo el enojo que le causaba por sus estupideces.
—¿Alguien ha visto a Sasuke? ¡¿Sasuke donde estás?!
—Naruto, no grites en la iglesia-Shikamaru se levantó de su asiento y se acercó a él.
—Shikamaru, no está Sasuke, se ha ido-comenzó a angustiarse.
—Tal vez tenía otros asuntos que atender. No tienes porque ponerte así.
—Me voy en unas horas de luna de miel por dos meses, quiero verlo una vez más. ¡Necesito verlo!
—¡Deja de comportarte así, Naruto!-gritó la novia molesta. Los chismes cesaron y Naruto volteó a ver a su futura esposa.
—Pero es… que Sasuke…
—Sasuke, Sasuke, sasuke, es lo único que dices todo el tiempo. ¡Sasuke esto, Sasuke lo otro! ¡Deja de pensar en él y vamos a casarnos de una buena vez!
Shikamaru le miró mal.
—¡Sasuke será parte de tu pasado, olvídate de él! Tú y yo somos el presente y futuro, Sasuke no tiene nada que ver en nuestras vidas. Dios… es tan detestable ese tipo… ¡Deberías notar cómo te mira, está loco por ti! ¡Pero eres tan distraído, tu querido amigo no es más que un asqueroso homosexual!
—¡¡¡CÁLLATE!!!
Todos quedaron en silencio.
(Continuará)