-Vaya, que sorpresa encontrarte tan temprano por aquí Mihi- comento con complicidad el recién llegado- el instituto abrirá hasta dentro de una hora ¿ocurre algo malo?- pregunto con preocupación al ver el semblante abatido de su acompañante-
-necesitamos hablar seriamente, Shanks…
Xxxx
En otro punto de la cuidad, mas específicamente en la mansión de cierto rubio, una pareja se encontraba en aquellos momentos en una acalorada discusión.
-¡que no, no lo hare contigo otra vez! ¡¿Cuál es la parte de la palabra “NO” que no entiendes?!- exclamo furioso un pelinegro, con evidentes muestras de que su paciencia estaba por acabarse-
El ojeroso, al no recibir respuesta alguna de su acompañante se dirigió aun mas cabreado hacia ala puerta de la habitación, pero no había llegado siquiera a poner su mano en el pomo cuando el pelirrojo le apreso bruscamente contra la pared; uniendo rápidamente y de modo preciso sus muñecas por detrás de su espalda con su propia corbata.
-lo que tu digas en estos instantes no me importa, por mas que lo niegues sabes que te encanta- susurro el chico en el oído de su amante, provocándole un casi imperceptible escalofrío que logro arrancarle una burlesca sonrisa- hare que supliques por mas, Law…-
Giro al pelinegro y antes de que este pudiese emitir protesta alguna devoro sus labios con una evidente lujuria mal contenida, jugueteando desvergonzadamente con su lengua dentro de la cavidad ajena. Mientras tanto, sus manos tampoco se habían quedado quietas, las cuales recorrían cada recodo de aquella piel morena que tan bien conocía y centrando su atención durante unos instantes en sus botones, provocando leves gemidos ahogados por aquel húmedo beso.
Arranco con fuerza desmedida su camisa, logrando que algunos botones saliesen desperdigados en distintas direcciones pero que a su vez lograse calentar un poco más al chico que gemía de placer bajo sus manos.
El calor de sus cuerpos era cada vez más evidente, ambos sentían como su temperatura subía a cada segundo con cada vez más intensidad. Así que, decidido a no perder mas tiempo del necesario, Kidd bajo de sopetón el pantalón de su pelinegro hasta las rodillas y acomodándole en una posición mas cómoda, abrió sus nalgas dando acceso a aquel punto tan deseado.
Se relamió los labios, y sin miramientos introdujo su palpitante hombría en el interior de su pareja, gimiendo fuertemente ante tan deliciosa presión. Law, en cambio, jadeo de dolor sin poder evitar que unas traviesas lágrimas escapasen de sus oscuros orbes, sintiendo como su acompañante empezaba a moverse cada vez más rápido y masajeando su entrepierna a la par.
Entre ellos no existían en esos momentos las delicadezas, solo la búsqueda de placer y la satisfacción de aquel sentimiento sexual.
En menos de unos minutos Law ya se encontraba jadeando y gritando de placer por aquel sujeto que le estaba sometiendo, sin importarle lo mas mínimo las consecuencias que luego tendría su cuerpo ni las mas que visibles marcas que tenia en toda su trabajada anatomía.
-¡¡Mas, Kidd, ahhhhh ahí, SI, ahí mmmm!!- exclamaba eufórico el moreno, sintiendo como el placer y el dolor se mesclaban de tal forma en que sentía el orgasmo cada vez mas cerca, como la vista se le nublaba y el pene del pelirrojo dando con fuerza en su punto una y otra vez-
En un rápido movimiento y sin salir de su interior Kidd le coloco a cuatro patas, logrando una penetración aun más satisfactoria y con un acceso total al cuerpo del moreno con facilidad.
-¡¡ahhh mmm Kidd mm de-déjame ahhh venirme!!- profirió Law al sentir como su miembro era aprisionado por la mano del otro con fuerza, impidiéndole llegar a aquella cima tan anhelada-
-mm aun no Law-respondió entre gemidos- ahhh debo darte un castigo por mmm desobedecerme…-
Las estocadas aumentaban cada vez más de nivel, consiguiendo que el moreno se retorciera debido al inmenso placer que sentía. Apenas podía pensar y realizar alguna frase coherente entre tanto gemido; sabía de sobra que Kidd no le dejaría venirse hasta que el mismo se sintiese en el límite y que, para su suerte o desgracia, el chico tenía bastante resistencia en aquel campo.
Duraron así algunos minutos, durante los cuales el pelirrojo se encargo de llevar a la mismísima demencia a su acompañante, variando posiciones y aumentando el ritmo cuanto su cuerpo lo soportaba.
Llegaron juntos al orgasmo, desplomándose uno sobre el otro debido al esfuerzo y al cansancio acumulado.
-te dije que te haría suplicarme por mas- dijo en un susurro el mas alto, ganándose un golpe en la cabeza de parte del doctor quien, luego de maldecirle un por de veces, se acostó sobre su pecho drenado por completo.
Ambos se estaban dejando ir al mundo de los sueños, abrazados el uno al otro cuando un ruido los saco de su ensoñación.
-maldita cosa- gruño en voz baja Kidd, buscando entre su ropa hasta sacar un teléfono celular de uno de los bolsillos- ¿si, diga?- respondió malhumorado y con evidentes ganas de quien tendría los cojones de interrumpir su sueño (o mejor dicho, la segunda ronda con Law)-
-¡¿Qué DIABLOS CREES QUE HACES; MALDITO IRRESPONSABLE?!- pregunto un muy enfadado Sanji desde el otro lado de la línea, casi logrando un infarto tanto para el pelirrojo como para el pelinegro- ¡SE SUPONIA QUE DEBIAN DE DARME EL INFORME APENAS LLEGASEN DE LA REUNION AYER EN LA NOCHE Y EN VEZ DE ESO SE PONEN A FOLLAR COMO CONEJOS, PAR DE IRRESPONSABLES!-
-oi ¿Qué te hace suponer exactamente que nosotros estábamos teniendo sexo?- dijo Kidd, intentado desviar el curso de la conversación lo mas posible-
-pues no creo que estuviesen haciendo otra cosa- contesto irónico el rubio algo ya mas calmado- eso, o que prácticamente obligaste a Law, otra vez- enfatizo con sorna y carcajeando divertido al oír la afirmación del doctor callada por las maldiciones de Kidd- bueno, el asunto de la reunión lo veremos después, ahora les necesito en el comedor lo antes posible-
-¿sucedió algo?- Law se oía tenso, había logrado percatarse del tono de seriedad que había empleado su jefe. Y eso solo significaba una cosa: problemas, y muy serios para ser exactos-
-Si, pero no hay que perder el tiempo en estos instantes. Dense prisa- les apremio el cocinero antes de colgar la llamada.
Ambos chicos se miraron con seriedad antes de vestirse y limpiarse lo más rápido posible. Sanji no les hablaría de esa forma si no tuviese un muy buen motivo, y esa era justamente la razón que mas les inquietaba. Que hubiese algo que pudiese estar amenazando con sus vidas y la poca tranquilidad que hasta ahora habían disfrutado…
Llegaron al salón comedor unos diez minutos después, viendo como su jefe y el resto de los miembros de la casa ya se encontraban presentes pero con un semblante abatido y triste. Inspeccionaron con la mirada algo fuera de común, el motivo que hubiese causado tales expresiones en sus amigos, topándose con un hombre pelirrojo y de mediana edad que se encontraba sentado al lado de su jefe.
Eso solo podía significar una cosa, Mihawk le había contado la verdad a Shanks…
Tsusuku (o tal vez no xD)