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Retrato de una mentira. por Sombra96

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Notas del capitulo:

Antes que nada, como ya se me hizo costumbre, vengo y les pido perdón por no haber actualizado, no haber cumplido con lso one - shot de regalo y por todo, en general, que se que he sido mala! =(


Por otro lado, vengo a rogarles que todavía me quieran un poquito... ¿Poquito? Si no me quieren a mí, por lo menos quieran a mi fic! ='(


Y ahora, sin más lamentos tonto, les dejo el cap que espero les guste que lo hice con mucho muchooooo amor!

Camino en silencio por el largo pasillo mientras trataba de retener sus emociones, mientras trataba de reconstruir su carcasa. No quería ni podía volver a caer ante viejos sentimientos, cosas que se supone había dejado en el pasado.

 

Sentía que todo a su alrededor daba vueltas y su cuerpo comenzó a temblar de forma imperceptible pero no se detuvo, sentía la imperiosa necesidad de huir, de escapar de las poderosas redes de Choi Minho.

 

.- ‘Taemin, detente’ – la voz se reprodujo con claridad en sus oídos y él se giro asustado pero no había nadie en el pasillo, no había nadie a excepción de él y las voces de su cabeza, las voces de su pasado – ‘Detente, por favor detente’ – la voz regresó y él tragó grueso porque la reconoció, por supuesto que lo hizo.

 

.- No, por favor, no – susurro para sí mismo mientras enterraba su rostro entre sus manos y comenzaba a respirar de forma agitada, sentía que colapsaría de un momento a otro pero la voz no se detenía seguía ahí – No quiero escucharte, no…

 

.- ‘Taemin, no entiendo que te sucede’ – regresó una y otra vez, frases sueltas de un momento perdido en el tiempo, de algo que él mismo creyó haber enterrado – ‘No te vayas, escúchame, te lo pido…’

 

Negó mientras se dejaba caer al suelo y cubría sus oídos con las palmas de sus manos, como si eso detuviese la voz en su cabeza, el recuerdo de esa última vez, de todo lo que significaba.

 

.- ‘Taemin – ah, t-te quiero…’

 

Y entonces las lágrimas comenzaron a caer, porque aquella frase sonó justo a su lado, porque se vio transportado a esa mañana, a ese pasillo atestado de estudiantes y a la imagen de un Choi Minho de trece años frente a él.

 

.- No, n-no… - murmuro casi como una oración, tratando de calmarse, sintiendo que todo era demasiado, que el peso de esos años ya era demasiado – Tú no me querías. No lo hacías – siguió repitiéndose, desconsolado – No destruyes a lo que quieres… no lo haces.

 

Y se quedó quieto ahí, con las manos aún sobre sus oídos y con las lágrimas bajando revoltosas por sus mejillas. Había terminado por aprender que llorar era necesario, que era lo único que podía dejar fluir con libertad de sí mismo. Era lo único que aún le recordaba quien era, quien había sido.

 

.- ¿SangMi? – la voz al inicio del pasillo le sorprendió mientras detenía su llanto y abría sus ojos a más no poder… No podía ser cierto, su suerte no podía ser peor.

 

Se secó las mejillas con rapidez y trató de calmar su respiración mientras los pasos se acercaban cada vez más. Aquella manera de caminar, podía reconocerla incluso en ese momento.

 

.- ¿Te encuentras bien, SangMi – ssi? – le preguntó mientras se agachaba a su lado y acariciaba con suavidad su espalda, sus grades ojos le miraron preocupados y él se sintió trasportado por un momento al pasado - ¿Ha sucedido algo?

 

.- E-estoy bien, hyung – le respondió con dificultad, tratando de obviar las imágenes, los recuerdos perturbadores que le asaltaban mientras lo sentía agachado a su lado, tratando de confortarlo – Solo me dio dolor de cabeza y me maree repentinamente, nada grave.

 

Minho le miro impasible, con aquella frialdad indiferente característica ya de su persona mientras le ayudaba a levantar con tranquilidad, preocupado en el fondo por la salud del menor. 

 

.- ¿Has desayunado algo? Seguro te has quedado hasta tarde practicando y no has comido como se debe, ¿no es así? – le dijo con voz tranquila, borrando la preocupación de sus pupilas y él menor solo sonrió avergonzado, aunque no fuese más que una mentira.

 

.- No ha sido nada, hyung. Es solo cansancio supongo – se alzó de hombros, no queriendo que Minho notase el temblor que aún permanecía en su cuerpo producto del llanto pasado.

 

.- Entonces, vamos – le dijo y le jalo de la muñeca, echando a andar por el pasillo en dirección a la salida, bajo la mirada confundida del castaño que había tensionado su cuerpo ante el inesperado contacto – Necesitas comer bien, así que supongo que lo mínimo que debo hacer es asegurarme de que lo hagas.

 

Abrió su boca para replicar, sentir la mano del alto cerrarse en su muñeca, el calor de su piel, era incluso demasiado para su autocontrol. Si antes se sentía como si le presionasen el pecho, ahora el aire ni siquiera entraba y comenzaba a sofocarse de verdad. No quería, no podía.

 

.- ¡Oppa! ¡Min oppa! – la chica se lanzó contra el alto y enlazó sus manos entorno al cuello de Minho mientras él se limitaba a apartar la mirada, queriendo obviar aquella molestia en su estomago – Feliz cumpleaños, Min oppa.

 

Él no sentía nada, nada.

 

Aquella chica podía abrazarlo, besarlo o lo que se le diera la gana. Él no sentía nada, porque Minho no le despertaba ningún otro sentimiento a parte de un odio profundo… Así debía de ser.

 

Se soltó del agarre del mayor y con una sonrisa de disculpa siguió caminando, tenía que salir de ahí y esa era su oportunidad perfecta.

 

.- Espera, SangMi… ¿Adónde vas? – le detuvo tomando su muñeca y entonces ambos fueron víctimas de una pequeña descarga eléctrica que recorrió sus cuerpos. Minho le soltó de inmediato mientras él se detenía, con el corazón latiéndole demasiado rápido.

 

.- Iré a desayunar, hyung – murmuro como respuesta y sin dar tiempo a más salió de ahí. Porque él no debía caer. Era él quien mandaba en ese juego.

 

Choi Minho iba a pagar, así tuviese que derramar sangre para lograrlo.

 

 

Ella seguía colgada a su cuello mientras mantenía sus ojos fijos en la espalda de SangMi que se alejaba cada vez más. Una molestia en su pecho le decía que no debía dejarlo ir, que no debía cometer ese mismo error otra vez.

 

.- ¿Oppa? ¿Sucede algo? – le pregunto ella con tono meloso y él no pudo reconocerla, ni su voz ni su rostro se le hacían familiares. Mantenía grabada en su retina la imagen de SangMi alejándose, de él mismo tratando de detenerlo. Pero… ¿Por qué? ¿Por qué había tratado de hacerlo? Hacía mucho tiempo que él no detenía a alguien, que no quería que alguien no se marchase. Habían pasado más de siete años y ese miedo volvía a invadirlo.

 

Observó absorto su mano, esa que había cerrado entorno a la muñeca delgada de su dongsaeng, de ese chico que era tan siniestramente parecido a él, a su pequeño y eterno Taemin.

 

Y entonces todo desapareció, la chica a su lado, la espalda alejándose de SangMi, él mismo… Había regresado a esa mañana, a ese momento. 

 

“Aún no había sonado el timbre de la segunda hora de clases y los estudiantes transitaban con tranquilidad el pasillo, riendo y contándose cosas en el único momento en el que podían dejar de sentirse presionados.

 

Camino rápido, abriéndose paso entre sus compañeros, con la vista clavada en su pequeño amigo, que junto a su casillero guardaba sus cuadernos y libros.

 

.- ¡Minnie – ah! – le llamó, tratando de sonar tranquilo, de que los nervios no se delatasen por su voz.

 

Y Taemin lo vio y tragando saliva, se dio la vuelta, huyendo de él.

 

.-Taemin, detente – apresuro sus pasos y le detuvo jalándole por la muñeca, sintiendo como el cuerpo de su pequeño amigo se tensaba - No te vayas, escúchame, te lo pido…

 

.- Hyung, p-por favor – le escucho decir con voz baja y rasposa por las lágrimas, Minho quiso patearse en ese momento por ser el causante de ellas, él y sus palabras crueles – Tengo clase ahora y no puedo perder tiempo, lo siento… Y-yo…

 

.- Taemin, no entiendo que te sucede – le cortó, dejando que la angustia se apoderase de sí mismo y olvido por un momento donde estaban, se olvido de todo – Yo solo quiero que me expliques a que se debe lo de anoche, que hice… ¿He sido un mal hyung? ¿Ha sido eso? Puedo cambiar, puedo hacerlo.

 

.- D-detente, Minho hyung – le cortó entonces él más pequeño, ahora dándose la vuelta y clavando sus ojos rojos en los suyos, su mirada triste y vacía, lejos de ser la mirada que tanto le gustaba – No hay nada que cambiar, nada que decir o hacer.

 

.- No entiendo, no entiendo que dices, no tengo ni idea – dijo para sí mismo, soltando su muñeca y tratando de encontrar algo en su mirada indescifrable pero no tuvo resultado – Estoy preocupado, no entiendo y y-yo… Taemin – ah, t-te quiero…

 

Pero él negó y tragó saliva antes de pasar por su lado, con su mochila al hombro y emprender a correr por el pasillo atestado, sin ningún motivo, sin ninguna razón.

 

Y él… él se quedó ahí de pie, sin comprender.

 

.- ¡Taemin! ¡Taemin! – Grito mientras le veía sortear a sus compañeros, mientras le observaba alejarse – Detente, por favor detente  - pero él no se detuvo, nunca lo hizo.”

 

 

.- ¿Dónde está Kai, Jonghyun? – Onew le miró serio desde el otro lado de la mesa pero con una sonrisa paciente en su rostro – Pensé que lo acompañarías a clase.

 

Él se encogió de hombros, sin muchas ganas de responder a esa pregunta. No se sentía capaz de asumir la verdadera magnitud de las cosas, él como había terminado de fallarle a quien debía proteger.

 

.- ¿Qué clase de hermano eres? – Key le miro con los ojos entrecerrados, gruñendo y frunciendo sus delgados labios – Eres la persona más insensible que he llegado a conocer, Kim Jonghyun.

 

Él alzó los ojos y los clavó en los del rubio, sin verdaderas ganas de discutir pero herido aún así por aquel comentario del otro: .- No soy como tu adorado Minho, Kibum – le soltó con voz grave, molesto – Así que no pretendas nada con tus comentarios estúpidos.

 

.- Jonghyun, no se trata de discutir por esto – trato de calmarlo Onew mientras ponía una mano sobre su hombro, sin borrar su sonrisa – Solo pensamos que debías estar con él, ya sabes lo delicado que está.

 

.- ¡Eso mismo! – Señaló el rubio mientras se levantaba de un salto y le apuntaba con uno de sus dedos – Jongin debe estar pasándola mal y tú, bastardo retardado, no sirves para nada – siguió gruñendo – Me preocupo por tu hermano, porque lo quiero y porque hago lo que tú no haces.

 

.- ¡Si lo hago! – se levanto también, con los hombros tensionados y los ojos achicados, molestándose realmente – Claro que me preocupo por Kai, sino lo hiciera…

 

.- No, no lo haces, Jonghyun. Deja de mentirnos, de mentirle y de mentirte – la voz del rubio bajo su intensidad y adopto un tono triste, lastimero – Eso lo lastima más. Dime que lo has calmado cuando llora, que lo has abrazado cuando tiene pesadillas, dime que has estado ahí para sostenerlo cuando tropieza y entonces te creeré… Dímelo.

 

Pero se quedo callado porque no podía mantener más esa mentira, no frente a los ojos nostálgicos de Kibum, no podía mentirle a él. Porque no se levantaba en las noches al escuchar los gritos ahogados de Kai, porque no se agachaba a su lado cuando lloraba. No hacía nada de eso.

 

Bajo la cabeza y suspiro, molesto ahora consigo mismo.

 

.- ¿Lo ves, Jonghyun?… ¿Lo ves?

 

Si, lo veía.

 

 

Tomo aire y se calmo mientras se detenía en el aparcamiento de la universidad. No podía comenzar a ceder en su propio juego, no podía comenzar a mostrar debilidad alguna.

 

.- No puedes echarte para atrás ahora, Taemin – se dijo con convicción mientras volvía a retener el aire y trataba de recobrar las fuerzas – No van a volver a lastimarte… Ya no pueden destruirte más.

 

Soltó el aire y cerro los ojos por un momento, rememorando sus motivos, tratando de trazar un nuevo plan, algo en donde sus sentimientos no se viesen involucrados de nuevo, donde no pudiese salir lastimado… Ellos debían sufrir, no él. No después de tanto.

 

Retomo su camino en silencio, sin muchas ganas de regresar a la universidad, de tener cerca a quienes debía seguir odiando; debía convencer a su corazón de seguir ignorándolos, de mantener alejados todos los sentimientos de cariño que pudiesen llegar a despertar ellos tres. Jonghyun, Key y Minho, no eran nada, no significaban más que culpa, que venganza. Así debía ser.

 

Y entonces lo vio. Permanecía hecho un ovillo junto a uno de los automóviles, con su rostro escondido contra sus rodillas y las muletas junto a su cuerpo. Pudo, incluso, escuchar con claridad sus sollozos.

 

.- ¿Kai – ssi? – se acercó lento, no queriendo asustarlo. Se agacho a su lado y por un momento se vio a si mismo en él, en las lágrimas del menor, en como sufría - ¿Te sientes bien? ¿Es tu cadera?

 

Pero Kai solo se limito a levantar su cabeza y clavar sus ojos rojos e hinchados por el llanto en los suyos, y él puedo verlo, todo ese dolor, esa carga que Jongin llevaba con él. Al final, el dolor termino por doblegarlo.

 

.- Estará bien, Kai. Todo estará bien – le susurro con dulzura mientras lo atraía hacia él y le abrazaba con suavidad, no quería presionarlo, ni asustarlo, quería que supiera que estaba ahí – Shh, calma, calma.

 

Le sostuvo entre sus brazos, sintiendo como las lágrimas de Kai empapaban su camisa, sintiendo como él dejaba de ser poco a poco Jongin para ir rindiéndose al dolor.

 

Iba a sostenerlo todo lo que fuese necesario. Porque se dio cuenta, que Kai y él no era tan diferentes después de todo.

 

 

“.- Deportista – proclamo Minho con voz suave ante la pregunta de Kibum, que asintió entendiendo – Es mi sueño ser deportista.

 

.- ¡Pues yo voy a ser un idol! – proclamo el mayor del los cuatro mientras caminaban de regreso a casa, en su usual charla sin sentido – Se que sería perfecto para eso.

 

.- ¡Por dios! Jonghyun – se quejó Kibum con una mueca desagradable en su rostro de porcelana mientras le pegaba en la cabeza al mayor – No pienses estupideces, nunca podrías ser un idol. No uno respetable por lo menos – le dijo tratando de hacer sonar su discurso como algo racional y completamente objetivo.

 

.- ¡Por supuesto que puedo! – Gruño mientras le observaba molesto – No seré como tú, que se la pasa dibujando vestidos, muñequita.

 

.- ¡¿Acaso quieres morir?! – le espeto furioso mientras comenzaba a golpearlo con su bolso pesado por los libros y Jonghyun avanzaba corriendo por la calle, siendo perseguido por él otro. Ambos perdidos en las risas.

 

Minho los observo serio mientras seguía caminando a paso lento, como acostumbraba a hacer, pensando en que algún día sería un gran jugador de fútbol, reconocido en el país. A su lado Taemin miraba todo maravillado, concentrado en encontrar algo nuevo, algo que no había notado esa mañana o la noche anterior. Aquella manía del menor de encontrar maravillas en la rutina.

 

.- ¿Y tú, Minnie? – se atrevió a preguntarle mientras le observaba de reojo, notando su expresión confusa, esa que lo hacía lucir aún más tierno - ¿Qué quieres ser de mayor?

 

.- Pues mayor, hyung – respondió como si fuese lo más normal del mundo mientras enredaba sus delgados brazos en su cuello y se colgaba de él, riendo.

 

Minho sonrió mientras un ligero rubor cubría sus mejillas: .- No me refiero a eso, Taemin – dijo con suavidad, para que solo lo escuchara su pequeño amigo, aunque los otros dos los esperaban en la esquina, exhaustos por la persecución de minutos antes – Si no a que quieres estudiar y eso.

 

Taemin lo soltó mientras hacia un puchero y pensaba en su pregunta, Minho lo miraba atentamente, queriendo saber en realidad cual era la respuesta de su pequeño compañero.

 

.- Quiero ser médico, hyung – le respondió entonces, ensanchando su natural sonrisa y mirándolo solo a él, logrando que el corazón del alto latiese más rápido de lo normal – Me gustaría ayudar a quienes lo necesitan, ser capaz de salvar un vida… Ver que a veces los milagros existen.”

 

Se acomodo la bata blanca mientras se observaba serio en el espejo. Alguna veces se preguntaba a si mismo si estaba haciendo lo correcto, si realmente valía la pena aquello. Algunas veces, antes de quedarse dormido, se preguntaba que estaría haciendo en ese momento si Taemin no hubiese desaparecido. Si estaría en alguna universidad deportiva o ya en algún equipo, si era; en cambio; Taemin quien se ponía esa bata.

 

Y luego regresaba a la realidad…

 

Se miro una última vez en el espejo y se dio la vuelta, iba temprano para sus practicas pero era mejor así, mantener su mente ocupada. Ver que algunas veces los milagros existen.

 

Sin embargo, sus ojos se toparon con la pequeña caja musical que descasaba junto a su mochila, el extraño regalo que esa niña le había entregado horas antes.

 

“Es un regalo por su cumpleaños, aunque ha llegado siete años atrasado.”, las palabras de la chica regresaron a su cabeza y confundido la tomo entre sus manos. ¿Qué era? ¿Qué significaba? Dejo de lado la pequeña nota arrugada y con las manos temblorosas abrió el pequeño cofre, adentro solo había dos objetos.

 

Un celular y una pequeña cadena… Y esa cadena, esa cadena la reconoció de inmediato.

 

Dejó caer la caja al suelo, provocando un sonido estrepitoso mientras entre sus dedos observaba absorto la pequeña joya. Aquel dije… ¿Eso era acaso una broma?

 

Tomo entonces, con cierta desesperación, la hoja arrugada de papel y la abrió, sin poder entender a que se debía todo eso. Siete años… ¿Podría ser que...? No, no era posible. 

 

“Minho hyung…

 

La última vez, ¿recuerdas esa última vez?

 

¿Por qué no me detuviste? ¿Por qué dejaste que me lastimaran?

 

¿Lo recuerdas? Porque no hay día en que yo lo olvide. Porque tú y yo lo sabemos. Esa mañana, en el pasillo, no fue la última vez.

 

¿Por qué me dejaste subir a ese carro, hyung? ¿Por qué?” 

 

Minho lo recordaba perfectamente, lo había repetido miles de veces en su mente. Buscando algo que le explicase, algo que le dice la más mínima pista pero siempre llegaba a la misma imagen…

 

Taemin alejándose, Taemin desapareciendo de su vista y él; quien había jurado protegerlo; sin poder hacer nada.

 

La última vez que lo había visto… No, no había sido la última vez.

 

Trago grueso y cerró los ojos. Le había mentido a la policía, le había mentido a sus amigos, se había mentido a si mismo pero nunca había podido mentirle a Taemin.

 

Él había sido el culpable… él no lo había detenido, él dejo que subiese.

 

Él vio a quien se lo llevo, vio como lo hizo y aún así, nunca dijo nada. Dejo a la deriva a quien tanto había querido. ¿Por qué? ¿Por qué lo había hecho?

 

(...)

Notas finales:

Y ese ha sido el cap. de la semana o del mes... ¿O del año? ¡Quien sabe! Jejeje


Antes que nada, gracias por leer y si comentas, gracias tambien!


Ahora si, más lamentos lastimeros.


• En serio lamento andar totalmente perdida pero la universidad me tiene de cabezas y aaaaaa estoy a días de la semana de parciales, así que ando deprimida.


• Tambien me di cuenta que soy muy muy mala persona, mi mejor amiga por 7 años dejo de hablar de un día a otro, me ignora en la calle y todo eso y eso me puso aún más tristeeee


Así que espero entiendan que ando en una nube depresiva... =(


Por otro lado, lado informativo:


• One shot de regalo que debo, ya están listos, estoy revisando ortografía, asi que para el viernes ya están.


• Cap de Heartbeat, espero que para hoy o mañana, si les interesa.


Y tengo un nuevo fic en preparación. Jejejeje =P


Siendo eso todo...


Los quieroooooooooo y espero me quieran un pochito!


Piensen cosas malas y hagan cosas sucias. o.O


Sombra96


PD1: Alguno sabe como arreglar lo de los espacios, Amor Yaoi no me deja.


PD2: Si me quieren agregar en Facebook este es mi link: http://www.facebook.com/LuRodriguez96 (solo diganme que son de acá para aceptarlos) y en Twitter: https://twitter.com/LuRodriguez_HEB


Adelanto salvajoso: 


"Le ayudó a levantarse mientras abría la puerta del apartamento en silencio, escuchando la respiración anormal del menor y como seguía tratando de controlar el llanto.


Cerró los ojos y suspiro, sin saber muy bien que hacer.


.- Te enseñare, Kai – le murmuro mientras él otro trataba de mantenerse en pie a su lado – Te enseñare a tomar fuerza, no volverás a doblegarte y serán los demás quienes se arrodillen ante ti."


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