Primer acercamiento.
“.- Él es Lee Taemin, joven Kim – el hombre empujo el pequeño cuerpo frente a él mientras este comenzaba a hacer reverencias casi de forma frenética – Viene de otra ciudad y tiene nueve años. Se lo encargo para que le muestre la institución y lo ayude a adaptarse a estos cambios – Y sin decir nada más, el hombre se dio la vuelta y se encerró en su oficina.
Jonghyun asintió al aire mientras le daba una mirada al niño, que seguía haciendo reverencias, y sin poder evitarlo, soltó una fuerte risa.
.- Detente, pequeño – le corto mientras ponía su mano en el hombro delgado del niño - Yo soy Kim Jonghyun.
.- Lee Taemin – murmuro con timidez – Por favor, cuide de mí.
Jonghyun asintió sin dejar de sonreír y los hombros del menor con su brazo izquierdo. Era mucho más bajo que él y parecía que iba a caerse de tanto temblar.
.- ¡Omo! Eres tan tierno – rió con fuerza y lo guió hacia la cafetería escolar, donde todos parecían mirar al chico nuevo con cara de pocos amigos.
Taemin se encogió más en su lugar, completamente aterrorizado, mientras Jonghyun retaba a los demás con la mirada. Era más alto y más fuerte y lo sabían.
.- No se meterán contigo, Taemin – le hablo con suavidad mientras caminaban en dirección al patio de descanso – No lo harán porque yo te cuidare.
.- Gracias, Hyung – respondió en un murmullo cohibido el menor.
.- Para eso están los hermanos, ¿No, Taemin? – y le revolvió el cabello en un gesto cariñoso.”
Jonghyun dejo caer su mochila contra la banca mientras se colocaba los audífonos y cabeceaba al ritmo de la música. En algunos momentos se sentía tentado a entonar las canciones que escuchaba pero luego se pateaba mentalmente y se recordaba a si mismo que aquello no valía la pena. Después de todo, llevaba más de siete años sin cantar ni una sola nota.
Su cuerpo se deslizo en la banca mientras el des tensionaba sus hombros y se permitía relajarse. Iba a saltarse la primer hora de clase, después de todo, era el mejor de la carrera y no le hacia falta correr entre trabajos y parciales.
.- Kim Hyung – la voz temblorosa de un chico lo hizo sobresaltarse mientras sus ojos iban a dar a la figura cohibida de otro chico.
.- ¿Sucede algo? – le pregunto con esa amabilidad tan típica de su personalidad mientras retiraba uno de sus audífonos para escuchar mejor al otro chico.
.- El decano le busca, lo necesita ya mismo en su oficina, Hyung – agrego el otro mientras se retiraba a la carrera con una reverencia torpe – Sin más, me retiro, hyung.
Jonghyun suspiro y coloco la mochila de nuevo en su hombro. No había escuchado ni la mitad de aquella canción antes de ser interrumpido y ahora, le tocaba caminar hasta el edificio del decano. La vida no parecía ser justa con él.
Camino lo más despacio que le fue posible, por qué el decano no era de las personas que prefería, aborrecía la manera en como el hombre besaba el suelo por donde pasaba por ser simplemente hijo de aquellas personas que tenía la obligación de llamar padres.
La hipocresía que lo rondaba la mayor parte del tiempo no era suficiente y su decano, un hombre estricto, también tenía que haber resultado de aquella forma. Interesado en la fama que le perseguía de manera obsesiva y que él tanto odiaba.
Se detuvo entonces frente a la imponente puerta mientras las miradas nada discretas de la secretaria lo recorrían de arriba hacia abajo. Suspiro y giro el picaporte, abriendo la puerta con un leve empuje.
.- Joven Kim – la voz melosa del hombre hizo que un escalofrió recorriese su espina dorsal - ¡Que placer verlo esta mañana, joven Kim!
Jonghyun asintió en una pequeña reverencia mientras se adentraba en la oficina, él imponente hombre estaba tras su escritorio, con una sonrisa en su regordete rostro y había alguien más sentado frente al hombre. Tenía el cabello de color castaño y vestía enteramente de negro con ciertos detalles rojos en su ropa.
.- ¿Ha mandado a llamarme, decano? – pregunto con cordialidad mientras avanzaba solo unos pasos.
.- Así es, Jonghyun querido – el chico tembló en su lugar tras esas palabras, sintiendo el asco erizar su piel – Acércate, quiero presentarte a un estudiante de intercambio. Viene de la universidad de Tokio, es el mejor alumno de su facultad y ha decido trasladarse a Corea y estudiar en nuestras instalaciones – Jonghyun asintió ante las palabras del hombre sin mayor interés, acostumbrado a conocer ‘maravillas’ de estudiantes que el hombre le presentaba – Como tu eres la imagen de esta universidad quería que lo guiaras y lo ayudaras a adaptarse.
Jonghyun volvió a asentir casi de forma automática. Aquello era una rutina normal. Conocía a un nuevo estudiante, le firmaba un autógrafo y luego le daba un recorrido por la universidad, lo llevaba hasta su facultad y nunca más volvía a cruzar una palabra con él. Un proceso sencillo.
.- Él es el joven Lee SangMi – Y el otro chico se levanto y le miro.
Jonghyun se paralizo en su lugar de inmediato, sintiendo cada vello de su cuerpo erizarse y el pánico embargarlo.
Sus ojos… A Jong esos ojos afilados y suspicaces le recordaron la mirada temerosa de años atrás. Su cuerpo se movió grácilmente hasta él con una sonrisa tranquila.
.- Por favor, cuide de mí – e hizo una reverencia elegante.
…
.- ¿Le sucede algo, Hyung? – el chico toco su hombro mientras le miraba con cierta preocupación.
Jong negó, tratando de esconder el temblor de su mano mientras buscaba desesperado su teléfono celular: .- N-no es nada… S-solo tengo que llamar a… a mi novia. ¡Si, a mi novia! – dijo en un pequeño grito mientras buscaba el nombre de su amigo en contactos - ¿Por qué no te adelantas a la cafetería y yo te veo ahí en unos minutos? – le ofreció con un gesto nervioso.
El castaño asintió y se alejo mientras Jong colocaba su celular en su oído y comenzaba un desesperado “contesta, por favor contesta”.
El más joven sonrió con suficiencia mientras observaba el caminar de un lado al otro del más bajo.
.- No has crecido mucho, Hyung – le hablo al aire mientras una risa burlona luchaba por salir de su garganta – Vamos a ver cuanto aguantas. Ya veremos si sigues siendo el mismo Jonghyun invencible de años atrás.
“El pequeño cerró el puño en alto mientras veía con ánimo a Jonghyun.
.- Algún día, hyung – comenzó a hablar con un tono emocionado – Algún día seré más alto y más fuerte y tu ya no necesitaras protegerme nunca más.
Jong rió con ternura mientras revolvía el cabello del niño: .- Ya lo veremos, Tae. Ya lo veremos.”
…
Iba tarde a su primera clase y a pesar de ser el mejor alumno, él nunca se saltaba una clase o una practica. Aprovechaba cada segundo y realmente su paciencia comenzaba a acabarse mientras la chica seguía sin parecer querer hablar o lo que sea que fuese a hacer.
Lo había detenido en mitad de la cafetería, cuando el timbre de la entrada había resonado por los pasillos.
Minho se cruzo de brazos, esperando a que la nerviosa chica frente a él se decidiese a hablar de una buena vez. Sabía lo que la chica quería, conocía lo que iba a decirle y no podía importarle menos. Estaba cansado de aquello. Alzo la vista y clavo sus ojos en el reloj de la entrada de la facultad. Faltaban diez minutos para la primera clase y comenzaba a enojarse con la tartamudeante joven.
.- ¿Quieres moverte a decir…? – pero su voz se perdió cuando sus ojos dieron con aquella estilizada figura. Llevaba el cabello castaño peinado en una coleta y su ropa era una mezcla de negro y roja pero era él, jamás podría confundir algo así - ¿Taemin?
.- Oppa, yo… - la chica siguió hablando sin notar la mirada aterrada que él más alto le dirigía a aquella figura – Se que no nos conocemos muy bien y que…
Minho sintió su corazón galopar en su pecho mientras comenzaba a moverse inconscientemente, unos pasos. La chica se detuvo extrañada pero él mantenía sus ojos fijos en la figura que ahora se perdía en la multitud.
.- ¿Min oppa? – la chica lo detuvo apresando su muñeca con debilidad - ¿Se encuentra bien, oppa? – le cuestiono.
Minho la miro con su mascara indiferente mientras sentía el miedo recorrer por sus venas. El pánico comenzaba a dominar sus acciones y no podía permitirse a si mismo perder el control.
.- No me interesa lo que tengas que decir – hablo con la voz fría y se soltó de un manotazo – Así que no intentes detenerme nunca más y mucho menos tocarme. No eres de mi agrado, así que vete.
La joven le miro con los ojos inundados en lágrimas y se dio la vuelta mientras él escuchaba los sollozos involuntarios de la chica. Minho la vio correr y la dejo marchar sin una sola gota de remordimiento recorriendo su ser.
Se había acostumbrado a rechazar las chicas de la manera más cruel que podía. Después de todo su corazón ya era de alguien más.
Fue entonces que su mirada tomo un tinte diferente y sus ojos buscaron con desesperación esa figura. Necesitaba confirmar lo que había visto. Saber que no era otra de sus constantes alucinaciones. De sus deseos frustrados.
Su cuerpo se movió de forma involuntaria mientras seguía buscándolo, ahora, desesperado. Y fue entonces cuando choco con alguien.
.- Lo lamento – el chico hizo una reverencia mientras él lo mirada sin entender y cuando sus ojos dieron con los del otro. Su cuerpo se paralizo – Ha sido mi culpa, Hyung – su voz… Esa maldita voz.
Negó como pudo mientras él chico volvía a hacer una reverencia, haciendo que su castaño cabello se moviese de un lado al otro.
.- Lo lamento mucho,… - dijo, esperando a que él le dijese su nombre.
.- Choi – se sorprendió al notar su tono frio y desinteresado, y trato de obligarse a mantener sus ojos lejos de aquel chico – Choi Min.
El otro pareció asombrado por su nombre. Después de todo, Minho no daba su verdadero nombre desde hace siete años. Desde entonces era simplemente Min. Pues sentía que una parte de si mismo se había perdido.
.- Lo lamento mucho, Hyung. Y soy Lee SangMi – volvió a repetir el otro – Min, me gusta ese nombre. Min hyung. Si definitivamente me gusta.
Minho le dio una mirada rápida y sintió que todo a su alrededor daba vueltas. Tenía que alejarse y como si fueses un milagro, su teléfono móvil vibro en su bolsillo. Lo saco y observo el nombre de Jonghyun en la pantalla. Miro de reojo al otro chico y sin decir nada se dio la vuelta. Necesitaba alejarse porqué se sentía viviendo una pesadilla.
…
Lo observo caminar con parsimonia por el campus, ganándose las miradas de la mayoría de las personas. Se mordió su labio inferior mientras sacudía su cabeza. Aquel contacto había sido demasiado hasta para él mismo.
.- Choi Min… Es incluso gracioso – rió entonces – Interesante. Aunque no te pareces en nada. Tu mirada… - bajo entonces la cabeza, como meditando aquello – Tu mirada ya no transmite nada. Como si fuese solo un cascarón vació.
“.- No me mires, Hyung – pego el grito él más pequeño mientras él otro solo reía por la repentina acción del más pequeño.
.- ¿Por qué no Taemin? – le respondió juguetón – A mi me encanta mirarte.
.- Me hace sentir vergüenza, Minho hyung – fue su respuesta mientras escondía su rostro tras sus libros, dejando ver solo sus ojos.
Minho rió con mayor fuerza y abrazo al menor: .- Jamás me cansaría de mirarte, Minnie. Además, siempre puedes leer en mis ojos lo que siento.”
…
Key sonrió mientras era abrazado por sus compañeros de clase, contento por la atención que recibía en ese día. Por un momento se olvido de aquella extraña llamada de parte de Jonghyun, pidiéndole que se reuniesen con Minho a la salida de la universidad. Por un momento, incluso se había asustado por el tono aturdido de su amigo al otro lado de la línea.
Pero nada le opacaría ese día, porque llevaba meses sintiéndose apagado y no estaba dispuesto a sentirse mal en un día como aquel.
.- Nuestro Key ya es todo un adulto – rió uno de sus compañeros mientras otros silbaban en respuesta y él solo movía la mano con cierta exageración, contento por el comentario – Supongo que ya puede tener citas. Así que… ¿quieres ir a comer más tarde, Key? – le susurro coqueto.
Y él alzo sus manos, deteniendo el contacto: .- Lo siento, Hyung. Pero voy a salir con unos amigos.
Él otro suspiro resignado y él se deslizo del circulo a su alrededor mientras caminaba por el pasillo y lo vio. Iba hacia él, con un caminar casi felino y una sonrisa inocente en su rostro. Su cuerpo quedo estático en mitad del camino mientras reconocía las facciones.
Y entonces, sin saber como, se dio la vuelta y hecho a correr en dirección al baño. Se detuvo frente al espejo, con el rostro desenfocado por su expresión y abrió la llave y empapo su rostro. Como si quisiese despertar de esa pesadilla.
.- No es él, Key. Él esta muerto – sus manos se aferraron al los bordes del lavamanos con demasiado fuerza - ¡Él esta muerto! – grito mientras comenzaba a respirar con demasiada dificultad.
.- ¿Quién está muerto? – Key abrió los ojos aterrado y alzo la cabeza, clavando su mirada en el reflejo del espejo.
Él estaba ahí, tras él.
…
El castaño sonrió al ver desaparecer al otro por la puerta del baño, lo había ignorado por completo y no lo culpaba. Seguro lo había asustado de la forma en como había aparecido ante él. Pero sin duda, aquello hacia todo más divertido.
.- ¿Muerto? – sus ojos dieron entonces con el espejo – Pues bien, no te equivocas Hyung. Lee Taemin si está muerto – y con una sonrisa, salió del baño.
“.- Hyung. ¡Hyung! – agito las manos el menor mientras trataba de llamar la atención de Kibum.
.- ¿Qué sucede, Taebaby? – le pregunto mientras detenía su baile y apagaba con destreza su reproductor de música.
.- Estoy haciendo un trabajo escolar y pues quería saber si podrías ayudarme, umma – pregunto con timidez, Kibum asintió con una sonrisa maternal y lo alentó a que siguiese – Es solo responder una pregunta… ¿Qué sería lo peor que pudiese pasarte, umma?
Kibum lo miro fijo unos segundos y Taemin se encogió en su lugar mientras sus mejillas se coloreaban ligeramente. Y entonces él otro chico suspiro y le contestó: .- Perderte a ti o a Jonghyun o Minho.”
…
Onew se cruzo de brazos mientras el castaño se detenía a su lado. El estacionamiento vació les permitía hablar en completa confidencialidad. La sonrisa broto en los labios del que acaba de llegar.
.- ¿Los has visto ya? – fue lo que pregunto el otro chico mientras detenía sus ojos en una de las ventanas del edificio.
.- Si, los he visto ya – respondió con tranquilidad el otro – Y he podido notar que no parecen… ellos.
.- Ya no son las mismas personas que conociste – respondió con calma – Simplemente acepta el hecho de que ellos ya no son lo que eran y que no los conoces.
Él otro no respondió, se permitió pensar detenidamente esas palabras, saborearlas y digerirlas antes de dar una respuesta.
.- Nunca habrá alguien que los conozca mejor que yo, Onew hyung – respondió cruzándose también de brazos – Y esa es su propia perdición.
Onew no dijo nada y se limito a suspirar. Pensando en aquellos tres, a quienes llamaba de alguna forma ‘amigos’ y en la manera en como los estaba traicionando sin que ellos supiesen.
.- Solo espero que no te estés equivocando con esto, Taemin.
Y el menor solo sonrió con arrogancia.
(…)