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CAUTIVO por Butterflyblue

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Notas del capitulo:

Holaaaaa que bien que les guste jejejejeje... gracias por los comentarios, les dejo el capitulo 2 espero me sigan acompañando y dejandome sus mensajitos... besitos y gracias por leer...

2- ¿Por qué?

 

El deseo de salirse de su cuerpo es abrumador, no sabe cuantas horas ha caminado, los pensamientos escaparon de su mente, las lagrimas son la única muestra de que aun sigue con vida, ¿Qué hacer?, ¿Qué pensar?, ¿como entender lo que le esta sucediendo?, necesita ayuda, la palabra amable y dulce de alguien que lo ame.  —  ¿Por qué te fuiste mama?... ¿Por qué me dejaste solo?,  necesito tu abrazo, tu amor, tu me dirías que hacer, sin ti estoy tan perdido, tan solo…—

Otros brazos lo pueden consolar, hay alguien mas que puede darle el apoyo que necesita,  ¿pero es correcto ir allí?, ¿podrá soportar entrar a ese hogar donde todo le recuerda lo que él no tiene?, la lluvia comienza a caer, gota a gota empapa su desvalido cuerpo, pero el ya no siente frio, esa sensación ya es normal, su corazón ha estado congelado por años, contra toda razón se encamina al lugar en donde no debe estar, lamentablemente volverá a caer, no es allí Hiroki, no es allí donde esta el amor.

 

…*…

 

— Deja de pensar en  él o te vas a volver loco —

 

Son tres meses ya, muchos días en los que no ha dejado de recordar sus labios, su piel, su pasión y ese dolor tan grande que se veía a través de sus ojos, suspira cansado, es verdad  ¿que mas puede esperar?,  no sabe su nombre, mucho menos donde vive, solo sabe que despertó esa mañana y ya no estaba allí, lo único que quedaba de él era el rastro de sus besos, y su indescriptible aroma, tan suave como la bruma, tan embriagador como la mas exquisita de las rosas, tan sensual, tan…

 

— Allí estas otra vez perdido en tus pensamientos… ¿adivino?, tenía unos labios perfectos, su cuerpo parecía hecho a mano, su cabello olía a primavera…—

 

— Basta Shinobu deja de burlarte — Nowaki mira con enojo al pequeño enfermero, pero sabe que su buen amigo tiene razón, debe dejar de soñar,  debe dejar ir ese recuerdo, tiene mucho que vivir, mucho que hacer .

 

— Lo siento Nowaki es solo que has estado como ausente todo estos días, hasta el mismo Miyagi lo ha dicho y mira que mi esposo es poco detallista, somos amigos desde hace mucho tiempo, yo solo deseo verte feliz…—

 

Nowaki le sonríe, alborota su dorado cabello y se marcha, ha decidido dejar de esperar, es hora de continuar.

Estudiar medicina fue algo que siempre deseo, su padre medico, sus tíos médicos, todos fueron de gran influencia, ahora camina por los enormes pasillos del hospital donde trabaja, una gran pared de cristal lo separa del delicioso jardín interno,  se detiene un segundo a mirar una adorable pareja de pajaritos que juguetean entre las flores, sonríe, pero su sonrisa se desdibuja cuando al otro lado del pasillo lo ve, no logra creerlo, le toma segundos asegurarse que es real, golpea el cristal para llamar su atención, no sabe como llamarle, y no consigue que este voltee a mirarle, corre tan rápido como puede para dar la vuelta y alcanzarlo, pero cuando logra llegar ya es tarde, no esta allí ha desaparecido.

 

Nowaki aprieta los puños con rabia, ha estado tan cerca y lo ha perdido, ¿Qué tan cruel puede ser eso?, de pronto…

 

— Hiroki!… Hiroki!… ¡ah! Nowaki, te estaba esperando, ¿ No has visto a un joven delgado, de cabello castaño que llevaba un morral café?—

 

“Su nombre es Hiroki” piensa Nowaki con un calorcito en su corazón, la vida le sonríe ahora, — Si estaba aquí hace un minuto Tío pero cuando di la vuelta al pasillo lo perdí de vista… ¿Es paciente tuyo?...—

 

— ¡Ah! ese muchacho testarudo…— Dice el doctor con molestia, mientras camino de regreso a su consultorio  — En fin… si es paciente mio, es el hijo de una muy buena amiga, te mande a llamar precisamente por el, estoy seguro que tendremos que hacerle un aborto…—

 

Afortunadamente ya están dentro del consultorio y Nowaki tiene tras el una silla que le detiene de caer sentado sobre su trasero en el frio suelo, mas pálido de lo que el Doctor Hayato lo haya visto jamás le pregunta  — ¿Un… un aborto?...—, el medico supone que la intranquilidad de su sobrino se debe al terrible procedimiento. — Si Nowaki, Hiroki es un muchacho muy inestable, desde que murió su madre él no ha tenido sosiego, es un famoso actor y tiene mucho dinero, pero no tiene paz, hace unos minutos se entero que esta en cinta, salió corriendo de aquí sin decir nada, pero sé que volverá, es obvio por su reacción que el no desea ese bebe…—

 

La mente de Nowaki corre a mil, un bebe, podría, ¿podría ser suyo?, tratando de sonar lo mas desinteresado posible,  pregunta — ¿Cuanto tiempo tiene el embarazo?— el medico le pasa el expediente que contiene los recientes exámenes y la ecografía que se le practicara al castaño, después de todo él había mandado a llamar a Nowaki para que lo ayudara con ese caso, estaba muy emocionado de ser el mentor de su sobrino, de que trabajaran juntos en el hospital.

 

 Nowaki mira la carpeta con un dejo de ansiedad, por sus ojos bailan las letras que le confirman lo que desea saber “Embarazo saludable de doce semanas, el feto mide 7 cm y pesa 20 gramos”  allí esta un pequeño milagro, se puede distinguir su forma, incluso sus muy pequeñísimas manitas, en esta etapa ya esta casi completamente formado. Nowaki siente una emoción muy grande en su corazón, no necesita pruebas de ADN ni de ningún tipo para saber que ese hermoso angelito que esta viendo es de él, las fechas coinciden con su único  encuentro, y su corazón le dice que va a ser padre.

 

De pronto sale de su ensoñación, cierra la carpeta y pregunta con miedo, no quiere escuchar la respuesta — ¿Él dijo que quiere abortar?…—

 

— No lo dijo, pero lo conozco, y su actitud en cuanto supo que estaba embarazado fue muy obvia, sé que regresara cuando se calme y estoy seguro que eso es lo que me dirá—

 

— Pero tío… tu… ¿tu estas dispuesto a hacerle el aborto?...—

 

— Nowaki la vida de Hiroki es muy complicada con todas esa películas y presentaciones, aunado a eso esta su vida personal, él no es una persona estable emocionalmente, nunca ha tenido una pareja solida, bebe demasiado y consume todo tipo de medicamentos para la ansiedad, con esa clase de vida no estoy seguro ni siquiera de que llegara a mantener el embarazo hasta el final, yo le prometí a su madre antes de que muriera que lo ayudaría en lo que pudiera, así que antes de que tenga un aborto espontaneo por tantos excesos, prefiero hacerlo yo y evitar que corra riesgo, no es ético lo se, pero es una promesa que debo cumplir….—

 

Nowaki aprieta la carpeta contra su pecho, necesita tiempo, para encontrarlo, para hablar con el, para arreglar esa hermosa situación que los involucra a ambos, con su cuidado, con su amor, él bebe nacerá bien, solo tiene que convencerlo.

Esa Nowaki, es la parte más difícil.

 

…*…

 

—¡YA VOY MALDICION!…—

 

Akihiko casi corre  a la puerta alguien estaba dispuesto a reventar el timbre de tan insistente que tocaba, Usami estaba molesto con el visitante, apenas terminaba de acostar a Misaki que había estado sintiéndose mal… — Quien demonios….— estaba dispuesto a asesinar al que importunaba en su hogar, pero se quedo gélido al ver a Hiroki en su puerta, mojado hasta donde no se podía ver y con el rostro desencajado. — ¿Que haces aquí a esta hora y en ese estado?...—

 

— Yo… yo…— ¿donde estaban las palabras amables y el protector abrazo? , tal vez no había sido buena idea ir a ese lugar. — Yo lo siento… no… no debí venir…—

 

— ¿Hiroki?...—

 

Era de quien menos esperaba y deseaba que recibiría consuelo, Misaki se había despertado con el alboroto del timbre, cuando se acercó a ver quien había llegado, no pudo más que sorprenderse y angustiarse al ver el estado en que estaba Hiroki  — Oh cielos Hiroki mira estas todo mojado… ven vamos a que te cambies… Akihiko consíguele algo de ropa y prepárale un te…—

 

Akihiko suspiro, no era que no quisiera a su amigo, no era que no estuviese preocupado por el, era la cantidad de veces que esa escena se había repetido, cuando no era buscarlo en un bar en medio de una borrachera, era sacarlo de los líos en los que se metían con sus amantes o en su trabajo, lo menos que deseaba ahora era tener que lidiar con una niñería de Hiroki, y muchos menos deseaba que eso importunara a Misaki, su estado estaba muy avanzado y había estado débil las ultimas semanas.

 

¿Por qué no entiendes Akihiko?... ¿Por qué no ves el dolor que hay en sus ojos?...

 

— Misaki ve a descansar mi amor… yo me encargare de Hiroki…—

 

— Akihiko Usami deja de tratarme como si me fuera a romper, estoy embarazado no enfermo… ve a hacer lo que te dije antes de que me moleste contigo…—

 

Akihiko sonrió tras el regaño, por eso lo amaba, por ese enorme corazón, por ese férreo carácter, por ser simplemente el, no podría hacer nada en contra de eso, Misaki adoraba a Hiroki y siempre era el mediador entre sus peleas, Akihiko siempre las tendría perdidas pues su pequeño esposo era muy sobreprotector con el castaño.

 

— A ver cariño toma esta toalla y sécate mientras Akihiko trae la ropa, déjame ir por tu te...— Hiroki tomo su mano antes de que se marchara   — Gracias Misaki…—  el chico le sonrió haciendo con ese pequeño gesto que le doliera mas su ya destrozado corazón, estaba tan  hermoso y deslumbrante con su pequeña barriguita de seis meses, se le veía por todos lados la felicidad que lo desbordaba, Misaki lo llevo hasta la cama sentándose con él, lo ayudo a secarse mientras este se despojaba de su ropa empapada — No Hiroki, no me des las gracias para eso son los amigos…— Misaki lo abrazo con ternura y solo eso basto para que Hiroki terminara de explotar en un rio de lagrimas, Misaki lo sostuvo con amor y susurro tiernamente en su oído muchas veces      — Todo saldrá bien… sea lo que sea se va a arreglar ya verás— pero nada estaba bien, Hiroki lo sabia, no eran esos brazos los que deseaba dándole consuelo, no era ese el amor que necesitaba.

 

Cuando llego Akihiko y vio la escena le dijo a Misaki — Mi amor porque no vas a buscar él te mientras yo ayudo a Hiroki a cambiarse…— Misaki sabia que esa era su muy sutil forma de pedirle que lo dejara a solas con su amigo, sonrió, beso la frente de Hiroki y salió no sin antes susurrarle a su esposo — No seas duro con el por favor, no se siente bien…—.

 

Cuando estuvieron a solas Akihiko le paso la ropa a Hiroki, el castaño se quitó la toalla que Misaki le había dado vistiéndose lentamente, se sentó silenciosamente en uno de los muebles y espero hasta que este preguntó. — ¿Qué es esta vez?...— el dejo de molestia en aquella pregunta le hirió, el sabia que había sido una pesada carga para Akihiko, y hasta ahora se daba cuenta de lo cansado  que estaba el hombre de él, se encontró sin respuestas, ¿Cómo decirle que un revolcón anónimo le había traído consecuencias?, que esperaba un hijo de alguien que apenas recordaba. — ¿Hiroki?... ¿que es?, ¿estas borracho?, ¿peleaste con alguien?, ¿algún imbécil que tenga que sacar de tu departamento?... ¿Qué es Hiroki?, ¿Que es lo que te ha convertido en el ser amargado y despreocupado que eres?, ¿tu crees que a tu madre le gustaría lo que estas haciendo con tu vida?...—

 

Eso dolió, Akihiko sabia que Hiroki amaba a su madre, necesitaba hacerlo reaccionar y sacarlo de aquella apatía en la que vivía, antes de que fuera tarde, pero actuó mal,  aquello solo logro que Hiroki enloqueciera de rabia y de pena, se paro del mueble con furia dándole desahogo a su adolorido corazón. — TU… TU ERES LO QUE ME PASA AKIHIKO… TU Y EL MALDITO AMOR QUE HE SENTIDO POR TI DURANTE TODOS ESTOS AÑOS… TE AMO… TE AMO CON LOCURA Y TU JAMAS TE DISTE CUENTA, NUNCA ME MIRASTE, NUNCA VISTE LO QUE ME HACIAS CON TU DESPRECIO Y TU INDIFERENCIA…—

 

— ¿Qué carajos estas diciendo?...— pregunto Akihiko poniéndose de pie y enfrentándolo.

 

— QUE TE AMO MALDITA SEA… TE AMO…— Hiroki cayo de rodillas frente a él llorando con dolor, sus gritos se apaciguaron y solo quedaron ligeros sollozos — te amo… te he amado toda mi vida ¿Por qué no pudiste amarme?...— el ruido de una taza estrellándose contra el piso rompiéndose en mil pedazos, los saco de su discusión,  Akihiko vio horrorizado como Misaki caía al suelo desmayado, y la ira se desato en él.

 

— MISAKI… MISAKI DESPIERTA MI AMOR… DESPIERTA…—

 

Akihiko sostenía entre sus brazos al pequeño castaño que yacía inmóvil, Hiroki trato de acercarse — Misaki…— Akihiko le grito hecho una furia      — NO TE ACERQUES A EL… ESTO ES LO ULTIMO HIROKI… LO ULTIMO QUE TE AGUANTO LARGATE DE MI CASA… SE TERMINO… NO QUIERO TENER NADA QUE VER CONTIGO NUNCA MAS…—

 

— Akihiko lo siento… de verdad lo siento… yo…— Hiroki trataba de remediar el lio que había causado con su confesión, pero era tarde, muy tarde para recoger sus palabras.

 

— ¿QUE NO OISTE?... LARGATE…—

 

Akihiko estaba inflexible, Hiroki recogió su morral empapado y salió despidiéndose con tristeza — Nunca fue mi intensión lastimarlo… lo siento…—.

 

Pero Akihiko estaba demasiado angustiado como para prestarle atención, recostó a Misaki en la cama y corrió a llamar una ambulancia.

 

— Usa… Usagui-san…— Dos horas habían pasado, Akihiko caminaba nervioso por la habitación, por más que la Doctora que atendía a Misaki le había dicho que tanto el como él bebe estaban bien, que solo se había tratado de un susto y no era necesario llevarlo al hospital, el no estaría tranquilo hasta verlo abrir sus hermosos ojos verdes, cuando escucho que este lo llamaba corrió a su lado.

— Gracias a Dios mi amor, estaba tan preocupado…—

 

— ¿Él bebe?...— pregunto Misaki, Akihiko beso sus labios — Él está bien mi pequeño, solo fue un susto…—

 

Misaki miro alrededor de la habitación. — Akihiko… ¿dónde está Hiroki?—

 

Akihiko le tomo las manos con amor. — Él se fue mi amor, no te preocupes no volverá a molestarnos, yo cortare toda relación de trabajo y amistad con el… no quiero volver a verlo… no…—

 

Misaki derramo pequeñas lágrimas, pero al contrario de lo que Akihiko esperaba este le dijo. —No Akihiko… tú no harás eso, no si no quieres que me decepcione de ti...—

 

— ¿Misaki?—

 

El pequeño castaño apretó las manos de su esposo, sollozando le dijo   — ¿Es que no lo ves?, ahora lo entiendo todo Akihiko, su dolor, su tristeza, la amargura con la que ha vivido todo este tiempo, Hiroki solo tenía a su mama y a ti, eran su vida,  su mama murió y tú lo abandonaste por mi… Dios Akihiko,  yo le quite lo único que le quedaba, lo que más amaba, no puedo ni imaginar lo que debe haber sentido, día tras día, año tras año, tuvo que ver como yo le restregaba en su cara mi felicidad, nosotros éramos dichosos y el sufría… ¿cómo?... ¿cómo no me di cuenta?...—

 

— Mi amor cálmate eso no es tu culpa… yo nunca le di razones a Hiroki para que pensara en nosotros de esa forma…— Akihiko limpiaba las lágrimas de su pequeño esposo.

— Se conocen desde niños Akihiko, tú eras su mejor amigo, estuviste allí en todo los momentos de su vida, no mi amor, no me digas que no me sienta culpable, Hiroki jamás me hizo un desplante, ni una palabra desagradable, sus pocas sonrisas verdaderas eran para mí, me trataba como su hermanito pequeño, sonrió y celebro el día de nuestra boda cuando por dentro debe haber estado muriéndose, él ha sido más que noble, yo… yo me pongo en su lugar y siento un gran dolor, pensar que alguien te alejara de mí, que te viera darle amor a esa persona, me moriría Akihiko, me moriría de pena, la única víctima en todo esto no somos ni tu ni yo, es él, no puedes darle la espalda ahora, te necesita, él se veía muy mal hoy.

 Usagui-san por favor, no hagas de esto algo que no es, yo confió en ti, y confió en él,  sé que no te dijo eso para separarte de mí, debe haber llegado a su límite, por favor habla con él, arregla esto, no lo abandones…—

 

Mucho le costó a Akihiko lograr que Misaki se durmiera, tuvo que prometer muchas veces que llamaría a Hiroki, para que el pequeño castaño finalmente se sumiera en un profundo sueño, caminando por la sala pensaba en las palabras de su esposo, recordó la triste mirada de Hiroki, se sentía mal por como lo había echado de su casa, los amigos no hacían esas cosas, y menos el que consideraba a Hiroki un hermano, sabía que no había actuado  bien, Misaki tenía razón en todo, y poco a poco iba entendiendo todas las circunstancias que habían convertido la vida de Hiroki en ese caos que era, su amigo había estado viviendo un infierno y él  no había sido capaz de escuchar la muda suplica que había tras todo aquel comportamiento, Hiroki pudo haber muerto en alguno de aquellos desesperados excesos y el habría sido el único culpable, porque no supo estar allí cuando él lo necesitaba, porque solo vio una cara de la moneda y se dedicó a reprocharle, a gritarle  en vez de abrazarle y reconfortar su corazón roto.

 

…*…

 

— Akihiko ya son tres días sin saber de él… ¿dónde puede estar?...—

 

Misaki se paseaba por la sala, acariciaba su vientre buscando calmarse. — Hey recuerda en qué quedamos, nada de alterarte ok… lo prometiste — Misaki lo beso y fue a sentarse como un niño bueno en uno de los muebles de la sala, Aikawa salió del estudio diciéndole a Akihiko — El doctor Hayato te llama dice que quiere hablar contigo…—

 

Akihiko había pedido que no le pasaran llamadas estaba demasiado concentrado buscando a Hiroki hasta debajo de las piedras, pero sabía que Hayato era el médico de Hiroki, por no dejar decidió contestar.       — ¿Hayato como estas?, ¿a qué debo tu llamada?—

[Hola Akihiko lamento molestarte pero es que no he sabido nada de Hiroki, y debía volver para una cita]

Extrañado Akihiko pregunto. — ¿Que pasa Hayato?, ¿acaso Hiroki está enfermo?...—

Suspiro [Bien Akihiko supongo que tú debes saberlo, eres lo más cercano a la única familia que le queda, el vino hace tres días para una consulta y descubrimos que esta embarazado, no se veía muy bien con la noticia, así que le dije que si quería abortar tiene que hacerlo ahora, tiene tres meses Akihiko si espera más puede ser muy riesgoso, lo he llamado a su celular y no conseguí hablar con él, necesito saber que decidió porque si va a continuar con el embarazo hay muchas recomendaciones que tengo que hacerle y debo ponerlo en tratamiento]

 

Akihiko estaba en blanco, de pronto entendió lo que había ido Hiroki a decirle esa noche, su confusión, su tristeza y él había empeorado todo haciéndolo sentir como un estorbo. — No sé dónde está el, pero te prometo que en lo que sepa algo lo llevare a tu consulta… gracias Hayato…—

 

— ¿Y bien Tío te dijo donde esta Kamijou?...— Nowaki aparentaba frialdad pero por dentro se estaba muriendo por saber. — No, él tampoco sabe nada de Hiroki, ¿dónde estará ese muchacho?...— Nowaki también quería saberlo, así que aprovechó un descuido del médico y anoto el celular de Akihiko, por algún lugar debía empezar y seria por allí.

 

A la mañana siguiente Akihiko se dirigía a su oficina, aun resonaban en su cabeza las palabras del que le había llamado “Buenas tardes sé que no me conoce y le parecerá extraña mi llamada, pero me urge hablar con usted en persona, es acerca de Hiroki y del bebe que espera”, una hora después consiguió la respuesta a sus dudas de un joven muy educado y formal que estaba sentado frente a él en su despacho.

 

— Sé que es mío ese bebe, estoy dispuesto a hacer las pruebas de ADN y créame Señor Usami no busco dinero, ni fama, ni nada que se le parezca, sé que le puede sonar loco y hasta irreal, pero no he podido sacar de mi cabeza a Hiroki desde aquella noche, su mirada tan triste, su fragilidad, la apariencia fria y fuerte pero hay algo muy dentro de él que grita que lo amen, yo pude ver eso en el poco tiempo que estuvimos juntos y siento que no fue una coincidencia que lo volviera a encontrar, los quiero a él y a mi hijo conmigo, protegerlos, cuidarlos, hacerlos felices, por favor créame no soy un oportunista, solo soy alguien que se enamoró a primera vista de una hermosa persona…—

 

¿Cómo podría juzgarlo? De esa misma intensa forma se había enamorado el de Misaki, nada más ver su dulce sonrisa. — Yo no lo estoy juzgando Señor Kusama, mi único interés es velar por el bienestar de Hiroki y ahora de ese bebe, pero Hiroki ha estado muy… bueno él no ha sido el mismo desde que su madre murió y pues, bueno no quiero ahondar en los asuntos sentimentales de Hiroki, pero sé que esta situación no es fácil para él y estoy preocupado que tome una mala decisión—

 

— Señor Usami yo quisiera hablar con él,  él bebe no tiene la culpa de todo esto y quisiera tratar de convencerlo de que se dé una oportunidad, ser padres es una bendición y nosotros podemos hacer que funcione…— Nowaki lo miraba esperanzado, sin embargo Akihiko que conocía a Hiroki le dijo. — Me gustaría tener su optimismo, pero lamentablemente con Hiroki las cosas  no funcionan así,  le diré que haremos Señor Kusama, lo primero es localizarlo, y luego de que hable con él y vea que decisión ha tomado arreglare una cita con usted, así ustedes tendrán oportunidad de hablar, yo no deseo que Hiroki haga algo de lo que pueda arrepentirse luego…—.

 

…*…

 

— ¿Hey no crees que es hora de parar con eso?... ya estoy cansado de decir que no sé nada de ti y esta noche debo irme a una filmación en Estados Unidos…—

 

— ¿Tú también vas a abandonarme… Sumi?...— el joven suspiro, Hiroki pasaba por su cuarta o quinta borrachera ya había perdido la cuenta, compañeros de clases en la secundaria, habían sido relativamente inseparables, tanto que Sumi sabía todo el amor que Hiroki sentía por Akihiko, ahora ambos  seguían compartiendo una amistad, y de vez en cuando alguna película pues el joven también era actor. — Hiroki no te voy a abandonar soy tu amigo desde hace muchos años,  y estoy cansado de ver cómo te destruyes, ¿es que acaso no te ves?, eres joven, hermoso, eres el mejor actor del país, una figura reconocida en el mundo, tienes fama, tienes talento, tienes todo para ser feliz, deja de hacerte daño amigo, busca la manera de salir de esa depresión y se feliz…—

 

Esa era una de las razones por la que Hiroki no lo frecuentaba mucho, Sumi siempre le daba el mismo sermón y Hiroki no deseaba oírlo, se levantó y camino tambaleándose cayendo sobre el sofá, la botella que ya había vaciado, cayo a su lado, — Ya no seré feliz… ya no más… voy a  hacerlo… voy a hacerlo pronto y me iré del país, me iré… me iré muy… muy lejos… no lo quiero… no lo quiero dentro de mi… no quiero nada que me recuerde este maldito lugar… lo voy a hacer y me iré…—

 

Keiichi se sentó a su lado oyendo su balbuceos de borracho, acaricio el rostro de su amigo que poco a poco se dormía y le pregunto — ¿Qué es lo que vas  a hacer Hiroki?... ¿qué es lo que no quieres dentro de ti?...—

 

La respuesta del ya casi inconsciente Hiroki lo dejo sin habla — Voy a… abortar…no quiero este bebe…—

 

— Aikawa sé que les dije  a todos que él no estaba aquí, pero si está conmigo, yo me voy esta noche de viaje y él se quedara en mi casa, Hiroki no está bien Aikawa, tienes que decirle a Akihiko que venga, él es el único que puede ayudarlo, dejare las llaves con el portero para que puedan entrar libremente…— Sumi se sentía mal por haber traicionado a su amigo, pero sus últimas palabras lo estremecieron, si eso era verdad y Hiroki estaba esperando un bebe, lo que estaba pensado hacer no era lo mejor, su amigo necesitaba ayuda y Akihiko era el único que podía darle esa ayuda, se fue al aeropuerto ya cayendo la tarde y dejo las llaves con el portero, solo esperaba que Hiroki por fin encontrara el camino y más ahora que esperaba un bebe.

 

— Takahiro ya debe estar por llegar mi amor, yo tengo que salir voy a arreglar unas cuantas cosas con los productores de la película que hizo Hiroki, tengo que ver como consigo excusarlo para que no asista a las premieres, y ver si logro localizarlo, no le des guerra a tu hermano y duermete temprano regresare lo más rápido que pueda…—

 

Misaki protesto con un delicioso puchero — Deja de tratarme como un niño, tú y Takahiro son iguales siempre tratándome como un bebe…—

 

— Pues deja de portarte como uno… mira que nuestro bebe aun no nace y se porta mejor que tú, por favor mi amor tienes que descansar…— Misaki lo beso con amor, suspirando se despidió — Me portare bien Usagi-san, regresa temprano y por favor trae buenas noticias. —

 

Frente a la puerta del edificio donde vivía Sumi dos hombres se estrechaban las manos. — Buenas noches Señor Kusama… la verdad no estoy muy convencido de hacer esto pero creo que es lo mejor para los dos — Nowaki sonrió esperanzado.

 

Dos días después en el interior de una confortable camioneta, Nowaki conducía serenamente, a su lado Hiroki dormía profundamente protegido con el cinturón de seguridad, Nowaki lo miraba de vez en cuando sonreía al mirar la pequeña onda que ya se notaba a través de la ajustada camisa de algodón, poso su mano maravillado en aquel lugar. — Hola bebe, espero que algún día me entiendas, sé que estoy haciendo un locura, pero tu papi no quería entender y yo no podía dejar que lo hiciera, tu eres mi pequeño ángel y yo te amo, haré lo que sea por mantenerte sano y salvo, los protegeré a ambos, los hare felices, lo prometo bebe… te lo prometo, tu papa lograra que ambos sean felices…— dejo su mano en aquel hermoso lugar todo el trayecto, lo que se propuso no era fácil, había cometido una enorme locura, pero él tenía que luchar y se valdría de lo que fuera para conseguir salvar la vida de su hijo, y devolverle la vida a su amor…

 

¿Qué cómo llegaron a esa situación?, eso se los contare en el próximo capítulo…

 

 

 


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