— ¿Estás bien? —Preguntó aquel muchacho con un semblante que denotaba preocupación.
— ¿Qué...? ¿Quién eres tú? —Logró cuestionar Jong In quien se encontraba forcejeando entre los brazos del extraño chico que lo había salvado de su planeada muerte. Por más que lo intentaba, el pelinegro no podía liberarse del fuerte agarre del otro muchacho, mas, de un momento a otro, sin poder explicárselo, su cuerpo se relajó, a tal punto de no sentir nada. Aquello le pareció más que extraño, pero lo que realmente lo desconcertó, fue que sin poder evitarlo, sus ojos se fueron cerrando poco a poco, llevándolo a un profundo sueño.
Kai comenzó a abrir sus ojos, estaba aturdido y su mente estaba en blanco ¿Qué había pasado? ¿Por qué no estaba en su departamento? Eran algunas de las preguntas que rondaban por su mente al recorrer con la mirada el sitio en el que se encontraba, pues ese, sin lugar a dudas, no era su hogar.
— Por fin despiertas —Se escuchó en un tono de voz suave, Jong In se levantó de inmediato, segundos antes había estado acostado sobre un amplio sofá, por lo cual ahora se encontraba recostado en uno de los reposabrazos de éste.
— ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? —Se apresuró a preguntar, estaba realmente desconcertado.
—Oye, tranquilo—Musitó el chico acercándose al confundido pelinegro.
— ¿Quién eres? —Volvió a cuestionar Kai alzando la voz, demostrando lo alterado, asustado y confundido que estaba; pero claro, era de esperarse, no recordaba nada, estaba en una casa que no era suya y para completar, un chico desconocido se le acercaba y le decía que se calmara.
—No lo recuerdas ¿Verdad? —Preguntó el joven estando frente al pelinegro, quien negó rotundamente con la cabeza y se quedó mirando fijamente al otro, como si tratara de descubrir de quien se trataba—Debí suponerlo—Susurró más para sí mismo, Jong In lo observó con insistencia, detallando cada parte del rostro del muchacho, sus ojos oscuros, su cabello castaño, sus rosados labios, todo en él se le hacía familiar.
— ¿Te conozco...? —Interrogó frunciendo el ceño, se sentía estúpido por no recordar nada. Fue en ese entonces, cuando el castaño lo miró fijamente a los ojos, que todos sus recuerdos volvieron a su mente, atacándolo como si se tratara de miles de proyectiles, causándole un una inmensa jaqueca. Kai hizo una mueca de dolor y llevó ambas manos a la cabeza para masajear sus sienes, intentando aliviar aquella molestia.
— ¿Te encuentras bien? —Preguntó el de cabellos marrones con notable preocupación, el pelinegro negó con la cabeza.
— ¿Por qué me salvaste...? ¿Por qué impediste que el auto me arrollara? ¿Quién rayos eres? ¡Yo quería morir! —Decía el moreno sin siquiera alzar el rostro, le dolía mucho la cabeza y estaba molesto porque ese chico había frustrado su intento de suicidio. Un par de lágrimas se escaparon de sus oscuros ojos y pronto los sollozos comenzaron a escucharse— ¿Por qué? —Cuestionó nuevamente, esta vez levantó la cara, exigiéndole al otro con la mirada que le respondiera, no obstante, en ningún momento esperó lo que le sucedió después de eso. El desconocido, extraño y castaño chico frente a él, se le acercó lentamente y juntó sus labios con los del pelinegro, apenas rozándolos suavemente, como si fueron los más delicados del mundo. Jong In por su parte, por absurdo que le pareciera hasta a él mismo, correspondió aquel dulce beso.
—Se Hun, lo has traído—Preguntó un chico de cabellos castaños oscuros quien acababa de entrar a la habitación, el aludido se separó del moreno y le dedicó una mirada llena de reproche al muchacho que los había interrumpido, Jong In no pudo hacer más que sonrojarse ligeramente.
—Baek Hyun hyung, hola—Saludó Se Hun animadamente mientras un sonrojo comenzaba a aparecer en sus mejillas.
—Hola...—Musitó el que respondía por el nombre de Baek Hyun sin despegar la mirada del pelinegro que se encontraba recostado en el sofá totalmente confundido y avergonzado.
—Hyung, puedo explicarlo—Se adelantó a decir Se Hun yendo hacia donde estaba el mayor.
—Está bien, no hay problema—Le contestó el joven, quien era un poco más bajo que él, su tono de voz era suave, como hace unos momentos y en sus labios estaba dibujada una hermosa sonrisa.
— ¿Seguro? —Insistió en preguntar, el de cabellos oscuros asintió levemente y sin decir nada más, se retiró del lugar, dejando a un extrañado Se Hun y a un más que confundido Jong In.
—Oye...—Dijo el moreno llamando la atención del castaño, el cual volteó para mirarlo atentamente— ¿Podrías explicarme qué es lo que está pasando? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué me trajiste? Y ¿Por qué me salvaste? —A pesar de que se veía calmado, seguía igual o más alterado que antes.
—Ese auto iba a arrollarte—Contestó Se Hun con simpleza acercándose nuevamente al pelinegro.
—Eso era lo que quería...—Afirmó quedamente apretando inconscientemente sus puños.
—Pues, yo no—Dijo el castaño en un susurro apenas audible, su rostro se encontraba muy cerca de el de Kai y su sonrisa era cálida, incomodando de cierta forma al moreno ¿Por qué aquel desconocido le sonreía de esa forma?
— ¿Qué dijiste? —Preguntó Jong In totalmente desconcertado. Por su parte, Se Hun, le dedicó una hermosa y amplia sonrisa, de nuevo.
—No quiero que mueras—Murmuró cambiando su semblante por unos más serio.
— ¿Pero qué es lo que dices? Ni siquiera me conoces ¿Por qué te interesa lo que me pase? —Sí antes estaba confundido y perturbado, ahora lo estaba aún más.
—Eso... Es un secreto—Susurró el de cabellos castaños colocando uno de sus dedos índices sobre sus propios labios, los cuales se encontraban curvados, mostrando una pequeña sonrisa.
— ¿Un secreto? —Preguntó Jong In frunciendo el entrecejo, el castaño asintió y se dio la vuelta, dispuesto a irse de ahí mas no pudo dar siquiera un solo paso ya que el moreno lo tomó del brazo izquierdo, haciendo que se girara por inercia— ¿Qué carajo quieres decir? ¡No te entiendo! —Comentó frustrado.
—Solo descansa—Dijo Se Hun dedicándole otra sonrisa al pelinegro.
— ¿Que descanse? ¿Me pides que descanse? No sé quién eres, no tengo ni la menor idea de donde estoy, frustraste mi intento de muerte, eres un total y completo desconocido ¿Y me pides que descanse? —Decía Jong In al borde de la histeria, mientras, el castaño frente a él no hacía más que sonreír.
—Tranquilízate, solo quiero cuidarte—Musitó en un tono de voz excesivamente suave y calmado. Kai abrió sus ojos de par en par ¿Y ese quién se creía diciéndole todas esas cosas? Iba a reprocharle al castaño pero la acción de éste lo desconcertó, Se Hun se encontraba deslizando una de sus cálidas manos por el rostro del moreno, quien de un momento a otro cayó en un profundo sueño, justo como la vez anterior.
Cuando Jong In abrió sus ojos, ya no se encontraba en la sala de aquella casa, recostado en el sofá, ahora estaba sobre una cómoda cama vestida con suaves sábanas de color azul cielo que lo cubrían hasta los hombros. Miró a su alrededor para percatarse de que, como había pensado, se encontraba en una habitación, completamente solo.
—Joder...—Suspiró profundamente sentándose sobre la cama, recostado en el cabezal de ésta— "Solo quiero cuidarte" —Murmuró recordando lo que el extraño le había dicho. Se levantó rápidamente y de igual forma, salió del cuarto en busca del culpable de que siguiera con vida todavía.
El moreno no tardó mucho en encontrar al castaño debido al incesante ruido que provenía de la que dedujo que era la cocina, se dirigió hasta el lugar para descubrir que sí era la cocina y que su "salvador" estaba preparando lo que supuso era el almuerzo, aunque realmente no sabía qué hora era.
— ¿Tienes hambre? —Preguntó Se Hun sin quitar la vista de lo que estaba haciendo, Jong In ni se inmutó en contestar—Tomaré eso como un sí—Dijo mirando fijamente al moreno, quien por un momento se perdió en aquellos marrones ojos, olvidándose de todo a su alrededor— ¿Sucede algo? —Cuestionó mostrando una sonrisa amplia, Kai negó repetidas veces con la cabeza—Eso pensé—Musitó volviendo a lo suyo.
— ¿Qué es lo que pretendes? ¿Me dirás de una vez por qué impediste que el auto me atropellara? —Preguntó el más alto con insistencia, la actitud de ese tipo lo estaba volviendo loco.
—Ya te dije que solo quiero cuidarte, y lo otro... Es secreto—Otra vez con lo mismo, Jong In sintió ganas de ahorcar al castaño—Confía en mí—Aquello podría sonar descabellado tomando en cuenta que era un completo extraño, no obstante, una loca idea pasó por la mente del pelinegro: ¿Y si el tal Se Hun no era más que un psicópata asesino? Acabaría con su vida y él no tendría que mover ni un solo dedo ¡Era perfecto! Una sonrisa ladina se formó en los labios del moreno, seguida de un suspiro que llamó la atención del castaño.
—Está bien—Dijo descolocando de sobremanera a Se Hun ¿Realmente había sido tan fácil? ¿El chico confiaría en él así como así?—Confiaré en ti—Musitó sentándose sobre una de las sillas que se encontraban frente a la extensa y larga encimera que estaba ahí.
Kai's POV
Podría sonar ilógico y un tanto suicida ya que no conozco a éste chico, pero de todas formas, eso soy, un suicida, solo quiero acabar con mi miserable vida, ponerle fin a todo este sufrimiento. A pesar de todo este dolor que estoy sintiendo, hay algo en él que me hace sentir extraño, no sé si es su mirada, o esa estúpida sonrisa que me hipnotiza cada vez que la veo, pero hay algo en ese chico castaño, causante de que aún siga con vida, que hace que sienta unas ligeras, muy ligeras ganas de seguir en este mundo. Es realmente ridículo, no llevo ni dos días en esta casa, pero me siento bien en ella. No sé si será porque estoy con él, con el culpable de que siga sumido en mi desgracia... Con mi salvador. Este tipo es demasiado atento conmigo, no deja que haga casi nada y cada cierto tiempo, revisa mis muñecas lastimadas como si él fuese un doctor o como si supiera realmente lo que estaba haciendo al limpiar cuidadosamente mis cicatrices, he llegado a pensar que realmente se preocupa por mí y quiere cuidarme, y eso… Eso me gusta.
— ¿Quieres ver una película? —Me preguntó Se Hun aproximándose a mí con un par de DVD's entre sus manos, yo asentí levemente con la cabeza, no es como si estuviera muy interesado pero había pasado casi toda la tarde sentado delante del televisor haciendo caso omiso a todos los programas que pasaban en éste. Él me dedicó esa sonrisa que me parecía realmente hermosa, y colocó uno de los DVD's en el reproductor, se sentó a mi lado y después de unos segundos, la película comenzó, dejando ver el título de ésta: "My Savior" Me pareció realmente raro, nunca había oído hablar de esa película, por lo que me dispuse a verla.
La película me pareció de lo más extraña, trataba sobre un chico tonto, que cansado de su miserable vida y dolido por la reciente ruptura con su novio, decide acabar con su vida, lo cual no pudo hacer porque otro tipo, al parecer un ángel, lo salva justo en el momento en que, después de lanzarse de un puente, va a chocar contra el pavimento ¡Ja! ¡Que tonto! ¿No pudo pensar siquiera en que hubiese sido mejor lanzarse al agua y ahogarse? Es algo fuera de lo normal, es decir ¿Tratas de suicidarte y un ángel te salva? ¿Qué clase de persona hizo semejante pelí...? ¡Un momento! Mis ojos se abrieron en demasía, al igual que mi boca, miré con incredulidad a Se Hun, pero éste no parecía darse cuenta de que lo observaba con cara de estupefacción.
—Tú...—Por fin se dedicó a verme, y lo hacía sin quitar esa sonrisa, en este momento se me hizo verdaderamente incómoda— ¿Qué c-carajo eres...? —Pregunté con la voz entrecortada, él simplemente suspiró pesadamente y volvió a sonreír— ¡No hagas eso! ¡Contéstame! —Exigí, él solo se limitó a mirarme fijamente.
— ¿Qué crees que soy? —Me dijo, no sé en qué momento se había acercado tanto a mí, a tal punto de que podía sentir su respiración chocar contra mi rostro, una de sus manos acariciaba suavemente mi mejilla izquierda, mientras, en sus labios estaba dibujada una pequeña sonrisa.
—Tú... ¿Un ángel...? —Apenas podía pronunciar palabras, y dudo mucho que tuvieran coherencia— ¿Eres un ángel? —Logré articular por fin, él, como siempre, solo se dedicó a sonreírme, estaba empezando a odiar esa actitud de él.
Kai's POV End.