—Es una chica muy guapa, en verdad que lo es — decía un chico a sus compañeros mientras parecía fantasear despierto. Ellos lo miraban divertido, pues les había contado acerca de una joven que había conocido en una cafetería; describiéndola como una hermosa rubia de ojos oscuros, piel pálida y pómulos ligeramente marcados por un rubor natural —. La única falla podría ser su falta de curvas —comento refiriéndose a la plana anatomía de su enamorada—, pero no me importa, su rostro de ángel reemplaza cualquier otra carencia. Deberíamos ir terminando las clases de hoy ¿Qué dicen?
—No estoy seguro, Jihoo, últimamente mi madre ha estado algo histérica conmigo — confeso un alto, semi rubio, de músculos bien torneados, Baekho, mientras guardaba sus cosas —, así que mis salidas se limitan a escuela y casa, pero dile a JR, él seguro te acompaña, aunque solo sea por no dejarte solo —se burló, mientras Jihoo reía sarcásticamente— ¿no es así? —, pregunto mirando al joven junto a él, era de rostro anguloso, ojos ligeramente ojerudos y pómulos marcados.
—Me da igual, siempre y cuando prometa que me comprará algo — respondió con seriedad, Jihoo sintió como un escalofrío le recorría la columna mientras la penetrante mirada de su compañero lo escudriñaba; aquella aura maligna era algo normal en JR, aunque quienes no lo conocían pensaban que el sujeto era una especie de matón malhumorado con una intimidante mirada—, a mi madre no me molesta cuando quiero salir a algún lugar. Tal vez sea porque nunca está en casa —murmuro encogiéndose de hombros.
—Entonces esta hecho, esta tarde conocerás a la más hermosa mujer de Corea.
Baekho rio al mirar el entusiasmo de su compañero y sin darse cuenta, el tiempo volo hasta que el timbre de salida los hizo volver a la tierra.
Jihoo y JR se separaron de Baekho tras terminar las clases, ambos se dirigieron al centro de la ciudad; Jihoo con una sonrisa de oreja a oreja contrario a su compañero quien se empeñaba en aterrorizar a cada persona que los miraba.
La famosa cafetería se encontraba en una pequeña plaza, al llegar JR pudo percibir un ambiente elegante y moderno, el lugar estaba impregnado con el delicioso aroma del café, todo era muy rustico, las sillas y mesas eran de madera, en el fondo estaba la barra y tras ella la cocina. Ambos se sentaron junto a la ventana que daba a un jardín, ahí se encontraba una pequeña fuente, y al otro lado estaban otros locales, en uno de ellos estaba una librería y junto una tienda de cosméticos. JR se encontraba absorto mirando fuera cuando su mirada encontró a la rubia de la que tanto hablaba Jihoo, era indiscutible que fuera ella pues llevaba un delantal con el logo de la cafetería en la que estaban; la joven, era de aspecto delicado, sus labios eran rosados y parecían estar perfectamente delineados, igual que los de una muñeca, su belleza podía fácilmente ser comparada con la de una muñeca de porcelana, su piel era tan blanca y perfecta, que JR no podía apartar la mirada.
— ¿Puedo ayudarlos en algo? — pregunto un chico sorprendiendo a JR, era de cabello castaño y corto, llevaba el fleco cayendo por su frente y era igualmente apuesto, aunque no se comparaba a la hermosura de la rubia.
—Sí, —contesto Jihoo pidiendo un menú, luego el joven se retiró dejando que tuvieran tiempo de escoger su comida tan pronto se fue Jihoo miro a JR — ¿no te lo dije? —Pregunto con total excitación—, es hermosa, personas como ella me hacen preguntarme cómo puede haber tanta perfección en una sola persona— susurro mordiendo la manga de su sudadera —. Es como si su rostro hubiera sido tallado por los mismos ángeles.
—No puedo negar que es bonita, pero es cierto, sus curvas son tan poco atractivas que hasta podría pasar por un hombre… — dijo sin notar que la rubia estaba lo suficientemente cerca para escucharlo — deberías invitarla a salir, si te rechaza no habrás perdido nada. Es más te salvarías de que digan que sales con una tabla.
Ambos rieron divertidos, aunque el chiste no les duro lo suficiente cuando la rubio carraspeo la garganta, ambos la miraron petrificados.
—Buenas tardes, mi nombre es Minki y seré su camarera por este día, ¿Están listos para ordenar? — pregunto con tal displicencia que ambos sintieron un escalofrió en la espalda— ¿les dejo la carta un poco más ó tienen algo que ordenar? — JR siguió mirando la carta, Jihoo pidió un late y un pastel de queso.
Apenas la joven se fue Jihoo libero un suspiro.
— ¿En qué momento apareció? —Murmuró JR con el corazón en la mano— casi me mata del susto.
—Ni que lo digas, me siento igual —empatizó Jihoo sin alejar la mirada de la joven— ¿Nos habrá escuchado?— pregunto su amigo preocupado, a lo que JR asintió. Era altamente probable que los hubiera escuchado, pues no habían tenido ni la vergüenza de hablar en voz baja —. Qué horror, seguro pensara que soy un patán de lo peor.
—Bueno, al menos tienes el consuelo de saber su nombre — se burló JR y Minki no tardó en traer el pedido. La chica lo miro esperando su orden, y aunque no tenía apetito pidió lo primero que encontró en el menú—. Un capuchino helado y un pan de frambuesa — la camarera asintió, no sin antes regalarle una mirada significativa, luego se fue dando grandes pasos—. Para mí que se ha enojado.
Jihoo lo miro cabizbajo y al rato no tardaron en notar que la suposición de JR había sido acertada, pues el trato de Minki con ellos había ido empeorando, empezando con extrañas muecas que hacía repentinamente hasta hacer que el joven que los había recibido los atendiera, quien se presentó como Minhyun, algo más tímido, pero con una actitud mejor a la de Minki.
Ambos terminaron rápidamente sus respectivos aperitivos y Jihoo lleno de determinación dejo a JR solo, yendo así en busca de Minki para invitarla a salir y ser cruelmente rechazado.
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—Se han ido, Ren — aviso Minhyun a su compañero, quien en seguida salió de la cocina; lucía molesto y cansado—, lamento que haya vuelto a pasar, pero creo que deberías por lo menos sujetarte el cabello o no sé… ser al más masculino, ya sabes —comento intentando no parecer ofensivo—, para mí no pareces una chica, tenlo por seguro, pero ya sabes cómo son los demás, tal vez sino te pintaras las uñas… — el rubio lo miro apretando los labios, una clara señal de que debía cerrar la boca si deseaba conservar su dentadura.
—Ese tipo vino ayer —murmuró colgando su uniforme dentro del locker—, me di cuenta de que le guste porque no dejaba de verme, es tan extraño que no puedan notar que soy hombre. Es decir no tengo busto, trasero y bueno… no me voy a poner en ropa interior para que noten mi hombría — dijo un poco estresado — ya debería estar acostumbrado…
—Pero a ti te gustan las mujeres ¿no? —pregunto su compañero cambiando su ropa y sacando su mochila del casillero.
—Aunque así sea ellas no me ven como hombre, la mayoría de las que eh tratado piensan que también soy mujer; incluso en una ocasión una chica trato de pegarme porque su novio estaba coqueteando conmigo, le dije que era hombre, pero ninguno me creyó.
—Supongo que esa es la pesada cruz que debes cargar por ser extremadamente hermoso —bromeo Minhyun, pero Ren lo miro con seriedad— no me mires así, parece que en cualquier momento me asesinaras.
—Y ten por seguro que lo haré si no te callas — amenazó antes caminar a la salida del local.
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—JR la vio y sabe que es hermosa, aunque me haya rechazado cruelmente no puedo rendirme tan fácilmente, es mi tipo ideal y por lo más sagrado que tengo, ella será mía —aseguro Jihoo con determinación—. Debieron ver sus mejillas cuando se lo dije, estaba tan sonrojada.
—Quizá estaba roja de rabia y no por timidez ¿Lo has pensado? —insinuó JR divertido, pero su comentario fue rápidamente ignorado.
—Si tanto estas interesado en ella deberías pedírselo de nuevo—, sugirió Baekho renovando las esperanzas de su compañero—, vamos, la insistencia es algo que conquista el corazón de una dama y ella no será la excepción. Si no te hace caso significa que no es mujer —bromeó y Jihoo sonrió lleno de ánimos— ¿tú qué opinas JR? — pregunto Baekho pero su compañero no contesto repentinamente parecía estar ensimismado — ¡Hey! —grito Baekho llamando su atención.
— ¿Qué? — Pregunto con toda la serenidad del mundo y esa seria mirada tan característica suya— ¿acaso planean volver al café?, el chico ya ha sido rechazado, no dejes que lo humillen de nuevo.
Baekho lo reprendió, pero este no se disculpó; había estado pensando desde el día anterior en aquella “rubia”, había algo que no le cuadraba de esa chica, era cierto que era linda y atractiva, pero más que eso JR encontraba algo inusual en ella, sabía que algo andaba mal ahí pero no estaba seguro de qué era ese algo.
—Y tú vas con nosotros — ordenó Baekho, recibiendo únicamente un gruñido — ¿acaso eres un perro?, contesta cuando te hablo — grito y JR salió hastiado del salón, ignorando completamente a su amigo.
No lo acompañaría a la cafetería, no tenía razón para ir. ¿Gastar su dinero en café y pan solo para ver a una chica que no era de su interés? Jamás, podía estar loco, pero nunca por una mujer.
El muchacho caminaba por el jardín de la escuela mientras decidía que hacer, cuando una voz llamo su atención.
—JR saltándose las clases, no creí que viviría para apreciar ese fenómeno —bromeo un chico que se encontraba subido en un árbol del jardín, el nombrado lo miró riendo y trepo hasta llegar a sentarse junto a él. — ¿Qué haces por estos rumbos? —pregunto obsequiándole una manzana.
—Nada, estaba descansando un rato de Baekho y Jihoo, el pobre volvió a enamorarse de una chica que no le hace caso, no entiendo por qué le encanta sufrir tanto — dijo mordiendo la manzana — quieren ir a verla después de que lo rechazo.
—Debe de ser muy linda para que se obsesione tanto con ella aunque bueno, que alguna mujer le hiciera caso al pobre de Jihoo sería un milagro, —se burló— siempre termina siendo rechazado, y no es atractivo lo que le falta, sino actitud. Por cierto ¿sabe cómo se llama?
—Sí, su nombre es Minki y trabaja en una cafetería en el centro, es linda pero siento que hay algo raro en ella, no lo sé, Aron.
— ¿Minki? —el joven pensó por un momento y después rio— sabes yo tengo un amigo con ese mismo nombre, vive cerca del centro, pero hace años que no lo veo, íbamos juntos en la secundaria y la última vez que lo vi era flacucho, pequeño y tenía el cabello café, siempre lo regañaban por usarlo largo.
—Ella es rubia, con la piel de porcelana, juro que si no supiera que es humana diría que es una muñeca, deberías verla, es algo aterrador.
—Si lo dices de esa manera mi curiosidad aumenta.
— ¿Quieres conocerla? —Aron asintió— después de clases irán a verla. Podemos llegar un poco después, primero quiero ir a comprar un saco nuevo ¿me acompañaras?
—Desde luego.
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—Debiste escoger la color hueso, era mejor —comentaba Aron mirando el saco negro que JR se había comprado, ambos caminaban cerca de la cafetería cuando a lo lejos reconocieron a un amigo, Jihoo, quien parecía llorar desconsoladamente frente a Minki, comenzaron a acercarse y pronto escucharon parte de la conversación.
—Deja de seguirme buscando, ayer te dije que me dejaras en paz, no soy la persona que crees, y será mejor que te lo grabes de una vez, por tu propio bien, jamás me gustaras eres un hombre… —parecía querer decir más, pero se detuvo tan pronto vio a los otros chicos acercarse. Un segundo cruzo miradas con ellos y al otro entro corriendo a la cafetería.
Jihoo tenía tanto la nariz como las orejas rojas, las lágrimas caían por sus mejillas de manera apresurada y sin cesar, JR se acercó para abrazarlo y en seguida rompió a llorar con desesperación.
—Fue una verdadera bruja, ¿Cómo pudo tratarme así? — balbuceaba mientras lloraba, JR solo podía palmear su espalda mientras este se desahogaba, no era la primera vez que le pasaba, pero si la primera vez que sus amigos lo veían de aquella manera— no fui grosero, tampoco un patán ¿Qué es lo que se necesita para gustarle a las chicas?
— ¿Dónde está Baekho? — Pregunto Aron, ignorando completamente las quejas y llanto de Jihoo, quien le indico que su amigo se encontraba dentro, pronto entro en la cafetería, encontrando a su compañero en la barra, platicando animadamente con el mesero Minhyun,— ¡Baekho! — Le grito y este se giró mirándolo con sorpresa — ¿Por qué dejaste solo a Jihoo?, ve a verlo, esta con JR y está muy mal.
— ¿En verdad? —Su sorpresa aumento al escucharlo y enseguida se levantó—, lo lamento no me di cuenta del tiempo, disculpa, en seguida regreso —dijo dirigiéndose a Minhyun, para luego salir del local.
Una vez solos Aron miro a Minhyun, parecía bastante animado y algo absorto en sí mismo y alejado de lo que sucedía alrededor.
— ¿Dónde está Ren? —Pregunto el recién llegado, el mesero apretó los labios y señalo la cocina—. Minhyun, ¿Él le dijo a ese chico que es hombre? —El joven negó encogiéndose de hombros.
Aron entro en la cocina, Ren se encontraba parado junto a la cafetera, jalando la palanca una y otra vez, tirando café en un plato, lucía completamente indignado— ¿no crees que habría sido más fácil aclararle las cosas desde el principio?
— ¿Habría sido diferente? —Contesto dejando en paz la palanca, para mirarlo—, sabes que da igual, Aron, seguro me hubiera gritado que lo decía solo para que se alejara —la voz de Ren parecía calmado, pero en el trasfondo se notaba su cólera e indignación—. ¿Qué hacias tú con ellos?
—Amigos de la escuela —contesto acercándose al rubio—. Sabes, no deberías culpar a la gente por lo que te pasa, quiero decir, es tu culpa. Mira cómo te vistes y arreglas; te decoloras el cabello, te delineas los ojos e incluso te pintas las uñas, solo te faltan pechos para ser una chica— lo regaño.
— ¡Así me gusta vestirme!
—Entonces no te quejes de lo que te pasa, tú lo provocas — volvió a regañarlo y Ren bufo aún más encolerizado que antes —. Yo no les voy a decir nada que no debas decirles tú antes que nadie. Si no estás dispuesto a decir la verdad, deja sigan pensando que eres una chica y sufre las consecuencias de ello.
Aron salió de la cocina dando un portazo, dejando a Ren solo, quien por un momento se quedó pensando, ¿Por qué no decirles?, siempre lo había hecho y en innumerables ocasiones no le habían creído. Esta vez no dejaría que lo siguieran confundiendo, aunque ahora que lo pensaba el chico que había llegado con Aron y con el chico que se le había declarado había llamado su atención, lentamente una idea paso por su mente ¿Qué podría pasar si seguía fingiendo ser una chica para acercarse a él?