{YeHyun} Sex on the pool
El día escolar terminó y Kyuhyun se dirigió a la piscina de la institución; se acercaba una competencia de natación y él quería dar lo mejor de sí, por lo que a diario entrenaba allí cuando todos se iban. Se quitó la ropa en el vestidor, se puso el traje de baño azul y se dirigió a las duchas. Luego de juagar su cuerpo fue derechito a la piscina olímpica.
Al estar parado en las salidas, el pequeño escalón frente a la piscina, se posicionó sobre éste y dio un gran suspiro. Era un gran reto: cada vez intentaba ir de un lado a otro de la piscina en un menor tiempo, repitiendo el ejercicio cuantas veces pudiera hasta que su cuerpo no resistiera más. El día anterior había logrado romper su marca personal. Sonrió al recordar el logro, levantó sus manos y se lanzó al agua en picada.
Insistía con el ejercicio varias veces, mirando el cronómetro y dándose cuenta de que andaba más lento que el día anterior… aún sin enterarse de que alguien le observaba desde las barandas. El moreno cuerpo, cansado de sólo verle de lejos, se acercó hasta el castaño y se puso de cuclillas en el borde de la piscina, admirándose ante la rapidez con que el menor emprendía su trabajo.
—¿Por qué no descansas un poco? —gritó sobresaltando a Kyuhyun.
El castaño giró hacia donde escuchó la voz y entonces se sorprendió: era Yesung hyung. Se quitó las gafas de piscina y le dedicó una curiosa mirada; él era su competencia de mañana y, sin embargo, nunca vio su esfuerzo por entrenar. Frunció el ceño al ver cómo el mayor se metió a la piscina y nadó hacia él. Cuando se halló lo suficientemente cerca le dedicó una… ¿seductora sonrisa?
—¿Por qué te preocupa tanto el que deje de entrenar? —cuestionó Kyuhyun respirando agitadamente.
Era cierto, le faltaba el oxígeno y sus músculos pedían piedad, pero no pensaba dejar que alguien más se quedara con ese premio.
—¿Tan mal de caigo? —Yesung mantenía su sonrisa.
—Sólo un poco. ¿Crees que no me doy cuenta de cómo me miras en los recesos? Te crees el ganador de una victoria que aún no llega. —El mayor soltó una risa burlona, Kyuhyun no era bueno leyendo las miradas.
—¿Crees que no me doy cuenta de cómo me ves tú? —respondió con otra pregunta. El menor se sorprendió y sintió un invasor calor colarse por sus mejillas.
—¿Exactamente qué quieres, hyung? —preguntó sintiéndose ansioso. No le gustaba pensar en que su secreto había sido fácilmente revelado—. No busques que me deje ganar por ti —culminó dedicándole una retadora mirada.
Giró su cuerpo y puso sus manos en el suelo del sitio, hizo el ademán de salir de la piscina, pero antes de poder hacerlo Yesung se había posicionado detrás de él y le había aprisionado, impidiéndole moverse. Entonces se acercó a su oído y le habló de una manera malditamente sexy.
—¿Tú qué quieres, pequeño Hyun? ¿Crees que no sé cómo me miras cuando practicamos con el equipo?, ¿la forma en que tus ojos se deslizan por mi cuerpo? —Entonces Kyuhyun sintió un apretón en su culo. Se sobresaltó al saber que Yesung pilló sus sentimientos y ahora quería jugar con él—. ¿Y acaso crees, dongsaeng idiota, que yo no he tenido que luchar contra mis deseos de comerte ahí mismo? —La invasora mano se metió en el bóxer de Kyuhyun, aterrándole ante la situación.
Intentó hacer fuerzas para soltarse del agarre pero era complicado, el moreno era en verdad muy fuerte y todo su cuerpo estaba estrechamente acorralado entre la bien formada anatomía de su hyung y la pared de la piscina.
—N-no mal interpretes, Jongwoon. Yo ni loco me fijaría en… ¡Mh! —Un involuntario gemido se escapó de sus labios mientras hablaba. La mano de Yesung ahora estaba apretujando la erección que Kyuhyun ni sabía que tenía.
Era tan vergonzoso…
—Sólo disfruta, Kyuhyun, mañana todo se olvidará —volvió a decir en su oído con la voz suavemente ronca. Inmediatamente el menor sintió la lengua ajena lamiéndole el lóbulo de su oreja, y un duro bulto frotándose contra su pequeño trasero.
—¿Lo prometes? —preguntó perdido ante el mar de sensaciones. Yesung masajeando su pene por encima de la tela, el miembro del mismo apretándose contra su cuerpo y la boca de su hyung lamiéndole ahora el cuello. ¿Qué demonios seguía?
—Lo prometo —culminó besándole los hombros. Bajó sus labios hasta tocar la espalda que sobresalía del agua, dándole un pequeño mordisco y varios traviesos chupetones.
Húmedo, Kyuhyun sentía aquel contacto húmedo y caliente a diferencia de la frialdad de la piscina. Echó su cadera hacia adelante oprimiendo la mano de Yesung contra la pared y, al mismo tiempo, sintiendo más presión sobre su necesitado miembro. El mayor soltó una casi inaudible risa y finalmente tomó el bóxer, quitándoselo de inmediato. Sin que Kyuhyun se diera cuenta el moreno hizo lo mismo con su traje de baño, dejando a ambos completamente desnudos, y su grueso pene volvió a restregarse contra el culo de menor.
—Ah… —gimió el castaño ante el contacto. Cerró sus ojos y empezó a masturbarse lentamente al sentir la mano de Yesung alejándose de su hombría, acercándose ahora a su parte trasera.
—¿Sabes cuantas noches… —preguntó dando otra lamida al lóbulo de Kyuhyun—… soñé con hacerte mío dentro de esta piscina? —Los hábiles dedos de Yesung se acercaron a la pequeña entrada del castaño, haciendo que este soltara un suspiro.
—Sigue… —Cerró sus ojos para poder sentir mejor.
—¿Y cuántas veces me corrí en los baños del colegio, imaginando que tu boca me la chupaba?
—Hyung… —Los dedos de Yesung comenzaron a penetrar la entrada de Kyuhyun. El menor sólo gemía por lo bajo, aún con sus ojos cerrados, imaginándose lo que ocurría allí atrás.
Comenzó a prepararle con un dedo, entrando y saliendo, y luego metió el segundo, haciendo la penetración más gruesa. Kyuhyun seguía tocándose hasta sentir el tercero, entonces dejó de masturbarse y empezó a restregar su dura erección contra la pared de la piscina, tratando al mismo tiempo de sentir esos deliciosos dedos más dentro de él. Enredó ambas manos en los cabellos de Yesung.
—Vamos, hazlo realidad —suscitó con una media sonrisa.
Yesung gimió ante la simple propuesta y sacó los dedos del interior de Kyuhyun, tomó su miembro y, luego de masajearlo un poco, lo metió de un solo golpe dentro del menor. Él soltó un grito que hizo eco en el lugar. —No grites tanto o nos pillará alguien —se burló Jongwoon.
—Duele… —logró articular con lágrimas en los ojos.
No había imaginado que Yesung la tuviera tan grande, pero definitivamente no se comparaba con nada y por lo mismo le ardía demasiado. Se sentía hinchada y enorme, palpitante incluso, muy dolorosa. Yesung volvió a atacar el cuello y la nuca del menor, besándole y chupándole. Con una mano se sostenía de la orilla de la piscina y la otra la puso sobre las caderas de Kyuhyun; el castaño empezó a masturbarse, mezclando dolor con placer y, entonces, movió su trasero hacia atrás, indicándole que empezara a moverse.
Tan pronto hizo el primer movimiento Kyuhyun soltó un gemido, no sólo dolía, había rozado su próstata y era malditamente satisfactorio.
—Otra vez —pidió.
Yesung hizo caso a la súplica y volvió a penetrarle, aumentando la velocidad al mismo tiempo que se sentía en el cielo. La estrechez de Kyuhyun hacía una placentera presión en su miembro que le causaba pequeñas descargas eléctricas cada vez que le embestía, entonces fue aumentando los movimientos.
Kyuhyun también aumentó la velocidad de su mano, gimiendo con más ganas de antes, sintiendo la sensual voz de Yesung dejar escapar esos excitantes gritos.
—Ye…sung… Ah… ¡Yesung! —gemía una y otra vez. El mayor se sentía en la gloria escuchando la temblorosa voz de Kyuhyun. Empezó a embestirle con más fuerza y velocidad, luchando contra el agua que ponía pesados sus movimientos.
Enterró sus uñas en la cadera del más joven al sentir que el clímax se acercaba, roncos gemidos se escapaban de su garganta y un placer inmenso comenzaba a invadirle. Le embistió más rápido todavía, importándole poco si alguien oía sus bramidos de placer y, entonces, sintió cómo su cuerpo liberó toda su energía en la última estocada, llenando el interior de Kyuhyun con su semen.
Suspiró con una satisfactoria sonrisa y, sin salir aún del interior del castaño, posó su mentón sobre el hombro del mismo, viéndole jadear con los ojos cerrados y la boca entreabierta.
—¿Te corriste? —preguntó orgulloso. La pregunta no era en realidad si se corrió, sino cuándo.
—Hace rato —suspiró el chico sin aún recuperar el aliento.
Ambos soltaron una risa y Yesung salió de su interior, girando el cuerpo del más joven para quedar frente a frente. Le miró directo a esos oscuros ojos cafés, delineó su nariz y posó sus ojos en sus labios. En serio, Jongwoon sentía un aberrante deseo sexual hacia el chico que tenía en frente y sabía que él le correspondía.
Le besó lentamente siendo correspondido, un beso corto pero húmedo y caliente. Se separaron y se volvieron a mirar con esa amplia satisfacción destilando en sus rostros.
—Hagamos una apuesta —propuso Kyuhyun estado aún a cercanos centímetros del rostro de Yesung.
—Dime cuál —contestó el mayor curioso.
—El que gane mañana elige el próximo lugar —culminó seguro de sus palabras. Yesung soltó una carcajada.
—¿Habrá una próxima vez? —Maldito, la mirada y la sonrisa que le dedicó a Kyuhyun eran malditamente fascinantes.
—¿Prefieres que no? —dijo Kyuhyun haciéndose el serio. Era cierto, nunca habían tratado con tanta proximidad, pero si se trataba de sexo quedaban fuera las formalidades.
—Que gane el menor —susurró alejándose por fin de su cuerpo, dispuesto a salir de esa piscina como Dios le trajo al mundo.
Oh, sí, el día que se aproximaba prometía ser muy, muy interesante.