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Revenge por Papercut For This Ghost

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Notas del fanfic:

Este Fanfic contiene personajes reales, pertenecientes a una banda Punk/Rock llamada My Chemical Romance (Gerard Way y Frank Iero). Ninguna de las escenas y acciones fueron realizadas en la realidad.

Estábamos todos en formación. Se podía notar como la mayoría de los estudiantes dejaban a un lado a los profesores para hacer algo más interesante. El día era oscuro, frío, como cualquier día en una institución de inadaptados, hipócritas, a quienes se les puede llamar “estudiantes”.

Iban al salón del último piso, ese lugar en el que se encuentran la mayoría de los estudiantes nuevos.  Se podía observar la inmensidad de actitudes; desde el más idiota hasta el más rebelde.

Al fondo se encontraba el puesto más aislado. Un chico de piel blanca miraba el suelo sin ser notado. Su cabello negro cubría casi todo su rostro, exceptuando su ojo potentemente verde, que miraba perdidamente el suelo.

A nadie le interesaba ver su cara, mucho menos su existencia.  El profesor de literatura, Connor, dice en voz alta:

-Gerard Way, pase al frente. –

Gerard subió la cabeza, movió un poco su melena para enfocar al profesor. Se paró y caminó sin ánimos al frente con un cuaderno negro en su mano. Se volteo al profesor Connor, el cual le indicó:

-Lea el poema escrito, y esta vez, que rime. –

Los que estaban sentados sacaban una risita y sonreían con burla al chico. Gerard no los miraba, el sentía desprecio. Solo abrió el cuaderno, trago saliva, y recitó con voz baja, rasposa y desinteresada:

-“No puedes escapar de este lugar sin sonrisas. Gritar no bastará para ser escuchado. Corre, pero ¿A dónde vas? ¿Y en que piensas? Si me quieres entender, ven y no seas amado”. –

Al finalizar, la mayoría ahogo risas, burlándose cruelmente de lo escuchado. El profesor hizo un gesto de disgusto y confesó:

-No creo que haya sido lo mejor que he escuchado. Siéntase y preste atención. –

A todas estas, el chico de vestimenta negra y blanca se perdía observando algo al frente de él. Algo en el pasillo de afuera. Se podía ver en lo que Gerard centraba su atención. Un muchacho fuera de clases.

Estaba al frente de la baranda del pasillo, viendo al frente sin ninguna preocupación. Viéndolo por atrás, Gerard olvidó por un segundo las voces del profesor reclamándole:

-¿Gerard, me escuchaste? ¡Siéntate ahora! ¿Qué tanto observas?... –

Gerard reaccionó, caminó rápidamente a  su aislado puesto, algo apenado. Sin más que decir, el chico de vestimenta oscura se preguntaba a él mismo qué pasaba. ¿Qué había ocurrido, por qué tanto interés en esa persona? Y lo que más se preguntaba y quería saber ¿Quién era?

 

Terminó la clase de literatura. El profesor Connor se detuvo un momento en el asiento de Gerard. Éste se hallaba jugando con un lápiz, moviéndolo de un dedo a otro mientras miraba abajo pensativo. El profesor se colocó al frente y comentó:

-Sr. Way... -

Gerard interrumpió levantando con rapidez la cabeza, viendo intimidante al profesor con sus ojos verdes sombríos:

-Dígame Gerard, profesor.

-Gerard, he visto que estos días has escrito cosas algo poco razonables.

-Es como me siento profesor, si no lo entiende no es mi problema. Además… - Gerard se levantó con la mirada baja y saliendo del salón – Usted solo quiere que rime ¿No?

El chico salió del salón pesadamente. Llovía en ese día nublado, y Gerard veía como las gotas caían. Solo contemplaba el cielo oscuro, pensando qué había pasado hace unos momentos.

El profesor salió unos minutos después. Algo pensativo, saludaba secamente a algunos alumnos. Se le veía distraído, como si buscara algo.

Gerard se acomodaba su camisa blanca manga larga, la usaba básicamente todo el año escolar, contando con sus pantalones negros con rotulador en los bolsillos. Siempre se le notaba en otro mundo, en sus pensamientos. Estaba intentando encontrar a ese chico por alguna parte. Ese que se le veía tan relajado observando el cielo atrás de la baranda. Llevaba una chaqueta negra y el cabello corto desaliñado del mismo color que Gerard. Excepto por unos pequeños túneles en sus orejas.

Seguiría detallándolo en su cabeza, pero un chico le golpeó la cabeza a Gerard  con la palma de su mano. Él ya se había acostumbrado a ser golpeado por alguien, así que no volteó la cabeza como respuesta.

Sonó el timbre, el chico entró fúnebre al salón. Detestaba estar allá adentro. Volviéndose a sentar, Gerard se dispuso a esperar la única clase que, para él, merecía su atención: Artística. Gerard se la pasaba dibujando en su puesto, expresando lo que sentía solo con la compañía de un rotulador negro y una hoja de su cuaderno.

En ése momento,  el chico sentía varias emociones, como angustia e impaciencia. Quería saber quién era aquel chico que vio. No se entendía que hacia pensando en él… Empezaba a dudar de él mismo, hasta que llegó el profesor Paul.

A Gerard le agradaba ese profesor, a pesar que la mayoría de las veces lo ignoraba, era la única materia en que sacaba mejor nota de todo el curso.

Pasando los minutos, el profesor comentó en voz alta:

-Hoy haremos algo diferente. Harán lo que piensen y sientan. Ya entendieron. Comiencen. –

Como era de esperar, nadie le dio importancia a lo que el profesor Paul dijo. Continuaron como si él no existiera en el salón. A él no le importaba, se la pasaba leyendo su clásico libro de portada blanca, sin titulo.

Gerard, por su parte, seguía dibujando lo que pensaba en ese momento. Hacía el boceto de una persona, un chico. No salía de sus pensamientos, a pesar de no conocerlo. El chico tan concentrado, mordía levemente su labio inferior, moviendo rápidamente su mano por la hoja con el rotulador, detallando el espaldar del chico.

Antes de terminar la clase, el profesor pasó caminando por los puestos, observando los trabajos. Al pasar por el puesto de Gerard, sin mirar a los ojos del chico, musitó:

-Las personas que más te importan, se quedan en tu cabeza. Las conozcas o no, sabes que puede pasar si tú mismo lo aceptas. –

Dijo al mirar detalladamente de reojo el dibujo, guiñando el ojo con una sonrisa quebrada, mientras pasaba de largo al salir del salón.

Gerard tenía la cabeza gacha, su cabello le ocultaba casi todo el rostro, ruborizado al notar lo que había dicho el profesor.  Ya estaba acostumbrado a que él dijera cosas sin sentido alguno, pero esta vez, estaba seguro de lo que él le quería decir.

-¿Sería eso?... – Gerard se lo preguntaba mentalmente. Empezó a pensar cosas nada seguras, pero sí posibles. Solo cerró sus ojos, evitando que alguien lo notara. Se hacía muchas preguntas, pero raramente, su corazón latía por una persona que ni conocía.

Sonó el último timbre de clases. Al salir, caminaba lentamente por el pasillo, bajando la cabeza por la baranda con curiosidad. Seguía lloviendo, el clima se había vuelto totalmente gris. El chico buscaba algo con  curiosidad… o mejor dicho, a alguien. No encontró nada por la baranda.

Bajando las escaleras, desanimado, se propuso como encontrarlo. Terminando el último escalón,  alguien por detrás lo tropezó rápidamente con el hombro de Gerard, como un pequeño empujón. Gerard, sin sorprenderse de ser golpeado, solo bajó la cabeza e hizo un gesto de disgusto.

El que lo empujó, siguió caminando y con una voz distraída dijo:

-Hey, lo siento. –

Gerard, al sorprenderse por la disculpa, subió la cabeza, justo para ver como el chico caminaba al frente de suyo.

Era él.

Gerard se quedó observando, con un vacio en el estómago y un fuerte impulso por seguirlo. Sabía muy bien que era el chico que estaba buscando. La misma chaqueta, la misma camisa negra. Gerard asombrado no podía reaccionar. Sus ojos verdes se habían abierto por completo.

Tragó saliva y lentamente caminó. Su timidez no lo dejaba ir a insinuarse tan rápido. Empezó a seguirlo tranquilamente, pero con ansias. Pasaron el pasillo, Gerard lo miraba detenidamente por detrás, mientras que el chico caminaba observando la lluvia a su derecha.

Al ya pasar el primer piso, tenían que adentrarse a la lluvia. El chico al frente paró un momento. Se quitó la chaqueta y la alzó para cubrir su cabeza. Pensativo, volteó la cabeza, mirando si había alguien más. Observó a Gerard, el cual lo miró directamente a los ojos.

 Los dos se miraron un segundo. Gerard detalló más al chico, tenía el cabello negro desaliñado, un poco más corto que el de él. Tenía un mechón decolorado cerca de su mejilla. Sus ojos eran verdes, algo claros. Tenía un gesto amable y a la vez rebelde. Se veía atractivo para ser un simple alumno de 16 años.  Por último, notó su piercing en el extremo derecho de su labio inferior. Gerard bajo la cabeza estando levemente ruborizado.

El chico le sonrió y le preguntó:

-Oye amigo, ¿Quieres que te acompañe? –

Gerard subió un poco la mirada, se sentía raro ante esa pregunta. Su corazón latía fuertemente pero en sus ojos tenía una mirada fúnebre. Balbuceó:

-Hmm… ¿Qué? –

El chico se le acercó un poco más. Bajó la chaqueta extendida en su hombro con un suave movimiento, dando un paso. Gerard notó algo más, el chico tenia unos guantes negros con una mano esquelética bordeada, el cual se cortaba a la mitad de los dedos. El chico el volvió a preguntar:

-¿Te acompaño a casa? Esta lloviendo fuerte.-

Gerard subió su cabeza y dejó ver entre su melena negra su ojo verde.  Se acercó más al chico hasta estar al frente de él en el borde del techo, evitando mojarse con la lluvia. El chico se presentó con la miraba fija de los ojos de Gerard:

-Soy Fran Iero. ¿Te llamas Gerard, no?

Gerard palideció. – ¿Cómo me conoce?... -  pensaba rápidamente. Se propuso a dejar su timidez y quebrar el silencio que guardaba.

-Si. ¿Te conozco?... – dijo con una voz ronca.

Frank sonrió un poco mirando el suelo. Se acarició la oreja derecha y comentó:

-Puede que un poco. Estudio en el mismo curso que el tuyo. Te he visto a veces por el pasillo. –

Gerard se sintió apenado. Frank lo había vigilado por los pasillos. Tuvo un leve sonrojo en sus mejillas, pero seguía con un gesto serio y desinteresado para disimular. Contestó:

-Ah… Vale. Nunca te he notado en clase.

-Si pues, no me has respondido, amigo.

Recordando la pregunta, no tuvo vergüenza. Asintió. Frank dándose la vuelta, elevó su chaqueta negra, extendiéndola para cubrir a Gerard, el cual se hallaba ahora a su derecha, observando el suelo. Frank volteó la cabeza y dijo finalmente avanzando a la lluvia:

-Bien. Vamos. 

Notas finales:

Cada capítulo se bajara cada semana hasta que  finalice el FanFic. 


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