-Un perro…- Entreabrió los ojos, frente suyo había un pequeñajo señalándole, ¿Un perro?, ¿Le había llamado perro?

Era un pequeñajo de alrededor nueve o diez años, tez muy blanca y tersa debido a la edad suponía, su rostro fino sin ninguna imperfección, el cabello lacio castaño oscuro se le veía que estaba muy brillante y suavecito. Unos labios rosados y voluptuosos que si no le pertenecieran a ese monstruillo pensaría que estaban esculpidos para ser tan besables y deliciosos. Pero lo que más le llamo la atención fueron esos ojos rasgados grises o por dios!...eran tan…tan…se contuvo para no decir la palabra “hermosos”. Tal halago no lo merecía él ojos de gato.

-Soy Kibum tengo diez años y  también tengo mucha hambre un gusto… ¿Señor?...-

 Ese engendro del mal seria su…su nuevo ¡¿hermanito?! 

                                                                ~JongKey~

...Incluso si soy parte de tu sufrimiento...

...Seré todo aquello que te faltó y que alguna vez necesitaste...

...Siempre juntos...

Tae/key (principal)

Min/key     (secundaria & 
Jjong/key             mención)

Goteo. 

Caída.

Se oyeron fuertes pasos. Estaba cada vez más cerca, el cálido aliento como efecto fantasma se posaba en la nuca de Kibum. Cerró los ojos cuando esas manos asquerosas se colocaron en sus caderas. Esa voz rasposa penetró en su mente y ese era el momento en el cual obligaba a su corazón y su mente adormecerse hasta que todo haya terminado.

Goteo.

Caída.

Una vez más estaba acostado allí, con el cuerpo dolorido y la cara manchada de lágrimas que mostraban lo débil que en realidad era. Cerró los ojos y pudo sentir la nueva herida en su corazón ya cicatrizada, el familiar sonido de las gotas de agua que caían sobre el fregadero creaba su propia canción de cuna que le llevaba a la deriva en un sueño inquieto.

¿Cuántas cicatrices podría tener este corazón frágil hasta que se rompa por completo?

Traducción 

JongKey

Un desconocido en medio de la noche irrumpe en su vida para cambiarla por completo. Pronto se verá envuelto en una situación que siquiera está seguro de querer salir. Por qué ese chico de cabellos negros y mirada de felino travieso pondrá su mundo tranquilo y monótono de revés. Volviéndose su capricho, volviéndose su obsesión, entrelazándose en una historia de mentiras y engaños.

                                            MINKEY 

Kim Kibum tiene un fantástico apartamento nuevo en Seúl, una batidora marca KitchenAid, y ningún O (y no estamos hablando de Oprah, amigos). Tiene una carrera de diseño en ascenso, una oficina con vista a la bahía, una receta asesina de pan de calabaza, y nada de O. Tiene a Clive (el mejor gato del mundo), amigos geniales y cero O.

Añadiendo insultos a su falta de O, desde su mudanza tiene un vecino mujeriego que pasa sus noches azotando la cama contra la pared. Cada gemido, golpe y —¿fue eso un maullido?— señalan el hecho de que no sólo está perdiendo su sueño, aún sigue sin tener, sip, lo adivinaron, nada de O.

Ingresen a Kim Jonghyun. (No, en serio, Jonghyun, por favor entra). 

Cuando el «azota-paredes» amenaza literalmente con romper la pared, Kibum, vestido de frustración sexual, bóxer rosa y camiseta gastada que apenas le tapaba el trasero. Se enfrenta a su escuchado-pero-jamás-visto vecino. Su encuentro nocturno tiene, bueno, resultados extraños. Ejem. Con paredes así de delgadas, la tensión será enorme…

Jjong se río.

–¿Enamorarme? –resopló–. Lo siento, pero tengo una cosota allá abajo como para interesarme por un hombre, y además, un elfo.

–Lo he visto, es como una lombriz –agregó Taemin, muy seguro de sus palabras.

MinHo y JinKi lanzaron una carcajada.

–¡Yah, Lee Teemin! –le regañó el más bajo, estupefacto, intentando no reírse.

–Ya, ya, váyanse –pidió el más viejo, haciendo un gesto con las manos–. Ya saben qué hacer.

–Déjemelo a mí, hyung –pidió JinKi, sonriendo con seguridad, intentando salir de entre la silla y el escritorio–. Me encargaré de que todo salga bien…

Y, dando un paso seguro con decisión, terminó tropezándose con la silla y cayendo al suelo.

–Tú eres el que más me preocupa… –murmuró Han Kyul tallándose la frente.

Taemin corrió a auxilio del líder, tocó su cuello y le comprobó el pulso.

–Sigue vivo.

Y siguió con su vida.

Fanfic de SHINee.

{ JongKey }