Parásitos.

Los parásitos se alimentan del sistema en donde se encuentran, robándole los nutrientes y vitaminas, sin llegar a la destrucción total del sistema. Uno no sabe que lo tiene hasta que es muy tarde. Esto pasó hace muchos años en nuestro mundo.

Los ciudadanos los llaman Saiyans, humanos que se alimentan de todo lo que ven, incluyendo su misma especie. Aterrorizan al mundo con sus anormalidades anatómicas. Aparecen normalmente de noche.

La Ciudad de Tokio, Japón. Fue el epicentro del caos hace muchos años, en un principio no causó revuelo ya que se erradicó todo monstruo. O eso se creyó hasta que años posteriores decenas de noticias sobre asesinatos se reportaron. Todas las víctimas se encontraban devoradas y descuartizadas, el pánico volvió a surgir.

Un reporte de un sobreviviente alertó a la ciudad. En una noche, un joven caminaba hacia su casa y al girar en la esquina se encontró con un hombre de gran altura arrodillado removiendo algo en el piso, de su espalda cerca del hombro salía un tentáculo abrazándole el brazo derecho de un variado color celeste y verde. El hombre notó su presencia girándose mostrando sus azules ojos demenciales y un rostro cubierto de sangre. Asustado, el joven corrió hacia el lado contrario de la calle dirigiéndose a una estación de policía que recordaba haber cruzado. Al llegar relató lo sucedido y varios policías salieron en la búsqueda. De los cinco que salieron, volvieron dos aterrados y traumatizados repitiendo una y otra vez…

No son humanos... Son monstruos…

After Class

Después de Clases

Nunca, ni en mis cinco años de docente, se me pasó por la cabeza una situación como ésta. Ambos estábamos frente al escritorio del rector, esperando nuestro veredicto. Estábamos solos, podíamos oír el barullo que los alumnos hacían en el patio, era fin de clases del turno mañana, y algunos alumnos se quedaban para comer en el bufete esperando ingresar al taller o viceversa. Estaba nervioso, demasiado. Temía que nos expulsaran, a pesar que él tenía ya muchos años en esta institución podía pasar de largo. Pero yo… No es la primera ni la segunda ocasión que me llaman la atención. Por lo que me cuesta centrar los pensamientos que afloran en mi cabeza ideando escusas para salvar mi pellejo.

De seguro se estarán preguntando… ¿Qué sucedió?

Les aclararé, esto no será como la típica historia de amor entre dos profesores que son descubiertos y bla bla bla. Nuestra historia es mucho más seria y con menos romanticismo del que hubiera querido.

Todo comenzó hace dos años...

Naruto Namikaze nunca ha experimentado esa sensación extraordinaria de estar enamorado. Sus amigos le comentan que es algo imposible de describir con solo algunas palabras, que ríes como estúpido cuando ves o piensas en esa persona, que es algo tan profundo que hace que se te revuelva el estómago y va mucho más allá que una simple atracción física…

Si algún día llegara él a sentir algo como eso, seguro que prefería evadirlo. Negarlo hasta la muerte.

Es preferible evitar el dolor y la decepción que el amor trae consigo en la mayoría de los casos, que terminar llorando por las esquinas o pagando un muy costoso divorcio, como ha podido verlo con sus padres.

¡Hay que saber decirle No al mentado amor!