- Pero… un ángel no debe odiar –me dijo, con una sonrisa tan leve que seguramente ella pensaría que yo no la notaría.

Si, un ángel no debe odiar, y tampoco matar a los de su especie. Pero, ellos me tentaron. Me hicieron vivir un martirio…

Se piensa que el lugar en donde se encuentran los ángeles, también esta Dios. Y por lo tanto, ese es el cielo:

“Un lugar lleno de alegría y goce. Con hermosos cantos, y en donde siempre se respira paz. Para los humanos es así, pero… ¿y para los mismos ángeles? Quizás sea un lugar lleno de odio y envidia, totalmente diferente a lo que los mortales creen.

- ¿Qué… Qué pretendes Rhee? –preguntó temeroso el pequeño ángel.

- Estas… cometiendo un pecado –murmuró-. Es un pecado hacer estas cosas… con un ángel de tu mismo sexo…

Pero aún así, lo hizo, y con eso me hizo pecar a mí también sin desearlo. 

Esta historia habla sobre un pequeño ángel llamado Danell, que en las garras de los ángeles cuyas almas son crueles y malvadas, hicieron su vida un martirio, hasta convertirlo en un ser tan cruel como un demonio.

CAPÍTULO TRES Y FINAL: MI MALDICIÓN  ¡¡PUBLICADO!!